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Seguiré adelante por tí por neblinadesol

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Notas del capitulo:

25-10-2015

Hola, hola, ya respondi comentarios :), espero que este capitulo les sea de su agrado aunque a mi me pareció algo seco, pero es lo que salió :P. la inspiracion va y viene...buuuu...

En cuanto a los otros fics "Encanto" saldrá el miercoles ( creo que es el cap.14) y el cap 2 del nuevo fic "Mil dudas y una respuesta" lo subo en un ratito luego de revisarlo.

Los personajes son de NARUTO de Kishimoto Masashi sensei. 

Si hay errores ortograficos sepan disculpar.

En sus ojos ya se notaba el cansancio y las ojeras. Suspiró y contó hasta diez.

—Temeee…

Definitivamente ese tipo de  autocontrol sumado al malestar y al insomnio no servía, y que este día sea un completo fastidio porque tenía, no, DEBÍA recoger el atuendo del novio por ser el padrino de bodas tampoco ayudaba

—Vamos, temeee…

Para el comienzo de su mala seguidilla de infortunios Naruto lo estaba esperando en la entrada de su casa ni bien salió, ¿para qué?: Si, al idiota no se le olvidó ese detalle. Tuvo que posponer su ida a la torre del Hokage para recibir el tonto itinerario de mañana.

— ¡Mira!... ¡mira!, ¡aquí hay uno similar!— El rubio separó de la percha un atuendo oscuro.

Pero eso no era no que lo tenía así. Sino la tonta propuesta del novio a que llevaran ambos vestimentas similares. ¿Pero si él no iba a casarse?

— ¡Te quedará genial, como gemelos-ttebayo! —y se la puso en frente como midiéndosela. Sasuke cerró con fuerza ambos puños.

…Esa…voz… molesta…Al parecer al futuro Hokage ese pormenor no le entraba en la cabeza. Y la malsana insistencia de su parte hizo que a la ya pequeñísima paciencia de Sasuke le nacieran alas y volara muy lejos.

De un movimiento tan veloz que ni le dio tiempo a pestañar a Naruto, el azabache le tomó del cuello de la camiseta azul que llevaba y lo elevó hasta dejarle los pies en puntitas. El sastre, un viejito bastante amable solo mirada azorado la interacción de ese par en su tienda.

—Escúchame bien imbécil, que tengas el maldito honor de que YO sea tu padrino, no significa que hagas lo que se te antoje, iré con mi propia elección de ropa el día de la boda.

—Temeeee, no me llames “imbécil”, “dobe” queda más guay-ttebayo…—al parecer a alguien esas palabras le entraron por una oreja y le salieron por la otra. Sasuke  le soltó con un empujón y se dirigió hacia la entrada del local.

—Tsk.— disimuladamente se llevó la mano a su estómagopresionándoselo. Un mudo silencio fue roto por el ruido del papel protector siendo puesto sobre la vestimenta, el atento ancianito guardaba todo meticulosamente en dos cajas. Naruto le quedó viéndole de espaldas y dejó la ropa sobre un mostrador, lentamente agachó la cabeza.

— ¿Al menos me ayudaras a…a….? Sabes que soy un tonto…—terminó susurrando llevando la mirada al piso. Sasuke de mala gana giró su cara para darle un pequeño vistazo, en verdad lucia fatalmente abatido.

…Yo soy el tonto…

Volvió su mirar hacia afuera de la tienda contemplando a las pocas personas pasar.

…Un dia más…un dia más…y cerró sus ojos con fuerza.

 

—Espera el día, idiota —Y salió de allí azotando la puerta. Demasiada amabilidad impropia de él, demasiada complacencia, y ese maldito dolor estomacal lo irritaban y por el bien de ambos decidió que era hora de estar lejos de esa tortura.

…Masoquista…resonaba en su mente…y mañana será peor…

El ojicielo agradeció al sastre ni bien terminó y salió con las dos cajas hacia la calle, al ver que ni lo esperó gritó desde la puerta del local.

