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Nuestra familia por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los personajes de KNB, no me pertenecen, solpo son utilizados por diversion 

Notas del capitulo:

Bueno este es mi primer KiKuro fue escrito en base a una bella imagen que se compartio en el grupo KiKuro y bueno, espero no me detesten por los temas de personalidad y esas cosas 

PEROOOO lo que me quieran decir siempre es bien recibido!!!

 

Kise se apoyó en la mesa de bocadillos cuando un nuevo mareo lo embargo, su cuerpo se sentía fatigado, sentía que la cabeza le explotaría en cualquier minuto, su pecho se apretaba cada vez que respiraba, pero no podía decirlo, no podía, no quería llamar la atención hoy, la fiesta era importante para Kuroko y para él pequeño Tsubasa.

El pequeño hijo de Kuroko hoy cumplía 4 años y todos estaban reunidos por tan memorable ocasión, el niño era la viva imagen de Kuroko, él rubio quería voltearse y contemplar la fiesta, pero el malestar empeoraba a cada segundo y los gritos de los niños no disminuían su dolor.

Ese pequeño había llegado dejando una locura en las vidas de todo, cuando Kuroko se había parado frente a todos sus amigos y compañeros el día de su fiesta de cumpleaños número 22 y había dicho que estaba embarazado, que ya tenía 2 meses, parecía que todos tendrían un ataque.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del rubio, la verdad es que ese día se le había roto el corazón, ese día había dado por vencido, cualquier posibilidad de llegar a confesar sus sentimientos a la pequeña sombra y ser correspondido se hicieron inexistentes, no pudo evitar que el incidente volviera a su cabeza.

Flash back

El silencio lleno todo el departamento, la verdad es que nadie sabía que decir, todos guardaron silencio, Kise creía que podían sentir su corazón romperse, la mirada de Momoi, Takao, Akashi e Himuro le partió un poco más el alma, ellos 4 estaban al tanto de sus sentimientos por el pequeño de cabello celeste.

-Kurokocchi…que alegría, un bebé es siempre una bendición.- el rubio de levanto y abrazo al pequeño, dando el ejemplo y guardándose el dolor en lo más profundo dentro de su pecho.- el padre de ese niño debe estar muy feliz…

-Tetsuya, debes decirnos quien es el padre.- esta vez fue Akashi quien hablo, la verdad es que era algo que todos querían saber, la pequeña sombra no salía con nadie, había tenido una fugaz relación con Kagami, pero que termino cuando cierto moreno lleno de pasión la vida del pelirojo, la verdad es que Aomine Daiki era el actual novio del Tigre, pero ambos fueron ex parejas de la sombra, lo que hacía a cada minuto más bizarra la situación.

-Lo siento Akashi-kun, pero no puedo entregar esa información.

-Kuroko, ¿son pareja con esa persona en este minuto?- el peliverde se levantó, hablo firme, pero representaba el sentir de todos, la verdad es que las posibilidades eran pocas, lo más probable es que ese bebé fuera hijo de Kagami Taiga.

-No estoy con él en este minuto, solo es el padre de este niño…- puso sus manos en su vientre, una ternura única lleno el ambiente, Aomine sostuvo la mano del pelirojo, tratando de no preguntar algo un poco obvio, pero de igual manera doloroso, Kise noto la incomodidad del moreno y también la de Kuroko.

-¡BASTA!- Kise grito con un gesto molesto en el rostro.- es el hijo de Kurokocchi y debemos quererlos por eso, lo demás no creo que importe demasiado, comportémonos como los amigos que somos y celebremos tan alegre noticia.

El rubio sonrío y le dio su fuerza a la pequeña sombra.

A todos les costó bastante acostumbrarse a Kuroko embarazado, pero estuvieron presentes, Aomine y Kagami lo visitaban a diario, llevaban regalos y le preguntaban por su salud, pero la verdad aún estaba la duda si el tigre era el padre del bebé.

Kise también se mantuvo junto a la sombra cada día que su horario le permitió, le compraba regalos, ropa, comida, un médico especializado que reviso y atendió todo el embarazo de la pequeña sombra, todo costeado por el rubio, era su forma de mantenerse a su lado, de cuidarlo, de amarlo.

Cuando Kuroko tenía 5 meses sufrió una caída, provocando un sangrado, nada de cuidado, pero para el rubio fue el indicio de que la pequeña sombra no podía estar solo, fue ese mismo día que se confesó y lo llevo a vivir con él, Kuroko no dijo nada solo asintió con la cabeza ante la confesión y luego cuando el rubio le aconsejo mudarse juntos, al departamento del primero, repitió el gesto en completo mutismo.

