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Seguiré adelante por tí por neblinadesol

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Notas del capitulo:

11-7-2015 ¡Ñaaaaa, aqui de nuevo con otro capitulo!.

Saludos y gracias por leer el fic. XDDDD( ¡qué formal!), me voy a inspirar y dibujaré alguna escenita *-*... baba~.

Los personajes son de NARUTO de Kishimoto Masashi sensei.

¡Errores ortograficos no ME dan miedo! -3- ¡cuac!

pasen y lean---->

 

La noche siguió al atardecer y las luces comenzaron a iluminar las calles poco transitadas de la aldea. Sasuke estaba sentado en el interior de la  entrada de su casa, quitándose sin ganas las sandalias, suspiró cansado e ingresó lentamente a su hogar, dejo en una mesita la bolsa que contenía  medicamentos dados por la sannin, para luego dejarse caer en unos de los sillones del living. Aún no había comido ya que estar en el hospitalesperando a las pruebas y oliendo los aromas de los medicamentos le daban otra vez ganas de vomitar. Desde que regresó a la aldea era la primera vez que sentía tan fuerte el malestar.

—Esto no puede estar pasando…—Soltó al aire.

 Tsunade aún no pudo confirmarle lo que Orochimaru le había insinuado, la rubia le explicó que con las pruebas aun a tiempo, lo único que obtuvieron fueron las secuelas, pues eso era muy escurridizo,  lo síntomas que presentaba solo eran su consecuencia y con retraso, la sannin le explicó que tendría que hacerle todos los dias el mismo estudio, en vez de una vez por mes como era antes, para tener un seguimiento más detallado. Por lo que desde hoy, Shizune pasaría por su oficina a tomarle muestras de sangre y por la tarde acudiría  al hospital por otras pruebas, de seguro ahora sí tendría más datos aunque sería más molesto. Cada día que pasaba presentía que algo malo se adentraba más en él, que lo destrozaba por dentro y que el dolor era el grito de su cuerpo tratando de defenderse, se tomó  con ambas manos el rostro y gritó. Nadie lo escucharía o se enteraría del berrinche que pudiera hacer en aquel abandonado barrio semidestruido de los Uchihas,  salvo quizás el idiota del anbu que lo vigilaba. Pero ahora no le importaba.

 

 

Naruto  caminaba contento, aprender todo lo relacionado con su futuro puesto lo acercaba más a la realización de su sueño, saludaba a algunos aldeanos que le sonreían al pasar, otros solo lo ignoraban o lo miraban recelosos, levantó los hombros, pensó en visitar el Dojo de los Hyuuga y ver a Hinata para compensar lo de esta mañana, al ver a algunas personas con paquetes de regalos pensó ...¿tendría que llevarle un obsequio?... Meditaba y se sentía confundido al no recordar nada relevante que quizás le agrade a la pelinegra,.. Ugh.., tragó saliva ...¿ sería algo tarde preguntarle que le gusta?.., luego de tres años casi ignorándola como hacía con todas las chicas y desde que le dio su respuesta, lo habitual que hacían y que ella decía que eran citas completamente roja, eran comer en el Ichiraku, pasear en el parque, darse unos besos, comer en su casa, en la de ella, pasear, comer…e intercalando todo el tiempo con las tutorías, estudios y prácticas que iban en aumento para llegar bien preparado para su puesto de Líder, casi nunca hablaban de sus propios sentimientos, porque entre ellos reinaba el silencio ya sea por el pudor de ella o la carencia de tacto de él hacia la nueva situación en la que estaba, nunca trató con alguien como Hinata, solo tenía de ejemplo a Sakura, de carácter bastante fuerte y obviamente no era lo mismo, la pelinegra era dulce y tan tímida que tenía que medir sus palabras, suavizar sus gestos para con ella y eso a veces lo cansaba, era como estar reprimiéndose al mundo. Ahora que lo pensaba mejor él era el que siempre estaba con su monologo repetitivo de su día, Hinata era buena escuchando pero a veces le gustaría que fuese un poco más dada a conversar, más suelta, siempre tenía que ser él que le preguntaba sobre su día o por alguna tonteria.

