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Sin ti no muero, pero tampoco vivo por MissTakarai

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Notas del capitulo:

Y.... ya son 10 jejejej

CUANDO SE ES IMPOSIBLE ESCAPAR DEL KARMA

 

 

Miraba por la pequeña ventana circular del avión, las nubes oscilando perezosamente en ese cielo extraño. Ya el sol aparecía tímido por el firmamento, aunque parecía como si huyeran de él. Se giró un poco y vio a la persona que dormía plácidamente a su lado. Tenía un gesto angélico, ahí recostado, sobre el asiento reclinado del avión, con la cabeza ladeada y apoyada sobre su hombro. Lo observaba atentamente pensando en que hoy se cumplía un año desde que casi le arrebata la vida de un disparo, además, de que exactamente hacia un año se habían convertido en novios. Tuvo el impulso de besarlo pero no quería despertarlo así que se quedó mirándolo, pero no lo pudo resistir así que extendió el brazo y le acarició la mejilla. Entonces ante el contacto su amado se removió suspirando.

— ¿Gackt…?

—Lo siento, ¿Te desperté?   

—Pues sí, mi piel reconoce la tuya de inmediato — se ruborizó — ¿Ya llegamos? — se estiró, acomodó bien el asiento y se arregló el cabello.

—Ya casi. ¿Estás seguro de que es buena idea, You?

—Claro… será la parte final de tu recuperación. Veras a tu familia, hablaras con ellos claramente, y… podrás pedirle perdón y despedirte correctamente de él. No te preocupes, todo estará bien — y lo besó.

Gackt volvió a mirar por la ventana, ya se veían los edificios de la ciudad de Tokio a lo lejos. Ambos sentían una especie de revoloteo nervioso en su estomago, hace años que no pisaban su patria. Sin embargo eso no era lo importante, sino que esta tierra albergaba un sinnúmero de recuerdos en su mayoría malos para Gackt. ¿Estaba dispuesto a traerlos de nuevo a su memoria? Pero debía ser fuerte, no sólo por él, pues estaba consciente de que You también sufría por esta etapa de la recuperación, ya que se corría el riesgo de que Hyde, aunque muerto, volviera a ocupar la totalidad de sus pensamientos y su corazón.

 

Estaban tan cansados por el viaje que la mayor parte de la mañana se la pasaron durmiendo en el hotel. Ya para la hora del almuerzo estaban montados en un taxi camino a la mansión en la que vivió Gackt en su juventud. Miraban todo con asombro conforme el coche iba por la ciudad, muchas cosas habían cambiado y otras no. Así, luego de un pequeño paseo llegaron a la mansión Camui. La mismísima Ayana, hermana de Gackt fue a recibirlos, lloró como una magdalena al ver a su hermano menor luego de tantos años.

—Bueno, yo los dejo… — dijo You, había muchas cosas de las que la familia debía hablar y no quería hacer mal tercio.

—Pero…  ¿Se va? — Decía Ayana. — Por favor quédese, quiero conocer al héroe que salvó a mi hermano, y a la persona que él ama.

— ¿Cómo…?

— Gackt me ha mandado muchas cartas y en todas me habla de usted.

You estaba rojo como un tomate, todos rieron y entraron, fueron a la gran sala donde aún estaba esa gran mesa que Gackt tanto odiaba, pero no podía decir nada al respecto, pues esa ya era la casa de su hermana, su madre había muerto hacía mucho, de hecho cuando el enfermó, haciendo que su caída en la locurafuera más profunda, y luego que lo internaran su padre enfermó y murió también.

— ¡Buenas tardes! — entraba un hombre alto, moreno y apuesto.

—Gackt, te presento a mi esposo…

Todos se presentaron y se sentaron a la mesa, pronto los sirvientes trajeron el almuerzo, habían pasado años desde que comió tan bien en casa. La mayoría de los sirvientes eran nuevos, a excepción de Kintaro, el mayordomo personal de Gackt, y quien lo acompaño durante todos esos años desde que encontraran el cuerpo de Hyde.

