El “dormir” ocupaba gran parte de su vida, y no era por ser holgazán, esa definición era para la mayoría de los humanos, esos tontos que desaprovechaban el verdadero existir, cuya sentencia de muerte les era firmara el día en que eran concebidos, con cuerpos mortales aptos de adquirir grandes capacidades y poderes, inútiles si no sabían usarlos, exceptuando algunos casos contados con sus largas y afiladas garras, humanos limitados…
Si, lo sabía tan bien…
“Soñar” era para él permanecer en estado suspendido eludiendo el mundano tiempo encerrado en su propio yo para lograr la meta que perdió en el pasado.
Se relamió el hocico, pronto debería moverse y el pensar en el futuro donde plantaría sus patas invisibles en tierras extrañas le aguaba el hocico.
Debía tener paciencia.
Y confianza, sabedor de que era más fuerte que en aquel tiempo, sumado a la ventaja de que esta vez conocía a su enemigo.
…MMM…dejó escapar un suave resoplido. Y sonrió en la penumbra de su oscuro nuevo mundo, satisfecho de su seguro triunfo.
“Soñar” no estaba de más y soltó un bufido de ironía de que todo lo anterior pensado cayera con el título de “esperanza”, si, esa maldita palabra muy pocas veces dichas pero que en la mayoría de los humanos los vio reflejaba en sus ojos junto a la desesperación de sus últimos alientos.
No, él no tenía ni deseaba ese “estado”, seguro de que no la necesita.
No él.
Una punzada
Y frunció su ceño extrañado y adormilado.
Sintió una extraña pesadez en el aire.
Un sonido intermitente se elevó de algún lugar de su mundo.
Enroscó su velludo cuerpo inquieto por la sensación.
Sus orejas se movieron buscando captar la fuente de ese pitido.
…QUÉ MOLESTO…pensó.
Apretó su mandíbula, no podía saber de dónde provenía. El sonido aumentaba con cada lento palpitar de su corazón.
Y aumentaba, más y más.
Pero hasta él tiene un límite para aguantar el sopor del ruido.
Se volvió tan irritante que decidió salir de su “sueño”.
Esos límites.
Límites que les fueron impuesto, límites que se desquebrajarían junto a su nuevo contenedor.
“Libertad.”
Abrió sus ojos y resopló, una estela de vapor salió de su hocico.
Su nuevo mundo se estremeció de nuevo, el dolor pulsante era diferente, crecía e inundaba todo como ondas de aire invisibles esparciéndose veloces, una mueca de disgusto afloró. …¿UH?... lo que sea se extendía por todo su alrededor.
Levantó la cabeza.
Todo lo inanimado que había a su alrededor, siluetas fantasmales, sombras cambiantes, se desvanecían ante sus ojos, el frio de ese mundo no era habitual, sabía por experiencia que no hay sensación de frio en la mente.
…ESTO ES… sin duda era la esencia de la muerte.
Y eso no fue de su agrado.
Ese maldito dolor empezó a estremecerle el cuerpo, estrechó sus ojos rojos y halló la fuente en la herida que provenía del otro morador de su mundo. Casi maldijo,… JUSTO AHÍ…
—UCHIHA…UCHIHA…—le llamó pero no obtuvo respuesta. Intentó enviar chakra curativo hacia la zona, pero obviamente sabía que sería imposible, ese agujero que se estaba formando en el cuerpo inmaterial del chico que estaba solitariamente en pie dándole la espalda a él estaba absorbiéndolo.
…TONTO UCHIHA, ¿CÓMO SE DEJÓ HACER?...
Su pequeño plan estaba cayéndose a pedazos, el chakra de Sasuke se desvanecía velozmente y su cuerpo comenzaba a inclinarse hacia adelante. Gruño inconforme de su propia lentitud. No estaban completamente conectados y por eso no lo notó tan rápido.
Y se estaban perdiendo vidas valiosas.
Debía apresurarse.
Trasladó su mente hacia afuera, ver un panorama bastante “agridulce” casi le hizo dar ganas de volver a caminar pero esta vez lucido, como todo un déspota por los barrios de una aldea que conoció bien.
Se concentró y en un instante tuvo un mapa mental de las posiciones de todos los shinobis, y observó todo el paisaje a lo lejos. Se dio una idea de la situación. Pero no comprendía el por qué su contenedor, que había sobrevivido a tantas incursiones en su contra, haya permitido dejar que un anbu se le acercara tanto.
