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A tu servicio (SeKaiSoo) por EXOticWuFAN

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Notas del fanfic:

No sé qué me dio la idea... jajajaja, pero si están locas como yo(?) creo que les gustará X) 

Creo que es el primer fanfic en donde involucro SeSoo o.O

Notas del capitulo:

Jejejeje -////w/////- Ámenme(?)

¡A leer!

Kyungsoo y Jongin estaban en una relación “no oficial”. Sí, Kyungsoo estaba enamorado de Jongin, pero éste no consideraba su relación como un noviazgo como tal. Más bien Kyungsoo era su amante, pese a no tener a una pareja como tal. Jongin comenzó a cortejar a Kyungsoo poco tiempo después de contratarlo como sirviente. Kyungsoo desde siempre había sido tímido, y el día en que Jongin le robó un beso fue cuando se dio cuenta que sentía algo por él. Empezaron con citas dentro de la propia casa. Citas que, por lo regular, eran en cuartos pequeños y no muy concurridos. Dieron un gran paso cuando Jongin citó a Kyungsoo en su habitación, sin embargo, no ocurrió nada más que besos en esa ocasión.

Jongin no duró mucho tiempo con esa actitud de ir lento con Kyungsoo, por lo que decidió un día decirle a todos sus sirvientes que se fueran temprano; a todos excepto a Kyungsoo, claro está. Platicaron, cenaron, rieron y demás. Por supuesto que el encuentro terminó en la cama de Jongin. Kyungsoo le entregó todo y el otro lo recibió con gusto. A partir de ese momento, esas circunstancias se volvieron frecuentes.

Sin embargo, Jongin ya no sentía la necesidad de ocultar lo suyo con Kyungsoo. Abiertamente lo besaba, hacía que se sentara en sus piernas y demás. Kyungsoo no estaba muy de acuerdo con ello, pero le agradaba el lado inhibido de Jongin al ser espontáneo con sus acciones al besarlo, acariciarlo o a veces acorralarlo en donde se le ocurría. Kyungsoo poco a poco iba perdiendo su vergüenza no sólo al hacer esto, sino que en los actos sexuales también.

Jongin tenía fantasías un poco descabelladas. La primera de ellas fue tener sexo con Kyungsoo en la alacena de la cocina. La idea le cayó de sorpresa a Kyungsoo al escucharlo de la propia boca de Jongin, pero lo cierto es que no desaprovechó la oportunidad.

Después fue en la sala, cuarto de baño, la mesa de centro del vestíbulo entre otros sitios aleatorios alrededor de la casa. Para Kyungsoo eran ideas completamente descabelladas, pero no ponía objeción al momento en que el otro se lo proponía. Prácticamente Kyungsoo decía que “sí” a todo lo que Jongin pedía. Pronto se iba a dar cuenta que eso fue un gran error de su parte…

 

**********

 

Jongin estaba completamente seguro que Oh Sehun, uno de sus empleados y más brillantes dentro de su círculo, deseaba a su sirviente. Sí, lo supo muy rápidamente el día de reunión en su casa. Invitó a todos para poder trabajar cómodamente en lo que sería la nueva presentación del mes. Jongin era el dueño de una empresa importante de publicidad, específicamente de una revista en particular que hablaba sobre tabúes y demás mitos urbanos que a la gente le gustaba leer porque, o les interesaba el tema o su morbo era muy grande.

Llegaron alrededor de las 3:00 de la tarde. Todos entraron al vestíbulo y dando sus sacos a las sirvientas. Todos los empleados de Jongin se fueron sentando uno a uno en los sillones de alrededor de él. Sehun, por razones del destino, quedó justo enfrente de su jefe. Sehun de verdad era el más creativo entre todos, por esto Jongin le tenía un gran afecto.; “laboral”, si se puede decir.

 

— Kyungsoo –Jongin llamó.

 

En pocos segundos apareció un chico de piel pálida, enormes ojos, un poco bajito con cabello negro y traje. Sehun sólo tuvo que voltear a verlo para quedar hipnotizado por su belleza. Para Sehun, “Kyungsoo” era un chico digno de admirar, pero no pudo hacerlo por mucho tiempo ya que, tras haberle susurrado algo Jongin, se fue de inmediato y al poco tiempo sirvientas llegaron con bocadillos y copas al igual que botellas de vino.