 Y sobre todo se sentía dudoso... ¿y si  la relación se estuviera enfriando?..., no era lo mismo que las primeras veces que salían. Pero ¿cómo arreglar eso si ni siquiera conocía el verdadero problema?¿En verdad había un problema? O solo eran tontas  ideas que lo embargaban por estar nervioso al ser cercana la gran fecha de dos de sus grandes cambios en su vida.  Bueno,..uhm…quizás ...cualquier cosa estaría bien viniendo de mí..., se dijo internamente,  al pasar por una gran vidriera de un comercio de regalos, se detuvo y contemplo su figura, su corto pelo lo hacía lucir más serio que antes, las vestimentas que llevaba eran más informales, sonrió para sí arreglándose el cabello, si,  incluso era un poco más alto que Sasuke. El mismo se percató de ello cuando se reencontraron hace tiempo atrás y lo abrazó dejándolo al borde de la asfixia y luego fue electrocutado, y no se animó a decirlo en público y menos en privado por temor a herir el orgullo del Uchiha y sufrir  otro ataque hacia su persona, también lo notó un poco más delgado y a veces tenia ojeras que le recordaban a su hermano mayor, Itachi.

Sasuke desde que regresó, se volvió más comunicativo que antes con algunas personas como Shikamaru, Ino, Sakura, incluso Gaara,... ¡Gaara!..., sin duda el viaje si debe haberle sentado de maravilla. Algún día averiguaría por donde se paseó para traer tanto cambio en él, sin embargo debido a su entrenamiento y que el Uchiha comenzó a trabajar en las oficinas junto al Nara, el tiempo libre era reducido, sin incluir que debía atender su noviazgo con Hinata, sin embargo algunas veces se acercaba a su casa por las noches pero no se atrevía a llamar a su puerta, ¿por qué?, quizás para verificar que estuviera ahí, la incertidumbre de no encontrarlo a veces lo llevaba a los terrenos alejados de la aldea y su ansiedad desaparecía cuando veía las luces encendidas de la casa, o si estaban apagadas concentraba su chakra para buscarle y su corazón volvía a latir tranquilo y en paz cuando le sentía, pocas fueron las veces que lo veía salir a otro lugar que no fueran las oficinas, casi siempre  acompañado de Sakura e incluso el Uchiha volvía a su despacho de comer por las tardes junto a Shikamaru, su ahora compañero de trabajo.

 Y para su sorpresa Sasuke les sonreía.

El pensar eso lo pudo tenso y sus manos se cerraron en puños. ...La última vez que me mostró una sonrisa verdadera fue en el valle del fin.... Se pasó la mano por su nuca, algo molesto por ese último recuerdo.

 —Necesito pasar más tiempo con el teme…—Se dijo a sí mismo. Recorrió con la mirada los regalos, sonrió ante pequeños y simpáticos peluches de perritos, ositos, gatitos, vio un bonito búho blanco con grandes ojos celestes que tenía un corazón en su garras de tela, los ojos del  peluche le recordó a Hinata, pero algo llamó su atención, se agachó y aproximó la cara al vidrio; en unos de los estantes casi escondido había un pequeño peluche de un gorrión azul, apoyado sobre una diminuta jaula dorada, y dentro de esta una rosa blanca con una tarjeta.Sonrió.... Ja, ese gorrión es como Sasuke....

— ¡Es perfecto!, ¡se lo regalaré en su cumpleaños!....

Apoyó la frente en la vidriera para poder leer mejor el presente.

 —No, eso es…. demasiado cursi…

Clonk.

— ¿Pero qué?— Se dio cuenta que las luces del negocio se apagaron, estaban cerrando, ¿Cuánto tiempo se quedó allí como un tonto sumido en sus pensamientos?

