Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

YGO Monstruos Encapsulados -versión Puzzle por DanyNeko

[Reviews - 69]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.
Ni 4Kids ni Kazuki Takahashi me pagan por patrocinar ‘Monstruos Encapsulados’

Link del cap http://yugilatin.blogspot.mx/2012/04/monstruos-encapsulados-10-los-cinco.html

En el capítulo anterior de Yu-Gi-Oh!

─Vayan a cubrirse, nos esperan unos invitados inesperados.

/

¡Ven aquí, Soldado del Brillo Negro! ... ¡Activa la Armadura de Duelos!... Espada de la Infinidad, dame tu poder

/

─Es hora de acabarlos con su propio poder

/

─Hey, parece que pasamos la prueba final, amigos.

─Ya podemos ir a casa.

─Aún no… la quinta piedra… aun no cambia.

/

─Emergieron juntos ─gritó Yami. Efectivamente, ahí estaba El Dragón de Cinco Cabezas ─tal vez esa criatura sea inmortal…                                         

(El Dragón de Cinco Cabezas: Monstruo de Fusión. Atributo: Oscuridad. Nivel: 12. Tipo: Dragón. Ataque: 5.000 y Defensa: 5.000  / Descripción = 5 monstruos de Tipo Dragón. Debe ser Invocado por Fusión, y no puede ser Invocado de otra forma. Esta carta no puede ser destruida en batalla con un monstruo de OSCURIDAD, TIERRA, AGUA, FUEGO o VIENTO.)

  

Opening
*música*
Youuu Youuu Youuuu
Yuuuu Giiiiiii  Ohhhhhh!
*música*
Youuu
Yuuuuu Giiiiiii Ohhhhhhh!
¡Es hora de de de de de de de del duelo!
*música*
Yugi-oh! Monstruos Encapsulados... Hoy presentamos… Los cinco Diabolicos –parte 2

Las cinco cabezas de los -cansinos- dragones soltaron a la vez potentes rugidos, dispuestos a seguir la batalla.

─ ¿Qué hemos hecho? ─murmuró Yami.

─Se los digo, ese tipo de 5 cabezas será una gran jaqueca para nosotros ─comentó Joey.

─Por favor, hagan algo ¡Sálvenos! ─suplicó el hombre calvo. Mucha gente gritaba asustada.

─ ¿A qué esta apuntando? ─decía angustiada la gente ─ ¡Corran!

─Por favor, no nos hagas daño ─suplicaba el temeroso hombre con pose de rezo.

─No es momento para que ruegues ─regañó un aldeano ─hay que salir de aquí ─dijo acercándose para tomar al hombre y a la chica del brazo pero ellos no se movieron.

─No seas tonto ─se negó el hombre.

Los dragones rugieron mientras su cuerpo avanzaba lentamente por la aldea, haciendo  temblar ligeramente la tierra, un muchacho cayó al suelo frente a ellos.

─Oh no ¡Oye, espera grandote! ─intervino Joey ─combatamos fuego con fuego ─montando a su dragón, Joey lo dirigió hacia el enemigo multi-cabezas ─ ¡Ojos Rojos, Acata!

El ataque de Ojos Rojos frenó en seco a la cabeza-dragón de fuego, salvando al muchacho aunque eso le costó un golpe haciendo que cayera junto con Joey al suelo, para fortuna del rubio aterrizó sobre el vientre de su dragón antes de rebotar en el piso.

/Yugi, ve con él/ ─pidió el faraón, que se encontraba en posición defensiva frente a un grupo de personas.

─ /Pero Yami, te agotaras más si nos separamos/ ─contradijo Yugi.

/Eso no importa ahora, anda ve/ ─dijo firme, por lo que a Yugi no le quedó más opción que obedecer.

─ ¡Joey! ¿Estás bien? ─preguntó el pequeño tricolor preocupado, acercándose al rubio para ayudarlo a levantarse del piso.

─Eso creo ─respondió, aceptando la ayuda ─gracias Yug.

─Muchachos esperen ─intervino el abuelo volando bajo ─en el Duelo de Monstruos hay una sola forma de derrotar al Dragón de Cinco Cabezas ─recordó de pronto, atrayendo la mirada de ambos chicos.

─ ¡Es cierto! ─Yugi chasqueó los dedos ¿Cómo había olvidado algo tan importante? ─ ¡Solo puede ser destruido por criaturas de luz! ─aclaró.

─Genial ¿Y ahora me lo dicen? ─se quejó el rubio.

─Bueno, invoquemos a todos nuestros monstruos de luz de una vez ─dijo Yami, habiendo escuchado a su luz, sintiéndose también algo impotente, pues ningunos de sus monstruos eran de luz ─Tristán, ataca con tu Dragón de Trueno.

─Tea, invoca a todos tus monstruos ─indicó también Yugi.

Los dos castaños intercambiaron un asentimiento y Tea invocó a su dos monstruos restantes.

─Acabemos con este fenómeno ─dijo Tristán, también sobre su dragón.

─Voy contigo ─le imitó Tea, con su Seiyaryu.

─Ataque, Rayo Relámpago ─ordenó el moreno, contra el dragón de fuego.

─Ataca Seiyaryu ─el dragón rosa atacó a la cabeza de roca ─ ¡Corte de Lanza Brillante! ─la bruja oscura atacó a otro con su lanza.

─Tea, ten cuidado ─advirtió el moreno.

Las tres cabezas afectadas se prepararon para un ataque en conjunto, ellos los esquivaron con suerte.

─Ahora Dragón de Trueno, calentemos las cosas ─el monstruos de Tristán se enroló en el cuello de una de las cabezas ─ahora ─y le proporcionó una poderosa descarga de electricidad, sin embargó la cabeza afectada le tomó del cuello y lo alejó de si, mandándolo contra Tea.

─No, chicos ─Joey y Yugi se dirigieron de inmediato a donde ambos habían caído.

─Tea, Tristán ¿están bien? ─consultó Joey.

─Pues, que te digo viejo ─se quejó el adolorido moreno.

─Mi cabeza pregunta que si hay algún otro plan ─dice la chica, sobándose la cabellera.

─Pues mis planes dicen ¡a correr! ─dijo Tristán al acercarse al gigantesco dragón.

 ─ ¡Apártense! ─advirtió Yami, acercándose para dar otro golpe con la mística espada. Los cuatro chicos se alejaron de su camino ─Ahora intentemos eso ¿te parece? ─con la espada envuelta en la llamativa aura azul, Yami probó a darles otro ataque, dio en el blanco.

─Gran tiro ─felicitó la castaña.

Aunque Yami no parecía estar de acuerdo, la marca roja que dejó la espada despareció de inmediato del cuerpo del dragón.

─Está espada debería atravesarlo, pero de algún modo la estoy usando mal ─reflexionó Yami.

─Chicos hay que apartarse un poco más ─les dijo Yugi a sus amigos, ellos hicieron caso retrocediendo pero esto provocó el ataque del dragón de fuego ¿su blanco?: Yugi.