—¡Ni se te ocurra ir de vago-ttebayo!—los pocos madrugadores  hicieron algunas muecas reprobatorias al ver a quien le era dirigida la atención. Naruto al verles poner esas expresiones les fulminó con su mirada, y se quedó parado contemplando su marcha. Miró las cajas en sus manos y soltó una carcajada fría.

Sasuke ni se molestó en reprocharle, metido en sus propias cavilaciones,  solo quería estar un rato a solas con su conciencia, la tarde de ayer fue bastante abrumadora y los ojos ojerosos por no conciliar bien el sueño se le notaban demasiado,  luego de caminar un rato, saltó al tejado de un alto edificio y buscó en la terraza  un buen lugar para observar la plaza principal que comenzaba a estar concurrida, se sentó cruzando las rodillas y apoyó los codos en las piernas, agachando la cabeza dejó salir un largo  suspiro. Se estuvo aguantando el dolor de su estómago, pero lo bueno es que los medicamentos eran más efectivos, Tsunade trabajó rápidamente en eso, y salvo el malestar estomacal,  lo demás  síntomas no llegaron a manifestarse. O si lo hicieron no lo sintió.

Sudó frio.

…Tal vez sea por la insensibilidad…De alguna manera estaba aliviado y preocupado, ¿qué otro nuevo síntoma podía estar manifestándose sin  saberlo?

…¿Cuánto... tiempo?…

… ¿Debería dejar de tomarlas?...

…De todas formas…

Repensó en la pequeña conversación que tuvo con su futuro inquilino. En verdad le preocupó la manera en que ese bijuu intentaba mostrarse poderoso, era como que intentara ¿dominarlo?...Como si pudiera…

Y luego esas palabras extrañas

¿…Protegerme…? …¿De qué?... Se hizo de tantos enemigos desconocidos que ya ni los contaba, ni les preocupaba suponiendo que muchos murieron en la guerra, y el titulo hipócrita de héroe que Naruto pregonó casi era suficiente para calmar a cierto Kage que aún le guardaba un mínimo tonto rencor, contar a la media aldea que lo despreciaba no sería convincente, nunca serían capaces de acercase a mirarlo directamente a los ojos.

Llevó sus manos a su cara y oculto entre ellas sonrió irónico...…Ja…me voy a morir y quiere algo a cambio…Luego entreabrió sus dedos y llevó su vista a la multitud de aldeanos que paseaba en la feria. Hizo una mueca de asco.

…Ruidosos…

 

 

Suspiró y pasó su mano por su cabello, al sentir un chakra conocido acercarse a él cambió su postura a una relajada.

—Sasuke-kun…—la kunoichi vestida con su típico atuendo se aproximó a pasos lentos hasta quedarse a su lado.

—Sakura.—La saludó sin quitar la vista a la plaza.

—No pensé encontrarte aquí, en verdad subí para ver los alrededores y buscarles a ti y a Shika.—Sakura sacó un sobre de su bolsillo de shinobi y se lo extendió cerca de su campo de visión. El azabache frunció sus cejas en signo de duda y la miró.

— ¿Qué…?

—Ah, bueno…, a sensei se le olvidó ayer darles su paga y hoy no hay servicio, y…bueno yo estaba dejando lo último de las oficinas y… —la pelirrosa vio el único ojo visible rodar de aburrimiento— ¡Ya ves!—dijo para terminar.

—…—Tomó el sobre y se lo guardó volviendo su vista a la plaza. Hoy era el día, quizás el momento oportuno ya que no tendría que buscarla, mañana y pasado serían muy tarde, esperó todo este tiempo guardando las palabras precisas. Cerró sus ojos y dejó salir el aire antes de hablar.

—Tenemos que hablar. Siéntate. —Sakura abrió sus ojos sorprendida ante aquella petición tan directa, nerviosa se estiró la remera que llevaba y tímidamente se sentó a su lado estirando las piernas hacia adelante, presintiendo lo esperado.

Ambos estuvieron un buen rato mirando los alrededores sin emitir ninguna palabra, hasta que la paz fue rota por la voz masculina.

