- Sólo dos palabras, Leorio. –
- Ya sé eso… pero…-
- Dilas, y te lo permitiré.-
- Está bien. – Respiró hondo, y soltó. – Me gustas. Kurapika, quiero estar contigo. Te amo… ¿Contento? –
Una mano se estrelló contra su mejilla, sintiendo un poco de dolor al principio y cerrando los ojos de golpe. Cuando sintió un dedo moverse por su mejilla, acariciándola, abrió los ojos, y observó al Kuruta. Estaba sonriendo, y le acariciaba la mejilla dulcemente. – Más que contento. – Admitió, besándolo luego.
Leorio se sintió en el cielo, y lo abrazó contra sí. Después de todo esas únicas dos palabras de verdad hacían milagros.
OWARI
¿esperaban más? ¡Es un Drabble, por Dios!