-'"- Sala de Menesteres (Harry y Draco juntos después de la confesión mutua en el Lago negro)-'"-
Harry acariciaba con delicadeza los rubios cabellos de Draco que se encontraba recostado en sus piernas, era casi irreal la escena que protagonizaban en aquella habitación, dos indiscutibles enemigos-rivales para el mundo entero ahora se profesaban amor eterno.
-Harry- llamo Draco levantando su cabeza de las piernas del azabache para mirarlo a los ojos- quiero pedirte algo.
-Lo que desees amor, tu solo pide- contesto el Gryffindor llevando su mano derecha al rostro ajeno para depositar una dulce caricia en el.
-Quiero ser tuyo, yo... nunca he estado con nadie, pero se que te amo y deseo que me hagas el amor- hablo el Slytherin con nerviosismo y un fuerte sonrojo invadiendo sus mejillas.
Harry no sabia como actuar ante el pedido de su hermoso novio, es verdad que deseaba como un loco al rubio pero... no podía defraudar la confianza depositada en el por los guardianes del Slytherin y mucho menos aprovecharse de su inocencia.
-No quiero que te sientas presionado a hacer algo para lo que no estés listo amor, yo...
-Te lo estoy pidiendo Harry...- interrumpió el Slytherin clavando su mirada plateada en los irises esmeraldas de su pareja- estoy listo... quiero ser tuyo.
Harry había tratado de ser un buen y confiable Gryffindor, pero no podían olvidar que también era un Slytherin en su interior y como tal era propenso a algunas actitudes de estos, como la de ignorar cualquier tipo de obstáculos que le impidieran dejarse llevar por unos hermosos ojos plata que lo seducían y pedían ser guiados por los misteriosos caminos de la lujuria y el placer, solo encontrados en el arte de la entrega total.
-Todo limite establecido lo rompería por ti Dragón- pronuncio con voz gruesa y sensual el azabache mientras envolvía entre sus brazos el delgado cuerpo de su compañero, guiándolo con parsimonia hacia el lecho que compartirían esa noche- no me importaría perderme en las tinieblas si con ello te tuviera...
-Harry...- pronuncio el rubio con asombro, ante las palabras del Gryffindor.
-Se que tu entrega no es solo un acto de amor Draco- siguió hablando el Gryffindor mientras despojaba de su camisa al rubio- algo me ocultas... algo temes.
-No, yo...
-No puedes alejarte de mi Dragón- siguió hablando el azabache, casi ignorando las palabras del Slytherin al tiempo que sus manos ahora se encargaban de bajar los pantalones y bóxer del rubio- no puedes alejarte nunca de mi, porque... aun si tengo que voltear el mundo entero de cabeza te encontraría- termino atrayendo ahora el cuerpo desnudo de un Draco Malfoy impactado en un fuerte y posesivo abrazo.
-Harry...
-Déjame hacerte mio Draco, déjame hacerte mio y... se mio por siempre.
Draco no comprendía aun como Harry podía percibir su pronta lejanía e intentaba retenerlo con esas palabras, pero no podía quedarse... no podía condenarlo a ver como lentamente se iba consumiendo en vida, ahora lo único que podía hacer por el... por su gran y único amor era entregarle esa noche; esa noche donde seria suyo en cuerpo y alma, porque no solo le estaba entregando su virginidad en esos momentos... le estaba entregando su vida y corazón.
No fue consciente en que momento Harry se había desecho de sus ropas, pero fue demasiado consciente del cuerpo desnudo de Gryffindor presionándose contra el suyo, fue totalmente consciente de cada una de las caricias y besos que fueron depositados por todo su cuerpo.
Harry adoro cada centímetro del cuerpo ajeno llevándolo a la cima del placer, cuando después de una debida preparación se hundió en la virgen entrada del rubio que apesar de sentir un leve dolor por ser su primera vez, no dejo de mirar el rostro de su amor al tiempo que lo sentía apoderarse por completo de su ser.
-Eres tan estrecho amor...ah.ah..no sabes...ah.ah...cuanto te amo- pronuncio con la respiración agitada, mientras esperaba un momento mas ha que Draco se acostumbrara a la intromisión.
-Harry...ah.ah- dijo Draco minutos después haciendo un ligero movimiento con la cadera, indicándole que podía continuar
Harry ante ese gesto comenzó a moverse lentamente susurrando palabras de cariño, dejando pequeños besos por todo el rostro de rubio, al tiempo que recorría la piel blanquecina del Slytherin con manos ansiosas en caricias llenas de pasión y deseo.
-Haaaa....Harry....ahhhh...mmmnnm- gemía Draco perdido en las sensaciones totalmente nuevas para el, podía sentir como el azabache se hundía cada vez mas fuerte y sus embestidas se volvían mas profundas y rápidas.
-Haaa... dragón... eres hermoso... mmmm y tan apretado...ahhh- gemía Harry perdido en el placer que sentía al entrar y salir de esa caliente y apretada entrada que lo estaba volviendo loco.