—No habrá nada entre nosotros—desgarrador como el filo de su espada, certero en el corazón, Sakura se llevó una mano al pecho casi recordando el dolor del golpe en la cuarta guerra, pero dolía más. Tenía que preguntarle.

— ¿Por…qué?—La voz quebrada y la incipiente caída de las lágrimas de sus ojos jade en su rostro fue lo que vio Sasuke al verla. Debía ser sincero en parte con ella, se lo merecía.

—Porque solo eres una buena amiga. No hay ningún otro tipo de sentimiento más allá de eso.—Y volvió su mirada al frente, se mordió el labio inferior para darle tiempo a asimilar a su excompañera de equipo la atroz respuesta a su pregunta. Sakura agachó la cabeza ocultando su rostro lloroso de él, limpiándose con sus manos el rastro de lágrimas que no terminaban de detenerse, como los pedazos de su futuro junto a él.

Ese llorar silente era sin duda algo doloroso también para él al recordar el imposible sentimiento que se le escurrió de sus manos. Ambos compartían el mismo dolor de perdida, y se sintió de alguna manera cómplice con ella. Cerró sus ojos en paz y volvió a hablar con una triste sonrisa sincera.

—Eres… molesta.—Ella detuvo su lloriqueo y lo miró sorprendida por unos segundos, luego de verle sonreír tristemente la pelirrosa también le devolvió una tímida sonrisa fijando su vista al horizonte, imitándolo. Comprendió el insulto no por su significado sino por como lo dijo.

—Yo… Yo quiero seguir siendo…tu amiga…—el azabache asintió lentamente.—Puedes contar conmigo para lo que sea, estaré allí…para ti.—se limpió la mejilla húmeda con su mano.

—…Gracias, Sakura—ella aun sentada sonrió con suficiencia alegrándose por la respuesta, y aunque el desastre que estaba en su interior por tan crudas palabras le molieron el corazón la esperanza de ser feliz y verle feliz algún día la acarició como el viento que mecía sus cabellos, porque ese era el tipo de amor que ahora florecía  y que quería  conservar.

—Solo te pido un favor.—y levantó un dedo frente a su cara llamando su atención.  Sasuke frunció el ceño.

—Sarada.—el azabache la miró sin entender.

—¿Eh?

—Si algún día llegas a tener una hija quiero que le pongas de nombre Sarada. Déjame ser su madrina.— El azabache entrecerró sus ojos de mala gana.

—Sakura…eso…—No esperaba que la pelirrosa fuera a pedir un imposible…. Está loca…

—Y no aceptaré un no por respuesta, me rompiste el corazón pero no romperás mi ilusión. Es lo único que te pediré a cambio de no romperte la cara—Se levantó y lo miró seria desde su posición. —Tengo que entregarle el sobre a Shika. ¡Nos vemos!—Y sin más saltó desapareciendo dejando algo pasmado al ojinoche que no pudo darle una respuesta.

La ninja medico  Haruna Sakura entre salto y salto, pasando los edificios dejaba llorar a su pequeño pero fuerte corazón alejándose del que fue su primer y único amor.

 

 

 

—¡Shikamaru!—El aludido se volteó lentamente ante su presencia. Llevaba las compras del día y fue interceptado por el ojicielo  a la salida de un negocio.

—Naruto—saludó sin muchas ganas. Vio que el rubio caminaba hacia él sosteniendo dos cajas algo grandes. Luego de pararse en frente suyo hizo un par de muecas y movía la cabeza a un lado y al otro  casi tocando sus hombros, el de coleta solo le veía hacer.

—Lo siento.— Soltó el rubio—Me porté mal contigo,  estoy bastante nervioso por las fechas y la verdad lo que me dijiste me tomó por sorpresa.—cerró la boca rápidamente y puso una expresión abatida. El Nara lo miró de arriba a abajo.