Se alborotó el cabello,... pensando en él cuando tendría que pensar en ella… No, no me gusta esto..., comenzó a caminar a paso veloz. Paró.

Soy feliz como estoy…porquetengo lo…que… ¿quiero?…

Estaba más que contento de ser pronto nombrado Hokage, su sueño de infancia a pasos de realizarse, lo sentía como algo que  pasaría  como premio  a su esfuerzo, la gente por fin lo reconocía y lo otro… ¿algo que venía con el paquete?, ...¿algo natural?... Ladeo la cabeza y se cruzó de brazos.

— ¿Por qué?  No entiendo…Me gusta Hinata, uhm…si…yo le dije…que si…, no, ¿sí?— Aspiró el aire  descontento y dijo entre susurros  — Pero últimamente…siento que esto no es como lo…imagin

—Naruto. — El nombrado pegó un brinco y casi da un grito poco masculino al ver a  Sai invadiendo su espacio personal.

— ¡Mierda, Sai!¡ No me asustes así!… ¿Qué? ¿No estás de misión?

—Mmm…Bueno después de dejar algunas ratas de tinta en el objetivo se me ocurrió venir a verte…—el anbu se quedó mirando fijamente a Naruto con una sonrisa que nada decía más que falsedad.

— ¿Qu...que quieres…?—Bruuuu~…No me gusta esa cara, da escalofríos

Bueno…—Sai dudó y se volteó mirando hacia atrás.

— Hoy está raro.

— ¿Qué?

—El bastardo —Naruto lo miró feo y cuando iba a replicar…

—El Uchiha estaba gritando.

Naruto abrió los ojos como platos — ¿Gritando? ¿Por qué? ¡¿Y lo dejaste sólo?! ¡LE PUDO PASAR ALGO!

— Bueno después de dejar el hospital, aparentaba estar tranquilo pero al llegar a su casa, su chakra se alteró, pero no creo que haya sido malo o mis tintas ya me habrían informado, además eso fue  hac… ¡Hey, Na…!—El rubio dio un salto y despreocupado de dejar al pelinegro con la palabra en la boca, comenzó a pasar velozmente sobre los techos de los edificios. El anbu le vio partir y susurró—No creo que esto le guste a ella…

Al llegar al barrio Uchiha, corrió hasta la entrada de la casona y con una patada rompió el cerrojo de la puerta abriéndola estrepitosamente, miró a su alrededor y no vio nada fuera de lo común,  sentía el chakra de Sasuke pero le era difícil ubicarlo ya que la casa estaba plagada de sellos para confundir la ubicación de sus habitantes, así que atravesó el living, miró en la cocina, silencio, decidido subió las escaleras hasta el primer piso y busco en las dos primeras  habitaciones…nada.

Escucho ruidos y se dirigió veloz hacia dicha puerta de la cual provenía el sonido, la abrió de un golpe de puño encontrándose con Sasuke que salía de la bañera con un kunai en mano y la otra apenas sosteniendo una pequeña toalla  que le cubría la entrepierna, se miraron asombrados, y vieron como sus mejillas adquirían un tono rosa vergonzoso.

—¡Sas…Sas…! WAaaa~ —gritó lo último mentalmente, le observó de arriba a abajo casi cómo su madre Mikoto lo trajo al mundo, y volvió a subir la vista esta vez más lento para retener la ensoñada visión que cualquier fangirl del Uchiha jamás tendría, aunque se mosqueó al llegar al pedazo de tela,  Sasuke  gritó:

 — ¡FUERAAA! — y le propinó una patada en plena cara haciendo que chocara de pleno contra la pared del pasillo y cayera  sentado en el suelo con pequeños  Kyuubis que lo miraban burlones girando sobre su cabeza.

Sasuke buscó algo más grande con que cubrirse, vio un pantalón y se dio cuenta de que actuaba con pudor.

