Capítulo 14
Explicaciones y ¿Qué paso anoche?
-Mmmmm como que ya se tardaron mucho todos no Bunny Bunny?- pregunto un inocente rubio hacia su conejito que solo asintió ante lo dicho por su amito, mientras pensaba como sería más fácil matar al azabache ese que había osado tocar a su amito “Mmmm tengo que pensar en una buena forma de no dejar rastros” pensó el conejito, mientras se dejaba acariciar por su amito la cabecita.
-----------En los pasillos de Hogwarts rumbo a la Sala de Menesteres-----------
Lucius solo deseaba saber cómo estaba su hijo y después matar lenta y dolorosamente al Niño dorado de Gryffindor por tocar a su pequeño Dragón, después matar a Black de un ataque de celos, y si tenía tiempo averiguar porque esos gemelos también parecían tener intensiones asesinas hacia el héroe del mundo mágico, ¿Qué no se suponía que eran de la misma casa? y un mas ¿No eran casi familia? pero bueno eso lo averiguaría mas adelante.
-¿Este no es el camino a la Sala de Menesteres?- pregunto con tono enfadado la rubia serpiente, el Gryffindor ni siquiera había sido discreto en sus intenciones con su hijo, era más que sabido que la sala de menesteres era el nido de todo amante o enamorado con las hormonas alborotada, no pensó en ocultar su ira “Definitivamente a este Gryffindor idiota no le queda mucho de vida, si en verdad se atrevió a hacerle algo a mi hijo” pensó molesto.
-El lugar fue elegido para seguridad de Draco y lamento decir apoye la idea de que Longbotton y Potter cuidaran de el en esa sala- se lamentó y disculpo el pocionista- nunca imagine que condenara a mi pequeño a un abuso de tal magnitud- termino pesaroso, la culpa lo invadía.
-Entiendo por lo poco que me has comentado del estado de Draco y la responsabilidad que recaía en estos Gryffindor, comprendo que hayas tomado esa decisión, no te culpes por eso Sevy- lo animo Lucius, no estaba contento con la situación, pero tampoco deseaba hacer sentir mal a su hermanito, de cierta manera él no había hecho nada con mala intensión.
-Gracias por no enojarte conmigo Luc- le respondió el pocionista con una sonrisa sincera, no deseaba que su mejor amigo, hermano mayor declarado se enojara con él, pero esto no era visto del mismo modo por un animago que solo quería despellejar vivo al rubio y llevarse al pocionista a lo más alto de una torre, para encerrarlo ahí y que nadie más que no fuera él lo pudiera ver, “Vaya tal vez si soy algo celosito y posesivo” pensó el animago.
En medio de todo iba Harry con las manos juntas amarradas en un nudo experto de la que salía una parte de la cuerda, que utilizaban los gemelos para tirar de él, y llevarlo como si de un esclavo se tratara.
-Camina pervertido- le gruño Fred.
-Fred, George esto es extremo, ya suéltenme T.T- se quejó el Gryffindor mientras recibía otro tirón por parte de los gemelos.
-Eso debiste pensar antes de tocar a nuestro bebe- le gruño George, él era por lo general el más calmado y racional de los dos, pero en esos momentos solo deseaba partirle la cara al moreno por atreverse a tocar a su bebe, “Pobre de mi Dragón, seguro esta aterrado en su camita, preguntándose porque este pervertido lo manoseo así T.T” pensó George atormentándose por ello, y tirando con más fuerza de la cuerda.
-Si me dejaran explicar…
-Cállate pervertido, cuando lleguemos veremos que tanto lastimaste a mi Dragón- le gruño Lucius- y sortearemos quien te tortura primero.
Todos cruzaron los deditos para que les tocara primero, excepto Dumbledore que comía feliz sus caramelos “Ricos caramelos, papi los quiere n.n”, Sirius que mataba al rubio con la mirada “Rubio peliteñido del demonio, te despellejare vivo si tocas una vez más a MI Severus” y Minerva que solo pensaba como podría haber una explicación razonable para lo que habían visto “Harry ya está prácticamente con un pie en la tumba” se lamentó Minerva internamente.
“Porque nadie me escucha T.T” pensaba triste Harry, el solo había querido cuidar del rubio por sus pesadillas.