Desechó cualquier suposición, pues lo que importaba ahora era salir de ahí. Salvar al Uchiha, y si era posible salvar a su descendencia. ¿Pero cómo? , entonces se dio cuenta de que una parte de su chakra estaba en la estructura de madera que parecía un caparazón. … EL CLON…
Con un tirón del hilo en su estómago, obligó a Uchiha a permanecer en pie, pero no era suficiente, lo sabía, las fuerzas del exrenegado estaban desvaneciéndose junto con la suya, ese maldito agujero hecho por el kunai no solo lo hirió de muerte, también le envenenó las entrañas y estaba esparciéndose, adormeciéndolos a ambos, por eso su mundo se derrumbaba, no podía seguir así o todos acabarían muriendo.
…TSK!...
Tenía poco tiempo.
— ¡Tsk! —El bunshin resopló angustiado, estaba determinado en hacer lo que su mente le dictó.
…Sasuke…Quiero…
Aunque desapareciera.
…Verte…
El clon se sentó y se concentró. Sus manos las puso delante de su pecho para crear una esfera. Pero su intento se vió fallido ante un murmullo.
—NO HAGAS ESO. —el clon dio un pequeño brinco y miró a todos lados y suspiró dándose cuenta de que la voz estaba dentro de su cabeza y además estaba oscuro.
—¿Nue-ve…. Co-colas? —el aludido tartamudeó dudoso.
—NO HAY MUCHO TIEMPO, BUNSHIN, NO TE MUEVAS.TE SACARÉ PRONTO.
—¡¿Ah?, ¡¡pero Sasuke..!!
—HAZME CASO O ÉL MORIRÁ —El clon se paralizó ante sus palabras. ¿Qué debía pensar? ¿Ese demonio o Dios o lo que sea, estaría mintiéndole? Dudó en creerle, pero recordando que ya lo había ayudado con el asunto del chakra y las crudas palabras y su angustia por salir a ayudarle eran tan fuertes que aunque se sentía temeroso decidió confiar. Además si lo pensaba su propia idea era mortal. Asintió en la oscuridad mordiéndose los labios.
Eso no era bueno.
Alzó su vista hacia la oscura bóveda de su mundo, la media luna apenas podía verse por la niebla espesa que comenzaba a formar nubarrones de díscolos colores y la pequeña estrella a su lado tintineaba a tiempos más pausados. Observó con curiosidad al Uchiha.
Agua oscura brotó de algún lado… ESTÁ CAMBIANDO…
—SÉ QUE ME ESCUCHAS, UCHIHA,… AGUANTA.
Las colas se convirtieron en finos hilos anaranjados, envolviendo las muñecas y los tobillos del pelinegro. Una última cola se enroscó en el cuello suavemente. …NO, DEFINITIVAMENTE… pensó, eso no sería bueno en ninguna forma, en la torre solo las usó para impedir que el chakra contrario estallara, pero ahora no había casi nada, aunque fueran incompatibles, el daño interno podría ser mayor pero si pudiera por un momento adueñarse completamente de todo… tendría una oportunidad.
…HUMANOS ESTÚPIDOS GRRR…
Un horrible gruñido de la garganta del Uchiha resonó entre los presentes. Extendiéndose como el aire mismo.
El chakra del Kyuubi rápidamente rompió las ataduras de Yamato. Una mano naranja velozmente aferró el brazo del anbu obligándolo a sacar el kunai del cuerpo de Sasuke, Sai trató de liberarse pero notó con horror que la garra se clavaban en su piel, miró el rostro del Uchiha, pero los cabellos azabaches se lo impedían, la garra dió un giro que le desgarró la piel y destrozó los músculos del anbu.
—¡Aaaargh! —el brazo de chakra lo levantó y lo estrelló al suelo, lo volvió a levantar y lo arrojó a varios metros de su posición. Su cuerpo rebotó como un saco de papas.
Todos evitaron moverse de la impresión.
Kyuubi aflojó su concentración, si una cola como mano lo hizo sudar, eso significaba que debía emplear una mayor potencia. La fuerza con la que invisiblemente sostenía el cuerpo del Uchiha se le escapaba hacia el agujero. Se estaba formando un remolino en su interior que engullía su chakra y si seguía así todo acabaría.
Serían tragados.
Pero él era el nueve colas, enderezó su cuerpo y exteriormente lo envolvió lentamente con su propio chakra y habló a través de él.
