3. Flash, camera…Ends! (II/II)
“Parece que el grupo Strange Stars no quiere dar conferencias, y sigue oculto en algún lugar del país. Muchos de sus fans comentan, al respecto, que es mejor que se alejen de los escenarios si no quieren causar más problemas. Su manager no ha dicho nada todavía, ni tampoco el presidente de su agencia…”
“Al parecer, el famoso grupo Strange Stars, sigue atravesando por difíciles momentos, y muchos de sus fans argumentan que lo mejor sería que no regresaran, pues ya no tendrán su apoyo nunca. Strange Stars, si están viendo esto, es mejor que aclaren las cosas cuanto antes.”
“Muchas personas declaran que durante las noches han visto a los integrantes de la famosa banda de rock Strange Stars, ofreciendo cosas que definitivamente no tienen que ver con la música. Incluso uno de sus ex-fans, declara haber visto a Kai vestido de mujer rogando por comida, ¿será verdad o mentira? Juzgue usted. ”
Se suponía que el restaurante donde el grupo había pasado su última celebración, debía estar fuera de aquel escándanlo, pero sucedía lo contrario, pues los jefes y empleados de aquel lugar también habían sido afectados siendo atacados con huevos podridos, agua con extrañas sustancias y otras cosas más que eran lanzados fuera del establecimiento por los fans de aquel grupo. Sus clientes escapaban, la mayoría de veces, sin dejar pagado; y cuando los fanáticos no arremetían en contra del restaurante, individuos sólo llegaban a insultarlos, y en la mejor de su suerte, los acosaban con miradas lascivas u oraciones sin pudor.
— ¡Estoy cansado de esto! Si Kyungsoo se hubiera negado a aceptar que ese grupito de quinta festejara aquí, nada de esto hubiera pasado—Luhan se quejaba luego de ser objeto sexual por parte de uno de sus clientes.
Baekhyun rodaba los ojos reprochando las protestas del ¿objeto sexual? mientras llevaba dos bandejas de un costoso platillo y finas bebidas. Al regresar de vuelta al lugar donde la comida era preparada, los murmullos no cesaban, y aunque decidió ignorarlos, su ira llegó a los límites. —No te quejes Lulu, Kyungsoo no tiene la culpa, nadie sabía que esto sucedería, tal vez nos ha ido un poco mal, pero somos un equipo y podremos salir adelante—afirmaba.
— ¡Di lo que quieras! Pero a mí tus sermones no me sirven.
—Pero…—intentaba Baekhyun controlarlo sin éxito alguno.
— ¡Ese grupo es una mierda como músicos!, ¡nos han llevado a la ruina cuando ellos debieron hundirse en el fondo de las miserias!
—Pe…—No lo dejaban hablar.
—Pero Kyungsoo no entiende de razones cuando de clientes se trata. ¡Y precisamente esos clientes eran los que no merecían nuestro valioso trato!
—Pues por eso mismo, no debemos mezclar los negocios con las emociones—hizo una larga pausa y continuó—. Lo que no entiendo es… ¿Por qué todavía culpas a Kyungsoo? Él no tiene la culpa; además a ese grupo le está yendo peor que a nosotros. Su fama ha caído considerablemente…
Luhan parecía fulminarlo con la mirada— ¿Y? Nosotros dimos la cara diciendo: ¡Salgan y no se oculten, nosotros también somos gays!—fingía con suavidad su voz—, ¡debemos unirnos y así todos seremos felices! Pero nosotros sacamos frente a las cámaras nuestra inclinación sexual y “ésos” prefirieron esconderse como viles cobardes sin afrontar sus problemas.
La situación se tornaba menos amena, y justo cuando Baekhyun prefirió alejarse para continuar sus labores en el restaurante, Kyungsoo y Minseok llegaron totalmente emocionados. — ¡Adivinen qué! —exclamaron al mismo tiempo.
— ¿Qué? —respondieron Baekhyun y Luhan un poco secos.
—Aquí está uno de los mejores actores de Corea del Sur, ¡en nuestro restaurante!
— ¿Enserio? ¿Quién? — Salió Tao de la cocineta.
— ¡No se molesten en sentarse, porque se levantaran en cuanto lo escuchen! —Minseok llenaba la atmósfera de una gran emoción.
