—… Ya casi lleg…— y dejó la frase cortada bruscamente, el otro asintió lentamente.
Ya había usado dos de las frases. …¡Aarg!..Queda una más…Se mordió los labios para no decir ninguna otra. Lo llevaba protectoramente con un brazo cruzando sus hombros, el Uchiha caminaba tambaleante.
….No pienso en nada....
Miró una vez más hacia adelante donde la gran propiedad Uchiha se alzaba imponente, con sigilo ingresó a la casa luego de revisarle los bolsillos de la delgada chaqueta y obtener la llave, fue un buen momento ya que pudo delinearle la cadera, al llegar al centro lo sentó en el brazo del sofá del living, Sasuke comenzó a inclinarse hacia atrás, lo tomó del hombro dejando ver su níveo cuello, y un sonrojado Naruto dio un suspiro.
Y toda su concentración comenzó a disiparse.
No le importó lo que iba a hacer, ya no, se justificó en que ambos no estaban en sus cabales.
Su reciente resolución le dio el coraje para avanzar.
—“Duerme”—ordenó con voz firme y apoyando el dedo índice en la frente pálida, un pequeño dibujo de delicados trazos negros se formó y vio que Sasuke cerraba lentamente sus oscuros ojos, sonrió ante tal espectáculo, tenía pestañas tan negras igual que su cabello, era por eso que tenía esa mirada misteriosa que cautivaban a cualquiera….algo dentro muy dentro le decía que parara, que no debía, pero… ¿qué otra pequeña oportunidad tendría?… cerró también sus ojos e inclinado aspiró lentamente cerca de las comisuras contrarias, el sutil aroma a...dulce…
…Quiero sentirte… a la vez que se inclinaba y acercaba a su rostro mientras su brazo envolvió aún más la cintura del azabache, tenerlo así, sumiso, ido,…tan rosados..., si…, sus azules ojos se concentraron fijos en los labios, se acercó aún más…, son tan delicados…, tan finos…, tan…
…intocables…
Y con este último pensamiento toco su piel…El chidori…se siente bien… Naruto movió lentamente sus labios, abriendo y cerrándolos, atrapando la boca de Sasuke, éste somnoliento quiso separase al sentir algo incómodo en su boca poniendo sus manos sobre el pecho del ojiazul, pero el jutsu que estaba activo le quito las fuerzas, casi al mismo instante de hacer ese movimiento, sus manos apenas apretaron la ropa que llevaba el rubio, así que sólo abrió ligeramente los labios para decir algo, pero Naruto adentró su lengua y profundizó el beso tomándolo de la nuca e inclinándose más, el cuerpo del pelinegro quedo entre Naruto y el respaldo del sofá aun sentado. Su entrepierna le dolía, así que se frotó en un vaivén descarado pegado a su némesis aletargado, fingiendo lo que en unos momentos ya daría por hecho. Sonrió zorruno entre sus labios.
El beso fue largo, Sasuke apenas gimió por aire, y el rubio se separó de su boca para comenzar a bajar por su mentón lentamente, saboreando y dejando un camino de saliva a su paso, se concentró en lamer y chupar ese delicado cuello marcándolo, mientras Sasuke se dejaba hacer, emitiendo leves suspiros que se fueron apagando dejándolo inconsciente.
Naruto notó el cuerpo de Sasuke aflojarse, le tomo de los hombros y lo recostó suavemente en el sofá boca arriba, se sentó a su lado y abrió la campera de tela, comenzó a subir la remera dejando ver lo que buscaba, y al contemplarlos los tocó tímidamente, pues una ola de extrañas sensaciones llenaban su ser, se agachó, los lamió y los chupó disfrutando de los efectos que le causaban. Sus manos recorrieron explorando delicadamente el pecho lampiño hasta su cintura y desabrocharon el pantalón, semidesnudándolo, se bajó el suyo y se tocó su miembro que ya ardiente clamaba atención, levantó suavemente y separó las níveas piernas semidesnudas colocándolas entre su cintura, miró el rostro dormido del azabache que “ausente” lo seducía.
¿Por qué tenía que acabar así? ¿Acaso siempre tuvo esa necesidad de esto?
…Tiene una linda cara...
Si al menos todo fuera tan diferente no tendría que emplear esto.
Negó varias veces desechando cualquier idea o pensamiento racional.
