Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dame tu amor y otra oportunidad por Majo Walles

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Tratando de llevar el asunto

 

 

Luego de que Minato se enterarse de que su salvador era un demonio, cierta preocupación atacó su cuerpo. Es que era realmente increíble ¿Un demonio le salvó de otro? No había que ser un genio para darse cuenta que el impulsivo muchachito no le tenía respeto ni a su sombra, pero parecía muy interesado en no permitir que ni el sol le diera al bebé que ahora cargaba.

-Así que un híbrido -dijo meciendo al bebé y caminando alrededor de la habitación - ¿Y como se supone que llegaste a los limites de Konoha si ser detectado? -Preguntó, dejando al bebé que ahora parecía dormir, en el cojincito que estaba junto a Naruto.

-No lo sé -no era muy dado a dar explicaciones y tampoco las daría a un débil humano que tuvo que salvar aun sin estar muy interesado, sólo que ese demonio lo alteró un momento y prefirió deshacerse de él, antes de que le diera problemas.

-Bien -se sentó en su escritorio y le invitó a ocupar el otro asiento, cosa que el joven no hizo, pero lógicamente a estas alturas, no le extrañó para nada - ¿Me puedes decir a que región perteneces? -Preguntó, mientras empezaba a tomar apuntes en un pergamino.

Minato debía velar por la seguridad de toda una aldea, pero en estos momentos y con la muerte de su esposa, poca cabeza tenía para ello, por lo que le pediría ayuda al tercero en algunos ámbitos.

-No soy de ninguna región -dijo curioso de lo que escribía el tipo rubio. No le apetecía tener que volver a huir con el mocoso, si que estaba realizando un comunicado para su captura.

-¿Cómo? -Preguntó deteniéndose y mirando al chico a los ojos.

La mirada de Minato  fue tan intensa en un momento que Sesshomaru sintió una extraña sensación, que lo orillaba a querer tomar al bebé y salir de ahí lo más rápido posible, pero lo eliminó de un soplo. Él no le temía a nada y mucho menos a un patético humano.

-¿Necesitas un mapa, para entender? -Le dijo con prepotencia.

-Ey calma, que no te estoy atacando -le dijo poniéndose de pie.

-No, sólo interrogando -bien, algo raro pasaba con él. Nunca había dado más de dos palabras a un humano y normalmente eran insultos, pero ahora estaba metiéndose en una pelea con uno.

-Te recomiendo que te tranquilices -le dijo acercándose y levantando las manos en señal de paz, cosa que al otro poco o nada le importaba.

-Entonces aléjate -le dijo poniendo la mano en la empuñadura de la espada que tenía sujeto al cinto de su ropa.

Minato era un hombre calculador y siempre estaba atento al más mínimo detalle, por lo que cuando vio que bajaba la mano y la acercaba a su espada, actuó por instinto o quizás supervivencia.

Al tiempo en que Sesshomaru levantó la espada, Minato sujetó rápidamente sus muñecas imprimiendo la mayor cantidad de chacra que podía, para equilibrar un poco la fuerza, que suponía, tenía el chico. Lo estrelló contra la muralla logrando que soltara la espada.

-Te dije que te calmaras, no tengo absolutamente nada en tu contra y si te pregunto es por que quizás pueda ayudarte -le dijo sujetando a un perplejo Sesshomaru, que no se creía la velocidad que tenía este tipo.

-Suéltame -le amenazó entre dientes, por que obviamente no fue una petición.

-Lo haré si te calmas -vio como el chico lo fulminaba con la mirada y sonrió de lado, seguramente nunca nadie le había enfrentado de esa manera-, sólo quédate tranquilo -le dijo al tiempo que lo soltaba- y lo que dije antes es cierto, me gustaría ayudarte si esta en mis manos el hacerlo, pero para eso debo saber aunque sea algo de ti.

-No hay nada que te importe humano.

-Ya -le dijo cansado -, deja eso de humano, que no me intimida para nada, sólo dime Minato y listo, tampoco espero que me trates con respeto por la edad.

-Ni tampoco lo tendrás de mi parte -se cruzó de brazos y le clavó su mirada gélida.

-Bien, me rindo -dijo suspirando-, pero no creo que te puedas hacer cargo de tu hermanito, por lo que me gustaría ayudarte, aunque sea por el tiempo que sea necesario.

-No necesito de tu ayuda.

Bien, el mocoso era ciertamente irritante y al parecer no había forma de bajar sus defensas.

-Sólo digo que te ayudaría en aligerar tu carga -lo miro fijamente - ¿Qué me dices? ¿Me dejas ayudarte a cuidar a tu hermanito, como recompensa al haberme salvado?

Y Sesshomaru lo quedó mirando

 

Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos mañana!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).