—No hay problema.—Mentira, si había uno y era que sospechaba que la actitud de Naruto fue rara. Por algo era más avispado que sus compañeros de su generación. Pero ¿cómo sacar información, si ahora le veía actuar como si nada pasó?…¿A quién estaba celando?.. Se dijo a sí mismo, porque eso fue lo que pensó y sospechaba que Naruto ahora estaría ocultando más de lo que decía y hacía.

—Jejejeje…creí que estabas algo enojado-ttebayo.

—Qué va…—se encogió de hombros.

—¡Bien! Tengo que llevarme esto y preparar todo.—y sonrió mostrando sus blancos dientes.

—Bien…

—Todo saldrá perfecto-ttebayo! ¡Te  veré a la noche!—Y lo vio marcharse silbando una canción de algún tonto comercial de ramen. El Nara sonrió ante la actitud aparentemente despreocupada del rubio, Naruto callaba algo y quien calla otorga… ¿caminas sobre una mentira, Naruto? …¿sería demasiado tarde?...

 

 

 

 

El dia fue dando paso a la noche. Una noche cálida. Una  noche inolvidable.

—Oe…—saludo el Nara con un gesto de su mano y se puso a la par de los otros tres que estaban formando una línea en frente de una puerta roja, las ropas del Nara consistían en una camisa y pantalón negros. Miró hacia arriba y leyó silenciosamente el letrero.

Sasuke asintió a su saludo sin mirarle, vestía una  fina remera azul bajo la chaqueta con  mangas cortas del mismo color,  todo el pantalón y zapatos negros,  tenía una cara de completa concentración. Estaba no solo mentalizándose sino reuniendo fuerzas.

—No sé ustedes pero creo que o nos equivocamos en la dirección o nos los dieron mal.—Kankuro se rascó el cuello algo confuso luego de levantar una mano en respuesta al Nara. Su ropa no cambió excepto que no traía sus armas consigo.

—Es problemático…

—…

—¿Qué hacemos? Me da un no sé qué entrar ¿y si me reconocen?

—Con ese pelo y esa ropa no pasas desapercibido a nadie Kazekage.—contestó el de coleta, el pelirrojo se miró su vestimenta, nada del otro mundo, remera roja estampada con unas raras figuras y pantalón de igual color.

—...

—¿No viniste con tus amigos Uchiha?—Preguntó curioso el de coleta. El otro levantó la ceja y se cruzó de brazos.

—…Suigetsu estaba ansioso por la bebida y arrastró a los demás a seguirle.

—Ah, qué problemático será. —El Kazekage y su hermano luego de ver que nada más diría el azabache o el Nara volvieron a mirar la entrada como si esperaran que algo ocurriera.

El ruido de la música y algunos grititos escapaban al exterior.

— ¿El mes pasado no habían cerrado este antro? —el Nara se rascó la nuca pensativo.

—Me voy.—dijo sin más el ojinoche. Se giró y dio un paso en marcha a su hogar. Pero en frente suyo vio a alguien acercarse corriendo a gran velocidad.

—Tsk.—Y se detuvo a centímetros de su cara con la polvareda rodeándole.

—Jejejeje…—Naruto se llevó una mano a la nuca y sonrió feliz.— ¡Tardé en vestirme-ttebayo! ¡VAMOS TODOS!— le agarró el brazo llevándolo consigo y entrando con un golpe en la puerta producto de su patada. Los otros tres se miraron y sin ganas le siguieron.

—….¡¡OOOOh!!,… ¡¡Y AQUÍ CON NOSOTROS EL PROTAGONISTA DE LA VELADA!!—una voz en parlante anunció su llegada, la música paró y todos los presentes se giraron a ver hacia dónde indicaba el chico perro con el micrófono en mano.

Naruto llevaba el mismo estilo de ropa que siempre usaba, solo que era de color marrón y unas zapatos de moda, levantó el brazo vendado caminando entre la gente que le vitoreaba y se hacía a un lado, Sasuke trataba de rehuirle sin éxito—¡Gracias, gracias-ttebayo!—Hasta que lo logró, pues el rubio lo soltó para levantar ambos brazos como si hubiera ganado una pelea de boxeo. Kiba se acercó dando empujones y le tendió el micrófono a su festejado.

