La mañana al fin llego, muchos por no decir toda la casa de Slytherin no había podido dormir por la preocupación de no saber cómo se encontraba su rubio príncipe, así que como era ya de esperarse a primera hora de la mañana una Madame Pomfrey por demás disgustada, tenía a un grupo de chicos parados en la puerta de la enfermería, Hermione había querido ir a ver como se encontraba Draco apenas despertó, pero suponiendo que tal vez alguno de sus amigos también quisiera ir, decidió ir a despertarlos para preguntarles, pero para la sorpresa de esta Neville ya se encontraba levantado platicando con un Harry que sostenía una caja de lo que parecían ser unos deliciosos chocolates Suizos, mientras un adormilado Ron se ponía sus zapatos como podía. Después de todo aquello los 4 Gryffindor se dirigieron a la enfermería en donde se encontraron con Theo, Blaise, Pansy, Vincent, Gregory, Astoria y Daphne que parecían estar a la espera de algo, lo cual comprendieron de inmediato al ver salir a una más que cansada Madame Pomfrey que no parecía estar muy feliz de tener visitantes a tan tempranas hora de la mañana.
-Buenos días Madame Pomfrey- saludo educadamente Theo- hemos venido a hacer nuestro respectivo chequeo a Draco, para después determinar si será necesario la aplicación del tratamiento nuevamente- termino con un tono serio y profesional.
-Sí, entiendo- asintió Madame Pomfrey pensativa- el joven Malfoy aún se encuentra durmiendo, pero ya que están aquí...le despertare para que lo revisen, después de todo más tarde tienen clases- finalizo la enfermera para luego dar media vuelta e ingresar nuevamente a la enfermería.
Los chicos quedaron en silencio hasta que Pansy harta de este hablo primero.
-¿Y ustedes a que han venido?- pregunto a los Gryffindor con un tono amable, pero también receloso, está bien que se habían hecho amigos de Draco, pero no por ello iba a confiar en ellos a ciegas, era una serpiente y como tal su confianza era difícil de ganar, más aún si estaba en medio su Dragón, ahora que este por fin era libre, por nada de este mundo permitiría que algo volviera a dañarlo.
-Tranquila Parkinson, solo hemos venido a ver como se encuentra Draco- hablo Hermione con voz suave y calmada, no quería entrar en discusiones.
-En unos minutos más Theo y Daphne lo revisaran- intervino Astoria, con una cálida sonrisa, ella era la más tierna y dulce del grupo, pero aquellos que la conocían bien sabían que aquella chica dulce y tierna se podía convertir en la más fría y sádica mujer si es que lastimabas a sus seres queridos, no era intencional, simplemente sucedía el cambio, y hasta ahora el único capaz de controlarla y calmarla en esos momentos era Draco.
-Ayer no les dijimos nada porque estábamos escasos de tiempo, sin embargo creo prudente informarles que tal vez el Draco de hoy les parezca algo...diferente- hablo Theo con voz pausada, mientras observaba detenidamente las expresiones que se iban formando en los rostros de los Gryffindor a cada palabra que pronunciaba.
-¿Que? Pero...- intervino Hermione confusa por lo dicho.