El Gryffindor estableció un increíble patrón de embestidas que pronto tuvo en el borde y rogando por misericordia al Slytherin, el miembro de Draco estaba increíblemente duro, nunca había sentido algo como lo que su azabache le estaba haciendo, la pasión, lujuria y deseo podían sentirse en el mismo aire, pero también era consciente del cuidado y amor que empleaba Harry en cada caricia y beso brindado; lo deseaba y lo estaba tomando pero al mismo tiempo el Gryffindor no dejaba de cuidar y ver por el placer de su rubio.
Las embestidas tomaron mayor fuerza a medida que juntos llegaban al clímax tan ansiado, Harry no pudo evitar gemir al sentirse brazado por el calor de aquellas paredes que se contraían y lo oprimían con fuerza, dándole a entender que su rubio estaba a solo segundos de correrse, tomó la adolorida erección de Draco en un agarre firme y empezó a masturbarlo al ritmo de sus fuertes embestidas, la sensación añadida fue todo lo que necesito Draco para dejarse ir junto a su azabache en lo que seria su primer orgasmo, manchando con su semen la mano de del Gryffindor al tiempo que sentía como su pareja llenaba su interior con su esencia.
Draco estaba exhausto por la reciente actividad y Harry lo noto, con todo cuidado el Gryffindor atrajo al rubio en un abrazo dejando la cabeza del contrario apoyada en su pecho, mientras con un hechizo atraía las mantas de la cama para cubrir sus cuerpos desnudos y dejarse llevar por el sueño.
-Draco- llamo Harry con la voz adormilada.
-¿Si?- respondió Draco acurrucándose mas en el pecho del azabache.
-Ya eres mio... - hablo con voz posesiva el Gryffindor mientras apretaba mas el cuerpo contrario entre sus brazos- nunca dejare que nada te pase amor.
Draco hubiera querido responder, pero simplemente no fue capaz de contestar a las palabras brindadas por su amor; Harry giro su rostro hacia el rubio y lo observo respirar tranquilamente con los ojos cerrados, por lo cual imagino se había quedado dormido, no aguantando por mas tiempo su propio sueño... Harry también se quedo dormido a los minutos.
"Siempre seré tuyo Harry... aun después de morir" pensó con tristeza Draco mientras se dejaba llevar también por el sueño.
-'"- Al amanecer, en los limites del Bosque Prohibido-'"-
Draco caminaba con Bunny Bunny entre sus brazos rumbo a la figura cubierta por una capa oscura que lo esperaba unos metros mas adelante.
-Amo Draco... no estoy seguro de que esto sea lo correcto- intervino una vez mas el conejito, tratando de hacer entrar en razón a su amito.
-Se que no es lo mejor Bunny Bunny, pero entiende que no puedo permitir que ellos me vean morir- contesto Draco con la tristeza reflejaba en su rostro y voz, tener que morir ahora que lo tenia todo... solo por un poder que el no pidió y ciertamente nunca utilizo, simplemente no sentía que fuera algo justo.
Bunny Bunny había presenciado todo desde la distancia, la confesión de su amo, la platica con esa extraña y al parecer loca mujer, la... entrega de su amo(no negara que quiso impedir esa escena, pero entendía que era algo que su amo necesitaba en esos momentos) y por ultimo su huida. Bunny Bunny no acepto cualquier excusa que su amo intento darle para que desistiera de acompañarlo y ahora se encontraba entre sus brazos, rumbo a una vida que desconocía como seria, pero con la firme intensión de proteger a su amo.
-Todo es tan incierto en estos momentos- hablo Draco con tono ausente- deberías haberte quedado en el colegio Bunny Bunny.
-Respeto su decisión de marcharse amo, ahora usted respete mi decisión de acompañarlo- hablo Bunny Bunny con voz decidida, el no dejaría por ningún motivo solo a su amito- lo cuidare siempre amo.
-Lo se...
Draco detuvo sus palabras al llegar finalmente a la figura encapuchada que lo esperaba.
-Pensé que no vendrías.
-Te di mi palabra de irme contigo.
-Entonces vamonos... querido hijo- agrego lo ultimo con burla Narcisa Black.
Draco solo asintió y siguió a la mujer que alguna vez llamo madre.
Las pocas criaturas mágicas que los vieron avanzar y perderse entre los arboles del bosque prohibido solo mantuvieron distancia y respeto hacia ellos por Draco, ya que aun cuando este no lo supiera... con el fin cercano del "El Trato" su poder era mas fuerte y latente en el, tanto así que aun cuando Narcisa hubiera sellado el poder recibido en su infancia, este poco a poco empezaba a hacerse latente en el.
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Este era el final que nunca espero Harry al despertar y encontrarse con la partida del rubio; todo había comenzado "Cuidando de un Malfoy" por un simple castigo y ahora todo terminaba con una enorme interrogante del porque se había marchado.
Calmada su furia inicial Harry leería la carta que el rubio dejo sobre la mesita cerca de la cama; en la cual le contaba toda su historia, explicaba sus razones para marcharse y le pedía no lo buscase y fuera feliz.
Mientras Draco se alejaba pensando solo en lo que le depararía la vida en esos pocos meses que le quedaban, nunca imagino que su Gryffindor no lo dejaría marchar tan fácilmente y que una vez enterado de todo iniciaría..."Rescatando a un Malfoy".