—Y YO QUE PENSÉ QUE NADA ME IMPRESIONARÍA MÁS…—de los labios del Uchiha se escuchó la voz del nueve colas cargada de odio haciéndose eco— SIEMPRE TRAS LOS UCHIHAS, TRAS MI PODER….
—Kyuubi…—exhaló el sexto, el anbu que estaba detrás de Sasuke retrocedió con inconfundible temor. Kyuubi, resopló satisfecho aunque no sabía por cuanto tiempo lo lograría. Extendió su chakra aún más.
Una…. dos,… tres colas aparecieron.
Sus garras se hundieron en el suelo que temblaba y se agrietaba —ME HE CANSADO DE SER INDULGENTE —el gruñido era cada vez más ensordecedor. Cerró sus ojos, desde su mundo miró al Uchiha aun de pie en medio de la nada oscura.
Cuatro,… cinco,… seis.
No había cambio alguno.
—NO TENDRAN LO QUE QUIEREN, JAMÁS.
Siete,… ocho…
El nueve colas tensó todo su cuerpo y el brillo de los hilos aumentó y jaló de ellos.
…¡¿QUÉ HACES KURAMA?! …Kyuubi escuchó de algún lugar lejano la voz del un colas. …¡NOS DELATAS! …
El rostro inmutable del nuevo contenedor del zorro de nueve colas se dejó ver.
Sin brillo en los ojos y como un muerto sonrió siniestramente.
Kyuubi casi dejó escapar una carcajada. Unos segundos le bastaron para lograrlo y sería suficiente.
Orochimaru estaría retorciéndose en algún lugar.
Pensaría en las consecuencias después.
La voz combinada resonó en los oídos aturdiéndolos.
—AMATERASU.
De reojo vió al sexto arrojarse hacia su contenedor y hablarle sin obtener respuesta, desesperado Kakashi se dispuso a utilizar con gran esfuerzo el kamui para disipar las llamas pero se detuvo sorprendido al descubrir que un par de ojos detrás de la cabeza de Sasuke le miraban fijamente. En su mente escuchó la voz del Kyuubi.
—…HATAKE, LLAMA A LA UZUMAKI…—El sexto quedó de piedra ante el engaño. Cegado en el fuego negro no vió lo que ahora su ojo débil le mostraba.
Era una ilusión.
El oscuro fuego eterno comenzó a crecer lentamente extendiéndose a los brazos del Uchiha.
—…¡A PRISA!...—Le gruño internamente. Si el nueve colas tenía un plan le ayudaría ya que la situación en la que estaban no era la mejor. Kakashi gritó
—¡¡Ka-Karin!! —La chica despertó de su estupefacción y avanzó torpemente hasta Sasuke, con la mirada llena de lágrimas sabiéndose imponente de hacer algo más que lo sensato sacó su kunai y se dispuso a cortarle los brazos al Uchiha, su único pensamiento era salvarle a como dé lugar pero su acción también quedó congelada ni bien alzó su arma. Los ojos de Sasuke la congelaron.
Rojo, negro, rojo, negro.
Y las aspas giraban…¡¿Có-cómo?!...al estar a su lado su confusión se volvió mayor. Si no podía captar el chakra de Sasuke, ¿cómo podía realizar tal técnica?¿cómo es que los demás no lo notaron?
Solo tuvo que levantar un poco la vista.
El color naranja se elevaba al cielo como humo. Y tembló.
—JUJUJU…—la risa en el ambiente flotó fantasmagórica. La fuerza de zorro aumentó tres veces más, el aire pesó y comenzó a sofocar a los que estaban a su alrededor—…KAKASHI, USAREMOS EL VERDADERO AMATERASU, USA TU TÉCNICA DE KAMUI Y SÁCA A UCHIHA, A LA UZUMAKI Y AL CLON DE AQUÍ HASTA UNA ZONA DE TRES KILÓMETROS AL OESTE DE ESTE PUNTO, UN CLARO ES LO QUE HAY.
…¿Sasuke…? …
—RÁPIDO…—El sexto casi no daba crédito a lo que se imaginaba, negó internamente y se dispuso a localizar el chakra del clon.
El nueve colas miró hacia su interior, lo hilos con los que mantenía en pie al Uchiha se estaban afinando más y pronto se soltarían, tendría que hacer un último esfuerzo, aguantar solo pocos segundos que parecían horas.
Su chakra era engullido a un ritmo demasiado acelerado para sus propios cálculos.
…QUIZAS NO HAYA TIEMPO…se dijo a sí mismo. Así que comenzó a soltar los hilos uno a uno.