-Por favor...- la detuvo Theo levantado la mano en un gesto que claramente le pedía silencio- deben entender que Draco es un niño maltratado, prácticamente desde su nacimiento- en este punto los Gryffindor bajaron la cabeza con pesar, aún era muy difícil para ellos ver a Draco Malfoy como una víctima de maltrato, cuando para ellos siempre había sido un ególatra, narcisista, idiota, racista- el llego a nuestras vidas a los 5 años y a esa edad ya tenía suficiente experiencia en recibir este trato de su padre que era francamente alarmante, aun ni sabemos a ciencia cierta desde que edad comenzó todo esto, los primeros recuerdos que Draco tiene de estos son a los 2 años, tal vez incluso antes- Hermione dejo escapar una exclamación ahogada, mientras se llevaba una mano al pecho, eso era terrible, los recuerdos de Draco abarcaban desde esa edad, pero antes...¡Oh Merlín! qué cosas pudo haberle hecho antes, siendo el aun un bebe, los chicos solo apretaron los puños, hasta Ron se veía realmente afectado por lo revelado- esto que les digo no es para que sientan pena o lastima por él, porque no la merece, él es alguien muy fuerte, y no precisa de cualquier tipo de pena que puedan sentir por el- Harry abrió la boca para decir algo, pero Theo lo detuvo al igual que lo había hecho con Hermione minutos antes- el punto de contarles esta pequeña parte de la verdad es meramente para que entiendan y comprendan lo que van a encontrar dentro de esta habitación- dijo Theo apuntando hacia la enfermería.
-Draco era un niño muy tímido, pero con un valor y una fuerza extraordinaria a pesar de que todo parecía estar en su contra, toda la tristeza y el dolor del que era rodeado, tenía una inocencia y una luz muy especial en el- intervino Daphne con voz suave y dulce- antes de nosotros hubo alguien, alguien que lo cuido también, un amigo que tuvo que irse, pero que aun mantiene contacto con él, Draco nos contaba que este niño a pesar de ser solo 1 año mayor que él, siempre lo cuida y protegía incansablemente, creemos que en parte por eso Draco pudo tener una infancia feliz dentro de lo que cabe, y no simplemente culparse por todo...deben entender que Draco era solo un niño, el...el no entendía porque su padre lo lastimaba así, solo escuchaba sus insultos y...sentía su odio en cada golpe o hechizo...
-El caso es que Draco no podía sino creer que merecía todo aquello, cada palabra, golpe o hechizo de su padre le decía que era un mal niño- intervino Pansy, Daphne no lo demostraba abiertamente, pero estaba empezando a flaquear su voz, y es que aunque llevaran años junto al rubio, aun dolía todo aquello- incluso cuando llegamos a su vida, creo que siempre tuvo ese pensamiento, ¡Es lo único que se me ocurre que pudo ser, para que no permitiera que nosotros nos hiciéramos cargo del asunto!- exclamo una enfurecida Pansy.
-Cálmate Pans- le hablo Blaise dulcemente, mientras acariciaba suavemente su espalda, pero luego dirigió su mirada hacia los Gryffindor- creo que nos hemos dejado llevar, por lo general no somos así- les sonrió cálidamente- es solo que Draco es importante- miro un segundo hacia sus amigos y luego de un asentimiento general volvió su atención a los Gryffindor- bueno, al parecer yo tendré que terminar la explicación, el caso es que a lo largo de estos años hemos hecho que Draco tome terapia, ya saben...para superar todo el maltrato, con su madre no pudimos hacer mucho, casi no teníamos acceso a ella- dijo con un tono de tristeza en su voz, pero inmediatamente recompuso su voz- pero volviendo a Draco, él ha logrado grandes avances con todo esto, sin embargo con nuestro método de curación, digamos que el queda algo vulnerable- en este punto se lo veía incomodo- con una "dosis" de este tratamiento el solo queda así, vulnerable, dulce, tierno, en pocas palabras, el queda en un estado en el que busca constantemente aun sin saberlo el cariño, el afecto, en resumidas cuentas la aceptación de las personas.
-Es decir que... ¿Por eso actuó de esa forma ayer?- pregunto Neville
-Podría decirse, en su mayor parte es así, tu Neville que por lo que entendí llevas tiempo siendo su amigo, debes de saberlo- ante esto el asintió- el caso es que con todo esto se maximiza- explico Daphne calmadamente.
