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Seguiré adelante por tí por neblinadesol

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Notas del capitulo:

19-08-2015, ¡¡¡Hey que onda!!!, ya es miercoles en mi pais :D,actualizo ahora para poder dejar tiempito a pensar tranqui el capi de mi otro fic(ojala esté para el finde o el proximo miercoles), espero que no tenga muchos errores ortograficos, ya contesté rewiers, ¡gracias por leerlo gente!:3 

Los personajes son de la serie NARUTO de Kishimoto Masashi sensei

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Desde la puerta Tsunade levantó una ceja, se enderezó para lucir imponente, y caminó con ruidosos taconazos hacia su alumno que estaba sentado y distraído, dándole un buen golpe en la cabeza.

— ¡Auch! ¡¿Y ahora qué hice-ttebayo?!—preguntó molesto llevándose la mano vendada hacia el pequeño chicón que pronto nacería.

— ¡Mira!— Naruto achinó los ojos y frunciendo los labios  miró el pergamino que la rubia le señalaba con la vista, estaba garabateado, líneas rectas y círculos sin sentido cubrían gran parte de los escritos y no solo era eso, la tinta continuaba por la mesa, era todo un desastre.

¡¿Pero qué…?!—susurró, ni él mismo se lo creía.

—Entiendo que estés un poco nervioso por tu futuro… ¡pero no arruines mis cosas!

— ¡AY! —y recibió el zape al otro extremo del primero, cuando afloraran harían un buena simetría encima de la nuca.

 La rubia le ayudó a limpiar el desorden y luego de eso se marchó dejando en la mesa  más pergaminos que Naruto veía casi con odio.

Todo tenía una explicación, si, y  estaba más que nervioso,ansioso, y no quería pensar en lo que lo vendría en los próximos días, era como estar parado en el borde de un remolino que pronto aumentaría su velocidad y lo arrastraría hacia el centro golpeándolo en el oscuro  fondo y luego elevándolo hacia su punto más alto y aunque debería estar feliz, no lo estaba. Esos nervios lo estaban comiendo vivo. Y la única manera de “escapar” de ello era pensando en cosas que no tenían sentido…para él.

…¿Por qué estaba Ino-chan en casa de Sasuke?...

…¿Qué hacia ese feo grupito en casa de Sasuke?...

…¿Por qué Sasuke-teme me echó de su casa?...

 

— ¿Algún recado para Sasuke-sama? —…“¿qué hago-ttebayo?”, pensó nervioso. Miró a ambos lados como si haciendo eso encontrara la respuesta y antes de abrir la boca para alguna idiotez, escuchó las voces dentro de la casa y otra que se elevó sobre éstas.

— ¡CALLENSE  DE  UNA VEZ!—Al parecer ya no tenía que inventar nada y salir corriendo porque el dueño de la casa estaba haciendo acto de presencia y autoridad.

— ¡Sasuke-sama!—y el pelinaranja salió a su encuentro como un perrito a su amo. Naruto hasta casi pudo imaginarlo  verle mover una  cola y aletear sus brazos,  y eso le hizo chasquear la lengua, también caminó hacia donde desapareció el grandote, con la cara llena de disgusto.

Al entrar a la tan ahora silenciosa cocina se paró detrás  de Juugo y se levantó de puntas de pie para ver sobre el hombro del pelinaranja  al chico con dientes de tiburón y a la chica pelirroja a un costado de la habitación que sonreían algo cohibidos ante Sasuke que  apoyaba la espalda  en el marco de la puerta y cruzado de brazos, les observaba desaprobatoriamente.

—Siempre lo mismo, ¿no pueden evitarlo al menos cuando estoy yo?

—Lo siento, Sasuke-kun, de  mi parte no volverá a pasar.—La pelirroja se inclinaba por enésima vez.

—Baaah…Todos los días es lo mismo.— sacudía una mano y trataba de parecer indiferente pero se notaba a leguas que estaba nervioso.

