Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amante de hielo por Haruka Eastwood

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Kuroshitsuji son propiedad de Yana Toboso-sama y las mil y un pendejadas aquí escritas son cien por ciento mias.


ADVERTENCIA


La parafilia es NECROFILIA, atracción sexual hacia los muertos

Notas del capitulo:

FAVOR DE NO IGNORAR LAS ADVERTENCIAS DEL OS

Amante de hielo

Recuerdo de amor

Sebastián Michaelis Pov

Con aparente calma me muevo por los amplios pasillos de la mansión, mientras la gruesa alfombra bajo mis pies silencia mi recorrido hacia su habitación. En mi rostro se dibuja una sonrisa ladina al divisar la puerta a pocos metros de distancia.

No es necesario a que toque, ya que por más que lo haga no recibiré respuesta alguna, pero aun así doy tres ligeros golpecitos antes de adentrarme cerrando la puerta tras de mí. La habitación está un poco obscura así que con parsimonia abro las cortinas permitiendo que los tibios rayos de luz penetren el lugar, iluminando un poco, dejándome contemplarte tan cómodamente sobre la cama, cubierto con una fina sabana de seda de un tono tan blanco que solo logra hacer que tu rostro luzca más dulce… casi angelical dirían algunos.

—Buenos días mi joven amo —musito más que nada por costumbre mientras me acerco a la cama quitándome los guantes con los dientes.

Me permito acariciar tu rostro con mis manos desnudas, hasta acomodarte nuevamente aquel travieso mechoncito de cabello que cubría tu carita. Tu fría piel sigue siendo tan suave como antes, lástima que tus siempre sonrosados labios ahora tienen un tono un poco morado… incluso creo que luce bien en ti, mejor dicho todo luce muy bien en ti.

Con descaro me siento al borde la cama observándote un par de minutos más, apreciando tus largas pestañas, mientras jugueteo con el listoncillo de tu camisón, preguntándome si te enojarías por esto, tal vez sí. Después de todo mi amo es bastante temperamental, aun así deseo escuchar su voz diciendo mi nombre, anhelando sus miradas desafiantes que nos sumergían en ese juego prohibido, donde silenciosamente competíamos por ver quién tenía el control sobre el contrario.

—Ciel —susurro para posar mis labios sobre los tuyos, inertes e inmóviles. Tan fríos pero a la vez tan adictivos.

Me pregunto ¿cómo hubiera sido probarlos mientras mantenían ese exquisito tono rosado? ¿Cómo hubiera sido aquella sensación de sentir tus labios acoplándose a los míos en un una danza rítmica y erótica, hasta que nuestras lenguas se juntasen, jugueteando y peleando entre ellas por el control de tan apasionado y fogoso beso?

Sin pensarlo tomo delicadamente tu barbilla tirando un poco de ella hasta separar tus labios, adentrando mi lengua en tu cavidad, recorriéndola con esmero como otras tantas veces, apreciando aquel sutil sabor dulce que tanto me encanta, pese a que no me gusta nada dulce, nada excepto tu mi amado Ciel.

—¿Me dejarías amarte? —pregunto sobre tu oído tomando entre mis labios el lóbulo de tu oreja, lamiéndolo suave y lentamente.

Momentos como este me hacen imaginar la reacción que tendrías si te susurrara esto, probablemente enrojecerías y gritarías que soy un estúpido demonio pervertido… y tal vez tengas razón, pero por ahora simplemente me dedicare a disfrutar de tu cuerpo, recorriendo tu tersa piel con cuidado por debajo del camisón, tocando tus muslos lentamente hasta llegar a tu sexo que acaricio con parsimonia, sintiendo que soy capaz de escuchar tus dulces y eróticos gemidos con cada movimiento de mi mano que a apresado tu miembro iniciando un suave sube y baja.