--------Sala de Menesteres--------------
-Bunny Bunny ¿Porque tienes esta hacha?- pregunto un inocente rubio a su tierno conejito- por cierto, ¿Cómo puedes sostener un hacha tan grande y pesada? waaaaa Bunny Bunny eres tan fuerte n.n.
“Hay amito eres tan inocente, te sorprendes por eso y no porque este sosteniendo un arma” peso el conejito, “espero me dejen algo que torturar de ese azabache pervertido” volvió a pensar Bunny Bunny mientras afilaba su hacha, había dejado su plan de pasar de ser percibido, porque seguro poco quedaría del azabache después de que todos lo torturaran, así que el hacha no haría mayor escándalo después de eso (este conejo es genial y tan inteligente n.n)
Mientras Bunny Bunny afilaba su hacha y Draco lo veía asombrado por ese hecho, y es que tenía un conejito tan especial y único n.n, el caso es que entraron Dumbledore y Minerva, para después hacer su aparición los gemelos tironeando de Harry seguidos de Severus y Lucius, para terminar el cuadro con Sirius que fulminaba al rubio Slytherin con la mirada.
-¡¡¡¡¡Waaaaaaaaaaaaa papiiiiiii!!!!!-grito el rubio lleno de emoción para tirarse después a los brazos de su rubio padre.
-Dragón, mi niño hermoso, te extrañe mucho- le dijo el rubio mientras correspondía el abrazo de su adorado hijo.
-Te extrañe mucho papi, todos me dijeron que volverías pronto, pero no te preocupes yo me porte bien, desperté en un lugar blanco y conocí a mis amigos Harry y Neville, después encontré a Fred y George cuando me aburrí de esperar a que Sevy terminara su plática con, mmm ¿Cómo le decía?- se puso a pensar en cómo su padrino le había llamado al señor que llego a su oficina cuando él estaba allí- Haaaa si Chucho, entonces no sé qué estaban haciendo los gemelos ahí, creo que estaban jugando a las escondiditas con sus hermanos, pero con cuerdas, la verdad no entiendo muy bien su juego, haaaayyyyyyyy pero casi lo olvido- se reprochó el rubito mientras corría hacia Bunny Bunny y lo alejaba de su hacha para tomarlo en brazos y enseñárselo a su padre -mira él es Bunny Bunny, lo hice aparecer con mi varita y a muchos más conejitos, cuando me aburrí de estar en la sala esa blanca, él es tan bonito y muy fuerte, es súper especial, hace rato estaba afilando esa hacha de allí atrás y la puede sostener, ¿Verdad que es muy lindo, fuerte y tierno?-pregunto emocionado.
-Si Dragón, es una mascota digna de pertenecer a un Malfoy- animo Lucius mientras desordenaba los rubios cabellos de su hijo, para posteriormente acariciar la cabecita del conejito -en verdad es muy lindo y especial.
-Sabía que te gustaría- sonrió feliz- ¿Entonces ya es oficialmente mi mascota verdad?- pregunto emocionado.
-Claro Dragón- contesto de inmediato Lucius.
En ese momento Draco noto como estaba Harry, y se preguntó y también estaría jugando al juego de las escondidas con cuerdas, pero como no estaba escondido y él no lo había encontrado, pensó que tal vez era un nuevo juego.
-Hee ¿Por qué esta Harry atado de las manos?- pregunto curioso.
-Porque…
En eso entro Neville que venía con una gran charola, que contenía un muy buen y delicioso desayuno.
-¿Qué hacen todos aquí? y… ¿Por qué Harry está atado?- pregunto extrañado por la situación.
-Tuuuuuuuu, ¿Dónde estabas que dejaste a mi Dragón solo con semejante pervertido?- acuso Fred a Neville.
Neville tembló un poco por el miedo, pues el pelirrojo realmente daba miedo en esos momentos, pero se recordó su promesa de ser un macho-men, así que hizo de tripas corazón y contesto, lo más seguro que pudo.
-Fui por el desayuno para Draco.
-¡¿Pero que no viste que este pervertido tenia a mi bebe en su cama?!- reclamo George, mientras sacudía a Harry frente a Neville.
-Y-y-yooo…
-¿Cuál es juego? no entiendo-Draco hablo haciendo puchero, no le gusta ser dejado de lado.