-Pero por lo que vimos Malf...es decir Draco ha sido curado bastante aquí en el castillo, ¿Cómo es que nunca se ha comportado así antes?- pregunto Ron, confuso por todo (siempre es así ^-^)
-En esas ocasiones solíamos mantenerlo controlado con pociones- explicó Theo- pero ahora nos era imposible hacerlo, ya que queríamos que el tratamiento actuara en total libertad, para evitar otra..."dosis"
-Pero... ¿Por qué es tan importante evitar otra dosis?- pregunto una afligida Hermione.
-Como se les explico este tratamiento deja en un estado muy vulnerable a Draco, el cual dura 24 horas como máximo, pero si con una dosis se pone así... ¿Cómo creen que reaccionaria con 2?- en este punto los miro atentamente- hace 2 años tuvimos que hacerlo, curarlo 2 veces seguidas en un periodo de intervalo de solo unas horas entre la aplicación y... fue un desastre, Draco entro en una terrible depresión, quiso suicidarse una infinidad de veces, estábamos desesperados, Draco parecía no reaccionar, este estado le duro 24 horas, pero al terminar este llego un nuevo síntoma, entro en lo que se podría llamar un estado catatónico, el cual duro 1 semana, para terminar con un estado de coma que duro aproximadamente 1 mes, durante todo ese tiempo estuvimos turnándonos para suplantarlo con poción multijugos- pronuncio Theo con un tono cada vez más preocupado- esa vez...creímos que no despertaría, pero...- parecía ido en sus recuerdos- ahí estaba, con esa sonrisa radiante, mirándonos como si nada hubiera pasado, como...Merlín, creí que se me saldría el corazón.
-Y no era el único, ¡Maldición!, esa vez casi me da un ataque- se unió Blaise, pasando un brazo sobre los hombro de Theo.
-Yo...estaba tan feliz, y el...el no parecía darse cuenta- esta vez era Astoria que también parecía estar perdida en sus recuerdos.
-Ya chicos, que parecemos unos locos- intervino Pansy, nada contenta con dar un espectáculo frente a los Gryffindor, ni que fueran Hufflepuff- el caso es que no podemos utilizar otra vez ese tratamiento en un término de tiempo tan pequeño, quién sabe que podría pasar esta vez, Draco...podría no volver a despertar.
Todos permanecieron en silencio, los Slytherin porque analizaban a los Gryffindors (está bien que ya no se lleven mal, pero hay que ser realistas, un Slytherin no entrega su confianza sin más) y los Gryffindor debido a la naturaleza de semejantes revelaciones, estaba más que visto que los Slytherin escondían grandes secretos, la pregunta era, ¿Estarían a la altura de ellos? Era más que obvio que para ellos el rubio era alguien muy importante, su amistad era llevada incluso más allá de lo posible, Hermione, Harry y Ron, tenían una amistad así de fuerte y leal entre ellos, pero aun así, no podían dejar de sentir que ese grupo de Slytherin compartían un lazo al que parecía difícil llegar.
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Ginny Weasley caminaba con paso firme y decidido hacia la enfermería, en su rostro podía verse reflejado la completa determinación que llevaba, sabía que Malfoy estaba allí por una conversación que escucho entre Harry y Hermione esta mañana, sobre que irían a visitar al Slytherin, cosa que le extraño en demasía pues supuestamente eran enemigos, pero en fin, ella ya tenía suficientes cosas en las que pensar por el momento y estaba segura que más adelante con seguridad se enteraría de todo y podría entender mejor toda esa extraña situación, así siguió su camino, absorta en lo que diría y como lo diría, no quería que por un descuido suyo se le fueran a ir algunos nombres, confesaría su culpa, pero no delataría a sus compañeros, si ellos no querían confesar y pedir disculpas por lo hecho, halla ellos, pero ella no se quedaría con esa terrible sensación en el pecho que sabía era lo que denominaban CULPA, tenía muy claro lo que haría y sabía que por ahora estaría sola en todo esto, ya que aun cuando los hermanos Creevey la siguieron después de la pelea no se decidían a decir la verdad, por lo cual ahora ella caminaba sola por ese solitario pasillo de Hogwarts.
