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Decisión por Ebi Chuu

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Parte II

 

 

El domingo Jongin decidió que era día de limpieza. Necesitaba ordenar un poco su casa porque hace bastante que no lo hacía y se notaba.

Y eso era raro, considerando que Kyungsoo era un obsesivo por el orden y casi siempre estaba ordenando cualquier cosa que estuviese fuera de lugar.

Kyungsoo había ido poco a su casa. Lo había visto muy poco y apenas hablaban por teléfono. Jongin sentía que cada vez se distanciaban un poco más y eso era preocupante.

¿Cómo habían llegado a eso?

Jongin se negaba a dejar que las cosas siguieran así.

Mientras sacaba su ropa sucio para meterla a la lavadora, su vista se detuvo en una pequeña maleta. Estaba casi al fondo del armario y él apenas pudo con el vuelco que le dio al corazón.

Jongin podía ser desorganizado en algunas cosas, pero él conocía todas sus cosas y esa maleta no era suya. Tampoco era de Kyungsoo porque él incluso podía hacer un listado con cada prenda que había en esa casa perteneciente al bajito y estaba seguro de que eso no estaba allí la semana pasada.

No era una maleta tan grande, pero tampoco era tan pequeña.

Cosa de casualidad o no, no lo sabía pero no pudo abrirla. Tenía una serie de números que suponía una contraseña para abrirla y Jongin maldijo a todo lo que se le vino a la cabeza.

Su mente le estaba jugando una mala pasada, seguro que solo habían cosas personales allí porque las estaba guardando.

Sí... era eso.

Jongin dejó la maleta en su lugar y continuó con su tarea de limpiar. Su mente le gritaba que llamara a Kyungsoo y cuando ya no pudo resistirlo más, así lo hizo.

Marcó su número de memoria y esperó. Esperó y esperó pero no contestaba. Sin pensarlo mucho más salió de casa, montó su auto y condujo hasta la casa de Kyungsoo.

Su suegra le abrió la puerta, alegrándose de verlo.

Le invitó a pasar y Jongin vio a su pequeño novio vestido con un piyama gigante y unas pantuflas de cachorro. El chico estaba sonriendo tímidamente, pero no a él. Jongin pudo ver como Kyungsoo estaba casi como un niño, haciéndose pequeñito por las palabras de un chico que él no había visto en su vida.

- Deberías sonreír más, eres lindo pero ahora mucho más

Jongin casi se lanza contra el imbécil aquel.

Carraspeó su garganta, dando pasos firmes para hacer notar su presencia en el lugar.

Kyungsoo se giró a verlo y casi se atraganta con su propia saliva.

- Jong... Jongin.

Era evidente que no esperaba que apareciera en su casa un domingo a las diez de la mañana.

Sus grandes ojos viajaron de Jongin al chico que estaba allí a su lado, se mordió los labios. Jongin lo miró, parecía un chiquillo que había sido descubierto haciendo algo malo. Toda la sangre de su cuerpo ardió de solo imaginarlo.

- Creo que es mejor que me vaya ya Kyungsoo..

Kyungsoo.. tanta confianza para llamarle por su nombre, así, sin más.

El chico asintió rápidamente. Hizo una reverencia y caminó hacia la salida, pasando por el lado de Jongin que no quitaba sus ojos de él, queriendo sacarle los ojos para advertirle que no le hacía nada solo por respeto a Kyungsoo y su suegra que luego tendría que limpiar el desastre que dejase.

- ¿Quién era él?  - La voz gruesa de Jongin le sobresaltó. Kyungsoo miró hacia todos lados intentando alejar su mirada de él. - Kyungsoo...

- Es... uno de los doctores que llegó al hospital

Jongin levantó una ceja.

- ¿Y qué diablos hacía en tu casa tan temprano?

El silencio se hizo presente en ambos, el aire era pesado, pero eso no pareció notarlo la madre del bajito, que entró en el living de la casa, respondiendo la pregunta hecho por el moreno.

