-Chanyeol, me gustas. Me muero por ti.- le digo, hincándole con mi dedo en su brazo. Los chicos que están a nuestro alrededor se ríen, haciendo comentarios fuera de lugar y molestándome.
-Deja de bromear, Baekkie~- me dice, me despeina el cabello, me da una sonrisa radiante y se sonroja.
¿Por qué es tan lindo?
¿Lindo?
Chanyeol es un metro ochenta y algo de locura. Su manera tan llamativa de ser lo hace tan carismático como hostigante. Entonces. ¿Qué se supone que le vi?
Hasta ahora no tengo idea.
No era más que un amigo más hasta que me enamoré, no me di cuenta, de un día para otro, simplemente empezó a gustarme, le ponía más atención cuando hablaba, aunque la mayoría de cosas que dijeran fueran solo tonterías, yo le oía. Le decía todos los días lo guapo que se veía, el me miraba con esos ojos negros tan brillosos que tiene y esa sonrisa, oh, jamás me cansaría de verla. Nunca, nunca, jamás.
-Byun, deja de babear, es asqueroso.- me dice Sehun, yo le sonrió y corro hacia él, colgándome de su cuello.
-¿Qué acabas de decir, eh, pequeño mocoso?- le molesto despeinándolo. El ríe y me sostiene con un solo brazo.
-¿A quién le dices pequeño? Tú eres el enano aquí.- me dice, me saca la lengua y se ríe de mí en mi cara. Por este tipo de cosas adoro salir con mis amigos. Porque me ayudan a soportar el dolor, haciendo que lo olvide solo por segundos.
-Hay, por favor. No es mi culpa que seas todo un gigantón, yo tengo la estatura promedio y tú… tú eres sub-normal.- le digo. Miro de reojo a Chanyeol y él se ha olvidado de que existo. Platicando muy contento y feliz con Kyungsoo. Ambos parecen tan perdidos en su mundo que hasta mirarlos es molesto.
Presiento que a Chanyeol le gusta Kyungsoo.
Y eso duele.
-Escusa de enano.- me dice Sehun, yo sonrió con dolor mirándolo. Él me hace una mueca y junta las cejas, me hace tocar el suelo con los pies, y se agacha delante de mí. –Sube a mi espalda.- me dice, sin protestar me tiro. –Bien.- se pone en pie de golpe conmigo en su encima y yo me agarro de su cuello en acto reflejo. –Tranquilo Byun, que también respiro.- me dice, sonrió y lo salto. En unos segundos estamos haciendo una carrera contra Kris y Tao.
El día se pasa así, estamos en un parque, hemos acordado salir todos juntos una vez a la semana, desde que acabó el colegio, cada uno se puso estudiar distintas cosas, así que nos separamos, y para mantener nuestra amistad en pie, nos reunimos, en cualquier lugar del planeta. Todo un día. Como hoy.
Hace meses que no veníamos a este parque, creo que, la última vez que vine aquí, no me gustaba Chanyeol, quizás sea que, para ese tiempo Chan-Chan aún tenía esos gigantescos lentes de nerd delante de sus ojos, usaba ropa gigantesca, y tenía frenos. Siempre me gusto estar a su lado, ser amigos, pero, desde que le quitaron los frenos y el decidió dejar de ser un horroroso ser, se plancho el cabello, se compró lentillas y usó ropa de su tamaño, y un poco apretada, enseñando esos hombros espectaculares y tan masculinos que me encantan; empecé a mirarlo con otros ojos.
Tuvo que atropellarme su belleza para que me diera cuneta lo hermoso que es. Porque yo era demasiado estúpido como para notarlo.
Míralo ahora.
Sentado en el césped. Al dado de Kyungsoo, y cerca de Jongin. Su callo negro, que hoy no plancho, y está todo alborotado y rizado, dándole un aspecto más juvenil y perfecto; brilla con el sol. Siempre he dicho que el sol le asienta de maravilla. Verlo bajo el sol… es como verlo brillar, frente a todos los demás porque, naturalmente, yo siempre le veo brillar.
-¿Bubble Tea?- la vos conocida de Sehun, mi mejor amigo me despierta, ha puesto un aso delante de mí, le sonrío y lo tomo, dándole un sorbo. Él se sienta a mi lado.