Almorzaron hablando de muchas cosas, entre ellas de los estudios de You y su experiencia con Gackt, y ya una vez en la sobremesa hablaron de lo realmente importante.

—Ayana…

— ¿Si hermanito?

— ¿Por qué…?

— ¿Eh?

— ¿Por qué nunca me visitaste? Durante todos esos años en el sanatorio… no te vi una sola vez… — la miraba fijamente mientras una lágrima se escapaba por la mejilla de ella.

—Gackt… yo…

— ¿Era mucho pedir una sola visita?

—Camui-san, — habló el esposo de ella — antes de que juzgue incorrectamente a su hermana, ella tiene algo muy importante que contarle… — la miró con ternura, ella continuó dejando su taza de té en la mesita central.

— hermanito… hace unos años, exactamente el año que te internaste, nuestro padre se puso muy furioso contigo, incluso llegaba a decir que te odiaba, y que mejor le sería a la familia Camui que tu no… existieras… — Gackt hizo la mirada a un lado con dolor — hubieron un montón de ocasiones en que me enfrenté a él, pues odiaba de verdad como hablaba de ti y les decía a nuestros conocidos que te habías marchado abandonando y olvidando todo lo que había hecho por ti… pero luego lo diagnosticaron con cáncer… y… — se secaba las lagrimas con un pañuelo — cuando el notario leyó su testamento, hasta ese momento creí que realmente nuestro padre se había ensañado contigo, porque me había dejado toda la herencia a mí, con un clausula que especificaba que si yo me atrevía a buscarte o me reunía contigo, todo el testamento se revertiría y me quedaría en la calle. Al final eso no me importó, yo aún no me casaba así que me daba igual si me quedaba sin nada, pero había una clausula más, y decía que si yo estaba de acuerdo, podría dividir toda la fortuna y depositar tu parte en un banco para ser usada en tu tratamiento, y posterior herencia tuya si, y sólo si tú te recuperabas…

— ¿Nuestro padre me…? 

—Así es Gac-chi, te dejó la mitad de todo el dinero a cambio de que te recuperaras sin que yo interviniera o perderíamos todo, como ves, no tuve elección, era eso o ambos nos hubiéramos quedado sin un centavo para tu tratamiento…   pero hay algo más, a partir de hoy, eres el único que estará al frente de la cadena de bancos de la familia Camui, eres el presidente en pleno, eso es parte de lo que dejó establecido nuestro padre, claro que yo también tendré participación, pero ahora estas a la cabeza.

Gackt se quedó boquiabierto ¿Él presidente de la cadena de bancos “CRESCENT”?, You lo miraba sonriendo.

Unas horas más tarde ellos recibían sus maletas en la puerta, su hermana las había mandado a traer del hotel, pues insistía en que debían alojarse allí. Pasaron los días y ambos muchachos recorrían sus pasos, donde habían jugado de niños, donde habían estudiado. Así, Gackt le dio un recorrido completo por su colegio, incluyendo los lugares donde había visto por última vez a Hyde antes de ser expulsado.

Como era de suponerse, los periódicos no tardaron en enterarse de que Gackt había “reaparecido” por lo que los acosaban constantemente manejando la hipótesis de que el menor de los Camui había estado en una especie de retiro espiritual durante todo este tiempo, es al menos lo que su hermana y cuñado les dijeron a los de la prensa. Una semana entera pasó, haciendo que la vacación llegara a su fin pues You debía volver a su trabajo, Gackt aún no tenía uno así que decidió quedarse un día más a petición de su hermana, You estaba conforme, pero sólo lo dejaría allá con la condición de que ambos cumplieran hoy con la razón por la que habían venido: ambos visitarían a Hyde.  

