Kuroko pov
************************
Soy Kuroko tetsuya, tengo diecisiete años, vivo en la casa de mi padre y madre, aunque a ella casi no la veo, siempre esta con sus amigas o de comprar o busca escusa alguna para no verme
Tengo el cabello azul claro y ojos de igual color, soy un poco delgado, más de lo normal, llevo conmigo siempre mi cara de póker, gracias a que mi padre me “educo” ((según él)) así para que fuese una persona serie y temple en todo lo que hiciera. Desde pequeño me obligaron a no sentir ninguna emoción, nada como el amor, el cariño, el dolor o la tristeza… ninguna de estas me eran permitidas sentir pero si soy sincero conocí muy bien alguna de ellas. Entre estas esta la soledad, el abandono, la tristeza… es increíble que a la edad de dos años supiera a ciencia cierta que era sentir todo aquello… pero ahora eso no me importaba, desde hace algunos años, me prometí venganza pura tras esos sentimientos que crecieron dentro de mí pero ahora que lo pienso soy débil, muy débil para hacer cualquier cosa.
No me puedo ni siquiera defender de mi padre cuando me golpeaba o me golpea siempre es igual. Me golpea, me toca y se larga… todo para satisfacer su hambre sexual conmigo, pero solo puedo pensar-((y la estúpida de mi madre. Entonces para que le sirve))- pero ella solo es una zorra que disfruta viendo que me pegue, al inicio mi padre la obligaba a ver qué era lo que debía hacer cuando él no estuviera y ahora lo hace con gusto.
No comprendo bien el por qué hacen esto, si desde pequeño siempre eh echo todo lo que me han pedido y aun así me golpeaban aunque suelo pensar que no soy hijo… no sé si es porque no me parezco nada a ellos o por la forma que me tratan… pero todo esto me hace dudar… siempre he leído sobre las familias y todo lo relacionado pero nunca, nunca en esas historias aparece algo como esto. Hay frases que me explican o dicen que aunque peleen, los reprendan o en algunos casos le peguen siempre habrá amor. Pero aquí no se muestra ni una pizca de eso… siempre son golpes, insultos o lo más peor encerrarme en aquel cuarto sin comida ni agua.
He pensado muchas veces en suicidarme o largarme de esta casa. Hasta lo he intentado pero el siempre encuentra la forma de detenerme y las consecuencias son mucho peores. Tan solo quisiera que un día en esas palizas que me da, me matara y cargase con mi muerte el resto de su miserable vida, pero eso parece importarle muy poco. Cada vez que lo hace, siempre es más despiadado, nunca se retiene y siempre encuentra formas más crueles de torturarme… y lo peor es que me dice “es por tu bien, para que aprendas a comportarte”-
Es solo un cínico frustrado que quita su rabia conmigo. Por eso lo odio tanto, ese maldito desgraciado está mal de la cabeza…
Pero qué más da, siempre me toca aguantar, el conoce a demasiadas personas y me puede encontrar en un segundo… ya lo he intentado tantas veces que he desistido de la idea de poder ser libre de esta oscuridad en la que eh vivido desde que tengo memoria
…
Me levante a las siete de la mañana como siempre hago desde pequeño, toque mi labio aun un poco hinchado por el golpe de anoche.
-todavía duele- me pregunto alguien desde la puerta
-momoi… no- respondí sin mostrar alguna expresión- ya paso
-qué bueno- me contesto – me duele tanto que te hallan pegado por mi culpa
-eso no es cierto, me lo merecía- le dije sentándome
-eso no es cierto- me dijo agachado la cabeza y es que la verdad ella no tenía la culpa yo solo la defendí de mi padre, él quería llevársela a la cama y golpearla, pero siempre hago lo mismo desde que el intento eso. Intervengo y me llevo yo el castigo la violada y los golpes… pero eso no me importa. Se con certeza que se siente todo aquello, pero ella no ha sufrido nunca físicamente, porque emocionalmente puedo decir que sí. Ya que ella ingreso a trabajar a esta casa cando solo tenía 16 años y yo tenía trece, gracias a que sus padres la vendieron.- no debes interferir
-tu sabes que eso no está en discusión- le dije más serio
-lo se… pero
-no hay pero- le dije
-está bien, toma la medicina para la inflación que ya casi está listo el desayuno, su padre lo espera en media hora en el comedor- me dijo a lo que yo asentí y ella salió de mi cuarto
Me levante despacio, tratando de no mover mucho mi cuerpo, pero era inevitable, tenía golpes en partes claves, como en la cadera, en mi espalda, costillas y pies.