—Quiero estar TRAN-QUI-LO  en  MI casa, me ponen dr mal humor el solo oírlos discutir por tonterías, no, sus ruidosas presencias me molestan a tal punto de querer  tirarlos juntos y atados de frente a la basura. ¿Quieren que los eche de aquí? —Los dos movieron rápidamente  sus cabezas en negación y Juugo aprovechó la oportunidad de hacerse presente, se acercó dando unos pasos y una inclinación de cabeza frente al azabache, que al verlo destensó sus brazos y bufó cansado. Naruto estaba casi seguro que el pelirrojo esperaba que Sasuke le palmara la cabeza, aunque eso no pasó —Está bien, ¿al menos hicieron lo que les pedí?—Los tres ahora en fila  y en silencio asentían automáticamente a la pregunta.—Bien.…creo que es suficiente por  hoy…—se masajeó la frente con la mano derecha percatándose de que había alguien más y lo miró sin ganas.

—Y tú… ¿qué haces aquí?—Naruto  jamás había escuchado hablar tan fluidamente a ex vengador desde  el sermón de la última batalla y estaba algo confundido por su actitud que a pesar de lo que creyó no parecía estar realmente molesto con ese trio, solo era de boca para afuera.

—Ho-ola, Sasuke…ehm…—el aludido entrecerró los ojos y se giró—Sígueme —le dijo con voz monótona mientras se adentraba al living. Naruto lo siguió y se preocupó al ver que el azabache pasaba a través de la sala y se dirigía a la puerta, agachó la cabeza y comenzó a arrastrar los pies temiendo lo que le venía. Sasuke se detuvo y  la abrió.

— ¿Tienes algo que decirme?

—Ehm…ahm…vengo de… ¿visita?—se rascó tratando de inventar alguna buena excusa para quedarse alli. Sasuke apoyó la mano en su espalda y le empujó.

—Es bueno que vengas de vez en cuando, pero hoy no. —Y ni bien terminó de hablar le cerró la puerta tras su espalda.

 

 

Hizo un  mohín, lo echó  sin derecho a nada y a los otros tres no, está bien, no podía ir simplemente y preguntarle si podía quedarse en su casa como si nada e intentar averiguar qué significaban esas reacciones raras que últimamente tenía cuando estaba cerca de Sasuke con esos tres girando a su alrededor,  no era buena idea, comprendía  que ellos fueron su antiguo equipo pero al menos debió invitarlo a cenar como antiguamente lo hacía antes de irse de viaje por tres años, quizás era su culpa que se negara a veces a esa invitación y ahora le pagaba con la misma moneda, además parecía que esos estaban acaparando toda su atención,…¿cómo puedo hacer que se marchen de allí?, pero recordandoa los grupos de turistas que llegaban en estos días, los hoteles estarían abarrotados de clientes…qué mal-ttebayocuando sea Hokage todo va a cambiar… miró el reloj de la pared marcando más de la una y media, aún era temprano para salir a comer, pero hoy no tenía hambre, recostó su cara en sus manos, las cuales apoyó en la mesa sobre los pergaminos sin leer y pretendió dormir.

 

—¿Hinata?

—Sa-sakura, buenos días…—La aludida le sonrió en respuesta y la pelirosa elevó la vista al gran hospital en el que estaba por ingresar con varias carpetas en sus manos, hizo una pequeña mueca de disgusto.

—¿Mu-mucho trabajo , eh?

—Uf, no tienes descanso con sensei. Discúlpame —la pelinegra asintió en respuesta. Sakura entró y negó varias veces, aparentemente  Hyuuga ya había terminado con su parte en otra ala del edificio y estaba en la entrada esperando a Naruto para almorzar,… otra vez…, se preguntó si ella tendría el mismo temple para hacer lo mismo, pues su carácter no le llevaba a ser muy paciente, pero… las personas hacen muchas cosas locas por amor…y despejó su mente de actos pasados,  sinceramente se alegraba por los dos, estaban juntos y se los veía felices, recordó que Sasuke y ella tenían una conversación pendiente, pero desde que volvió ninguno lo mencionó  y  su intuición le decía que sería bueno esperar, primero rearmaría la amistad y luego, luego el tiempo lo dirá.

