La luz destelló del dedo índice de pelaje naranja. Kyuubi estaba recostado y miraba a su alrededor con una ancha e inusual sonrisa. Sus hermanos comenzaron a acercarse lentamente a él y la luz les mostró sus semblantes algo ansiosos.
—…CINCUENTA Y NUEVE…—comenzó a contar el nanabi.
—KURAMA…—saludó Matatabi, el nueve colas movió su cabeza en respuesta y los demás también asintieron a su saludo.
—¿Y AHORA, QUÉ?— Habló Shukaku aparentando desdén.
—JUJU….MIREN AL PEQUEÑO HALCÓN QUE ATRAPÉ…—Y levantó varias de sus colas que reposaban en su estómago.
—…CINCUENTA Y CUATRO…
Los bijuu pudieron apreciar gracias a la pequeña luz que acercó el mismo nueve colas a su cuerpo al Uchiha que estaba recostado en su pelaje.
—¡LO TIENES!…—Dijo alegre la seis colas asintiendo a sus propias palabras, Kurama sonrió mostrando todos sus dientes.
Sasuke parecía dormido, pero el hecho de que su cara se viera tan blanca como el kimono que tenía puesto y de que no se moviera hizo los hizo dudar y uno habló matando su curiosidad.
— KURAMA, ¿YA LO…?—Son Goku estiró su brazo e intentó picarle con un dedo al cuerpo del único humano presente, pero Kurama se lo impidió apartándolo con una de sus colas, por la acción, ambos se miraron ceñudos, luego el nueve colas rodó sus dorados ojos para evitar decirle ciertas verdades a su hermano y sin ganas le dio una conveniente respuesta —…QUÉ VA…LA BORRACHA DE LA QUINTA LO DROGÓ HASTA DEJARLO INSERVIBLE….
—AAAH, QUÉ PENA…NO PODRÁS HACER NADA…—dijo con tristeza y negando la cinco colas.
—….TREINTA Y OCHO…
—ADEMÁS,…TODO ES MUY RECIENTE,—el zorro miró a su nuevo portador —... SÉ QUE LO LOGRARÉ…
—¿POR QUÉ SUCEDIÓ ESO?—preguntó el tres colas.
—… EL NIÑO UCHIHA SE ALTERÓ UN POCO…—dijo aburrido.
—MMM… ¿Y POR QUÉ?—Isobu volvió a preguntar con faz pensativa tratando de acercar su rostro al pelinegro intentando ver si respiraba. Pero el nueve colas abrió su hocico sabiendo que volvería a salirse con la suya.
—ESCUCHEN, HOY, POR LA NOCHE, COMENZAREMOS A MOVERNOS.
—¡OOH!.— los bijuus dejaron salir sus asombros en palabras. Kyuubi se dio por satisfecho.
—¡ENTONCES…!—dijo Gyuuki sin terminar la frase que todos tenían en sus cabezas. El silencio se rompió por el conteo del siete colas.
—…DIEZCINUEVE…DIEZCIOCHO…
—…..Jojojo….¡AL FIN!...¡JOJOJO-JAJAJAJAJA…!—Shukaku comenzó a reír estrepitosamente , los demás lo observaron con un poco de incertidumbre, pero luego lo imitaron recordando su buena fortuna, Kyuubi resopló, miró con cierta lástima al Uchiha, en cierta forma agradecía a la quinta el haberlo sedado, pues al sentir el inmenso dolor que lo despertó y de cierta manera le molestó luego de su primer fracaso de control- el cual frustrado a sabiendas que a la primera no lograría se echó a dormir- pensó en calmar a su nuevo contenedor con palabras como solía hacerlo con Naruto, pero estas no llegaron a destino, todo se complicó por ese vacío que crecía en el interior de su contenedor, no tuvo que pensarlo mucho y lo rodeó con su propio poder, evitando que se expandiese.