Las sirvientas comenzaron a servir la comida pero Sehun no pudo concentrarse en nada más que Kyungsoo. Sus ojos iban y venían por el inmenso vestíbulo para ver si el chico regresaba, pero no fue así. Jongin prestaba suma y cuidadosa atención a las expresiones de Sehun mientras que éste sólo quería ver a alguien en particular. Jongin no solía beber en las tardes, por lo que él pidió café, pero cuando estaba a punto de pedirlo, le susurró a la sirvienta encargada que se lo trajera Kyungsoo.

Al poco rato, el chico apareció con una bandeja de aparente plata en la que traía una taza, una tetera, un recipiente con cubos de azúcar y una cuchara. Kyungsoo dejó la bandeja en la mesa de centro y sirvió el té para después dárselo a Jongin. Los ojos de Sehun no paraban de seguirlo, y de eso se daba cuenta muy bien Jongin. Desde ese día, la curiosidad de Jongin por la reciente atracción de Sehun hacia su sirviente le desarrolló una inmensa curiosidad.

Jongin decidió, entonces, acercarse más a Sehun, para que no fuera un problema el que lo invitara más veces a su casa que a otros empleados de la empresa. Jongin tenía una especie de gusto extraño. Le agradaba ver cómo Sehun se ponía nervioso cuando Kyungsoo estaba cerca o cuando se congelaba totalmente al ver a Kyungsoo sonreír. De una u otra forma, Jongin gustaba de ver sufrir a Sehun por ponerle enfrente lo que deseaba y no poder alcanzarlo.



***********

 

“Filmar”

La idea llegó a Jongin de repente. Jongin siempre veía el rostro de Kyungsoo al tener sexo, ¿pero cómo se vería desde cualquier otro punto de la habitación? Poder ver sus gestos junto a todo su cuerpo. ¡Sería una obra maestra! Sin embargo, Jongin quería ser la persona que filmaría, y Kyungsoo no puede tener sexo consigo mismo, ¿cierto? ¿Entonces qué pasaba en esos casos?

 

— ¿Puedo pasar? –alguien llamó desde el otro lado de la puerta.

— Sí, claro.

— Disculpe, señor, tengo los nuevos modelos para la portada del siguiente mes.

— Genial. Me gustaría verlos.

— Oh, sólo traigo estos –Sehun le entregó las impresiones a Jongin–. Los demás los tengo en casa.

— Mmm… me agradan. Por trabajos como estos es que te tengo a mi lado.

— Me halaga, señor.

— Sehun.

— ¿Sí?

— ¿Tienes novia?

— No, señor.

— ¿Vives solo?

— Sí, señor. Me mudé hace unos meses.

— ¿Te gusta alguien?

— ¿Q-qué?

— Pregunté que si te gusta alguien.

— Ah… ¿Es necesario que responda?

— Me gusta que mis empleados confíen en mí.

— Oh, entiendo –Sehun se sentía nervioso–. Pues, sí, me gusta alguien.

— Lo sabía, se nota en tu mirada.

— ¿Tan indiscreto soy, señor?

— Oh, no, por supuesto que no. ¿Cómo es?

— Tiene cabello negro y una tez muy blanca.

— Debe ser hermosa.

— Lo es.

— ¿La has tocado?

— ¿Qué?

— Su piel.

— N-no… No somos… tan cercanos.

— Oh, ¿y cuándo pretendes acercarte?

— Pienso hacerlo, señor.

— Tengo confianza de que lo harás muy pronto… –Jongin sonrió.

— ¿Usted cree?

— Absolutamente. Ve mañana a mi casa para revisar los diseños con más calma.

— Entendido.

 

Cuando Sehun salió de la oficina de Jongin éste sonrió y estiró sus brazos para después inclinarse hacia atrás en su silla. Jongin escribió claramente en una hoja lo que había planeado con Kyungsoo, pero le faltaba un actor en su obra. Ese actor ya estaba decidido: Oh Sehun.

 

*********

 

Jongin llegó alrededor de las 11:30 de la noche a su casa. Estacionó su auto Lamborghini y después entró a la casa. Todas las luces estaban apagadas, así que Jongin no quiso prenderlas. Sin embargo, la única luz encendida era la de la cocina. Jongin de inmediato esbozó una sonrisa pícara y entró en ella. Vio a Kyungsoo de espaldas vestido con un pijama azul marino con franjas blancas. Jongin se acercó a él y lo abrazó por la espalda asustándolo un poco y provocando que casi derramara su taza de café.