Yami reaccionó de inmediato, saltando frente a él para protegerlo ─ ¡Cuidado! ─lo empujó fuera de peligro, pero recibió el golpe directo en la espalda.

El faraón rodó un poco por el piso gracias al impacto ─ ¡NO YAMI! ─con lágrimas en los ojos, el primero en correr a su lado, naturalmente fue Yugi.

─Oh no ─murmuró Joey preocupado.

Yugi se arrodilló de a su lado, sosteniendo la cabeza de Yami, quien tenía los ojos cerrados debido al dolor ─Yami ¿estás bien? ─la pregunta era estúpida, pero Yugi solo quería oír su voz ─Yami ─una de sus lágrimas bajó por su mejilla hasta caer sobre la de Yami, logrando que este abriera los ojos.

─Calma… Yugi ─dijo con algo de dificultad, sentándose con ayuda de su aibou ─estaré bien, pero hay otras cosas de las que preocuparse ahora ─trató de tranquilizarlo, lo que menos necesitaba ahora era sentir la angustia de su pequeño por él ─Alguien debe proteger esta aldea entera, antes de que sea tarde.

─Lo sé… pero para mi ante todo estas tu ─le dijo preocupado.

─Gracias aibou, pero… ─intentó reclamar mientras Yugi lo ayudaba a ponerse en pie.

Desde atrás se escuchó el murmullo de la niña “sálvenos”

─Bien, encárgate de ese monstruo, nosotros le echaremos un ojo a esta gente ─dijo Tristán.

─Tengan mucho cuidado ─les dijo la castaña antes de seguir al moreno.

Al fin Yami pudo recobrar un poco de más de su equilibrio, apoyándose ligeramente en la espada, el menor no los soltó.

Yugi suspiró, aunque estaba muy preocupado por su novio sabía que, por eso mismo, debían de ponerle fin a esta prueba lo más pronto posible ─ ¿tienes algo en mente?

─Si no podemos derrotar a esta criatura, al menos hay que alejarla de aquí ─Yugi entornó la mirada.

Desde atrás, la niña miraba al ‘Elegido’ preocupada, Yami no pudo evitar un quejido de dolor, consiguiendo no solo preocupar más a Yugi, sino también a la chica, quien tomó una decisión y salió corriendo.

─ ¿Uh? ¿A dónde vas? ─le cuestionó uno de los aldeanos, pero ella ni caso que hizo.

La niña se dirigió hacia el monumento del dragón, donde antes la encontraran nuestros héroes, Joey fue tras ella.

Mientras dos de las cabezas-dragones atacaron a los tricolores ─cuidado ─advirtió Yugi, Yami bloqueó el ataque con el escudo de su brazo izquierdo.

─Yugi regresa con los demás ─le pidió, no quería que saliera herido bajo ninguna circunstancia

─Olvídalo, te estas agotando mucho, regresaré al rompecabezas ─y eso hizo.

Desde atrás, todos miraban la escena, impotentes y preocupados, con sus monstruos haciendo de barrera entre los aldeanos.

─Resiste ahí ─murmuró preocupada Tea.

-o-

Con el rubio y la niña, esta se inclinó frente al monumento del dragón en posición de rezo ─Divino, por favor, escúchame.

─Te escucho, pero por favor llámame Joey ─dijo el rubio a sus espaldas, atento a la batalla de su mejor amigo, luego se volteó para ver a la niña.

-o-

Gracias a la energía adicional de Yugi al regresar a ser uno, Yami le hizo mejor frente al ataque de los dragones, sin embargo otra de las cabezas lanzó un ataque directo a sus pies, mandándolo de nuevo al piso.

 ─ ¡No! ─gritaron preocupados los castaños.

Los aldeanos estaban aterrados, y siguieron los pasos de la niña.

-o-

─Te lo imploro, por favor, ayuda a este extranjero a liberar al mundo de la tiranía de los 5 dragones ─rezaba la chica ─él ha probado ser el elegido, pudo obtener la Espada de la Infinidad ─abrió sus ojos para ver hacia atrás, sorprendiéndose de encontrar a toda su gente, arrodillada y rezando también.

─Sí por favor, guía a este joven en su victoria ─decían el hombre calvo.

-o-

Los dragones se preparaban para atacar, Yami seguía en el piso, muy lastimado como para reaccionar de inmediato.

─Tenemos que ayudarlo ─dijo la castaña angustiada.

-o-

─Por favor, sálvalo ─un par de lágrimas, escaparon de los ojos de la niña*.

La figura del dragón relució en brillante tono celeste.

-o-

Los cinco dragones atacaron, Yami no pudo reaccionar a tiempo, Yugi aun intangible, le abrazaba con preocupación y lágrimas de impotencia en sus ojos.

Pero…

Justo a tiempo, una luz celeste se interpuso entre ellos y el ataque, protegiéndolo.

─ ¿Qu-Qué es eso? ─murmuró Yami, mirando hacia arriba.

─ ¿Qué onda con esa luz? ─preguntó Tristán.

Desde esa luz, un conocido ‘viejo amigo’ apareció frente a ellos, Joey desde donde estaba lo reconoció de inmediato.

─Hey, miren ¿no es ese… el Dragón Blanco de Ojos azules? Supongo que ese es el monstruo al que le rendían tributo ─dijo Joey, que no pudo evitar pensar en Kaiba… ¿Qué diría el incrédulo castaño si estuviera allí con ellos? Es más ¿Qué andaría haciendo el señor ‘Soy-la-persona-más-poderosa-del-mundo-y-dirijo-una-super-empresa’*? Joey agitó la cabeza ¿qué más le daba a él el arrogante oji-azul? ¿Por qué de pronto quería que estuviera allí con él…errr, ellos?

(Dragón Blanco de Ojos azules: Monstruo Normal. Atributo: Luz. Nivel: 8. Tipo: Dragón. Ataque: 3.600 y Defensa: 2.500  / Descripción = Este legendario dragón es una poderosa máquina de destrucción. Virtualmente invencible, muy pocos se han enfrentado a esta impresionante criatura y han vivido para contarlo.)

─Dragón Blanco… ─murmuró Yami, cuando un rayo de luz azul lo cubrió, restaurando un poco su energía ─ayúdame y hagamos esto juntos ─el dragón respondió con un determinado rugido y su rayo de luz elevó a Yami junto a él, activando la armadura de Duelos, dandole a Yami un nuevo traje de color blanco azulado.

─Mira eso ─balbuceó Tea sorprendida.

─Ja, Kaiba estaría celoso ¿dónde hay una cámara cuando se le necesita, esto vale oro? ─se burló Joey.

-o- En algún lugar de Ciudad Domino -o-

─A-aaa-aaaachís ─estornudó cierto castaño de ojos azules.

─Salud, hermano ¿seguro que estas bien? El otro día estabas estornudando también ¿será que te vas a resfríar? ─habló, preocupado un pre-adolescente de cabellos negros, largos y alborotados.

─No digas tonterías Mokuba ─refutó el mayor, su hermano hizo un puchero ante el poco interés de este en su salud.

-o-De regreso en… ¿los juegos de los oscuro?

