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Seguiré adelante por tí por neblinadesol

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Notas del capitulo:

25-7-2015 , Ooooh, mande a arreglar mi pc y se tardaron mas de la cuenta, lo subo ahora ya que mañana no voy a estar....En cuanto al otro fic, "Encanto" no tuve tiempo de armar el capi, asi que tendran que esperar, quizas esté para el miercoles o proximo sabado, en fin, gracias por leer,  ya voy a contestar los comentarios :)

los personajes son de NARUTO de Kishimoto Masashi sensei---->

 

 

Los días pasaron y estaban próximos a dos semanas para las dos importantes celebraciones que ponían a la mayoría, no todos, de un humor especial, se pintaron las ultimas casas, comenzaron con adornar las calles principales, se acondicionaron los hoteles para las visitas que estaban llegando, gente curiosa de otros lugares también llegaban para el acontecimiento del año, las tiendas de regalos estaban abarrotadas por los visitantes que adquirían una pequeña réplica del futuro Hokage como recuerdo o alguna chulería del momento. Y por las noches  alguna épica aventura de su héroe era  interpretada por un grupo colorido de actores.

La mañana comenzó con una débil llovizna anunciando el cambio de estación.

Sasuke  caminaba lentamente, cubriéndose con un paraguas rojo hacia la oficina del Hokage a realizar su trabajo rutinario, pasó sin prestarle atención a la gente que al verlo comenzaba a hablar de él, murmullos  que conocía muy bien, algunos sobre su condición de renegado y otras sobre su futuro. Al llegar  a la entrada cerró el paraguas, lo dejo en un tacho para tal y subió las escaleras silenciosamente, cruzó los pasillos solitarios y cuando dobló una esquina paró por un momento, ya que se topó con un grupo que en semicírculo platicaba y no del clima precisamente, ellos no lo vieron acercarse.

—… el bastardo anda mostrándose tan tranquilo, ¿de verdad aún confían en él?

—En serio, no creo que sea conveniente que se quede en la aldea, deberíamos exiliarlo, o que se marche de nuevo pero para siempre, si no fuera por Naruto-san…

—Tsk, lo que me preocupa no es que se marche, es ese poder, debería  ser sellado para siempre, entonces ya no tendríamos que preocuparnos por lo que pueda pasar.

— ¿Pero si lo sellan no sería un  error?, él fue el otro héroe después de todo.

—Es un Uchiha.

—Ups…Chicos…

Los cuatros chunins que trabajaban como secretarios en otras áreas se percataron de su presencia tensándose más de la cuenta, Sasuke pasó sin siquiera mirarlos y siguió su andar, vaya, hasta aquellos que llamaba  compañeros estaban cuchicheando  a sus espaldas, quizás el pasado manchado nunca será limpiado después de todo, ni aunque se sacrifique por un par de inútiles… No debió volver en primer lugar, seguir su camino era lo mejor.

 Abrió la puerta y se inclinó levemente frente a la persona que se encontraba sentada ojeando unos papeles, este lo miró y sonrió algo agotado aunque no se le notaba más que por el único ojo visible.

—Aun me asombra que estés aquí.—Notó a través de la tela que Kakashi curvó su boca hacia abajo, pero se recompuso al instante, se acomodó recto en su asiento, con unos golpes sobre el escritorio ordenó los papeles que tenía en sus manos y con gesto solemne se dirigió a su exalumno.

—Buenos días, SE-CRE-TA-RIO del HO-KA-GE, esta semana comenzaran a llegar los grupos de exploración y reconocimiento para descansar. Por favor recibe los informes y luego de hacer copias me los traes para darles una leída.

—Uhm —….Genial…Su exgrupo Taka que también prestaba servicios pronto regresaría de alguna tonta misión y podría al menos descargar tensiones.

Salió del despacho y se encaminó a su oficina, la “acogedora” y pequeña habitación de tres por tres llena de informes y pergaminos, esta se encontraba unos pasos más allá alejada de la otra oficina que pertenecía al chico de coleta, Shikamaru. Los dos eran los secretarios privados del Hokage, unos puestos importantes ya que por sus manos pasaban todo lo relacionado a la administración de la aldea, aunque para él era tiempo perdido de papeleo, pero al menos se enteraba de algunas cosas de las cuales no sabría si no dejaba su casa.