 

— Te queda muy bien ese pijama –susurró Jongin en la oreja del más bajo.

— G-gracias…

— Pero, te verías mejor sin ella…

— J-Jongin, no digas eso…

— ¿Por qué no?

— Porque… me provocas…

— Ese es el punto.

 

Jongin volteó a Kyungsoo por los hombros y él tuvo que soltar su taza para poder aferrarse al cuello de Jongin. Ambos se besaban como si no hubiera mañana, creando sonidos con su boca al chocar sus labios, al jugar con la lengua del otro y al suspirar para obtener un poco de aire y seguir besándose. Jongin pronto tomó las piernas de Kyungsoo e hizo que las entrelazara a su cintura para poder simular embestidas, aunque lo único que hacía era frotar el pene de Kyungsoo con el suyo, lo cual provocó que Kyungsoo rompiera el beso por sus gemidos repentinos.

 

— Ahh… ahh… Jongin…

— Agárrate de mí.

 

Con un rápido movimiento, Jongin cargó a Kyungsoo y lo llevó al sillón más cerca que encontró y lo acostó en él. Las habitaciones de ambos estaban en el piso de arriba, por lo que Jongin no iba a perder el tiempo subiendo las escaleras. Inmediatamente que tuvo a Kyungsoo bajo él continuó besándolo para así bajar a su cuello. Al ir bajando, Jongin fue desabotonando la camisa del pijama hasta dejar su torso completamente desnudo. Besó y chupó los pezones de Kyungsoo hasta dejarlos duros mientras su mano indagaba en sus pantalones.

 

— Ahh… Jongin… ¡Ahh!

— Sigue diciendo mi nombre…

— Jongin… Yo… ya no…

 

Kyungsoo se tensó y se corrió en la mano de Jongin, quien la sacó de sus pantalones y lamió los residuos de semen de su mano y provocó una vez más la erección de Kyungsoo. Jongin le quitó el pantalón y lo aventó a un lugar que no le importaba. Bajó su bragueta y liberó su pene de la profunda presión que su pantalón negro estaba provocando. Colocó las piernas de Kyungsoo alrededor de su cintura y tomó la de Kyungsoo con su mano izquierda mientras que con la derecha empujaba su pene hacia adentro de él.

 

— ¡Ahh, Jongin! Ahhh… ahhh…

— Kyungsoo… Tan… apretado como siempre…

— Mu… muévete Jongin, por favor…

 

Bastaron esas palabras para que Jongin tomara la cintura de Kyungsoo con las dos manos y empezara a meter y sacar su pene de él. Los gemidos de Kyungsoo inundaban la sala y también los oídos de Jongin. Kyungsoo sólo se enfocó en el placer que Jongin le otorgaba y el que él se proveía a sí mismo masturbando su propio pene con una mano mientras la otra pellizcaba sus pezones.

Jongin inclinó su cuerpo hacia enfrente para besar a Kyungsoo y sustituir su mano por la suya. Ahora ambas manos de Kyungsoo se dedicaron a enredarse en el cabello de Jongin y a acercarlo más a él para profundizar el beso. Jongin había aumentado la velocidad de sus estocadas y del movimiento de su mano sobre el pene de Kyungsoo, por lo que unos minutos más bastaron para que ambos llegaran al orgasmo. Jongin dentro de Kyungsoo y él entre sus abdómenes.

Jongin, cansado, se dejó caer encima de Kyungsoo sin todavía salir de él. Ambos respiraban con dificultad, pero Jongin agarró fuerzas para levantarse sobre sus codos y proveerle un beso a Kyungsoo en los labios. Después se separó de él y lo miró a los ojos.

 

— Necesito que me hagas un favor –dijo Jongin.

— ¿Favor? ¿Qué tipo de favor? –Kyungsoo contestó al compás de su respiración.

— Uno muy especial.

 

***********

 

Sehun no entendía muy bien por qué Jongin lo había citado a las 6:30 de la tarde en su casa. Según él, ya era muy tarde para un encuentro laboral, pero Sehun no cuestionó la hora. De hecho, Sehun no cuestionaba nada de lo que su jefe dijera, porque normalmente estaba en lo correcto. Sus acciones, sus decisiones, sus palabras eran sumamente acordes al momento en el que las pusiera en práctica, así que Sehun se sentía orgulloso de trabajar con alguien así.