─ ¿Podrá ser? ─murmuraba la gente asombrada ─ ¿ése joven se unió al Ser Divino?

─Aquí vamos ─pronunció Yami en voz baja ─El movimiento final, si esto no funciona, nada lo hará.

─ /A veces me encanta tu positivismo ¿sabes? / ─ironizó Yugi ante eso de “si esto no funciona…”

Yami solo soltó una ligera risilla. Con la enorme espada que también había cambiado, se preparó para ponerle fin a aquello.

─ ¡Has aterrorizado a esta aldea por última vez! ─gritó al dragón de cinco cabezas, cada una de estas lanzó su ataque pero Yami lo contrarresto con relativa facilidad usando la espada, luego tomó el hocico de uno de los dragones y -con una extraordinaria fuerza- lo puso contra el suelo ─De la oscuridad vienes y a la oscuridad regresarás ─dijo levantando la espada ─ ¡Ataque Relámpago blanco*!

Y con eso puso fin al -muy cansino- dragón de cinco cabezas.

─Es un milagro ─vitorearon los aldeanos.

Todos los aldeanos, en especial la niña lo miraron fascinados.

El ultimo pentágono morado en el collar de Tea, finalmente cambió a rosa ─miren chicos ¡la 5ta piedra al fin brilla! ─celebró la chica ¿por fin volverían a casa?  

─Eso significa que nuestro desafío terminó de acuerdo al acertijo, y gracias a Yugi y Yami, nuestro trabajo termino ─dijo el abuelo.

─ ¡Sí! ¡Eres nuestro héroe! ¡Nos has salvado*! ─vitorearon los aldeanos a Yami, quien levantaba la espada en una pose súper épica, que se le hacía muy vagamente familiar.

Una especia de escena pasó por su cabeza, él -aunque un poco diferente- con esa misma pose, en lo alto de un palacio, abajo una gran multitud aclamándolo “¡Faraón! ¡Faraón! ¡Faraón!”
Fue algo fugaz y borroso que atravesó la mente de los tricolores.

─Esta prueba fue para demostrar tu carisma ─musitó Alexander ─Y, ganando la confianza del Dragón Divino y de la gente de la aldea, has demostrado ser un verdadero líder… y un verdadero rey ─dijo con una sonrisa.

Yami regresó a Tierra y la armadura se deshizo, dejando a ambos tricolores en pie -Yugi ya fuera del rompecabezas- mostrando al dragón blanco en el cielo que voló de nuevo hacia su monumento.

─Gracias por tu ayuda, amigo ─musitó Yami antes de dirigirle un pequeña sonrisa a Yugi.

─ ¡Yami, estaba tan preocupado por ti! ─saltó Yugi a abrazarlo.

─Tranquilo aibou ─le calmó ─estoy bie… ─Yami no pudo acabar su frase, pues se sintió muy agotado de pronto, Yugi reaccionó abrazándolo por la cintura para servirle de apoyo.

─Si, cómo no ─le regañó el tricolor ─sabes que no puedes mentirme.

─Así se hace chicos ─felicitó Joey, acercándose.

─No podríamos pedir más de nuestros amigos ─les sonrió la castaña.

─Gracias, amigos ─les dijeron ambos.

─ ¿Están bien? ─preguntó el abuelo.

Yugi miró a Yami antes de que este respondiera ─algo cansados, pero sí ─tranquilizó a los demás.

Toda la aldea se reunió frente a sus héroes.

─Les estamos eternamente agradecidos por liberarnos de aquel dragón que nos aterrorizaba por siglos* ─dijo la chica.

─Oh vamos, no es gran cosa, de veras ─dijo Joey con una mano tras la nuca, claramente disfrutando de toda la atención.

Sin embargo la chica pasó de él y se dirigió a los tricolores.

─Oh, Elegido, muchas gracias ─le dijo a Yami con una gran sonrisa y juntando sus manos frente a su pecho.

Yami, que tenía un hombro sobre los de Yugi, apretó su agarré en él ─fue trabajo en equipo, no me agradezcas solo a mi ─le dirigió una sonrisa a su novio, quien tenía desviada la mirada ante la presencia de la chica.

─Oye, eso no es justo, yo también peleé ¿sabes? ─reclamó Joey con cascadas en los ojos.

La chica se giró a verlo ─oh sí, también fuiste de gran ayuda ─dijo consolándolo ─ahora solo deben resolver otro acertijo y podrán irse.

─ ¿Acertijo? ─A Joey casi le da la chiripiorca cuando escuchó eso ─todo menos eso ─suplicó.

─Solo bromeaba ─dijo la chica con una risilla, que pronto los demás imitaron, a excepción del rubio.

─Oh, muy gracioso, todos se creen comediantes ahora, saben que odio que me hagan esto ─reclamó Joey.

─Por favor, como muestra de nuestro agradecimiento acepten quedarse a descansar aquí, por lo menos hasta que el sol salga ─dijo el hombre calvo ─deben estar exhaustos luego de esa batalla ─miro específicamente a Yugi y Yami.

─Creo que un descanso les vendría bien ─apoyó Alexander, mirando a Yugi, había notado que el faraón parecía no oponerse a casi nada de lo que el pequeño dijera.

─Tienes razón ─sonrió Yugi ─Yami necesita reposar ─lo miró preocupado, aunque no lo dijera sabía que su yami estaba agotado, el mismo se sentía fatigado aunque en menor grado.

─Si, muchas gracias ─tomó la palabra el rubio.

─Por aquí por favor ─el hombre los dirigió, junto a él fue la chica.

Se dirigieron a una zona donde las casas eran algo más pequeñas pero mucho más cuidadas, al parecer allí vivía aquella chica.

─Este es mi hogar, puedes quedarte conmigo si se te hace más cómodo ─se dirigió a Tea.

Tea le sonrió con amabilidad ─ ¿por qué no? Muchas gracias ─le sonrió la chica.

La de al lado, el hombre la puso a disposición del abuelo, Joey y Tristán, también Alexander quien prefirió darle ‘privacidad’ a los tricolores en la siguiente casa.

El hombre guió a los tricolores hacia una de las habitaciones, indicándole a Yami que se acomodara, luego quiso darle a Yugi otro cuarto pero ambos se negaron.

─Me quedaré aquí para cuidar de Yami, no se preocupe ─le sonrió amablemente al hombre.

─Lo comprendo ─hizo una reverencia ─espero que descansen bien ─dijo antes de retirarse.

Apenas el hombre se fue, Yami se dejó caer de espaldas en la cama que había en la habitación, dejando salir un ligero quejido de dolor. Yugi fue con él, arrodillándose en la cama a su lado para acomodar la cabeza de Yami en su regazo.

─Lo siento ─le murmuró con voz acongojada ─por protegerme recibiste un golpe de uno de esos dragones Yami, perdóname ─inclinó la cabeza, dejando escapar una lágrima de sus ojos.

Yami le miro serio, luego relajo su tez y llevó una de sus manos a las mejillas de Yugi ─no digas cosas que no vienen al caso amor, yo haría lo que fuera por protegerte ─acarició la tersa piel, limpiando el rastro de la gota.