A la una, hora del almuerzo salió de la torre, la llovizna había parado y pensaba en ir a su casa  ya que no trajo nada para comer y no quería probar comida chatarra en algún puesto insalubre, pero fue interceptado en la entrada del edificio por Sakura.

—¿Me acompañas a almorzar? Shikamaru invita.

—¡¿EEEh?!—Se oyó el quejido de atrás de ambos, el Nara se acercó a grandes pasos.

—¡Haruno, yo..!

 — ¡Oh, vamos! ¡Tienes dinero suficiente para alimentar 10 meses enteros a Naruto!

—Tks. No exageres, que  problemático…—resopló y se cruzó de brazos.

Jeje. —Bufó el ojinoche por lo bajo.

—Sabes que a  Uchiha ya no le agrada ir a los puestos callejeros—Se defendió dándole una rápida mirada al susodicho para que le confirme lo dicho, pero éste lo ignoró olímpicamente mirando al cielo.

— ¡Pero podemos ir a un restaurante, uno muy elegante!, ¡tenemos que pasarla bien al menos una vez a la semana!, yo también aportaré, Sasuke-kun hoy comerá gratis y luego la próxima semana vemos quién será el siguiente ¿qué dices Sasuke-kun?

—Mmmm… No es mala idea—Les sonrió a ambos —Yo escogeré el lugar si están de acuerdo. —Sakura aplaudió dando saltitos y Shikamaru se masajeó la frente pero asintió y suspiró resignado al ser tomado de un brazo por la pelirosa que hacía lo mismo con el brazo de Sasuke.

— ¡Será divertido!

—Para el que come gratis… —Bufó el Nara. Sus compañeros rieron.

 

Naruto los había visto, la asesoría que recibía  de Tsunade al otro lado de la aldea, acababa pasada las dos de la tarde y hoy salió antes ya que la rubia tuvo que atender un caso importante en la clínica, al salir y encontrarse solo, se le ocurrió aprovechar el tiempo e invitar al Uchiha al Ichiraku, últimamente gracias a sus clases y la compañía de su novia , ya no tenía tiempo para pasarlo con sus amigos, casi todos en alguna misión y Sasuke era al que tenía en mente en esos momentos, a varios metros se detuvo y divisó a los tres ninjas, lo que le extraño más es ver a Sasuke sonreír, ¿Sasuke se estará divirtiendo? Eso era  nuevo, los tres caminaron juntos y bastante animados, le escuchó reír, levantó una ceja y cerró los puños. Está riendo…

 —Calma, solo están pasándola bien…—Se dijo a sí mismo, un pequeño pitido comenzó a escucharse dentro de él, le molestaba y sacudió su cabeza varias veces, aspiró y exhaló el aire de sus pulmones varias veces, esa sensación agobiante cada vez que veía al pelinegro en una situación en la que se alejaba o sentía que era excluido le amargaba y le resecaba la boca, como queriendo gritar algo que moría en sus labios, no sabía que era, se pasó la mano por el cabello tratando de serenarse, sin darse cuenta su cuerpo se movió y los siguió sigiloso cuidando de no ser notado hasta un restaurante bastante ostentoso, se detuvo extrañado de verlos entrar en ese lugar que no era propio de ellos, además los lugares caros eran reservados para asuntos importantes según él ¿Irán a festejar algo?, se tocó los bolsillos comprobando que tenía su monedero de rana, y recordando lo justo que llegaba a fin de mes, ladeó la cabeza pensativo y se cruzó de brazos, tendría que ganar más dinero, no podía ser que al héroe de la guerra se le mantenga a cuenta gotas, siendo Hokage su suerte con su recompensa quizás aumentara pero mientras tanto… ¡Yaaa, de alguno me colgaré!¡Además, Sasuke está con ellos! Sonrió y apenas dio un paso cuando fue jalado de su ropa por detrás, se dio vuelta casi al instante con cara de pocos amigos y frunciendo la boca.

 —¿Na-Naruto-kun?—Se sorprendió sobradamente de que Hinata estuviera parada detrás suyo. ¿Desde cuándo estaba ahí?