— ¡Jo In Sung! —se escuchó un grito emocionado de Kyungsoo
— ¿Qué? Están mintiendo—increpaba Luhan con impresión.
—Cómo eres el más enojado conmigo, decidí que tú deberías atenderlo —reafirmó con los ojos muy abiertos el más bajo.
— ¿De verdad? —Unía sus manos el de cabellos castaños con los ojos, igual o más abiertos que Kyungsoo, para enfatizar su casi imperceptible dicha.— ¡Cielos! Estoy tan emocionado que el actor favorito de Kyungsoo haya venido, Soo, eres tan buen amigo que…—continuaba Luhan alardeando— ¡Qué no puedo esperar más! Debo atender a este cliente VIP ¡Ahora!
— ¿Ya no estás enojado?
—Mejor llámame cuando venga Jhonny Deep—respondió congelando el rostro de Kyungsoo y continuó con sus labores.
—Al menos lo intentaste —Lay lo animaba.
—Entonces yo lo atiendo —Baekhyun corrió a atender al codiciado actor de muchas mujeres.
Mientras tanto, Kyungsoo miraba entristecido la silueta trabajadora del joven que aún continuaba molesto. —Él tiene razón, jamás debí acceder a que ese grupo viniera aquí a comer. Pero quería que Luhan conociera de cerca a sus ídolos…
— ¿De veras? — entrecerraba los ojos Luhan con ciertas dudas.
— ¡Claro! Ustedes siempre están trabajando, y creí que trayendo a esos famosos ustedes estarían muy contentos, y Luhan un poco más al conocerlos…
—Pero a él ya no le importaba desde que ellos afirmaron ser homofóbicos. De hecho, ahora es el presidente del club anti-fans de Strange Stars: “Fuck You SS!” —confirmaba Minseok.
Las bocas de Kyungsoo, Tao y Lay se abrieron tanto que parecían querer tocar el suelo. —No está hablando enserio… ¿o sí? —se desconcertaron, pero fue Kyungsoo el que rompió aquel silencio sepulcral dirigiéndose a Minseok.
—Intenté detenerlo, pero fue imposible —certificó.
—Luhan debes estar loco —respondió Lay todavía liado.
—Ningún grupo que desprecie los gustos de sus fans merece respeto. Profanaron en contra de hombres que se inclinan hacia su mismo género, no sería justo que sólo recibieran amor —se defendía “El Presidente” de aquel aborrecible club de fans.
—Supongo… pero sabes cómo deben actuar los artistas, deben actuar de acuerdo a lo que el público exija, incluso pueden dejar de ser ellos mismos, y si hubieran dicho que amaban a los homosexuales de igual manera los hubieran abandonado— resguardaba Minseok.
—Ahora no actúen como si no les importara. Minseok, tú los insultaste cuando dijeron odiar a los homosexuales, todos lo hicimos.
—Pero ahora es diferente, hasta me dan lástima —aseguraba Kyungsoo —; sin embargo, admito que tienes razón, pero Minseok también la tiene. Tanto el público como los artistas están entre la espada y pared, es decir, a veces es difícil elegir, lamentablemente tú y otros más, como nosotros, fuimos del montón de chicos marginados—un pequeño lapso de tiempo apareció en el transcurso del tiempo—, pero si ellos estuvieran en problemas, supongo que intentaría ayudarlos… siempre y cuando me respetaran.
— ¿Y si en realidad no son gays? Yo creo que sólo actuaron de esa manera porque estaban tomados —Tao no se iba a quedar con las ganas de decir lo que tantas dudas aturdían a su cabeza.
—No pensé en eso…— reflexionaba Kyungsoo siendo recriminado por la mirada de Luhan—, supongo que un castigo como éste, para ellos no está de más —concluyó.
—Kyungsoo… Jo In Sung te dejó un mensaje, dice que eres muy lindo… ¿Interrumpí algo? —Baekhyun, por un momento se sintió como un objeto demasiado llamativo por que la mirada de todos sus compañeros recayó a su persona. — ¿Qué?
~
Los días pasaban sin éxito alguno para los empresarios, objetos siguieron siendo lanzados a su restaurante, pero gozaban de más fama que la de los rockeros, quienes seguían siendo el blanco de muchas revistas y programas de espectáculos con negativos comentarios y constantes ataques por ex-fans y anti-fans.