Yugi le miró preocupado, se inclinó hasta poner su frente contra la de Yami, dejando escapar un leve sollozo. Yami suspiró y con la mano que mantenía en su mejilla, acomodó el rostro de Yugi para poder besarlo*. Beso que Yugi correspondió de inmediato, transmitiéndole a Yami lo preocupado que estaba por él, junto al inmenso amor que le tenía, cosa que casi, casi logra abrumar al faraón, si no fuese porque sus propios sentimientos correspondían con la misma intensidad a su pequeño.

─Te amo ─se dijeron al unísono al separarse, con sus voces cargadas de sentimiento, se miraron con los ojos entrecerrados y una leve sonrisa en sus labios antes de fundirse en otro beso, un poco más apasionado, donde Yami lamió los labios de Yugi para hacerse paso a su boca.

Los interrumpió un sonido metálico y una ligera sensación de hormigueo en sus brazos y el pecho de Yami, así que se separaron de nuevo solo para notar que los brazales y la armadura se habían aflojado. Yugi se retiró el lanza capsulas y luego ayudó a Yami a sentarse para quitárselo también junto con la armadura, el menor se levantó para dejar todo aquello en una mesa ratona que había también en la habitación mientras el faraón se quitaba también la chaqueta.

Cuando giró su vista de regreso a Yami este estaba sentado y suspirando un poco, algo más aliviado sin el peso de aquella armadura, Yugi sonrió y se puso a su lado, Yami alzó el rostro para verlo y Yugi se inclinó un poco para darle un beso fugaz, luego se sentó en el suelo a sus pies, apoyando el torso contra las piernas de Yami y reposando su rostro y manos en el regazo del mayor, mirándolo con una bella sonrisa, no entendió el impulso que lo llevó a aquella postura, pero sentía que estaba bien.

Yami le miró interrogante, extrañado por esa acción, aunque la postura se le hacía ligeramente conocida, era la misma sensación que tuvo luego de acabar la batalla, inconscientemente llevo una mano a la cabeza de Yugi (http://media.tumblr.com/d54d11ea3e7db01934570921c4f78c9f/tumblr_inline_mm70dc5LeG1r7yojz.jpg) acariciando su cabello, luego hasta su mejilla. Yugi se estremeció con ligereza y luego le sonrió ─ ¿ya te sientes algo mejor… mi faraón? ─le consultó con la mirada pícara, enfatizando lo último.

Ahora fue el turno de Yami de estremecerse, como la vez pasada en que Yugi llamado “mi Faraón” se sentía extrañamente agradable al escucharlo, incluso sintió un ligero calor en sus mejillas  ─sí aibou ─le acarició con cariño el rostro y parte del cuello.

Yugi movió el rostro suavemente contra la palma de Yami, mientras acariciaba ligeramente los muslos del mayor.

Yami le sonrió ─Amor, ven y siéntate a mi lado ─con su mano libre palmeo la cama a su lado.

Obediente, Yugi se levantó de su posición y se sentó al lado de Yami, se quitó los zapatos y levantó las piernas al lecho, apegándose a Yami para rozar su rostro en el hueco entre su cuello y hombro con mimo, haciendo un ligero sonidito desde el fondo de su garganta, muy tierno a opinión de Yami.

El tricolor mayor lo envolvió entre sus brazos, ahora que tenía la libertad de hacerlo, no lo soltaría hasta mañana, de pronto una sensación en el cuello le hizo estremecerse ─jajaja Yugi me haces cosquillas jajaja en el cuello ─se revolvió ligeramente, con una sonrisa en sus labios.

Yugi apartó su cara solo para mirarlo con ojos picaros ─ ¿ah sí?

Yami lo miró… a lo mejor no debió haberle dicho eso ─ehh, ahh.

Yugi soltó una risilla y empezó a acariciar el cuello de Yami con su nariz y labios, provocando ligeras risas que el faraón no pudo contener, Yami intento separarlo de sí pero le era tan agradable ese momento con su luz que se dejó hacer hasta que terminaron tumbados en la cama, él con Yugi encima abrazándole tras la nuca y sin dejar de atormentar su cuello.

─ ¿Quién diría que eres tan sensible aquí? ─se burló Yugi con diversión, alternando unos pocos besos con sus caricias.

Yami soltó un bufido antes esas palabras pero no dijo nada, la situación le era bastante agradable, con cada pequeño beso que Yugi le daba percibía como su cuerpo empezaba a sentirse mejor -hablando del dolor y cansancio tras la batalla- tampoco es que fuera a quejarse del dulce trato del menor, realmente le gustaba esa forma de Yugi de ‘cuidarlo’

De un momento a otro el menor detuvo sus acciones y levantó el rostro, Yami le miró interrogante, respirando un poco agitado por tras las cosquillas y Yugi solo le dio una bella sonrisa antes de empezar a esparcir besos por todo su rostro con delicadeza y cariño.

─Aibou ─murmuró Yami, las manos de Yugi se dirigieron a los brazos y pecho del faraón para recorrerlo con suavidad en ligeras caricias, cosa que provocó a Yami a tal grado que tomó de la nuca a Yugi para plantarle un profundo beso en los labios.

Yugi respondió de inmediato, movió sus labios al compás de los de Yami y pronto sus lenguas se hallaban danzando entremedio de sus bocas, la de Yugi cedió el paso primero y la lengua de Yami recorrió con posesividad la dulce y pequeña cavidad del menor, deleitándose con su sabor y calidez.

Separaron sus bocas escasos centímetros para tomar aire, más sus lenguas no detuvieron su apasionada danza, jugueteando juntos fuera de sus bocas, deseando no apartarse por ningún motivo de su compañera. Las manos de Yami, mientras, empezaron a retirar la chaqueta de Yugi, jalándola hacia atrás y sacándola finalmente por los brazos para dejarla sobre la cama con la propia.

Yugi no opuso resistencia alguna, por el contrario al terminar de sacarse la prenda busco introducir sus manos bajo la playera negra de Yami, acariciando los ligeros pero firmes músculos del abdomen del mayor. Yami no pudo contener un jadeo al sentir las delicadas manos acariciarle sin recato, su piel se erizaba ante el tibio contacto de las traviesas manos, anhelando sentir más, poder rozar completamente su piel con la del menor sin estorbosas prendas de por medio.

Las manos de Yami, ni tardas ni perezosas, imitaron las acciones de Yugi, buscando la suave piel del menor bajo la prenda, levantándola enseguida para poder acariciar también los sonrosados pezones de Yugi, provocando un ligero gemido de la boca del menor, lo cual cortó definitivamente su beso.

Aprovechando esto Yami inició un camino de besos desde la mejilla hasta el cuello de Yugi, levantando una de sus manos para quitarle la gargantilla del cuello -como el menor había hecho antes al hacerle cosquillas- y poder acariciar a placer la zona; besar, lamer y succionar la suave piel del menor a voluntad, dejando marcas rojizas de pertenencia en la blanca piel.
Notó que Yugi también hacia amago de levantarle la playera así que se irguió, sentándose y poniendo a Yugi a horcajadas suyo, para poder sacarse la prenda, cosa que sonrojó al menor pero aun así Yugi decidió dejar la vergüenza de lado -lo más posible- y acariciar con sus manos la piel descubierta. Yami lo dejó hacer mientras acariciaba dulcemente los cabellos del menor.

