VENENO DE MEDIA NOCHE
Capitulo 1º ILUSION
Miro inquieto su reloj, ya eran casi las doce de la noche y esa visita incomoda que le obligaba permanecer en el salón no se iba, se estaba desesperando, necesitaba una excusa para irse a su cuarto, solo eran unos minutos y ni eso, ya que cuanto se tarde en fumarse un cigarrillo? se pregunto mientras volvía a mirar el reloj...........
-Mama, tengo mucho sueño y mañana hay clase- dijo a lo bajo para que solo le oyera su madre.
-Esta bien, pero vete a dormir y no a conectarte a eso de Internet- le advirtió con tono descontento la mujer.
-No, voy a dormir- dijo esto mientras salía corriendo del salón hacia su dormitorio.
-Víctor !!- oyó antes de entrar a su cuarto, tendría charla después, pero eso no le importaba, apenas tenia tiempo.
Tras cerrar con pestillo su cuarto, no encendió las luces, se acerco a la ventana y miro entre las cortinas al edificio de enfrente, mas específicamente al balcón que quedaba justo enfrente de su ventana, allí como cada media noche estaba ese chico misterioso, que solía fumarse un cigarrillo, siempre igual, su mirada se dirigía al cielo mientras con suaves caladas consumía el lento veneno que tenia entre sus dedos. Pero esta vez ese misterioso chico tenia la mirada dirigida justo a su ventana, se tenso pensando que le había descubierto, cogío su propio paquete de fortuna y encendió el cigarro para calmarse,y en cuanto volvió a poner la vista en el chico mientras dejaba salir el humo de sus labios, este no tardo en perder sus ojos en el cielo y encender el cigarrillo empezando con ese ritual.
Se quedo pensativo, no quería dejar que ese pensamiento saliera, era imposible que le hubiera esperado para empezar a fumar, no eso era imposible, pero que ganas tenia de que fuera así...............
Oyó unos pasos detrás de su puerta seguidos por un intento de abrirla sin conseguirlo.........
-Víctor, por que te encierras? que estas haciendo?- exigió la voz de su madre.
Miro al techo, no lo vio por la oscuridad de la habitación, se supone que esta dormido, pues ya son más de la una, a que venia su madre a molestarlo, se debía aburrir mucho, se dijo suspirando y esperando que se cansara pronto y no insistiera más en entrar.
-Es que estas dormido?- volvió a insistir mientras intentaba abrir otra vez su madre.
-Por favor vete- dijo con palabras mudas para si mismo, y tras unos minutos de silencio detrás de su puerta suspiro tranquilo, esa mujer estaba loca.
El horrible pitido del despertador sonaba constante, que maldad hizo que el hombre inventara uno, odiaba ese sonido, horrible, se desperezo y se dirigió al baño, una ducha rápida, sus vaqueros y una camiseta medio planchada y a desayunar.
-Donde vas con esa pinta?, por lo menos plánchate la camisa- fue el saludo de su madre en cuanto Víctor entro en la cocina.
-Eh- solo fue capaz de emitir ese sonido
-Anda quítatela que yo te la plancho- dijo mientras extendía su mano para coger la camiseta.
Víctor se quedo con el torso al aire, estaba bien formado y con sus músculos definidos pero lo justo nada de ser un armario 4x4.
-Vístete antes no crees- esta vez fue su hermana mayor la que lo ataco, tenia el mismo tono de su madre.
-Dejadme en paz de una vez- contesto malhumorado mientras se untaba las tostadas con mantequilla y justo la que acaba de untar se le cae al suelo. La miro con los ojos fijos mientras la pueteaba en silencio.
-No vas a limpiarlo o que?- volvió la voz de su hermana a interrumpir la sesión de insultos gratuitos a la tostada.
-Recógelo tu que eres mujer- ahora el que intervenía en escena era su padre.
Su hermana Tatiana se mordió el labio inferior por la rabia pero no tardo en hacer la orden de su padre, para después salir en busca de su madre.