Ensalivó sus dedos e inclinándose y tanteo la entrepierna mientras dejaba besos en el pecho. Con cada hundimiento de sus dedos dentro del otro lo ponía más ansioso,el jutsu tenía cierto tiempo y si quería aprovecharlo debía apresurarse.
Sí, no creyó que fuera tan fácil haberle hecho caer en esa técnica al último maestro de las ilusiones.
…Deja de pensar…
Los retiró y posicionándose, sosteniéndose de las piernas abiertas lo penetró, ahogando un gemido de placer mordiendo su labio inferior y arqueándose hacia atrás, sintió esa calidez que tanto anhelaba y expiró el aire que lo aprisionaba, hubo un movimiento por parte del otro, se quedó paralizado y lo miró asustado, pero se relajó y contempló fascinado aquel rostro que apenas delineó una pequeña mueca para luego volverse apacible, tocó su mejilla sutilmente, tal vez estaba mal, pero quizás sería la primera, última y única oportunidad que el destino o los dioses o lo que sea que rige el mundo le ofrecía, sacudió la cabeza a fin de desprenderse de cualquier otro vano pensamiento que caprichosamente aparecía y centrarse en lo importante del ahora, comenzó a moverse lentamente, mirando el rostro inmutable de su venerado azabache, se inclinó y lo besó adentrándose en la cavidad absorbiendo el exilir de su boca. La bella figura que apenas se movía con su vaivén lo enardecía a cada segundo.
Luego de -para el rubio- minutos interminables, gemidos unilaterales de placer y embestidas cada vez más veloces se corrió dentro de su anhelo y sin salirse, volvió a besarlo pero esta vez de forma casta recorriendo las finas comisuras, el azabache ni siquiera correspondió, estaba totalmente ido del mundo real.
Naruto suspiró y se reprochó así mismo, hacer aquello hubiera sido la gloria si hubiera correspondencia del otro, si tan solo fueran esas palabras anhelantes que solo escuchó de Hinata,
…¿Desde cuándo siento esto que me llena? …
Lanzaría todo a la mierda, lo tomaría aunque luego -y estaba casi seguro-se lo negara o se arrepintiera por vergüenza u orgullo, y se largarían de la aldea.
Abandonaría esta vida que sólo le señalaba lo vacía que se volvería de nuevo si alguna vez no lo volviera a ver. Apretó lo puños.
...Solo una maldita señal…su mente suplicaba, cerró sus ojos, incluso se le cruzó por su rubia mente en secuestrarlo y forzarlo a que le dé el ansiado “si”, hincó las uñas ferozmente en el respaldo del sofá.
…Pero solo por hoy…suspiró con dolor en su pecho.
—Hoy...—Olvidaría todo lo que fueron, lo que son y lo que serán. Con su mano acarició ese cabello nocturno dejando ver su frente blanquecina.
… Qué hermoso… tener a Sasuke Uchiha completamente a su merced le nubló la mente….
Él nunca le demostró nada más allá de amistad, ¿de que valdría una confesión? Ya estaba a horas de casarse Hinata.
…si te mato ahora…
Sus manos se posaron y cerraron sobre el cuello, sus dedos comenzaron a clavarse en la piel albina.
—…Nadie más te tocará…—Los ojos sin vida de Naruto se estrecharon y sonrió malicioso apretando el cuello del Uchiha.
—…Nadie más te tendrá…
CLANCK.
El ventanal que daba hacia el jardín se abrió, y un frio viento azotó la cara del rubio, éste se la protegió cubriéndose con su mano vendada. Algunas cosas se movieron por el pequeño remolino que se formó en el living. Naruto parpadeó varias veces y al darse cuenta de lo que antes estaba haciendo y cayó del sofá de sentón al suelo. Miró desconcertado a todos lados buscando algo y solo obtuvo silencio, asustado miró al azabache y luego a sus propias manos, comenzó a temblar por lo que estuvo a punto de hacer.
…¿Qué…estaba por….?... ¿acaso yo?...
Se llevó ambas manos a la cara y sollozó acurrucándose en el piso, clavó sus uñas en la piel de su faz y negó varias veces como si el solo movimiento despejara ese extraño momento.
…No lo entiendo…
Impotencia, rabia, decepción y otros sentires sin nombre, que como pequeñas flechas aguijoneaban a su corazón que desde algún momento gritó algo que no oyó a tiempo. Ya era tarde.
Al final.
Todo seguía su curso.
…Cobarde…
…Soy un cobarde…
Levantó su cara demacrada y lo vio recostado, se tiró el cabello una vez más para autoinfligirse dolor por la culpa…de estar enamorado.
