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Detrás del origen por Leila Bielefeld

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Notas del capitulo:

Hola personitas :D

Aquí les traigo un nuevo capitulo de esta historia espero lo disfruten.

-Pero… ¿qué fue lo que sucedió?-dijo Yuuri mientras observaba el entorno que lo rodeaba, no podía creer lo que sus ojos le mostraban simplemente debía ser un mal sueño del cual quería despertar.

-Tal parece que la guardia no pudo enfrentar el problema- dijo Murata mientras salía del agua.

-¿A qué te refieres?- preguntó la pelinegra mientras salía de aquella fuente  sujetando al castaño con ayuda de Wolfram.

-Fue un ataque sorpresa y gran parte de los soldados fueron enviados a misiones de investigación para resolver el caso de las desapariciones, el castillo no estaba para resistir un ataque como ese mucho menos de tal magnitud-terminó de decir mientras observaba con más detenimiento su entorno, realmente estaba preocupado de saber que sus temores se hayan vuelto realidad.

Todos estaban a la expectativa aún sin poder creer lo que estaba frente a ellos, hasta que se escucharon cientos de pasos acercarse hasta el lugar en el que se encontraban, quisieron correr, buscar algún lugar que fuera seguro en medio de todos aquellos escombros pero antes de que pudieran hacer algo se vieron rodeados por docenas de hombres que les apuntaban con sus lanzas.

-Estamos rodeados- dijo cierto rubio a la vez que sacaba una especie de tubo que le había dado el padre de Yuuri, no estaba seguro de poder hacerle frente a alguno de esos soldados con esa clase de arma, si es que se le podía llamar de esa manera, pero no tenía otra opción más que intentarlo ya que su espada la había perdido en medio del ataque a Pacto de Sangre.

-Son demasiados, lo mejor que podemos hacer es tratar de abrirnos paso y buscar algún lugar seguro-comentó el castaño a la vez que trataba de ponerse de pie y tomaba su espada la cual había logrado conservar a pesar de todo.

-Espere un momento Sir Waller- dijo Murata mientras observaba más detalladamente a aquellas personas que los rodeaban, sin duda alguna no se asimilaban en nada a los seres que anteriormente los habían atacado, aquellos seres que simplemente no eran humanos a diferencia de los que ahora tenía enfrente, miró una vez más aquellas armaduras como buscando algo hasta que pudo encontrarlo, aquello que calmaría la situación en la que se encontraban.

-No creo que sea del agrado de Lord Von Radford el saber que sus hombres levantan sus armas contra su rey-termino de decir el gran sabio con una sonrisa en su rostro pues había dado en el clavo, aquellos hombres pertenecían al ejército de las tierras Radford, había logrado reconocer el escudo grabado en aquellas armaduras.

-¿Majestad?- alcanzó a decir uno de los hombres mientras retiraba el pesado y molesto casco de su cabeza.

-¡Majestad! ¡Oh Majestad! Pero si está bien, creí que algo malo le había pasado pero veo que está bien ¡Oh majestad! Parece que mi apasionado y eterno amor a logrado protegerlo-fueron los gritos de Gunter los que despejaron toda duda acerca de si era o no el verdadero rey, pues el peli lila había comenzado a correr en cuanto supo de la llegada de algunos extraños por medio de una de las fuentes del castillo, ante aquella noticia no pudo esperar ni un instante para poder encontrarse con su rey, al cual tenía entre sus brazos mientras evitaba que el aire entrara en los pulmones del peli negro.

-Gu-Gunter…n-no puedo… respirar- alcanzó a decir el moreno mientras trataba inútilmente de quitarse al hombre de encima.

-¡Hey! Suelta a mi prometido ¿pero quién demonios te has creído?-comenzó a reclamar el oji-esmeralda mientras quitaba al mayor de encima del chico y abrazaba uno de los brazos de su prometido.

-Veo que se encuentra mejor de lo esperado, Majestad- se escuchó decir a una grave voz.

-¡Tío!, no sabía que estabas aquí- dijo Wolfram mientras se acercaba hasta él, al estar frente a frente  pudo notar la presencia de otras personas que seguían al mencionado, pues a sus espaldas se encontraban cada uno de los integrantes de las diez familias nobles.

-Me alegra ver que te encuentras con bien hijo- dijo el mayor mientras abrazaba a su sobrino.

