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Seguiré adelante por tí por neblinadesol

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Notas del capitulo:

Anted de que termine el finde wiiii (13-9-2015)

¡Pues aqui estoy nuevamente! Me olvidé decirles que tenia avanzado este capitulo, pero para no desesperanzarlas mi cerebro lo bloqueó jeje. Ya respondí los coments , gracias a las dos personitas y se las dedico a ellas que me alegraron el dia y por eso me apuré a terminarlo, bueno agradezco tambien a las démás que anteriormente dejan sus comentarios... y a los fantasmas que pasan a leer XDDD.

Los personajes son de NARUTO de Kishimoto Masashi sensei

Si hay errores los corregiré más tarde :D

Oh, aqui hay algo que  muchas preguntan y les va a interesar :O.

Sasuke llegó en pocos saltos por los techos a las puertas del hospital, golpeó el suelo con sus sandalias y antes de entrar aminoró sus pasos, cubrió su ojo izquierdo con su cabello y recompuso su habitual carácter, las puertas se abrieron de par en par y las enfermeras junto con algunos aldeanos se voltearon a verle y detuvieron sus quehaceres, igual que los otros días desde que comenzó a ir diariamente. Subió por las escaleras tratando de rearmar sus suposiciones sobre lo que ocurrió en el baño, su determinación de divulgar a la sannin  sobre su descubrimiento se fue diluyendo a medida que se acercaba al despacho.

En el pasillo se cruzó con la señorita Shizune que le saludó con un movimiento de cabeza, en sus manos llevaba un pequeño maletín oscuro y le acompañó hasta la oficina de la sannin. Tsunade estaba concentraba mirando un documento cuando entraron, apenas levantó la vista y siguió con lo suyo, el pelinegro siguió de largo hacia un pequeño biombo que tapaba una camilla y una mesa, se sentó sobre la primera y dejó a un lado la carpeta que servía de excusa para ir al hospital,  siguió con la vista a la secretaria que comenzaba a sacar del maletín guantes, varios tubos de ensayo, una cuerda elástica, una bolsita y un par de jeringas para sus habituales extracciones de sangre, chasqueó la lengua, aunque Tsunade era eficiente, a veces no le tenía la total confianza, pues no la conocía del todo y no pretendía hacerlo.

—¿Sucede algo?—Preguntó la pelinegra acomodándose los guantes de latex, el ojinoche negó lentamente y levantó la manga dejando al descubierto su brazo derecho, ella se acercó y  lo rodeó  con la cuerda ajustándola, luego de tantear la zona con sus dedos enguantados, pasó por la blanca piel una gaza embebida de alcohol e introdujo la jeringa, dejó salir un poco del líquido rojo y  conectó la salida de la aguja con un tubo trasparente que comunicaba a una bolsita, ésta comenzó  lentamente a llenarse, escuchó el rechinar de la madera contra el piso y  taconazos acercarse, Tsunade tras el biombo que marcaba su silueta dijo:

—Creo que no estamos avanzando nada. Casi no noto cambios—Sasuke se mordió el labio inferior luchando por no mostrarse abatido. 

 —Me molesta que esto no tenga más que las secuelas que dices y que sean…irregulares. —La sannin puso su mano en la boca y comenzó a morderse el pulgar, tenía barajada varias suposiciones pero ninguna certeza firme. Shizune sacó la aguja del brazo y presionó la herida con una pequeña gaza a la que retuvo con una cinta.

—Es como si…—Sasuke miró tras las cortinas esperando a que terminase la frase, pero a no escuchar nada carraspeó:

—¿Cómo que…?—Shizune detuvo sus movimientos esperando oír también.

—Como si “no” existiera.

—Tsunade-sama…

— ¿Estás diciendo que miento?—tal fue su enojo que se bajó de la camilla y con un simple movimiento de su mano izquierda descorrió la tela, mirando fijamente a la exHokage que retrocedió ante su sorpresa.

—No, Uchiha, no me expliqué correctamente.—trató de mostrarse serena ante la postura desafiante del azabache.

—No es un jutsu y no es un sello, tu caso  no puedo compararlo, si lo hay, con ningún otro ya que los archivos de este hospital se perdieron en el ataque de los Akatsuki, no parece comportarse como una enfermedad crónica, no es un tumor, o un extraño virus…., diablos, esto me intriga…—Sasuke meditaba las palabras de la sannin, Orochimaru también había llegado a la misma conclusión. Eligiendo cuidadosamente las palabras se aventuró a decir:

— ¿Y…si no es mi cuerpo el afectado? —Tsunade lo miró extrañada al igual que la pelinegra.