De la nada Severus saco un muñeco sospechosamente parecido al rubio y lo planto frente Draco. (Magia *-*)
-Dragón jugaremos algo- le sonrió tiernamente- tú no te asustes, ¿Si?- el rubito solo asintió ante los dicho por su padrino- ok, solo señala en el muñeco donde te toco anoche ese…- Severus se contuvo de lanzar improperios, no deseaba que Draco se asustara y ciertamente ya había escuchado bastantes lindezas de los gemelos y demás- Harry.
Draco no entendía mucho el juego, pero si su padrinito quería jugarlo entonces él lo haría, recordó lo que había pasado anoche, y como Harry lo había abrazado entre el sueño, en verdad se había sentido muy protegido, así que haciendo caso a su padrino Draco fue y abrazo al muñeco, este acto hubiera sido muy tierno y hasta adorable, de no ser porque en esa habitación habían 4 personas sobreprotectoras que lo veían todo de manera muy diferente.
-¡Ese pervertido lo manoseo todo!- exclamó atónito Fred con una mano en el pecho “Mi pobre bebe”.
-¿Que? ¡No! yo…
-Los monstruos de la oscuridad me asustaron anoche y no me quería dormir solito, fui a donde Neville para decirle si me dejaba dormir con él, pero solo decía ¡Seré un macho-men, enserio que sí! Y pateaba como loco, entonces fui a donde Harry, no quería molestarlo pero tenía mucho miedo- Draco hizo ojitos de cachorrito- entonces Harry me dejo dormir con él para que no me llevaran los monstruos y ya de noche me desperté y estaba más oscuro, me dio mucho miedo así que llame a Harry, el solo me abrazo y pude dormir n.n- conto feliz.
-¿Ven? Les dije que no le había hecho nada-les reprocho Harry a todos.
-Mmmm aun creo que es un pervertido- dijo Severus.
Todos asintieron a lo dicho por el pocionista, menos Minerva, Albus y Sirius, pero después los gemelos dejaron libre a Draco.
-Bunny Bunny estaba afilando un hacha, ¿No es tierno n.n?- comento Draco, ante lo cual Harry solo tembló de miedo “Conejito malo ya planeaba hacerme pedacitos” pensó asustado el azabache- pero… Bunny Bunny ¿Dónde estabas anoche? No te encontré cuando me desperté- pregunto curioso Draco.
En eso 2 personas de la habitación, mas específicamente un animago y un pocionista recordaron lo que pasó la noche anterior.
----------Recuerdos de lo que pasó la noche anterior: Cuarto de Severus------------ (desde el punto de vista de la autora, Severus lo exageraría todo y Sirius pues… aun no entiendo y comprendo por completo esa cabecita loca, posesiva y pervertida XD)
Severus se encontraba arreglando unos libros que había dejado votados por su escritorio cuando se tuvo que ir a la persecución de su travieso Dragón, estaba realmente cansado y aún faltaba ver cómo le diría todo lo ocurrido a Lucius, con lo sobreprotector que era el rubio, no sabía cómo se tomaría las cosas, de pronto escucho el sonido de la puerta al abrirse, pero al girarse no vio a nadie, así que siguió recogiendo los libros y poniéndolos en sus respectivos lugares.
Sirius había logrado hacerse del mapa del merodeador y la capa de invisibilidad de Harry, y claro mediante uno que otro truquillo que se sabía había logrado llegar a la habitación de su pocionista escapista, había prometido no besarlo hasta que no se lo pidiera, pero eso solo incluía labios, lo que significaba que podía besar, tocar y acariciar otras partes de su cuerpo (Sirius pervertido, ya sabía yo que no te quedarías tan calmadito XD).
Severus acomodaba los libros perdidos en sus pensamientos, repasaba cada detalle que le pudiera ser de utilidad para ayudar a su pequeño Dragón, no podía cometer errores en la poción para revertir el estado de su ahijado, pero mientras él pensaba en esto, sintió que algo rozaba sus caderas, lo dejo pasar pensando que eran sus nervios alterados por todo lo ocurrido, además claro de tener de buenas a primeras al chucho pervertido coqueteándole descaradamente.
Sirius sonrió divertido bajo la capa, había logrado entrar al cuarto del pocionista sin ser descubierto y ahora al rosar levemente sus caderas este no lo notaba siquiera, había sentido cierto sobresalto del pocionista, pero no había hecho nada para alejarse de él, tal vez pensaba que era solo su imaginación, “Bueno, habrá que hacerle ver cuán real es Sirius Black” pensó divertido mientras apegaba más su cuerpo al del pocionista que en esos precisos momentos se encontraba dándole la espalda.