Con los ojos brillantes Yugi observó como los músculos del mayor se tensaba bajo su tacto antes de relajarse y que la piel empezaba a aumentar su temperatura, se inclinó un poco para dejar pequeños besos en los pectorales del mayor hasta que sus labios dieron con uno de los pezones de Yami, provocándole un estremecimiento y un jadeo que no pudo contener.

Yugi no pudo menos que sonreír al saber que estaba haciendo sentir bien a Yami, así que siguió besando su pecho mientras sus manos se deslizaban por los firmes brazos hasta los hombros y luego por la espalda del mayor, acariciando todo lo posible.

Por su parte Yami estaba encantado, las atenciones de su aibou eran como medicina para él, el cansancio y dolor en su cuerpo había quedado fuera desde hace un rato, parecía como si el simple toque del menor inyectara en su cuerpo una especie de cura, al mismo tiempo que empezaba a excitarse.

Sin perder más tiempo Yami quiso quitarle la playera a Yugi también para poder avanzar pero eso hizo reaccionar al menor ─e-espera Yami… ─le detuvo indeciso, Yami lo miró ─ n-no creo que debamos… t-tú necesitas descansar y… ─le dijo avergonzado, siendo sincero él no quería parar.

Yami le sonrió, tomándole de las muñecas suave pero firmemente, haciéndolo callar ─no puedes decirme eso ahora, mi pequeño ─su voz era ronca y sensual -más de lo usual- con un toque de necesidad que hizo temblar a Yugi. Yami se inclinó para lamerle el cuello, obteniendo un suave y lindo gemido del menor ─además, lo único que necesito ahora… es a ti ─le dijo mirándolo fijamente a los ojos.

Tal afirmación hizo que Yugi se pusiera tan rojo como un tomate ─Moooo Yami ─avergonzado escondió su rostro en el pecho de su novio, Yami no pudo evitar una ligera carcajada ante tal reacción, haciendo que Yugi lo mirara con reproche ─no te burles de mi ─le regañó haciendo un lindo puchero.

─Lo siento Yugi ─le tomó por el mentón para alzarle el rostro ─te ves tan lindo sonrojado, amor ─le dijo en un sensual murmullo antes de apoderarse de sus labios.

Yugi correspondió al beso de inmediato, abrazando a Yami por el cuello, con lo que el faraón entendió que el menor estaba dispuesto a continuar, así aflojó su pantalón antes de regresar a quitarle la playera a Yugi, quedando por fin ambos desnudos de la cintura para arriba. Yugi se apenó un poco, a pesar de que ambos ya se hubieran visto con menos ropa -el traje de baño- no dejaba de sentirse algo tímido. Yami siguió quitándole el resto de la ropa para tumbarlo en la cama y terminar de desnudarse él mismo. Yugi desvió la mirada avergonzado.

Yami se acomodó sobre Yugi y le tomó el rostro con una mano ─mírame ─le dijo antes de besarlo apasionadamente mientras su otra mano se dirigía hacia la entrepierna del menor, empezando a frotarla de arriba a abajo con cuidado.

─Mghhhh ahhhh Ya-Yami ohhhh ─Yugi se revolvió debajo de Yami, invadido por la nueva sensación tan placentera, sumado a que Yami le hablaba al oído, diciéndole lo lindo que se veía sonrojado, presa del placer y cosas similares, la cara de Yugi parecía un semáforo ─ahhhhhh ¡Yami! ─a la final Yugi no soportó más la sensación de hormigueo en su vientre y se corrió en la mano de Yami ─lo-lo s-siento ─dijo  avergonzado.

Yami no dijo nada, y lamió parte de lo que había en su mano, avergonzando más a Yugi.

El mayor se inclinó más sobre su compañero y le beso la frente y las mejillas en lo que sus dedos empezaban a jugar en su entrada para prepararla, Yami quería evitar lo más posible hacerle daño a su adorado niño. Yugi emitió un pequeño quejido cuando uno de los dedos de Yami se adentró en su cuerpo pero su amante lo distrajo besándolo de una forma tan apasionada, llena de deseo y lujuria pero también de amor que el pequeño se olvidó de la intromisión a su cuerpo aun cuando Yami sumó un segundo y se aferró con fuerza a su espalda, empezando a mover las caderas contra la mano del mayor ahogando sus gemidos en la boca Yami.

Yugi ahogó gemido de dolor al sentir sus músculos internos expandirse ante el movimiento de tijera que hacían los dedos de Yami, así que el mayor introdujo su lengua en la boca de Yugi, recorriéndola con propiedad, llamando a la de su compañero a jugar.

Unos segundos después Yami retiró su mano del esfínter de Yugi, separando también sus bocas ─Yugi… no aguanto más, quiero hacerte mío ─le dijo en un susurro con los ojos cerrado mientras juntaba sus frentes.

Yugi lo miró y sonrió, rozó con su nariz la de su novio con cariño, logrando que Yami abriera los ojos ─yo soy tuyo ─le respondió en un susurro, los ojos de Yami temblaron ─hazlo ─dijo al fin en un murmullo tan bajo que, si no hubiera tanto silencio, ni el mismo se hubiera escuchado.

Pero Yami estaba tan cerca como para oírlo ─Te amo mi aibou, mi Yugi ─lo beso con devoción y amor mientras tomaba una de las piernas de Yugi para flexionarla y acomodarse para entrar en él ─abrázame Yugi ─le dijo al oído ─y relájate.

Yugi hizo lo pedido, suspiró tratando de relajar lo más posible le cuerpo mientras abrazaba a su pareja por el cuello, acomodando su rostro entre el hombro derecho y el cuello del mayor. Yami llevó su mano de la pierna de Yugi a su cadera y entró.

Yugi abrió la boca al máximo al sentir la cálida intromisión en su cuerpo, aguantando el grito de dolor que quiso escapársele… Yami era grande. El faraón sintió el cálido aliento que Yugi expulso de golpe cuando él entró, supuso que el pequeño no había querido gritar para no preocuparlo así que se quedó quieto en lo que el delicado cuerpo entre sus brazos se acostumbraba a su intromisión, dedicándose a besar y lamer el cuello y parte de los hombros de Yugi.

─ /Lo siento si fui muy brusco, compañero/ ─se disculpó el mayor por medio de su vínculo, sin dejar de besar la piel del menor.

─ /Estoy bien, solo… solo espera un poco/ ─le respondió de igual manera, respirando profundamente e intentando que las lágrimas en sus ojos no bajaran.

─ /Hasta que tú me digas, amor/ ─prometió Yami.

