Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu piel por AndromedaShunL

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes son exclusiva propiedad de Masami Kurumada y sus creadorcitos <3.

Notas del capitulo:

Se acerca el verano (al menos donde yo vivo), y pues... ya parece que se va notando ;). Un lemon sin más misterio, jajaja.

Esa noche en la que me dijiste que entrase en tu habitación, después de una larga fiesta que parecía no haber tenido fin. Sí, me ardían las mejillas, y las tuyas competían con el rojizo de tu cabello y de tus labios que, variando por una vez, habían dejado atrás su gélido tacto para volverse tan cálidos como el sol.

            Y yo los repasé con mis dedos dulcemente. Nuestras respiraciones estaban entrecortadas y parecían sonar como débiles gemidos mientras tratabas de controlar tus ansias y susurrar mi nombre desesperadamente mientras mis manos recorrían tu piel.

—Milo…

—Shhh —te dije al oído—. ¿Quieres que pare, Camus?

—No, nunca —hiciste una mueca que interpreté como una sonrisa de aprobación y continúe desabrochando los botones de tu camisa.

            Enredaste tus piernas tras mi espalda y me acercaste contra ti con fuerza, como si temieras que de un momento a otro me fuese a esfumar como una vaga ilusión. Pero sabías que jamás podría dejarte. Un corazón congelado que es capaz de convertirse en una estrella cada vez que repaso su contorno con mis dedos, es un tesoro demasiado preciado como para deshacerme de él. Y tú me decías cosas parecidas, aunque sabes perfectamente que yo no soy tan perfecto como tú.

            Te apartaste el cabello del rostro y pude verte la piel pálida y ardiente. Te acaricié las mejillas suavemente y dejé tu torso al descubierto. Paseé mis manos por él como si estuviese descubriendo un mundo nuevo, aún habiéndolo tanteado tantas otras veces. Nunca dejaste de fascinarme.

            Temblaste y tus ojos se entrecerraron al tiempo que besaba tu cuello y te dejaba un pequeño moratón en él. Sé lo mucho que odias que haga eso, pero en ese momento no fuiste capaz de hacer nada, aunque mejor no mencionar lo que me hiciste al día siguiente.

            El cielo estaba en llamas mientras subía para besarte los labios apasionadamente y jugaba con tu lengua. Sin duda, querías que siguiera, y así hice. Paseé mi boca por tu torso parándome en cada uno de los detalles y creando círculos húmedos sobre tu piel. Tú con tu mano me sostenías el pelo y me mirabas y echabas para atrás la cabeza, suspirando. Querías más.

            Te deshice de la molesta camisa al fin y fui tirando del resto de tu ropa hasta que quedaste completamente desnudo y cautivo de mí. Entonces, yo hice lo mismo y me dedicaste miradas pícaras desde la cama hasta que, desnudo como tú, me subí sobre ti sin llegar a rozarte más que con los labios y comencé a besarte de nuevo. Sin duda, estabas tan ardiente como el mismísimo infierno.

            Me cogiste por los hombros y me hiciste echarme sobre la cama, con la cabeza sobre la almohada y el cabello revuelto. Me imitaste durante un, para mí, cortísimo minuto y bajaste por todo mi cuerpo hasta mi zona sensible. Trabajaste con tu boca arrebatándome largos gemidos de placer. Bajo tus labios notaba cómo tu lengua me repasaba desde la base hasta la punta, subiendo y bajando, dibujando pequeños círculos desesperados y ayudándote de tu mano.

            Agarré un mechón de tu pelo como súplica para que no te detuvieses, y tuve éxito. Continuaste jugando hábilmente hasta que no pude más y te hice parar. Tomé tu mano y, reuniendo calma y tranquilidad, esperé hasta que sacaste de tu armario uno de esos dulces lubricantes que tanto me gustan y, por qué no decirlo, saben tan bien.

            Me eché del bote en los dedos y, tras probarlo un poco (sabía irresistiblemente bien a fresa), te hice darte la vuelta sobre la cama, apoyando las rodillas y las manos. Entonces, repasé tu cavidad con el dulce de fresa y luego me la unté a mí. Lentamente me fui introduciendo dentro de ti y tus brazos temblaron hasta hacerte caer sobre la almohada, apretando las sábanas con ansia entre tus manos. Pero sabía que no querías que me detuviese. Nunca querías que me detuviese.

            Al principio fui despacio, pero el ritmo fue aumentado paulatinamente hasta que ni tú ni yo fuimos capaces de reprimir nuestros histéricos gemidos y los soltamos al aire sin preocuparnos que de alguien pudiera escucharnos. Nada más importaba. Nada, solo tú y yo. Solo tu piel.

            Me hiciste parar estirando tu mano hacia mis brazos, que se apoyaban sobre la cama a cada lado de tu cuerpo. Me hiciste echarme debajo y tú te subiste encima de mí. Con cuidado, volviste a introducirme y comenzaste tú a volverme loco.

            Apoyabas las manos sobre mi pecho al mismo tiempo que te impulsabas hacia arriba y hacia abajo con los ojos cerrados y tu rostro apuntando hacia el techo. De pronto me miraste e inclinaste tu cuerpo hacia a mí sin detener el movimiento, besándome los labios y dejando caer tu mejilla sobre mi cuello durante un largo rato. Yo te rodeé con mis brazos y comencé a compasar tus movimientos con los míos propios, convirtiendo el acto en un total paraíso de placer.

            Desde luego, jamás querría perderte.

            Sin salirme de ti, o al menos intentarlo, te coloqué de lado, dándome la espalda, y continué con ese compás que no le daba tregua a tu respiración. Sabía que sentías mis agitados jadeos en tu oído. Hasta yo me rendí a disfrutar de la sensación con los ojos cerrados, pero aún sin ver nada, te vislumbraba a ti entre tanta oscuridad, y en ningún momento dejé de sentir el tacto de tu piel contra la mía.

 

La noche se hizo misteriosa aún incluso cuando la penumbra se iba convirtiendo en mañana. Tu rostro apoyado sobre mi pecho, con los ojos rosados mirando fijamente a los míos al tiempo que repasaba tu cabello con mis dedos. Sin duda, eres el mayor tesoro que nunca hubiera podido soñar, y aunque no estés bajo el mejor recaudo, que no se olvide que ninguna otra llave más que tu sonrisa es capaz de abrir las puertas de mi corazón.

Notas finales:

¡Espero que os haya gustado! Muchas gracias por leer y gracias, de adelanto, por los posibles comentarios :3 :3 :3.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).