 

 

La llegada de los grupos fue motivo de alegría para los familiares y muchos abrazos y besos se dieron en la entrada y en base de la torre del Hokage ya que las voces de sus regresos volaban como el viento. Una de esas llegadas más comentadas hace solo unos instantes fue la de tres Kages, estos cruzaron juntos las enormes puertas de la aldea produciendo un gran revuelo por sus presencias  ya que iban ataviados con sus ropas ceremoniales  rodeados de una nutrida comitiva y junto a sus custodios que lucían impecables, los aldeanos  al verlos pasar rememorando la última batalla les vitoreaban  dando un gran espectáculo, y ahora se encontraban caminando hacia  la entrada del despacho del actual Hokage para una reunión protocolar.

—Buaaaaa~—bostezó el Hokage que se sentó mal en su asiento con su ropa ceremonial provocando que se le formaran más arrugas, su secretario viró los ojos cansado de leerle los últimos resúmenes mientras el sexto se cambiaba y caminó hacia el gran ventanal  dándole la espalda, el idiota de su exsensei  le contagió el bostezo y ahora se tallaba inocentemente el  ojo visible,Sasuke fue más “inteligente” y se apartó para que no lo descubra haciendo lo mismo.

—Ya debería irme a almorzar— resopló el pelinegro caminando hacia la puerta del despacho y llevándose un par de archivos en sus manos.

—Sí, pronto llegaran “ellos”, ve, ve —dijo el peligris, moviendo su mano despidiéndole, al instante aparecieron dos anbus que se posicionaron detrás del asiento del sexto. Al abrir la puerta casi choca con la Mizukage, que  se sorprendió al verlo y luego sonrió complacida.

— ¡Oh! Qué lindo recibimiento…chu~ ♥ — y puso su índice en sus labios fruncidos dándole un beso al aire ya que el moreno esquivó “ese golpe de cariño” desplazando su cara  a un costado. Sasuke vio al Raikage hacer un gesto de mala gana en su curtida y oscura cara y cerrar su único puño, y más atrás al Kazekage que lo miraba aún más seriamente con esos delineados ojos, detrás de cada Kage  se hallaban varios custodios tensos que no le quitaban la vista a sus movimientos.

—Permiso.—dijo en tono neutro, levantó la barbilla y caminó como un príncipe provocando  que los demás se hicieran a un lado sin apartar la vista. Al pasar al lado del  Kage grandullón, escuchó resoplarle con resentimiento su apellido a modo de saludo — Uchiha…—que Sasuke ignoró por el bien de todos.

— ¡Ey, pasen de una vez que entra el aire frio!—gritó sentado desde su posición el sexto Hokage dando un golpe de palma en la mesa, llamando la atención de los demás que le miraron incrédulos, por cierto estaba viéndolo todo tras su escritorio, molesto y esperando intervenir ante cualquier movimiento mal intencionado por parte del rubio cabezota  hacia su exalumno.

 

Sasuke llegó a la oficina para dejar las carpetas y salir a comer, abrió la puerta y de nuevo la cerró. Aspiró y dejó salir largamente el aire de sus pulmones y volvió a abrirla para entrar, puso su peor cara desde que mató a Danzo frente a la persona que estaba sentada en la silla de invitados esperándolo y al llegar a su escritorio dejó caer de mala gana los papeles.

