Sus labios estaban duros y muy fríos, el piercing helado no molestaba, pero era extraño. Aunque no más extraño que estar siendo besado por Mike. Parpadeó varias veces, intentando echarse hacia atrás, pero la mano en su nuca se hizo más fuerte y una lengua se paseó sobre su labio inferior.
- Te lo dije. -oyó hablar a la chica. Apretó los ojos, estirando los brazos para empujar al universitario y se quedó paralizado cuando este succionó su labio inferior.
La mano que lo forzaba lo soltó y Marc saltó hacia atrás. Ni el chico ni su amiga estaban ya allí. Se llevó una mano a los labios y miró a Mike, que jugaba con el aro de su labio sin quitarle la vista de encima. Jamás se habría imaginado, por nada del mundo, que aquello iba a pasar.
- ¿P-por qué...?
Mike se terminó su helado antes de encogerse de hombros. Se lamió los labios y habló.
- Para deshacerme de él.
«¿Él?» ¿Se refería al chico con el que había pasado la noche? Entonces Mike si que sabía que tenía al otro detrás cuando lo besó. No supo si debía alegrarse o indignarse por ello.
Volvió a echarse hacia atrás al ver la mano de Mike acercarse a su cara, pero solo cogió las gafas y se las levantó.
- Me molesta no saber dónde estás mirando cuando te hablo.
Era una explicación válida y una seriedad que nunca había visto en Mike los rodeó. No podía mirarlo a los ojos, así que se entretuvo delineando el tatuaje mientras pensaba en como reaccionar. ¿Debía decirle que lo sabía?
- Mike y-yo...-cogió aire. Sí, de acuerdo, tenía que decírselo- te vi el otro día.
- ¿Qué viste?
- Tú estabas...b-besándote con ese chico...
Le pareció oír una risa y al mirar a Mike, lo confirmó. Se estaba riendo, como si se burlara de él. Una mezcla de confusión y rabia le recorrió la espalda.
- ¿Fuiste tú? -dejó de reír para mantener una sonrisa burlona- Sabía que el gato no salió huyendo solo porque sí.
- Lo siento -Marc sintió que se ruborizaba aún más-, yo pensaba que él...que tú...ayer por la noche...
Mike bufó, cansado y divertido al mismo tiempo, clavándole los ojos azules. Cogió su helado, que estaba casi derretido y lo lamió.
- Ayer no pasó nada -le devolvió el helado y Marc lo rechazó, ¿primero lo besaba y ahora quería compartir eso?-. Le dije que me dejara en paz.
Eso no podía ser verdad. Tenía un chupetón en el cuello y el chico no había parecido enfadado o triste cuando fue hacia ellos. Aunque Mike tampoco tenía razones para mentirle. Su cabeza estaba hecha un lío.
Le miró el cuello con severidad. Tenía la intención de preguntarle por el chupetón, Mike parecía haberse dado cuenta de ello y sin embargo solo sonreía con burla. Al final no dijo nada.
- Entonces él...-titubeó- ¿no es tu novio?
Mike sacudió la cabeza, pasó un dedo por el helado y se acercó a él. Se lamió el dedo a centímetros de su rostro.
- No lo es. -Marc no pudo evitar mirar los labios húmedos y terminó con la espalda pegada a la silla- Pero tú sí.
Se alejó y suspiró aliviado. Pero al segundo se paralizó. «¿QUÉ?» No, ni hablar, ellos nunca habían hablado de eso, él nunca había aceptado nada. ¿De donde había sacado Mike que era su novio?
- ¿P-por qué di-dices eso?
Dejó el helado a un lado, se limpió el piercing y se inclinó hacia delante otra vez. Su voz sonaba burlona, sensual, extraña.
- Le dije a Rory que estaba saliendo contigo. -abrió la boca para decir alguna estupidez, por eso se alegró de que Mike lo interrumpiera antes de emitir sonido- Y aún así no ha dejado de llamarme.
- ¿Por qué yo?
Mike se encogió de hombros y repitió, casi con indiferencia:- Pensé en ti.
- P-p-pero a mi me gustan las chicas. No puedo ser...tú y yo no podemos...
Mike se acercó tanto que casi le respiraba en la boca. Estaba riéndose cuando lo miró a los ojos y Marc tragó saliva.
- Claro que podemos.
Esta vez más que duros, estaban blandos y húmedos, sabían fresa. No es que antes no tuvieran ese sabor, sino que Marc no se había parado a pensarlo. Pestañeó y vio los ojos de Mike cerrarse, sonriendo y presionando más sus labios. Le mordió el labio inferior y lo obligó a abrir la boca.
Para ser su segundo beso, no estaba tan mal. Mike sabía muy bien lo que hacía y él no tenía idea de porqué acababa de suspirar. Cerró los puños a cada lado y dejó que lo besara. Un chasquido lo avergonzó cuando Mike se separó.
- Te falta mucha práctica. -se burló, lamiéndose los labios- Tu primer beso, ¿verdad?
Las uñas se le clavaron en la mano y jadeó. Mike le había robado su primer beso, un chico, alguien a quien creía su amigo y que de pronto le decía que eran novios. Si eso era una broma o algún plan de Brad para dejarlo en ridículo, no pensaba dejarse manipular.
- Llévame a casa. -se puso las gafas de sol y miró la pared que tenía enfrente, controlando sus ganas de llorar. Le daba mucha rabia.
Mike se levantó y el camino de vuelta a casa fue silencioso y tenso. Al menos para él. Esperaba que Mike dijera algo, que le pidiera perdón, que le dijera que no iba en serio o que al menos se riera de él y fuera sincero. Pero nada pasó, simplemente dejó el casco en el sillín y cuando se giró, Mike ya no estaba.
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