- Jongin.. él chico se ha portado estupendo con Kyungsoo, me ha caído bastante bien, sabes? Es un poco tímido pero bastante amable, ha traído a mi Soo a casa ayer en la noche

- Ah, sí..? - Jongin dirigió su mirada al bajito, pero éste solo apartó la mirada. Jongin se sintió herido por eso, tremendamente herido.

- Claro! Ah.. seguro que se han preocupado por él cuando no ha ido a trabajar esta semana y ayer estuvo casi todo el día en el hospital, bebé no deberías hacer esas cosas ya te lo he dicho

 - ¡Mamá!

Kyungsoo gritó, miró con horror al moreno mientras Jongin estaba en silencio. Kyungsoo no había ido a trabajar en toda la semana, pero, según sus mensajes estaba haciendo incluso doble turno en el hospital y por eso no se veían.

- ¿Qué? Sabes que tengo razón, amor, nunca te cuidas, Jongin, deberías regañarlo, a mi ya no me hace caso, ya no tengo edad para regañarlo!

Jongin ya no escuchaba nada, su mirada de decepción estaba por sobre todo. Kyungsoo le mintió, ¿por qué?

¿Por qué, por qué?

Antes de poder decir algo, Jongin dio media vuelta y salió hacia su auto, Kyungsoo le siguió rápidamente y no le permitió subir al auto.

- No te vayas, hablemos

- No.

-Jongin..

- No, Kyungsoo... ahora no

- ¡Ahora sí!  - Kyungsoo tenía los ojos llorosos y estaba fuertemente apretando su brazo para no dejarlo ir.

Jongin desvió su mirada y Kyungsoo aprovechó para entrar al auto, sin ponerse ropa ni zapatos.

Jongin golpeó la puerta del auto antes de entrar resignado y condujo de regreso a su casa, el viaje fue en silencio. Se detuvo frente a la casa sin saber qué hacer o decir.

Durante todo el viaje, su mente lo atormentó con la idea de que su pequeño niño le estuviera engañando. porque eso exactamente es lo que parecía.

No quería oír lo que pasaba.

Estaba aterrado.

Sus manos estaban blancas de tanto apretar el volante tratando de controlarse.

Jongin salió del auto sin esperar.

Kyungsoo gruñó y le siguió de cerca.

Nada más entrar en casa Kyungsoo cerró la puerta y avanzó hasta él.

- No es nada de lo que estás pensando...

No necesitaba ser un genio para imaginar lo que estaría pasando por su cabeza en esos momentos.

Jongin lo miró casi incrédulo, una sonrisa triste se formó en sus labios como si su mundo no se estuviese ya, desmoronando a sus pies.

- ¿Y qué crees que estoy pensando? ¿No me has estado mintiendo para no estar conmigo toda la semana?

Kyungsoo quería negar aquello, pero era imposible, sí lo había hecho, aunque escuchárselo decir era bastante más cruel de lo que era.

Como si le hubiese clavado una puñalada en el corazón y se la hubiera restregado hasta arrancárselo, Jongin se dejó caer sobre el sofá.

Quizás había sido su culpa todo aquello, después de todo.

- Es porque ya no me quieres, cierto?  - Kyungsoo lo miró impresionado. - Es que no querías hacerme daño... por eso dijiste que estaba todo bien cuando no era así...

Kyungsoo sintió como sus piernas flaqueaban. Negaba suavemente con la cabeza que ni cuenta se dio de las lágrimas que estaba derramando.

- Lo siento Kyungsoo, de verdad lo siento, pero no quiero que...

Sus palabras se vieron trabadas cuando el cuerpo de Kyungsoo se movió de forma extraña y como si fuera una respuesta natural, su cuerpo se movió hacia el suyo.

- Kyungsoo!

Apenas pudo sostenerlo, antes de que ambos cayeran al piso. Al menos Jongin pudo recibir todo el golpe.

Kyungsoo estaba pálido. Jongin miró el rastro de las lágrimas dibujada sobre sus mejillas y se odió por hacerle llorar.

