Mi día empezó de lo más normal, me levanté, me bañé, desayuné con el amor de mi vida y salí contento a mi trabajo.
Estaba feliz porque ese día comenzarían mis tan merecidas vacaciones. Había estado trabajando como loco todo este tiempo, tenía que terminar pronto para así poder volver pronto a casa quizás salir un rato con mi amor al cine o simplemente pasear agarrados de la mano por algún parque. En definitiva tenía que terminar pronto
Por fortuna el día transcurrió rápidamente, tanto que si no sonaba la campana no me habría dado cuenta que el día se había terminado. Salí corriendo para llegar a casa, pero en el camino pasé por una florería y pensé: “¿A mi amor le gustaría que le llevara rosas? Definitivamente sí…” Compré las rosas. Seguí caminando hasta que llegué a una pastelería, vi la variedad de postres que ofrecían ahí, pero lo que llamó mi atención fue la última tartaleta de fresas que quedaba en la vitrina. “¿A mi amor le gustaría un pastelito?”Sabía que a mi amor le gustaban las fresas así que entré a la tienda y también compré el pastelito. Seguí caminando y llegué a una juguetería, vi un lindo osito en la vitrina y pensé:”¿A mi amor le gustaría otro osito?” Definitivamente sí. También compré el osito.
Luego de esos actos derrochadores me dirigí cansado pero contento a mi hogar, mi amor sabía que saldríamos así que estaba seguro que debía estar esperándome, estaba ansioso por llegar y ver cómo se habría vestido mi amor.
Llegué y sin hacer ruido me metí a nuestra habitación para cambiarme, me puse un pantalón y una camisa, no era un look completamente formal pero sin duda bastaría para ir al lugar que había planeado desde hacía una semana. De pronto una voz me distrajo de mis pensamientos
- ¿Amor? Ven, te estoy esperando
- ¡Ya voy!
Salí corriendo de la habitación solo para quedarme completamente embobado al entrar en la sala.
Ahí estaba, se veía tan adorable, casi como un ángel… mí ángel. Mi ángel por un poco más de un año… ¿cómo puede vivir todo este tiempo sin ti? La vista que me ofrecía era algo que pocas veces veía por el apretado horario que llevaba pero en fin… esta noche compensaría todas esas en las que no pudimos estar juntos…
Tu hermoso cabello castaño, esos ojos tan preciosos que me hacen suspirar cada vez que me ves, esa pequeña y dulce boca que con tan solo sentirla hace que me derrita, el atuendo que trae resaltando su esbelto y perfecto cuerpo… en verdad te amo…
- ¿M-me veo mal?
¿Mal? No hay forma que tú te veas mal.
- Por supuesto que no… estás preciosa… mi amada Manami…
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Fuimos al cine, paseamos por el boulevard luego entramos a una tienda y luego a otra y a otra y a otra… después, fuimos a cenar… y luego… desperté en un hotel.
¿Cómo llegué hasta aquí? No lo recuerdo, pero ver tu rostro sobre mi pecho me reconforta. Solo me limité a observarla dormir al tiempo que alisaba su hermoso cabellos y contemplaba su perfecto rostro. Cuando despertó, Manami me contó que la noche anterior nos habíamos pasado de copas y que en un acto de locura decidimos ir a ver a Misaki, ya que hacía más de 4 meses que no sabíamos nada de él. Como el tren que tomamos llegó tarde y no queríamos importunar a usagi, fuimos a pasear por ahí y por allá y de alguna forma terminamos en ese hotel.
Después de bañarnos y cambiarnos, nos dirigimos a casa de usagi. Él siempre tan atento nos invitó a pasar mientras esperábamos a que Misaki regresara, al parecer ese día serían sus últimas clases antes de que empezaran sus vacaciones, pobre, debe estar cansado por tanto estudiar.
- ¿Y cómo va todo usagi?
