14 de febrero, fecha dedicada a celebrar el tan famoso y esperado “Día de San Valentín”, sinónimo de regalos, flores, chocolates, tarjetas y sobre todo... de confesiones. O eso es lo que significaba para todo el mundo, o bueno, casi todos.
Siendo tan sólo un estudiante más en un colegio de los tantos que se encontraban en Seúl, Kim KiBum o como solían llamarle “Key”, le dio una nueva definición a esas simples cuatros palabras; para él, este día no significaba otra cosa más que “Infelicidad”, “Malos momentos” o simplemente “Soledad”. Su día más odiado desde que entró por fin a la preparatoria y se dio cuenta que nunca había tenido una pareja con quien celebrar esta fecha. Y no es que él fuera alguien solitario que le costaba socializar con las personas, al contrario, su vida escolar se basaba en llamar la atención y estar rodeado de gente, y es que no tenía que esforzarse para que una montaña de pretendientes - Chicas y Chicos- lo rodearan, sólo le hacía falta respirar para tener miles de esas cartas, peluches y chocolates en este día.
Entonces... ¿Por qué odiar un día donde te dan más atención que cualquier otro?, ¿Por qué lamentarte de tu soledad al tener cientos de pretendientes de dónde escoger?
Justamente ése era el motivo. El pobre tenía que pasar su insoportable día recibiendo confesiones sin parar y rechazando a tantas personas se le declaraban. Detestaba hacerlo, pero es que ninguno llegaba o al menos se acercaba a su expectativa. Key era un chico exigente y algo arrogante, no por nada era llamado “La Diva” del colegio y no era fácil complacerlo. Él deseaba tener a alguien a su altura, que no se doblegara ante él o al menos que no cayera tan rápido a sus pies.
La frustración colmaba al de ojos avellana hasta el punto de deprimirlo. Todas los medio días cercanos a esta fecha, KiBum se lamentaba de su pesar con sus amigos, que ya no sabían que más decirle para que todo se solucionara.
Hoy era un día de esos, todos sus amigo se iban reuniendo poco a poco, alrededor del castaño como siempre, esperando a que su amigo más caprichoso empezara con sus tan famosos lamentos...
—Pero Umma, deberías dejar de ser tan exigente. Hay muchos que quieren estar en una relación contigo. —Eso le había dicho su bebé, ese de cabellos rubios y cortos llamado, TaeMin. Su niño consentido y el único con el honor de ser llamado “su hijo”; siempre estaba escuchando sus lamentos con mucha atención, sin saber que “su madre” le agradecía mentalmente por ellos.
—Si Key, jamás tomas en cuenta a nadie... Así terminarás solo. Hasta el presidente de nuestro salón, SuHo, tiene una relación con el despistado de Lay. —Mencionaba siempre su compañero de clase y uno de sus tantos amigos, BaekHyun mientras delineaba sus ojos en frente de un espejito, señalando sin mirar, a las personas que se encontraban en una de las esquinas de la gran mesa donde siempre se sentaban. Sacándole en cara a una pareja distinta, cosa que realmente detestaba el castaño, pero no podía reclamarle, pues, tenía razón. Hasta el adicto a “Eyerline” tenía al gigantón de ChanYeol -que se encontraba justo al lado de éste- y que a pesar de ser un año menor que ellos podía decir que era un buen chico, fiel y de buen corazón, que siempre llevaba una enorme sonrisa en su rostro, sin duda se había encontrado un buen novio, mientras él no tenía a nadie a su lado. Todo por su arrogancia y perfeccionismo.
Hasta el llorón de Tao -La Diva de 9° grado- tenía su tonta, pero inevitablemente linda relación con el inexpresivo Oh SeHun del 8° año. Esos chicos eran reservados y tímidos, pero sorprendentemente también eran muy sociables cuando agarraban confianza y por eso, ellos se sumaban a los que se sentaban en la mesa de Key.
Pensar en ello deprimía aún más a la Diva de mayor experiencia y se lamentaba de haber agarrado las mismas malas costumbres de su Hyung, HeeChul, el cual ya se había graduado y encontrado una pareja dejando su legado y título a su “aprendiz”, Key.