Y como si se tratara de una reconstrucción de los hechos, el chofer de Ayana a indicaciones de los jóvenes, los llevó en un recorrido completo, pasaron primero por el lugar donde Hyde trabajaba y donde habían discutido ese fatídico día. Luego fueron al lugar donde estuviera su casa, pero en el que ahora había un edificio en su lugar, y así, llegaron al sitio en el que Hyde había muerto, ahora estaban parados frente a la nueva valla donde su pequeño se había estrellado y posteriormente caído. Sobraba decir que Gackt estaba muy mal, lloraba inconsolable, pero You nunca soltó su mano y cada que hacían una parada le decía cosas lindas que lo hacían sentirse mejor. Entonces fueron al lugar que más importaba en el recorrido, el cementerio.

Con la ayuda de un encargado, buscaron la tumba de Hyde Takarai. Pasaron unos minutos y la hallaron, junto a la tumba de su madre, se rezaba: “Hyde Takarai amado hijo” y nada más, si embargo ambas tumbas tenían flores, no eran muy recientes pero se notaba que alguien los visitaba con cierta regularidad. You se agachó y puso las flores que ellos habían comprado, así Gackt se arrodilló.

—Hyde… Hyde yo… — hubo un largo silencio — nunca he dejado de pensar en ti… y si puedes verme desde el cielo en el que seguramente estas, debes haberte dado cuenta de que pagué con mi vida lo que te hice… y aunque sé que no tengo perdón… ¿Lo harías? ¿Me perdonarías? — lloraba.

—Hyde-san — habló You sorprendiendo a Gackt — Gackt es una persona grandiosa ahora, y todo gracias a usted, pese a que está lejos. Por favor, bríndele su perdón y yo le estaré eternamente agradecido… — hizo una reverencia, Gackt también.

Se quedaron un tiempo más y se fueron, camino a casa Gackt podía sentir que un gran peso se le había caído de encima, You le dijo que era porque seguramente Hyde lo había perdonado.

Al día siguiente You se fue, indicándole a su novio que se cuidara y que lo esperaría mañana en el aeropuerto, si bien Gackt había estado en América los últimos años, no conocía más que el sanatorio y sus alrededores así que corría el riesgo de perderse. Sin embargo, conocía  muy bien Tokio, por lo que ese día hizo su recorrido por muchos lugares más, fue a la casa de Ken Kitamura, su amigo y quien una vez le salvó la vida, pero cuando preguntó por él, le dijeron que su madre había muerto hacía poco y que ahora estaba en Korea, donde ella había nacido. Gackt estaba decepcionado por no haber encontrado a su amigo, entonces caminando un poco más pudo llegar a la mansión Ogawa. Esta se veía bien, aunque no había nadie. Preguntó en el vecindario y todos le dijeron que la casa estaba abandonada pero que una vez al mes venía personal a limpiarla.

 

—Ayana — hablaba con ella ya en su casa preparando su ropa.

— ¿Si?

—Etto… ¿Qué sabes sobre los Ogawa…?

— ¿Eh? Pensé que odiabas al hijo de esa familia ¿Por qué me lo preguntas?

—Por nada en especial, sólo que pasé por su mansión y está abandonada…

—Ummm como sabrás, el general Ogawa era solo, la madre de Tetsu murió cuando él nació así que la casa se que quedó sola cuando el general murió y Tetsuya desapareció.

— ¡¿Cómo que desapareció?!

—Algunos dicen que lo atropellaron en el barrio rosa, ya sabes, donde trabajan los sexoservidores, dicen que quedó paralítico y que por eso lo enviaron a Francia para su tratamiento, otros dicen que no lo atropellaron pero que le afectó tanto la muerte de Takarai-san que se fue a Rusia a estudiar y luego a vivir, lo cierto es que envía personal a que limpien su mansión cada tanto, así que debe ser verdad que está lejos porque nunca más se lo vio por aquí…