Luhan seguía con fingido desinterés cada una de las noticias y suplicaba con afán, que aquel grupo desapareciera de la faz de la Tierra. Pero algo desde el fondo de su alma de leal fan seguía con un poco de oxígeno, pues dentro de él, anhelaba que las cosas se arreglaran, y aunque deseó por un momento que de verdad fueran homosexuales, no quería pensar sólo en él y en sus sentimientos. No deseaba que su grupo favorito dejara de componer apacible música y escribir auténticas canciones; en realidad, sólo deseaba el regreso del grupo.
Estaba tan distraído pensando en cosas de aquellos famosos, que no se dio cuenta cuando Kyungsoo entró a la habitación. —Luhan, deberías dormir, mañana debemos trabajar temprano —sutilmente le ordenaba — ¿Todavía sigues esos programas de chismes? Ya no me meteré más en tus asuntos, cada quien hace lo que cree correcto…
Momentos de silencio rodearon ese espacio tan oportuno, por un momento, Luhan pareció estar reflexionando y en una fracción de segundo cuestionó a Kyungsoo. —Cuéntame de tu infancia, ¿desde cuándo supiste que te atraían los hombres? —Luhan ya no deseaba seguir enojado con su querido compañero, pues todos la estaban pasando muy mal desde aquellos malentendidos, sabía que un grupo de amigos y colegas debían apoyarse y no andar culpando a los demás.
El más bajo se sorprendió ante la pregunta, pero no dudó en contestar. —No lo sé… pero cuando antes iba en la primaria había un niño que bailaba muy bonito, me gustaba verlo bailar en todos los festivales, sólo una vez me acerqué a él a preguntarle si me podía enseñar, pero…—rascó su nuca—, él me miró con miedo, fue un poco extraño. Supongo que yo tenía una cara chistosa porque el niño se empezó a carcajear —Sonrió minuciosamente prosiguiendo con lo que recordaba —. Esa vez salimos de la escuela tomados de la mano; pero después él me ignoraba todo el tiempo. Cuando terminamos la secundaria me dejó de hablar, pero yo siempre estuve atento a sus presentaciones en la escuela.
— ¿Sabías que Kai de Strange Stars sabía bailar? Bueno, eso dice el líder del grupo, aunque Kai siempre lo está negando — comentó Luhan apagando el televisor y sentándose a los límites de su cama para quedar, de esta manera, frente al rostro melancólico de Kyungsoo.
—Sí… Lo sabía—le respondió apaciblemente.
—A ti te atraía ese guitarrista, ¿cierto? —intuyó Luhan con desdén.
—No tanto así, pero me parecía muy atractivo. Opino que su piel morena lo hace ver sexy y original, no es de blanca piel como muchos desean ser. Ya sabes cómo son los estándares de belleza de Corea, son bastante extraños —Siguiendo con el mismo tema, ahora fue el turno de Kyungsoo de indagar sobre la vida de Luhan— Y tú, ¿cuándo te diste cuenta que también te atraían los hombres?
—No sé… Nunca pensé en eso, creo que desde que mis padres me enviaron a un campamento de puros niños…—se quedó un poco pensativo para recapitular más allá de lo que ya había olvidado—, recuerdo que esa vez un niño intentó besarme, pero no quise porque era mi primo.
—Incesto…—soltó Kyungsoo con sorpresa.
—No me gustaba él, pero allí conocí a un chico que siempre estaba serio, de alguna manera me interesó y aunque le costaba pronunciar la S, yo lo molestaba, pero era sólo para llamar su atención—rió recordando el pasado—, ¿sabes? Era divertido molestarlo —rememoró y continuó con ligera nostalgia —, el último día del campamento ese niño robó mi primer beso, fue mágico y sentí que casi moría de la pena. Creo que desde allí me di cuenta que las personas con pene de nacimiento me atraían.
— ¡Eso no se dice así!— expresó Kyungsoo con susto por la expresión sin pudor con la que Luhan declaró sus gustos.
—No te espantes, apuesto a que a que a ti también te gusta — enunció Luhan con marcado tono de burla —. Sólo bromeo.
—Viniendo de ti, lo dudo mucho— Kyungsoo también rió acompañando los recuerdos de su amigo, y entendía que no conocía demasiado de todos sus compañeros de trabajo de muchos años.
— ¿Qué hacen?
Kyungsoo y Luhan voltearon a mirar quien era la persona que entraba a la habitación sin pedir permiso.
