Capítulo 11
Atrapemos al Dragón. Tercera Parte
Harry junto a Neville ya estaban cansados de buscar, habían recorrido casi todo el castillo y nada, simplemente no lograban dar con Draco, ya cansados decidieron descansar un momento en las escaleras que se encontraban junto a la puerta que daba hacia el bosque prohibido.
-haaaa estoy muy cansado- dijo Harry casi tirándose sobre las escaleras, para al menos estirarse un poco y dejar descansar su cuerpo en ellas.
-Sí, mis piecitos están hecho trisas- se quejo Neville, mirando con tristeza sus pobres y destruidos pies.
En eso estaban cuando vieron pasar un rayo amarillo.
-Vaya nunca había visto un rayo- dijo Neville asombrado.
-Neville ese no era un rayo- dijo Harry, mientras rápidamente se paraba de las escaleras- ese era Malf...digo Draco, ¡vamos!- termino diciendo mientras tiraba de un para nada cooperativo Neville.
-Pero mis pies- se quejaba Neville- tendré ampollas T.T- finalizo con tristeza mientras emprendía la carrera junto a Harry, tratando de alcanzar al Dragón.
Tan ocupados en ello estaban, que no notaron, como un poco más atrás de ellos, venían un par de conocidos gemelos, que también perseguían al Dragón.
---------- Con Draco y la lucecita (es un hada XD) --------------
Un rubiecito seguía corriendo tras una bella lucecita, que al mirar más de cerca y con mucha atención, podías descubrir, se trataba de un hada de la luz, su vestido de una rara mescla de anaranjado y amarillo, denotaban su brillo y rango en la naturaleza. Draco junto a Bunny Bunny y el hada, ya llevaban tiempo de haber entrado al bosque prohibido.
-¿Lumix, ya llegamos?- pregunto el rubito, mientras no dejaba de correr.
-Si, Draco, unos pasos más y llegamos- respondió con voz melodiosa el hada, aunque para otro ser vivo, solo hubieran sido pequeños sonidos incomprensibles, Draco debido a su don, podía entender perfectamente, las palabras dichas por el pequeño ser.
Draco solo asintió ante sus palabras, aunque supiera que el hada por estar volando delante de ellos y sobretodo mirando hacia el frente, podía no ver precisamente ese gesto, en realidad Draco estaba preocupado, había dejado a los gemelos en la cocina enfrascados en una pelea, debido a que un hada, que ahora sabia se llamaba Lumix, había llegado volando hacia él, pidiendo ayuda.
Analizando la situación, y viendo que sus nuevos amigos, tardarían un poco más en terminar su pelea, había decidido ayudar a la pequeña hada, sabía que las hadas no eran precisamente fans de mostrarse ante las además personas, y ante un mago menos, debido a que muchos las capturaban, para poder utilizar partes de ellas en pociones, aunque hubiera querido, no podría haberse negado, el hada parecía tan desesperada por ayuda que en verdad no hubiera tenido corazón para negársela.
-Llegamos- expreso feliz el hada, pues finalmente había traído la ayuda, que necesitaban.
Frente a Draco, apareció una pequeña hada, que era cargada de los brazos por otras 2 hadas, que lentamente la depositaron en la mano, que Draco sin ser consiente realmente del acto, había extendido, para soporte del pequeño ser.
-Bunny Bunny, espérame un momento- dijo Draco a su conejito, mientras lo depositaba en el suelo, aun sin soltar a la pequeña hada.
Una vez hubo soltado a Bunny Bunny, Draco concentro toda su atención, en la pequeña hada, que se encontraba en sus manos, revisando al pequeño ser, pudo notar que se trataba de un hada del viento, debido a sus blancas y azuladas prendas, pero su atención se desvió rápidamente hacia el ala rota de la pequeña hada, era obvio que ese era el problema del pequeño ser.
-Mmmmmm entonces un ala roto es el problema- murmuró pensativo, una curación de ese tipo era cansada, no demasiado como lo implicaría en un ser de mayor tamaño, pero la magia invertida en la curación de un ala, era bastante, ya que estas estaban hechas de magia pura.
-Estamos conscientes que un ala rota, es casi imposible de curar...-pronuncio débilmente una de las hadas que habían traído al hada herida hacia Draco, la cual el rubio pudo identificar como un hada del agua por sus vestimentas celeste claro, con destellos luminosos.
-Es imposible- interrumpió la otra hada, que había ayudado al hada herida, quien Draco identifico como un hada de la tierra, por sus vestimentas de un color castaño claro, con matices oscuros- Agmil bien sabes que un ala rota no tiene cura- sentencio con voz firme y seria hacia su amiga.
-Pero Tania, él es...-interrumpió Lumix, ante las duras palabras de su amiga.
-Solo un mago- interrumpió Tania- el como todos, solo es un mago, un mago que tal vez nos utilice en sus pócimas si continuamos aquí- termino firme, y con una mirada recelosa y llena de un oscuro sentimiento hacia Draco.
Lumix suspiro resignada, sabía que su amiga Tania no era mala, pero su recelo y aparente odio por los magos y humanos, hacían nublar su juicio, y no es como si pudiera acusarla de paranoica, sabía muy bien que su amiga tenia razones más que suficientes para no confiar tanto en magos como en humanos, aun cuando el pelirrojo cabello de su amiga Tania ocultara, lo que una vez fue la cicatriz que marco su vida, sabía que aún tenía ese dolor en ella, y que no hacía falta que una cicatriz le recordara, lo sucedido aquel fatídico día.