-Gracias.-
-Te está durando. Cualquiera diría que es cierto.- me dice, lo miro frunciendo el ceño.
-¿De qué hablas?- le pregunto, confundido.
-De Chanyeol.- me dice, se encoge de hombros y da un sorbo. –Te gusta. Y está durando.-
Le sonrío entendiendo.
Siempre he sido una persona enamoradiza, cualquier persona es hermosa ante mis ojos, lo que la hace perfecto blanco de mi repentino amor. Siempre me eh ilusionado con frecuencia.
-Ah, sí. Me gusta.- le digo, el ríe.
-A mí me gusta Xiumin.- me dice, le miro levantando una ceja. –Quiero a Jongin. Adoro a mi mamá, y estoy enamorado de Luhan. ¿Entiendes mi punto?- le miro con dulzura.
A pesar de ser menor que yo, cuando habla, es muy maduro, siempre directo, siempre sabe que decir y como decirlo, es muy inteligente. Claro que entiendo.
-Estar enamorado, ese es otro nivel.- le susurro. A lo lejos Chanyeol está tocando la guitarra, Kyungsoo canta y Jongin está bailando. A ellos se les une Xiumin, Chen, Kris, Tao, Suho y lay.
-Y tú estás subiendo muchos, Baek, ten cuidado.- me dice, asiento con la cabeza, Luhan nos llama para unirnos al grupo. En un parpadeo estoy al lado de Kyungsoo, cantando, Sehun y Luhan se han unido a los chicos que bailan.
La tarde llega con rapidez, todos nos sentamos a comer en círculo, haciendo una que otra broma, estoy sentado junto a Chanyeol, el solo se dedica a devorar la comida, y le miro sonriendo.
-Chanyeol.- le llamo, el me mira curioso, ladeando su cabeza.
-Dime.-
-Dime si o no y acaba con mi sufrimiento.- le susurro, el ríe.
No me dice sí, no me dice no.
Ya le explicado mil veces que si me dice sí, lo amaré para siempre, y si me dice no, lo aceptaré de una manera muy madura y seremos amigos, pero no. Él no me da una respuesta.
Simplemente me sonríe
-Chanyeol, no estoy jugando. Dime sí o no.-
Otra vez, el solo me sonríe, maldición.
¿Por qué me toma solo como un juego?
¿Hace cuánto estoy así?
Casi dos meses, pero el mundo lo sabe hace uno, cuando no me importo nada y le grite al mundo mi amor por Chanyeol, y, todo el mundo, incluyéndolo, se rieron de mí en mi cara.
Es que acaso, ¿No me veo serio?
-Me gustas. En serio. Me gustas.- le susurro molesto.
Me da una mirada de te estoy escuchando. Pero aún no te creo. Y yo le miro molesto.
-¿Irás a la fiesta del Kris en la noche? ¿Quieres que te recoja?- me pregunta, sigo enfadado.
¿Cómo es posible que ignore mis sentimientos de esa manera?
¿Acaso no importo?
¿Nadie entiende cómo me siento?
Tiro mi plato sobre el pasto. Todos me miran y lo noto. Pero esta vez solo estoy mirando a Chanyeol. El resto no me importa.
-¿Por qué no llevas a tu favorito?- le pregunto, el me mira confundido. Mi dedo señala sin ninguna sutileza a Kyungsoo y el me mira sorprendido. –No me mires así, paliducho.- le discrimino.
-Hey, cálmate, tampoco lo trates así.- Chanyeol me calla. Respiro molesto. Esto es pura basura.
Ya me cansé de tragarme todo lo que siento, basta. No es justo para mí marchitarme de esta manera.
-Dime sí o no.- le repito, algunas risas se oyen, Chanyeol ríe confundido. –Dame una respuesta, Park. Si no me la das tú, me la daré yo.- mi cara de seriedad lo asusta, y creo que el resto del grupo también porque, todos se quedan callados.
Le espero unos segundos, que a mi parecer, son eternos, él está confundido, su boca se abre y se cierra sin emitir sonido. ¡Maldición! ¡¿Es tan difícil pronunciar un monosílabo?!
-Baekhyun… yo…-
Le hago una señal con la mano para que se calle y lo hace. Suspiro.
