Capitulo 1
Oscuridad… todo lo que veía era eso, también sentía frio… Mucho frio, eso me iso recordar aquel viaje que hicimos en Alaska. Teníamos mucho frio y tú me prestaste tu abrigo para que yo me calentara en la noche, al día siguiente en la mañana casi tuvimos que ir al hospital porque te quiso dar hipotermia, tuvimos que meterte en un montón de mantas y abrigarte bien. Pero no aprendiste la lección, la noche de ese mismo día me prestaste tus mantas porque estaba temblando de frio. Después de eso pasamos varios días en el hospital ya que te había dado hipotermia y pulmonía, estuviste desmayado por cuatro días. En la tarde del 5to día despertaste, lo primero que dijiste fue mi nombre…
Cosas como esas no las supe valorar... eran pequeños detalles que por eso mismo, por ser pequeños no los supe apreciar lo suficiente, ahora esos pequeños detalles son lo más preciado que tengo, son detalles que jamás olvidare y siempre los atesorare… siempre los tendré conmigo hasta el fin…
Ahora estoy aquí encerrado en estas cuatro paredes sin ninguna salida, asustado, hambriento, lastimado, deseando estar contigo, sentir tu olor, tu calor escuchar tus risas pero no puedo.
No estoy solo hay más personas con migo en la habitación, hay una pareja, parece que la mujer está embarazada ya que tiene un bulto en su estómago, el que supongo es su pareja la está abrazando y consolando, ella está llorando. Lose porque sus sollozos es lo único que logro escuchar.
También hay dos jóvenes como de mi edad, un poco mayores quizás, ellos me recuerdan a nosotros, eso me llena de nostalgia y tristeza… están abrazados con una de sus manos entrelazadas. Creo que fui muy evidente que los estaba mirando ya que uno de ellos me miro y me sonrió, una sonrisa llena de tranquilidad y calma, sin algún rastro de miedo o tristeza…
Una sonrisa como las que me mostrabas cuando me querías tranquilizar solo que con una diferencia… no tiene ese brillo especial que solo tenía la tuya.
Escucho un grito que hace que vuelvan miles de memorias y sentimientos a mí, me da un mareo el cual me provoca que casi caiga al piso, cierro mis ojos tratando que hacer desaparecer todo lo que siento… siento un fuerte dolor proveniente de la caída que acabo de recibir debido al mareo, parece que sí consiguió lo que quería. Después de eso lo único que veo es oscuridad, nada más oscuridad. Una oscuridad que me absorbe y me sofoca, trato de pedir ayuda pero no hay nadie, estoy solo. Cansado de pelear con la oscuridad me rindo y dejo que esta me absorba, pero cuando ya solo son milésimas de segundos para que sea absorbido completamente aparece una luz que hace desaparecer la oscuridad y de esa luz sales tu extendiéndome la mano, cuando te la pienso tomar siento como una corriente fría cubre todo mi cuerpo, abro los ojos y puedo ver a cuatro pares de ojos mirándome
-estas bien? – sentí como alguien me sentaba – sí... No te preocupes solo fue un mareo – un mareo que ojala nunca hubiera sucedido – antes de venir aquí estabas enfermo? Te he visto un par de veces y siempre luces mal…- rio con sarcasmo y lo miro, era el joven que me había sonreído, lo miro directamente a los ojos – como quieres que me encuentre bien estando en un lugar como este?. Hemos estado días sin comer, sin probar una sola gota de agua y tú quieres que este bien?... agradezco tu preocupación, pero no digas cosas tan estúpidas – veo como los otros tres me miraban de diferentes formas, lastima, sorpresa y enojo
Llevaba hay encerrado 5 años… años que han sido la peor tortura que pude haber vivido 3 con tigo y 2 sin ti.
E conocido a todo tipo de personas y he tenido que compartir una habitación con todas ellas hay junto a mí.
Lo que me parece más curioso es que a cómo llegan se van, lo más que duran es una semana o dos, los mandan a llamar y después de eso solo se escuchan gritos, un grito lleno de dolor, sufrimiento… un grito que siempre me ha tocado escucharlo, pero que nunca lo he tenido que emitir yo.
Todo empezó un 17 de setiembre del 2006, estaba visitando a mi madre que estaba internada en el hospital central. La habían diagnosticado con cáncer hace un par de años, y la tuvieron que internar debido a que su salud iba decayendo cada vez más. Los doctores me habían dicho que solo le quedaban unos meses de vida. El tratamiento costaba mucho y no lo podía conseguir, pero me esforcé y conseguí 4 trabajos para poder juntarlo. Solo me faltaba un poco más de la primera parte, pero los doctores no me quisieron recibiera lo que tenía.
