El panel estaba a punto de empezar, la multitud se agolpaba a los laterales de la sala, el estreno del nuevo videojuego de la compañía Destiel acababa de ser anunciado, en el escenario se encontraban los encargados de su creación y uno de los actores que ponían voz a uno de sus personajes, el famoso Dean Winchester, voz ilustre en el mundo de los videojuegos con numerosas colaboraciones a lo largo de su carrera. Castiel estaba emocionado era su primera vez en un evento de este tipo, sabía que el lugar iba a estar lleno de gente pero jamás se hubiera imaginado la cantidad de personas que aquel lugar tenía. No sabía dónde mirar, hasta que sus ojos se posaron en una de las figuras que se encontraba en el escenario, era un chico joven de cabellos claros, desde la distancia sus facciones no eran del todo claras pero parecían ser las de un dios griego, su figura era esbelta y trabajada, se podía apreciar por la forma de sus brazos, a Castiel le llamó la atención la forma de sus piernas las cuales describían un pequeño arco, pero esto le aportaba mayor carisma al joven, sin darse cuenta se encontró totalmente embelesado por él, es como si algo le llamara.
-Castiel, ¡Vamos! Va a empezar, ¿no estás emocionado?
La pelirroja se giró y se encontró con su amigo absorto en su mundo mirando hacia el escenario y con la cabeza ligeramente inclinada, se preguntó que estaba mirando y dirigió su mirada hacia donde Castiel miraba, ahí los únicos presentes eran el director de la compañía un tal Crowley y algún que otro desarrollador del juego a parte de un chico joven que este último parecía ser la causa de que su amigo se encontrara mirando en esa dirección.
-Conozco esa mirada comentó la pelirroja, pero Castiel no reacción, en vista a esto, decidió colocarse delante.
-Charlie, ¿Qué pasa? Contestó él aturdido.
-Cómo que qué pasa, estás completamente en tu mundo.
En ese momento las pantallas se encendieron enfocando el escenario de manera que ahora las personas subidas en él se veían con claridad, Charlie se colocó al lado de su amigo y ambos miraron a las pantallas, con razón se encontraba mirando hacía el chico joven, sus rasgos eran de gran belleza y sus ojos de un verde que jamás había visto, por un momento se planteó si serían falsos y si el chico en cuestión usaría lentillas.
------------- 1 hora y media más tarde--------------
Castiel y Charlie se encontraban sentados delante de una hamburguesa, patatas y un refresco.
-Bueno ¿Qué te ha parecido el juego? Comentó Charlie.
-Ha estado bien, pero tendremos que esperar a que lo saquen, los gráficos al menos tenían buena pinta.
-Sí pero no sé si el argumento suena realmente convincente para mí, seamos realistas, 2 hermanos enfrentándose a toda clase de criaturas mágicas buscando venganza por la muerte de su madre a manos de un demonio mientras investigan la desaparición de su padre puede resultar un poco pretencioso y quizá hasta un poco repetitivo en los combates, espero que por lo menos hayan creado bastante monstruos y criaturas con los que luchar, si no podría resultar repetitivo.
Castiel no prestaba atención a su amiga mientras está hablaba, simplemente estaba mojando una de sus patatas en el Ketchup mientras pensaba, el juego había estado bien, a la altura de la compañía Destiel, pero eso no era lo que ocupaba sus pensamientos, en lo que realmente estaba pensando era en aquel chico que al parecer se llamaba Dean e iba a poner voz a unos de los personajes del juego, concretamente al hermano mayor de los dos hermanos.
Charlie que no había parado de hablar hizo una pequeña pausa y sin más gritó:
-¡ELFOS! ¿Y si hay elfos? O Dios mío seguro que sí, y que clase de elfos crees que serían, elfos oscuros o elfos estilo señor de los anillos, imagínate que puedes jugar como elfo en modo multijugador, ¿No sería genial?
La pelirroja miro a su amigo y le preguntó: ¿No crees?
Castiel levantó la vista de sus patatas y la miró, Charlie era su mejor amiga, su cara es realmente bonita, pero lo que más le llamo la atención cuando la conoció fue su energía y su cabello color rojo, aparte de que es realmente buena con los ordenadores.