-No importa lo que haga, ¿Cierto? Jamás te enamorarás de mí.- susurro, mirando hacia abajo. Él se levanta e intenta tocarme, yo retrocedo. Alejándome. –Necesito ir al baño.- digo, retrocedo dos pasos mirándolo.
-Iré contigo.- me dice.
-Quiero estar solo.- digo, me doy la vuelta y empiezo a caminar.
Susurros de:
“Se irá”
“Deberías ir con él.”
“Ya no volverá”
Se oyen.
Y tienen razón.
Camino bordeando todo el parque, no me dirijo al baño pero si paso muy cerca, me coloco los audífonos y pongo música en mi celular.
Camino despacio, con las manos en los bolsillos y cabizbajo. Esto se debía acabar.
La próxima vez que vea a Chanyeol, seremos amigos de nuevo, la próxima semana. Claro que no iré a la fiesta de Kris, lo veré y los volveré a ver la próxima semana, ahora mi única prioridad es llegar a casa.
Cuando llego a casa, Yeol está sentado frente a la puerta de mi casa. Se e tan pequeño sentado de esa manera. Por unos segundos me sorprendo. Luego recuerdo lo lindo que puede llegar a ser Yeol y se me pasa.
Son este tipo de cosas lo que me tienen tan enganchado a él, esos pequeños detalles que me fascinan y… enamoran.
-¿Qué haces aquí?- le pregunto, quitándome los audífonos.
-Desde que te pusiste los audífonos supe que no volverías.- me contesta.
-¿Cómo llegaste tan rápido?- le pregunto, sentándome a su lado.
-Tenía miedo de que vengas en bus, así que corrí con todas mis fuerzas, una ventaja mía es que yo tengo piernas largas y tu no.- me dice, una sonrisa se me escapa involuntaria de los labios.
-Eres un bobo.- le digo.
-Lo sé.- me contesta. Riendo. De nuevo esa bonita sonrisa suya aparece, de nuevo caigo en sus redes. De nuevo me tiene dominado, hipnotizado, idiotizado. –y… Así te gusto, ¿No?- pregunta.
Es la primera vez que me lo dice así, frente a frente, solos, no espera, es la primera vez que me lo dice. Yo asiento. Creo que me sonrojo, aprieto los labios tratando de esconder una sonrisa.
-Mucho.- le contesto.
Sus ojos brillan de nuevo, se ve tan guapo, ¿Por qué es tan guapo?
-Me gustas cuando te sonrojas.- me dice, agacho la cabeza y luego la apoyo en su hombro. El me abraza instantáneamente, yo sonrío. -¿Estamos bien?- me pregunta. Yo asiento.
-Estamos bien.- le contesto. –Estamos bien.-
Ni un paso.
No hemos avanzado ni hemos retrocedido. Estamos igual.
¿Cuánto tiempo pasamos así?
Ni idea. Pero estoy seguro de que el olor de su cuerpo ya está en el mío y eso ya es suficiente. La tarde cayó, ha oscurecido y nosotros seguimos así, mirando a la nada, abrazados, sentados frente a la puerta de mi casa, sin decir una sola palabra. Juntos. Tan juntos que no es necesario hablar para notarlo.
-¿Irás a la fiesta de Kris?- me pregunta de la nada. -¿Quieres que te recoja?- le miro confundido. Pero el me mira sonriendo, me gusta verle ese brillo en los ojos, se ve tan… angelical~
-No sé, estás tan lejos de mi casa ahora…- susurro, el ríe, su cuerpo vibra despacio.
-Vamos Baekkie, vamos a la fiesta~- me pide, doy un suspiro.
-Entonces debes esperar a que me bañe, cambie y maquille. Me tomaré mi tiempo.- le digo, el gira los ojos.
-Bueno, pero solo si me prestas tu laptop.- lo miro frunciendo el ceño.
-¿Por qué?-
-Porque si veo cómo te cambias me éxito.- contesta, demasiado sincero.
Sonrió tapando mi boca. Jamás cambia.
-De acuerdo.-
Entramos a mi casa casi corriendo, subimos a mi cuarto y yo me meto al baño enseguida, canto una canción mientras me baño, mientras me paseo semi-desnudo buscando que ponerme, mientras me cambio, mientras me maquillo y peino, es decir, canto aproximadamente un par de horas.