Todos llegaron el día del nacimiento del pequeño Tsubasa, el rubio estaba histérico, entraría a ver la llegada de ese pequeño al mundo, la verdad es que esperaba que ese pequeño fuera su ahijado, dándole de esta forma algún grado de parentesco con el niño, miro a la sala de espera donde dónde un pálido Aomine tomaba la mano de Taiga y la oprimía contra su pecho, el moreno tenía miedo, él amaba a Taiga como pareja  y a Kuroko como un hermano y si ese bebé era del pelirojo, toda su relación se podía ir al demonio, ni Kise, ni Aomine, podrían quitarle el beneficio de tener a sus padres juntos, la creatura no se lo merecía.

Cuando el niño llego al mundo él fue responsable de entregárselo a la nueva madre, quien solo agregó.- es hermoso, necesito que Aomine-kun y Kagami-kun entren.

El rubio no dijo nada, llamo a los demás, conforme la pequeña sombra se lo dijo, cuando todos estuvieron presentes Kuroko hablo.

-Kagami-kun ven…- el moreno apretó la mano del tigre, algo en su pecho se oprimió.- Aomine-kun tú también.- cuando ambos estuvieron junto a su antigua sombra.- quiero presentarles al pequeño Tsubasa y quiero pedirles algo muy importante, si a mí me llega a pasar algo, quiero que cuiden de él, quiero que sean sus padrinos…- les entrego a su pequeño quien era la viva copia de su madre, sin rasgos distintivos que pudieran indicar quien era el posible padre.

Todo se congeló y eso incluyo el mundo del modelo, la verdad es que todo en él se detuvo en ese minuto, sintió que nada de él importaba, no espero a escuchar la respuesta del par de luces del peliceleste, salió del cuarto con el corazón roto, lloró dejando que él dolor lo llenara, Himuro Y Takao lo habían encontrado en los jardines del hospital con el semblante devastado, no dijeron nada simplemente se quedaron a su lado, la verdad esa fue la primera vez que entendió que en la vida del pequeño no era más que un conocido y que tendría que conformarse con eso.

Fin flash back.

Un pequeño jalón en su pantalón le llamo la atención.

-Kisecchi…-el pequeño Tsubasa lo llamaba, Kuroko y él niño aun vivían en el departamento junto con él, no se podían hacer llamar una pareja o una familia, pero para Kise era como un hijo, los consentía a ambos, tanto a Tetsuya, como al pequeño Tsubasa, y de vez en cuando podía disfrutar de pequeños besos en los labio o sexo rápido y sin palabras, era lo más cercano que tenía a que sus sentimientos fueran correspondidos por la pequeña sombra.

Miro al pequeño a su lado, quien al ver que por fin le ponía atención hablo.- me cadgadas cuando me canten, quiedo que tú y mami estén a mi lado.

-Si amor…eso es obvio, no me perdería la oportunidad de estar contigo Tsubasacchi – se agacho para besar la mejilla del niño, logrando que se le nublara la vista por un segundo y teniendo que apoyarse en la mesa nuevamente.

-¿qué paso Kisecchi?…llamade a mamá

-no mi amor solo me siento ahogado, saldré un segundo.

Kise respiro, sentía su pecho acelerarse a cada segundo, la fiebre subía, de verdad que le ardía la cara, con la respiración jadeante de dejo caer junto a la puerta, debía soportar aunque fueran un par de horas más, debía resistir por Kuroko, él no podía arruinar el día especial de la sombra y del pequeño.

La fiebre seguía mientras la jornada avanzaba, pero logro resistir hasta el final de la fiesta, pudo disimular su malestar, tuvo que evitar a Akashi, a Midorima y a Takao, quienes obviamente se darían cuenta de su situación, hasta que finalmente los niños y sus padre se fueron, dejando un departamento completamente desordenado y un pequeño niño de cabellos celestes rodeado de juguetes dormido en el sofá.

Kise se fue a su habitación mientras Tetsuya recostaba al pequeño, se sentó en el borde de la cama, el dolor de cabeza lo estaba matando, sentía que los oídos le zumbaban, repentinamente todo a su alrededor comenzó a girar,  apoyó su cabeza en la almohada buscando mejorar el malestar, pero la sensación palpitante en sus cienes le hizo gemir, aplico presión rápidamente en donde el dolor se volvía punzante, se volvía cada vez más insoportable, apretó los dientes, su respiración se volvía errática con el pasar de los minutos, sin lograr controlarse, el dolor era demasiado.