Sasuke permanecía recostado e inmutable ante el escándalo de lo bijuus , el nueve colas resopló, tenía mucho por hacer, lo bueno es que una parte ya estaba hecha, y sin más también se les unió, carcajeándose suavemente de la buena suerte que estaba teniendo sumado a que comprobó la carga extra, eso sin duda cambiaba sus planes iniciales …SI,… TAL VEZ,… TAL VEZ NO TENDRÍA QUE DEJARTE MORIR… QUÉ VENTAJA TAN GRANDE…
—JUJUJU… —hasta el siete colas dejó de contar contagiado por los demás.
La luz se extinguió con la risa de los demonios expandiéndose en la infinita dimensión oscura.
Ambos meditaban en silencio las palabras de la exheredera del clan Hyuuga, sospechaban que un posible complot podía ocurrir en un tiempo lejano, porque no confiaban en el benévolo liderazgo del nuevo Hokage, pero ¿que los tres Kages estuvieran reunidos a altas horas de la noche?. ¿En plan de qué? Sin embargo las palabras de la joven Kunoichi, revelaban cierta discordancia respecto de su actitud. Sin embargo no había razón para negar sus palabras. Los dos consejeros más importantes de Konoha se miraron entre si concluyendo en sus miradas lo que podría estar ocurriendo.
Lo más obvio, siempre tenía que ver con el zorro de nueve colas, ahora veían la razón del reciente Kage de la aldea en querer dejar de lado la cuestión del bijuu, deberían mover sus propios hilos y hacer su jugada antes de que lo que fuera que estaba pasando se les escapara de las manos.
Necesitaban ya los informes de parte de sus espías. Y si era necesario pasar por encima de la autoridad para salvaguardar cualquier acción que vaya en contra del bienestar de la aldea, que así sea, luego darían explicaciones a los clanes, pues se proclamaban sus protectores y ejecutores ocultos y por lo tanto se acreditaban la potestad de manejar ciertas ramas del poder anbu que aún le eran leales.
El día comenzaba plomizo y la gente volvía a levantarse a realizar su rutina. Sasuke abrió su único ojo oscuro de mala gana para comprobar en dónde estaba y se refugió entre las sabanas de su cama. Escondido trató de recordar lo sucedido de la pasada noche.
Nada le venía a la mente hasta después de hablar con Tsunade en la habitación de la torre. Tampoco recordaba cómo llegó a su casa. Se levantó molesto tirando el cobertor al suelo y de inmediato se paseó descalzo de un lado al otro de la habitación, aun tenia las ropas de la pasada noche.
Sabía que algo pasó, que algo lo molestó y angustió.
…¿Pero qué? …¿Qué fue?...
En la mesita cerca de su cama estaba una caja lacrada con una nota que no quiso ver pues tenía el sello del sexto. Chasqueó la lengua yse cruzó de brazos mirando hacia la ventana. La vieja de la quinta le había dicho que podía sufrir una pérdida temporal de su memoria, pero que los recuerdos volverían.
No le gustaba para nada tener que esperar a que su cerebro reacomode las piezas.Cerró sus ojos y se concentró.
Era algo importante, presentía que eso podría cambiarlo todo. Necesitaba saber el qué.
Nada…
La sensación de estar bajo el agua.
Una oscura visión de la noche sin estrellas.
Risas.
Parecía el sonar de un rio, pero luego aumentó su volumen.
Risas lejanas, risas que retumbaron en sus oídos mientras estaba ido, que luego se esfumaron como llegaron.
…¿Qué rayos era eso?...
Instintivamente se llevó una mano a su estómago y se lo acarició.
…¿Anoche fue el día de la transferencia?...Tendría que ir a preguntarle a Kakashi. Tal vez ocurrió algo que hizo que el jutsu fuera cancelado, porque no sentía nada fuera de lo normal.
O tal vez solo fue un mal sueño y nada había pasado desde la mañana en que discutió con Naruto.
—…SIII,… CLAAARO…—se sobresaltó ante elresonar de una voz profunda y burlona.
