Amor imposible por AdRiiAn IiBaRrA

Todo comenzó en un día como otro las vacaciones terminaron y todos los adolecentes tenían que volver a sus labores escolares, Dyru un joven de solo 17 años creyó que sería como cualquier año pasado. Este joven Dyru de Calisto provenía de una de las familias más ricas y poderosas de toda la ciudad de Tokio, como todos los años que regresaba a tomar sus clases, siempre todos los maestros lo presentaban de una manera como si fuera un príncipe que poco le faltaba para serlo, a Dyru siempre sele asía demasiado ridículo que lo presentaran y que todos sus compañeros lo trataran con mucho respeto. Bueno ni modo, pensó y se sentó en la cama, bueno ya es hora se levanto, se dirigió al baño, se cepilló los dientes y se quito la pijama para tomar una ducha antes de irse a su colegio, a él lo que más le gustaba era estar en el baño bajo la regadera, sentir el agua caminando por todo su cuerpo y olvidarse por un momento de la familia que provenía y de cómo lo trataban. salió de ducharse y se cambio sin secarse el pelo, llego al colegio y como siempre todas las jóvenes de su clase se le quedaban viendo a Dyru, puesto que era un buen mozo de cabellera plateada y de una blanca piel, de ojos azul como el cielo y el mar, unos labios rojos como una fresa, como todos los años entro y el maestro dio la bienvenida a todos los alumnos y presentando a Dyru de Calisto el reconocido hijo de Raquel y de Aarón de Calisto, Dyru se tomo asiento en la mejor mesa como todos los años le daba el maestro, comenzaron las clases, todos los alumnos del colegio estaban dentro de sus aulas, el profesor dijo -este año tendremos un nuevo alumno que viene de estados unidos norte americanos. El se llama Alexander, espero que todos le den una buena bienvenida como se lo merece, Dyru estaba con la cabeza inclinada al ventanal cuando escucho que el profesor dijo vamos, entra, Dyru volteo y al ver como era el nuevo alumno se quedo sin palabras su cabello era dorado, piel blanca, ojos color tornasol y una cara hermosa, el joven Dyru lo miro pensando que era un muñeco de porcelana, el joven Alexander dijo -hola a todos y buenos días, el profesor dijo vamos a ver en donde te sentaras, Dyru miro en toda el aula pero no había masque dos lugares desocupados, uno era donde estaba Dyru y el otro estaba hasta el otro lado del aula. Dyru pensó -tiene que sentarse con migo, puesto que le había llamado la atención, se paro y le dijo al profesor, si no es mucha molestia puede sentarse aquí con migo, todos voltearon a ver a Dyru de una manera extraña, puesto que en todos los años el no quería que nadie se sentara a su lado porque le gustaba estar solo, todos murmuraban ¿porque quería que un chico nuevo se sentara a su lado sin conocerlo aun como era? el profesor dijo, si claro si usted joven Dyru quiere así se hará, El profesor le dice a Alexander-te santeras junto de el joven Dyru. Alexander comenzó a caminar asía el lugar de Dyru, mientras pasaba todos volteaban a verlo con un poco de rareza puesto que era el primero que había hecho que Dyru se parara de su asiento y diciendo que se sentara con él en su mesa. Al llegar Dyru se paro y dijo hola  yo soy Dyru de Calisto y vas ha ser mi compañero de mesa, siéntate por favor, Alexander le dio las gracias por su presentación y se sentó a su lado. Termino la clase de matemáticas de donde el joven nuevo miro que el que más destacaba en esa materia era Dyru, le entro curiosidad de saber como un joven como él, destacaba en todo. Dyru tomo sus cosa para cambiar de aula le dijo vas a ir al aula 2, te toca clase de música. Hay tomas mi mesa esta vez será toda tuya y Dyru salió deseándole buena suerte antes de salir. Alexander le agradeció y le pregunto ¿tú no vendrás a esta clase? el joven Dyru contesto -no a mí me gusta tocar en otro lado, nunca he entrado a esa clase por lo mismo, me gusta desenvolverme en otra parte del colegio. Alexander le sonrió y le contesto -bueno está bien, Dyru lo quería tener cerca -iba pensando por el pasillo por donde iba caminando para tomar las escaleras, se preguntaba qué hacer para que ese joven buen mozo estuviera con el todo el tiempo.