Casi como un deja vu de todas las veces en las que lo había cargado de esa forma, Jongin lo dejó sobre su cama. Le acarició las mejillas con los dedos.

Jongin no quería perderlo, Kyungsoo era su mundo entero, ¿Cómo podía solo dejarlo ir?

No podía hacer eso.

No podía mandar a la basura una relación de años donde lo único que le importaba era Kyungsoo.

Algunos minutos más pasaron y Kyungsoo despertó despacio. Jongin lo miró, asegurándose de que estaba bien. Cuando Kyungsoo por fin pudo volver en sí, se agitó, se puso de pié pero fue demasiado rápido para siquiera intentarlo, Jongin lo volvió a sentar en la cama.

Lo miraba con preocupación y le acariciaba las manos. Como si su pelea de hace un par de minutos no hubiese existido.

Kyungsoo se calmó y apartó las manos del moreno. Necesitaba hacerlo. Necesitaba sacar de su corazón todo aquello que tenía apretado y se puso de pie.

Jongin lo vio caminar hacia el armario. Lo vio cuando rebuscó entre las prendas de ropa y sacó aquella maleta que había visto durante la mañana.

Kyungsoo se giró con ella, Cerró os ojos y respiró profundamente, dándose ánimos para lo que iba a hacer.

Jongin no lo podía creer. No podía.

Jamás aceptaría eso.

- Kyungsoo. -Jongin se acercó a él puso sus manos sobre las suyas, Bajando la maleta, mirándolo a los ojos de forma suplicante.- Kyungsoo no... por favor no lo hagas...

- Jongin..

- No, escucha... por favor no te vayas.

Kyungsoo se mordió los labios. Jongin decidió continuar.

- Sé que todo se ha vuelto extraño... pero por favor Kyungsoo. Eres mi vida, yo no puedo vivir sin ti.

Los ojos volvían a humedecerse, el corazón volvía a latir con fuerza.

- Lo que más deseaba era tener una familia contigo, sí es cierto pero está bien... sé que te presioné, sé que tener un hijo ahora no es algo que quieras... pero no quiero arriesgar esto entre tú y yo por eso, no quiero que te alejes de mi, tampoco quiero que te acerques a otras personas porque yo solo vivo para ti, solo quiero estar contigo por siempre... te necesito Kyungsoo.. no me dejes por favor...

La voz del moreno era desgarradora. Kyungsoo se quedó en silencio, escuchar a Jongin decir todo eso era más de lo que esperaba.

- Por qué crees eso? Yo nunca dije que no quisiera, Jongin...

-Tú... - Jongin negó, aferrándose aún más a él. - No tienes que negarlo... yo lo sé...

- No es cierto...

- Estabas tomando tus pastillas.. yo las vi Kyungsoo... yo solo esperaba que confiaras en mi para decírmelo, de verdad quiero que confíes en mi porque jamás te obligaría a hacer algo que no quieras.. yo te amo demasiado Kyungsoo, te amo más de lo que puedes imaginar.

Jongin acercó sus labios, casi probando suerte, rogando porque no lo rechazara. Kyungsoo sintió su cálido aliento cerca, rozando sus labios y tembló de solo estar así con él.

Jongin unió sus labios, tan solo un pequeño roce que derivó en otros igual de simples. Era un beso como si fuese el primero. Uno tímido donde no sabes besar y temes equivocarte. Uno en el que demuestras lo difícil que es expresarte con tan solo un beso pero que sabes que la otra persona lo comprende porque es demasiado bueno para querer terminarlo.

Jongin lo rodeó con sus brazos como un niño y Kyungsoo aceptó todo lo que el moreno le daba.

Amor. Amor infinito.

Kyungsoo quedó expuesto al moreno cuando éste le quitó la ropa. Acostado sobre la cama, ambos volvieron a hacer el amor.

Kyungsoo gemía despacio, con la voz baja mientras Jongin le llenaba de besos y le penetraba despacio para luego llegar hasta el fondo de una fuerte estocada que le hacía arañar su espalda.