Severus se sorprendió cuando sintió claramente dos manos agarrando su cintura, “Esto claramente no es mi imaginación o nervios” pensó el pocionista mientras fruncía el ceño y hacia procedía a zafarse de esas mano, ante lo cual Sirius solo procedió a rodear la cintura de Severus para posteriormente atraerlo hacia él, dejando caer en el proceso la capa de invisibilidad.
-Ya suéltame maldito chucho pervertido- gruño el pocionista mientras forcejeaba por soltarse del animago, que solo sonrió divertido ante su intento de soltarse.
-Vaya, ¿Tanto así es de seria nuestra relación que sin necesidad de verme reconoces mi presencia? que tierno Sev- dijo Sirius mientras apretaba más su agarre sobre un sonrojado pocionista, y es que en verdad no tenía forma de saber que era el, debido a que aun cuando ya no tenía la capa de invisibilidad, el agarre que Sirius ejercía sobre él, no le permitía volver y verificar de quien se trataba.
-Solo hay alguien tan pervertido para meterse en mi habitación e invadir me espacio personal de manera tan descarada y sínica- argumento Severus, por primera vez desde que todo aquello había comenzado agradeció infinitamente el no poder ver al chucho y sobretodo que este no pudiera ver su sonrojo.
-Mmmmm ciertamente espero que sea así, porque si alguien se atreve- dijo Sirius apretando más al Slytherin y dejando salir un gruñido de molestia al final.
-Ya suéltame condenado chucho- se quejó el pocionista por el fuerte agarre que continuaba ejerciendo el animago sobre él- además ¿No habías dicho que no harías nada que yo no te pidiera?
-Te equivocas mi querido, tierno y sexy Sev, yo no dije eso, dije que no te besaría mientras no me lo pidiera- contesto mientras acercaba sus labios al cuello del pocionista, notando lo blanca y suave que parecía ser, nada comparado a lo que el siempre solía decir al llamarla grasosa- pero estuve pensando…-empezó a susurrarle al oído- el hecho que no pueda probar tus labios sin que me lo pidas, no significa que tu piel deba tener el mismo destino- lentamente empezó a dar suaves y pequeños besitos por su oreja, para después de darle un ligero mordisco bajar al cuello del pocionista.
Severus no podía creer en la situación que se encontraba, con el chucho pulgoso besando y mordisqueando su cuello, aunque al principio se había mantenido quieto por el shock de la situación, ahora que estaba completamente consiente de la situación, no odia creer que continuará sin detener al animago, “Es tan extraño pero al mismo tiempo tan… delicioso” pensaba perdido entre las sensaciones que experimentaba, y es que ciertamente era algo nuevo para el pocionista ya que nunca había tenido un acercamiento de tal tipo, siempre había sido tímido y callado, después cuando había tomado la decisión de ser un espía de la orden había cambiado su actitud a una oscura, cerrada y para muchos temible, dejándole esto con 0 pretendientes, y hoy, precisamente hoy todo había ocurrido, antes había notado a algunos hombres y mujeres interesados en el por su nueva imagen, pero justo hoy había sido el día elegido por Black para convertirse en un total pervertido con él, y hacerle cosas que jamás nadie le había hecho, “Maldito chucho” pensó el pocionista mientras sentía bajar los labios del animago hasta uno de sus hombros, y por un momento se preguntó, en que momento y como había logrado el Gryffindor dejar al descubierto aquella parte de su cuerpo.
Severus era malditamente adictivo o por lo menos su piel, eso era en todo lo que podía pensar el animago mientras besaba con creciente pasión el hombro recientemente descubierto del pocionista, notaba el ligero temblor de pequeño cuerpo que mantenía a un preso entre sus brazos, sabía que a pesar de estar disfrutando el acto, Severus huiría a la primera oportunidad, y es que se notaba a kilómetros de distancia la inocencia del Slytherin, brevemente se preguntó si tan siquiera alguien había tocado de esa manera al pocionista, algo gruño en su interior de solo pensarlo.
-MIO- rugió el animago mientras ahora dejaba el fuerte agarre sobre la cintura del Slytherin para empezar a recorrer con manos presurosas el delicado cuerpo, que ante el avance solo temblaba sin control.