—¡Gente bienvenidos a mi fiesta, mis amigos  y conocidos —pudo distinguir al grupo de gennin de su generación por un lado del bar que gritaron a viva voz— sé que algunos no me conocen, otros son unos colados-ttebayo, pero no importa ¡mientras más seamos más divertido será!

Mientras todos los presentes levantaban sus vasos llenos de algún tipo de bebida, a los que Naruto se unió dando gritos de que comenzara la verdadera fiesta, Sasuke se volvió sobre sus pasos y pudo ver al Kazekage por el color inconfundible de su cabello tratando de sentarse  en una mesa redonda algo alejada del resto junto a su hermano y al Nara, así que se dirigió al lugar sin poder evitar pisar unos cuantos pies pues la música comenzó a sonar y todos bailaban o eso creía. Y se dejó caer a su lado con mala cara.

—Este lugar está atestado de gente desconocida.—Soltó el Nara.

—Cambiaron algo a último  momento, por lo visto—Gaara miró a su alrededor.

—Jóvenes, ¿desean algo de beber?—una chica con ropa bastante ajustada se presentó ante ellos con una sonrisa fingida.

—Lo que sea…—levantó los hombros despreocupado el de coleta.

—Lo mismo—Dijo Kankuro y El pelirrojo asintió inseguro.

—Nada. —Contestó cortante el Uchiha.

 

 

 

Las horas pasaban y los gritos, las vítores, la música estaban dejándolo sordo y lo peor era que Naruto a cada rato pasaba por su mesa ofreciéndoles bebidas  a través de la camareras, insistiéndoles que debían mover sus traseros de allí. Y lo estaba logrando ya  que de a uno fueron cayendo, en estos momentos el Nara saltaba y revoleaba la camisa arriba de una mesa frente a varias chicas que daban grititos de aliento. Kanguro bailaba torpemente debido al alcohol junto con Shino y Chouji y tres chicas más en la pista, Sasuke se cruzó de brazos y miró a su lado al Kazekage que dormitaba por la ingesta de algún brebaje que lo tumbó al tercer trago. Buscó con la mirada a sus compañeros de equipo y divisó al pelinaranja durmiendo en la barra mientras Suigetsu hacía gestos obscenos  a varias señoritas (si eso eran) a su alrededor. El Inuzuka gritaba y la voz  ya no se le oía por tenerla casi perdida. Si había algún otro conocido no pudo verle por la masa de gante moviendose al compás de la música. Chasqueó la lengua y miró la bebida que tenía en frente suyo. No bebería, pues no iba a tomar nada alcohólico y quedar  knock out por el revoltijo que se formaría en su estómago con  la ingesta de los sedantes.

—Hola… bastaaaa….do.—A su lado se apoyó el ambu idiota según él. Apestaba a alcohol. De mala gana trató de empujarlo, pero su copia barata se le encimó y le abrazó por detrás.

—¡Quítate imbécil!— y trató de apartarlo. Pero el otro en un rápido movimiento y paso un brazo por su cuello.

—Un puntoooo…¡Hic!  ciego…   de-Uchi-a…—y comenzó a apretar, Sasuke se sorprendió de que a pesar de estar bebido tuviera tanta fuerza, incluso lo levantó del asiento.

—¡Ugh!—Y al hacerlo lo arrastró hacia un lugar más oscuro. Todos ignoraban su alrededor sumergidos en la fiesta. Por un mínimo momento se sintió débil por la asfixia pero reunió las fuerzas y estando cerca de la pared solo atinó a ir hacia atrás y con eso golpear  al anbu contra la pared , éste ultimo los soltó aturdido, momento en que Sasuke aprovechó para darle un fuerte golpe en la mejilla dejándolo inconsciente. Se llevó la mano derecha hacia su cuello y se lo acarició. Se sobresaltó cuando una mano se apoyó en su hombro y al girar vio a Naruto con un semblante tranquilo.