-Cobardes- dijo con un tono fastidiado y enojado la pelirroja- son buenos para hacer una broma, pero si esta se sale de control, no tienen los pantalones para admitir su culpa y pedir disculpas, pero...- de pronto se calló, al sentir como alguien la tomaba desde atrás, tapándole la boca con una mano, mientras pasaba su otro brazo por encima de sus brazos a la altura de su cintura, imposibilitándole moverse, pero ella no era de las que se daban por vencidas tan fácilmente, si no podía mover los brazos y tampoco pedir ayuda, aun podía patalear, y fue exactamente lo que hizo, pataleo y forcejeo con todas sus fuerzas, tan sumida estaba en su intento de huida, que no se percató de que era dirigida hacia un aula en desuso próxima al lugar en donde se encontraba, mientras el tipo la mantenía imposibilitada, otro vigilaba y lo guiaba hacia el aula, en donde solo dio 2 toques en la puerta y esta se abrió.
La pelirroja solo fue consiente de todo esto cuando el tipo que la mantenía apresada la soltó dentro del aula, pero al estar ella en un constante forcejeo, no pudo evitar perder el equilibrio cuando al fin se vio libre y caer duramente en el piso, para luego levantar inmediatamente la mirada hacia la persona frente a ella, y percatarse segundos después que no solo era una, sino 4 personas las que se encontraban en esa aula con ella.
-Ginny, debemos hablar- fue todo lo que escucho de aquella persona antes de iniciar lo que sin duda sería una charla por demás reveladora.
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Todos los presentes se encontraban tan sumidos en sus pensamientos que se sobresaltaron demasiado cuando Madame Pomfrey salió de la enfermería, si ella lo noto no izo el mas mínimo comentario acerca de ello, y se dirigió expresamente a Daphne y Theodore.
-El Señor Malfoy ha despertado hace unos momentos- les informo con voz calmada, pero sería al mismo tiempo- su estado parece ser óptimo, pero aun así recomiendo que realicen sus estudios, podría tratarse solo de una mejoría temporal.
-Entiendo, primero pasaremos Daphne y yo para realizar los respectivos hechizos de diagnostico, y de allí en adelante decidiremos si es necesario otra dosis- termino Theo con su habitual tono de calmada actitud, aunque los que lo conocían podían ver que el joven castaño era presa del nerviosismo y la preocupación por el estado de su rubio amigo.
-Bien- acepto calmadamente Madame Pomfrey, no podía negar que el verse desplazada de tal manera en su propia enfermería la tenía bastante disgustada, pero ante todo siempre estaba la salud del paciente, y en este caso esos Slytherin parecían tener más que suficiente experiencia y conocimientos para tratarlo más eficientemente en esos momentos que ella- acompáñenme por favor.
Los 2 jóvenes asintieron en silencio y la siguieron hacia el interior d la enfermería, en donde lo primero que vieron fue un más que despierto rubio sentado en la cama con una clara expresión de aburrimiento total.
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Los hechizos de diagnostico eran largos y cansados, habían unos básicos y rápidos, pero ahora mismo necesitaban de los mas elaborados y exactos hechizos, pues no debían correr riesgos en el diagnostico final del rubio, por ello habían tardado casi 2 horas, pero al fin habían terminado y ya podían dar un diagnostico definitivo y confiable, por lo que al terminar Theo con el ultimo hechizo se giro hacia Draco, que ya no tenía esa expresión aburrida, pues la había cambiado por una fastidiada, y es que en verdad odiaba todo eso(mas porque era una constante nada agradable en su vida, la cual creyó dejaría atrás cuando se vio libre de su padre).