 —¡Ahora no!—  masculló entre dientes vistiéndose a prisa, aun con el torso desnudo y mojado se acercó reacio a Naruto que aún no se movía y le dio una pequeña patada con el pie en la pantorrilla.

— ¡AUCH! ¡TEME! ¡Sólo estaba preocupado! ¡Me rompiste la nariz-dattebayo! —lloriqueó tomándose la cara.

----Ah, está vivo... suspiró.

— ¡CÁLLATE!—Sasuke tomó una remera y se la arrojó en la cara — ¡Desgraciado, déjame bañarme tranquilo! ¡Salte o no respondo!

— ¡YA, ya!…Pe…Perdón…

 

 

El rubio frotándose la nariz  se hallaba sentado en uno de los sillones apoyando una mano cerrada en un puño en su rodilla mirando con un puchero entrar al azabache que traía un poco de té a la pequeña mesa que se encontraba en el centro de la sala. Se lo ofreció.

—G-gracias.

—Cállate, bebe y vete.

—Temeeee…—Ese tomo lastimero ya no lo conmovería.

Sasuke  miraba de reojo sentado y cruzado de brazos beber con lentitud, a aquel torpe que arruinó las bisagras de su puerta, giró su cabeza para verla, estaba cerrada con una tabla que la trababa apoyada en el piso, tendría que llamar a alguien para que la arregle, y se aseguraría que la cuenta la pagara ese idiota. El silencio era roto por los ruidosos sonidos de Naruto … ni que estuviera comiendo ramen…

Luego de una rápida explicación por parte del futuro Hokage, Sasuke pensó que ahora ni siquiera tenía intimidad en su casa, a modo de “disculpa” por la golpiza, cosa que no diría, le ofreció el dichoso té y esperaba impaciente a que este lo acabara para despacharlo de una vez.

— ¿Por qué gritabas antes?—el ojicielo era insoportable a veces.

—Eso no te importa.

—Sasuke soy tu amigo y…

—Y te preocupas, lo sé, pero esto es algo muy personal —Naruto lo miró irritado, aunque al pelinegro eso no le afectó— cuando esté dispuesto a decírtelo serás el primero, no te alarmes y no insistas—lo dejo con la boca abierta sin derecho a réplica, Naruto bajó la vista y asintió en silencio. Sasuke incomodo cambió de tema:

— ¿Cómo… te fue con lo de Hyuuga?

— ¿Eh?

—No me hagas repetir la pregunta dos veces…

—Bien…. Muy bien, todo marcha bien, lo aceptaron…—Sasuke suspiró derrotado y miró al suelo.

—Me alegra oír eso, deberías pasar más tiempo con tu…novia, tonto.

—Pero…

—Debes estar listo para lo que se te viene encima.

—Lo sé-ttebayo… —Sasuke le miró e hizo una mueca similar a una sonrisa a la que el ojicielo  le devolvió de la misma manera. Aunque a Naruto eso lo entristeció ya que no era como la que recordaba de aquel día. ...¿Por qué?,¿ por qué ya no la veo? ....El silencio se adueñó de la sala una vez más. El “invitado” siguió tomando de a sorbos cada vez más pequeños para alargar el tiempo, dentro de él el malestar de sentirlo tan lejos crecía como el tiempo que trataba de alargar, pero también a la vez pasar así el momento al lado del azabache era tranquilizante de alguna manera, bueno no al lado porque “su amigo” estaba sentado en frente, pero algo es algo. Las dos sensaciones, ambas contradictorias le embargaban, debía cambiar el ambiente, pero ¿con qué?

—Sasuke… yo…ehm….lo de ser mi…uhm…pa…pa…pa…

— ¿Padrino?

—Si…Gracias…Yo —Sasuke bajó sus manos y se frotó disimuladamente el estómago, el dolor  estaba volviendo, pues el efecto del calmante estaba desapareciendo y tendría que medicarse otra vez.

