3.-Entrenandose para el comienzo.
Después de estudia como maquillarme, vestirme y cómo comportarme como mujer está más que estresado ya que el tener que maquillarme y vestirme como una mujer no era de mi gusto y mucho menos tener que estar al pendiente de esconder mi verdadero género y mi inocencia.
Aunque con la practica ya podía maquillarme fácilmente y esconder mis cicatrices gracias al equipo científico que me nos había mandado unas pociones especiales que al tomarlas, las cicatrices desaparecían por un tiempo, así la cicatriz de mi mano y de la cara desaparecían rápidamente sin dejar rastro, haciendo parecer que nunca habían estado ahí, la verdad me era extraño verme al espejo y no ver rastros de su cicatriz que tanto lo caracterizaba, además había otra poción que hacia crecer en cabello y cambiarlo de color.
Según Lavi al desaparecer los efectos de estas mi cuerpo volvía a la normalidad sin ningún efecto secundario y se podría tomar otra dosis sin ningún problema, pero había que tener cuidado de ver cuánto duraba cada dosis y que así no desaparecieran lo efectos en los momento menor indicados.
Así que estos momentos nos encontrábamos descansando en una casa un poco sencilla que se encontraba cerca de la mansión y que así fuera sencillo monitorearme cuando yo me encontrara infiltrado.
Hace unos 2 días me había tomado las pociones y estábamos calculando el tiempo que hacían efecto. Al parecer si duraban mucho tiempo y su efecto no desaparecía progresivamente.
Pero era vergonzoso el tener que vivir con eso dos exorcistas con una apariencia más femenina, ya que ahora tenía su cabello castaño hasta la mitad de la espalda casi como Kanda pero algo le decía que el si se veía mucho más femenino además de que también tenía un flequillo.
Durante ese tiempo se la había pasado usando cosas ajustadas para poder acostumbrarse a la movilidad de un vestido aunque no necesariamente había estaba usando uno. Sino que usaba camisetas y pantalones ajustados que aunque no eran de mujer en conjunto con el cabello también lo hacían lucir como uno, y por si no fuera poco no podía salir de la casa ya que no se podían dar cuenta de que había una mujer en la casa de al lado que no estaba bajo la influencia de la inocencia, porque eso también levantaría sospechas ya que ninguna mujer en época de madurez en un radio de 1 kilómetro se podía resistirá ese llamado.
Últimamente me sentía a mis compañeros un poco extraños, me trataban con mayor delicadeza demás de que se comportaban un poco intranquilos, aunque mi apariencia había cambiado, no era como si en realidad se hubiera convertido en una mujer. Kanda ya no se peleaba con el como antes lo hacía, es cierto que el primer día se había burlado de el por la manera en que lucía poco después se vaya intranquilo con su presencia y un poco incómodo así que da extraña la vez que ambos se encontraban en el mismo espacio sin que el samurái se retirara rápidamente.
Y Lavi pues se comportaba casi igual pero sus cosos habían cambiado un poco, habían pasado de molestar a coquetear, la verdad no sabía si tomármelo como una broma o si en serio eran intentos de que cayera e sus encantos así que decidí no tomarlo muy en serio y seguir en mis asuntos.
La mayor parte del día me la pasaba habiendo ejercicios ligeros para no perder la condición de lo que esperaba que los efectos de la poción pasaran rápidamente y así poder empezar con la misión de manera rápida para así poderla acabar lo antes posible.
Ese mismo día las pociones perdieron sus efectos, estas duraban dos días, así que eso significaba que todo iba empezar desde ahora.
De inmediato reaparecieron mis cicatrices y mi pelo tomo su color y largo original. Así que fui a buscar a Lavi para que alistara lo antes posible todo y poder partir rápidamente.
Me pusieron un vestido que sin tirantes de color azul turquesa que era lo suficientemente largo para que llegara al piso cuando lo tenía puesto, se ajustaba a mi cintura con un corseé, tenía unos tirantes a los lardos que dejaban al descubierto mis hombros, al final de mi cintura el vestido tenia volumen y al final de la falda se podía ver unos holanes de color hueso y un listón en la cintura del mismo color.
Tome otra vez las pociones, ya estábamos listos, mientras Lavi y Kanda estaban alistándose para salir de la casa, mil pensamientos pasaban por mi cabeza, era obvio que no podía estar tranquilo ya que el entrar como encubierto al harem que se suponía eran todas mujeres. (A no ser... xD)
Se suponía que no tenía que llevar cosas encima porque según los registros todas las mujeres que se habían observado entrando en la mansión, estaban sin ninguna pertenencia y él no quería parecer tan sospechoso.
Así que Kanda y Lavi estarían observando desde fuera con las pociones por si la misión se alargaba, aunque si llegara a pasar el cambio en el mejor de los casos se las podría tomar rápidamente pero si la transformación pasaba en una situación comprometedora donde fuera descubierto podrían estar en peligro incluso las mujeres.
Además de que tendría que tener cuidado de no ser visto, ni llamar mucho la atención.
Tenía que ponerse los guantes para que pasara desapercibida la cruz de la inocencia ya que aunque había desaparecido el tono rojizo de su brazo, no había desaparecido la cruz en el dorso de su mano.
-Listo- habían entrado Lavi a su cuarto con una mochila al hombro mientras que Kanda los esperaba fuera también listo para salir en cualquier momento.
Ambos exorcista están vestido con sus uniformes negros y traían en sima una capa para ser menos notorios.
Después de mucho tiempo de observación se habían dado cuenta de que no había mucha actividad en la misión durante el día, solo durante la noche donde varias mujeres eran llamadas al cuarto de conde. Eso era una ventaja ya que sus compañeros solo podían observar desde fuera cuando era de noche y así pasar desapercibidos pero durante el día no podían hacer mucho.
Estaba atardeciendo y ya tenía que estar en camino a la mansión ya que la primera noche seria decisiva.
Y los tres salieron…