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Detrás del origen por Leila Bielefeld

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Notas del capitulo:

Se que dije que los p´roximos capítulos serían más largos, pero este no resulto ser tanto y lo siento por eso, pero ya tengo el cap 7 por lo que les puedo asegurar que el próximo sera más amplio

¿Cómo era eso posible? Aquella chica había reconocido a Shinou, después de que la joven dijera aquellas palabras, todo quedo en completo silencio, más que preocupados todos los presentes estaban confundidos,  ya que se suponía que aquella pelinegra no sabía absolutamente nada acerca de ese mundo.

Pasados algunos momentos, debido a la impresión inicial, la primera en reaccionar fue aquella persona que aún permanecía en el agua, Naomi volvió en si al escuchar los susurros de algunas chicas que estaban en el lugar, miró su mano y se dio cuenta que seguía sujetando aquella navaja, soltó el balón que aún mantenía fuertemente agarrado y de un rápido movimiento se posó tras el rey original mientras dejaba que aquella filosa hoja, descansara cerca del cuello del rubio, haciendo que se escucharan los gritos de sorpresa de cada una de las personas que estaban en aquel sitio.

Aquel espíritu quedo fascinado ante la manera tan peculiar de actuar de aquella mujer, pues otra en su lugar no hubiera tenido siquiera el valor de hablarle, sonrió ladinamente al sentir aquella fría arma cerca de él, ¿en verdad pensaba que podría hacerle algo con un artefacto tan simple? El oji-azul miro de reojo a su atacante y termino de sonreír completamente- no deberías de subestimarme jovencita-susurro el mayor al momento que desaparecía de la vista de todos.

Casi al instante, Shinou volvió a aparecer pero esta vez tras la invitada, el rubio tomo la mano donde residía el instrumento que antes lo había amenazado e inmovilizó a su atacante, las guardianas ya habían hecho acto de presencia apuntando sus lanzas ante aquella desconocida, por otra parte, el joven monarca no sabía cómo reaccionar ante la escena que tenía frente a él, ¿Por qué había reconocido a el oji-azul? Y sobre todo ¿Por qué lo quiso atacar? Giró su rostro a todas las direcciones pudiendo apreciar que no era el único consternado ante la situación pero ¿qué podía hacer? Claramente aquella chica había alzado un arma ante la deidad de su reino, era obvio que reaccionaran de esa manera, en eso estaba en moreno cuando sus pensamientos fueron interrumpidos por un alarido de dolor proveniente de la joven.

-Ya suéltala, la estas lastimando- dijo Yuuri tratando de calmar la situación, fuese o no su hermana, seguía siendo una mujer, además ¿qué peligro podía representa? La navaja ya estaba en manos del rubio mayor.

-No creo que todo esto sea necesario, ya no tiene más armas que esa así que ya puedes parar con eso Shinou-comentó el gran sabio metido en la fuente y revisando el bolso que hace un momento la chica tenía consigo, el rey original miró nuevamente a la joven y soltó su brazo.

-Esto no es necesario, así que pueden retirarse- con un leve ademan de su mano, la pequeña doncella dio la orden para que las guardianas se retiraran.

-Pero señorita Ulrike- trato de contradecir una de las mujeres que vestía con una armadura, pero al ver la mirada seria que la pequeña le dio, hizo una reverencia y se marchó del lugar junto al resto de sus acompañantes.

-Veo que eres una chica bastante despierta, pero hay muchas cosas que necesito saber y me supongo que tú también tienes muchas preguntas, sígueme yo aclarare todas tus dudas- terminó de decir el espíritu mientras salía del agua junto al gran sabio, la joven miró su mano, aun podía sentir el agarre de aquel hombre, observó a su alrededor, su bolso había desaparecido y lo único que aún seguía en el mismo sitio que ella, era aquel balón de baloncesto, se inclinó a tomarlo, estaba bastante mojado pero aún era útil, la pelinegra observo nuevamente a todas aquellas personas que la rodeaban, principalmente a un chico que pudo distinguir que era de origen asiático.

Todos dirigieron su mirada hacia ambos pelinegros, pues el rey y aquella chica se observaban mutuamente sin pronunciar palabra alguna, hasta que la joven  sonrió.

-Piensa rápido- dicho eso, la muchacha lanzó el balón hacia el moreno, el cual, apenas y había podido tomarlo, al tener aquel objeto en sus manos dirigió nuevamente sus ojos hacia quien se lo había lanzado y fue cuando se dio cuenta que ella, junto con el resto, se dirigían hacia el santuario.