Las llamas se elevaron, Kakashi creyó que era una brillante actuación de parte de ambos. Un segundo bastó para cerrar y abrir su ojo cuando todo se precipitó.
—¡Noooooo! —el fuego negro envolvió de repente los cuerpos de los tres shinobis, sus gritos aturdieron a los demás, despertándoles de su horrible visión, Juugo encolerizado ante los clamores de sus compañeros corrió hacia ellos pero fue empujado por una de las colas de chakra, hiriéndole medio cuerpo, Suigetsu apenas pudo sostenerle antes que caer al suelo confundido ante lo que veía.
— ¡Que alguien lo detenga! —gritó desesperado, pidiendo ayuda.
Pero los otros shinobis permanecieron clavados en sus sitios, sabiendo que les era imposible con sus técnicas actuales hacer algo.
Un último grito femenino se apagó y el fuego creció tomando el máximo de su altura dada por los objetos de combustión.
Yamato cerró los ojos para borrar la visión de la muerte de su antiguo camarada. Pero sabía que viviría con el recuerdo.
— ¡Oh, por… kami! …—Kurenai apenas susurró y cayó de rodillas, todo estaba fuera de lo que pensó que podría ocurrir, no sabía a quién culpar, a Sai, quien pasó por alto todas sus protestas y dudas, a Naruto y su extraña orden o su error mismo de no anticiparse a la eventualidad, miró a su alrededor asustada buscando algún tipo de apoyo emocional, su capitán estaba aún en el suelo desangrándose por los golpes, dos de sus compañeros inconscientes más allá, Yamato arrodillado escondiendo la cabeza, otro shinobi vomitando y cerrando los ojos negandose a seguir.
Kurama soltó los hilos al instante en que el sexto los absorbió, necesitó alejarlo antes de hacer lo que pensaba, Sasuke desapareció de ambos campos de su visión. Hizo una mueca de decepción, en su propio mundo todo se detuvo, alzó su cabeza hacia la medialuna que iluminaba débilmente en lo alto.
La estrella al lado de la media luna estaba cayendo.
Descendía tan lenta como copo de nieve.
Perdía su luz.
Abrió los ojos—…YA NADIE LO TENDRÁ…— la voz sin emoción se escuchó y la cara del nueve colas se materializó por encima de las llamas mirando con desprecio a los demás, sus patas delanteras rectas en posición de alerta mostrando todos sus dientes mientras el fuego negro ardió poderoso envuelto bajo el manto del chakra naranja —¡MALDITA SEAS KONOHA!.... ROMPIERON MI CONFIANZA...—el miedo les recorrió el cuerpo a los aun conscientes. —TODOS…Y SU HOKAGE… — Kyuubi los miró uno a uno y en su forma de zorro elevó sus enormes e insustanciales colas hacia el cielo acompañado del ensordecedor rugidos similares a truenos que sacudieron una vez más todo el terreno, un remolino de nubes oscuras se formó sobre sus cabezas, las colas tomaron formas sólidas y dejó oír su voz rasposa una vez más a la vez que sus ojos brillaban como el mismo fuego.
—…¡MERECEN MORIR!. — y sin más las colas cayeron en todas direcciones, destrozando un radio de más de medio kilómetro. Estaba seguro que a pesar de su molestia por haberle echado a perder su paciencia alguno que otro sobreviviría y contaría la brutalidad de su encuentro. Y su sentencia.
El pasto amortiguó las caídas, el sexto casi exhausto fue el primero en levantarse y mirar como la chica de cabellos rojos seguía gritando arrodillada, ella se detuvo al percatarse de que no estaba frente al fuego y pestañeó confundida mirando a ambos lados, —¡¿qué..?! — el clon más allá arrodillado, miró a su alrededor con la mano en el pecho.
—¡¡Me dió un susto de muerte cuando apareció exHokage-ttebayo!!! —Kakashi cerró los ojos cansados, se alivió por un momento de que pudieran escapar, se preguntó que habrá pasado allí y qué sería de los otros dos, pero su seguidilla de cuestionamientos mentales se vió interrumpida por la voz estridente del bunshin.
—¡¡Sasuke, Sasuke!! — el rubio se acercó a rastras al cuerpo que se hallaba inconsciente y de espaldas en la hierba, apenas le giró, Karín dijo nerviosa.
—¡La herida! —La chica rápidamente se aprestó a llegar a su lado y extendió ambas manos al frente de la lesión. —¡Si estuviera consciente sería más rápido! —el clon apoyó suavemente la cabeza de Sasuke en sus rodillas y observó expectante las acciones de la pelirroja.