Key bufó. “Tonto HeeChul, hasta tú tienes pareja y me has dejado con esta tonta costumbre” pensó el de mirada felina. Y es que para él, HeeChul había sido como un hermano mayor y siempre trato de seguir sus pasos, hasta que se enteró que después de tanto tiempo evitándolo, el genial SiWon había logrado por fin tener una relación con su Hyung.
Sacándolo de sus pensamientos, un moreno chico de cabellos marrones que pasó sus brazos alrededor de su bebé, hablo:
—¿Qué hacen? —preguntó JongIn, o como le gustaba ser llamado, “Kai”, siendo seguido por un pequeño niño de ojos saltones, compañero de ChanYeol, KyungSoo, quien veía de forma fulminante a TaeMin que sonreía al ver a su mejor amigo.
—Lo de siempre —expresó el rubio de la misma edad del moreno, restándole importancia.
—¡Oh!... Ya veo —dijo Kai sin sorpresa alguna mientras dirigía su mirada hacia Key—. Hola, Key-Hyung —saludó.
—Hola, Kai... —dijo el castaño devolviéndole el saludo—. Hmm... No es por nada, pero te recomiendo que tengas cuidado —advirtió un poco divertido.
—¿Eh? ¿Cuidado de qué? —preguntó el moreno confundido—. ¡Au! ¡Au! ¡Au! —se quejó sintiendo como su oreja era jalada.
—Por eso —respondió Key con una sonrisa, viendo como un chico alto cara de rana -compañero de él- tomaba de la oreja a Kai, alejándolo del rubiecillo bailarín.
—¡Hey! ¡Eso duele! —reclamó el agredido algo enojado.
—Entonces no te pegues tanto —Habló MinHo sin expresión alguna, obviamente celoso. Después de todo, era el novio del “hijo adoptivo” de Key. Le molestaba que ese idiota gigantón le haya quitado a su bebe- no sin dar antes su aprobación-, pero es que no podía hacer nada, después de todo TaeMin se veía realmente feliz con su celosa y sobreprotectora pareja—. Ve a abrazar al dodo antes de que Mi novio termine lastimado por tu culpa —concluyó señalando a KyungSoo mientras pasaba su brazo alrededor de la cadera de Tae
Kai volteó nervioso a verlo, notando como su pequeño novio lo miraba de manera fulminante y se volteaba para irse del lugar.
—¡Vaya! Creo que alguien se quedará a dormir solo esta noche- Se escuchó un comentario de una nueva persona integrándose al grupo robándose la atención de todos.
—Cállate, Chen —expresó el moreno nada feliz antes de irse tras su novio
—¡Buena esa! —Habló ChanYeol riendo estruendosamente junto Baekhyun
—Yo solo decía la verdad —se sinceró maliciosamente el Troll del grupo.
Key reía con ellos aunque no lo hacía tan alto, ya que sabía lo criticada que era su risa por ser supuestamente “Exagerada”, hasta que cayó en cuenta de una de las cosas que había dicho Chen...
“¡Vaya! Creo que alguien se quedará a dormir solo esta noche”
Era cierto, según tenía entendido, ambos vivían en el mismo departamento de la residencia del colegio o mejor dicho todos a excepción de él, Tao y SeHun vivían con sus parejas, cosa que consideraba una gran suerte.
Key nunca tuvo compañero, ya que para su suerte o desgracia, él colegio tenía una cantidad impar de residentes. En cuanto al caso de Tao, su compañero YiFan- o mejor conocido como “Kris”- se había ido como estudiante de intercambio a China junto LuHan compañero de SeHun. Como resultado un asustadizo Tao siempre invitaba a SeHun a dormir con él, ya que le temía a los fantasmas, oportunidad que no desaprovechaba el chico amante del bubblea tea.
Key suspiró nuevamente deprimido, pensando en abandonar la cafetería e ir a la azotea para dormir el resto del almuerzo, pues se sentía extrañamente cansado, pero antes de que pudiera siquiera levantarse, otra voz se había integrado callando a todos los que se encontraban en la mesa.
