Capitulo 7
Buscando al Dragón
Severus estaba muy tranquilo, su respiración no se encontraba para nada agitada y su estado físico era de lo mejor, bien ahora digamos la verdad, Severus estaba como una loca, no encontraba a Draco por ningún lado, había estado buscándolo por todo el colegio, y déjenme decirles que correr con túnica no es algo fácil, estaba sin aire y su corazón de seguro en cualquier momento explotaba por el cansancio físico.
Y es que Severus tenía buena condición física, pero el castillo era enorme y definitivamente era un verdadero trabajo buscarlo solo, sin contar que podrían incluso cruzarse y él no se daría cuenta debido a los muchos pasillos e incluso pasadizos que existían en Hogwarts.
-Pero que imbécil- dijo el pocionista mientras se golpeaba la frente con la palma de la mano derecha- tengo a los Gryffindor para buscar por mí.
No es que deseara desligarse del problema, Merlín sabía que amaba y adoraba a su pequeño Dragón, pero la verdad sea dicha, el ya no podia seguir corriendo así, se le iban a salir los pulmones por la boca, además de que la ayuda nunca estaba de mas, por lo cual se dirigió hacia el Gran Comedor, en donde se suponía debía encontrar a los Gryffindor.
****En el Gran Comedor****
Unos Gryffindor recién terminaban de recoger a todos los conejos, y estaban más que exhausto por ello, pero sabían que debían reportarse con Snape o de lo contrario seguro este los castigaría de nuevo.
Pero Sirius que tras terminar su “charla” con Snape había vuelto con ellos, para ayudarles con los conejos, cosa que termino en según el darles apoyo moral que consistía en echarles porras, dar órdenes, indicaciones y uno que otro grito de “¡Agarren a ese conejo que se escapa!”, “¡Harry por Merlín no sueltes a ese conejo, se un hombre y soporta sus mordidas, tu puedes!” y “¡Neville no llores y persigue a ese conejo que se ocultó bajo la mesa, te aseguro que ellos no muerden más de 5 veces a una persona, y ese ya te mordió 10, ve por el chico!” si, definitivamente su ayuda era indispensable.
Después de dar su ayuda tan generosamente a los chicos, Sirius se acercó a ellos con una gran sonrisa en los labios y una jarra de agua en sus manos, además de 3 vasos de vidrio, que increíblemente podía sostener juntos a la jarra, sin dejar caer ninguno.
-Bueno chicos, después de trabajar tan duro nos merecemos algo refrescante, quería traerles cerveza de mantequilla, pero al final me decidí por esta refrescante y purificada agua- les dijo sonriente.
-No tenían cerveza de mantequilla en las cocinas y te dio flojera ir a comprar unas, ¿Verdad?- pregunto un desconfiado, cansado y malhumorado Harry, ¡Malditos conejos!, ¿Cómo podían morder tan fuerte siendo tan pequeñitos y adorables?, definitivamente ya no se dejaría llevar por las apariencias, y menos con conejos, pensaba malhumorado Harry.
-Si- acepto resignado Sirius- pero el agua es mejor para ustedes chicos, los hidratara y es purificada- se excusó el animago.
Los chicos ya no dijeron nada y aceptaron el agua, estaban muy cansados y después de tanto correr tras los conejos también estaban sedientos, pero a solo minutos de haber comenzado a tomar sus vasos de agua, la puerta se abrió con un fuerte sonido, clara señal de que la habían abierto a los golpes.
-Así que ustedes están aquí bebiendo agua de lo más tranquilos, mientras Draco esta desaparecido- espeto molesto el pocionista, ante lo cual los Gryffindor pegaron un salto por el susto, excepto Sirius que solo se dedicó a mirar detenidamente la imagen del pocionista, quien estaba todo agitado y sonrojado, por haber estado buscando a su ahijado.
-Pero si estaba con usted, ¿Cómo pudo haberse perdido?- pregunto confundido Neville.
Ante esas palabras Severus enrojeció más al recordar cómo había sido distraído de su tarea que consistía en cuidar de Draco, tratando de evitar que los chicos vieran su sonrojo aparto la mirada, pero lamentablemente al hacerlo noto la presencia del animago, lo cual solo lo hizo enrojecer más.
-El profesor Snape debe de estar muy enojado, mira esta todo rojo de rabia e ira- apunto Neville con tono asustado, ante lo cual Harry solo asintió, pero en sus hermosos ojos verde-esmeralda se podía notar el escepticismo, algo le decía que el sonrojo del pocionista no se debía a ninguna clase de furia asesina, que no dudaba podía tener, pero que por sus expresiones le llevaba a pensar que algo mas había allí.
-Solo digamos que un inconveniente apareció en mi oficina que no me permitió poner mi completa atención hacia Draco, por lo cual no vi que este salió de la habitación- respondió con voz firme y seria, lo cual desentonaba por completo con su expresión sonrojada, pero que los menores atribuyeron al enojo.