—¿Qué?—…¿Acaso alguien habló?... Miró a su alrededor confundido y exasperado, sintió un repentino mareo y se acarició la frente.
—…TSK…MOCOSO UCHIHA…
—¿Kyuu…bi?—miró su otra mano apoyada en vientre, el dolor incipiente lo hizo retroceder y se encaminó al baño.
—…SERÉ BREVE…—el zorro veía desde algún punto lejano la espalda del azabache que agachado vomitaba en el retrete. Rodó lo ojos.
—…HASTA VER QUE TE HAYAS FAMILIARIZADO CON MI PODER, NO VOLVERÉ A HABLAR POR UN TIEMPO, PUES VEO QUE CAUSA…. CONSECUENCIAS… —el zorro entrecerró sus ojos esperando cualquier queja o reacción negativa del Uchiha, pero lo único que oyó de su mente fue un cansado…“termina de una vez, estúpido zorro”…y verlo asentir sentado de cara al inodoro provocó que aflorara una sonrisa de satisfacción. Lo que daría en esos momentos por ver su enfermiza cara.
—…KAKASHI SE ENCARGARÁ DESDE HOY…YA SABRÁS DE MI…JUJUJUJU….—no pudo evitar reír ante la nueva arcada por parte de su contenedor.
Sakura apresuró sus pasos al ver que la lluvia se aproximaba. Levantó el paraguas y lo abrió antes de llegar a la gran casa que se imponía majestuosa con el silencio próximo a romperse por el inminente aguacero. Se detuvo y golpeó la puerta, se acomodó el cabello tras la oreja y esperó la respuesta que no llegó, volvió a tocarla, y volvió a contar el tiempo en que nadie aparecía para recibirla, tras esfumarse minutos de su vida golpeó la madera más fuerte conteniendo el aliento para no gritar y perder sus escasos modales de señorita, hasta que escuchó el ruido de lentos pasos acercándose tras la puerta. La persona que le abrió se acomodó los lentes y la miró de arriba abajo, esperando. Sakura habló alto y seria.
—Sasuke-kun...
—Ocupado.—La pelirroja le respondió con el mismo tono y una mueca de aburrimiento.—Si tienes algo que decirle, dímelo a mí.
—Entonces esperaré.
—Pues te vas a mojar.—Eso no le agradó, ¿ni siquiera le dejaba ingresar?
— Yo quiero darle personalmente una carta del Kazekage.—Karin resopló y le cerró la puerta en la cara desordenando sus cabellos rosas. Sakura se quedó estática por la actitud de la ninja médico, pasaron varios segundos, hasta que pestañeó…
—¡¡¿Pero qué?!!—reaccionó tarde….¡¡¡Maldita acaparadora de Sasuke-kun!!!...apretó el pomo del paraguas y resopló, calmándose, contó mentalmente los kunais de su bolsillo, la lluvia estaba parando, y su chakra estaba elevándose….¡¡¡Shannarooo!!! …estuvo a punto de patear la puerta para derribarla cuando se volvió a abrir de golpe, dejándola con la pierna hacia atrás. El dueño de la casa la miró y levantó su ceja visible.
—…
—…
—¡Bue-buenos días, Sasuke-kun! —se inclinó a saludarle, ocultando su cara que adquirió el mismo tono de color de su antigua ropa de gennin, al levantar la vista pudo comprobar que el Uchiha tenía cara cansada y vestía ropa simple, una remera y pantalón oscuros.
—¿Tienes algo para mí?—automáticamente la pelirosa le entregó un sobre lacrado que Sasuke tomó y luego de asentir con su cabeza se separó de la puerta y antes de cerrarla dijo.—Espera.
Y ella así lo hizo.
Sakura se giró y enfocó la mirada en la lejana calle viendo a la gente caminar lejos de los terrenos Uchiha, como de costumbre, como un muro invisible que aun hoy seguía dividiendo al clan del resto de la aldea, y por eso tuvo un fugaz pensamiento…¿cuándo volverá a ser normal?…al ratoel propietario de la casa volvió a abrir la puerta dejándose ver nuevamente.