—¡Hey! Key, te quería preguntar algo —hablo JinKi, o mejor dicho el alegre y algo torpe presidente del comité de estudiantes y el mayor del grupo, “Onew”
—Claro, habla rápido, Hyung —dijo algo desinteresado el de ojos felinos deseando poder irse a descansar aunque sea un rato y relajar la mente.
—Bueno, hemos decidido colocarte un compañero de departamento, ¿Estás de acuerdo con esto? —preguntó risueño
—¿Compañero? —preguntó desconcertado la Diva—. Pero… ¿No que no había ningún estudiante sin habitación?- Dijo citando las mismas palabras que le habían dicho la secretaria del Director.
—Bueno, sí, pero justamente hoy se ha cambiado un chico nuevo a este colegio y necesita hospedaje —respondió Onew.
—¿Un chico nuevo? —dijo perplejo Key
—¡Oh! Sí, hoy un nuevo chico llego a mi salón, debe ser él —respondió de improvisto MinSeok que era abrazado muy cariñosamente por Chen
—Exacto, ese chico del que habla XiuMin es el que he decidido poner como tu compañero —expresó el presidente sin borrar su sonrisa.
—Pero ¿Por qué justamente conmigo? —se quejó Key—. Tao y SeHun tampoco tienen compañeros —Se justificó por alguna razón, su orgullo lo obligaba a hacerlo.
—En realidad, nosotros pedimos hace poco estar en el mismo departamento, ya que ambos nos quedamos sin compañeros de cuarto —mencionó Tao desde la esquina de la mesa.
—¿Ves? —Habló Onew—. ¿Y bien?
—Y-Yo... Bueno —accedió por fin el castaño sin otra opción—. ¿Y dónde está? Necesito conocerlo —dijo tomando sus aires caprichosos.
—Bueno... Debería estar acá justo ahora, pero no sé... —trató de explicar el mayor, pero antes de que pudiera siquiera terminar de hablar una voz desconocida se lo impidió.
—S-siento llegar tarde, Hyung. Se me presentó una dificultad cuando venía para acá —se excusó un exhausto chico de baja estatura y cabellos castaño oscuros.
Key lo miro con sorpresa y curiosidad, jamás había visto a ese chico de ojos oscuro que hace poco había llegado a su mesa por lo que dedujo que se trata del chico nuevo del que le hablaba hace unos minutos su Hyung. Ese sería su compañero nuevo. El de ojos felinos que antes dudaba por tener que compartir su apartamento, resulto muy interesando ante el chico al lado de Onew... No le resultaba nada mal estar con alguien tan guapo como él.
—¡Oh! No te preocupes —mencionó el Presidente del consejo sin borrar su sonrisa—. Bueno chicos —habló alzando la voz logrando captar la atención de todos—, como ya estamos todos reunidos, me gustaría presentarles al nuevo chico que se ha transferido hoy al colegio —explicó Onew.
—Mucho gusto, Mi nombre es Kim JongHyun, 17 años, por favor cuiden de mi —se presentó el nuevo haciendo una reverencia con una sonrisa entusiasta.
Como era de esperarse, el grupo lo recibió con una sonrisa y una muy organizada de presentación por orden de edad- Idea de SuHo y el adicto al pollo- cada uno levantándose de su asiento:
—Soy Oh SeHun, tengo 13 años y estoy en 8°grado. —El rubio inexpresivo fue el primero en presentarse tomando la mano de Jong en modo de saludo.
—Yo soy Kim JongIn, pero puedes llamarme Kai y este pequeño de aquí es Lee TaeMin, ambos somos de 9° grado —mencionó emocionado el castaño bailarín que había vuelto justo a tiempo, luego de haber hablado con su pequeño novio.
—Un placer, Hyung —se reverenció el pequeño bebe de la Diva con una tierna sonrisa
—Soy Huang ZiTao, pero sólo dime Tao —Habló el tímido rubio—. Tengo 14 y también estoy en 9°grado —concluyó para luego volver a sentarse dirigiendo su mirada a SeHun que le sonrió un poco con ternura y lo abrazo por sobre los hombros.
