Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me hace falta por Samantha0507

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Knb no me pertenecen, solo usado por diversión para traerles un lindo momento!!

Notas del capitulo:

AoKilover nos llamo a las fans a celebrar el Teiko Day AoKi, con un lindo juego del amigo secreto.

Mi amiga es nada más y nada menos que mi querida hermanita Starfugaz Leo, queridisima mia!!!! espero esto te agrade.

 

Hermanita el que fueras tú me complico la vida espero te agrade !!!

Aomine se levantó de la cama, sin ni una pisca de sueño, esa cama era cómoda, pero no se comparaba con tener entre sus brazos el cuerpo del rubio, eran las 3 de la mañana, pero ahí estaba sentado en la sala mirando a la nada.

El frío le calaba hasta los huesos, sintió un leve dolor en su brazo, donde meses atrás una bala había impactado.

Era policía, había decidido serlo de un día para otro, había entrado a la academia dejando todo en ello, al igual que en el deporte en sus años de escuela, logro destacar y convertirse en jefe de policía.

Se restregó las manos contra el rostro, su cabeza tenía tanto que pensar, había tenido una discusión con Kise cuando este había llegado del trabajo.

Maldijo hacia sus adentros, recostando su cuerpo en el sofá, un mueble negro, lujoso y bellísimo, Kise había decorada esa casa con los lujo más grandes que el moreno si quiera hubiese podido desear.

Flash back

-Ya estoy en casa…- entro notando la oscuridad del departamento, el rubio no había llegado.

Se fue a la cocina pensando en preparar algo para él y su rubio, después de varios meses, él y Kise tendrían unas noches juntos en casa, hasta que llego a la nevera, una pequeña nota.

“Aominecchi, lo siento me pidieron participar en una campaña de último minuto, no lo puedo rechazar era mucho dinero, lo siento…”

Aomine sintió una pesadez en su pecho, “mucho dinero” siempre era eso, siempre.

Se sentó en el sofá y miró, el departamento era lujoso, sus ropas eran de una calidad que jamás pensó  siquiera en probarse.

No ganaba mal, pero no para lo que ese departamento tenía, Kise era ostentoso por naturaleza y cuando se decidió a ser su novio, comprobó que tenía gustos refinados.

Entre pensamiento y pensamiento se quedó dormido.

Sintió un pequeño movimiento en sus ropas y las luces del departamento encendidas en todo  su esplendor.

-Daikicchi, te dormiste, ve a la cama…te enfer…

-Arg… déjame…- se levantó alejándose del rubio, de un manotazo.

-¿qué pasa Daikicchi?

-tendría que pasar algo… Kise- fue frio y distante, no tenía interés en llamar al rubio de otra forma, no había llamado a Ryota por su apellido en más de dos años, solo para las pelea, parece que este era el caso, tenía tantas dudas, ni  siquiera sabía si era el mismo Kise Ryota del que se había enamorado, como saber si el hombre que tienes frente a ti aun siente lo mismo que antes, si no lo ves a ninguna hora del día, a veces solo se ha encontrado recostado al lado del hombre, sin siquiera saber a qué hora había llegado y ni hablar de cuando el rubio se iba de viaje.

-estás enojado… dime que paso y quizá…

-Quizá ¿qué?...No puede decir eso ahora, no tienes derecho…Nada paso Kise, ahora déjame en paz dormiré en el otro cuarto.- se alejó encerrándose en una de las habitaciones libres, no pudo evitar las lágrimas que bajaban por sus mejillas

Fin Flash Back

Por más que quisiera no podía llamar a eso una pelea, después de todo solo él había hablado, pero nunca francamente para que el rubio supiera su situación.

Algo en su pecho se oprimió, de verdad todo era lujo en ese departamento y una idea paso por la cabeza del moreno tan fugaz como una estrella.

-Acaso eso soy yo también… un adorno…- fue un susurro, pero se le partió el alma, él sabía lo que era dejar de amar a una persona y que se continúe la relación por costumbre, más que por un sentimiento de trasfondo, él se lo hizo a Kuroko en su momento.

Se levantó apoyando las  manos en los grandes ventanales, sintiendo que la oscuridad de la ciudad llenaba sus ojos, su cabeza y su corazón, por primera vez en mucho tiempo tenía miedo, sentía pánico.

El rubio nunca había sido cruel, no era capaz de dañar a nadie, era una buena persona y de sentimientos puros, lo más probable es que no supiera como terminar con él y por eso lo estaba evitando.

Suspiro cuando un ruido desde la cocina llamo su atención, por algún minuto pensó en la posible presencia de un intruso en su casa y se recrimino por haber dejado su arma en la alcoba, hasta que un rubio hizo su aparición llevando un vaso de agua en las manos

-Aominecchi…

-Tsk, eras tú…- ese comentario remeció todo en el rubio, de verdad quien más podría ser en su departamento cerca de las 4 de la mañana.