Yugi se revolvió un poco, intentando buscar una posición más cómoda pero el movimiento creo fricción en el punto de su unión, dándole a ambos una descarga placentera. Buscando más de esa sensación Yugi empezó a mover las caderas suavemente y, tomándolo como una invitación, Yami empezó a embestir suavemente en él.

Las manos de Yugi se apretaron en los hombros del faraón, enterrando ligeramente sus pequeñas uñas en la piel clara, dejando marcas rojizas; sin control alguno su garganta empezó a emitir gemidos, sintiéndose perdido en aquella combinación de placer y dolor que estaba experimentando, todo para él era nuevo y demasiado intenso.

Yami apartó el rostro de Yugi de su cuello, deseaba ver la cara de su pareja en ese momento, mientras se entregaban el uno al otro. Yugi se recostó por completo en la cama apretando el agarre de sus manos, para Yami fue la visión más encantador que había visto nunca, los ojos de Yugi estaban entrecerrado, brillaban y se hallaban ligeramente húmedos, sus mejillas teñidas con un suave color rosa y la boca abierta de par en par, dejando salir las melodía más hermosa para sus oídos.

Le estaba costando contenerse, el interior de Yugi era tan estrecho y estaba tan caliente, que lo llamaba a embestirlo con todas sus fuerzas, pero no quería lastimarlo más. El menor, en medio del desesperante placer que le nublaba los sentidos, atrajo el rostro de su otro yo para un beso.

─Y-Yami… ahhhh por favor ─tartamudeaba el menor ─más rápido ─pidió entre gemidos.

─No quiero hacerte daño ─dijo Yami, al borde de su autocontrol.

─No lo harás… ahhhh más fuerte ─pidió de nuevo el pequeño.

Tan sencillo como cortar la mantequilla con un cuchillo caliente… así se quebró el autocontrol de Yami ante aquellas palabras.

Hizo que Yugi le rodeara la cintura con ambas piernas y empezó a embestir enserio, dándole un ritmo salvaje al vaivén de caderas.

─Ahhhh Ahhhhh Ya-Yami Awwww ─los gemidos de Yugi eran desesperados, la sensación era tan intensa, tan excitante, sus caderas se movían solas al compás de las de Yami, haciendo ligeros círculos.

─Yugiiii agggggr ahhhh ¡Aibou! ─ sentía el interior de Yugi hervir, se aferró con ambas manos a las caderas del menor, empezando a girar las caderas en busca del punto dulce en el interior de Yugi.

─Ahhh Ya-mi ¡Yaaaaami! ─de repente Yugi lanzó un grito más alto y agudo, Yami supo que lo había encontrado, así que empezó a golpear ese punto específico ─ ¡Kyaaaaa-Yami! Ahhh Ahhhh ─gritó de placer ─ ¡¡Mou hitori no boku!! ─Yugi arqueó la espalda con fuerza cuando no pudo más con el placer, corriéndose entre medio de ambos vientres ─Te amo.

Yami una mano a entrelazarla con la de Yugi ─Te amo Aibou ─le respondió, dando un par de embestidas más antes de correrse en su interior, sintiendo como los músculos internos de Yugi lo apretaban aún más deliciosamente, soltando un ronco rugido ─ ¡ahhhhhhhhrg!

Se quedaron unos segundos así, mientras recobraban el aliento, Yami se movió hacia el costado aun sin salir del interior del menor, atrayendo al menor a acurrucarse entre sus brazos.

Ambos se miraron a los ojos, dándose una sonrisa.

Te amo, mou hitori no boku/ore ─se dijeron a la vez, antes de caer dormidos.

-o-

A la mañana siguiente Yugi y Yami estaban acomodándose las prendas y los lanza-capsulas.

Yami estaba sentado en la cama y Yugi a su lado le acomodaba la gargantilla con una sonrisa.

─ ¿Seguro que te sientes bien, Aibou? ─consultó amablemente Yami, envolviendo entre sus brazos al menor antes de ponerse la armadura.

─Eso te iba a preguntar ─dijo con una risilla ─Estoy perfectamente Yami ¿y tú cómo te sientes? ─preguntó preocupado, abrazándolo por el cuello.

─De maravilla, amor ─le dio un suave beso ─te lo dije anoche, lo único que necesitó es a ti ─le dijo con picardía al oído.

─Yami ─se quejó apenado, con un dulce puchero.

─Jejeje ─Yami no escondió la ligera risa que le provocaban las reacciones avergonzadas de su niño.                   

-o-

Más tarde, toda la aldea despedía al grupo.

─Hasta luego, mis amigos, cuídense mucho ─decía la chica, que encabezaba a su gente.

─ ¡Adiós! ¡Buen viaje! ¡Hasta luego! ¡Tengan cuidado! ─les deseaban los aldeanos.

─Y parece que regresamos de nuevo al punto por donde entramos aquí ─dijo Tea.

─ ¿Y ahora qué? ─preguntó Yugi mirando hacia los lados.

─En este lugar ya no quedan desafíos ─dijo Tristán.

─No es gracioso, sabes cómo me llevo con los acertijos, yo no les agrado ni ellos a mi ─se quejó Joey.

Tea se rio.

─Su amigo esta en lo correcto ─dijo Alexander a los tricolores ─Tal vez ya pasaron todas sus pruebas, pero su odisea aún no está completa ─una prueba queda todavía, cuando regresen a su mundo, busquen una cámara escondida en la cima de la pirámide, lleven el amuleto para abrir la puerta, una vez adentro determinen donde está el gran poder: el gran poder que se necesita para conquistar el mundo.

Yami frunció el ceño, presentía que algo faltaba en lo que les estaban informando ─ ¿hay algo más que debas decirnos? ─consultó astuto.

El rubio asintió ─Hay alguien ahí que quiere ese poder ─se quitó el antifaz del casco que cubría su rostro, todos ahogaron una expresión de sorpresa.

─ ¿Dr. Brisbane? ─dijo Yugi incrédulo. Yami frunció el ceño

─No tiene sentido, es decir, dijiste que eras Alexander el Grande ─dijo Tea.

─Espera. Amigo, el nombre del Dr. Brisbane es Alex, por lo que podría ser descendiente de Alexander el Grande* ─planteó Tristán.

─Espera un segundo ¿será que Alex sea Alexander el Grande o que sea un impostor de Alex y no sea tan grande? ─se enredó Joey*

─Ninguna ─contradijo el abuelo, serio ─El Dr. Brisbane ha sido uno de mis colegas por años ─argumentó ─y puedo asegurarles que quien quiera que sea este hombre, no son la misma persona.

Yugi lo miró, luego a Yami, sinceramente ya no sabía que pensar.

─Me temo que algunas palabras suyas son inciertas, Dr Motou ─refutó Alexander ─el colega que menciona está siendo poseído por mi mitad oscura.

“Okey, eso ya fue demasiado” pensó Yugi. Todos -menos Yami- lo miraron con sorpresa.

─ ¿Qué quieres decir con “tu mitad oscura”? ─consultó Tea, aquello no sonaba nada bien, de hecho a la mayoría le recordó precisamente a Malik Ishtar y su contraparte malvada Marik.