-Bien, ese ha sido el ultimo hechizo- informo Theo, a lo cual el rubio presto más atención- y estoy seguro que Daphne estará de acuerdo conmigo- en ese momento se giro para ver por unos segundos a la chica, la cual asintió ligeramente en forma afirmativa a la muda pregunta de Theo- en que te encuentras recuperándote lo suficientemente bien, para no ser necesaria otra dosis- termino con una ligera sonrisa, pues le aliviaba y hacía muy feliz que su amigo se encontrara mejor.
Ante esto el rubio Slytherin mostro una radiante sonrisa, que al igual que la de Theo y Daphne era tanto de alivio como de felicidad, pero también anoto mentalmente que debería tener más cuidado, pues las bromas que le hacían parecían estar tomando un rumbo más peligroso que las anteriores.
-Que bien- expreso feliz, las preocupaciones y demás las dejaría de lado por ahora, no quería preocupar a sus amigos, ya vería después como enfrentaba este cambio en sus bromistas atacantes- ¿Eso quiere decir que pronto podre irme de aquí?- expreso ilusionado, no es que odiara la enfermería, Madame Pomfrey era hasta amable con él, pero el lugar era simplemente aburrido y sin nada de vida, el blanco lo tenía cansado y hasta deprimido, pues era como encontrarse en la nada, solo el infinito vacio de ese color, de acuerdo, tal vez exageraba y hasta decía cosas sin sentido, pero era producto de estar tanto tiempo en ese lugar, y sobre todo de no tener un chocolate al alcance de su mano, Madame Pomfrey se había negado a darle tan solo uno, alegando que no era saludable que él como paciente en recuperación ingiriera tanto dulce.
-Lo siento Draco, pero al menos estarás un día más hasta que te hayas podido recuperar por completo, no podemos correr ningún tipo de riesgos con esto- hablo Daphne con un tono dulce pero firme.
-Está bien- acepto Draco resignado, sabía que cuando su amiga utilizaba ese tono, no había opción a replica, o aceptaba o aceptaba, pero rápidamente recordó algo, lo cual lo izo sonreír de una manera un tanto divertida, pero también con un toque de travesura, para luego mirar rápidamente en todas direcciones, como inspeccionando el lugar, para finalmente dirigirse a sus amigos, en un tono bajo y confidencial- chicos...será que...¿Me trajeron algunos chocolates?- termino suplicante por una respuesta afirmativa, la cual no llego.
-Lo siento Draco, pero la verdad es que salimos tan temprano en la mañana que no recordamos traerte chocolates- dijo algo apenada Daphne, pues sabía que debió haber recordado el fanatismo de su amigo por el chocolate.
-Oh...- dijo decepcionado el rubio, para después darles una gran sonrisa llena de ánimo y determinación- no importa, ya verán como consigo mis chocolates- luego agrego con estrellitas en los ojos- no desesperen chocolatitos, ya voy por ustedes- a lo cual sus amigos solo pudieron mirar divertidos la actitud del rubio, ellos diciendo que le tuvieran paciencia si Draco actuaba diferente, más distante o callado y el actuando igual o hasta más extraño que ayer.
-Bien, llamare a los demás para que pasen, antes de comenzar con el diagnostico le pedí permiso a Madame Pomfrey para que pudieran entrar a verte una vez terminada la revisión- informo Theo, mientras se daba la vuelta e iba hacia la puerta, en donde inmediatamente después de llamarlos entraron un grupo de alumnos presurosos a saber de cómo le había ido al rubio.
Draco estaba un poco nervioso por la presencia de los Gryffindor, además de sumamente avergonzado por la manera tan descarada como los había tratado anteriormente, el no era tan lanzado y contrario a lo que muchos creían era por naturaleza tímido y penoso, por eso era mayormente que no se relacionaba con nadie que no fuera de su casa, ellos ya conocían al rubio y tenían perfectamente claro cómo debían tratar con él, para que no se sintiera incomodo o intranquilo en su presencia, solo Luna había logrado(en un tiempo record cabe decir)descifrar la manera correcta de tratarlo, logrando que con ella, el también pudiera comportarse en confianza y completa libertad, por lo que ahora para nuestro pequeño rubio era más que penoso y vergonzoso verlos, ya que no sabía cómo actuar frente a ellos después de lo anterior.