—¡Oh! ¡Oh! —Llamó la atención repentinamente el gigantón de voz increíblemente grave—. Yo soy Park ChanYeol y estoy en primer año de diversificado —habló haciendo una exagerada reverencia—. 15 años —Finalizó con una de esas grandes sonrisas que tanto lo caracterizaban.
—Y yo, soy el grandioso Kim JongDae —dijo un travieso pelirrojo con gran superioridad—. Aunque para ti simple mortal, soy Chen —presumió juguetón obteniendo una pequeña risa del nuevo—. ¡Oh! Y este pequeño hobbit de grandes ojos es Do KyungSoo —Presentó sin permiso al pequeño dodo, sólo por querer molestar al más bajo, ganándose el ser “Inmortal” una de sus características miradas siniestras—. Estudiamos con este poste de aquí —finalizó con una traviesa y felina sonrisa ignorando al más pequeño del grupo.
—Es un placer conocerte —habló un muy educado presidente de la clase—. Soy Kim JunMyeon, pero puedes llamarme SuHo. Él es Zhuang YiXing, pero dile Lay —mencionó tomando delicadamente la mano del pelirrojo que se reverencio mostrando una linda sonrisa y dejando ver un pequeño hoyuelo característico del chico.
—Es un placer, emm... —saludó quedando pensativo.
—JongHyun, amor —le recordó el millonario. Sí, así era el inocente Lay.
—¡Ah! Sí, un gusto JongHyun-Hyung, somos de segundo año de diversificado —Fue lo que dijo el chico olvidadizo.
—Hyung —Llamó repentinamente un pelinegro de cabellos largos—, mi nombre es Choi MinHo, espero y nos llevemos bien —Habló de la misma forma educada que SuHo—. Por favor, seamos amigos y no me quites a mi TaeMinnie —Sonrió mientras abrazaba posesivamente al rubiecito—. Soy compañero del presi y Lay —Concluyó volviéndose a sentar.
—Baekkie... —Carraspeó ChanYeol.
—¡Ah, sí! —Exclamó el nombrado despegando su vista del espejo—. Soy Byu BaekHyun, 16 años —mencionó sin interés volviendo su vista al espejo, siendo rodeado por los brazos del orejón.
“¿Quién diría que alguien como él, es pareja de una persona tan carismática como el dumbo” pensó Key sabiendo que no era tan diferente a su amigo.
Preparándose para su presentación se arregló un poco disimuladamente -aunque sabía que ya se veía bien, después de todo era la diva del colegio- pero una señal del mayor de todos, le hizo entender que esperara. El de ojos felinos confundido acató la orden sintiéndose levemente importante al ser el último en presentarse.
—Hola, soy Kim MinSeok, pero me gusta ser llamado XiuMin asi que por favor dime así —Habló el chico con cara de hámster—. Tengo 17 años y estamos en el mismo salón —Finalizó con una sonrisa.
Ante todas las presentaciones, JongHyung reía divertido, cada chico era único y eso le agradaba, se sintió rápidamente aceptado y en confianza.
—Es un placer conocerlos a todos —dijo sincero—. Y... ¿Quién será mi compañero de apartamento? —preguntó a JinKi con curiosidad a lo que este sonrió divertido.
—A eso iba —Dijo haciendo seña para que Key se levantara y se acercara, cosa que obedeció sin refunfuñar como otras veces—. Él será tu compañero a partir de hoy —Lo semi-presentó.
—Mucho gusto, mi nombre es Kim KiBum, pero llámame Key —habló el de ojos avellana mostrando su más linda sonrisa mientras tomaba su mano en forma de saludo. Por alguna razón ese chico con ojos de cachorro le interesaba—. 16 años —agregó, ya que se había percatado de que Jong le veía muy fijamente con algo de asombro en sus ojos.