—¿Sasuke-kun…?—pero la pregunta murió en sus labios, el Uchiha tenía entre sus manos una caja lacrada con sellos, y se lo ofreció, ella dudosa lo tomó y preguntó con la mirada.
—Es…un “regalo” de Kakashi.—dijo sin más, a lo que la pelirosa miró la caja y luego a Sasuke que lucía serio.No entendía nada.
—Quiere que lo tengas junto a ti…—Sasuke desvió su cara a un lado para evitar seguir viéndola —… Y yo también.— Ella se sorprendió y al instante se dispuso a romper los sellos de papel, abrió la caja y separó el papel que lo cubría.
Era un kunai de mango largo con una inscripción.
“Hiraishin”
—No sé qué decir…¿gracias?—A lo que el azabache solo asintió con una mirada melancólica y luego retrocedió para cerrar la puerta. Sakura estaba que no se lo creía con una sonrisa en la boca. Pero si era un regalo del sexto ¿Por qué lo tenía Sasuke? ¿Tal vez era que se lo encargó a él? ¿O ?...Ya, deja de ilusionarte…tonta… se reprendió mentalmente.
Pero el simple hecho de recibirlo del Uchiha alegró su corazón. ¡Él la tenía en consideración!
Sasuke tomó el sobre que dejó en una mesita cerca de la puerta, corroboró el sello de Suna, sin más lo guardó en su bolsillo ante la mirada interrogativa de Karin, silenciosamente subió las escaleras ante la vista de sus dos seguidores que estaban moviendo cajas en el pasillo y se encerró en la habitación a realizar los preparativos, hoy era un día importante y debía estar listo.
Ya entrada la noche el flamante Hokage se recostó en el asiento y tiró la pluma con desgana cayendo ésta en el borde de la mesa. Todo estaba en su lugar. Kakashi y la sannin habían hecho los arreglos para que una de las salidas no estuviera tan transitada, y por orden de él, los anbus rondarían lejos de esa puerta por un coro tiempo, tiempo suficiente para que el grupo pudiera salir sin problemas, ni contratiempos, el sexto logró que el anbu del día asignado a la custodia del Uchiha nocturna saliera de misión. Quedando libres de hacer y mover.
Naruto se la pasó toda la jornada encerrado en su despacho, firmando papeles y solicitando más a sus nuevos secretarios. Fue otro día en que huyó del amable saludo de su querida esposa. …qué cobarde…había pensado.
Oh si, lo sabía, estaba haciéndolo todo mal y se sentía miserable por Hinata, por él y por Sasuke.
No quería verla porque su cara le revelaría la culpa
No quería verlo porque temía la respuesta.
—….Arg… —se acarició el cabello para serenarse aunque no sirvió de nada. Estaba atormentado y ansioso…maldición…y hoy era el último día del Uchiha en la aldea antes de su viaje. Miró el reloj de la puerta, falta quince minutos aproximadamente. …¿Qué hago-ttebayo?...Respiró hondamente tratando de serenarse y pensar en frio.
Golpeó frustrado con el puño el montón de papeles.
—…¡MALDICION! ¡MALDICION! ¡MALD ... —el golpe suave de la puerta lo detuvo de seguir con su perorata. Estaba a punto de gritar para que no lo molesten pero supuso que sería algún secretario con más documentos, pensó en sacarle provecho hasta último minuto y con eso algo se le ocurriría , no por nada recibió el “título” del ninja número uno en sorprender a la gente—…¡A-adelante!.
Y su estimada esposa hizo acto de presencia con una canasta que supuso era la cena ¿o el almuerzo?, sudó un poco y se reacomodó en su sitio con una mueca imitando una sonrisa. Hinata le sonrió en respuesta. Esto no le lo esperaba.