-Hola Draco- le saludo animadamente Neville, que vio la incomodidad y por el leve sonrojo del que el Slytherin tenía en las mejillas suponía que se encontraría muy avergonzado por su anterior forma de actuar, en verdad que ese rubio podía ser muy tierno y dulce, era tan lindo cuando demostraba lo tímido e inocente que era, por eso no dejaría jamás que alguien se aprovechara o le hiciera daño, tomando por ventaja esa linda actitud del rubio, como su autoproclamado hermano mayor lo protegería y vería que estuviera bien, una sonrisa divertida y burlona se le formo en el rostro antes de volver a hablar con el rubio- pero mira nada mas lo sonrojado que estas Draco, acaso estas apenado por como actuaste ayer- terminó divertido, mas aun cuando el rubio se sonrojo mas y haciendo un pequeño puchero levanto la vista para responderle enfurruñado.
-No digas estupideces Neville, ¡Y ya deja de molestarme!- no podía evitar estar demasiado avergonzado por su anterior forma de actuar, y el que su amigo le molestara con ello no le ayudaba en nada- solo me comporte así por el tratamiento, por lo general no soy tan lanzado y descarado- completo lo ultimo con un tono de voz bajito y más rojo de lo que desearía estar, pues no era de su agrado mostrar tan abiertamente lo avergonzado que se sentía.
-No te comportaste así, solo fuiste divertido y espontaneo, hiciste y dijiste lo que pensabas, sin temores o miedos- le dijo Hermione con un tono dulce- fuiste completamente libre, te comportaste de una manera muy tierna y dulce a mi parecer.
-Es verdad, te veías y comportabas como una persona muy dulce e inocente, de una forma casi infantil, completamente falta de malicia o algo por el estilo- dijo Ron pensativo, para después añadir con un escalofrió- fue demasiado extraño.
-El punto es que nos agrado tu comportamiento- dijo Harry retomando el tema principal que era darle la confianza al rubio de actuar libremente ante ellos, dejando de lado esa aparente incomodidad que hoy presentaba y hacerle ver que su actitud un poco infantil del anterior día, no les había molestado en lo absoluto, es mas a él hasta le había parecido muy tierno, lindo e inocente- no vayas a creer que te pediremos que actúes así, si esa no es tu verdadera forma de ser, lo que queremos que entiendas es que te aceptaremos y querremos como eres, porque desde ayer eres nuestro amigo y los amigos no están para juzgarte, sino para apoyarte.
Draco se encontraba sorprendido por las palabras de todos, en verdad aun tenía mucha vergüenza, pero todo lo dicho por ellos lo hacía sentir un poco mejor.
-Vaya, con todo lo que dijeron, hasta me siento un poco mal por haberte molestado- dijo Neville un poco apenado, pues no era su intención hacer sentir mal a su amigo, más bien quería quitarle hierro a la situación y hacer que con sus bromas se relajara y olvidara todo.
-No te preocupes Nev, sé que no lo hiciste por mal, solo tratabas de relajar la situación con un chiste- le dijo el rubio con una sonrisa que le decía que no había problema, que entendía y agradecía su intento de ayuda- eres un tonto, pero eres genial- termino con una gran sonrisa.
-Buen al menos soy genial- dijo Neville con un tono entre resignado por el apelativo tonto y orgulloso por lo de genial, ante lo cual todos rieron.
-Bueno ahora que ya sabemos que Nev es genial- dijo Draco con voz divertida mirando hacia su amigo- hay un tema de vital importancia que debemos tratar- termino con una voz completamente seria, lo cual llamo la atención de todos sus amigos, los cuales se acercaron al rubio formando un círculo alrededor de él.