-Date prisa Yuuri o no podrás hablar con  tu hermana- el mencionado comenzó a correr tratando de alcanzar a sus acompañantes, ya en los corredores del lugar pasaron algunos instantes en los cuales, nadie se atrevió a pronunciar palabra alguna, todos seguían a la expectativa de lo que pasaría con aquella invitada, después de un largo recorrido todos se encontraban frente aquella gran puerta que se dirigía a la sala de meditación, Shinou detuvo su andar frente a ella, giro su cuerpo y miro a las personas que iban tras él.

-En esta habitación es donde hablaremos, ¿hay algo que quieras decir?- aquella mirada azulina se clavó en la chica, el rubio había notado cierta incomodidad por parte de ella, pues aunque no dijera nada, aquellos azabaches lo vigilaban tanto a él como a la pequeña sacerdotisa.

-Hablare solo en presencia del rey original y la sacerdotisa de este templo- sentencio firmemente.

-¿Qué? ¿Por qué?- esas eran las preguntas que todos tenían pero que el moreno fue el único en exteriorizar.

-La persona que me informo de esto me dijo que solo podía hablar con ellos dos.

-Señorita, debe comprender que su presencia es de suma importancia para todos los presentes y que es necesario el que cada persona en este lugar hable con usted- Gunter trató de hacerla entender, pero lo único que el hombre había logrado conseguir fue una mirada llena de indiferencia.

-Entonces no pienso decir una sola palabra.

-Pero no pensamos hacerte nada malo.

-Cálmate Shibuya, ya habrá momento de que hablen por ahora lo mejor es retirarnos-Murata dirigió su mirada al resto de las personas que se encontraban en el lugar y con un asentimiento de cabeza, uno por uno comenzaron a abandonar la instancia.

-Adelante- dijo Ulrike mientras le mostraba la entrada a Naomi, la chica entro de poco a aquel cuarto, observando detalladamente cada parte de aquel sitio, detuvo sus pasos hasta quedar frente a las cajas que estaban en  al altar y donde se encontraba sentado un oji-azul.

-Dime ¿Cómo es que sabes de este lugar?- preguntó directamente el espíritu, ambas miradas se cruzaron sin decir aun nada, la chica desvió sus ojos al resto del lugar y recordó que ya había estado en aquel sitio, no propiamente, pero si estaba segura que lo había visto.

-Suzana Julia Von Wincott, ¿el nombre le dice algo?

Por otro lado, se hallaba cierto maou sentado en los escalones que se encontraban fuera del templo aun sosteniendo aquella pelota que le habían dado, no podía creer que lo primero que haya ocurrido en cuanto su supuesta hermana haya llegado, era que esta amenazara con matar a un espíritu, era algo gracioso si lo pensaba detenidamente, giró el balón en sus manos y soltó un pesado suspiro.

-¿Le sucede algo, majestad?- preguntó un castaño acercándose a donde se encontraba su ahijado.

-Es Yuuri, recuerda que tú me diste el nombre.

-Sí, Yuuri.

El chico desvió la mirada de su acompañante y la dirigió hacia el resto de las personas que estaban frente a él cuidando de los caballos-ella… esa chica parece ser buena persona ¿verdad?

-Sí, la verdad es que no me sorprende su comportamiento, después de todo, para ella solo somos unos desconocidos.-Conrad sabía que la forma de actuar de aquella joven era lo que le preocupaba al monarca, el hecho de que fuera juzgada por las acciones que había tomado contra el rey original.

-Creo que tienes razón.-contestó más tranquilo el maou.

Mientras tanto, en el santuario, un rubio se encontraba bastante desconcertado por las palabras de aquella chica, ¿Cómo sabía ese nombre? El rostro del mayor había cambio completamente a uno serio, cosa que la joven notó, para Naomi todo era bastante confuso por lo que no se dejaría engañar fácilmente, había logrado que aquel oji-azul cambiaba su semblante con tan solo escuchar el nombre de aquella mujer que había aparecido repetidas veces en sus sueños, nadie dijo una sola palabra más, hasta que la Ulrike se posó frente a la invitada.

-¿qué es lo que desea saber… alteza?- dijo la pequeña con la intensión de tranquilizar las cosas.

-¿Alteza?

-Debido a tu procedencia y a las órdenes que he dado, en este lugar se te considera como una persona de un alto status-comentó Shinou, la joven miró nuevamente a aquel hombre que seguía mirándola fijamente, quería saber de qué estaba hablando pero tenía en cuenta que no le dirían nada a menos de que ella hablara.