Sintió la tela de la camisa pegada a su cuerpo y como si le oprimieran la garganta, se ahogaba, por más que intentaba no lograba recuperar el aliento, comenzó a tirar de su corbata, abriendo los botones de su camisa sobre su pecho, se desesperó, el aire parecía no querer pasar por su garganta, esta ardía con cada bocanada de aire,  podía sentir como el sudor de su cuerpo era más y más notorio, la fiebre le debía haber subido de golpe, ya no sería capaz de disimular.

-Kise-kun creo que la fiesta salió muy bien… - el pequeño peliceleste entro sin prestar atención a la cama.- de verdad fue maravilloso, aunque el desorden es demasiado me tomará días…- se quedó en silencio al ver al rubio, algo en el cuerpo de Kuroko estaba paralizado, una sensación de angustia lo recorrió, se avecinaba algo realmente malo, era un mal presentimiento, casi como un mal augurio.

-Kise-kun…- el rubio abrió los ojos viendo a la pequeña sombra a su lado que se había acercado rápidamente, pero con el mismo gesto en su rostro, con la mirada como siempre.- ¿qué tienes?

-no…es…nada…un…resfrío…- jadeaba, no podía hablar de forma continua.

-Te pondré el termómetro…- el acto le tomo segundos a la sombra, era una madre después de todo.

El rubio se levantó cuando el pequeño peliceleste le saco el termómetro, se sentía realmente mal, su corazón latía demasiado rápido, podía sentirlo en todo su pecho, no espero respuesta o comentario del menor, debía salir del departamento.

-Kise-kun…-Kuroko comenzó a preocuparse, miro a su compañero.- ¿qué haces? tienes casi 41 de fiebre- la sombra le reclamó al actual piloto, quien se había puesto de pie y trataba de tomar su billetera y celular.

-No quiero que tú o él niño se contagien… me iré a algún hotel...

El peliceleste tomó el teléfono de entre las manos del rubio y marco rápido.

-Kagami-kun, tú y Aomine-kun pueden volver de forma urgente.

-¿Qué ocurre? ¿Tú y Tsubasa están bien?

-Sí, es Kise-kun hay que llevarlo al hospital ahora.

Él rubio se volvió a sentar, jadeante, se sostuvo el pecho, jamás había sentido su pecho y su cuerpo así, puso las manos de corazón quien latía desbocado, le dolía demasiado, sentía que su corazón era golpeado desde dentro, con cada palpitación sentía como se apretaba su pecho.

Con Ayuda del pequeño Kise llego a la sala, Kuroko fue por agua debía hidratar al rubio ahora mismo.

-Kise-kun siéntate, estoy llamando a Midorima-kun para que te atienda.

-¿Mami?

Tsubasa se había despertado y había recordado que Kisecchi no le había dado un beso de buenas noches.

-¿Mami que pasha?

-nada mi amor, Kise-kun está enfermo, lo llevare con tío Midorima.

-Kisecchi…- al pequeño se le aguaron los ojitos.- ¿no se chente ben?-el pequeño avanzo lo más rápido que pudo hasta llegar donde el rubio estaba sentado con gesto de dolor, pero cuando el pequeño levanto su manito para acercarse al rubio, su madre lo detuvo

-No toques a Kise-kun ahora Tsubasa.

El corazón del rubio comenzó a doler, la verdad es que deseaba el contacto con alguien, se sentía a morir, pero sabía que Kuroko debía mirar primero por la salud de su hijo, el en ese minuto era un riesgo para el niño, era mejor que él pequeño se alejara de él.

-¿pedo mamí Kisecchi no ta ben?...-miro al rubio notando las lágrimas que corrían por sus ojos.- Mami men Kisecchi esta llodando..

Kuroko sintió el timbre y le pidió a su pequeño que le abriera que eran sus padrinos, mientras el corría a ver al rubio.

La pareja entro rápida, pero en la sala se quedaron detenidos ante la escena, Kise se oprimía el pecho mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, se había acercado al cuerpo de Kuroko, apoyando la cabeza en su hombro, quien con gesto preocupado trataba que el rubio se levantara, la mano de Kuroko estaba en el pecho del rubio, se veía asustado y preocupado, Tsubasa comenzó a llorar.