— ¿Qué quiere?— masculló entre dientes  El otro rápidamente sacó un pequeño librito, lo abrió leyendo algo y escribió con un diminuto lápiz para luego guardarlo y mirarlo serio.Era Killer Bee, con sus redondos anteojos de sol, vestido con su habitual chaqueta blanca sin mangas y un gran pañuelo que le rodeaba el cuello, guantes del mismo color y completando  pantalones oscuros, no tenía ningún cambio desde la última vez que se cruzó con él, hasta parecía un deja vu, éste cambió rápidamente de cara sonriéndole de oreja a oreja y movió la mano abierta de lado a lado como un niño pequeño.

—El baile de espadas fue una gran-inspiración…—frunció las cejas no comprendiendo lo que le decía.

—…

—Y-quisiera-que-vuelva-a-la-vida-bandida-para-mí-satisfacción~— chasqueó la lengua, ahora sí, se refería a su pelea tiempo atrás.

—Márchese. Naruto debe estar ansioso de verle.

La-vida-es-aburrida-sin-adrenalinaa...

—Salga de…—entrecerró más sus ojos ónix  y tensó los hombros dándole a entender al otro que no lo quería ahi.

¡Seremos-compañeros-te-guste-o-noo! —Se levantó de su asiento y se puso de frente al moreno moviendo rítmicamente ambos brazos.

… ¡Tomados-de-las-manos-mirando-el-atardecer…Oh, yeaaah!

Desde el interior de Bee, el Hachibi se removió incómodo.

—DEJA DE  HACER ESO…. —le recriminó, pero su Jinchuuriki no se inmutó.—ES  HORRIBLE  IMAGINARLO… KYUUBI VA A MATARTE.

— ¡Gyuuki-baja-las-colas-ante-Kyuubi!¡ Esa-es-la-noticia-del-dia!siquería molestarlo, lo hizo.

— ¡TE MATARÉ YO!

— ¡Cuando-uno-ha-visto-la-muerte-ya-nada-lo-intimida!  ¡Oh! ¡Yeaaah!

— ¡AAAAAH!Se jalaba los cuernos con sus tentáculos, molesto de la actitud despreocupada de su contenedor. Ya le patearía el trasero tirándolo desde su enorme nariz cuando tuviera la oportunidad.

Sasuke salió casi espantado por la última frase de ese  hombre en la oficinita. Pero el grandote se percató de su salida dejando a su bijuu gritando en su interior  y le siguió a varios pasos por detrás.

Caminaba tan rápido que casi corría…Maldita sea… solo faltaba que sacara algún instrumento de cuerda para acompañar sus horribles rimas.

— ¡Espera, espera! Solo quiero…hacer amistad…si, eso…—Se rascó la nuca mientras daba grandes zancadas.

—Al diablo con “eso”.—Le dijo sin verlo y siguió sin importarle que el contenedor del ocho colas le persiguiera.

Al salir tarde no se encontró con los habituales compañeros de almuerzo y atravesó varias cuadras, se preguntó si ir a su casa era buena idea, ya que al tener a esos tres de visita no quería saber que estarían cocinando si es que cocinaban, seguro estarían abriendo alguna lata de cualquier cosa comestible,  y era él el que terminaba haciendo toda la cena,  eran unos aprovechados.

— ¡Ven, mira, chico!— Gritó Bee moviendo su mano, llamando a su curiosidad y la de los demás transeúntes que se giraron a ver que sucedía. El rubio que por su cuerpo y altura llamaba la atención, se había detenido en frente de un puesto callejero, Sasuke al verlo hizo una mueca de repulsión recordando la última vez que comió en uno de ellos, sufrió una horrible indigestión durante tres días seguidos  por unas simples hamburguesas mal cocidas y por eso ahora le rehuía a esos negocios de paso.

—Ni modo.— siguió su camino hacia ningún lugar, solo quería alejarse del grandote,  pero no llegó muy lejos pues el  Jinchuuriki  corrió y se le paró en frente de él.