—Baekhyun, ¿no que ya estabas muy cansado? — Articuló Luhan haciendo que el nombrado pusiera ojos de total abatimiento—. Creí que ya estabas durmiendo, te veías notablemente fatigado.
—Deberíamos entrar todos a charlar, somos amigos ¿no?, —cuando estuvo a punto de irse, regresó de inmediato y se sentó en la cama, junto a Kyungsoo—. Dicen que afuera de una iglesia encontraron a ese orejón baterista y al bajista con cara de nada es mi estilo —informaba Baekhyun llamando la atención del par—, el tonto más alto olvidó finos objetos que no eran de bajo costo, ¿no creen que olvidar productos Gucci sólo un verdadero idiota lo dejaría a merced de muchas personas?
—Por suerte ese día yo salía de la iglesia, y me traje todo — festejaba Tao que venía haciendo una magnífica entrada como toda una diva.
—Tao, se supone que tú no vas a la iglesia, eres budista, taoísta, sintoísta… algo así… —Luhan se rascaba la sien intentando recordar, pero a ninguna le atinaba—. El punto aquí es… ¿por qué fuiste a un templo cristiano?
—No lo sé, sólo pasaba y ya.
—Tal vez pasaste por allí para conocer más de otras filosofías en cuanto a la religión, ¿o no? —afirmó Kyungsoo con un gesto severamente calmado.
—Créeme que no fue por eso, sólo fue pura coincidencia—indagó Baekhyun mientras se desmaquillaba los ojos —. Creo que tengo bolsas en los ojos ¡Qué horror! No me quiero parecer a Tao.
—Pues debes darme crédito cuando te digo que cuando te pintas los ojos con miles de tonelada de rímel, pareces incluso su gemelo—profirió MinSeok bebiendo un poco de soda y comiendo algo de ramen. Tomó asiento en el piso y Luhan comenzó a dar ligeras patadas a su espalda.
—Ya son más de las doce de la noche, todos debería estar durmiendo —Lay apareció de la nada con su pijama.
—Últimamente nos dormimos más tarde, es por culpa de los problemas—comentó Minseok terminándose la última cuchara de su sopa e intentando detener los ligeros golpes de Luhan.
Entre más pasaban las horas, el cansancio se iba haciendo notorio en los jóvenes. De alguna manera buscaban la manera de no quedarse dormidos y seguir despiertos ante los posibles comentarios y confesiones de los demás, por ejemplo, Lay platicó una anécdota en la cual fue salvado por un niño de una banda de fastidiosos estudiantes de secundaria, quienes le decían que era un tonto y que parecía un retrasado. Confesó que, probablemente, se había enamorado de aquel bajo estudiante.
— ¿Cuándo fue la última vez que lo viste? —cuestionó Luhan intrigado.
—No recuerdo bien, pero estoy seguro que ese día jugamos en la lluvia, después ya nunca lo volví a ver—rememoró acostado en la cama de Luhan.
— ¡Rayos, Tao! ¿Por qué siempre tienes que llorar? — recriminaba Baekhyun resaltando su fastidio con movimientos corporales que de sus manos desprendía.
—No lo sé, es que me llega el sentimiento. Tienen muy bonitas historias, la de Kyungsoo fue linda, la de Lay tierna, y la de Luhan… extraña pero estremecedora.
— ¡Oye! —Luhan exclamó indignado.
—Sin ánimos de ofender— se defendió.
— ¿Ya les dije que en mi salón había un chico que siempre actuaba como idiota? —Minseok llamó la atención con su tono de voz irritado —. Los niños siempre lo seguían y les jugaban bromas estúpidas a las niñas.
—Bueno Minseok, la verdad es que tú eres un chico muy calmado, tal vez por eso te chocaba ese alumno— reveló Kyungsoo restando importancia al gesto de shock del aludido.
—Puede ser…— Luhan agregó—, pero eso te hace ver tierno— alagó.
Tao seguía llorando, y si no fuera por los pañuelos que Lay le daba, hubiera mojado el piso.
— ¿Por qué sigues llorando? Mi anécdota no fue conmovedora, sólo fue un recuerdo que me vino a la mente, y recordar a ese irritante niño no es de mis mejores memorias, en realidad está entre las peores.