Sin embargo, ese día estaba feliz por otra cosa. En la casa de Jongin trabajaba un chico llamado Kyungsoo, del cual Sehun no sabía muy bien qué le hacía sentir. La primera vez que lo vio quedó extasiado por su belleza, pero un gran sentimiento comenzó a surgir después de ese día en cada momento que Sehun lo veía. El sentimiento que Sehun sentía por Kyungsoo no era amor, de eso estaba seguro. Tal vez sólo era “gusto” y no más, pero ese gusto era muy fuerte. Tan fuerte que Sehun no soportaba las ganas de que diera la hora para ir a la casa de Jongin a verlo.

Y así fue. Pese a que el tiempo pasó lento, dieron las 6:00 y Sehun se puso en marcha. Guardó todas las impresiones de los diseños y los guardó en un portafolio. Tardó exactamente 20 minutos en llegar, por lo que tocó el timbre y esperó. Sin embargo, nadie abría la puerta. Tocó el timbre 2 veces más y el mismo Jongin le abrió la puerta.

 

— O-oh, buenas tardes –saludó Sehun.

— Pasa, pasa, lamento haber tardado.

— Si no es descortés de mi parte, ¿y sus sirvientes?

— Les dije que se tomaran el día libre. Tú sabes, ellos también merecen un descanso.

— S-sí, por supuesto –Sehun sonrió pero por dentro se sintió decepcionado.

— Sí, bueno, ponte cómodo. Iré un momento a mi estudio.

— Sí, gracias.

 

Sehun se sentó en una de las sillas de la sala y dejo su portafolio en el piso. Lo único que podía escuchar era el sonido del segundero y eso lo puso un poco nervioso. Frotó sus manos en sus piernas y, para distraerse un poco, se dedicó a ver las fotografías y marcos de la pared más cercana a él. De repente, escuchó unos pasos acercarse, por lo que pensó que era Jongin y empezó a sacar los planos para ponerlos en la mesa, pero no contaba que, frente a él, se encontraba Kyungsoo vistiendo un traje de sirvienta. Una falda muy pequeña cubría la mitad de sus muslos y sus piernas se encontraban cubiertas por unas mayas blancas. Sehun tragó saliva cuando lo vio acercarse.

 

— Disculpe, joven –habló Kyungsoo–, ¿le gustaría beber vino?

— S-sí, claro…

— Bien.

 

Kyungsoo fue a la cocina y regresó casi al instante. Kyungsoo colocó la botella de vino en la mesa y la copa, la llenó y, al momento de entregarla a Sehun, hizo un mal movimiento intencional y vertió todo el vino en el pantalón de Sehun.

 

— ¡Oh! ¡Lo siento mucho! –Kyungsoo se disculpó.

— N-no te preocupes…

— Fue mi culpa, lo lamento tanto –Kyungsoo sacó un pañuelo y comenzó a limpiar el pantalón de Sehun por el área de su entrepierna.

— N-no deberías hacer eso…

— ¿Por qué no?

— P-porque…

— Creo que… debería mandarlo a lavar –Kyungsoo desabotonó su pantalón y bajó la bragueta, sólo para verificar si el pene de Sehun ya estaba erecto; y sí lo estaba.

— ¡¿Q-qué haces?!

— Lo estoy ayudando.

 

Kyungsoo, sin vergüenza alguna, bajó la ropa interior de Sehun y comenzó a masturbar su pene al mismo tiempo que lamía la punta. Sehun no sabía qué hacer, todo estaba pasando tan rápido que no sabía ni siquiera dónde colocar sus manos. Sin embargo, pronto les encontró lugar. Kyungsoo ya estaba metiendo todo el pene de Sehun en su boca, por lo que Sehun no dudó en aferrar sus manos a su cabello para controlar los movimientos de Kyungsoo sobre su pene.

Sehun se sentía en el mismísimo cielo porque Kyungsoo hacía un magnífico trabajo. Mientras su boca estaba ocupada una de sus manos se dedicó a acariciar sus testículos mientras la otra masturbaba su propio pene. Cuando Kyungsoo sintió que Sehun estaba cerca de llegar a su orgasmo, se separó, bajó las mayas blancas junto a su ropa interior y se colocó encima de Sehun. Él, por su parte, estaba anonadado. Kyungsoo era mucho más sexy de lo que él creía.