El rubio intento ponerse de pie, pero su cuerpo se sentía pesado, la vista se le nublaba, el moreno llego a su lado para ayudarlo a llegar al auto, mientras el tigre se quedaba con un lloroso Tsubasa en la sala, el cuerpo de Kise estaba sudando y muy acalorado, para Aomine ver a su amigo de esa forma era preocupante, por alguna razón sentía que algo muy malo podía pasar si no actuaban rápidamente.

Debían moverse rápido, el rubio se apretaba el pecho con desesperación, Aomine había recibido en la academia diferentes capacitaciones, entre ellas primeros auxilios, temía que el rubio pudiera sufrir un ataque cardiaco en cualquier minuto., se podía notar su cuerpo muy caliente por la fiebre y su presión debía estar en las nubes, lo subieron en el auto, si era necesario Aomine usaría las luces de la patrulla, debía llegar con Kise para que Midorima lo atendiera.

-Tetsu, ¿Cuándo paso esto? … la fiesta no termino ni hace media hora.- el pequeño trataba de secar el sudor que hacia notorio en la frente del rubio.

-No lo sé Aomine-kun, cuando llegue al cuarto él estaba así...Le pondré el termómetro, Midorima-kun dijo que monitoreaba su temperatura.

Cuando le puso el termómetro el rubio abrió los ojos.

-¿Dónde está Tsubasacchi?...- el peliceleste limpio la frente del rubio, no paraba de sudar, su respiración se entrecortaba, le costaba mucho hablar, se notaba el esfuerzo en cada palabra.- no...Debes…dejarlo...solo…Kurokocchi…ni menos acompañarme…te puedes…enfermar…yo pude ir solo.- Jadeaba nuevamente, mientras su respiración se volvía nuevamente errática.

-Kise-kun, no hables…

-No quiero que Tsubasa se enferme por mi culpa… ni menos tú…no tienes ninguna responsabilidad conmigo Kurokocchi…

-Kise-kun…

-No quiero ser una carga Kuroko…no te sientas obligado por vivir conmigo a tener que acompañarme…somos solo amigos…

-Kise-kun de que hablas…

-Te oí en el Karaoke, sé que no me puedes considerar tú pareja, que no puedes quererme… ni menos tenerme un cariño más grande…la verdad te estoy agradecido…Kuroko gracias a ti he tenido al pequeño Tsubasa por estos 4 años en mi vida…- la respiración del rubio se acompasaba, de apoco, su cuerpo comenzó a ponerse lacio, dejo caer sus manos a los costados a sus costados, parecía que perdería la conciencia en cualquier minuto.- lo…único que lamento…es no haber sido… lo suficientemente bueno para ti…- el rubio perdió el conocimiento cayendo recostado entre los brazos de la sombra.

-Kise-kun… reacciona, ¡Ryota por favor reacciona¡- Aomine notó la desesperación en la voz de su antigua sombra, cuando miro por el retrovisor el más pequeño mostraba un gesto de preocupación, sus labios hacían una pequeña mueca, y su manos temblaban visiblemente, el rubio recobro el conocimiento, mientras un desesperado Kuroko gritaba.-¡ AOMINE-KUN RAPIDO POR FAVOR!

El moreno dejo al rubio y a la sombra en los asientos de la consulta del hospital, para buscar al peliverde urgente, la llegada fue rápida y sin problemas.

 El rubio se sacó el termómetro entregándoselo a la pequeña sombra.-…Kurokocchi no me siento nada bien…- en todo ese tiempo el rubio jamás había mencionado el malestar, el pequeño miro el termómetro, marcaba 42, el miedo lleno el cuerpo de la antigua sombra, él más alto perdió fuerzas, desplomándose a pesar del esfuerzo que hacía el peliceleste para que no fuera a dar al suelo, repentinamente su cuerpo empezó a convulsionar entre los brazos del peliceleste, Kuroko llamo por ayuda, las piernas y los brazos del rubio golpeaban una y otra vez contra el suelo, el peliceleste le sostuvo la cabeza para que no corriera la misma suerte, Kuroko empezó a gritar por ayuda; con desesperación, la necesitaba, sentía que estaba perdiendo al rubio, que se moría entre sus brazos, no era capaz de detener el cuerpo de Kise, las convulsiones eran fuerte, parecía que en cualquier minuto el ataque se volvía peor.