Saber al menos que lo tuvo una vez, aunque no en las condiciones que deseaba, lo satisfacía en parte y viviría con ello.
Si, ese sería su mejor tesoro. Su mayor secreto.
Y desaparecería la evidencia.
Luego de observarlo por largo tiempo como queriendo retener la imagen que yacía durmiendo bellamente en el sofá, cerró sus ojos tristes y agachó la cabeza en signo de derrota.
Desde un oscuro rincón, unos ojos rojos lo miraban vigilantes, al notar el semblante triste, una sonrisa comenzó a formarse antes de desvanecerse.
Ese dia en la cabeza de piedra de su padre y cuarto Hokage, no tardó mucho en comenzar a idear su descabellada idea con un solo objetivo, algo le incitaba a ello, y cuando la puso en práctica con la mayoría de sus compañeros en la dichosa fiesta de despedida, tuvo que emplear a varios clones que disfrazados la realizaron con ridículas órdenes a cumplir por los afectados, puso estratégicamente a uno de sus clones suplantándolo para que los demás no sospecharan, pues no quería dormir a todos, cayó incluso la copia barata y bien empleado lo estuvo, usándolo para apartar al Uchiha de la vista de los demás, ninguno se daría cuenta de la manera en que se llevó a rastras al pelinegro, y menos aún ninguno de los que podrían ser un problema recordaría lo que sucedió en verdad esa noche. Le echarían la culpa al alcohol, y a sus pobres y débiles conciencias por olvidar tremenda fiesta. Sonrió de lado algo triste.
La técnica que Naruto utilizó esa noche no tenía un nombre, el paso del tiempo lo borró de su estuche, un día él encontró un polvoriento pergamino hace dos años atrás mientras estaba limpiando un cuartucho semi oculto en la Torre del Hokage, gastaba la energía necesaria para aletargar no solo el cuerpo sino también doblegaba el espíritu y en el momento de hacerse y de tener éxito los recuerdos del sujeto quedaban bloqueados permanentemente, al principio pensó que eso era una tontería, pues con un golpe, o con una buena cantidad de vasos de alcohol, o inyecciones se obtenían los mismos o casi los mismos resultados, y lo dejó de lado, pero luego, hasta un día antes pudo asegurarse usándolo con Hinata, confirmó que además se podía manipular al afectado antes de que quedara inconsciente, no hizo nada indecente a la Hyuuga, pero el clon a quien le había encargado tal fechoría, se divirtió viéndola dar saltitos fingiendo ser una cachorra dando tontos ladridos…¿y si por ejemplo… si lo usaba en un conjunto grande de gente… o con aquellos que eran tolerantes al alcohol…? y por otro lado …la completa amnesia…
Su plan resultó. Pasó su brazo limpiándose la cara y alzó la vista mirando al techo aun sentado en el piso. Desde mañana debía fingir que nada sucedió.
Desde mañana, y durante muchos días más.
Un chasquido y una luz naranja apareció en la oscuridad, fue adquiriendo fuerza y su luz iluminó la garra de donde se originaba.
—¿ESTAN TODOS?—y los rostros de los bijuus comenzaron a verse por la luz.
—CINCUENTA Y OCHO…—Se escuchó la voz de Choomei.
—¿KURAMA…?—susurró el ocho colas.
—¿YA ES HORA?—Dijo con ganas la cinco colas.
—CINCUENTA Y CINCO…
—VINE A DECIRLES ALGO INTERESANTE…
—HABLA, QUE EL TIEMPO…—susurró la seis colas.
—ESE MOCOSO ME HA SORPRENDIDO UNA VEZ MÁS…—hizo una mueca de desagrado pero luego la sustituyó por una sonrisa cómplice.—Y TENDRÉ QUE TOMAR UNA MEDIDA DRÁSTICA.
—¿MATARÁS A TU JINCHUURIKI? —Dijo Shukaku algo ansioso.
—BAH. PRONTO NO LO SERA MÁS…JUJUJU…
—MMM, NO ES MALA IDEA…—resopló el tres colas.
—KURAMA, SE SUPONE QUE LE DEJARIAS EL CAMINO LIBRE—Sugirió Son Goku algo molesto, pero al ver la expresión burlona del nueve colas le miró directamente.
—O ACASO…—Entonces todos los bijuus miraron a Kyuubi, éste luego de terminar de sonreír su cara se volvió seria.