-¿Y cuál es?- pregunto curioso Blaise, para luego pasar a un semblante preocupado- ¿Es que acaso necesitas una nueva dosis?- ante esto todos, excepto Theo y Daphne adoptaron un semblante preocupado (y si, incluso Ron se preocupo).
-No, los estudios salieron bien, no será necesario una nueva dosis, solo deberá pasar 1 día mas en la enfermería para recuperarse por completo y a mas tardar saldrá mañana por la tarde- explico calmadamente Theo, a lo cual todos asintieron en silencio en señal de comprensión, mostrando su alegría y alivio por la buena recuperación del rubio con unas sinceras sonrisas.
-Pero entonces...- pregunto entre extrañado y confundido Blaise- ¿Qué es eso tan importante y de vital importancia que debemos tratar?
-Algo sumamente importante- dijo seriamente el rubio- una estrategia rápida y eficaz para...- todos se acercaron a la espera de que terminara la frase- conseguir mis chocolates- ante esto todos derramaron una gotita por sus frentes al estilo anime, ese rubio era en verdad único, mira que armar tanto lio por unos chocolates.
-Draco, eres imposible, tanto misterio y secretismo ¿Para que solo se traten de chocolates?- le dijo Daphne con un tono que expresaba claramente un ligero regaño, ante lo cual el rubito izo un puchero, por ser regañado por su amiga.
-¿No crees que exageraste mucho por unos chocolates?- pregunto Neville.
-No es exageración Nev- expreso con un tono ofendido el rubio, "¿Cómo podía decir que era exagerar el querer ya mismo sus adorados chocolates?" pobre alma ignorante de la delicia más maravillosa y exquisita del mundo, sentía pena por él- querer conseguir unos deliciosos chocolates es de vital importancia- lo miro con ojos de cachorrito, mientras hacia un tierno puchero, su nueva arma mortal, La cara de perrito con puchero 2.0, lo sé el nombre era algo largo y nada original, pero más adelante encontraría uno mejor, ahora lo importante eran sus chocolatitos- quiero chocolates.
Neville ya iba a salir corriendo por chocolates(al igual que todos en la habitación) al ver tan linda carita, pero el sonido de alguien aclarándose la garganta lo despertó de sus pensamientos, volteando su atención hacia Harry, que era quien lo había hecho.
-Bueno...yo...prometí traerte chocolates así que- dijo Harry algo nervioso por como todos lo veían atentamente, para luego sacar de uno de los bolsillos de su túnica una pequeña caja de chocolates suizos, de excelente calidad y bastante caros en verdad- espero que te gusten Draco- termino con una leve sonrisa.
Lo que no se espero fue ver y sentir como una rayo amarillo se le tiraba encima, y es que Draco al ver esos deliciosos y mas que fabulosos chocolates se emociono tanto que simplemente se le tiro encima al moreno en menos de lo que se dice Quiddicth, quedando el rubio prácticamente a horcadas sobre el moreno, que al ser tomado por sorpresa, en un acto reflejo lo había tomado por la cintura y tironeado de él, para caer en la cama en lugar del suelo como debería haber sido, pues definitivamente Draco había tomado demasiado impulso, tanto que indudablemente caerían, y se hubieran llevado un buen golpe(al menos Harry, que era el que terminaría contra el piso).
-Gracias Harry- le dijo un muy sonriente y mas que feliz Draco, aun recostado encima del oji-verde, mientras su rostro se encontraba a unos centímetros de su cara, debido a sus codos apoyados en la cama- eres el mejor, sabía que no lo olvidarías- seguía diciendo feliz Draco, indiferente a las reacciones de las demás personas en la habitación- tu nunca lo harás, ¿Verdad?- expreso con una cara tan tierna e inocente que muchos pensarían que era actuada de no ser porque a leguas se podía ver la verdad en su rostro, Draco era alguien muy especial, lleno de inocencia y pureza, por lo cual ese acto que para muchos era atrevido y daría a cualquiera que pasara por allí una idea errónea de la situación, por la escena tan comprometedora, para él solo significaba una muestra de cariño que fue expresada de aquella manera por la emoción de ver su regalo, y que posteriormente cuestionaba de forma inocente como un niño lo haría, si siempre cumpliría sus promesas.