—Dis-disculpa, Naruto sé que no querías que nadie interrumpiera pero, pero oí que no has comido nada …en…en todo el día… —Ella se sentó en frente de él y comenzó a sacar el bento preparado. Naruto solo la observaba en silencio ¿Así sería desde ahora?¿ todo tan sutil, tan simple? ¿Dónde quedaban las emociones?¿El frenesí de los sentimientos?
No, nunca los hubo.
Parecían dos ancianos reconfortándose mutuamente en la repetición de los días. Demasiada comodidad, demasiado normal. Y de solo pensarlo le dio hastío.
… ¿cómo puedo seguir con esto?...
La ojiperla estaba ensimismada preparando la comida que no notó que el rubio la veía insondablemente silencioso. Desenmarañando su actual vida
¿Desde cuándo el cariño de Hinata lo cegó?
¿Desde cuándo dejó de perseguir a Sasuke?
...Quiero cambiarlo todo, pero…¿Cómo-ttebayo?...
…Separación...
Tal vez era un paso a arreglar lo que hizo mal desde un comienzo. …Qué patético soy….Frunció el ceño.
—¿Naruto-kun?...—se sorprendió de que Hinata estuviera a su lado con el bento apoyado sobre la mesa frente a él. Parecía preocupada.
—Se...se ve bien…—y tomó los palillos,—Gracias, Hi… —pero fue interrumpido por su esposa.
—Si hay algo que te preocupa… —ella caminó y volvió a sentarse en frente suyo—… no dudes en decírmelo…—Naruto se mordió la lengua, para evitar deja salir sus horribles cavilaciones, las mismas que lo estaban llevando a un solo camino.
—¿Sabes?...—dijo la ojiperla juntando sus dedos índices — podría ayudarte aquí en el despacho trayendo los informes— Naruto la miró serio —no te molestaré…si, si quieres…—y el rubio solo asintió llevando su vista al reloj para luego fijarla en la comida. Quedaba poco tiempo y sus ideas se estaban afianzando en su torpe mente. Ordenarse a sí mismo tomaba tiempo.
…No me gusta…… que ya no me prestes atención, Naruto-kun…Hinata se mordió el labio inferior y sus manos apoyadas en sus piernas apretaron la tela del pantalón claro que tenía.
De reojo volvió a mirar el reloj, ya casi era la hora exacta y sin terminar, agradecido le entregó la caja a la Hyuuga—Gracias, Hinata, pero ahora que recuerdo, debo ir a un lugar—la joven se levantó de inmediato al igual que él y tomó el bento vacío —¿A dónde?—cuestionó con rostro preocupado.
—No puedo… decirte…pero…—Naruto meditó lo que iba a decir, no podía, no debía, ni quería revelar nada de lo que esta noche sucedería.
—Vamos y así regresaremos a casa juntos.— dijo la ojiperla y se acercó para tomarle del brazo.
—No. —Su voz fue cortante y se alejó unos pasos. —Debo ir solo.
—¿Por qué?
— ¿Por qué, qué? Soy el Hokage—zanjó con lo obvio para terminar el asunto y no perder más tiempo, ella bajó su cabeza y ocultó su mirar.
—Pero,… desde que nos casamos,… te siento lejos de mi…no…. lo entiendo…— apoyó la mano en su pecho y le miró a los ojos con cierto temor— ¿acaso hay algo que hice mal?—Naruto, en el pasado habría tomado su mano y tratado de reconfortarla, diciendo palabras amables junto a ilusorias promesas para el oír de un chica, pero eso no fue lo que hizo, él apoyó suavemente su mano vendada en el hombro de la ojiperla y la miró con seriedad.
Naruto quería ser sincero con ella, y prudente.
Porque un sentimiento ya lo tenía claro y el otro ya casi lo tenía reconocido.
—Hinata, sé que estos últimos días han sido difíciles para ambos, no lograba comprender el porqué, pero lo estoy haciendo, por ahora necesito que confíes en mí, te lo diré, te diré todo, pero deja que el tiempo pase. ¿Sí?—Luego paseó su vista a la ventana de su despacho tratando de ver más allá, Hinata se mordió la lengua incapaz de decir nada y después de asentir, vio en los ojos de Naruto un pequeño brillo, era el de la determinación de antaño.