Midorima y Takao llegaron rápidamente con Aomine pisándoles los talones, pusieron al rubio en una camilla y lo ingresaron, Takao, se acercó a la pequeña sombra, unas enfermeras detenían las convulsiones junto al peliverde.

-Kuroko, ven debes calmarte…- el ojos de halcón lo saco del transé en que se encontraba, mientras lo dirigía de vuelta a los asientos de la sala de espera.- Kuroko necesito que me digas cuando se puso tan mal Ki-chan.

-No lo sé

-Tetsu…- Aomine le tendió una botella de agua, para que se calamara, las lágrimas bajaban caudalosas por las mejillas del pequeño.

-Kuroko…

-Debí decirle.

-…- tanto Takao, como Aomine miraron con un gesto de duda en el rostro.

-Debí decirle que lo amo, si algo le pasa, no podría perdonarme, no podría…- en el rostro del menor se podía distinguir la mueca de dolor, como si algo en su pecho se rompiera, como si su mundo se estuviera cayendo a pedazos.

-Él lo sabe Tetsu, Kise no es tonto…

-El cree que no lo quiero… el me escucho….en el Karaoke hace unos meses… lo escucho de mi boca…solo estaba molesto…solo molesto- el pequeño se dobló sobre sí mismo sollozando con fuerza, cubriendo sus labios acallando los jadeos y el dolor que salía desde su alma.

Flash back

-Anda Kuroko, todos sabemos que Kise es un idiota, pero no puedes estar tan molesto con él, después de todo ustedes están junto.

-Eso no es verdad Kagami-kun.- el rostro serio del pequeño les quito la alegría a ambos jugadores, se suponía que esa salida sería para celebrar y pasar un buen rato, pero el rubio se había quedado dormido sobre su hombro provocando que el peliceleste le gritará que fuera a lavarse la cara que él no era un niño para dormirse tan de golpe.

-Tetsu, déjate de bromas, llevas casi 5 años con Kise ¿todos lo sabemos?

-Nosotros vivimos juntos Aomine-kun, pero no somos una pareja, sinceramente creo que somos algo como amigos con derechos o quizá solo es mi forma de agradecer que él me deje vivir en su departamento con mi hijo.

El silencio se hizo presente, nadie quería emitir ni un comentario y tampoco nadie noto a cierto rubio que no había podido terminar de abrir la puerta ante el inmenso dolor que las palabras de la antigua sombra de Seirin habían provocado.

Fin flash back

Las hora pasaban rápidamente, cerca de las 2 de la mañana, Midorima salió informando que Kise debía quedarse en observación, que no parecía ser más que una gripe, pero el aumento de la fiebre le preocupaba, su cuerpo se había descompensado demasiado rápido, provocando un significativo aumento en su presión arterial, el dolor en su pecho era probablemente por la misma razón, pero no se podía descartar nada, le haría exámenes para descartar que el dolor de su pecho pudiera corresponder a algún problema cardiaco.

A las 9 de la mañana Kagami llego con un lloroso Tsubasa a ver a su mamá

-Taiga no debiste traerlo.- Aomine no quería regañar a nadie, pero Tetsu no estaba en condiciones de preocuparse por su hijo, la pequeña sombra había llorado toda la noche apoyada en el pecho del moreno o del ojos de halcón, Midorima le había ordenado calmarse o lo tendría que sedar.

-con suerte durmió, solo nombraba a Kise, estaba asustado, era la mejor idea…- Taiga miró a la sombra, el semblante de ambos peliceleste era devastador, Aomine le había dicho que él modelo estaba bien, pero aun así la preocupación era grande.

Kuroko tomó al niño en sus brazos, ninguno dijo nada solo se miraron y se abrazaron, ambos sentían que podían perder a Kise.

-Mami…pedoneme…Kisecchi enfedmo po mi cupa.- el pequeño escondió su rostro en el cuello de su madre.

-No mi amor no digas eso…- Kuroko quería llorar, sentía una angustia tan grande y ahora su pequeño también lloraba.

-Pedo… yo cuche a Kisecchi decid que si el nu tuvieda tu y yo sediamos filices….- al niño se le llenaron los ojitos de lágrimas.- que si el no tuvera yo tendia papa… y…y…yo desee un papa… yo quedia un papa y lo desee a mi pastel… desee un papa entonces el femo… él se va a modid po mi deseo…yo solo quiedo que kisecchi  sea mi papa…

El llanto del pequeño llamo la atención de los presentes, hasta que miraron al peliceleste quien también llorada calladamente.