—NO HAGAS ESO —pero ella ignoró la voz de advertencia y dejó fluir su chakra curativo ni bien tocó el abdomen del herido.
Por unos instantes sintió que todo su chakra se le escurrió de las manos. Un tirón hacia atrás la alejó de su propio desvanecimiento. Sentada y mareada, respiró entrecortadamente y el escalofrió le recorrió el cuerpo cuando se dio cuenta de que estuvo a punto de morir, volteó su rostro hacia la persona que estaba detrás suyo, el sexto llamó en aparente calma al zorro—Kyuubi…—pero su expresión corporal demostraba lo contrario, ella volvió su mirada hacia adelante, pudo ver algo naranjo saliendo del estómago del Uchiha, era un hilo que se ensanchó y dio forma a un zorro del tamaño de un perro mediano, el cual se sentó en sus patas traseras, el clon que sostenía la cabeza del inconsciente Sasuke en completo mutismo, con los ojos iba de uno a otro lado de los presentes buscando comprender lo que no podía deducir, antes de poder decir nada la voz le interrumpió.
—NIÑA TONTA, NO PERMITÍ QUE LLEGARAS HASTA AQUÍ PARA NADA. —gruño el nueve colas luego de mover grácilmente un par de sus colas. —DEBES CURARLE SIN USAR CHAKRA. —Se adentró a la mente de su contenedor pero mantuvo su cuerpo insustancial afuera, lo encontró en el suelo oscuro rodeado de agua negra, nada extraño, pues era la manera que tenía para calmarse a sí mismo.
—Pero…
—AHORA. —los ojos inexpresivos y fijos en ella la obligó obedecer, así que asintió mordiéndose los labios, sacó de entre sus ropas un bolsito que al abrirlo mostró varias frascos y herramientas quirúrgicas, el ruido de sus propios instrumentos era lo único que se oían en el lugar, sin duda si levantaba la vista encontraría la muda pelea de miradas entre e exHokage y el zorro, con rápidos movimientos de kunai rompió la parte baja del chaleco y sus ojos se abrieron de la impresión. Alrededor de la herida un tono violáceo oscuro contrastaba con la blanca piel.
—Oh—…Esa coloración es…
El bufido del nueve colas se oyó—ES VENENO—rápidamente Kakashi rebuscó entre sus bolsillos y sacó una jeringa y un pequeño frasco color verdoso a lo que le extrajo el líquido con ella.
—Ten. Es un antídoto genérico. —le ofreció el sexto a la pelirroja que asintió y lo tomó, en un movimiento rápido de muñeca lo clavó en el estómago descargando el líquido verde, escuchó al hombre decir mientras limpiaba la zona con un paño humedecido—…Los anbus bañan sus armas con al menos tres tipo de pócimas para causar el mayor daño posible…—De reojo observó el rechinar de dientes del clon y su expresión de dureza en la cara. Debía concentrarse y por el aspecto de la herida podía deducir que era profunda, pero que tal vez no dañó órganos internos por el color y la poca sangre, si todo salía bien y el antídoto hacia su parte tendría que aplicar un par de ungüentos e incluso coser, pero nada más lejos.
Lo que no esperó fue la repentina reacción del Uchiha que, antes que poder aplicar la crema le dio un manotazo y se giró de cuerpo entero enterrando la cara en el pasto sosteniéndose el abdomen.
Y menos el oírle gritar
—¡CÁLMATE UCHIHA! —el nueve colas se levantó y se irguió pero no se movió de su lugar.
Pero sabía que nada daría resultado.
Dentro de su yo estaba en la misma posición que en el mundo exterior.
—¡Sasuke! —El clon le tomó de los hombros incapaz de hacer más que sostenerle para que no se retorciera tanto, Karin podía verle el dolor en la cara trigueña y el nerviosismo al no poder hacer nada para acallar al Uchiha, se aproximó pero dudó en tocarle, Kakashi protestó
—Esto no está bien…el antídoto es también anestésico —dijo y sus ojos se abrieron a más no poder en dirección al nueve colas—¡¿qué hiciste…?!
—UCHIHA NO TIENE CHAKRA Y LO UNICO QUE LO MANTIENE CON VIDA ES SU PROPIA VIDA. ESTO ES SOLO UN RECHAZO.