—Creo que se pasó –ttebayo…—el Uchiha solo lo miró de mala gana. De todos los idiotas  a su alrededor  tenía que volver a aparecer.

—Me voy—el rubio asintió en silencio.

—Nos iremos ambos.—Sasuke frunció sus cejas...Ni de broma...

—Es tu fiesta. Te quedas.—Naruto negó  cabizbajo y dijo.

—Me iré contigo  a descansar pero necesito ir al baño. Y luego nos vamos. Pero antes…—Y tomó su mano para evitar que escapara.

—¡Oye!—Y lo llevó derechito al lugar  especificado a pesar de la resistencia de su compañero. Al entrar  miró a su alrededor comprobando que no hubiera nadie  e ingreso junto al azabache.

—¡Oh, mira!—y se acercó al lavamanos y luego de lavarse la cara y secársela,  enjuagó un par de vasos  y levantó una botella de sake.—Parece que alguien lo olvidó-ttebayo jejeje…—Sasuke fue al lavamanos de al lado ignorándolo  y también se enjuagó la cara, pronto estaría en su casa y si ese rubio pretendía hacer una parada  por allí le daría una patada en su acanelado  trasero.

—Toma.—estiró el brazo, ofreciéndole el vasito con la bebida que había vertido en ella.

—No bebo alcohol.—le contesto secándose con una toalla de papel frente al espejo.

—Ya sé, eres un amargado pero no será más que un sorbo.—insistió el rubio  a su espalda con rostro serio moviendo el vasito de plástico  de un lado a otro.—Yo tampoco he bebido-ttebayo.—Sasuke se giró encarándolo.

—No te creo.—Pero Naruto negó varias veces con su cabeza.

— Ni una vez-ttebayo.—entonces  levantó una ceja y se cruzó de brazos.

— ¿Por qué aceptaste hacer eso si no lo disfrutas?—de alguna manera espera escucha algo como “me obligaron” o “nunca estuve de acuerdo pero insistieron y ya”

— La fiesta era para que lo disfrutan los demás.—Y se encogió de hombros.—Toma, un pequeño brindis y nos largamos a dormir.—El azabache torció su boca hacia abajo  y tomó con duda  el vasito en su mano, miró su contenido y luego a Naruto. La música se escuchaba cada vez más fuerte y los gritos de vítores se alzaban eufóricos

—¿Y por qué brindamos?—preguntó más por cortesía que por curiosidad. Le iba a dar una patada en su entrepierna si daba alguna tonta alusión a su boda.

—Por el hoy. Por todos los dias—Y chocó el vasito con el contrario para luego beberlo de un sorbo. Sasuke  se  quedo mirando  el vaso,  era una buena respuesta aunque él no lo consideraba  importante…qué más da…  y le dio un sorbo, un pequeño  no le haría mal. Naruto inclinó su cabeza a un lado cuando vió que el Uchiha se giró e inclinó el vaso para ver caer el resto del líquido en el lavamanos. El rubio se volvió a la puerta y la abrió un poco para ver el exterior.

—Ugh. Están cada vez más locos.— Se escuchaban algunos gritos obscenos —Mira, saldremos con mi jutsu  de tele trasportación a la calle. Je, deje un kunai allí. Haré los sellos-ttebayo—El azabache se apoyó en el borde del lavamanos  dándole la espalda y asintió luego de dejar salir un suspiro de agotamiento, quería desaparecer de su lado para recobrar fuerzas y enfrentar el mañana.

—…Sa…su…ke…—el murmullo de una voz helada que retumbó en su cabeza hizo que levantara la vista al espejo. Y en el reflejo vio los ojos azules del rubio. Se giró de la impresión y vio a Naruto terminando los sellos, sus ojos eran del color del cielo. Pestañeó confundido para luego cerrar los ojos por la luz que lo cegó

 Naruto sonrió.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Wiii, ¿ya estan por aqui?, ¿pues que les parecióoooo....?, oh me voy y no diré más nada, nadita :3.


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