Al momento que me puse ese antiguo artefacto egipcio en mi cuello ─habló de la sortija ─mi alma fue separado en dos piezas.

Yugi miró a Yami de reojo, este hacia lo mismo ─continua ─exigieron al unísono, frunciendo el ceño.

─He estado atrapado en este mundo mientras mi contraparte fue encerrada en la pirámide, que se liberó cuando el Dr. Motou entró a la pirámide junto con Alex Brisbane, quien pasó a ser mi descendiente directo* ─explicó ─Mi mitad oscura está controlando a Brisbane y los encerró a ustedes aquí mientras intenta obtener el poder que no pudo conseguir ─Yami frunció más el ceño, sabía que había algo muy raro en ese hombre desde el principio ─ ¡deben obtener ese poder antes de que él lo haga! O lo usará para apoderarse del mundo.

─No, no lo dejaremos ─dijo Tea, apretando su collar entre su mano.

─No pierdas ese amuleto de vista  ─le dijo Alexander ─es la llave para el poder máximo, y el esperara que regresen y lo lleven consigo.

─Ya veo, así que esa fue su jugarreta y nos engañó sabiendo que encontraríamos ese pendiente ─dijo el abuelo con su mano en el mentón.

─Exacto, y debemos idear un plan para detenerlo ─afirmó Alexander.

─Cierto ─apoyó el abuelo.

-o-

─De acuerdo a Alexander, todo lo que debemos hacer es concentrarnos ─dijo el abuelo, los seis estaban tomados de la mano en círculo, listos para salir de ese lugar─ muy bien, piensen en esa pirámide.

Todos cerraron los ojos concentrándose, las manos unidas de Yugi y Yami, que estaban entre Joey y el abuelo, se entrelazaron con cariño. Una luz dorada los rodeo a todos, transportándolos de regreso al pie de las escaleras que daban al salón con el mapa del juego, dentro de la pirámide.

─A juzgar por el lugar, diría que regresamos ─dijo Tea, mirando a su alrededor.

─Tiene razón ─dijo Tristán, mirándose con Joey.

─Parece ser que solo hay un modo de confirmar que realmente volvimos y sabes a lo que me refiero ¿verdad? ─le regresó el rubio.

Ambos se dieron un puñetazo en la cabeza al contrario (lo cual realmente no sé qué prueba, pues no estaban en un sueño -.-)

─ ¡Sí, volvimos! Volvimos a nuestro mundo, y esta de lujo ─dijeron a la vez al sentir el golpe.

Tea los miró con cara de “¿Es enserio?” antes de llevarse una mano a la frente, hasta que notó algo peculiar ─no quisiera sonar grosera pero, si regresamos ¿cómo es que ustedes dos…? ─se dirigió a los tricolores, notando que Yami seguía separado de Yugi y portando la armadura.

Ellos se miraron entre sí ─eso es porque aun no hemos terminado con esta aventura ─respondió Yugi tranquilamente, recargándose un poco en el pecho de su igual, sonriéndole y recibiendo una sonrisa en respuesta.

Desde el abuelo, tal como Yami solía aparecer al lado de Yugi, Alexander apareció con forma de espíritu ─ /Buena idea, usar tu cuerpo para poder volver al mundo real, te lo agradezco/ ─le dijo a Solomon.

─ /Me gusta ayudar, apenas hallemos al Dr. Brisbane podrás saltar a su cuerpo y reunirte con tu otra mitad/ ─le respondió mentalmente, hasta que una voz conocida irrumpió en el lugar.

─ ¡Hola! Dr. Motou, regresaron ─Alex, que había escuchado las voces de todos, bajó corriendo las escaleras para recibir a su colega y a los adolescentes.

Los chicos intercambiaron miradas serias y un asentimiento de cabeza, Yugi se puso tras Yami para ocultarse de la vista de Alex.

─Me alegra que todos estén bien, he estado enfermo de preocupación desde que se perdieron en este mapa.

─Pues deja de preocuparte porque volvimos en una pieza ─le dijo Solomon con los brazos extendidos.

Alex puso sus manos sobre los hombros de Solomon a modo de abrazo ─gracias al cielo, si les hubiera pasado algo no podría perdonármelo.

─Por favor, no había forma en que supiéramos de esto ─le dijo ─/Alexander ¿estás seguro que está poseído por la fuerza maligna?/ ─consultó, el de armadura miró a su descendiente fijamente, al parecer solo el abuelo y los tricolores podían verlo.

─Así que ─intentó sonar casual ─ ¿encontraron algo? ─el abuelo le miró curioso, haciéndose el desentendido ─usted sabe, cuando entraron al otro lado ¿encontró algo interesante ahí?

─ ¿Algo como qué? ¿Había algo que tenía que encontrar?

Alex le miró con una ceja arqueado ─No lo sé, creí que talvez había encontrado algo ─comentó como si nada.

─/No hay duda alguna, este hombre está poseído por mi mitad oscura/ ─afirmó.

─/sí, claramente dependía de nuestro regreso, lo distraeré un momento para que puedas reunirte con él/ ─le respondió ─Ahora que lo mencionas, déjame ver… creo que no encontré… ¡Oh espera! Ya que lo dices, sí, encontré este pendiente ─sacó el collar de Tea de su bolsillo ─ ¿esto es lo que pensabas? ─se lo enseñó.

Alex pareció reconocerlo ─sí, a eso me refería.

El rubio hizo amago de tomarlo ─/ahora/

De una forma, un tanto brusca, Alexander saltó del cuerpo de Solomon al de Alex, tumbándolo en el piso antes de sujetarlo por debajo de los brazos ─después de todos estos años, finalmente te encontré ─Alex le miró molesto ─ahora únete a mí para volver a ser uno ─dijo mientras ‘entraba’ a su cuerpo, provocando que Alex se tumbara en el piso y un ligero brillo rodeara su cuerpo.

Atrás, a Yugi le dio un escalofrío, se llevó la mano derecha al brazo izquierdo, sobándose la piel erizada.

─ / ¿Qué pasa, aibou?/ ─preguntó Yami, al notar la reacción de Yugi.

─ /No lo sé, me-me pareció un poco… brusco/ ─le respondió, observando a Alex, asomado por la espalda de su yami.

El faraón sonrió ligeramente ─ /Hmm, sabes que yo siempre seré suave contigo, amor/ ─le dijo con voz pícara.

Yugi se sonrojó ante el doble sentido que podían traer esas palabras, sobre todo al recordar la noche anterior, lo cual provocó una ligero risa en Yami.

─Hey Doc ¿se siente bien? ─consultó Joey, en cuanto el otro rubio dejó de brillar.

El hombre se incorporó un poco, levantando el  rostro al cielo y soltando un suspiro ─sí, estoy bien, y lo que es más creo que me siento mejor que en toda mi vida ─respondió con una voz suave, mirándolos con una sonrisa.

─Asombroso, realmente le ayudamos ─dijo la castaña, todos miraron al rubio aliviados, a excepción de Yami que lo miró con desconfianza, algo no le terminaba de cuadrar y así se lo hizo saber a su compañero.