De pronto la habitación estaba en llamas y con ella dos antiguos rivales que se consumían en algo que para uno era nuevo e inexplicable y para otro era pasión, deseo y posesión, la túnica de Severus desapareció de su cuerpo dejándolo solo en una ligera camina que usaba bajo esta y unos jeans azul que se amoldaban a cada una de a curvas del pocionista, dándole a Sirius una imagen que lo estaba enloqueciendo.
Severus se encontraba ahora sentado sobre la mesa de su escritorio con Sirius entre sus piernas, que no dejaba de atacar su cuello, y acariciar todo su cuerpo por sobre la ropa de manera desesperada, como si cada segundo que no lo hiciera significaran su muerte, en medio de las intensas sensaciones que lo recorrían Severus trababa de poner resistencia, pero es que simplemente en esos momentos le era muy difícil mantener la mente clara y la cordura intacta.
En eso un conejito que había dejado a un rubio dormido y a salvo, entro a la habitación del pocionista, se había quedado preocupado por la mirada pervertida que el perro ese le enviaba al padrino de su amito, así que decidió revisar cómo se encontraba, “Tonto perro pervertido, no dejare que te aproveches del padrino de mi amito” pensó enojado al ver cómo era atacado por ese humano-perro.
-N-n-no yo…yo… de-dej-dejame
“Pobre lo tiene acorralado” pensó alarmado Bunny Bunny, lo malo es que no traía un arma con él, pero ni modo…tenía que salvarlo.
Sirius sintió el peso de algo en su espalda, ero la pasión y el deseo del momento no le permitieron registrar y analizar de lo que se trataba, así que continuo besando el cuello del pocionista, sin embargo al sentir a un monstruo atacar su espalda reacciono gritando y alejándose de Severus, para luego enfrentarse ante lo que sería su mayor desafío y enemigo.
Severus al verse libre del animago, logro recomponerse y analizar lo que había estado pasando, se había dejado llevar por el maldito chucho, había dejado que lo manipulara a su antojo, gimiendo y temblando ante sus caricias y besos como una maldita puta, se llenó de ira y rabia, él podía ser inocente, pero de ninguna manera era un dejado, ¡Por Merlín! Él era un Slytherin, y definitivamente no sería uno más en la lista de conquista de Sirius Black, porque estaba seguro que solo era el capricho del día del maldito Gryffindor, y el como un idiota había estado a punto de caer, pero no se dejaría usar por el animago, ese maldito chucho podría irse mucho a la mierda, que él no sería solo él juegue de turno.
Mientras Severus sacaba sus propias conclusiones Sirius era atacado por un conejo poseído, o bueno eso es lo que creía el animago, porque ese conejo no podía ser normal, en medio de la pelea o mejor dicho en medio de la paliza que le estaba dando el conejo al animago, Severus apareció para detener el conflicto, y votar a patadas a Sirius de su habitación, tomando al conejito en sus brazos para curar cualquier herida que tuviera, mientras fuera de la habitación un animago se quejaba por votado, y pedía que lo dejaran entrar.
-----------En tiempo actual: Sala de Menesteres-------------
Después de eso Bunny Bunny se quedó a cuidar de Severus y Sirius cansado de gritar había vuelto a su habitación, en cierta manera agradecido de que el conejo del demonio no hubiera dañado su hermoso rostro, sobretodo porque no deseaba explicar que un conejito había sido el causante de dichas heridas, siquiera las del cuerpo podía cubrirlas con la ropa.
-Bunny Bunny estuvo conmigo Draco- contesto rápidamente Severus- es un conejito muy lindo e inteligente, seguro al verte a salvo y durmiendo decidió ir a mi habitación a hacerme algo de compañía.
-Haaaa eso debió ser, Bunny Bunny es tan lindo n.n
Mientras Severus, Lucius y Draco hablaban y mimaban a Bunny Bunny, todos excepto Minerva y Dumbledore que no conocían la faceta demoniaca del conejito, pensaron que definitivamente ese conejito solo quería a los Slytherin, no había otra explicación, solo con los Slytherin parecía ser un ángel, en cambio con ellos… en ese momento Bunny Bunny poso su mirada en ellos y les envió la muerte en ella, todos tragaron grueso, ese conejito los odiaba y lo peor era que…los Slytherin lo adoraban.