—¡Hina-chan! ¡Qué des--aAAAGRADAble sorpresa!—La kunoichi se sonrojó y le enseño un canasto con la cabeza gacha. Naruto lo vio y luego viró los ojos, de seguro quería que le acompañara a almorzar de nuevo. Últimamente la heredera del clan Hyuuga estaba siempre esperándolo para pasar tiempo con ella, y tratando de ser amable, y como era su prometida, no podía decirle que no.

Miró nuevamente al restaurante, ¡maldita sea-ttebayo!... ¿por qué tenía que suceder?, se acercó a Hinata y pasando el brazo sobre su hombro comenzó a llevarla lejos, el parque donde siempre comían estaba ubicado en dirección contraria al restaurante. Siempre la misma rutina, se estaba cansando de que últimamente la Hyuuga esté a su alrededor, y volvió a recordar la risa del pelinegro, metió la mano libre sobre su bolsillo de su pantalón y cerró el puño, Hinata tímidamente le comentó de las flores del negocio que acababan de pasar,  no escuchó que la ojiperla susurraba sobre llevarlas a una tumba, él estaba absorto en otro lado, en su mente bailaba una y otra vez el eco de la risa de Sasuke. El pitido aumentó mientras caminaba y por una vez en su vida desde que tenía esa extraña sensación agradeció que fuera tan fuerte para no oír lo que su acompañante decía. Una bruma invisible cubrió sus ojos a pesar de seguir caminando y recordó cuando  vio al azabache completamente avergonzado.

Y casi desnudo.

Curvó sus labios mostrando una extraña y cálida sonrisa.

Hinata lo notó y también sonrió feliz, aunque sentía que Naruto no le prestó atención, pero por esa radiante sonrisa, hoy le haría caso omiso a su intuición y no preguntaría.

 

La tarde se presentó fría y los trabajadores de las oficinas se despidieron cada uno yéndose por su lado, Sasuke pasó silencioso por los pasillos, era uno de los últimos en irse para evitar el aglomeramiento de la salida. Al llegar a su casa se percató que la entrada estaba semiabierta,  entró en silencio y se preparó mentalmente para atacar y machacar a quien osó ingresar sin su permiso. Luego exigiría explicaciones.

El ruido en la cocina le llevó a dirigirse a allí sacando un kunai de su bolsillo trasero y activando el sharingan, pero al sentir el aroma característico de Karin bajó la guardia y entró en la habitación con el ceño fruncido.

—La próxima vez que entren sin avisar los quemaré.

—¡WAAAAaa~!—gritaron al unísono el peliceleste y la Uzumaki, que estaban al lado de la  cocina intentando encender las hornallas.

—Les advertí que no lo hicieran.—Juugo se levantó de su asiento en la mesa y le dio una inclinación de cabeza, el pelinaranja al menos  seguía  con esa rara manía de respeto hacia él. Sasuke le miró y cambió su semblante a uno tranquilo pero luego se cruzó de brazos y miró serio a los otros dos esperando que hablasen.

—Lo-lo siento Sasuke-kun, pero el edificio en el que parabamos no tiene agua ni gas…—Karin se removió incomoda en su lugar. Suigetsu chasqueó la lengua.

—Porque tiene la cabeza llena de tintura y no pagó los servicios atrasados.—Apenas se oía en un tímido murmullo a Juugo acotar que no habrían recibido su paga.

—Cállate ¡Tú también podrías haberlo recordado!

— ¡No me lo pediste!

— ¡Mantenido!

— ¡Bruja!

—CÁ-LLEN-SE.—Les dijo de manera fúnebre, los aludidos se silenciaron y se miraban retadoramente. De nuevo tener que soportarlos, se masajeó la frente, no se podía hacer nada con ese dúo junto, ya ni se imaginaba en cuantos problemas se metían ellos solos…, y Juugo?, bueno, Juugo solo los seguía.

Sasuke se acercó a ver las bolsas sobre la mesa y el piso, puso mala cara, ellos trajeron todas sus pertenencias, de seguro fueron echados otra vez  y de nuevo querían buscar alojamiento gratis en su casa, se aproximó a la cocina y se agachó en un rincón, su mano buscó en una esquina y giró la llave de paso del gas de la casa, si, esa que dejaba cerrada todas las mañanas para evitar alguna fuga cuando se iba al trabajo, Suigetsu resopló y luego sonrió, y Karin suspiró.