—Es un gran gusto conocerte —Dijo el nuevo abrazándole al salir del shock, en un tono extrañamente coqueto que desconcertó a KiBum —Me alegra que seamos compañero —continuó hablando distanciándose un poco y deshaciendo el abrazo, para luego callar y mirar a la Diva detalladamente, poniendo a Key un poco nervioso—. Me gustan tus ojos y tu rostro me recuerda al de un gatito, te llamaré así de ahora en adelante —Agregó después de unos minutos, tomando confianza al instante y arrancando del menor un muy inusual sonrojo que llamó la atención de todos que los miraban sorprendido la escena, ya que nadie nunca lograba dejar tan atolondrado al chico perfecto que siempre hacia todo bien, y no dejaría de ser así o al menos eso pensó el.
—Entonces… yo te llamare Puppy —propuso juguetón después de dispersar un poco su mente y disimular su nerviosismo más ese leve aceleramiento que tenía por parte de su corazón.
—¿Puppy? —preguntó entre risas el más bajo.
—Sí, tu cara y tus ojos son iguales al de un cachorrito, me gustan —bromeó el castaño sonrojándose un poco —Espero que nos llevemos bien— Expresó con son sonrisa tímida luego de carraspear un poco alzando la mano.
— Igualmente, cuida bien de mi, Gatito— Le encomendó el mayor tomando la mano delicadamente, mientras le devolvía con gusto la sonrisa.
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Un año exactamente pasó desde que estrecharon sus manos por primera vez, conociéndose mejor desde entonces, compartiendo departamento y volviéndose así grandes amigo. Sí, un recién llegado había logrado hacer lo que muchos no pudieron hacer en años... Tener la confianza del castaño.
Era increíble tanto para los demás como para el propio Key que era consciente de su propia conducta. Jong prácticamente lo había domado sin intensión alguna, solo con esos con una sonrisa y eso ojitos que tanto adoraba, esos que lo hipnotizaban de alguna forma y como si fuera alguna clase de brujo, lo hechizaban.
Key también había logrado saber muchas cosas del peli-marrón como que hacía ejercicio en las mañanas, era realmente sensible y lloraba con facilidad, que es muy fácil socializar con él- Habla demasiado-, también que era coqueto por naturaleza y sobretodo que le gustaba cantar y que estaba en el coro del colegio junto con él. Ambos siempre se elogiaban sus voces, para Jong, Key cantaba como un Ángel y para el castaño era al revés. La voz del Kim mayor era hermosa y jamás se cansaría de escucharla.
La Diva se había vuelto sumisa ante un perro. El de ojos avellana había caído completamente ante los encantos de ese chico que hace tan solo doce meses había llegado al colegio y se había introducido repentinamente en su vida. No se lo esperaba, no lo tenía previsto... Jamás pensó en enamorarse.
Simplemente era inaudito para KiBum, que nunca había logrado sentir esas mariposas en su estómago como lo sentía ahora.
Estaba frustrado, no sabía qué hacer. Para él, JongHyun desprendía heterosexualidad hasta por los poros y Key se había enamorado de alguien así, inalcanzable según él. Key siempre tuvo todo a su alcance y el hecho de que no lo pudiera tener a él lo frustraba y le gustaba a la vez, porque al castaño le gustaba lo difícil.
Así había logrado transcurrir un año hasta caer en el día que tanto detestaba Key...
“14 de Febrero” El tan famosos “Día de los Enamorados”
El afelinado de verdad odiaba ese día y comprobaría si seguiría siendo así, porque si, ese día El Todopoderoso Key, La Diva del colegio, El Inalcanzable, se declararía al que se había vuelto su gran amigo en tan poco tiempo.
—Omma, no puedo creer que de verdad lo vayas a hacer —mencionó un TaeMin muy emocionado
—Ni yo. Pensé que este día nunca llegaría... El Gran Kim KiBum está haciendo un regalo de San Valentín —Agregó MinHo en tono burlón.
—¡Yah! No te burles —reclamó el castaño—. Primero que nada, algún día tenía que pasar, supongo… Y segundo, haz silencio... No sabes lo difícil que es hacer este almuerzo —ordenó tratando de concentrarse en su labor.
Key preparaba un regalo porque era costumbre en esa fecha ¿No? Dar un obsequio. No estaba acostumbrado pero no era imposible. Él siempre recibía muchos así que no debía ser tan difícil.
