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Yo no te Olvido por Kida D Eirhin

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Notas del fanfic:

Los personajes de "One Piece" de este One Short, no son de mi propiedad, pertenecen  Eiichiro Oda.

 

Este fanfic, es parte de la "Primera Convocatoria de escritos de Parejas Crack", Convocatoria organizada por el grupo de facebook:

 

"El Burdel de Kida"

 

https://www.facebook.com/groups/725033487622698/?fref=ts

 

Aclaraciones:

Yute:

Arma que Smoker suele llevar, y que utiliza para pelear contra los usuarios de Akuma no mi, la punta de su yute esta echa de Kairoseki (piedra marina) que es el unico material que debilita a un usuario.

 

Notas del capitulo:

 

En la lista no me aparecen ni la opción de Smoker un la de Rocinante o Corazón.  Así que apuntare la pareja de la que trata este One Short en estas notas. Dsfrutenlo.

Smoker x Rocinante (Corazón) 

 

-Saldré un momento- decía un hombre alto de cabello corto y platinado, que llevaba dos puros en su boca, y dejaba escapar el humo por la comisura de sus labios, y sacudiendo su enguantada mano en un gesto de no darle mucha importancia a su anuncio, mientras caminaba hacia la salida de la base.

    Llevaba una chaqueta blanca con franjas azules y verdes, y solapas peluditas del mismo color. Unos puros sobre salían del bolsillo del lado izquierdo de la chaqueta. Llevaba también un pantalón negro que llevaba dentro de sus botas café oscuro. En su hombro, cargaba un “yute”  (leer descripción) el que usaba contra los “usuarios de fruta del diablo” (Akuma no mi).  Acababa de llegar desde la isla Punk Hazard. Allí había visto algo que le lleno la cabeza de un pensamiento que ya había dado por olvidado. Sin embargo, parecía que ese recuerdo volvía con una fuerza extrañamente aterradora.

-Porque tú…- murmuro, mientras salía de los cuarteles llevándose la mano al rostro como si estuviese exhausto.

-¡Smoker!- una voz grave y fría llamaba a ese hombre sumido en pensamientos – ¡Smoker espera!-

    El mencionado se volvió a ver quién lo llamaba.

-Aokiji… ¿qué quieres? ¿Y qué estás haciendo aquí? Si te ven…-

-No importa… solo estoy preocupado por ti amigo. ¿Qué paso en Punk Hazard antes de que yo llegara? –

     Smoker otra vez le dio la espalda sin responder a la pregunta de su amigo.

-¿Es Rocinante? Ya supéralo Smoker, déjalo en paz no tiene caso que te tortures con un recuerdo…

-¡Cállate! No tienes idea de lo que pasa por mi mente ahora…-

-¿Qué te parece si bebemos algo y me cuentas que te ocurre entonces?

   Aokiji, un hombre moreno y también alto ataviado en un largo abrigo gris, llevaba unas gafas oscuras y una gorra gris sobre su enmarañado cabello negro y rizado.

     El platinado le quedo mirando unos segundos y acepto la invitación. Después de todo necesitaba desahogarse. Necesitaba escapar de todo lo que ocurría en su aburrido trabajo como miembro de la Marina. Pero al final solo acepto beber algo con su amigo para que lo dejara en paz, y pudiera al fin continuar con su plan. No se sentía con ganas de hablar de esa persona con nadie.

-¿Y bien que te tiene así?- pregunto Aokiji.

-Es solo que estoy cansado de esto…- suspiro agotado el platinado.

    Entraron a un pequeño café que había en la ciudad.

-¿Al fin dejaras la Marina?- pregunto el moreno, como sin darle importancia.

-¡No hare eso, no seas estúpido!-  Smoker sonrió. Hasta le pareció estúpido el comentario de su amigo.

-¿Entonces qué es?- continuo preguntando, mientras se sentaban en una de las mesas cercanas a la ventana.

-Trafalgar Law y Mugiwara, son mi problema ahora… están formando una alianza. Son un verdadero lío…-comentaba Smoker, dejando su “yute” junto a él.

    Fue entonces que aquel recuerdo lo ataco con más fuerza.

-¿Puedo tomar su orden señores?- pregunto una mesera del pequeño Café, que traía una libretita en su mano y un lápiz en la otra lista para escribir. -Lo siento, debe apagar su puro, lamentablemente no contamos con zona de fumadores.

    Smoker la miro unos segundos como sin entender lo que la mujer le decía. Pero luego cayó en la cuenta.

-Claro, lo siento… ¿podría  pedirle un cenicero señorita?-

-Por supuesto señor- sonrió amable la joven – ¿puedo tomar su orden?

-Ah… si…Yo quiero un café…por favor- dijo Smoker.