Ellos siempre hacían el amor, pero en esa ocasión, ambos, estaban seguros de que sería especial.

Jongin se corrió en su interior y Kyungsoo lo hizo sobre ambos cuerpos. Jongin lo abrazó y no dejó de acariciar su cabello en ningún momento.

Kyungsoo tenía los ojos cerrados cuando Jongin vio la hora. Cerca de las 4 de la tarde y ninguno había comido nada. Se levantó con cuidado y caminó hasta encontrar su bóxer, se lo puso y fue hasta la cocina donde preparaba algo sencillo para comer juntos en la cama.

Jongin estaba rebosante de alegría. A pesar de que faltaban cosas por aclarar como su falta al trabajo y la visita de aquel médico a su casa. Jongin gruño de solo recordarlo.

Él mismo se encargaría de dejarle en claro que Kyungsoo era suyo, suyo y de nadie más.

Se giró con una bandeja en las manos. Llevaba café, jugo de frutilla, pan tostado con mermelada y huevos revueltos. Abrió la puerta y lo dejó sobre la mesita de noche. Kyungsoo estaba aún con sus ojos cerrados pero los abrió en cuanto lo sintió sentarse sobre la cama.

Jongin le sonrió y besó su frente con cariño. Kyungsoo se sonrojó y se sentó en la cama para rodear son sus brazos la cintura de Jongin y tenerlo pegado a él.

- Traje algo para comer.

Kyungsoo asintió y recargó su cabeza sobre el pecho del moreno. Se quedaron en silencio unos minutos hasta que Kyungsoo se separó un poco de él.

- Quiero explicarte algo... - Dijo algo incómodo, Jongin negó suavemente pero él insistió.- Por favor... es necesario, lo necesito...

Con un suspiro, Jongin aceptó.- De acuerdo... pero el café se va a enfriar...

Kyungsoo le sonrió y besó sus labios antes de empezar.

- Yo falté al trabajo esta semana, es cierto... estuve en casa excepto ayer que me lo pasé todo el día en el hospital... Minho es uno de los doctores que llegó al hospital para ayudar... el me llevó a casa porque ya era muy tarde... es solo eso, no hay nada más te lo juro...

Jongin lo miró y estaba seguro de que así era. Asintió despacio.

- Entonces.. qué hacía esta mañana en tu casa? se quedó a dormir... ?

- No! No para nada... él había llegado un poco antes que tu... él solo estaba un poco preocupado por mí, por eso fue a verme antes de viajar a visitar a sus padres, al parecer.

- Preocupado? Es que te ha pasado algo?

Kyungsoo asintió.

- Ayer durante mi turno llegó un paciente alterado. Estaba bastante mal y trató de huir, así que me golpeó bastante fuerte...

- Qué..? Kyungsoo, estás bien? - El moreno parecía aterrado pero Kyungsoo lo calmó.

- Estoy bien, eso fue por la mañana así que en realidad estuve hasta tarde por todos los exámenes que me hicieron

Jongin respiró aliviado. Al menos ahora sabía que ese doctor no estaba interesado en su pequeño, aunque eso no quitaba que se asegurara de marcar territorio en cuanto pudiese darse una vuelta por el hospital.

Kyungsoo se movió en la cama, fue hasta donde estaba la maleta y la cargó consigo de regreso a la cama, Jongin iba a hablar pero Kyungsoo le do un beso rápido en los labios para hacerle callar.

- Esto es tuyo.

Kyungsoo colocó la clave de seguridad de la maleta y se la dio a Jongin.

Había estado seguro de que Kyungsoo tenía esa maleta para empacar todas sus cosas y dejarlo. Pero no era así.

Jongin casi sufre un paro cardiaco cuando por fin la abrió.

Kyungsoo se mordió los labios, había dudado mucho acerca de todos eso, pero las palabras de Jongin le habían calmado bastante. Además él ya había tomado la decisión de contarle todo el día anterior, luego del accidente con su paciente.

- Jongin?

Kyungsoo lo llamó preocupado. Jongin parecía un momia sin mover ni un músculo.