Mis labios recorren con esmero tu pecho, deteniéndome en tus lindos pezones que me encanta lamer y mordisquear, bajando por tu ombligo, introduciendo mi lengua simulando pequeñas penetraciones, las cuales se que te harían gemir hasta avergonzarte de ti mismo, por lo que suelto una sonrisilla socarrona separándome de ti mientras me desvisto con una calma desesperante.

Tomo mi miembro con una mano masturbándome frente a ti, creyendo que me gritaras y lanzaras la almohada ordenando cubrir mi desnudes… no sé, tal vez esto te excite y tu azulina mirada se vuelva lujuriosa, pidiendo por tal placer que solo te puede ofrecer un demonio como yo, sumergiéndote en un mar de pecados que estoy seguro disfrutaras navegar, mientras que yo encantado seré tu capitán, guiándote  a los infinitos mares del éxtasis, sumergiéndote en la desesperación, hasta hacerte perder la cordura.

Con sigilo me muevo entre la cama, contemplándote lascivamente mientras deslizo mi lengua por mis labios humedeciéndolos por completo. Con una delicadeza poco común de un demonio, separo sutilmente tus blancas piernas, notando un poco la rigidez de estas la cual paso por alto. Te miro intensamente perdiéndome en tu figura tan frágil y sumisa, nada propia de mi amo y señor, de mi orgulloso y altanero conde, aun así me encanta porque sigues siendo tú.

Llevo mi mano frente a mi rostro lamiendo mis dedos, enredándolos entre mi lengua hasta tenerlos perfectamente lubricados, me permito llevarlos hasta tu entrada, creyendo que te has sobresaltado, dando un ligero respiro ante mi tacto tan intimo, pero solo son alucinaciones mías que hacen más placentero esto. Juego con tu entrada, deslizando mis dedos sobre ella, hasta que finalmente introduzco el primero, preparándote un poco antes de simular unas suaves embestidas con mis dedos.

Una vez creo que estás listo introduzco mi virilidad dentro de ti, sintiendo como tu cuerpo me aprieta con fuerza, haciendo más placentero todo.

—¿Te gusta? —pregunto sobre tus labios al tiempo que aumento el ritmo de mis estocas, que se estoy seguro que te harían gritar de placer hasta quedar afónico, mientras te aferras a mi espalda arañándome en el proceso aumentando el éxtasis al que me sumerges por completo.

Después de varios minutos embistiéndote al mismo ritmo, siento mi cuerpo perlado en sudor, mientras mis rebeldes mechones se adhieren a mi frente, no aguanto más y termino llenándote de mi esencia por completo, sintiendo un placentero escalofrió recorrer mi cuerpo por completo, producto del reciente orgasmo.

—Mi dulce y orgulloso amo —beso con amor tus amoratados labios, saliendo con gentileza de tu cuerpo.

No me ha tomado mucho tiempo vestirme, cuando he terminado, limpio tu cuerpo con agua tibia y un paño húmedo, te coloco un camisón limpio y te vuelvo a acomodar al centro de la cama, cubriendo tu cuerpo con la fina sabana.

—Joven amo —murmuro una vez he terminado—.  ¿No le da frio en la noche al estar cubierto solo con esa sabana? —ladeo el rostro pensativo, al fin y al cabo soy un demonio y el clima no me afecta, pero al estar en invierno creo que podría sentir frio—. Creo que no —sonrió ladinamente retirándome de la habitación de mi amo.

Hace aproximadamente veinte años que su venganza se ha consumado y devore su alma cual delicioso manjar que era… pero por alguna razón quede atado a ese chiquillo arrogante que me ha conducido a la más placentera demencia…

Soy Sebastián Michaelis, el mayordomo de la familia Phantomhive y mi deber es velar por mi amo, aun cuando solo sea un cuerpo reposando en esa fría cama… 

Notas finales:

Mil gracias por leer esta loca idea que surgio cuando termine de ver la primera temporada del anime por cuarta vez xD 

Si les gusto comenten ♥ 

Haruka Eastwood

• ESTO ES UN ONE SHOT ASÍ QUE NO TENDRÁ CONTINUACIÓN • 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).