-Pues no sé a quién podrías espera… se supone que es mi apartamento…- Kise estaba molesto, pero esa frase causo estragos en él moreno.

-Claro, es obvio… tengo claro que con mi puesto y mi sueldo no te alcanza para estos lujos, no necesitas gritármelo en la cara, sé muy bien que es tú apartamento, restregarlo en la cara de tú juguetito no es necesario.

-¿Qué estupidez estas diciendo? No te lo estoy gritando, fue una frase, no puedes estar enojado por ese error, aquí tienes todo lo que necesitas, todos los lujos que puedo darte Aominecchi…no entiendo que estés tan frio conmigo

-todos….pff… tú realmente crees que tiene todo lo que yo necesito…

-¿qué te hace falta?.... dímelo, tienes ropa, comida, todo de la mejor calidad…te doy tú espacio para que veas a tus amigos y hagas tú vida, tú carrera, todo lo que como hombre puedes necesitar,  te doy tiempo hasta para que te vayas con Kagamicchi o con Kurokocchi...!¿qué puede faltarte!?...

- ¡tú!...- la respuesta salió como un grito desde lo más profundo del pecho de Aomine.- me faltas tú Kise… soy igual que todo lo que hay en este departamento para ti… un bendito capricho, que crees que me compras, que me mantendrás a tú lado por la ropa, por la comida, por ser llamado tú novio, estas muy equivocado Kise…

-Daiki…- susurro ante las palabras del moreno.

-Me hace falta tú presencia, tú cuerpo en entre mis brazos, uno de tus besos, sabes hace cuanto no nos decimos te amo…. Hace cuanto no hacemos el amor…un mes o dos

-9 Semanas…- el rubio hablo seguro de la fecha.

-Ahora llevas la cuenta…-bufó molesto.- tú me das lo que compra el dinero Kise, pero no lo que más necesito ahora, tú presencia… tú amor… yo creo que lo mejor es terminar con esta locura Kise.

El vaso en las manos de Kise termino en el suelo haciéndose pedazos.

-Aominecchi…-su voz se volvió jadeante y una repentina palidez se hizo presente en el rostro del rubio.- fue tan grande mi error… que te puedo ofrecer, que debo decir para que cambies de opinión, yo merezco tú perdón Aominecchi, por favor.

El rubio observaba el frio semblante del moreno, ellos eran tan diferentes, eran los polos opuestos de la historia, pero a pesar de todo, a pesar de las diferencia no podían vivir sin el otro, a pesar del dolor siempre habían vuelto, quisieran o no lo único que los contenía eran los brazos del otro, pero ese rostro, esa actitud, todo eso Kise solo lo había visto en el actuar del moreno una, en sus años en Teiko, una sensación de angustia lo embargo, empezó a sentir como la sala se volvía al pasar de los minutos más y más fría, había empezado a sudar, no se estaba sintiendo bien.

El rubio repentinamente se llevó la mano a la boca cuando la bilis le subió de golpe por la garganta.

Se apoyó en la pared cerrando los ojos con fuerza, soportando el amargo sabor que le había quedado en la boca, el mareo y la presión en su vientre aumentaba a cada minuto.

-Kise… ¿qué tienes?- el moreno llego a su lado sosteniéndolo justo cuando el rubio no pudo disimular las náuseas, dejando salir el contenido de su estómago sobre el suelo de la sala.

No podía controlarse, no quería vomitar en la sala, pero una y otra vez las náuseas lo hacían expulsar de su cuerpo lo poco y nada que había comido y bebido ese día, trataba de respirar y apaciguar el malestar, pero nada parecía funcionar.

Los fuertes brazos de Aomine lo sostuvieron ya que parecía que en cualquier minuto se caería, las náuseas y arcadas eran cada vez más fuertes y dolorosas, él esfuerzo provocado por el malestar lo estaba agotando y el exceso de trabajo ponía su grano de arena en el cuerpo del rubio, el sudor empezó a bajar copiosamente por la frente y la cienes del rubio, por más que intentaba detenerse sentía que vomitaría hasta el estómago,  hasta que sintió su cuerpo flaquear, sintió que la fuerza de las  piernas se desvanecían y una sensación de mareo, de presión en su cabeza y pecho se  incrementaba, sintió el duro pecho del moreno cerca de su cuerpo.

-Kise, ¿qué tienes?...- el rubio enfoco su vista notando que estaba recostado en la alfombra de la sala siendo sostenido por el moreno, se había desmayado.

-no…me he sentido bien… por eso fui por agua…- agrego cuando las lágrimas se agolparon en sus ojos, amenazantes cuan caudal de rio en plena tormenta.