-¡Traigan ayuda de inmediato!-ordenó un peli gris al ver el estado del castaño- veo que hiciste un buen trabajo manteniendo a salvo a su majestad- dijo mientras observaba como un par de soldados lo subían a una especie de camilla para transportarlo a otro sitio donde pudieran atenderlo mejor.

-Gracias, pero el mérito no es solo mío-alcanzó a decir Conrad mientras con la mirada le indicaba al mayor de sus hermanos a lo que se refería.

Gwendal siguió la mirada del soldado notando que se refería a la hermana del maou cosa que no pudo entender del todo, ¿qué tenía que ver ella en todo eso? ¿Acaso había logrado utilizar maryoku en ese momento? Fue entonces cuando notó el arma que llevaba entre sus manos, si bien no era una espada pero se le asemejaba  aunque lo que más llamó su atención fue la forma en que la sostenía, la sujetaba entre sus dedos con maestría y lista para atacar, entonces cayó en cuenta de lo que su hermano había tratado de darle a entender, giró su cabeza buscándolo pero solo pudo visualizar a lo lejos las siluetas de aquellos hombres llevándolo al otro extremo del castillo.

No estaba muy contento de su descubrimiento, aunque debía aceptar que fue de bastante ayuda en esos momentos contar con otro apoyo pero no iba a dejar pasar por alto aquella acción, pues claramente había dado la orden, con el consentimiento del rey original, de priorizar el aprendizaje y adaptación de la chica hacia aquellas tierras que ayudaría a regir junto con el moreno dejando de lado la enseñanza  del manejo de armas ya que para eso estaban ellos, para proteger a la familia real ese era el deber de todo soldado.

-¿Qué fue lo que sucedió Lord Von Voltaire?- preguntó Murata captando la atención de todos los presentes.

El mencionado salió de sus pensamientos ante el llamado notando el desconcierto en el rostro del chico de lentes, había mucho de qué hablar pero sobretodo mucho que explicar sin mencionar la presencia de los diez nobles, los cuales también esperaban respuestas de su rey el cual había desaparecido y también al que muchos habían dado por muerto junto con el gran sabio.

-Me temo alteza que ese es un tema que no solo tendrá que tratar conmigo- contestó finalmente el mayor.

-¿qué quieres decir Gwendal?- preguntó el moreno el cual no había reparado del todo acerca de la presencia del resto de los nobles.

-A que también esperamos muchas explicaciones de su parte majestad-dijo Lord Von Radford  haciendo acto de presencia.

-Hemos estado esperando su llegada todo este tiempo majestad-dijo Waltrana a la vez que se acercaba hasta el rey-Nos hemos reunido aquí todos y cada uno de los integrantes de la mesa redonda.

El ambiente era cada vez más tenso pues nadie se atrevía a decir nada más, por su parte Yuuri se encontraba realmente nervioso, no sabía cómo tratar con esa situación el castillo estaba destruido, desconocía lo acontecido después de su partida y ahora le pedían explicaciones, explicaciones que ni el mismo tenía, como acto reflejo dirigió su mirada hasta su prometido el cual se encontraba a uno de los contados de Lord Von Bielefeld cruzando así sus miradas, en ese instante el moreno recordó lo ocurrido en casa de sus padres y una gran sonrisa adorno su rostro mientras veía como las mejillas del rubio se tornaban de un fuerte color carmesí notando así que el otro también había recordado ese grato momento.

Desvió nuevamente su mirada hacia el mayor que se encontraba frente a él y que le dirigía una regia mirada, sabía que no sería fácil pero debía intentar resolver todo aquel problema, por el bien del reino, por el bien de su gente pero sobre todo por el bien de las personas que amaba, reunió todo el coraje que tenía encarando así a cada una de las personas que lo rodeaban soltó un ligero suspiro y decidió enfrentar lo más rápido posible aquella situación.

-Comprendo, lo mejor será solucionar esto lo antes posible- terminó por decir el chico.

-Me alegra escucharlo decir eso majestad, pero antes deberá cambiar sus ropas ya podrá después arreglar esto en la sala de juntas- dijo Gunter mientras se encaminaba a la alcoba del rey.

 

Ya dentro de la alcoba real se encontraba el joven rey terminando de acomodar sus ropas frente al espejo en compañía de su prometido, tenía que mantenerse firma pues no sabía muy bien que era lo que se avecinaba sin mencionar que había logrado escuchar los rumores acerca de que algo extraño estaba sucediendo en el templo del rey original, termino de abrochar el último botón de su traje negro y se miró por última vez en el espejo asegurándose de que todo estuviese en su lugar, giró su rostro observando al oji-verde sentado sobre la cama observándolo detenidamente.