-Vale sé que no me has estado escuchando y no me parece mal, sé que eres un soñador y al contrario que mucha gente me encanta esa cualidad tuya pero quieres decirme que es lo que está ocupando todos tus pensamientos.
Charlie y Castiel se miraron fijamente, ella empezó a sonreír hasta que no pudo más, él hizo lo mismo y ambos compartieron miradas cómplices.
-No es nada…
-Déjalo, ya sé que pasa, es el chico ese ¿Verdad?
Cómo no, su mejor amiga había acertado, para que se iba a extrañar, siempre le ha sido muy fácil detectar sus emociones y más en cuanto a temas relacionados con el amor.
Castiel simplemente no respondió, se limitó a sonreír y a bajar su mirada.
-¡LO SABÍA ¡ Cómo puedo ser tan buena se preguntó a sí misma.
-Por favor baja la voz, nos están empezando a mirar raro.
-No me importa, que miren todo lo que quiera, a demás no son tan malas noticias, mira quien viene por ahí.
Él volvió a levantar la vista y a mirar a su amiga, la cual le devolvía la mirada con una gran sonrisa en la cara, Castiel había visto ese tipo de sonrisas antes, sonrisas que significaban que algo iba a pasar, esto le alarmó y se giró.
Dean se dirigía hacia el lugar donde ellos se encontraban, Castiel sintió como su tez pasaba de pálida a roja en menos de un segundo y eso que Dean ni siquiera estaba mirando hacia él, más bien todo lo contrario se encontraba rodeado de un grupo de chicas con las cual estaba hablando y sonriendo, el corazón de Castiel sintió una punzada de celos y de envidia a pesar de que no tenía ningún motivo para estarlo ya que él, no formaba parte de la vida de Dean de ninguna manera.
Volvió a mirar a su amiga.
-Si has acabado me guastaría irme.
Su voz era clara y grave, Charlie notó que su amigo estaba intentando ocultar su nerviosismo porque nada mas hablar, ladeo su cabeza y se puso a mirar a un punto fijo.
La pelirroja fijo su mirada en Dean, las chicas con las que estaba con anterioridad parecieron irse con cara de pocos amigos y enfadados mientras que Dean se alejaba de ellas riéndose y caminando al local donde estaban ellos.
-Castiel, seguro que no quieres hablar con él susurro Charlie, ya no está con ninguna de ellas, viene el sólo hacía aquí.
Él volvió a mirarla.
-Entonces, ¿Acabaste ya? Preguntó con un tono molesto.
-Puff resopló su amiga, cuando quieres puedes llegar a ser un auténtico niño, está bien, vámonos.
Castiel asintió y ambos se levantaron pero cuando él se giró dirección a la puerta, chocó contra algo duro y cálido.
-Hey, mira por dónde vas amigo.
-Perdón pero el que creo que ha de mirar por donde va eres tú y no yo, amigo.
Castiel levantó la vista para ver la cara de la persona con la que había chocado, todo su mundo se paralizó, el nombre de Dean resonó en su cabeza como un eco.
Los ojos más verdes que había visto en toda su vida le miraban con interés como si fuera algo raro que se encontrara todos los días.
-Tomo nota, pero, te importaría dejarme pasar, necesito un café inmediatamente, estoy agotado
Dean jamás había visto a nadie con esos ojos, azules como el cielo, sin duda propios de un ángel, los demás rasgos del chico con el que había tropezado eran finos y bellos, su cabello negro resaltando aún más su tez, en resumen unos rasgos que no se veían todos los días.
Charlie observó la situación sin decir ninguna palabra, tanto Dean como Castiel estaban mirándose a los ojos, ambos se habían olvidado de todo lo que les rodeaba y varias personas levantaron sus vistas, ante tal acontecimiento.
Fue Castiel quien interrumpió el silencio.
-Dean…
El nombre de la persona que tenía en frente le salió sin pensarlo a modo de susurro e hizo que ambos salieran del trance.
-Sí, y tú eres…
-Castiel, soy Castiel.
-Charlie dijo la pelirroja y añadió, por si a alguien le interesa.
Dean ante está interrupción soltó una carcajada, Castiel, nombre curioso pensó Dean, casi tanto como su propietario.
-Encantado de conoceros a los dos.