-¿Pero que pudo distraerlo así?, es decir Draco era su responsabilidad- acuso Harry, que a pesar de tener toda una historia de rivalidades y peleas con Malfoy, no deseaba que nada malo le pasara, además en la situación actual que se encontraba el rubio, era demasiado fácil dañarlo.
Harry ya había aceptado que Draco al menos por ahora era solo un niño dulce e inocente, que definitivamente no sabría como lidiar con algún alumno que quisiera meterse con él, ya sea en una pelea o una broma, Draco no sabría cómo defenderse o actuar, el corazón se le encogió al Gryffindor de solo imaginarse al rubio llorando en alguno de los pasillos por alguna ofensa dicha, o Merlín no lo quisiera golpeado e incluso hechizado por alguien.
-Yo creo que deberíamos dividirnos en grupos e inmediatamente comenzar con la búsqueda, aun cuando Malfoy haya sido parte de la Orden como uno de nuestros espías, muchos aun lo consideran un mortífago- hablo Sirius serio, tomando las riendas del asunto- es algo casi seguro que muchos en este colegio molestan o incluso agreden a Draco por esto, si esto ocurriera en condiciones normales, estoy seguro que el sabría enfrentar la situación, pero con la mentalidad de un niño pequeño el asunto se agrava, ya que no sabemos cómo pueda reaccionar ante un ataque, broma o agresión.
-Draco…- susurro Severus preocupado, no había contemplado la opción de que alguien pudiera agredir a su pequeño.
-Como les dije, creo que lo mejor es dividirnos, así podremos abarcar más terreno, primero iremos en grupos de a dos, y ya después si vemos que es necesario pueden dividirse nuevamente más adelante- sentencio serio Sirius.
-Bien, el señor Long…- empezó a hablar Severus, pero….
-Neville iras con Harry- intervino Sirius, ante lo cual Severus lo miro feo e intento replicar, pero Sirius no iba a perder la oportunidad de pasar tiempo a solas con el pocionista, por lo cual agrego rápidamente- ¿Qué esperan? Vayan de una vez, Draco puede estar herido o incluso inconsciente si es que la sangre que perdió es demasiada- agrego dramáticamente, no creía que llegara a tanto, pero tenía que lograr que se fueran rápido.
Ante las palabras de Sirius, Harry, Neville y Severus palidecieron imaginando la escena, por lo cual Harry junto a Neville asintieron rápidamente y salieron corriendo en busca del Slytherin, Severus aún estaba pensando en el cuerpo de su ahijado lleno de sangre y golpes.
Sirius una vez comprobó que los chicos ya se habían ido se acercó a Snape lentamente, definitivamente era una buena idea no sacarlo de sus pensamientos hasta que los otros se hubieran ido, ya que de esa manera no podría negarse a que el fuera su compañero de búsqueda, miro el pálido rostro del Slytherin y por unos segundos se sintió culpable por llenarlo de miedos sobre lo que pudiera pasarle a su ahijado, pero estos sentimientos de culpa se dispersaron al estar más cerca del Slytherin y sentir el delicioso aroma de este, una exquisita mescla de miel, canela y bosque, de seguro por las hierbas y diferentes ingredientes que este iba a recoger al bosque prohibido para sus pociones.
-Severus, deberíamos también empezar a buscar- susurro seductoramente el animago en el oído del pocionista, que al instante pego un brinco de sorpresa- o si quieres podemos esperar un poco más- continuo el animago, mientras lentamente se deslizaba alrededor del Slytherin, para terminar a espaldas de este- estar junto a ti, es todo lo que pido- completo Gryffindor, al tiempo que tomaba al pocionista con ambas manos de la cintura y lo acercaba hacia él, pegando la espalda del Slytherin contra su pecho, para después pasar sus brazos alrededor del pocionista, quedando de esta manera Severus atrapado entre los brazos de Sirius.
Severus se sonrojo fuertemente al sentir el posesivo agarre que el animago ejercía sobre él, al estar en esa posición el Slytherin podía sentir la tenue respiración de este en su nuca, además de los fuertes latidos del corazón de Sirius golpeando con fuerza en su espalda, mientras sus fornidos brazos lo apresaban en una cárcel, de la cual el pocionista no estaba seguro si se le permitiría salir ileso.
-Y-y-yo…- Severus no sabía que decir o cómo actuar, nunca había estado en tal situación, por lo cual el pánico rápidamente invadía su ser- ¡Debemos buscar a Draco!- grito fuertemente Severus, mientras de un solo movimiento, que ni siquiera el mismo pocionista supo cómo lo logro, se liberó del agarre que Sirius tenía sobre él, y comenzó a caminar apresuradamente hacia las puertas de Gran Comedor, con un fuerte sonrojo en el rostro.
Sirius no podía creer lo escurridizo que podía ser el pocionista, “Es una serpiente” se recordó divertido, pero hasta una serpiente podía ser atrapada, y Sirius Orion Black no era de los que se rendían a la primera, miro hacia la puerta por donde Severus ya estaba saliendo.
-Severus Snape…tu serás mío- sentencio decidido en su objetivo, mientras una sonrisa aparecía en su rostro.