—Y cuando eso pase ambos tomaremos una decisión. —Y eso la mortificó más…no quiero eso…el miedo de siquiera oír algo que acabara con su sueño volvió a apoderarse de ella. Y miles de sospechas cayeron en una sola persona.
Malditos celos.
Caía una pequeña llovizna nocturna y primaveral, todos miraron al cielo con desgano y se cubrieron con las capuchas de las oscuras capas que traían.
—Qué problemático.—Resopló el Nara y se acomodó la mochila al hombro.
Kakashi mientras tanto firmaba el pase de salida en la puerta, los dos ninjas les observaban silentes.
—Bien, si no hay nada más…—Dijo Kotetsu al recibir la hoja de mano del sexto y verificar la firma.
—Pero ahí puso siete.—Dijo Izumo, el otro shinobi miró interrogante al peligris que solo se encogió de hombros.
—Buenooo…resulta que el que falta debió cruzarse con alguna ancianita…— Shikamaru dejó expreso en toda su cara que era mentira barata. El azabache frunció sus cejas, que él supiera nadie más debería venir aparte de ellos.
—¡¡Esperen, espera, Sasukeeee!! —Todos se dieron la vuelta para ver a Naruto correr y llegar junto a ellos con su capa de Kage ya algo mojada, Juugo se puso a un lado de Sasuke, el rubio se detuvo y apenas respirando:
—Ha.., ha… Un…Minuto… —Se agachó y apoyó las manos en las rodillas. Kakashi, parecía divertido y dijo:
—Naruto, ¿olvidaste la hora?
—Lo… siento,… la verdad… no,… tuve un… contratiempo…—Levantó la vista y vio a Juugo, y por la manera en que lo veía supuso que tenía un mal concepto de él desde noche, o siempre lo tuvo, hizo una mueca de disgusto y miró de reojo al pelinegro — ¿Pu-puedo hablar a solas contigo?
—Kakashi ¿qué está sucediendo?—Sasuke ignoró el pedido del rubio.El sexto puso su ojito feliz y contestó:
—Bueno, fue algo que no pude ignorar… Andando chicos, ¡dejemos que los amigos arreglen sus problemas una vez más y se despidan en paz!—Todos avanzaron dudosos con Kakashi a la cabeza, el Uchiha puso cara de aburrimiento y sin mirar a Naruto que se quedó quieto, se dispuso a seguirlos, cruzó ultimo la gran puerta, ya estaba directo a entrar al bosque, cuando el ojicielo corrió y se plantó ante él, levantando los brazos para evitar cualquier desvío.
—No quiero que quedemos en malos términos, es solo un minuto.—Sasuke cerró sus manos en puños y levantó el mentón desafiando con su mirada iracunda la actitud conciliadora del rubio, los demás más adelante miraron a Naruto, a Sasuke, luego a Kakashi y otra vez a Naruto, suspiraron.
—Qué problemáticos.
—Sasuke-kun…—Karin susurró y lo miró apenada, tomo el brazo de Juugo y jalándolo lo alejó.
— ¿Alguien me quiere explicar por qué ese rubio oxigenado llegó a ser el Hokage? — Suigetsu lo dijo al aire sorbiendo un refresco y acomodando su pesada espada sobre el hombro.
Naruto vio como los demás se perdían en el bosque, escondiendo su chakra, suspiró, Sasuke que también los seguía con la vista, con desgana habló.
—No hay nada que discutir.—aún tenía el mal recuerdo del muelle.
— ¿Estas bien con la mezcla de chakra? ¿Él no te habla? Me preocupa que no lo puedas controlar.
— ¿Crees que no puedo?— lo miró molesto. Naruto parecía empecinado en querer obviar el motivo de su labio partido.