-¿Qué sucede Wolf?- preguntó a la vez que se sentaba a uno de los costados del chico.

-No lo entiendo, ¿Por qué no puedo estar contigo en la junta? Estando a tu lado les dejaría claro a todos y cada uno de esos nobles que lo que sucedió no fue culpa tuya- termino de decir el rubio conteniendo su enojo, entendía que no está muy bien visto el que el rey de una nación desaparezca en medio de una batalla dejando a una nación a su suerte, pero ¿qué más podía hacer su prometido? Dadas las circunstancias en las que se encontraban de no haber vuelto a la tierra probablemente hubieran muerto, aunque no podía dejar de sentirse culpable pues las palabras del moreno no dejaban de retumbar en su mente “Juro que te protegeré”, fueron las palabras que el joven le dijo antes de reaparecer en la tierra.

El moreno observó detenidamente a su prometido, ya antes habían tenido esa clase de conversaciones donde el rubio se molestaba por no poder participar en aquellas juntas aunque esta vez era diferente ya que notó como el chico bajaba la mirada, como un niño que se siente culpable por alguna travesura, aunque ¿de qué debía sentirse culpable? No había hecho nada más que tratar de protegerlo tanto a él como a su hermana y Murata, fue entonces cuando recordó el viaje a la tierra y las palabras que él le había dicho antes de que perdiera el conocimiento ¿A caso el rubio se sentía culpable por eso? Si bien era cierto que los nobles le incriminaban el haberse marchado pero aun así no se arrepentía de su decisión pues de esa manera pudo proteger a sus amigos, pero sobretodo había logrado proteger a la persona que más amaba.

-No te preocupes, sé que ellos lograran entender por qué decidí marcharme a la tierra así que estate tranquilo, mejor ve a buscar a Greta que no hemos podido verla desde que llegamos, en cuanto termine  la junta iré a buscarlo por ahora me voy buscaré a Naomi, ella también debe estar presente-dijo Yuuri mientras se encaminaba hacia la puerta.

-De acuerdo, te estaremos esperando- dijo Wolfram mientras se levantaba de su asiento y observaba como su prometido se marchaba.

Ya frente a la inmensa puerta de madera el maou se detuvo tenía su mano sobre la perilla, sabía que lo estaban esperando y que debía darse prisa pero no podía ignorar esa inquietud que tenía esa sensación de que algo le faltaba.

-¿Yuuri?-dijo el rubio extrañado por el comportamiento de su prometido.

Ante el llamado el mencionado soltó la perilla y sonrió de lado, claro que le faltaba algo, como podía ser tan tonto, giró sobre sus pasos y corriendo se acercó nuevamente hasta su prometido tomando con ambas manos el delicado rostro del otro, acercándose peligrosamente a él hasta fundirse en un beso, saboreando cada parte de aquellos labios que lo volvían loco, aquel beso que había comenzado tierno cada vez subía más de tono, sus manos habían bajado hasta la cintura y las manos contrarias aprisionaban su cuello a la vez que jugueteaban sobre algunos mechones de su cabello, comenzó a abrirse paso en aquella cavidad que jamás se cansaría de probar jugueteando dentro de ella, saboreando aquella esencia exquisita que lo hacía perder la cordura, quería seguir hasta saciarse olvidar todos aquellos problemas pero sabía que la realidad era otra, con pesar se separó de aquellos labios que lo incitaban a más y dirigió la mirada a su prometido, ambos tenías sus respiraciones agitadas pero lo que más llamó su atención fue el excitante rostro que el oji-verde le mostraba, realmente debía parar o de lo contrario no sabía que le terminaría haciendo a su prometido.

-Ahora si… debo irme- dijo Yuuri mientras acariciaba una de las mejillas del rubio.

-Sí

Yuuri retomo su camino hacia la salida mientras trataba de recuperar la compostura, pero simplemente la imagen que el ex príncipe le había mostrado no dejaba de rondar en su cabeza, debía admitir que tenía mucho autocontrol o que realmente era un debilucho como el otro le decía pues podría jurar que de no haber parado tendría aquel demonio con cara de ángel sobre el mullido colchón haciéndole cosas que no eran para nada inocentes, se golpeó mentalmente al verse pensando eso, ese no era el momento para tener esa clase de fantasías con su prometido, tomó nuevamente la perilla de la puerta y salió de la estancia cerrándola tras de sí, al levantar el rostro se encontró con una profunda e intensa mirada parecida a la suya.