Solo pude suspirar para meterme al baño, dejando que esa agua fría cállese en todo mi cuerpo, relajándola
Después de 15 minutos en la ducha, Salí a vestirme, me tenía que poner algo tapado para que no se viesen mis golpes… así que decide ponerme un cami-buzo (es una de esa prenda que parecen camisa pero tiene las mangas larga, en mi ciudad las llaman así) negro, con una pantalón rojo y zapatos negros. No puedo negar que me daban bastante dinero y lo bueno es que me dejaban escoger mi ropa con tal de que cumpliera órdenes y no dejase que nadie supiera nada de la familia excepto lo que dijera mi padre
Después de arreglar un poco mi cabello, baje lentamente las escaleras llegando al comedor donde estaba mi madre sentada al lado de mi padre. Lo que más agradecía era mi poca presencia ya que nadie me noto al bajar por lo cual me toco carraspear un poco la voz sobresaltando a todos. El mayordomo corrió la silla al lado de mi padre para sentarme en ella
-buenos días – saludo cordialmente si dar ninguna expresión
-buenos días- respondieron estos sin ninguna expresión, mientras mi padre leía el periódico y mi madre miraba su celular
-el desayuno está listo- nos avisó el mayordomo, mientras que hacía pasar a las sirvientas que nos sirvieron tocino con huevo, un par de tostadas y cereal. Eso era demasiado para mí. Antes comía muy poco y más ahora que estaba medio enfermo
-tetsuya- hablo mi padre- hoy necesito que recibas a unos socios que vendrán a quedarse por un año en esta casa. Los trataras bien.- me ordeno
-si señor- le respondí- pero me siento un poco…- antes de que terminara él ya me había pegado un gran golpe en la cara lastimando el anterior.
-CUANTAS PUTAS VECES TE HE DICHO QUE NO HAY PEROS EN LO QUE YO TE DIGA!- me grito a lo que yo solo asentí- espero que te portes muy bien en el tiempo que ellos estén, no quiero sorpresas porque sufrirás las consecuencias – me dijo serio- antes de irte subirás a mi despacho
-si señor- respondí mientras con la servilleta, me quitaba el rastro de sangre
-ve y te limpias eso, que se ve asqueroso. Tápalo, maquíllate. Has algo para que no se vea tan feo y no lo noten
Me levante de la mesa, dando las gracias para dirigirme a mi cuarto, serrando la puerta con seguro. Adentrándome al baño de mí cuarto
-maldición me va lastimado la herida anterior – me dije a mi mismo mientras la miraba en el espejo.
Limpie la herida con un poco de alcohol. Pero fue mala idea porque ardió mucho, demasiado y es que yo acepto que soy un verdadero desastre para estas cosas, nunca se curar bien una herida, no se lavar un plato, ni hacer un arroz, porque siendo sincero se me quema hasta el agua. Lo único que sabía hacer, era aceptar órdenes para que no me golpearan pero muchas veces no funcionaba
-auch- me queje cuando la lave.
Después de tenerla limpia, me puse un poco de maquillaje para taparla pero ahora ese lado había quedado más blanco que mi cuerpo, así que me toco ponerme en toda la cara un poco más, para que no se notasen que estaba golpeado. Ahora si parecía un verdadero fantasma.
Me sacudí un poco la cara para que el maquillaje no se notara tanto para luego cambiar mi cami-buso ya que se había manchado de sangre cuando mi padre me había proporcionado el golpe.
Cuando me cambie me tumbe a la cama a descansar un poco, hoy no iría a la universidad me estaba enfermando muy fácil últimamente y eso no me gustaba, pero no podía ir al médico, el escándalo no le serviría a mi padre así que me tocaría aguantarme.