—¿Pero no estaban en coexistencia…? —en referencia al verle usar los jutsus
—ESO ERA ALGO QUE HICE EN CONTRA DE SU VOLUNTAD, Y POR ESO MISMO SE HA CREADO UN PUNTO CIEGO EN EL CUAL TODA LA ENERGÍA ES ABSORBIDA COMO DEFENSA DE SU MENTE INESTABLE. —El zorro estuvo a punto de lamerse el hocico burlón ante su mentira pero se contuvo. Observó impasible los espasmos del Uchiha que se acurrucaba en el suelo ante la mirada atenta del bunshin.
—Esto, esto ¿es algo así… como un kamui?… —murmuró el sexto a lo que el zorro solo asintió exhalando para darle su confirmación a la vez que cerraba sus ojos para evitar mostrarles el brillo de su burla otra vez, Kakashi se concentró para sentir el flujo de chakra y corroboró lo que el zorro le dijo, el chakra en Sasuke era inexistente, se frotó el cabello frustrado. —Es extraño…rayos…
—Me siento inútil, no puedo usar mi chakra con él para predecir sus síntomas y no quiero arriesgarme a utilizar remedios más fuertes por miedo a otra reacción—Karin clamó frustrada.
—¿Sasuke, Sasuke estará bien? —ante la pregunta el bunshin miró al zorro que volvía a sentarse, Kyuubi casi le sonrió al chico que sin duda dio en el clavo, él sabía exactamente qué es lo que le sucedía al Uchiha, hizo un gesto en su hocico para no hablar.
…Sé dónde estoy...
…No quiero abrir los ojos….
…No quiero ver lo que siento….
…Algo se aleja de mí....
…El calor en mi interior me abandona….
…Siento frio, frio, frio….
…No puedo mover mi cuerpo....
…Me siento cansado…
…Oigo una voz rasposa que me llama...
…Es él…
…Lo ignoro…
…Algo quema mis muñecas y tobillos...
…Algo me ahoga...
…No quiero ver que es...
…Siento mi pecho contraerse...
…No puedo respirar…
…No puedo respirar...
…No puedo respirar…
…Eso me ha liberado…
…Se ha ido…
…Me siento muy cansado...
…Otra vez, frio y silencio...
Silencio.
…Solo silencio…
“Eres tú”
Silencio.
“Me gusta el color de tu cabello”
…Qué dulce susurro...
…Pero…
…Se supone que ahora estoy solo…
…Tengo la sensación de alguien a mi lado…
…No es él...
…¿Cómo es que está aquí?...
…Calidez, es una suave calidez familiar…
“Eres tan guapo”
…Escucho el sonido de una risa....
…Quiero abrir mis ojos...
…Es infantil. Es reconfortante…
…Quiero moverme…
“Lo siento pero no soy tan fuerte”
…No puedo moverme…
“Ni valiente. Siempre lo fuiste”
…Esa calidez se aleja de mí…
“No me atrevo a tocarte siquiera”
…Es como si ya la extrañara....
…No entiendo lo que me pasa…
…Separo mis labios…
— ¿Quien...? —…mi voz salió tan débil que apenas me oigo...
“Aunque fue por poco tiempo, soy feliz”
...No quiero que se aleje…
…Quiero moverme…
“Sin importar lo que decidas de ahora en más. Te querré siempre…”
…Esto…¡Esto!...
—¿I-Itachi…?
…¡¿Cómo es qué…?!...
…Otra risa, pero se oye lejana y triste…
…No es. No es mi hermano...
…Siento que me arrancan una parte de mí…
…Duele…
…No puedo dejar que se vaya...
…¡No quiero!...
…¡Me duele!…
…¡Muévete! ¡¡MUEV…
“Adiós, padre”
¿Cómo describir lo que desde el otro mundo veía y escuchaba en esos momentos? Por eso se mantuvo fuera de su cuerpo ni bien regresó junto a los demás. Solo una mirada bastaba para ver los inútiles intentos del Uchiha dando manotazos a las oscuras aguas, queriendo dividirlas, buscando algo que ya no estaba.
Gritando un nombre que nunca oyó.
Y lo que los demás veían era un mísero reflejo del dolor interno.
Y a pesar de que en un principio era reacio a revelarles sobre “eso” concluyó que de nada serviría no haciéndolo, ya que después de todo aun necesitaba del Uchiha.
Sano y cuerdo.
Observó impasible el rostro del clon, preguntándose cuál sería su reacción y habló:
— UCHIHA ESTÁ TENIENDO UN ABORTO.