— ¿Qué tratas de decir?—la rubia se cruzó de brazos aumentando la proporción de su delantera.

—Hoy…—agachó la cabeza e hizo una mueca de desagrado por lo que revelaría. Casi podía escuchar a su conciencia gritar que no lo hiciera, pues sería mostrar ante desconocidos un signo de debilidad, pero… —…antes de venir a aquí, mi rinnegan desapareció por unos instantes.—Las dos mujeres abrieron sus ojos más de cuenta ante lo dicho. La sannin se dio vuelta  al instante de recuperarse de la impresión y caminó veloz a su escritorio, sacó una llave de entre sus pechos y abrió un cajón del cual extrajo varias carpetas, las desparramó y comenzó a abrirlas y mirar de manera alocada, arrojando algunas hojas al suelo murmurando para si misma. La pelinegra se acercó a levantarlas cuidadosamente.

— ¡Esa, esa puede ser la clave! ¡Niño tonto! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?!

—¡¿Qué?! ¡Vieja, te dije que hoy sucedió!—Y apartó el mechón que ocultaba el ojo izquierdo, del cual se podía ver claramente al rinnegan brillar al máximo por la molesta situación.— ¡Pero fue solo por unos segundos!, ¡¿Cómo iba a saber que algo así ocurriría?!

— ¡Qué Insolent…! Tsk— Tsunade no concluyó la frase, desvió la vista de la cara de Sasuke y puso en fila varias hojas.

—Creo, creo que  ahora tiene algo de sentido…—miraba cada una de las hojas, tomó un marcador y comenzó a dibujar círculos en cada una de ellas. Sasuke se acercó algo reacio y molesto al escritorio. Shizune también miraba con interés lo que su jefa hacía y el pelinegro observó después de varios minutos alzar sus caras y mirarse entre si en un mudo acuerdo y de preocupación.

— ¿Qué?—Se cruzó de brazos más que  nada para ocultar sus manos temblorosas.

—Esto…Tsunade-sama…—la pelinegra miró con desconsuelo al azabache y luego agachó la cabeza refregando sus manos apartándose hacia un rincón.

—Siéntate, Uchiha.—la voz seria de Tsunade produjo cierto escalofrío en su cuerpo. Sasuke retrocedió lentamente sin dejar de mirarla hasta dejarse caer en la silla que estaba situada tras él. La médica  también se sentó y sacó una botella de sake de algún cajón de su escritorio designado para ello, abrió la botella y luego la apartó de su mano con cierto desagrado. Se enderezó  y recostó su mentón entre sus dedos cruzados y apoyó los codos en el borde de la mesa de trabajo. Le miró fijo y su cara no mostró ninguna expresión más que de preocupación.largo un hondo suspiro y comenzó:

—Puedo apostar toda mi carrera que lo que voy a decirte…es lo más próximo a tu realidad…Y no es nada bueno…

 

 

La reunión en casa de Naruto había acabado, se pusieron de acuerdo en la fecha y que el dúo  Kiba-Shino recibiría un aporte de cada uno de los presentes -salvo el homenajeado- para alquilar un lugar y preparar la dichosa fiesta, más las invitaciones,  todos salieron con una sonrisa satisfecha – excepto Gaara- a las afueras del edificio y comenzaron a despedirse uno a uno. Luego de que todos comenzaran a irse, Naruto quedándose en la entrada del edificio miró a ambos lados de la calle y Shikamaru  a su lado preparándose para el gastador caminar a su casa ladeó la cara encarándolo:

—¿Qué buscas?

—¿Eh?,…nada, nada…—Naruto sonrió falsamente, el Nara lo notó, así que entrecerrando los ojos oscuros dijo sin rodeos:

—¿Sabes? Tu casamiento será una manera apropiada de cerrar el círculo.—el rubio le miró sin comprender, pues su cara era de un gran signo de pregunta. El Nara sonrió internamente, había logrado su atención.

—Bueno…Tú te casas, todos somos felices, luego seguirán Uchiha con Haruno y luego cada uno de nosotros hallaremos a nuestras parejas, ¿no te parece que es un  final demasiado rosa para  una épica historia de  acción y muerte?—Naruto frunció sus doradas cejas y agachó la cabeza.