-toc- toc- oí un ruedo en la puerta
-quién es?- pregunte
-ábreme mocoso- dijo mi madre desde la puerta
-un momento- le dije
-¿por qué sierras con seguro?- me pregunto- sabes que a tu padre no le gusta ¿quieres que se entere?- me dijo como si tuviera el control pero se sabía que no me conocía ni un poco. Ella todavía piensa que soy ese niño ingenuo
-haga lo que quiera- le dije sin ninguna expresión volviéndome a tumbar a la cama
-mocoso impertinente, crees que puedes contra mi… jajá are que te meta a ese maldito cuarto y te deje ahí un mes entero- me dijo con odio
-inténtelo, pero si lo piensa bien, hoy recibiré a los socios de mi padre y eso sospechoso que me vean una vez y luego desaparezca por un mes entero, ¿no lo cree?- el dije sin ninguna expresión, mientras cogía el libro que se encontraba en mi mesa de noche y comenzaba a leerlo – o tan bien le puedo decir que te acuestas con el jardinero, su socio principal, el chef, el…
-cállate maldito mocoso de mierda – me dijo cabreada- no me puedes atrapar con ninguna – me dijo sonriendo- le puedo decir que te encierre antes de que lleguen los socios de él y respecto a con quien me acuesto, no tienes pruebas – me dijo
-eres inteligente – le respondí pero sabía que estaba nerviosa, poco a poco estaba cayendo a mi juego
-¿Qué quieres decir?- me dijo
-ya se te fue la inteligencia- le dijo aun sin cambiar mi cara de póker- él no le puede decir a nadie más que le muestre la casa y que este pendiente de los invitados ya que se podrían enterar de lo que pasa en esta familia- le dije a lo que ella se puso fría- y respecto a los de tus amantes, pues no te hubiera amenazado si no tuvieras pruebas
-¿Qué clase de pruebas?- me pregunto asustada
-tanto quieres saber- le dije sin apartar mi vista del libro- no sé cómo aquella vez que lo hiciste en el rosal con el jardinero, o que subiste al chef a la recamara de mi padre… - le comente mientras pasaba la página- quieres que te dé más detalles
-¿Qué quieres a cambio?- me propuso- te daré lo que quieras
-no me puedes dar nada por la valiosa información que tengo sobre ti… al menos no lo que yo quiero, aunque eso para ti es imposible – le dije
-disculpe Kuroko-sama su padre lo espera en el despacho- me informo momoi entrando
-maldita sirvienta no vez que estamos hablando, respeta- dijo alzándole la mano, pero antes de que le pegara yo me levante y la pare
-le pegas y acabo contigo- le dije aun sin cambiar mi cara
-malditos todos!- se quejó para después salir
-gracias- me dijo momoi
- no hay problema – le conteste- podrías hacerme el favor de lavar mi ropa sucia y ordenar mi cuarto, no tengo energía para hacerlo yo- le dije
-por supuesto – me dijo sonriendo
-está bien- le dije para despedirme de ella dirigiéndome a estudio de mi padre
Toque la puerta- pasa- me dijeron de adentro
-permiso- dije entrando para divisar a mi padre firmando unos papeles
-siéntate – me dijo
-si señor- le dije para luego callar y ver cómo me hacía esperar a que acabara
**********10 MINUTOS DESPUÉS **********
- En una hora aproximadamente vendrán mis socios. Son seis, sus nombre son Akashi Seijuro, aomine Daiki, Midorima Shintarō, Kise Ryota, kagami taiga y Murasakibara atsuchi- me dijo
-entendido- le respondí
-ya le mande a arreglar los cuartos para cada uno, serán los que quedan por tu habitación, procura que no llegue por donde está, ya sabes qué. Los sirvientes están avisados para que no digan nada excepto lo que yo les ordene, estarás al pendiente de lo que ellos quieran. ¿Entendido?-
-si señor- le dije- si no es más me retiro-
-no he dicho que te vayas- me dijo- estoy un poco estresado, quiero tener un buen polvo, antes de irme – me dijo
-…
-que estas esperando quítate la ropa- me dijo en tono de orden
-si señor – le respondí, empezando a quitarme prenda por prenda
-acércate – me dijo cuando ya me había quitado toda la ropa – lamela-
Yo solo me pude agachar a hacer lo que él me había dicho, ahora no podía decir nada, porque recibiría una paliza más- rápido- me dijo cuando ya tenía su miembro en mi boca
Comencé con el movimiento a la velocidad que él quiso hasta que él se corriera- lo haz echo bien – me dijo- ahora ponte de pie- me dijo empezando esta vez el a tocar mi miembro- no se pone duro a un- me dijo y yo solo negué y es que hace ya algún tiempo mi cuerpo no sentía nada más que asco a que ese tipo me tocara, ya no reaccionaba ningún estímulo de parte de el - tocara ponerte doble dosis entonces – me dijo y es que cuando no lograba hacer que se parece, me inyectaba afrodisíacos – a ver hoy lo inyectaremos directamente al pene- me dijo sacando las jeringa del cajón posicionándola en mi miembro – a ver- me dijo cogiendo mi flácido miembro, en su manos y sin cuidado alguno me penetraba mi pene con la aguja
Me dolía mucho pero no podía hacer nada en este momento, si me negaba me aumentaría la dosis y andaría caliente todo el día y después me golpearía
-ya está – me dijo mirando mi cuerpo- vez que es fácil obedecer, si lo haces siempre no tendría que pegarte- me dijo
-si señor- conteste
-ahora si voltéate- me dijo- ponte sobre el escritorio- y así lo hice, mientras el se masturbaba un poco para luego entrar de golpe en mi
-Ahh!!!- grite de dolor, no se porque esa vez entro sin siquiera echarme lubricante
-cállate zorra – dijo empezando las estocadas rápidas y sin fijarse su estaba sufriendo.