—Naruto, si sigues repitiendo eso me voy a arrepentir de haber aceptado…—Naruto entrecerró la mirada, vio que Sasuke seguía con su semblante, molesto. Agachó la cabeza y contempló sus ojos en el reflejo del té. ¿Por qué esas palabras lo ponían nervioso a tal punto de tartamudear como su novia?, ¿se estaba contagiando? Dejó escapar un largo suspiro.

— ¿Ya terminaste? —El rubio asintió y le dio la taza, Sasuke se levantó algo reacio de su sitio, la tomó y antes de cruzar la sala…

— ¿Puedo… tomar otro?

— ¿Qué?

—O-otro… té…es que estaba… delicioso… ¿Por favor? —Al pelinegro le surgió un tic en el ojo, se giró y se dirigió a la cocina  a servirle más y buscar su pastillero, ....estúpido, dobe....

Luego de que el futuro Hokage terminara el tercer té, Sasuke lo invitó a retirase  a su manera de su casa. O sea, a los gritos y empujones, pues de seguir así el ojiazul acabaría con su ya nula paciencia y con la ración de su infusión favorita.

Naruto se quedó parado afuera de la puerta algo ido al recordar la sensación de paz que se esfumó al salir de aquella residencia  y luego se puso rojo hasta las orejas con el momento fugaz de aquel cuerpo semidesnudo con las gotitas de agua recorriéndolo.

…Es blanca como la nieve…¡Ugh!…Naruto se golpeó la frente con su mano derecha vendada. No, no, olvida eso…

Caminó golpeándose la frente de vez en cuando hasta su casa. No quería recordar.

 

 

Ya recostado en su cama, el azabache miraba a oscuras la ventana de su habitación, ...hoy no hay luna..., deseaba que Tsunade  se haya equivocado por el licor en todos sus análisis. Estar relajado era uno de los tantos consejos dados por la sannin, además de los raros cocteles que debía ingerir siguiendo los primeros datos de su antiguo maestro y que fueron mutando con los meses, ya no sabía cuántas capsulas  había dentro de su cuerpo,  a veces todo le daba vueltas y se sentía flotar y hundirse a la vez, suspiró al recordar el resultado del mes pasado de que no había rastro del “mal”, era peor  de lo que pensaba, en los anteriores tres años  supo por experiencia que “eso” solo estaba escondiendo su próxima  jugada, sin síntomas al inicio y luego un duro golpe como eco de su presencia, lo peor es que hoy tampoco  encontraban nada, era como un fantasma que le acariciaba y se esfumaba dejando el dolor como prueba de su paso. Aumentando ese sufrimiento cada vez más.

Si tan solo Orochimaru estuviera aquí,…no, quizás sería lo mismo¡maldición!..., si no fuera porque se daba desde ese día cada cierto tiempo no se preocuparía, pero ahora se salió del tiempo previsto, y los síntomas iban en aumento, su cuerpo se llenaba de escalofríos otra vez,... y pensar que todo se  acabaría si dejara que….No, no ¡No!¡ mil veces NO! ¡Jamas seré conejillo para sus experimentos!..., mañana tendría que enviarle un mensaje a Kakashi de que estaría en reposo por unos días, aunque Shizune quizás ya le haya avisado. Lamentablemente los efectos de los medicamentos eran muy cortos, pero con los nuevos datos que comenzarán a tomarse, la exHokage sería capaz de preparar  nuevas drogas para ayudarlo a combatir al menos el dolor, volvió a sentir la punzada, pero esta vez en su espalda, el eco del malestar comenzaba a  invadir todo su cuerpo otra vez. Tanteo con su mano la mesita de noche hasta hallar un blíster y sacó dos pastillas amarillas que se las llevó a la boca y se las tragó, se acurrucó y se tapó por completo.

La noche iba a ser larga.

 

 

Notas finales:

Próxima actualizacion el 18 de este mes.

¡Naruto baboso deja de recorrerle con la vista ese cuerpito inmaculado!@_@

Ay Sasu empastillado =A=...

¡Cuidense y nos leemos en la proxima! :3


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