—…¿Sasuke con Sakura?...susurró tan bajo que el Nara casi no lo oyó pero si lo hizo, apretó los puños…no sé nada sobre eso…y  tensó la mandíbula.

—Sakura está detrás de Uchiha, no me extrañaría que algún día dieran el paso, además por el comportamiento de Uchiha , yo diría que…

—¡CALLATE!—Naruto tenía su mano vendada tomando furiosamente la chaqueta jounin del Nara, su amigo sorprendido a escasos centímetros de la cara dorada podía ver la rabia en sus ojos.

—¿Na-Naruto?—el de coleta nunca imaginó la reaccion de su amigo, pensó que se sorprendería y luego saldría corriendo a felicitar a la pelirosa y alentarla con su avance ya que era sabido que el rubio la quería como una hermana y al Uchiha también, conociendo al rubio seguro no sabia nada ya que no estaba al tanto de la vida de sus camaradas por su noviazgo, haría algo bueno hoy para alegrarle más el fin del dia,  Naruto pestañeó y lo soltó ni bien se percató de lo que acaba de hacer, se alejó unos pasos y le dio la espalda—Sasuke no va casarse con Sakura.—y caminó lejos del Nara que lo vio perderse  aun sin salir de su asombro por el comportamiento del futuro Hokage.

—¿Eh?.

 

 

—Ahora lo entiendo…Los altibajos son una reaccion de tu cuerpo….pero eso no evitará la destrucción de tu centro de chakra,…dejaras de tener tu poder…los graficos son concluyentes, en cada uno se observa el decaimiento de tu fuerza. Eso que sucedió hoy fue solo una evidencia, tal vez ya lo has estado padeciendo pero no lo notamos por el adormencimiento debido a los medicamentos…

—…¿Mi …chakra…?

—…eso no es todo, esto es solo una suposición pero es lo más certero, el dolor que manifiestas se debe a que  tambien se ven involucrados tus nervios…. los que están  más unidos a tu chakra, si es asi, provocará  lentamente parálisis en los miembros de tu cuerpo…

—¿Algo… me… esta… comiendo?

—…Y ... le seguirán tus órganos internos, los riñones fallaran, tus pulmones dejaran de funcionar correctamente  y tu cerebro colapsará, al final tu corazón se detendrá……lo que nos lleva a…la  muerte….

—…Los medicamentos…

—Solo detienen tu dolor, pero no sabemos hasta cuando…

— ¿Qué es lo que realmente tengo?

—No lo sé...pero según los estudios cada una de tus funciones vitales han estado disminuyendo tan lentamente que no los veía hasta ahora…Lo…lo siento…

—…

—¿Cuánto…cuánto tiempo tengo…?

—Viendo los estudios, va en aumento desde el día en que regresaste. … Yo… tal vez dos años, tres como mucho…

—…

—…Lo siento…de verdad…Kakashi debe enterarse de esto, la misión secreta quedará suspendida y buscaremos hallar algún tratamiento para al menos retrasar los efectos…

—No le dirá nada al sexto. Yo seguiré con esto.

—¿¡Cómo dices?!¡Estarás poniendo en peligro la misión!

—¡Sasuke-kun!

 —Di mi palabra y  no pienso retractarme, si quiere que el sueño de Naruto se haga realidad lo aceptará. Además al Kyuubi no le gustará saber que usted trata de impedirle su “libertad”.

— ¿Qué?

—Lo que oyó. No dirá nada a nadie, ni usted ni la señorita Shizune. Respete mi voluntad y la del Nueve colas.

 

 

 

—Uchiha. —Sasuke se volteó a ver quién le llamaba. Gaara se aproximaba acompañado de su hermano.

—Otra vez tú. — respondió con desgano. Kankugo frunció la boca y las cejas, molesto de la actitud del exvengador hacia su Kage.

El pelinegro se hallaba sentado en una banca solitaria en el sendero que comunicaba a una de las salidas de Konoha, la misma que tiempo atrás utilizó para marcharse. Detrás de él el bosque comenzaba a expandirse y el movimiento de las hojas daba un sonido relajante. El Kazekage lo miró por unos segundos y luego miró a su hermano que comprendió y siguió caminando, pasando cerca del Uchiha sin decir palabra. El pelirrojo luego de ver a Kankuro  desaparecer, suspiró, quería dar una vuelta en esta noche tan cálida y se sorprendió al encontrarlo,se acercó lentamente a la banca sentándose al lado del ojinoche. Ocultó nuevamente sus manos bajo su sombrero ceremonial.