Solo puede morder mi brazo lo más fuerte que pude para que no saliese nada de mi boca, tratando de acallar esos gemidos de dolor. Sus estocadas eran fuertes y dolorosas, no veía el momento de terminar pero sabía que tenía que quedarme así hasta que el estuviera satisfecho
******** MEDIA HORA DESPUÉS *****
Me había penetrado sin piedad alguna, tanto que logro sacar sangre de mi interior dejándome lastimado… ahora sí que estaba hecho una asquerosidad, literalmente no me podía mover mi cuerpo dolía y aun así me dijo antes de sacarme a patadas de su despacho a medio vestir “el vuelo se adelantó, ve y báñate para que recibas los invitados”
Si que era un desgraciado… cada vez lo odiaba más, me daban ganas hasta de matarlo
-ya llegaron los invitados- dijo momoi desde la puerta
-gracias- le dije para arreglar un poco mi ropas y salir muy despacio, tratando de que no se demostrara que estaba lastimado.
Cuando baje las escaleras pude divisar una especie de arco iris con mi padre, era un hombre de cabello rosado o más bien tirando a rojo claro mediana estatura, otro peli verde más alto que el anterior, otro peli azul uno centímetros más grande, un peli blondo de estatura un poco mas pequeña que el de cabello azul, luego estaba un peli lila muy alto y por ultimo estaba un peli rojo con negro de igual estatura que el morocho.
-se está demorando mucho mi hijo- les dijo con una risilla
-estoy aquí padre desde hace un momento – dije asustando a todos
-ahhhh!- gritaron los seis hombre visitante
-disculpen a mi hijo, es de poca presencia – se apresuró a decir mi padre
-y de muy poca- dijo el peli rojo sonriendo pero sin dejar el toque serio
-bueno le presento a Kuroko tetsuya, que como dije antes es mi hijo y les ayudara con lo que sea necesario- dijo mi padre
-un gusto – dije mientras que cada uno se iba presentando
-soy Akashi, un gusto- dijo el peli rojo
-soy Midorima –dijo el peli verde
-soy Kise- dijo el blondo
-soy aomine – dijo el peli azul
-soy kagami – dijo el peli negro
-soy Murasakibara- dijo por último el peli lila
-un gusto conocerlos a todos- le dije haciendo una reverencia, pero en ese momento mi costilla dolió y trate de simular que no pasaba nada
-lo siento mucho, pero me tengo que ir a una reunión urgente- interrumpió mi padre – los dejare en manos de tetsuya, siéntanse como en su casa- dijo antes de salir por la puerta
-bueno, que quieren hacer primero- le pregunte – desearían descansar, o quieren conocer la casa primero
-yo creo que descansaremos primero- contestaron todo
-el viaje fue agotador- dijo Murasakibara-kun
-pues siganme entonces, les acompañare a sus habitaciones- le dije empezando a subir las escaleras- pronto llevaran el equipaje
-gracias- dijo Akashi, mientras llegábamos al piso donde estaban las habitaciones, pero me estaba sintiendo muy mal, mi cuerpo dolía, mis mejillas las sentía caliente, mi cuerpo ardía y estaba cansado
-estas son sus habitaciones, mi padre mando a poner el respectivo color de cada uno, en la puerta para que no se confundieran – dije jadeante un poco – la habitación del fondo es mi cuarto, si desean algo podes ir a avisarme
-está bien- contesto aomine. Sin embargo en ese momento me dio un fuerte mareo que me obligo a sostenerme de la pare
-¿estás bien?- pregunto Midorima un poco asustado –
-estoy bien- dije tratando de recobrar mi compostura pero me fue inevitable ya que sentía como poco a poco empezaba a desplomarme frente a esos seis hombre que tenía la cara preocupada, corriendo hacia mí.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español