—Bueno, bueno...—Habló nuevamente el pelinegro ignorando la orden del mayor—. Y a todas estas... ¿Por qué haces un almuerzo? —Preguntó—. ¿No deberías hacer algo dulce como chocolates, no sé, cosas así.
— Eso planeaba hacer, pero a Jjong no le gustan los dulces, así que decidí hacer esto... —Respondió mostrando con una sonrisa su obra de arte.
—¡Wah! Eso se ve delicioso, Omma —reaccionó maravillado el pequeño a observar la enorme caja de almuerzo con varios compartimientos—. ¿Qué tipo de comida es? ¿Italiana? —preguntó con curiosidad.
—Sí, bebé —Respondió Key con orgullo—. Son Ravioles bañados en salsa de tomate, unos ñoquis con albahaca y una ensalada de nueces —explicaba señalando cada uno de los compartimentos de la caja de almuerzo con una sonrisa.
—Wow... ¿No crees que es demasiado? —opinó el pelinegro.
—No —Afirmó con seguridad el castaño—. Jjong come mucho... Si no es por el gimnasio ese chico estuviera más que gordo —Mencionó soltando una risita.
—Seguro le gustará, Omma- Dijo TaeMin con una sonrisa
—Gracias, Minnie —Agradeció el mayor de los tres con una sonrisa—. Gracias a los dos por prestarme su cocina... Les hice la cena como agradecimiento —dijo mostrando a su lado unos platos con tallarines bañados con salda a la boloñesa.
—¡Wah! Genial... Tendré que hacerlo más seguido —expresó el más alto viendo con asombro y hambre el platillo.
—Omma es muy bueno haciendo comida muy rápido —Habló el menor mientras empezaba a probar el platillo—. Hmm... De verdad esta delicioso —alabó maravillado, sacando un pequeño sonrojo al castaño que sonrío cabizbajo.
Key se había esforzado más de lo normal, todo por una simple confesión... El día que más detestaba, tal vez ya no sería apodado "el peor de las fechas" por él.
Guardando y limpiando todo en la casa de sus amigos, se fue a su apartamento ya muy tarde, pues Jong se encontraba dormido y eso ayudaba al afelinado a ocultar su obsequio. Luego de esconder bien el platillo en lo más fondo del horno decidió ir a dormir ansioso y nervioso por el día de mañana.
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Despertarse por el sonido del su celular el día que más odiaba, no era una buena forma de comenzar el día. Con toda la flojera que presentaba en ese momento y molesto porque no paraba de sonar, tomo su celular viendo la hora en el reloj y lo revisó encontrándose con cinco de mensajes.
—Ash... ¿Qué tanto me escriben a las seis de la mañana? —reclamó rascando su cabeza. Con cierto fastidio los reviso uno por uno...
//De: Enyerline.
"Buenos Días, Baby... Suerte con tu confesión
P.D: Hoy no iré al colegio. Saldré todo el día con Mi Chico xP
Att: BaekHyun."//
El castaño sonrió porque el egocéntrico de su amigo se había molestado en desearle suerte. No era tan malo y odioso como siempre aparentaba.
//Para: Eyerline.
- "Gracias, Baekkie ^3^... Diviértete en tu cita 7u7 "//
Después de eso paso al siguiente mensaje.
// De: Dumbo
"Hey, Key... Suerte con lo de hoy ;-D
P.D: Baek me amenazo para que te apoyara, aunque no era necesario... Fighting "//
Soltando una pequeña carcajada, Key le respondió:
// Para: Dumbo.
"Jajaja Gracias, Orejón... Yo se que me apoyas XD"//
El próximo mensaje era de su niño consentido.
// De: TaeBaby
"Omma, Buena suerte hoy... Espero y todo vaya bien.
Quiero tener un appa desde hace tiempo, ¿No te lo dije? X3 jejeje
Te Quiero, Key Omma ^3^"//
En ese momento, Key quería tener a su niño y besarlo por lo adorable que podía llegar a ser.