-Hijo estas flacucho, deberías trabajar mas esos músculos, el hijo de Vicente esta hecho todo un toro, da impresión verle- dijo mientras analizaba a su hijo sentado frente a el y bebía su café a sorbos lentos por lo caliente que estaba.
-Tu lo has dicho da impresión verle- contesto perdido en su segunda tostada.
-Como? - aquella respuesta no le había hecho nada de gracia a su padre.
-Papa que tengo 16 años, y quiero que mi cuerpo aparten esa edad, cada cosa a su tiempo.- espero que esa explicación sirviera y su padre le dejara en paz, es que nadie en esa familia entendía que por la mañana el no era persona.
Tras acabar el desayuno se levanto y se fue al baño para lavarse los dientes y de allí al cuarto de planchar por su camiseta.
-Mama, ya tienes mi camiseta?- pregunto entrando en el cuarto.
-Si pero otra, que esa es de pordiosero- dijo mostrándole la nueva camiseta que había elegido, era mas pequeña, la otra parecía un saco, de coló negro con unas extrañas letras que no destacaban mucho, y le tenia que dar la razón a su madre esta camiseta era mucho mas decente que esa gris enorme que había sacado bajo la cama.
Faltaban 15 minutos para el recreo y el tiempo se le hacia pesadísimo en clase de religión, si en clase de religión, y no por su voluntad sino la de sus padres, que vida tan injusta, su profesor era el cura de la iglesia que correspondía a su zona de la ciudad, le conocía desde pequeño pues lo había bautizado y le había hecho la comunión y su madre y su padre le obligaban a confesarse cada dos semanas. Ahora el cura Emiliano hablaba de la gran aberración que hay hoy en día con la sexualidad, Víctor miro otra vez su reloj, solo un minuto, solo un minuto, en el que justo se perdió en la silueta que los rayos de la luna dibujan cada media noche en el balcón de enfrente.................
-Víctor, Víctor, ya puedes salir- Emiliano lo zarandeo ligeramente
-Perdón,- dijo y cogiendo sus cosas que las había preparado cinco minutos antes salio corriendo.
-Tío, Víctor donde te metes?- era su amigo Carlos que le daba unas palmaditas en la espalda mientras reía.
-Me quede flipao en religión- dijo Víctor mientras se sentaba al lado del pirañas, un chico de cabeza rapada con un tatuaje en el brazo con una piraña, de allí ese mote y se encendía un cigarro.
-Siempre supe que tanta fe y tanta ostia se debía a los porros que se fuma en las iglesias- dijo Jorge que recién se incorporaba al grupo.
-Mañana me sorprenderás con un comentario mas estúpido?- preguntó Víctor con maldad mirando de forma burlona a Jorge mientras los demás reían su gracia.
-Jajaja, que te den por culo- contesto enfadado, mientras le enseñaba el dedo corazon.
-Por cierto Víctor has visto a Ángela?- pregunto el piraña
-Pues no ni a Vanesa tampoco- contesto sin importarle el paradero de esas dos.
-Es que la Ángela esta muy rara últimamente, nunca la encuentro, no sabrás si esta liada con otro- pregunto el piraña de nuevo
-Por que iba yo a saberlo?- dijo extrañado Víctor.
-No se, por si Vanesa te había comentado algo- dijo con algo de esperanza en los ojos.
-Pues nada, pregúntaselo directamente tío- contesto algo molesto, la verdad el hace unas semanas que no veía a Vanesa y ni le interesaba verla.
-Eh tíos os habéis enterado que la pasma a pillado al Jonás y al capullo de su primo en la puerta del instí vendiendo pastillas- ese, el que traía la noticia era Javier, que siempre se entraba de todo, parecía que se metía en todos los líos, grandes o pequeños pero a la vez nunca salía mal parado. Y el resto del descanso se centro en lo pringados que habían sido esos dos por dejarse pillar por los burros de la pasma.