— ¿Quieres hablar?

—Gaara, no somos los más apropiados para hacer esto.—el pelinegro se recostó sobre el respaldo con los brazos relajados a su lado y miró hacia el cielo.

—Lo sé, pero también cambiamos, o tratamos de cambiar, abriéndonos a los demás. Y una manera de hacerlo es esa.

—Je,¿ también sabes decir discursos narutescos?.—El Kazekage  lo dejó pasar.

—Algo te duele.

—Eres demasiado molesto.—y cerró los ojos ónix  perdiéndose en el sonido de la naturaleza. Siempre le gustó su canción y ahora la necesitaba, Gaara se quedó mirándolo, lentamente deslizó su mano derecha y la acercó a la pálida sin tocarla, dudando si hacer eso o no por unos segundos. Aspiró y rápidamente la apoyó cerrándola a la del Uchiha.

Sasuke se sorprendió y miró de inmediato su mano y luego al Kazekage, levantando una ceja.

—No te hagas el fuerte, lo puedo ver en tu cara.—el pelinegro fijo su oscura mirada derecha a la de aquella persona que tenía a su lado, casi bufó, alguien sin corazón en el pasado pudo ver a través de su máscara de frialdad, alguien que recorrió un camino de sombras y volvió a la luz mucho antes que él. Era digno de que su pueblo lo eligiera como su líder. Y él aunque intentara no podría remediar sentir las miradas de su compatriotas, el  desprecio de la gente aún se palpaba en el ambiente. Y ahora debía sumarle que su vida se acortaba a cada latido de su corazón.

No, no les daría el gusto de verle deteriorarse día a día. Aspiró fuerte y soltó el aire, sus ojos comenzaron a aguarse, nadie lo comprendió o apoyó realmente en el momento en que más lo necesitaba, Naruto sí estuvo ahí, pero nunca fue completamente suficiente, él quería más, pero sabía que el rubio no podía darle más que amistad, y ahora ya no había tiempo para eso, todo comenzaba a moverse y no iba a dejarse caer por su enfermedad, por su cobardía,o por su miedo a morir, una vez más sería fuerte y cumpliría su palabra todo lo que su vida se lo permitiera, era el último sacrifico que haría. Sólo que nadie de los que consideraba “amigos” lo sabrían, jamás.

Con lentitud apoyó su cabeza en el hombro del Kazekage y cerró sus ojos dejando escapar una pequeña lágrima de su ojo oculto bajo sus negros cabaellos, el pelirrojo se entristeció y alegró por el gesto de confianza dada a él,  con su mano izquierda apartó su sombrero de su regazo y la alzó hasta acariciar el cabello azabache en una muda respuesta de aliviar lo que tenía en ese mal estado al Uchiha.

—…Te mandaré a Suna de un golpe si dices algo.murmuró y giró su pálida mano izquierda clavándole las uñas.

—Soy una tumba.se oyó el susurro en respuesta.

Su coraza rota dejaba ver la verdadera personalidad del último de los Uchihas, determinada a pesar del dolor, y dispuesto a confiar en silencio, se dejó hacer por la persona a su lado. Tal vez no sea Naruto, pero desprendia un aura de paz de la cual quería contagiarse para el corto futuro que se hallaba frente a sí.

 

Naruto los vio y  congelo su andar. El pitido comenzó a ensordecer sus sentidos. Sus ojos se oscurecieron y  su chakra bullía, lo podía sentir, como fuego expandiéndose desde los pies hasta su cabeza. El Kazekage giró su mirada aguamarina  hacia un lugar en específico pero no halló nada. El rubio oculto detrás de un gran árbol respiraba fuertemente y se tomaba del cabello dorado clavándose las uñas, tratando de calmarse.

Cerró sus ojos….Matarlono algo no estaba bien….lo mataré…

 

 

Notas finales:

Y ante que nada queria que se centraran en la" conversacion" por eso no puse nada del ambiente que ya estaba tenso de por si....lentamente me voy antes de que me maten por dejar asi el capu, espero actualizar en dos semanas  (y estoy contenta de  que avancé con el capitulo de mi otro fic :Una hojita y creciendo wiiii). Bueno espero que no haya sangre y dejen sus impresiones sobre lo anterior , ¿se lo esperaban?


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