-Lo mismo para mí por favor- pidió Aokiji.

-En seguida- sonrió la muchacha y le dios la espalda alejándose.

-Tras la muerte de Portgas D. Ace, ese muchacho no ha causado más que problemas… Me entere de buena fuente que estuvo entrenando en una isla del Calm Belt, tras haber sido rescatado por Trafalgar Law hace dos años…-

-¿Y como están las cosas en Impel Down, que paso con todos aquellos que se fugaron de la prisión?

-Los altos mandos lo han ocultado desde entonces… no han querido  publicar sus carteles, dicen que sería una vergüenza que el mundo se enterara de tal suceso…-

-¿No cambian de parecer eh?- pues como te dije aquella vez en Punk Hazard, no veras como es la Marina a menos que veas las cosas desde afuera.

-Aquí están sus cafés señores, por favor disfrútenlo- decía la joven que acababa de llegar y dejaba las respectivas tazas frente a cada uno de ellos, y dejaba junto a Smoker el cenicero.

-Muchas gracias- dijeron ambos al mismo tiempo y vieron a la joven marcharse.

-Esos muchachos se están metiendo en un verdadero problema- comentaba Aokiji poniéndole endulzante a su café –Pero me agradan. Quizás esos niños cambien al mundo.

-No es eso lo que me preocupa, Mugiwara ha sido así desde que lo conocí en Loguetown hace dos años. Sin embargo el ex Shichibukai Trafalgar Law…- llevo su mano una vez más a su rostro ocultándolo.

-¿Que ocurre con él?-

-¡¡Es un idiota al igual que…!!- pero se interrumpió a mitad de la frase.

-Así que si estabas pensando en él…- comento Aokiji, mientras buscaba algo en su bolso.

-¿Y qué esperabas? No olvidas a la gente de un día para otro... No puedo olvidarlo, y jamás lo haré-

-¿Porque no te das otra oportunidad? Tu compañera, esa linda chica Tashigi, ella parece estar enamorada de ti… ¿porque no te das la oportunidad de ser feliz otra vez?-

-Como si pudiera…. ¿Acaso crees que podría herir a Tashigi solo por un capricho? No hare eso Aokiji.-

Revolvió su café tras ponerle azúcar y luego mirando por la ventana hacia la fría calle bebió un sorbo de su taza.

-No te estoy pidiendo que te olvides completamente de él. Solo te sugiero que guardes contigo las cosas que te hacían feliz cuando estabas con él.  No tiene caso que te sigas torturando con algo que no es tu culpa…-

-Ese maldito de Doflamingo… aun no logro entender porque asesino a…- gruño en un susurro  golpeando la mesa con el puño, haciendo que las tazas tintinearan sobre el platillo, a  la vez que estos  tintineaban sobre la mesa de madera.

-¿Qué pasa con él…?-

-Si no hubieras llegado a tiempo seguro me habría matado también-

-¿Ya vez? Todos merecemos una segunda oportunidad en la vida. Que estés aquí ahora debe significar que algo bueno te espera más adelante.

     Smoker, de un trago bebió poco más de la mitad de su taza de café. Miro el puro que se consumía lentamente en el cenicero que la chica había traído con ella cuando había traído la orden de ambos hombres.

-Quizás algún día ame a alguien más… pero no olvidare a Rocinante, no lo dejare ir de mi mente.

   Ambos guardaron silencio. Aunque Aokiji, no estaba al tanto de que había pasado con un ex Capitán de la Marina, no quiso añadir nada más.

-Solo espero que Law y Mugiwara…-

-Estarán bien- interrumpió su amigo bebiendo también un largo sorbo de su taza – se tienen el uno al otro. Tal y como tú y Rocinante cuando les tocaban misiones juntos.

    Smoker bebió lo que le quedaba de café en su taza, y se levantó.

-Ya me voy Aokiji. Gracias por la invitación. Pero tengo prisa- dijo cogiendo su yute, que estaba a su lado y del que no se alejaba por ningún motivo.

-Bien, al final no logre mi propósito, pero estaré esperando la oportunidad- y luego bajo la voz para que nadie más le oyera – de que me dejes quererte…- y bebió también de su café mientras veía como su amigo a quien amaba se iba del café sin mirar atrás.

    Smoker,  se detuvo un segundo frente a la puerta del café esperando algo, sin embargo tras descubrir que nada pasaba dejo el lugar para retomar su camino.

    Y así, fumando una vez más, y con sus manos en los bolsillos, camino sin prisa hasta su destino. El cementerio.

Se detuvo en uno de los tantos puestitos florales y compro un ramillete de rosas rojas. Después de todo el rojo era el color que representaba a quien amo alguna vez.