- Jongin estás bien?

El pánico se apoderó de todo su pequeño cuerpo. No era la reacción que esperaba. Quizás no había sido tan buena idea después de todo...

- Esto es... para mí..? por qué? 

Jongin reconocería aquellos zapatitos rojos en donde fuese. Los había mirado tantas veces que podía reconocerlos donde fuese.

Tal y como había pensado, ambos zapatitos cabían perfectamente en la palma de su mano y sobrara bastante espacio.

- ¿Sorpresa?

Kyungsoo se sintió pequeño, no sabía si era bueno o malo. Jongin lo miró, haciendo una pregunta en silencio. Kyungsoo asintió despacio. Y entonces, bajó ambas manos hasta su vientre y lo acarició.

Kyungsoo estaba embarazado.

Iban a ser padres.

Jongin apenas pudo con las lágrimas que brotaban de sus ojos. lo abrazó con fuerza y cuidado a la vez. Kyungsoo respiró más tranquilo cuando Jongin lloró emocionado  mientras le besaba el rostro y le daba las gracias.

¡Iba a ser padre!

Junto a Kyungsoo...

Su niño lindo estaba esperando a su bebé. Nada más podía pedir. Aquello era demasiada felicidad para él. Pero aún así, la quería toda.

- ¿Desde cuándo...?

- Tengo un mes... pero lo sé desde hace unas semanas...

- ¿Por qué no me lo dijiste?

- Dijiste que olvidara el tema del bebé.. creía que... te habías arrepentido y no sabía qué hacer...

- Oh dios.. - Jongin negó, Había sido un error.

- No! Jamás podría haberme arrepentido... lo hice por ti, porque en serio no quería presionarte y perderte...

- Pero yo estaba de acuerdo...

- Pero estabas tomando tus pastillas...

Kyungsoo lo miró confuso antes de negar.

- Hace bastante que no lo hago... pero desde que estoy embarazado me he vuelto más despistado... siempre sacaba una pastilla para tomármela pero luego me recordaba que no podía hacerlo y las tiraba por el escusado... creías que yo estaba...? -Jongin asintió.- Lo siento, pero no... creo que fue un mal entendido...

- Debía preguntarte al respecto, es culpa mía... lo siento mucho, Kyungsoo.- Jongin besó sus labios y luego, sus ojos bajaron hasta el plano abdomen de su chico. Sonrió como bobo antes de acariciarlo con su mano.- Lo siento mucho, bebé...

Kyungsoo estaba que lloraba, emocionado a más no poder. Jongin sería un estupendo padre, de eso estaba más que seguro.

Jongin le abrazó con amor y el hermoso momento fue interrumpido por el sonido de su estómago. Kyungsoo tenía hambre. Y el bebé también, Jongin no iba a permitir que sus dos amores pasaran hambre.

- Creo que deberías comer algo...

Kyungsoo asintió más que rápido, sus mejillas estaban rojas pero qué podía hacer? Ahora no solo era por él, su hijo también exigía comida. Y rápido.

Jongin acercó la bandeja con comida. Kyungsoo tomó un vaso de jugo y alcanzó a beber un sorbo cuando el aroma llegó a sus fosas nasales.

- Huevos...

Jongin pudo hacer un video en cámara lenta. Kyungsoo miró los huevos como si fueran una especie de basura podrida justo antes de saltar de la cama en dirección al baño.

Jongin siempre se iba temprano a trabajar, Por eso jamás vio los vómitos mañaneros de Kyungsoo ni sus ataques de comida chatarra por la tarde.

- Jongin!!

El nombrado sonrió, miró aquellos zapatitos rojos que tanto le gustaban y corrió hacia el baño donde estaba su novio cargando a su bebé. Su hermoso bebé. Ya tendría tiempo para consentir a Kyungsoo. Eso era lo que más había querido y ahora ya lo tenía. 

 

 

<3

Notas finales:

Gracias por leer~ 

 

Estaré escribiendo más cosas, quizás nos volvamos a encontrar (?) 

Que tengan lindo día~ 


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