Baekhyun bufó, y según él, para calmar al llorón de Tao, confesó. —Si te hace sentir mejor, yo no tengo ninguna historia interesante de mi vida—. Hechó su cabeza sobre una almohada y miró el techo adornado de cuadros negros y blancos, parecidos a una tabla de ajedrez —. Mi vida sólo constaba de tener buenas calificaciones y aspirar a un título universitario, ¿aburrido verdad? —Prosiguió intentando hacer que Tao se calmara—, y cuando descubrí que me atraían los hombres sólo dije: ¡Oh! ¡Pero que buenos gustos tengo!, y ya.
Obviamente él ya se imaginaba la cara pasmada que los demás habían mostrado, muecas indefinidas de confusión y neutralidad.
—Mis padres no saben que me atraen los hombres, son tan estrictos en cuanto a las relaciones, por eso prefiero no decirles —confesó Tao desviando su mirada hacia la ventana.
—Yo tampoco les he dicho, tengo miedo de ser rechazado y…—admitió Kyungsoo, y pareció recordar algo que no se había puesto a analizar—. Se supone que en aquel escándalo en donde admitimos ser gays ¿fue mundial?
Todos abrieron sus ojos al mismo tiempo con miedo y otros con asombre— ¿Nuestras familias habrán visto aquel día esa transmisión? —contestó Tao preocupado.
—Espero que no…— deseó Kyungsoo con una vaga tranquilidad.
Al día siguiente, cuando despertaron con visibles ojeras, Minseok había encendido el televisor. —Miren, los paparazzi tomaron fotos de algunos integrantes vendiendo sus cosas, además, dicen que Kai abofeteó a una niña y la insultó, ¿qué triste, no creen?
—No creo, él no es así, él siempre ha tratado bien a sus fans; exceptuando lo de la homofobia, las defendía y las trataba muy gentilmente. Si alguien era demasiado amable con sus fans ese es Kim Jongin—desmintió Kyungsoo a las noticias.
Luhan salía de la habitación y con un jugo en mano, complementó—Es verdad, aunque la mayoría del grupo eran amables, Kai era conocido por tratar muy bien a las fans mujeres—reconoció tomando su bebida de naranja—. Suho también es muy gentil. Todos tienen una personalidad que los hacer únicos y dan su propia esencia al grupo, si uno faltara, al grupo le faltaría algo. Bueno, eso es lo que yo pienso.
—No creo que ellos golpeen a sus fans y menos a una indefensa niña — agregó Baekhyun, quien ya estaba listo para ir a trabajar.
Kyungsoo restando importancia a la impactante noticia, comenzó a vestirse. —Chicos, sé que estamos pasando por malos momentos, varios hombres nos molestan día y noche en el restaurante, estaba pensando que tal vez, deberíamos contratar meseras, de esa manera podríamos controlar a unos pervertidos clientes…
Luhan miró con atención el semblante determinado de Kyungsoo y de inmediato negó. Lo mismo ocurrió con Tao y Baekhyun. —Está claro que nuestras ventas han subido gracias a que atraemos a hombres de no muy clara inclinación sexual, pero… ¿contratar meseras? ¿Para qué? Todo está bien —declaró Baekhyun un poco intrigado.
—Nunca he convivido con mujeres —declaró Lay con nervios.
—Estuve pensando que si contratamos a mujeres, clientes heterosexuales entrarían también a nuestro restaurante, y ya no seríamos los únicos acosados — Kyungsoo intentaba convencer a sus compañeros de trabajo, quienes no dejaban de observarlo.
— ¿Eso no es maléfico? Unas pobres chicas acosadas por pervertidos clientes… Supongo que no suena tan mal —confirmó Minseok dando su total aprobación—. Habría un equilibrio entre nuestros clientes y ya no nos molestarían mucho. Odio cuando algunos hombres no dejan de ver mi… Ustedes ya saben.
—Desde hace unos días estuve trabajando en la propaganda. La paga es buena y también agregué muchos otros beneficios más —Kyungsoo mostraba un volante que era verdaderamente llamativo.
—Cuanto antes los difundamos por la ciudad, estará muy bien— Luhan daba al igual que Minseok, su visto bueno.
—Hongbin es bueno buscando empleados, ¡perdón! Empleadas — Baekhyun también aprobaba la idea de Kyungsoo.
—Espera, espera, ¿Hongbin? ¿Por qué él? — le cuestionó Tao.