—¿QUÉ HIZO PARA QUE PIENSES EN ACABAR CON SU VIDA?—resopló Matatabi . Kurama la miró y luego uno por uno, ni loco les diría lo que vio esa noche, todos harían un gran alboroto, podía omitirlo.
—...INTENTAR MATAR A MI NUEVO CONTENEDOR.
—….—Todos lo miraron extrañados. Luego sus rostros cambiaron.
—VENTICINCO…
—..IMPOSIBLE…—susurró el ocho colas.
—ENTONCES ÉL...—el un colas se irguió en sus patas traseras.
—¡¿LO SABIAS?!¡¿PORQUÉ NO NOS HAS DICHO ANTES?!—Gritó la cinco colas.
—¡DEBÍA QUE CONFIRMARLO!¡CASI NO HABLO CON ESE TONTO!, NO PUEDO DEJAR QUE LEA MI MENTE O SOSPECHE, ¿CONTENTA?
—JAJAJA —le picó el un colas, Kurama le mostró los dientes algo enfadado.—..JA, ¿NO ERA QUE LO TENÍAS CONTROLADO?, DESPUES DE TODO ERES EL MAGNÍFICO NUEVE COLAS—El Ichibi sonrió ante la mirada reprobatoria del nueve colas.
—TSK. TÚ SOLO QUIERES BAÑARTE EN SANGRE.
—Y MÁS SI ES SANGRE DE LOS…
—¡BASTA! EL TIEMPO ES POCO, NO PODEMOS HACERLE ESO A ESE NIÑO—Dijo la cinco colas.
—QUINCE…
—ES CIERTO. DEBE HABER OTRA MANERA…—habló el cuatro colas. Kurama rodó los ojos, sabía cuál era pero era tener que exponerse ante el enemigo.
—CLARO QUE LA HAY, LO SABEMOS. DEBEMOS PRESTARLE UN POCO DE CHAKRA.—dijo Matatabi mirando a los demás.
—...NUEVE...
—OCHO…
—SIETE…
Los bijuus se observaban en silencio y luego de meditarlo asintieron. Los que pudieron acercaron sus dedos u otras extremidades y envolvieron la llama que bailaba en el dedo del Kyuubi cambiándola a un color perlado. Kurama de alguna manera estaba tranquilo, sus hermanos después de todo tenían un cierto aprecio hacia su actual Jinchuuriki. Aunque no lo demostró, agradeció en silencio su ayuda.
—TRES…
—BIEN, HARÉ LO QUE PIDEN —resopló el nueve colas, pues debía mostrarse arrogante, no quería que vieran que se ablandó con el tiempo, apagó la llama.
Dejándolo todo en penumbras y en silencio.
La mañana siguiente se encontró con un grupo de ninjas completamente aturdidos echándose la culpa de haber bebido y/o obligado a beber a sus compañeros, de lamentos y risas por lo ocurrido, de no recordar nada de una parte de la fiesta. Algunos dijeron luego que el mejor sake que se sirvió del mundo estuvo en la fiesta de despedida de Naruto Uzumaki Namikase
Sasuke se revolvió en su cama y si no fuera porque el sol le daba en la cara seguiría durmiendo, se desperezó y al levantarse noto que tenía puesta un pijama,..¿Cómo llegué a casa?.., frunció las finas cejas.
— ¿Fue Naruto? —Efectivamente recordaba que estuvo con él y luego de entrar al baño le dijo que quería irse sin ser notado, por lo que el otro asintió, ya que se sentía incómodo y el ambiente con el alcohol se estaba volviendo molesto, el rubio a continuación hizo unos sellos. Después de ello no recordaba nada más, le echó la culpa a la mescla de de pastillas y el poco alcohol, aunque solo bebió una vez. Se levantó a regañadientes a tomar otro coctel de medicamentos diarios. Mientras iba al baño escuchó las risas de sus camaradas en alguna parte de la casa.
—Tsk.—Se observó de reojo en el espejo y se acarició el cuello. Tenía unas pequeñas marcas.
—Estúpido Sai.—Sintió arcadas y se volteó rapidamente agachándose frente al inodoro, pero no vomitó nada más que saliva, apoyó su cabeza en el retrete y se quedó ahí, tomando fuerzas para este día que comenzaba.
El día en que el nuevo Hokage sería nombrado.
Un día que deseaba olvidar.
El día en que Naruto se casaba.
Un día en que quería morir.