—Eres testarudo. Y antes que digas  nada: Tienes mi apoyo y consejo.—Y le rodeó el hombro con su mano empujándolo a uno de los puestos donde vendían frituras y preguntó por el precio de varios tazones repletos de esas “cosas” fritas que Sasuke veía con asco.

— ¡Tsk!.., prefiero los onigiris… —susurró mirando hacia otro lugar y cruzándose de brazos.El rubio lo escuchó y tratando de ser amable dijo:

—Los pulpitos fritos son sabrosos y nutritivos, chico, es como si estuvieras comiendo una parte de mi poderoso  bijuu. —El azabache le miró con cara indescifrable  y retrocedió dando grandes pasos.

—ESO SONÓ ASQUEROSO…—resopló el ochocolas. Su contenedor se rascó la nuca  nuevamente y asintió.

Uhu, creo que sí,…—murmuró— si no quieres puedo pedir algo más natural, vamos más allá, chico.—Y antes de que el moreno escape de su campo de visión le agarró el hombro y lo arrastró a otro puesto.

—Quiero ese y ese y ese…—señalaba al vendedor de sushi. Sasuke no podía irse porque aun lo tenía apresado del hombro. Miró de mala gana a su alrededor viendo a algunos aldeanos que los miraban con recelo y otros que al pasar  a su lado y darse cuenta de quienes eran se alejaban unos pasos. Si Killer Bee  sabía o no  lo que sucedía, no parecía importarle, teniendo una figura importante ya de por si causaba respeto y si no un poco de intimidación. Luego de pagar  los productos  y dárselos al ojinoche, ambos caminaron hacia los bancos puestos al azar para disfrutar de la comida, había muchos de estos por la proximidad de la celebración y se sentaron lejos de la gente por obvias razones.

El silencio los envolvió mientras comían, ya que no eran compañeros ni nada por el estilo, solo cruzaron sus vidas por simple destino. El jinchuriki carraspeó llamando la atención del moreno.

—Mmm, el chakra de un bijuu es casi incontrolable en su forma natural, el entrenamiento que Naruto tuvo aquella vez…

—No me importa porque no será por tiempo indeterminado.

—Ahá, ya veo…—Se rascó la barbilla pensando que decir a eso.

DÍSELO…DEJA DE DAR VUELTAS…NO LO SIENTO CERCA…—susurraba  Gyuuki en su interior mirando hacia la nada.

—Mmmm…—Dijo Bee, Sasuke le miró serio, se dio cuenta de que algo trataba de decirle pero que no sabía cómo. —Puedo ver el hilo naranja que sale de ti. —Sasuke llevó  por instinto sus manos a su estómago. —Mierda…—masculló.

—No te preocupes, estoy seguro que nadie lo nota.

—Pero tú si— dijo de mala gana.

—Porque puse mi empeño en eso. Está muy bien oculto. Esfuérzate chico.

Otra vez el silencio a su alrededor.

— ¿Era eso?—El moreno se levantó de la banca y se alisó sus ropas dispuesto a irse de ahí, el rubio asintió lentamente y antes de que siguiera su camino le dijo:

—No confíes en Kurama-—Sasuke le miró de reojo sobre su hombro.

— No puedo confiar en ninguno de ustedes. Gracias por la comida.

—Je…Okay…—Sonrió satisfecho viéndole marchar, su bijuu bufó molesto algo entre dientes que su contenedor no logró escuchar.

 

 

 

Notas finales:

Antes de que pregunten: no, lo del hilo naranja no tiene que ver con la enfermedad, sino con Kyuubi, que será explicado mas adelante, (al paso que voy calculo por arriba de más de 10 capis...mamá D:),y me pareció cool escribir "chico" en el dialogo de Bee, aunque creo nunca lo lei decirlo ;P, ay, bueno me tomo mi tiempo :DDD. gracias por leer, y dejen sus impresiones. ¡¡¡Pasen una buena semana, gente!!!:3


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