Chan-Chan está frente a la computadora, es creciendo, quizás está conversando con alguien. No me importa. Quizás lo mejor sea volver a ser amigos, como antes.
Cuando termino de alistarme, me paro delante de él y le sonrío.
El despeja los ojos de la laptop y suspira.
-Wau.- se le escapa. -¿Estás yendo a ligar?- me pregunta. Yo rio.
-¿Contigo?- le pregunto, y le guiño un ojo.
-Funciona.- me contesta.
Cuando estamos ya en el bus, luego de salir de casa, llevo la cabeza apoyada en su hombro, y le tiene su cabeza apoyada sobre la mía.
-Por tu culpa no me vestí apropiadamente.- me dice, yo rio.
-Te ves bien.- le susurro.
-Sí, pero yo quería verme guapo.- me contesta.
-Te ves guapo con cualquier cosa que te pongas.- le digo.
El me mira a los ojos. Riendo maquiavélicamente.
-¿Me veo bien con lentes de nerd y ropa suelta?- me pregunta. Yo arrugo la nariz.
-Sí, bueno. No vallamos a los extremos. Eres guapo. Aquí y ahora. Punto.- susurro.
Nos miramos y reímos a carcajada limpia. Son estos momentos en los que mi corazón golpea con fuerza contra mi pecho.
Sutilmente, le doy golpecitos con la mano.
“Tranquilo, loco y tonto corazón.”
Al llegar a la casa de Kris, Sehun no da encuentro. Deja entrar a Chanyeol y a mí no ataja.
-¡Hey! ¡Aparta mocoso!- le grito, riendo. El me mira divertido.
-Solo entran los que miden más de una metro setenta y cinco.- se burla.
-¡Yo mido así!-
-Cuatro.-
-¡Cinco!-
-Cuatro.-
-¡Cinco!-
No sé si reír o llorar con Sehun, me molesta tanto como me divierte.
La sonrisa que tiene en la cara me hace pensar que me esconde algo pero, no sé qué es. Así que. Solo le sigo el juego.
-Baek, tu y yo sabemos que eres un enano.- me dice, Jongin se le acerca y le susurra algo al oído que no puedo escuchar.
-Ah, okey. Baek, nueva regla, los enanos también entran.- me dice. Me cruzo de brazos y lo miro con una ceja alzada.
-Genial.- mascullo. El ríe.
Me deja entrar y camino, hacia adelante. Hay muchos globos en todas partes. Y no hay ruido, ¿Será que todavía n empieza?
-Baekhyun.- la vos ronca, inconfundible de Chanyeol me llama, me giro y lo encuentro, sonriéndome, vestido con otra ropa, un pantalón negro y un polo largo plomo, ¡hasta tiene otro peinado! ¡Se ve muy sexy! Me siento feo. Yo llevo un pantalón rojo y un polo negro, mi cabello genial y mi maquillaje perfecto, pero. Chanyeol es hermoso. –Qué bueno verte aquí hoy. La fiesta empieza cuando llegas tú.-
-¿Te cambiaste? ¿Cuándo? ¿De qué hablas?- le pregunto, el me abraza, me sonríe y señala hacia adelante. Yo miro en esa dirección y… Oh.
Chen y Xiumin tiene un cartel gigante que dice: “¿Quieres ser mi novio?”
Luhan lleva un ramo de rosas, Kyungsoo está cantando, y los demás chicos le hacen coros.
¡Oh Dios! ¡Esto es tan romántico!
Me llevo las manos a la cara escondiendo mi rostro. No voy a llorar. No voy a llorar…
Mierda.
-Oh, Yeol, esto es hermoso.- susurro. El me gira, poniéndome frente a él, se agacha y me da un beso en la frente.
-Dime si o no, Baekhyun.- me dice. Le miro con los ojos llorosos. Me muerdo el labio y sonrío.
-Sí. Si Chanyeol, sí.- él me toma del rostro y se me acerca. Sus labios chocan con los míos y me siento flotar.
Los demás chicos explotan en risas, silbidos, pifias y aplausos.
La fiesta era para mí.
Y a partir de ese momento empezó.
Todo fue una perfecta emboscada. Y… me encantó.
Pau - Pau.