—Porque él es el único que no confirmó su inclinación sexual. Y lo más seguro es que cuando las chicas estén en la entrevista no sientan repulsión por él —cantó Baekhyun —; además, Hongbin puede grabar lo que las aspirantes hagan y nosotros decidiremos si entran o no.
—Ahora entiendo… Kyungsoo, llama a Hongbin —culminó LuHan.
~
— ¡Por favor! Por lo que más quiera ¡denos el empleo!, sé que ahora lo estamos haciendo mal, pero de verdad todos… todas nosotras necesitamos él y nos estamos esforzando —suplicaba Suho.
—Yo… debo ver a las demás chicas que también quieren el trabajo, no sé…—Hongbin se resistía a darles la oportunidad y miraba desde una ventana, a la demás chicas que aguardaban para su turno.
—Suzy unnie, no te preocupes hicimos todo lo que pudimos, debemos acostumbrarnos a vivir debajo de un puente en la lluvia, en el frío—consolaba Jongin a Suho —. Ya verás que algún día tendremos un cálido hogar.
Sin pensarlo más, Chanyeol y Sehun reventaron en llanto. Yifan y Chen se abrazaban intentando darse ánimos, lo que hizo conmover el corazón de Hongbin.
— ¿De verdad la han pasado muy mal?
—Sí, nuestros padres nos echaron de casa, y venimos de un pueblo muy, muy lejano de la ciudad, pero no te preocupes, al menos nos tenemos a nosotras— rectificaba Chanyeol sin dejar de llorar.
Hongbin salió de la oficina y se paró enfrente de todas las candidatas a meseras. —Chicas, es todo, ya tenemos nuevas meseras, gracias por venir.
Desde adentro, las chicas festejaban, y gritaban festejando con mucha alegría. —¡Tenemos trabajo! —declaró Suho con voz masculina.
— ¿Escucharon? Fue la voz de un hombre —manifestó Hongbin entrando.
—No fue nada — clamó Jongdae.
—Es que a Suzy unnie a veces le dan ataques de tos, o algo así—mintió Sehun limpiando una lágrima casi invisible.
Hongbin rió totalmente convencido de las mentiras y se sentó en uno de los sillones.
—Chicas, deben saber que yo no soy la persona encargada de contratar, pero estoy seguro que sus ganas de sobrellevar sus problemas harán que mi hyung y sus amigos las contraten. Estoy seguro de que las llamará, confíen en mí.
—Confiamos en ti y en tu hyung —agradeció Jongin mirándolo con mucha calidez —. Gracias.
Se despidieron, rezando por ser contratados, o mejor dicho, contratadas.
~
Y así fue, después de unos días y de tanto esperar la ansiada llamada, el teléfono sonó — ¿Diga? —contestó Jongin con voz afeminada.
—Hola, soy Kyungsoo del restaurante Six Feet Under The Stars, llamo para confirmar que ustedes han sido contratadas, las esperamos la siguiente semana.
Jongin se quedó pasmado, sin palabras que en ese momento pudiera decir.
— ¿Hola? ¿Hay alguien allí? —le cuestionaron al otro lado del teléfono.
—Sí, gracias…
Colgó lentamente. “Fuimos contratadas” su mente no se lo creía. Entre gritos de alegría, corrió a dar la gran noticia.
— ¿Qué te pasa? —cuestionó Chanyeol, quien estaba sentado en uno de los sofás más grandes de la sala.
—Fuimos contratados— exclamó Jongin, haciendo que sus compañeros gritaran de mucha felicidad.
Festejaban y reían. Hoy era el día. El día en que probablemente, sus problemas se desvanecerían uno por uno. Y seguramente, el sueño de cantar sobre los escenarios, regresarían.
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— ¡Bienvenidas a nuestro restaurante Six Feet Under The Stars! — Los delicados jóvenes brindaban una mano a hacia los músicos.
—Gracias, por favor cuiden de nosotras — todos los músicos dijeron al unísono.
“¡Trabajaremos con homosexuales!” cada miembro del grupo pensó para sí mismo horrorizándose en su interior, sonriendo falsamente en el exterior, a excepción de Suho, quien lo tomó como algo ¿normal?, al menos debía actuar así: normal.
“Trabajaremos con unas amables y lindas chicas” pensaron los delicados jefes mientras brindaban la mejor de sus sonrisas.