 

— Joven –habló Kyungsoo para obtener su atención–. Lo necesito… dentro de mí…

 

Sehun, por inercia, movió su cuerpo y tomó la cintura de Kyungsoo para hacer que su pene entrara en él. Kyungsoo soltó un quejido. La sensación era diferente al de Jongin, por lo que tardó un poco en acostumbrarse. En su cabeza, sólo se repetía lo que Jongin le había dicho:

“Oh Sehun te desea, se le nota, así que me gustaría darle un pequeño regalo contigo. Si no puedes, sólo imagina que soy yo quien lo está haciendo. Imáginalo sin decir mi nombre, por supuesto”

Así que eso hizo Kyungsoo. Sehun ya lo tenía encima de mesa con sus planos en el pecho de Kyungsoo. Entraba y salía con rapidez, pero a la vez con profundidad. Los gemidos de Kyungsoo eran como música para sus oídos, y Sehun se excitaba más al verlo vestido de esa forma. La falda extremadamente pequeña tapaba muy poco de su pene, por lo que lo podía ver y tocar con libertad. Sehun ya casi llegaba a su orgasmo definitivo y Kyungsoo lo sintió también, pero en ese momento llegó Jongin, inhibiendo por completo el acto.

 

— S-señor… –dijo Sehun, un poco desconcertado.

— Lamento interrumpir, pero… Estaba pensando que quiero unirme a la fiesta –Jongin, tranquilamente, bajó sus pantalones y acercó la boca de Kyungsoo a su pene–. Continúa.

 

Sehun, no entendiendo nada, le hizo caso a Jongin y siguió con las embestidas. Kyungsoo volvió a gemir, pero el sonido no salió del todo porque su boca estaba ocupaba chupando el pene de Jongin, quien tenía una sonrisa de satisfacción.

 

— Eso es, bebé, danos placer a los dos…

 

Sehun no aguantó mucho y se corrió en el interior de Kyungsoo y Jongin en su boca, a la vez que Kyungsoo lo hizo encima de la alfombra. Sehun salió de Kyungsoo y se dejó caer en el sillón, cansado, durmiendo instantáneamente al igual que Kyungsoo, por lo que le llamó a su chofer para que lo llevara a su casa. Lo vistió y escondió a Kyungsoo antes de que llegara, por supuesto.

Una vez en su casa, el chofer dejó a Sehun en su cama. Lamentablemente, a la mañana siguiente Sehun se despertó confundido, su pantalón estaba hecho un desastre y se sentía perdido. Sehun pensó que todo lo que había pasado fue un sueño, una vil fantasía de su mente y nada más. Se dio un baño para recuperarse y poder llevar a su trabajo los importantes diseños que le había prometido a Jongin.

Mientras tanto, en la casa de Jongin se respiraba un aire de felicidad. Jongin estaba llenando de besos a Kyungsoo desde que despertaron porque gracias a él tenía en sus manos la tan preciada cinta.

 

— No puedo creer que me hayas hecho hacer eso –Kyungsoo dijo al momento de servir café en dos tazas.

— Yo sí puedo creer que hayas accedido a hacerlo –Jongin besó a Kyungsoo–. Gracias.

— ¿Qué harás con esa grabación?

— La pregunta es “¿qué no haré?”.

— Tengo un mal presentimiento…

— Oh, ¿en serio? Pues yo tengo mucho que darte por tu cooperación.

— ¿Darme? ¿Qué?

— Tú ya sabes –Jongin se acercó a besarlo larga y profundamente–. Además, te propongo algo.

— Oh, no. Aquí vamos de nuevo…

— ¿Qué te parece si lo repetimos?

— ¿Qué?

— Pero descuida. Esta vez –Jongin tomó el mentón de Kyungsoo para atraerlo y besarlo– sólo seremos tú, yo y...

— ¿Y?

— Y nuestra habitación.

 

Jongin tomó a Kyungsoo por la muñeca y ambos subieron a su cuarto. Los únicos sonidos que se escuchaban eran la ropa caer y el rechinido de la cama. Pronto fueron los gemidos de Kyungsoo, y si los pensamientos de Jongin se escucharan, prácticamente se escucharía un grito de felicidad al haberles dado toda una semana de vacaciones a sus empleados.

Notas finales:

ewe ¿Qué les pareció? Jejejejeje, díganme la verdad XD 

Esto es un regalo de disculpas por no actualizar seguido TwT

No les recomiendo que lean las partes lemon con "Motivation" de Kelly Rowland ft. Lil Wayne versión intrumental de fondo X'DDDD Es muy... no sé X'D jajajaja.

¡XOXO! Espero sus reviews :D


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