Las horas pasaron rápidamente, así luego de despedirse de su hermana arribó un avión y se fue de vuelta a los Estados Unidos donde tenía decidido comenzar una nueva vida como el presidente de “Crecent bank”, crearía la nueva casa matriz allá, pero antes con el dinero que había heredado, pensaba en comprarse una linda casa allá, aunque había un pequeño problema, ¿Qué haría con You? ¿Y si le pedía que vivieran juntos? Se sentía muy mal, porque aun prefería no pensar en compartirla con You pues aunque lo amaba no estaba preparado aún para dar ese paso. Afortunadamente pudo dormirse, lo hizo durante casi todo el viaje por lo que ahora le parecía más corto. Había dormido tan pacíficamente que creyó en lo que You le había dicho: Hyde lo había perdonado.

Como si nada bajó del avión, tomo su maletín, agradecía que fuera pequeño pues odiaba cargar cosas, y salió del aeropuerto. Quedó de encontrarse con You en la puerta, pero no lo veía por ningún lado, seguramente se había retrasado. Miraba por todos lados, razón por la que no notó que andaba distraído chocando inevitablemente con alguien y pisándole el pie.

— ¡Ayyy! — gritó esta persona.

—Lo… lo siento… — se disculpó.

— ¡Ay mi piecito!

—Por favor discúlpeme… — lo vio primero con preocupación, luego con algo de curiosidad pues esta persona, y se notaba a leguas, era un hombre vestido de mujer.

—Debes ser más cuidadoso cariño… — lo miró seductoramente — no te preocupes no fue grave, y qué… ¿Estás solito? ¿No buscas compañía?

— ¿Eh?... etto, no… gracias— negó sonriendo con sorpresa.

—Bueno, tú te lo pierdes cariño… — y guiñándole el ojo se fue.

Gackt lo observaba alejarse, lo veía divertido pues se preguntaba cómo era capaz de caminar tan bien con ese par de tacones sumamente altos. Al ser una persona alta, con esos zapatos se veía enorme, lo que no era lo único que lo hacía tan visible, pues sus llamativas prendas captaban toda la atención que podría necesitar. Era un sexoservidor, eso era seguro, pues en el área del aeropuerto abundaban al haber muchos turistas aburridos, así tanto hombres como mujeres ofrecían un buen momento de entretención. Continuó mirándolo hasta que él casi desaparecía de su campo visual. Ya estaba de pie en la acera a punto de cruzar a la de enfrente, pero de pronto este singular personaje miró a un costado y sonriendo de manera por demás efusiva llamaba a alguien con la mano. Gackt estuvo a punto de desviar la mirada pues no le importaba con quien se encontraría aquel tipo, pero algo llamó fuertemente su atención.

Entonces su corazón se detuvo, su mente colapsó, su estomago se revolvió y su alma se salió de su cuerpo. Al menos era todo lo que sentía ahora. Aquella persona a la que ese tipo llamaba y que ante el llamado se acercó sonriendo, era… ¡No era posible! Era Hyde Takarai...

Dejó caer su maletín sintiendo ganas inusitadas de salir huyendo. No podía estarle pasando esto… de nuevo, pero razonó mejor y sin dudarlo corrió hacia ellos, corrió como loco, necesitaba comprobarlo, “No, no, no…” se repetía una y otra vez, y a cada paso, cada vez que se acercaba más lo veía mejor, no había duda, era él, aunque ahora tenía el cabello rubio. Y reía, reía junto al tipo vestido de mujer como si fueran grandes amigos, así un taxi se detuvo frente a ellos, se subieron y partieron con destino desconocido. Su desesperación se incrementó tanto al verlo alejarse que al llegar a la calzada, sin pensarlo prácticamente se arrojó sobre otro taxi.

— ¡¿Acaso está loco?! — le gritó el chofer.

— ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Siga a ese auto! — se montó al taxi sin darle tiempo al chofer de asimilarlo todo.