- Bien, ya sabes… trabajando
- Sí igual yo
- ¿Por qué no me avisaron que iban a venir? Podría haber ido a recogerlos.
- Jeje no era necesario “la verdad es que no recuerdo ni siquiera como lo decidimos así que…” queríamos sorprenderlos.
- Ya veo… Misaki se alegará muchísimo.
- ¿Y hablando de él cómo ha estado?
- Muy bien
- Lamento que tengas que estar al pendiente de él…
- No te preocupes, sabes que yo estoy siempre cuidándolo
- Lo sé y te lo agradezco mucho
- No tienes que agradecérmelo, después de todo yo también quiero demasiado a Misaki…
Tengo que admitir que me sorprendió la respuesta de usagi, no es que me sorprenda que alguien más se encariñe con mi hermano, después de todo, ¿quién no se encariñaría con ese adorable niño de mirada verdosa y cabello castaño? Es solo que la forma en que lo dijo, la sonrisa que puso al final, nunca me lo esperé… ¿usagi podía sonreír tan cálidamente? ¿Desde cuándo?
Cuando lo conocí no era así, si bien el nunca había dejado de sonreír para mí, ahora lo notaba más… ¿cómo decirlo? ¿Feliz? No, era más que eso… ¿En paz? Sí, se veía tan lleno de dicha que la felicidad formaba un aura a su alrededor que hacía que el entorno se volviera más relajado y ameno. En verdad lo lograste Misaki, cambiaste a akihiko, el negro semblane que constantemente lo rodeaba ha desaparecido.
Me alegro que tener un amigo como Misaki le haya hecho bien a Usagi, después de todo siempre lo veía tan solo… De pronto el sonido de la puerta abriéndose y una voz tan familiar me sacaron de mis cavilaciones.
- ¡Usagi-san ya llegué!
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Misaki!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me abalancé sobre él en cuanto escuché su voz, mi pequeño hermano no sabes cuánto te extrañaba…
- ¡Wuaaa! ¡¡Niichan!! ¡N-no me asustes así!
- Lo siento, es solo que tenía ganas de verte
- Yo también- dijo al tiempo que tímidamente correspondía mi abraso.
- ¿Y a mi no me vas a saludar?- dijo usagi en un tono bromista
- Buenas tardes u-usagi-san…
- ¿Y mi abraso?
- ¡Baaka!
Yo solo podía reír al ver como Misaki le propinaba tímidos golpecitos en el hombro a usagi mientras este se limitaba a reír y sonreír como nunca antes lo había hecho
- “Jaja esos dos se llevan muy bien”
- Amor, ¿te importaría quedarte con ellos un par de horas?
La voz de mi amada hizo que apartara la vista de esos 2 para poner toda mi atención en ella
- ¿Por qué? ¿Te sientes mal?
- No es eso… es solo que una amiga que no veo desde la preparatoria me invitó a salir y… bueno pensé que podrías quedarte con usami-san y Misaki-kun solo un par de horas.
- Bueno…
- Por mí no hay problema Takahiro
- ¡Sí! Quédate nii-chan
- Bueno está bien…
- Gracias, te veré más tarde- se acercó y me besó superficialmente para luego salir de la habitación con esa perfecta sonrisa que me enloquece…
Contemplé salir a mi flamante esposa y a comencé a recordar todos los buenos momentos que habíamos vivido juntos hasta que la voz de usagi me devolvió a la realidad.
- Bueno... ¿qué quieren hacer?
- ¡¡Vamos al cine!!
- “Yo ya fui ayer…pero si Misaki quiere ir…”
- ¿Al cine? mmm...¿Qué dices Takahiro?
- Por mí está bien usagi
- ¡Sí! Veamos la amenzada de los piratas contra los ninjas asesinos- Mire a mi hermano quien podía afirmar tenía estrellas en los ojos mientras se imaginaba la película, la cual solo por el nombre puedo afirmar que es para niños....No cabe dudas que Misaki siempre será mi pequeño...