- No te preocupes hijo… vamos a lograr salir de esto…-
Esas fueron las palabras que me dijo, las recuerdo tan bien que siento como si hubiera sido ayer.
Seguro te preguntaras si conseguí el dinero, si… si lo ise, pero muy tarde. Cuando logre que me dieran un adelanto lo conseguí, pero dure dos semanas en que pudiera regresar al hospital, no porque yo no quisiera, sino porque no tenía tiempo.
Un sábado en la mañana la llame, le dije que al día siguiente me iba temprano para poder estar con ella, me dijo que no me apresurara, que te quedaba tiempo. Antes de despedirte de la llamada me dijiste
- Pase lo que pase nunca te rindas, sigue adelante, cumple tus metas y no te equivoques de camino. Eres un gran hijo, siempre lo fuiste…me ayudabas en todo lo que necesitara, recuerdo una vez –risa- que te dije me sentía mal y tú me dijiste que como me iba a sentir mejor, te dije que me gustaría un durazno que con eso me iba a sentir mejor, y tú te fuiste al mercado a pedirle a todos un durazno –sollozo – un señor, al que siempre le comprábamos fruta te lo dio y tú fuiste y me lo diste – más sollozos – tu padre tuvo que ir a la tienda del señor a darle el dinero de este, pero el señor muy amable nos dijo que era un durazno especialmente para las personas como tú – ya no eran sollozos los que escuchaba, mi madre estaba llorando… llorando como nunca la escuche llorar… como si fuera el fin… - y así eres hijo… eres muy especial, tienes un gran corazón y eso las personas lo pueden ver a distancia, pero no todas las personas lo pueden ver para hacer cosas buenas, nunca te dejes engañar. – iso una pausa, escuche que respiro profundo y después suspiro – te quiero mucho… nunca lo olvides, y tu padre igual aunque a veces no lo aparenta pero lo hace – al escuchar ese ¨te quiero¨ supe que algo no estaba bien, desde el principio lo supe ahora que ve y lo único que ise… lo único fue… - yo también mama… te quiero mucho -…
Después de eso colgó, solo colgó. Al día siguiente en la madrugada me llamaron diciéndome que ella había tenido un ataque respiratorio ya que el cáncer había llegado a los pulmones y ellos no lo habían detectado. Ese día no fui al hospital, fui al juzgado con mi padre y demandamos el hospital. Nosotros ganamos la demanda y nos dieron el triple del dinero que necesitaba mi madre…porque?... porque ahora tengo todo este dinero y no a mi madre?...
Eso fue lo que pensé, aparte de rabia, dolor, angustia, soledad…
Enterramos a mi madre el 20 de diciembre. Había un cementerio cerca de nuestra casa que en vez de poner lapidas sembraban un árbol, a mi madre siempre le gusto, dijo que esos árboles tenían miles de recuerdos para otras personas y ahora para nosotros también.
Nunca había llorado tanto, tenía tantas cosas que decirles y no pude, no pude decirle la gran madre que fue, lo mucho que la admiraba. Demás porque se tuvo que ir? Porque me dejo si dijo que le quedaba tiempo? Porque… porque nadie me pude contestar esto? Porque tan tas preguntas sin respuesta… porque la vida tiene que ser así…
Una vez me dijeron que dios tiene un camino para ti, un camino que ya está escrito, un camino en el que él siempre va a estar hay contigo, a tu lado para que te apoyes en el si tropiezas. Pero si dejas ese camino ya no tendrás en quien apoyarte, en quien sostenerte si tienes ganas de caerte, ya no habrá nadie…
Así que quizás no le encuentre respuestas a mis preguntas, pero sé que me toco esta vida por algún motivo que te conocí por algún motivo, que quizás muera aquí con algún motivo, que dios me iso esto por algún motiva… quizás nunca sepa cual, pero almenos sé que todo lo que he vivido no fue en vano.
Escucho mi nombre, sé que pronto será mi fin y tengo mucho más que decir, que escribir. Escucho como la puerta de metal se abre pero no se asoma nadie, no voy a salir, necesito terminar esto que empecé, esto |que quiero que otras personas sepan. Que vean lo bonita que puede ser la vida aunque no lo resulte así.
Observo como la puerta se cierra de nuevo. No me interesa ahora pensar porque fue que se cerró lo único que quiero es recordar y recordar.
A partir de ahora empezare hablar de nosotros dos…