—Uf, creí que lo habíamos roto…

Se levantó y giró dispuesto a enfrentarles y dejarles las cosas claras pero ni siquiera debió hacerlo, los tres le observaban con enormes y cristalinos ojos de cachorros abandonados… malditos…

Si fuera la misma persona de hace tres años atrás los hubiera sacado a patadas de su residencia sin inmutarse, pero al verlos aun sucios y cansados, intentando encender el fuego, les dio ¿lástima? Cerró los ojos, no debería tener ese tipo de sentimientos, se dirigió a la heladera y sacó un par de botellas. Luego de cerrarla caminó hacia la puerta y se detuvo dándoles la espalda.

—Dejen todo limpio, ya saben dónde están sus habitaciones.

Los tres se miraron y sonrieron teniendo el mismo pensamiento, de verdad, Sasuke había cambiado.

 

Naruto estaba sentado en su cama, varios pergaminos desperdigados a su alrededor quedaban tapados por otro bastante más grande que se extendia entre su piernas cruzadas, lo leía con detenimiento.

—….Ya lo entiendo.— ¿Debería hacer una prueba…? Se dejó caer de espalda al colchón. Uhm, mejor no…—Qué aburrido… Ya no es lo mismo-ttebayo—dijo sin ganas. ¿Desde cuándo estaba con lo mismo? ¿Así sería su nueva vida? ¿Entre papeles? ¿Habrá misiones para Hokages?, se preguntaba. Luego de la gran pelea  todo parecía estar normalizándose, aunque supo por Ibiki que algunos pequeños poblados eran aun conflictivos, pero nada que un grupo de entrenados ninjas no pudieran resolver. ¿Esto es lo que es ser adulto? ¿Ya no iría a alguna misión que le devolviera la adrenalina?.... ¿la mayor preocupación sería reunirse con otros jefes para debatir sobre qué nombre darle a un puente? ¿O competir contra Gaara sobre quien llevaría menos custodias…?  Ugh…. Tal vez los exámenes para chunnin traerían algo de emoción a la vida de escritorio pero se dan muy pocas veces, ya comenzaba a sentir la carga como una patada en el trasero.

—Tal vez debería buscar algún hobby. Tendré que preguntarle a Kakashi sensei y a obaa-chan… — pues leer perversiones o beber hasta caerse no eran su estilo…mejor no pregunto… solo tenía adoración por el ramen, pero eso no era un pasatiempo igual que estar ebrio ¿o sí?….De pronto sonrió— ¡¿Y si Sasuke fuera mi secretario-ttebayo?!—Y comenzó a reírse pensando en las bromas que podría hacer para sacar del estado de calma al azabache. Al menos estarían juntos como en los viejos tiempos, sentados entre pergaminos o tal vez viajando a las aburridas reuniones ya no con pesadas mochilas, compartiendo  grandes responsabilidades, codo a codo. Ya se imaginaba  los interminables días de discusiones que se armarían por no compartir las mismas opiniones, tal vez haya algun que otro golpe de puño. Oh, si…, quizás le pida....no, no, le exigiré que sea mi secretario personal, mi  mano derecha…Mirando las aspas de su ventilador de techo comenzó a pensar en cómo refaccionar el despacho de la torre de Hokage para agregar otro escritorio. Si, estarían muy juntos.

—Y no aceptaré un NO como respuesta.

 

 

Notas finales:

mmm ¿fué muy cortito no?:P, creo que voy a poner un talon numerado para que hagan cola y maten a Hinata por arruinar la idea de Narutin.

Proxima actualizacion...ni idea hasta aqui tengo los capis seguidos-completé con algunas cosillas más-, luego un agujero que me cuesta rellenar antes de continuar con los que ya tengo, pero voy a poner mi ganas para completarlo, asi que espero sean pacientes, no creo que me lleve mucho tiempo dos a tres semanas o menos si se me ocurre algo :D(odio mi trabajo, me quita tiempo para escribir -3-). No se preocupen que NO pienso abandonar ningun fic. Besitos!!! ¡¡denme su energia narusasu!! (sonó muy Goku XDDD)

PD:¿quieren que siempre actualice  fines de semana (cuando tenga los capi, claro)o cuando tenga un capi hecho? cualquier dia... Esto va para los dos fics.


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