- Niño…-dijo usagi como si leyera mis pensamientos lo cual me sacó una ligera sonrisa y un rubor en el rostro de mi hermano
- ¡¡¿A quién estás llamando niño?!!
- A ti…mocoso
- ¡Baaka! Deja de tratarme como a un mocoso
- Eres un mocoso
- ¡¡Eso no es verdad!!
- Jajaja
- ¡¡No te rías!!!
Ese era Misaki? Hacía tiempo que no lo veía tan energético. Siempre se veía cansado e incluso era un poco distante con los demás ¿Qué le había pasado? ¿Cómo es que ahora se comportaba tan familiarmente con usagi? Sin duda ese par es...
- Jajaja
- Niichan? Takahiro?- dijeron al unisono sorprendiéndose por la forma en la que me reía
- No es nada- respondí conteniendo las lágrimas que me había causado reirme de ese modo- es solo que me alegra que se hayan vuelto tan amigos
Misaki se sonrojó de golpe y akihiko solo atinó a sonreír ¿Acaso habré dicho algo malo?
- Somos más que amigos ¿verdad Misaki?
- ¡Cállate Baaka usagi!
- Jajaja “En verdad esos 2 son…”
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La tarde fue encantadora, por fin después de mucho tiempo, años diría yo, volví a salir con mi hermano y mi mejor amigo. Nos divertimos mucho paseando por aquí y por allá y ya agotados decidimos ir a pasear a un parque cercano para ver la puesta del sol antes de volver a casa. No había muchas personas a esa hora, solo una que otra pareja… si tan solo Manami estuviera aquí…
- ¡¡¡Helado!!!
La tan amagre voz del menor me hizo centrar mi atención en un carrito de helados que se encontraba al otro lado del parque y en ese momento atendía a un par de niños
- ¿A esta hora Misaki?- le pregunté tratando de disuadirlo, después de todo el comer helado a esa hora podía enfermarlo
- ¡Pero niichan! Aún es temprano....anda solo uno...¿si?
Quise contestarle pero la risa de usagi me impidió articular palabra.
- Jajajaja hasta tu forma de pedir las cosas es tan infantil
- !N-no es cierto!
- Jajaja
- “Ya empezaron otra vez… ¿así será su día a día?”
- ¡Vamos, vamos! No pelees... Yo voy por los helados
- ¿Eh? No te molestes niichan, yo puedo ir…
- Está bien Misaki, yo voy
Fui a comprar los helados y mientras regresaba iba recordando lo divertida que había sido la tarde y cómo le agradecía a usagi el estar cuidando a mi hermano. En definitia había tomado la mejor decisión al dejarlo con el...después de todo nadie le prestaría atención ni lo cuidaría del modo que lo hace Akihiko, con esa forma tan considerada, preocupada casi, casi como si fuera su...
No pude continuar, mis pensamientos se bloquearon en un segundo...La impresión fue tan grande que los helados se me cayeron, mis ojos no podían dar crédito a lo que estaba viendo. ¡Ahí estaba! Mi mejor amigo con el que había compartido tantos buenos momentos y al único que me había atrevido a confiar uno de mis más grandes tesoros, se encontraba ahora besando a mi hermano
¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Por qué Misaki no lo golpeaba? ¿Acaso debía ir a golpearlo yo?
Estas preguntas rondaban por mi cabeza, convirtiéndola en un mar de voces que ya no me permitían razonar claramente.
Por miedo a lo que pudiera hacer corrí y corrí en dirección opuesta. Me sentía engañado, triste, molesto, con ganas de matar al que alguna vez creí que era mi amigo…
Corrí hasta que las piernas me aguantaron y me senté en un banco a tratar de aclarar mis ideas. ¡No podía permitirlo! ¡Mi hermano es un niño todavía! ¡No sabe lo que está haciendo!