-Víctor, vas a ir al entrenamiento hoy?- pregunto Carlos mirándole desde el banco donde estaban sentados en el parque de siempre tras salir del instituto.
-Si por? tu no vas ?- contesto extrañado por esa pregunta a la vez que exhalaba el humo del cigarrillo que tenia en la mano tras darle una calada.
-No tengo ganas y el entrenador es un pesado con tanto correr- se quejo mientras se estiraba en el banco.
-Eres un quejica, tendremos que tener velocidad, no?- era lógico eso se dijo Víctor
-Si pero se supone que estamos en un equipo de fútbol, no de atletismo- volvió a protestar, y a Víctor esta vez le pareció lógico lo que decía, últimamente solo corrían y corrían y no tocaban el balón para nada.
-Joder, eres un carbón me acabas de quitas las ganas de ir- dijo Víctor mirándole desde arriba con ojos cansados, estaba sentado en respaldo del banco, mientras Carlos en el asiento.
-Además no se como puedes correr si te la pasas fumando todo el día, no te ahogas?- pregunto Carlos, como si se acabase de dar cuenta de que fume.
-Antes era mas rápido, además yo que se- no tenia ganas de discutir sobre los efectos del tabaco.
-He tío, tu, muerte es que no me oyes- ese fue el pirañas que intentaba llamar la atención de un chico vestido de negro y cabellos rubios.
-A quien le dices eso?- pregunto Víctor mientras por si solo buscaba a ese tío, y sin saber por que se quedo helado cuando sus marrones ojos se cruzaron con los grises del tío al que piraña le había llamado muerte.
-Tienes tabaco?- grito otra vez ya que había conseguido que se girara aunque no lo mirar a el.
-No- fue la seca respuesta del rubio, una respuesta que no le gusto nada a Víctor.
-Y una mierda, que le acabas de dar a otro rarillo de los tuyos que te he visto, tío no me hagas ir que te arrepentirás, y ahora por chulo me das el paquete entro.
El chico en cuestión denominado "muerte" se quedo mirando al piraña como si acabase de decir la mayor estupidez del mundo y se echo a herir con una risa muda.
-No has pensado dedicarte al mundo del humor- dijo alzando la ceja y pasando sus ojos por los marrones de Víctor.
-Tío te la has buscado, yo no doy mas avisos- sentenciaba el piraña mientras se levantaba del banco con dirección al rubio.
-Espero que sepas rezar- le advirtió el piraña.
-No pienso rezar por ti- dijo acido el rubio viendo como tenia a esa enorme mole de músculos encima suyo pero con agilidad y rapidez giraba sobre si mismo y le empujaba por detrás usando el gran impulso que el piraña había tomado para atacarle, ese efecto provoco una vergonzosa caída por parte del atacante justo en el barro que se había formado tras haber regado los árboles del parque.
-Joder tío, eso es humillante,- estallaba en carcajadas Carlos, mientras a Víctor se le caía el cigarro de la boca por haberla abierto demasiado.
-Míralo por el lado bueno, seguro que te queda un cutis más suave- decía "muerte" mientras que tenia el pie puesto en su espalda en señal de conquista.
-Maricón- consiguió decir ronco por la falta de aire, el pirañas.
-Calladito estas mas guapo- dijo a la vez que le pegaba una patada en las costillas.
-Hasta nunca- dijo justo antes de irse sin mirar atrás.
El lugar quedo en silencio unos segundos mientras los tres miraban como el chico se marchaba de lo mas tranquilo, Víctor no podía dejar de pensar que era el mismo que estaba cada media noche en el balcón, debería enfrentarle de una vez, pensó para si mismo, mientras Carlos y el por fin reparaban en el piraña que seguía en tirado en el barro.
-Te vas a levantar o llamo a tu mama- dijo gracioso Carlos, mientras Víctor seguía con una sonrisa todos los movimientos y discusiones que tenían esos dos.
Continuara.
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