Alex se levantó ─Ahora, echémosle un vistazo a ese raro artefacto que trajo con usted ─insistió, estirando la mano hacia Solomon.

El abuelo, creyendo que todo estaba solucionado, le extendió el collar y entonces la mirada de Alex cambió, sin embargo eso fue lo que confirmo las sospechas de Yami para los tricolores.

─No abuelo, es un truco ─le advirtió Yugi, aunque fue demasiado tarde, Alex le arrebató el pendiente.

─Tú no eres Alex ─gritó el abuelo.

─Que razón tienes ─dijo con una sonrisa malévola en el rostro, arrogante al tener lo que quería en la palma de su mano ─jujuju muajajaajaja ─ se regodeó con una pésima imitación de risa maligna… al más puro estilo de un científico loco* ─como podrás ver, mi lado bueno es el tonto, él nunca podría haber conquistado a medio mundo sin mi ─fanfarroneó.

─Hay que detenerlo ─dijo Yugi serio, Alex miró extrañado a ambos tricolores más no dijo nada al respecto.

─Es hora de completar lo que deje pendiente siglos atrás ─dijo convencido de que triunfaría.

Estas cometiendo un error ─irrumpió Alexader, Alex lo miró molesto ─ ¿No aprendiste tu lección la última vez? Ese poder no nos pertenece a nosotros.

─Eso fue la última vez ─se resistió Alex.

─No dejaremos que huyas con eso ¡danos ese pendiente! ─ordenó Yami con su voz imponente.

Alex los miró burlón y luego hecho a correr escaleras arriba*

─Atrápenlo ─Dijo Yugi corriendo tras él, seguido de inmediato por Yami y luego los demás “no podemos dejar que llegue a la cámara.

Pisos más arriba en la pirámide había un salón con una puerta que resaltaba al tener dibujada en las paredes de al lado el ojo Horus en negro y uno encima de color oro, más parecido al diseño en el rompecabezas.

─Después de tantos intentos ─murmuró Alex para si al llegar ─esta vez tengo la llave ─se acercó a la puerta, en medio de esta estaba una ranura con la forma y tamaño exactos del colgante, un pentágono mediano. Puso el collar allí sin ningún miramiento y la puerta empezó a abrirse ─al fin.

Estaba a punto de entrar cuando Yugi le saltó desde el costado (aunque se supone que venían por atrás -.-) El tricolor menor le rodeó el cuello y un brazo, tratando de inmovilizarlo, cosa que a Yami no le agrado para nada, afortunadamente Tristán y Joey relevaron de inmediato al pequeño oji-amatista, ellos tampoco querían que ese lunático le llegara a hacer nada a su amiguito.

─Trabajamos mucho por eso ─dijo le moreno, deteniéndolo.

Sin embargo Alex en un desesperado movimiento se soltó a Joey y se lanzó hacia la puerta con Tristán aun encima y, por el brusco movimiento, también empujó a Yugi, haciendo que Yami reaccionara de inmediato para sujetarlo, igual que Joey.

─Los tengo ─el rubio alcanzó a sujetar la pierna de Alex y Yami había tomado uno de los brazos de Yugi.

─Te tengo aíbou ─Yami empezó a subir a Yugi para ayudar a Joey y Tea que sujetaban a Alex y a Tristán pero Alex alcanzó a tomar la pierna de Yugi y empezó a zarandearlo, intentando provocar a Yami y los demás.

─Aléjense, no me separaran de mi destino.

─ ¡Ahhhhh! ─Yugi gritó de dolor por la forma tan brusca en que la que Alex le estaba sujetando la pierna.

Yami vio rojo ─suéltalo ya mismo o te arrepentirás ─amenazó el faraón furioso.

Alex se revolvía tanto que a Joey y Tea se les hacía demasiado difícil sostenerlo ─no lo suelten ─el abuelo intentó ayudarlo, sin embargo, no lo soportaron más y todos se fueron de cabeza por el vacío al que daba la afamada puerta, incluyendo a Yugi y Yami.

─ ¡Ahhhhhh! ─gritaban todos mientras iban cayendo.

Yami alcanzó a sujetar a Yugi y lo apresó contra su pecho protectoramente a modo de abrazo, sin embargo a los pocos segundo de haber caído la gravedad pareció disminuir drásticamente, por lo que quedaron flotando en medio de lo que parecía ser el espacio, pues estaban rodeados de estrellas en un fondo azul negruzco.

Yami soltó de apoco a Yugi, tomándole de una mano ─ ¿dónde estamos? ─murmuró el menor, mirando en todas direcciones, aunque el panorama era igual, hasta que, frente a ellos, una figura brillante apareció, tomando forma humana ─miren chicos.

Frente a ellos apareció ni más ni menos que el portador de la llave del milenio.

─Yo te conozco, eres el que construyó la pirámide ─dijo Alex.

─Es Shadi ─dijo al fin Yugi.

─Pero ¿qué está haciendo el aquí? ─preguntó Joey.    

… Continuará xD

Notas finales:

*: y como siempre, las lágrimas parecen ser la respuesta a todo… ¿luego la gente se pregunta porque uno llora si con eso no arregla nada? Bueno, la tele tiene la culpa

*: ignoren mi pésima y nada creativa burla hacia Kaiba -.-

*Sinceramente ya me da igual traducir bien los pinche ataques -.-

*Nos has salvado, estamos agradecidos xDDDDD ¿alguien más se acordó de Toy Story 2 jajajajaj

*Ahora me pregunto ¿en serio esa gente ha estado en ese mundo tanto tiempo? O solo son personas (y la villa) que aparecen cada que un jugador nuevo llega y se les implantan memorias para que informen lo necesario a su visitante… eso da mucho que pensar, no creen? O.o

*Un beso a lo Spider-man xD

*No sé qué demonios tendrá que ver los nombre con la ascendencia, pero bueeeeeno xD

* ¿Ustedes entendieron a Joey? Yo no @.@

* Sí, su tátara, tátara, tátara, tátara, …, tátara nieto xD no me pregunten como él sabe eso

*referencia al primer cap xD

*Corren… siempre corren *niega con la cabeza* 

Y como cereza del pastel, aparte de que no están doblados, la calidad de estos caps son ¡terribles! Como minimo 10 veces durante el capítulo la pantalla se bugea horrible como un puto televisor viejo U.U

Bueno, aquí les dejo este sepsy capitulo, solo nos quedan dos más ;) Gracias a tooooooodo el mundo que me lee y en especial a las bellas personitas que me dejan rw’s ^^ os amo muchísimo.

Si no te habías visto esta temporada mi adaptación y yo te obligaremos x3
Espero de verdad que os guste chicos. Un cap por semana a menos que vea gran movimiento en los reviews así que si quieres que suba los caps más rápido ¿Qué tal un comentario?

Bueno, sin más que decir nos vemos en la siguiente actualización 

Aquí estoy porque eh venido
porque eh venido aquí estoy
y si no le gusta mi canto
como eh venido. Me voy!

Nos leemos!!!!!

Dejen reviews

|
|
|
V


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).