¡Ahora todo tenía sentido! Tanto tiempo preguntandome el porqué Misaki no venía a vivir conmigo o me visitaba tan pocas veces y ahora me topaba con la razón cara a cara... Mi pequeño no iba a visitarme porque el maldito de akihiko lo obligaba a estar con él!
- “yo también quiero demasiado a Misaki…”
¡Qué estúpido fui!
- “Somos más que amigos ¿verdad Misaki?”
¡Bastardo! ¡¿Cómo te atreviste a lastimar a mi hermano?! Misaki estaba indefenso y yo no me había dado cuenta todo este tiempo…
Había hecho muy mal en dejarlos solos, debía regresar en este momento y rescatar a misaki
- Todo esto es culpa tuya Usami Akihiko
- Yo no creo que la culpa sea solo suya…
- ¿M-manami?
¿En qué momento había aparecido? No lo sé, pero ahí estaba justo cuando más la necesitaba. Ahí estaba la única persona que no me había traicionado aún.
- Manami creo que cometí un error… jamás debí permitir que Misaki se quedara con Akihiko
- ¿Y eso por qué?
- ¡Porque…!
¿Qué debía contestarle? ¿Qué le decía? ¿La verdad? ¿Cómo lo tomaría?
- No pensé que te enterarías de esta forma pero…-me dijo antes de que pudiera siquiera formular una respuesta coherente
- ¿A qué te refieres?
- Ya te enteraste ¿verdad? Sobre Misaki-kun y Usami-san
- ¿L-lo sabías?
- Sí…
- ¡¿Y por qué no me lo dijiste?!
- ¿Era correcto de mi parte contarte algo así?
- ¡Debiste decírmelo de inmediato! ¡Todo este tiempo he dejado que ese maldito se aproveche de mi lindo hermano!
- ¿Aproveche? ¿Maldito? ¡Takahiro reacciona! ¡Estás insultando a tu mejor amigo!
- ¡Él ya no es mi mejor amigo! ¡¡No ahora que sé lo que le ha estado haciendo a Misaki!!
- Supongo que no tengo elección… ven conmigo.
Manami me tomó de la mano y sin decir nada me condujo de vuelta al lugar de donde había salido corriendo. Volvimos y ambos seguían ahí esperándome. Iba a avansarme sobre mi ex mejor amigo cuando sentí un ligero jalón en mi manga
- ¿Te parece malo esto Takahiro?
- ¡Por supuesto! ¡No lo permitiré!
- ¿Aún si eso significa quitarle esa hermosa sonrisa a Misaki?
¿Sonrisa? De pronto observé más tranquilamente a Misaki, se veía feliz. No podía ser ¿Acaso no le molestaba lo que le estaba haciendo akihiko?
- Amor, ¿te parece que una persona a la que están lastimando sonreiría de esa manera?
En ese instante la ira que sentía se desvaneció por completo...¡Cómo no me había dado cuenta antes! Misaki estaba sonriendo... No lo había visto sonreír así desde la muerte de nuestros padres y mucho menos ser tan cercano a una persona. Esa persona triste y solitaria que odiaba causarle problemas a los demás se había convertido en alguien aún más cálido e incluso aún más alegre de lo que ya era…
- ¿Ya te diste cuenta?
- ¿Desde cuando…?
- ¿…Desde cuando lo sé?
- Sí
- Desde que Misaki fue a visitarnos…
- ¿Cómo lo supiste?
- Vamos cariño soy mujer... Además, ¿cómo no te diste cuenta? si Misaki casi te mata cuando hablaste mal de usami-san y en la noche cuando entraste a su habitación ¿no te acuerdas que me contaste que él estaba llamando a usami-san entre sueños? ¿O ya se te olvidó lo feliz que estaba cuando lo dejamos en la estación para que volviera a Tokio?
- Debes pensar que soy un idiota…
- ¿Por qué?