-Iremos al hospital, deben revisarte.- el moreno no disimulo su preocupación, un deportista de las características de Ryota no era débil, había algo más.

El rubio negó.- Midorimacchi dijo que era normal…por mi condición.- el corazón de Aomine se detuvo por un según ¿si ya había visto a Midorima como era que seguía enfermo? ¿Kise tenía una condición? ¿Estaría acaso enfermo?

-Pero… ¿qué tienes Kise?

-Debemos limpiar la sala… hice un desastre…

-Kise responde.

-No pasa nada Aominecchi…vamos…- hizo ademan de levantarse siendo detenido por el moreno, su mirada ya no era gélida, era cálida, la preocupación era obvia, todo el rostro del moreno se había compungido en una muestra de angustia.

-Kise… responde...tú estás…tienes…- agregó con voz firme, pero con frases dubitativas el moreno.

Se asustó cuando las manos del rubio tomaron las suyas llevándolas a su vientre, al estar recostado se notaba una suave curva, imperceptible para quien no conociera ese cuerpo de ese hombre, pero Aomine sabía a la perfección que eso era nuevo.

-Por eso sé que son 9 semanas él o ella están aquí desde ese día….

El moreno se congeló y dejo las lágrimas correr por su rostro libremente aun sosteniendo el cuerpo débil del rubio.

-Yo te amo Aominecchi, me entere hace unos días, pero ya había firmado por las campañas y los vuelos que tenía que hacer… tendré que reducir mis horas de trabajo por el bebé, por eso quería sacar buen dinero y tener todas las comodidades que él vaya a necesitar.- sonrió acariciando su vientre, mientras una tristeza se asomaba por las orbes doradas.-… pero si quieres…irte… yo lo entenderé…podremos criarlo como padres…separados.- la última palabra fue casi un susurro.

-Kise…-no era justo, Aomine sintió su corazón estremecerse, una madre no debía mostrar esa angustia, ese dolor en su rostro, en su mirada, Ryota irradia felicidad por cada poro de su cuerpo y ahora embarazado debía ser más obvio, no mostrar ese rostro de dolor, de sufrimiento.

-Yo…podré…-quiso verse firme, pero nuevamente se estaba sintiendo mal, su cuerpo se había descompensado con el vómito, trato de enfocar su vista, pero no daba resultados, trato de respirar pausadamente.- no quiero…que te…que te…-pero no funciono, una nueva arcada subió por la garganta del rubio, cada vez se veía más pálido y ojeroso, el moreno no podía evitar la culpa, en 9 semanas el no notó ninguna diferencia, como podía ser tan desgraciado y solo culpar al rubio por lo que está pasando, él también tenía responsabilidad.

-Kise ven, te llevaré a la cama, debes descansar, si te sentías mal debiste llamar…- el moreno lo levanto como si fuera una princesa, mientras el rubio se acomodaba en los grandes pectorales del moreno, el calor y el olor de Aomine lo calmo muy rápido, se sentía protegido y calmado junto a ese cuerpo, sentía la colonia del moreno llenarle los pulmones, las náuseas se calmaban poco a poco.

-no quería molestar…

-Jamás serás una molestia y menos nuestro hijo… siempre pensé que yo solo podía vencerme, siempre pensé que estaría casado a esta edad con una mujer de gran busto, siempre pensé que mi vida sería normal, pero caí, ante la mayor debilidad de un hombre, el amor… Ryota eres el mayor de mis males y la mayor de mis fuerzas…tú podrías quebrarme con una sola palabra y reconstruirme con una mirada, yo no necesito cosas, solo te necesito a ti…solo los necesito a ustedes para ser feliz, todo lo demás queda obsoleto junto a ti… a ustedes, permíteme quedarme a tú lado el resto de nuestras vidas… permíteme amarte con toda el alma y la fuerza que tengo, perdóname todo lo que dije…

-Dijiste lo que sentías y está bien… debí darme cuenta… perdóname Aominecchi, podemos hacer lo que quieras ahora… hagamos lo mejor para los tres…si no quieres estar conmigo yo lo entenderé- esas palabras le costaban, pero era el moreno quien debía elegir.

-Lo mejor para mí, es estar con el hombre que amo y con mi futuro hijo, estar con mi familia.

-Daikicchi…te amo…

Sellaron un pacto precioso en un solo beso, en algo tan propio, lo único que nunca pudo comprar el dinero, era la luz dorada que iluminaba su vida, su amor.

 

 

“Cuando tu mayor debilidad es el amor, eres la persona más fuerte del mundo.”

Garman Wold

Notas finales:

Espero no haber decepcionado a nadie 

 

FELIZ DÍA FANS AOKI!!!! EN NUESTRO LINDO DÍA AZUL Y AMARILLO !!! <3 <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).