-Veo que se la estaban pasando muy bien ahí dentro- dijo Naomi mientras mostraba una sonrisa en su rostro, había estado esperando a su hermano todo ese tiempo pues le habían informado que ella también debía formar parte de la famosa mesa redonda, al principio había decidido entrar a la habitación y avisarle al moreno que estaba lista, pero al entre abrir la puerta se quedó muda, pues dentro de la alcoba logró ver a su hermano mostrándole cariño a su prometido y no de una manera que pareciera totalmente inocente.

-De que es-estás hablando, ¿acaso… escuchaste algo?- pregunto el maou mientras rascaba la parte trasera de su cabeza y reía de manera nerviosa.

La chica sonrió, le parecía tierno que a pesar de todo le diera vergüenza a su hermano mostrar completamente los sentimientos que tenía hacia el rubio, lo miro detenidamente y comenzó a caminar en dirección a la oficina de Gwendal quien los estaría esperando para hablar con ellos antes de la junta.

-No realmente, solo estaba jugando- dijo la pelinegra tratando de tranquilizar a su hermano.

-Ya veo-comentó Yuuri mientras reía un poco más calmado, sabía que no tenía nada de malo lo que hacía con su prometido pero aún no se sentía del todo preparado para dar a conocer su relación, aunque si lo pensaba detenidamente no había nada que dar a conocer pues ante los demás ellos ya estaban comprometidos, pero ahora se podría decir que ya eran una pareja de verdad ¿no? Desesperado comenzó a revolver su cabello con sus propias manos pues aún no entendía del todo la clase de relación que tenía con el menor de los hijos de la ex maou.

-¿Te encuentras bien?-pregunto la chica extrañada ante el comportamiento de su acompañante.

-Sí, solo estoy un poco inquieto-contesto el moreno tratando de sonar lo más normal posible, tenía que despejar su mente y concentrarse en lo que realmente era importante en esos momentos ya que en unos instantes más se tendría que enfrentar cara a cara con la realidad.

Ya frente a la oficina del General Voltaire, ambos chicos entraron encontrándose con el peli-gris sentado tras su escritorio observándolos atentamente, para el mayor no era fácil contarles todo lo acontecido durante su ausencia, ya que tras el ataque ocurrieron cientos de cosas que incluso a el mismo le costaban asimilar aun, con su mano les indico que tomaran asiento frente a él, tomo una bocanada de aire y se decidió a contarles lo sucedido.

-La razón por la cual los mande a llamar antes de entrar en discusión con el resto de los nobles, es para ponerlos al tanto de la situación pues de lo contrario dudo mucho que sean de ayuda en la reunión de hoy- terminó de decir Gwendal.

-Entiendo, pero sigo sin comprender por qué debo estar presente en esa junta-dijo Naomi a la vez que cruzaba los brazos, no era que no quisiera ayudar en toda esa situación pero prefería hacer las cosas por su cuenta, averiguar de primera mano que era lo que había sucedido sin mencionar lo que estaba ocurriendo en el templo, pues era más que claro que en ese lugar las cosas tampoco estaban del todo bien ya que incluso el gran sabio había apresurado la reunión para poder partir al santuario del rey original lo antes posible.

-Como  hermana del rey es necesario que esté presente alteza, sin mencionar que usted también tuvo mucho que ver en el ataque, sobre todo en cuanto a la protección que recibió el maou por parte suya- dijo el mayor haciendo énfasis en sus últimas palabras, aún estaba molesto por el hecho de que no hayan acatado sus órdenes pero más que eso, estaba enfadado con la insolencia que esa chica había mostrado al ponerse en peligro de esa manera, siguió mirándola algunos instantes sin recibir ninguna clase de respuesta, supuso que la hermana del rey después de todo no tenía manera de negar lo que había hecho al haberlo desobedecido.

-Creo que lo mejor será que nos demos prisa Gwendal- dijo Yuuri tratando de calmar un poco la situación.