—¡No es eso-ttebayo!, yo…. aun así…—Sasuke alzo su mano deteniendo el hablar del rubio. Si quería irse rápido de allí evitaría seguir con cualquier discusión, suspiró liberando la tensión.
—Es sólo temporal y hasta llegar a su destino.
—Quiero ayudarte, aliviar la carga.
—¿Qué…?—El rubio no le prestó atención a su inminente queja y concentrado hizo unos sellos, apareció un clon.
— Él se encargará especialmente de cuidarte mientras duermes —Sasuke lo miró entrecerrando los ojos, meticuloso observó a Naruto, parecía diferente, como más seguro. —Él se portará.
Naruto miró nervioso al clon que se acercó a ambos vestido de jounin y arrastrando una mochila en su mano, dijo golpeándose el pecho seriamente:
— ¡Y seré atento-ttebayo!—El rubio sonrió en respuesta, pero el azabache lo miraba en silencio sin cambiar su expresión. Al verle el ojicielo sudó y trató de explicarle lo que hablaron y concluyeron con el sexto y la sannin.
—E-el zorro puede desbordar su energía y sería un problema para todos, así que con mi experiencia y su naturaleza podrá absorber un poco de ella-ttebayo.—Naruto se quitó el collar que en el pasado Tsunade le entregó y rápidamente estiró su mano para dárselo—Y esto quiero que me lo devuelvas cuando regreses. —ésta vez confiaría, esperaría y cuando volviera, hablarían.
Le daría espacio y tiempo. Arreglaría lo que hizo mal y aceptaría las consecuencias.
Se confesaría.
Y si no resultaba, tendría la valentía de dejar a su corazón satisfecho con la verdad.
Aunque lo matara en vida.
Sasuke entrecerró aún más los ojos, pero lo tomó.
—Es para vigilarme, ¿no? —Se sentía decepcionado, ¿qué más tendría que hacer para que dejen de cuestionarle?
—No pienses mal, por favor. —Naruto bajo la vista apenado,… qué difícil es lidiar contigo…—Yo sé que algunas cosas las hago mal, que soy torpe, tú puedes lograr mucho, por eso confío en ti. — ni bien terminó de hablar, se acercó a Sasuke y sin más lo abrazó, el Uchiha no se esperó tal movimiento, por eso su cuerpo se puso rígido ante el tacto…¿Naruto?..
El pelinegro se quedó estático, sin saber qué hacer. Naruto cerró sus ojos cielo y hundió su cara ocultándola en el borde del cuello de la capa de Sasuke aspirando lentamente, pues quería sentir su aroma y recordarlo.
¿Cuánto tiempo estaría sin verle?
Suspiró.
¿Cuánto podría soportar su ausencia, sin ir en su búsqueda?
Ese anhelo que lo consumió en el pasado se hizo presente.
Aspiró.
…Regresa cuando todo acabe…porque te amo…esa eran las palabras que deseaba decir, pero de sus labios no salió nada…
Sasuke cerró sus ojos intentando despejar la mente.
…Dulce…
Llevó su mano vendada hacia atrás de su pantalón y lentamente sacó un kunai, deslizándolo de su estuche trasero.
Sasuke sentía su corazón golpear con más fuerza su pecho, debía cortar ese abrazo o Naruto lo notaría. Pero se sentía tan reconfortante.
… Mi Dulce…
Cerró sus dedos en la empuñadura, giró el arma apuntando a su objetivo.
Sus manos algo temblorosas se movieron con lentitud. Su mente aún no lo decidía, pero su cuerpo se movía solo.
…Mi Dulce deseo…
….Es verte muerto…
Dio un golpe certero hacia un punto vital del torso de Sasuke.
Pero otra mano le detuvo.
Naruto pestañeo varias veces y dirigió su vista hacia aquel que apretaba su muñeca.
Su clon le miraba asombrado, siguió la vista que éste le dio con el simple movimiento de sus ojos y observó con terror el kunai en su mano a escasos centímetros del cuerpo que abrazaba.
¿Qué estaba haciendo?