Capítulo 16: Rubio perdido, eres mio y... ¿Sobame la pansita?
Lucius estaba perdido, y no es que no conociera el castillo el problema era que al llegar a la enfermería Madame Pomfrey le había informado que Severus y el pulgoso malviviente y pervertido de Black no habían ido en ningún momento del día a consultarle por el dolor estomacal del chucho, Lucius tenia la teoría de que tal vez Severus mejor lo habría llevado al veterinario, después de todo Black era un chucho pulguiento, pero la teoría no era una respuesta concisa por eso se encontraba en esos momentos recorriendo el castillo para encontrar a su amigo.
-Ese chucho pervertido, espero que Sev lo llevara a un veterinario y su desaparición no sea porque ese maldito de Black le esta haciendo cosas pervertidas a mi inocente, puro, casto, santo, libre de todo mal...- iba murmurando Lucius perdido en sus pensamientos, cuando siente el tirón de una mano sobre su brazo, obligandolo con esta acción a meterse en una de las tantas aulas vacías del colegio.
-Hola rubito- hablo con voz gruesa y sensual Remus, mientras aprisionaba entre sus brazos a un Lucius sorprendido y nervioso por el acto.
-Lu..lup...Lupin- balbuceo aun sorprendido Lucius.
-¿Sabes? desde que te volví a ver en la sala de menesteres supe que mi lobo siempre tubo razón, Lucius... tu eres mi pareja destinada, la única a quien podre amar en lo que me reste de vida, por eso...- pronuncio mientras afianzaba su agarre sobre el cuerpo de Lucius y besaba su cuello con verdadero deseo y posesión- eres mio.
Lucius se encontraba perdido en el momento, nunca había tenido tal tipo de encuentro con un hombre, en cierta manera Lupin era el primer hombre que tomaba su cuerpo y lo proclamaba como suyo, inocente Lucius no era, después de todo tenia un hijo, además de que en sus años de soltería había tenido y disfrutado del placer que le ofrecían sus parejas sexuales.
Para Lucius era ridículo sentirse tan pequeño e indefenso frente a ese hombre que se proclamaba su pareja destinada y dueño, pero no lo podía evitar, ese era el primer acercamiento que tenia con un hombre y como si eso no fuera suficientemente shockeante este mismo hombre lo proclama suyo, decir que Lucius estaba desconcertado y profundamente perdido en todo aquello era poco, sin embargo no negaría que siempre sintió una atracción que en su adolescencia llego a creer como obsesiva e inmoral, debido a los pensamientos nada puros que siempre tenia cuando veía al castaño, tras casarse pensó que todo aquello quedaría atras y había acertado en ello, no había vuelto a pensar en Lupin y sus increíbles ojos dorados hasta ahora, que volvía a su vida para arrastrarlo a un aula vacía y aprisionarlo entre sus brazos, además claro de darle otra cosa mas que añadir a su lista de "Cosas que admirar y desear de Remus-sexy-lobito-Lupin", mmmm ahora que lo pensaba mejor lo de ser su pareja destinada no sonaba tan descabellado, después de todo Severus le había confesado que Remus Lupin era un Licantropo y por lo que sabia los hombres lobo tenían una sola pareja destinada en la vida.
-Mmm en que piensas rubito...- susurro Remus mientras dejaba de lado el fuerte agarre sobre Lucius para empezar a recorrer su cuerpo al tiempo que atacaba su cuello con besos y mordiscos.
Lucius sentía que se derretía ante cada toque de Lupin, y sinceramente apesar de no tener ningún tipo de experiencia con hombres no le molestaba ser la pareja destinada de tan sexy y dominante Lobito, pero su vena Malfoy no lo dejaba ser tan sumiso ante su dominante, tenia claro que en la relación el tendría que ser el sumiso, era mas que obvio la vena dominante en Lupin, sin embargo el no seria como los demás el por instinto, sangre, crianza o lo que fuera, no se permití ser lo común y si tena que ser el sumiso seria lo que llamarían en un futuro un...Sumiso dominante ademas claro de manipulador, rápidamente se libero del agarre del lupino e interpuso un considerable espacio entre ambos.
- Podre ser tu pareja destinada pero no soy una puta, si lo que quieres es que te acepte como mi pareja y dueño entonces deberás conquistarme primero, pero una cosa si te advierto Remus Lupin... una vez sea tuyo, tu seras en igual medida mio, y jamas... escuchado bien, jamas te podrás librar de mi.
-Lo acepto, te conquistare y haré que me elijas, Lucius Malfoy te aseguro que seras tan mio como te siento y una vez mio te juro que jamas te dejare ir, tu vida, magia ser y alma serán por siempre míos así como yo seré tuyo por siempre.
-Nunca digas nunca- dijo Lucius mas que nada para llenar ese silencio que se formo luego de la declaración de Remus, aun podía sentir el sonrojo en sus mejillas y el latir acelerado de su corazón, ese Licantropo era un romántico y descarado.
-Por eso digo siempre, mi pequeño rubio sexy, porque créeme cuando digo que estarás a mi lado por siempre.