-Está bien- dijo entrecerrando los ojos y los masajeo por unos instantes- como sabrán de sobra el castillo no estaba preparado para ninguna clase de ataque, mucho menos para uno de tal magnitud, tras haberlos perdido en el patio principal el ataque fue empeorando, logramos encontrarnos con Greta, al parecer ella alcanzó a ver a su majestad con Wolfram y el gran sabio por lo tanto supusimos que estarían a salvo sin embargo la situación iba empeorando conforme el tiempo pasaba, los soldados no lograban mantener a esas cosas a raya a causa de eso una gran parte del castillo se perdió, luchamos por largas horas, evacuando a cuanta gente se pudiera, pero cientos de soldados y personas que trabajaban en el castillo cayeron en el campo de batalla- al decir eso, se notaba como el tono de voz del general se hacía cada vez más grave como queriendo ocultar  todo aquel enojo e impotencia que sentía al recordar todo aquello.

El joven maou observaba atentamente a quien se encontraba frente a él, le era casi imposible creer que incluso a Gwendal, conociéndolo como era en cuanto a la defensa del castillo, fuera capaz de reconocer su incapacidad para enfrentar  la situación, no lo juzgaba, jamás sería capaz de hacer eso pues de alguna manera y aunque no quisiera reconocerlo abiertamente, soñaba con llegar a ser algún día como el hermano mayor de su prometido, no en carácter claro que no pero si en la manera de enfrentar las situaciones y de hacerse cargo del reino pues para él no cabía duda alguna de que si alguien merecía el título de general, era el peli-gris, pero simplemente no terminaba de aceptar todo, ¿Tan mala era la situación como para que incluso el mayor se sintiera de esa manera?

-De alguna manera los nobles se enteraron de la situación y mandaron refuerzos, se lograron capturar algunos de eso seres extraños los cuales están siendo analizados por Anissina sin embargo no se sabe nada más- terminó de decir el oji-azul.

-¿Cómo fue que los nobles se enteraron del ataque al castillo? Se supone que fue un ataque imprevisto, no hay manera de que ellos pudieran saberlo- dijo un tanto extrañado el pelinegro.

-Nadie lo sabe, Lord Von Bielefeld se negó a contestar cualquier clase de pregunta hasta poder hablar con usted, sin mencionar que cada uno de los integrantes de la mesa redonda también están enterados de la existencia de su alteza.

Ambos chicos se sorprendieron ante la noticia pues se suponía que muy pocos sabían de la existencia de la chica, pero lo más extraño era el conocimiento que los nobles tenían acerca del ataque que había sufrido Pacto de Sangre, antes de poder preguntar alguna otra cosa por parte de cualquiera de los pelinegros, la puerta de las estancia fue abierta estrepitosamente dejando ver a un cansado y ojeroso Dacascos.

-Excelencia, los nobles solicitan la presencia de su majestad lo antes posible en la sala de juntas- dijo mientras adquiría una pose firme.

-A partir de ahora  todo de penderá de usted majestad y de usted alteza, su deber será recuperar la confianza de su gente.

 

-Lamento la demora- dijo Yuuri mientras tomaba asiento junto con Gwendal y Naomi.

-Bien, al parecer ya estamos completos podemos dar inicio- dijo cierto peli-lila observando a cada uno de los presentes

-Usted debe ser la famosa hermana del maou ¿no es así?-preguntó Lord Von Rocheford captando la atención de cada uno de los presentes.

-Así es, mi nombre es Naomi Dankworth un placer conocerlos- dijo la chica tratando de parecer lo más amable posible.

Cada uno de los nobles la observo detenidamente, ninguno terminaba de creer que aquella chiquilla fuera de tanta importancia, si bien no había duda que era hermana del rey pues a pesar de todo el color de ojos y cabello, como ciertos rasgos eran similares a las del maou.

-No creo que sea el momento más adecuado para hacer presentaciones-comento Murata tratando de centrar la conversación en el tema principal que era el ataque que había recibido el palacio.

-Tiene razón santidad, no es momento para presentaciones pero si es el más pertinente para recibir las explicaciones de su majestad-dijo Waltrana centrando su atención en el mencionado.

-Está más que claro que su majestad no ha hecho nada malo, además ¿Qué podría haber hecho sin sus poderes?-trató de excusar Stuffel, sin duda alguna no podía desperdiciar aquella oportunidad para serle de ayuda al rey, ya que la mayor parte del consejo había comenzado a dudar de él.

-Sin embargo eso no justifica su actuar, el castillo estaba siendo atacado y su gente corría peligro ¿es así como pretende regir esta nación? ¿Huyendo de los problemas?-para Lord Von Gyllenhall era inaceptable esa clase de actos ya que esperaba más de su rey.