Al ver hacia su rubia amiga Agmil, pudo ver el ligero temblor en el delicado cuerpo de esta, ella no tenía cicatriz que le recordara tan lúgubre día, pero en su actitud tímida, retraída y temerosa de todo, se podían evidenciar los estragos de aquel día, en el que todas sufrieron un dolor indescriptible, sabía que tenía miedo y no era para menos, aun ella no podía dejar de sentir cierto temor al estar junto al rubio mago.
Sin embargo, a pesar del temor latente en Lumix, algo en el rubio que no solo era el aura limpia que desprendía su magia, o el don, con el cual sabia contaba, le decía que podía confiar en él, solo esperaba que su percepción del rubio no estuviera equivocada, y hubiera cometido un grave el error de llevarlos hacia ellas, pero aún más hacia Brisa, quien en esos momentos era la que más peligro corría, por su incapacidad de volar, dejando salir un suspiro, decidió confiar en el joven mago, solo esperaba que pudiera curar el ala rota de su amiga, con solo eso, todo lo que habían pasado para llegar allí, habría valido al pena.
-Muy bien, es hora de curar esa ala rota- sonrió dulcemente el rubio mientras sus manos se cerraban entorno al pequeña hada, formando con ellas un pequeño capullo, dejando encerrada dentro de este al pequeño ser.
Ante la mirada asombrada de las hadas, de sus manos empezaron a brotar pequeños hilos de luz, que cada vez se hacían más fuertes.
-----Harry y Neville corriendo por el Bosque Prohibido------
Harry y Neville corrían a todo lo que sus cuerpos les daba, ósea no mucho, ya que llevaban mucho rato buscando y las fuerzas ya no eran las de antes.
-Haaaaaa moriré antes de encontrar a Draco- dijo dramático Neville, mientras levantaba sus manos al cielo- ¡¡¡¡Merlín, yo que te he hecho en la vida, si soy un chico de lo más bueno y respetuoso!!!
-Cállate Nev, ¿Qué no te das cuenta que estamos en el Bosque Prohibido? tus gritos pueden atraer a toda clase de bestias- lo reprendió severo Harry, no quería tener que correr por su vida de nuevo, ya llevaba mucho tiempo en eso, con Voldemorth había tenido muchas de esas experiencias, y ahora que estaba muerto, no deseaba seguir acumulando ese tipo de experiencias, no gracias, el prefería seguir tranquilito, sin correr a cada segundo por su vida.
De pronto una fuerte luz a lo lejos, llamo la atención de los Gryffindor.
-¿Sera Draco?- pregunto dudosa Neville.
-No lo sé, pero otra pista no hay, así que vamos de una vez- sentencio decidido el moreno, mientras arrastraba a Neville tras él.
Al llegar pudieron ver a Draco dirigirse a ellos con una gran sonrisa, pero aun lleno de chocolate XD.
-Draco, por fin te encontramos- expreso cansado Neville- Merlín gracias, gracias, gracias- decía con lagrimitas en los ojos al estilo anime, mientras se tiraba de rodillas y extendía las manos al cielo, para después tirarse en el suelo, y descansar lo que esperaba fueran mínimo 3 días, después de tanta corredera.
-¿He?- pregunto confundido Draco, por el actuar de su amigo castaño, mientras ladeaba la cabecita en un gesto que Harry odio admitir se veía muy tierno e inocente.
-¿Dónde te habías metido Draco?- cuestiono serio Harry- ¿Tienes idea acaso del alboroto que has causado?, todos te hemos estado buscando por todos lados- termino con un tono que denotaba reproche y enojo en su voz.
-Y-y-yo...es que yo...- dudo en responder el rubito, ya que se sentía incómodo y hasta mal con la mirada tan fría y severa que le mandaba el azabache, ¿Acaso había hecho algo mal? solo quería ayudar a la pequeña hada, inconscientemente volvió su vista hacia Lumix, que aun cuando nadie hasta el momento había notado su presencia, continuaba junto a Draco.
-¿Un hada?- pregunto sorprendido Neville, que ante el tono de Harry, había decidido sentarse y ver como transcurriría la escena, pero se había encontrado con la sorpresa de que un hada, se mantenía volando cerca de Draco, como si nada- Mmmmm ¿Qué acaso las hadas no le temen a los magos, humanos y demás?- pregunto Neville.
-Haaa...- Draco miro hacia Lumix, quien asintió en muda aceptación a lo que el rubio deseara contar, después de todo, el había curado el ala rota de su amiga, aun no podía creer que el don del rubio abarcara tanto poder.
-Draco...- comenzó Harry de nuevo, con hada o sin ella, lograría una explicación del comportamiento del rubio.
-Lumix y yo estábamos jugando- respondió finalmente Draco, con una radiante sonrisa, tan dulce e inocente que en verdad le estaba costando mucho a Harry continuar molesto con el Slytherin.
-¿Jugando?-pregunto extrañado Neville.
-Sí, yo....
Dos manchas rojas llegaron hacia ellos, tirándose encima del rubio Slytherin en lo que ellos llamarían abrazo, y el rubio una manera extraña de quitarle todo el aire XD.
-Draco, por fin- dijo apenas George- ¡logramos atraparte!- exclamo feliz.
-Mmmmm en verdad...lo detuvimos primero...- dijo Neville un poco más nervioso ante las miradas de enojo que los gemelos le enviaron.
-Detalles, detalles, el caso es que mi pequeño Dragón está bien- convino Fred, mientras sacaba un pañuelo de quien sabe dónde, y limpiaba el rostro de Draco.
Harry miraba la escena extrañado, ¿qué pasaba ahí?, ¿porque los gemelos se encontraban en el colegio? Y más importante aún, ¿porque trataban así a Draco?, lo único bueno de todo eso, es que por fin, habían atrapado al Dragón.