-Quiero que me digan todo, ¿Por qué estoy aquí? ¿Quiénes son ustedes?

-¿y que te hace pensar que te diremos todo eso?- el rubio estaba dispuesto a jugar con aquella mujer, quería saber de qué era capaz, como manejaba las situaciones difíciles, pero sobre todo de que era capaz.

-Me lo dirán, lo sé, porque sé que quieren saber cómo es que sé el nombre de esa chica y el de ustedes, yo estoy dispuesta a decir todo siempre y cuando, ustedes me digan todo lo que quiero saber.

-Resultaste ser bastante interesante…

-Naomi Dankworth, ese es mi nombre.

-Pero dime Naomi, ¿Quién me asegura que no me estas mintiendo?- dijo el oji-azul con una sonrisa suspicaz en su rostro.

-Creo que no estoy en las condiciones de mentir.

-Pero si de poner una navaja en mi cuello- contraatacó aquel espíritu, la chica frunció el ceño, si ese rubio quería ponerla aprueba, no sabía con quien se había metido.

-Tómalo como mi saludo de bienvenida, además, a mí tampoco nada me asegura que tú hables con la verdad, ambos estamos tomando un mismo riesgo, claro que por lo que se, tú tienes la posibilidad de deshacerte de mí.- el rey sonrió complacido por la contestación que había recibido, no cabía duda que aquella chica le sería de bastante utilidad.

-De acuerdo, te contare todo- el relató comenzó desde la amenaza de Shoushou, el como el maou elegido llegó a aquellas tierras, la derrota de aquel ser que residía en las cajas, hasta la última batalla que tuvieron con Jenus, a lo largo de la historia la pequeña sacerdotisa aclaraba las dudas de la chica, la cual escuchaba atentamente la narración del rubio, hasta que llegaron a la parte crucial de  todo, el nacimiento de Naomi y su parentesco con Yuuri Shibuya.

-Entonces aquel chico es…

-Su hermano alteza- finalizó la sacerdotisa.

La chica agachó la mirada, todo era demasiado difícil como para asimilarlo, sin embargo logró regreso a su postura firme-Bien, es mi turno de contar lo que sé.

Pasada alrededor de una hora, el maou junto con sus acompañantes habían comenzado a inquietarse, era ya demasiado tiempo y ninguna de las tres personas que habían estado anteriormente con ellos hacía acto de presencia.

-Desde hace un rato quería preguntarte ¿qué es eso?- mientras hablaba, Wolfram poco a poco se encaminada hasta donde estaba su prometido.

-Es una pelota de baloncesto.

-Balo… banlo ¿qué?- ante la mirada confundida del oji-verde, Yuuri rio levemente, le parecía bastante graciosa la cara de confusión del chico.

-Baloncesto, es un juego de la tierra, como el beisbol, solo que en este, el principal objetivo es meter la pelota por un aro, el equipo que enceste el mayor número de veces es el ganador.

-Parece bastante fácil.

-Creo que es más complejo, recuerdo que un compañero del instituto me mostro que esta es la forma correcta de lanzar el balón para un tiro- dicho aquello, el moreno tomo una pose de lanzamiento, mientras el rubio lo miraba detenidamente.

-Quiero intentar.-el monarca le dio el objeto a su acompañante, mientras el chico trataba de imitar las acciones del pelinegro.

-Tienes que agacharte solo un poco, así- el chico se posó tras el rubio mientras sus brazos pasaban por las manos del otro, por un instante, un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Wolfram al sentir tan cerca a su prometido, ambos chicos permanecieron así un rato, sosteniendo el balón, uno atrás del otro, el oji-verde giró su rostro levemente hacia uno de sus costados, encontrándose con la profunda mirada azabache del otro, ¿Por qué no lo soltaba? Después de todo, el rey siempre negaba del compromiso entre ellos, por su lado, el monarca no tenía intenciones de alejarse, le era bastante placentero tener así de cerca aquel esbelto y suave cuerpo, respiró hondo y pudo notar el dulce aroma a vainilla que el ex príncipe despedía de todo su ser, de pronto, aquellos ojos oscuros se posaron en los carnosos y rosados labios del rubio, cosa que el mismo Bishounen notó, por un instante ambas miradas se cruzaron, un negro intenso y un bellos esmeralda, mientras que la distancia era poco a poco acortada entre aquellas bocas que silenciosamente se llamaban.

-Perdón por la demora…

Notas finales:

Espero sus reviews


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