La sala poco a poco comenzó a llenarse de un ambiente totalmente tensó pues el comentario de aquel noble había hecho pensar a cada uno de los presentes, por una parte rectificaba la forma de pensar de Lord Von Bielefeld y Lord Von Radford quienes eran los que estaban mayormente inconformes con la forma de proceder del maou, mientras que para el resto de los nobles, aquellas preguntas se convertían en más dudas que los hacía perder cada vez más la credibilidad en su rey.

-Antes de sacar conclusiones, lo mejor será escuchar lo que el rey tiene de decirnos-comento de manera afable Lord Von Wincott, ya que podía tonar como aquella junta en lugar de solucionar la situación actual del reino, comenzaba simplemente a hacer acusaciones hacia el regente.

Nuevamente las miradas se posaron sobre Yuuri el cual hasta ese momento se había mantenido en silencio, sabía que los nobles estaban molestos pero no creyó que de tal manera, no sabía que decir ni cómo actuar frente a ellos pues tenía miedo de empeorar las cosas en lugar de solucionarlas, no quería seguir fallándole a su gente sin mencionar que tampoco dejaba de lado lo que el general le había dicho, tenía que recuperar la confianza de cada uno de los presentes fuera como fuera, respiro hondamente tratando de calmar sus nervios, no sabía que iba a decir precisamente solo trataría de explicar a su manera lo que sucedió y el por qué decidió tomar la decisión de volver a la tierra, probablemente no ayudaría de mucho pero debía intentarlo además contaba con que tanto Gwendal como Gunter y Murata lo ayudarían en caso de meter la pata.

-Entiendo que no están muy contentos con mi decisión de volver a la tierra, bueno más bien nada contentos pero… todo tiene un porqué, el día en que sucedió el ataque nos tomó a todos desprevenidos en un inicio mi intención no era irme de Shin Makoku, soy consciente de las responsabilidades que tengo con esta nación que mucha gente me necesita pero las circunstancias en las que me encontraba eran de vida o muerte, de no haber tomado aquella decisión habría perdido a muchas personas importantes para mi así como personas importantes para el reino-terminó de decir el pelinegro, no estaba seguro de que lo que haya dicho fuera lo mejor pero solo trato de ser lo más honesto posible pues sabía que en esas circunstancias no era bueno mentir mucho menos cuando están dudando de él.

-Entonces está tratando de decirnos ¿Qué prefirió salvarse usted mismo, a sus seres queridos más cercanos, así como a personas importantes de la aristocracia, antes que quedarse a luchar al lado de sus hombres? ¿Qué prefirió estar a salvo usted sin importar el destino de todas aquellas personas que luchaban por sobrevivir? ¿Es que acaso no le importa su gente? ¿Acaso piensa que todos aquellos campesinos, pescadores, recolectores y demás no sintieron miedo al ver como sus familias eran atacadas por esos monstruos sin poder hacer algo? Realmente es lamentable pensar que el destino de este reino está en manos de alguien tan incompetente como usted-todas la miradas se posaron ante la voz que había dicho cada una de esas palabras, que si bien tenían parte de verdad  pero sin dejar de ser ofensivas hacia el maou.

-Se podría saber ¿Quién es usted? Por si no lo sabe esta es una reunión donde solo pueden participar los representantes de las diez familias nobles más importantes del reino, así que le suplico que de no pertenecer a alguna, que es lo más probable, se retire de la habitación o me veré en la penosa necesidad de pedir que lo saquen de aquí-amenazó el gran sabio observando al insolente joven que se encontraba sentado a uno de los costados de Lord Von Karbelnicoff.

Ante el claro ultimátum que había recibió por parte de su santidad, aquel joven mostró una sonrisa de lado a lado dejando entre ver una hilera de blancos y reluciente dientes, se levantó de su lugar exponiendo su elegante y fino traje color gris, hizo una pequeña reverencia y posó su mirada hacia el rey de forma desafiante.

-Mi nombre es Elián Von Granz, el nuevo  representante del territorio Granz

Notas finales:

Espero que el capitulo haya sido de su agrado.

Espero que pasen una feliz noche buena y una hermosa navidad en compañia de todos y cada uno de sus seres amados.

Y una cosa más, esta semana por ser de celebraciones me decidí a actualizar dos veces asi que esperen el proximo capitulo en lo que resta de la semana, puede que se alegren con lo que viene de la historia :3

Cuidense, muchas gracias por leer y espero sus hermosos comentarios.

Bye Bye


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