-Claro- contesto Harry, ya mas repuesto de la impresión- te prometí chocolates y te los traje ¿No?, puedes confiar en que siempre cumpliré mis promesas- termino son una dulce sonrisa.
-Que bien, porque somos amigos- le dijo Draco- y los amigos no te mienten, una promesa es importante, porque en ella empeñas tu palabra, y sin ella no eres nada- termino seriamente, para después dejar salir una sonrisa y darle un rápido beso en la mejilla a Harry- Gracias- fue todo lo que dijo, para luego levantarse de encima de Harry y empezar a ver sus chocolates, con una sonrisa radiante.
-De nada- le dijo calmadamente Harry, mientras se sentaba en la cama y veía como el rubio empezaba a sacar y desenvolver el primer chocolate- espero que te gusten, me dijeron que son de los mejores.
-Están deliciosos- dijo animadamente el rubio Slytherin, mientras se llevaba el segundo chocolate a la boca.
En verdad ese rubio amaba los chocolates y por alguna extraña razón, Harry se sintió estúpidamente feliz por ser él quien le daba esa alegría al Slytherin, todos pasaron un rato más con el oji-plata, mientras él hablaba, reía y disfrutaba de sus queridos chocolates, ya más tarde tendrían que ir a clases, pero por ahora disfrutarían de pasar un agradable rato con ese rubio tan especial, el cual había logrado unir a las serpientes con los leones.
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En una hermosa y elegante mansión ubicada en Francia, más específicamente en el salón de esta, se encontraba sentado en un cómodo sillón un muchacho, de rebeldes cabellos castaños y hermosos ojos azul cielo, con un cuerpo que por lo que se podía distinguir era de una estructura fuerte y fornida (pero no exageradamente), con músculos definidos y marcados, dando así como resultado final, un cuerpo de infarto, que te incitaba al divino pecado de la lujuria.
-Señor, los tramites han finalizado- informo un hombre ya mayor, de oscuros cabellos al joven, quien solo asintió y con un movimiento de su mano le indico que continuara- el traslado se hará oficial en el momento que usted decida, solo debe informarme cuando desea que esto suceda y me encargare de que así sea- termino con un tono servicial.
-Bien, antes de marcharme debo atender algunos asuntos- informo el joven de piel acanelada, la cual junto a su cabello castaño desordenado y sus ojos azul cielo, sin contar su cuerpo de infarto (¿Ya lo había dicho?, pues es que en verdad era todo un Adonis *o*) hacían de él una imagen por demás digna de ver y admirar, anudado a ese aire travieso, rebelde y sexy que desprendía- así que en cuanto tenga una fecha te lo informare- ante lo dicho el mayor asintió afirmativamente- ahora retírate- ordeno, ante lo cual este inmediatamente procedió a retirarse, no sin antes dedicarle una ligera reverencia.
El joven que por su apariencia debía de tener no más de 17 años, se levanto del sillón para acercarse a la ventana de la sala, la cual mostraba la imagen de un hermoso jardín, el cual el no observaba, pues sus ojos se veían desenfocados, perdidos en los recuerdos del pasado.
-Ya estoy en camino- susurro suavemente, tan bajo que parecía hablarle al viento, tal vez con la vaga esperanza de que este llevara su mensaje hasta aquella persona que hace tantos años dejo atrás, por la cual prometió volver y proteger para siempre- no he olvidado mi promesa, tarde años, pero volveré...solo espera un poco más, volveré por ti...Dragón, para cuidarte y protegerte como lo prometí- termino aquellas palabras una con radiante sonrisa en sus labios.