Así arrancando se puso a perseguirlos. Los siguieron por casi cinco cuadras hasta que en una calle algo angosta se detuvieron por un semáforo. Le arrojó unos billetes al chofer y sin más se bajó en medio de la calle sin importarle correr en medio de los automóviles. Llegó al que había estado siguiendo, arrojándose contra la ventana. La pareja en el interior se espantó al verlo estampillarse contra su ventana de esa forma, pero rápidamente Gackt se apartó pues dentro no estaba ni Hyde ni el otro tipo, estaban otras personas, se había equivocado de taxi, habían estado siguiendo a otro, y la verdad no era su culpa, todos los taxi se parecían entre sí. La luz se puso en verde nuevamente y los autos avanzaban,  con él aún parado en medio, algunos le pitaban y le gritaban que se quitara pero él no los oía, miraba entre las ventanas pero no lo veía, lo había perdido. Se llevó las manos a la cabeza y la apretó con violencia, ¿Le estaba pasando de nuevo?

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

 

You corría desesperado por una de las calles aledañas al aeropuerto, se había retrasado un poco y aún así cuando llegó no encontró a Gackt. Preguntó en la agencia y le indicaron que el avión ya había llegado, entonces lo llamó, y lo llamó, y lo llamó, pero él no contestaba. Pasaron dos horas y él aún no le contestaba, debió llamarlo como cien veces, y nada. Estuvo a punto de entrar en la comandancia a dos calles para reportar a una persona desaparecida cuando sonó su celular.

— ¡GACKT DÓNDE DIABLOS ESTÁS! — Estaba furioso, y no era para menos, la preocupación se lo comía vivo.

Escuchó por unos segundos

— ¡Está bien, quédate ahí!

Corrió nuevamente al aeropuerto. Fue directamente a las bancas de espera al lado este del lugar y lo encontró ahí, sentado y con la mirada perdida. Tenía la misma mirada que cuando lo conoció en aquella habitación aislada del psiquiátrico.

— ¡Gackt qué fue lo que…! ¿Gackt…? — Se puso de cuclillas, esperando que lo viera, pero no lo hacía. — ¿Gackt qué tienes? — ahora si estaba asustado.

Entonces él lo miró, sonrió de forma extraña y le dijo algo. You simplemente se paralizó.

 ._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

Caminó durante horas hasta que no tuvo otra opción que tomar otro taxi y volver al aeropuerto, después de todo, no conocía el lugar. Llamó a You una vez que llegó y se sentó en una banca, él sonaba molesto, nunca antes lo había oído así, pero no lo culpaba, no era para menos. Se quedó ahí a esperarlo, con toda una pesadilla desencadenada en su mente. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué la imagen de Hyde debía reaparecer justo cuando creía que ya todo estaba bien? Pero… ¿Era él una vez más una imagen en su mente? No podía serlo, ya que siempre que su imagen lo torturaba, se presentaba directa, única y exclusivamente a su persona, nadie más podía verlo. Pero ahora… él hablaba con un tipo vestido de mujer… ¿Por qué? ¿Acaso no era la imagen de su mente y era el verdadero…? ¡No! ¡Eso no era posible! ¡Hyde está muerto! Entonces sólo cabía una explicación. El fantasma de Hyde volvió para atormentarlo pues él no merecía perdón… Esto no estaba pasando, ¡Esto no está pasando! No podía dejarlo volver, Hyde no podía hacerle esto. Así que tuvo una idea. Y he aquí la única cosa a la que el Hyde de su cabeza parecía temerle, si, se acercaba muy molesto, aquí venía, el único ser capaz de alejar los fantasmas de su mente, lo amaba, y mucho, pero no estaba seguro de amarlo tanto como para hacer aquello, pero era la única solución, si, era la única para mantener al fantasma de Hyde alejado…

— ¿Gackt qué tienes? — Fue lo único que lo escuchó decir, no escuchó lo anterior.

Así sin más lo había decidido, necesitaba a You a su lado, de por vida.

—You… ¿Querrías casarte conmigo…?

Continuará…

  

  

Notas finales:

Comenten por favor :)


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