-¡Debo buscar a Sev!- grito de la nada el rubio, y se sintió tan tonto por su actuar, era mas que obvio su nerviosismo y sonrojo.
Remus miro entre divertido y enternecido a Lucius, ese rubio que siempre desprendía tanta seguridad y sensualidad ahora se encontraba sonrojado y nervioso frente a el, tan inocente y frágil que sintió crecer en su pecho el fuego ardiente de su pasión, pero también posesión, deseaba marcarlo como suyo pero era consiente que por ahora eso era imposible.
-Tu esposa...
-He iniciado los tramites del divorcio, hace tiempo que deseaba separarme de ella, pero con la guerra no era conveniente, de hecho... quería hablar de ello con Draco, pero en la situación actual que se encuentra mi hijo...
- Lo entiendo, de igual manera comenzare a conquistarte Lucius, así que sepárate de ella pronto para que me aceptes como tu pareja.
-¿Tan seguro estas que te aceptare?
Remus simplemente sonrió, no podía obligar una aceptación en su pareja, pero si podía conquistarlo, seducirlo y hasta acosarlo para que lo aceptara, era consiente de que su lobo interno no aceptaría a nadie que no fuera el rubio, pero era aun mas cierto que el mismo no dejaría ir al rubio jamas, porque ese rubio egocéntrico, pedante, orgulloso, lleno de una seguridad envidiable y una elegancia innata pero al mismo tiempo con actitudes tan tiernas e inocentes frente a su avance tan intempestivo como su mismo sentir, se sentía como un loco demente por querer adueñarse así de una persona, el que siempre se vio como alguien calmado y tranquilo, hoy era incapaz de controlar esos sentimientos y pasiones que despertaba en el Lucius Malfoy, definitivamente no podía dejarlo ir, al menos no sin luchar por el, porque Lucius era mas que su pareja destinada, Lucius Malfoy era su sentir y entonces experimento el mas puro terror que alguna vez volvería a sentir, porque vio la amarga verdad de las cosas, si no lograba conquistarlo, si por alguna razón el rubio rechazaba sus sentimientos...jamas podría volver a sentir.
¤b25;¤a34;¤b25;¤a34;¤b25;¤a34;¤b25;¤
Severus no entendía como termino en la habitación de Sirius Black, con este ultimo tendido en la cama, con la cunita abierto y la camisa subida hasta prácticamente el cuelo, dejando a la vista todo el vientre del animado, mientras el sostenía entre sus manos un vote de crema al tiempo que se sentaba en la cama.
-Aun no entiendo porque debo sobar tu pansota- expreso enojado Severus, mientra esparcía la crema en sus manos.
-En primer lugar no es pansota, es pansita y tengo un abdomen que ya quisieran muchos...- aclaro el animago ofendido por lo de pansota, ya que estaba muy orgullosos de sus abdominales- en segundo lugar tienes que sobar mi pansita por que soy animago.
-¿Y eso que tiene que ver?
-Que me puedo convertir en un perrito, ¿Y que es un perro?, pues un animal- se pregunto y respondió el mismo- así que sino me sobas la pansita seras un discriminador de animales, ¡¿Acaso estas a favor del maltrato animal?!- expreso lo ultimo agobiado y acusador el animago.
-¡Claro que no!- dijo un alterado pocionista que ya veía no podría librarse de sobarle la pansota al chucho- pero... ¿Porque no fuimos a la enfermería? con una poción de Madame Pomfrey estarías como nuevo.
-No hay necesidad de molestar a Madame Pomfrey con algo tan simple como un dolor de estomago, ya te dije que con esta crema que tengo se me pasara en minutos.
-Pero...
-Lo sabia, me discriminas T.T
-No, yo... te sobare la pansita- dijo un derrotado Severus, era muy vergonzoso tener que hacerlo, pero el no era un discriminador y mucho menos maltratador de animales.
-Gracias Sev, sabia que no me discriminarías n.n
-Esto me parece muy manipulador de tu parte Black.
-Pero si yo soy un Gryffindor, y todos saben que los Gryffindors no saben manipular.
-Mmmmm eso es verdad- acepto a regañadientes el pocionista, mientras empezaba a sobar la pansita de Sirius.
Sirius estaba feliz, su plan de llevarse a Severus con la escusa del dolor de pansa había funcionado de maravilla, y la idea para lograr que Severus le sobara la pansita había sido perfectamente ejecutada, logrando así que este no pudiera negarse a su pedido, en cierta manera si había manipulado las cosas, pero no era su culpa, como Gryffindor no debería tener esa facilidad para manipular las cosas y personas, pero como Black quienes eran una familia sangre pura con una larga lista de miembros seleccionados para esa casa, pues... era un poco obvio que apesar de no quedar en esa casa, algunas de las habilidades de ella estaban en el, y en esos momentos en los cuales Severus pasaba su hermosas y delicadas manos por su vientre, sinceramente adoro tener esa vena manipuladora, "Maldita sea, si cada una de las virtudes Slytherin que me puedan heredar mis antepasados me sirven para conseguir delicias como estas, sean bienvenidas y por favor todas enfoquence en un lindo Slytherin de ojos onix y traserito respingon que adora las pociones"