- Te casaste con el idiota más despistado del mundo…
- Querrás decir con el hombre más maravilloso del mundo…
- Yo…
- Takahiro… nosotros somos felices, deja que también Misaki lo sea…
Volví a mirarlos nuevamente, en verdad ambos se veían felices. Quizás, solo quizás, algún día podría llegar a aceptar esto.
- Mejor volvamos o comenzarán a preocuparse
- Manami
- Dime
- ¿Cómo sabías dónde estaba?
- Simple, volví antes porque quería estar con Misaki y cuando volví también los vi besarse pero lo que más me preocupó fue verte con esa cara y soltar los helados que llevabas.
- Gracias…
- ¿Por qué?
- Por estar siempre a mi lado
- No lo agradezcas… lo hago porque te amo
- Yo también te amo Manami
Cogí la mano de mi mujer y luego en un rápido movimiento la acerqué a mí para abrazarla. Nos acercamos así abrasados como estábamos a ellos y por alguna extraña razón ya no tenía ganas de gritar o matar a usagi, por el contrario… me sentía hasta cierto punto felíz
- ¡Niichan! ¿Por qué te tardaste tanto? ¿Y los helados? ¿Eh? ¿Neechan? ¿Cuándo volviste?
- Hola Misaki, volví hace un rato… hola usami-san
- Manami… por favor solo dime akihiko
- Está bien
- ¿Niichan? ¿Y los helados?
- Misaki lo siento, se me cayeron los helados y el heladero ya se fue
- ¡¡¡¡¿Qué?!!!! Ash, no es justo! ¡¡Yo quería un helado de fresa!!!
- Misaki quería preguntarte…
Sin embargo antes de que pudiera hablar con el menor una risa que no había escuchado nunca me interrumpió
- Jajajaja
Todos nos sorprendimos, akihiko reía tan alegremente mientras miraba a Misaki. En los más de 10 años que teníamos como amigos jamás lo había escuchado reirse de esa forma y Misaki con menos de una año de conocerlo....¿Desde cuando te volviste tan cálido usagi?
- ¡Sin duda eres un niño! ¿Molestarte por un helado! Jajajaja
Misaki no dijo nada, solo se limitó a sonrojarse y a golpear nuevamente el hombro de usagi, mientras que este seguí riendo y esquivaba sus ataques…
- ¡No te burles!
- No te enojes Misaki. Vamos los invito a una heladería ¿qué dicen?
- Síiii!
En esta ocación no me importó que esos dos parecieran haberse olvidado que Manami y yo seguíamos aquí....mi amigo tenía esa mirada dulce y esa cálida sonrisa… ¿qué te pasó akihiko? ¿Acaso es amor? ¿Y tú Misaki lo amas? ¿Debo tomar la forma en que lo miras y te sonrojas o la forma en la que te preocupas por él como respuesta a mi pregunta?
Solo sonreí. Mientras Misaki estuviera feliz, yo también lo estaría…
- Ah! Es verdad, ¿niichan qué querías preguntarme?-me preguntó como volviendo a acordarse de mi presencia
- ¿… Eres feliz?
- ¿Eh?
- ¿Eres feliz Misaki?
- ¿Sí…?
- Bien...Entonces vamos por un helado
Ambos me miraron intrigados. Ninguno de los dos entendió mi pregunta, solamente Manami lo hizo y ella simplemente se limitó a sonreír cálidamente mientras sujetaba mi mano con ternura.
¿Sabes Misaki? Desde que murieron nuestros padres, eres todo lo que tengo. Jamás permitiré que alguien te lastime y siempre estaré ahí para apoyarte. Si esto es lo que quieres y aún no me lo has dicho, debes tener tus motivos, pero te quiero demasiado como para lastimarte así que solo quiero que recuerdes siempre esto:
- “Te quiero Misaki… nunca lo olvides… siempre voy a estar aquí para apoyarte…hasta que decidas decirme la verdad esperaré por ti… hasta que estés listo esperaré por ti”
FIN