 Subió a paso lento por las escaleras que llevaban al recinto, y soltó el aire de sus pulmones cuando estuvo en el umbral. Pensó mandarse a cambiar por un segundo, pero continuó. 

     A ambos lados de la larga escalera, había tumbas de cientos de marinos que habían muerto cumpliendo sus funciones. Todas estaban ordenadas dejando pasillos del ancho para que  la gente pudiera transitar entre ellas. Había muchas familias visitando la tumba de sus seres queridos que habían perdido la vida para protegerlos de los delincuentes y piratas que cada día buscan el modo de desestabilizar el orden del mundo.

      Continuo avanzando entre los pequeños y angostos pasillos, hasta que llego a un mausoleo de pequeños cerámicos negros en el exterior y rojo intenso en el interior.

     La puerta de barrotes pulidos y negros dejaba ver en el interior un retrato de un hombre alto, delgado,  rubio, y de hermosos ojos azules. Vestía con el uniforme de la Marina, y sobre sus hombros, llevaba un abrigo de plumas negros, un cigarrillo en su boca una capucha con tirantes acabados en forma de Corazón en las puntas cubría parte de sus dorados cabellos. Y a los pies de aquel hermoso retrato había una lápida de mármol con una inscripción.

 

Donquixote Rocinante:

Miembro honorable de las fuerzas de la Marina.

Siempre estarás en nuestros corazones, y en especial

En el mío.

 

 Familia Donquixote, y Trafalgar Law.

 

 

   Smoker saco de su bolsillo una llave también negra, y la metió en la cerradura, y con un ligero “clic”  el hombre empujo la puerta con su enguantada mano, y esta emitió un chirrido metálico mientras era abierta.

     Avanzo unos cuantos pasos,  y se sentó en posición de loto ante la lápida estampada en el suelo, depositando el ramillete de rosas sobre esta y el “yute” que traía con él.

-¿Qué tal estas hoy Rocinante… o prefieres que te llame Corazón?- 

    Guardo silencio, sabía que era tonto hablarle a un altar que no le respondería, pero era un modo que muchos empleaban para sentirse acompañados por aquellos a quienes han perdido, incluso aunque no estuviesen vivos.

    Dentro del mausoleo, solo se oía el soplar del viento al exterior, y el crujir de las hojas secas que rosaban en pavimento del recinto, uno que otro murmullo de los visitantes que pasaban cerca del lugar.

-Supongo que ya este enterado- añadió mientras buscaba algo en el interior de su chaqueta,  y lo lanza sobre la lápida.

     El periódico en que se veía a Trafalgar Law y Monkey D. Luffy, en primera plana anunciando la alianza que habían formado.

-Sé que debes estar revolcándote de la risa al ver  todo lo que tu  protegido ha logrado en todo este tiempo. Es un testarudo y un idiota igual que tú, que no ve las consecuencias de sus acciones…

    Levanto la mirada, del periódico al retrato que había en la pared, y sonrió de lado, mientras soltaba otra vez el humo del puro.

-Me sorprende lo bien que ha crecido ese joven. Asumo que nunca supo que perteneciste a la Marina, y solo sabía que eras parte de la familia Donquixote como pedido de Sengoku.

Guardo silencio otra vez,  y cerró los ojos al notar que le escocían.

-Es igual que tú, un maldito sádico que tuvo mi vida en sus manos, sin embargo no acabo conmigo. Pude verte a ti reflejado en él.

  “Incluso le dije que no podía mantener mi promesa con unos piratas, y que por esa vez los dejaría huir. Pero cuando le pregunte por qué no había querido asesinarme, Law solo dijo que no tenía motivos para hacerlo. Derrame la sopa que estaba bebiendo cuando oí su respuesta. Definitivamente salvaste a ese hombre de convertirse en una escoria para el mundo… ¿Sabes que nombre tiene su tripulación?-

     Una vez más saco algo de su chaqueta. Era una botella de sake, la que emitió un suave tintineo al chocar con el cerámico del suelo.

-“Piratas del Corazón” (Pirate`s Heart) y Law es su capitán, con una recompensa de 440.000.000 de berris. Eso seguro te hace sentir orgulloso. Pero no vine a hablar de él, sé que donde sea que estés cuidas de ese joven-

    Esta vez sus lágrimas cayeron a la cerámica roja del suelo.

-Lo que me trae aquí en esta ocasión, es algo que vi en Punk Hazard, y que me recordó mucho a nosotros cuando tuvimos misiones compartidas…-

    Se aclaró la garganta antes de continuar.

-Mugiwara, le declaraba su amor a Law, y escena me recordó mucho al día en que yo te decía lo mismo. Aunque tú te burlaste de mi al saberlo. Pero aun así me mantuve firme esperando por tu respuesta. Pero no respondiste hasta que regresamos a la base y fuiste a mi habitación.