-si mi amor yo también quiero que él sea tú papá…¿quieres que se lo pidamos junto?- el niño asintió metiendo un dedito a su boca.- cuando tío Midorima salga, nos dirá si podemos ver a Kise-kun y se lo diremos.- ambos guardaron silencio y esperaron juntos el peliverde, se abrazaron, compartieron el calor del otro, la ternura, la compresión, eran una familia y era hora de darle el nombre correcto.

Midorima salió para explicar que la fiebre del rubio ya había bajado, que no había tenido más convulsiones, pero que si había subido un poco en la noche, que si a medio día se encontraba sin cambios le daría el alta, pero deberá guardar reposo por lo menos 5 días.

Todos tuvieron cierta paz con las palabras del de lentes, debían llamar a Akashi para avisarle la situación.

Los pelicelestes entraron en silencio a la habitación donde Kise descansaba, estaba pálido, se veía ojeroso, rodeado de máquinas, controlando sus signos vitales.

-Kisecchi despiedta…- el pequeño fue sentado en la cama, tocó el brazo del mayor para llamar la atención.- Mami y yo estamos piocupados pod udted.

-mmmm…¿qué paso?...Kurokocchi, Tsubasacchi, lo siento creo que arruine su día.

-No digas eso…Kise-kun yo…- el peliceleste bajo la vista, como si en el suelo estuvieran las palabras que debía decir, Kise interpreto la situación, era obvio que Kuroko se había quedado durante la noche, él había sido una molestia, lo había obligado a estar lejos de su hijo, ya era una molestia para la madre,  Kise sonrío,  ya no podía seguir siendo tan egoísta, hoy se acababa, hoy vería por el bien de aquellos a quien más amaba.

-Kurokocchi, cuando me den el alta me iré del departamento, quiero que ustedes se lo queden… tómenlo como un regalo de despedida.

El mundo de ambos se detuvo.

-¿papi?...-esta vez fue Tsubasa quien hablo.- papi no…podfavod papi no te vayas no me dejes… no dejes a mami…no me dejes solito, no pedes no debes papi…-quien se abrazó con desesperación al pecho del rubio.

-Tsubasa…¿cómo me llamaste?- el rubio acaricio la cabeza sintiendo que se llenaba de emoción y de tristeza, cuanto había soñado con ser el padre de ese pequeño, pero no era más que un deseo imposible.- amor… no debes decirme así… tu mami se va a molestar…

-No hables por mi Kise-kun- la pequeña sombra se veía triste, con el gesto sombrío, el modelo no pudo evitar recordar ese último año en Teiko, ese último año donde todo había cambiado, el gesto del sexto hombre fantasma, era el mismo que hoy se podía ver en los ojos del peliceleste, el dolor, la angustia, la frustración contenida, todo, estaba presente nuevamente, esa mirada vacía, sin brillo, sin esperanza.

-Lo siento Kurokocchi, pero creo que ya es minuto que hagan su camino sin esta pesada carga que están llevando… cualquier persona los amara y podrán ser una familia… yo no puedo seguir deteniéndolos por mi egoísmo.

-Kise-kun no ha sido nunca egoísta, yo he sido un egoísta y no he visto el daño que te cause… Ryota-kun…

El rubio abrió los ojos, no podía creer que el otro lo llamara por su nombre.

-Te quiero Ryota-kun…creo que fui un idiota en creer… en pensar que solo con las cómo estaban tu podías ver mis sentimientos… yo… te amo…seamos una familia juntos…no mejor, digamos al mundo la hermosa familia que hemos sido estos últimos 5 años.

-Puedo decidle papi a Kise-kun verdad mami.

-Todo depende de lo que él diga…

El rubio solo estaba en silencio, con los ojos cerrados, sentía que todo era un sueño, que por fin podría estar con quien amaba, que siempre se quedaría a su lado, los miro con profundo amor, esa era su pequeña y diferente familia.

-Siempre haré lo que me pidas Tetsuya, siempre…- el rubio se dejó abrazar por el pequeño y por la sombra, eran una familia, extraña y diferente, pero una familia, no había más que pedir.

 

Notas finales:

YYYYY}????  OPINIONES ???

Le pongo y hago más de esta bella o me rindo y me alejo de estos dos,.,, nooo en realidad lo seguire escribiendo si la inspiración me da 

 

 

Besos!!!!!!


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