“Ver a Mugiwara y a Trafalgar, nada más me trajo esos dolorosos recuerdos sobre ti. Fue la primera vez que te vi llorar cuando dijiste que también me querías, y me propusiste que saliera contigo. Eso fue lo que vi  aquella vez en Punk Hazard, vi en ellos a nosotros mismos peleando por la libertad y por poder tener lo que queremos al lado pero…

      Se quitó el puro de la boca, se giró un poco y lo lanzo con furia hacia fuera por la puerta principal del mausoleo.

-Pero Doflamingo… Doflamingo se encargó de arrebatarte de mi lado cuando… cuando descubrió que los espiabas. Salvaste a Law cuando pudiste haberlo dejado morir. Y yo… maldición como agradezco que hayas existido en ese entonces, aunque los últimos seis meses no pude tenerte siempre pensé en ti. En tus manos, en tu cuerpo en tu cabello en tu olor a tabaco que tanto me fascinaba… en tus besos… deje ir a Law pensado en ti, dándole la oportunidad que a ti se te negó, de vivir… de amar… lo deje ir pensando que él se convertirá en un gran hombre como lo fuiste tú…- el llanto ya no pudo contenerlo y bebió un largo trago de sake para calmar su angustia.

-Te extraño… te extraño tanto que pareciera que voy a morir, y que más quisiera yo morir y estar contigo- esta vez el chasquillo del vidrio golpeando la cerámica retumbo por el lugar.

    Lloro, lloro porque en los cuarteles de la Marina no tenía esa posibilidad de soltar sus emociones sin que alguien estuviera cerca y fuera a criticarlo.

    Las visitas anteriores a panteón no habían sido tan tristes como las de esta ocasión. En que los recuerdos no lo dejaban. Mientras que su amigo le aconsejaba que olvidara, que no había vuelta atrás para cambiar las cosas, que solo olvidando podría comenzar de nuevo. Pero no. Smoker se rehusaba a olvidar a quien había amado por tanto tiempo.

-No lo hare- soltó cuando su llanto se calmó un poco, aunque su voz sonó entrecortada- No pienso dejarte en elolvidojamás… puede que en algún momento aparezca alguien más a quien querer y le daré todo de mí, pero jamás saldrás de aquí…- llevo su mano a la altura de su pecho, donde sintió como latía su corazón agitado, retumbando contra su pecho violentamente.

-Solo lamento no habértelo dicho nunca, no creí que tu muerte… calara tan profundo…-

      Sintió una leve ráfaga de viento rosarle suavemente la barbilla, como si de una caricia se tratara. De algún modo Smoker sentía que Rocinante estaba con él ahora, que podía sentir su presencia, y levanto la mirada al retrato que le devolvía una amplia y alegre sonrisa, esa que tanto lo caracterizaba…

      También podía sentir el aroma a tabaco que siempre estaba con él. O simplemente era su deseo de sentir ese aroma que creyó que era real.

      Volvió a beber de la botella, y la dejó una vez más en el cerámico junto a las flores. Luego se levantó, rodeo el ramillete de rosas y la botella de sake hasta llegar frente al retrato, se quitó los guantes, se  puso de puntillas apoyando sus manos sobre el cristal que protegía la imagen, y cerrando sus ojos beso aquellos labios impresos en un papel que estaba protegido por un cristal. Sabía que lo que hacía era ridículo y estúpido, pero le importaba tanto como si la lluvia brotara desde el suelo.

    Se apartó un poco del retrato y luego abrió los ojos avergonzado, pero luego sonrió, dejando esta vez que las lágrimas cayeras descaradas hasta el suelo.

    Se quedó mirando aquel rostro sonriente unos segundos, y luego le dio la espalda  para recoger su “yute” y abandonar el panteón. Una pluma negra paso junto a él gracias al leve viento que entraba al sepulcro

-Así que no me olvides…- dijo tomando en su mano la pluma, mientras caminaba decidido hacia la entrada, con paso seguro y aún con su sonrisa en el rostro- Porque yo no te olvido.

   Salió al fin del panteón, tomo aire y tras dejarlo salir de sus pulmones tomo otro puro y lo puso en su boca para luego encenderlo y comenzar a fumar, y emprender su camino de regreso a la base.

-“Yo no te Olvido”

 

 

"Y me percaté, que en vez de una, mi cuerpo tenia dos sombras

La mia, y la de tus recuerdos..."

-Víctor De la Hoz-

Notas finales:

¿No es malo probar con otras parejas verdad? y más cuando son raras...

Muchas gracias por tu riempo de pasrte a leer.

Aviso:

A Amor Yaoi, solo subire One Short, los fics ms largos los subure a mi cuenta de Wattpad.

Saludos 

Kida D. Eirhin


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