//Para: TaeBaby
"Oww... Eres un amor, bebe... Gracias, daré lo mejor de mí.
También te quiero ^3^"//
Al leer el penúltimo mensaje, su sonrisa se borró.
// De: La Rana fea roba hijos tiernos.
"Suerte, Diva.
Si te rechazan no vengas con Minnie... No te convendrá 7u7"//
Lo castraría luego, pero, ¿por qué no incentivarle miedo desde ahora?
//Para: La Rana fea roba hijos tiernos.
-"Mira Rana fea, más te vale y no perviertas a mi bebé o te las verás conmigo y las tijeras... ¡Oh! y Gracias =)"//
Luego de reír al imaginar la reacción de MinHo, reviso él último mensaje que se encontraba en su bandeja de entrada, borrando su sonrisa al instante de leer el remitente. Curioso leyó lo que le había enviado. Era extraño, ambos vivíamos en el mismo departamento, si quería decirle algo solo tenía que ir y tocar la puerta de su habitación.
De: Dino-Puppy.
// "Buenos días, Gatito.
Me fui primero por unos asuntos. Nos vemos en el colegio a la hora del almuerzo, ¿sí?"//
Con sus mejillas sonrojadas soltó un pequeño suspiro, sintiendo el acelerado latir de su corazón. Solo con un simple mensaje hacia que sus nervios se agudizaran y sintiera esas cursis mariposas en su estómago.
Estaba algo aliviado, podría irse sin causar sospechas en su compañero al tratar de ocultar su obsequio.
Ahora más tranquilo se levantó de su cómoda cama, aún faltaba algo de tiempo para que comenzaran las clases, pero aprovecharía ese tiempo para arreglarse lo mejor posible.
Después de un largo baño, se vistió con la ropa que había elegido la noche anterior que consistía en unos Jeans negros, un suéter azul marino y unas converse del mismo color. Reviso su imagen por milésima vez en el espejo revisando que ningún cabello castaño estuviera fuera de lugar, observo sus perforaciones con su respectivo pendiente, se colocó una linda gorra que le combinaba a la perfección y con una sonrisa hacia el trozo de vidrio en donde se hallaba reflejado se dispuso a irse con el regalo en su mochila.
Al salir de su casa, la dichosa fecha le pego en la cara. Donde quiera que caminara se podían vislumbrar decoraciones acordes al día, corazones en todos lados, floristas vendiendo en plena plaza, la tienda de dulces se hallaba repleta y sobre todo parejas doquier y en el colegio no era diferente. El día se encontraba muy activo a pesar que eran tan solo ocho de la mañana.
El castaño se encontraba ansioso, según sus planes se declararían a la hora del almuerzo y eso determinaría si su odio por los 14 de febrero se intensificaría.
Con desgano entro a su primera clase, encontrándose con ese ambiente tan amoroso que tanto detestaba. Sentándose en él último asiento a la derecha del salón, justo al lado de la ventana, se encuentra con muchos chocolates, flores, peluches y sobretodo cartas con olor a perfumes caros encima de la parte superior de la tabla donde solían escribir. No le extrañaba, siempre era lo mismo, pero él nunca podría corresponder a sus sentimientos y menos ahora que ya sabía quién era el dueño de su corazón. Se sentía mal por esas personas, pero no quería verse obligado a aceptar algo que no quería.
Dejando todo a un lado, comenzó con su sección diaria de saludos por parte de todo el salón.
— Key-shi —WooHyun fue el primero en acercársele a la diva—. Buenos días... Ya veo que has vuelto a recibir muchas cartas —comentó con una sonrisa pícara que el castaño simplemente ignoró. WooHyun hace unos años se le había declarado, pero Key muy cordialmente lo rechazó, sin ser rudo le dijo que no era la persona que dominaba sus pensamientos y él comprendiendo solo se rindió. A pesar del rechazo, él chico insistió en ser cercano al KiBum, convirtiéndose así en su mejor amigo.
—Sí, ya sabes... Lo de siempre —comentó sin ganas, cansado de tener que responder a todas esas invitaciones y sugerencias.
—¡Oh! Bueno... No tienes muy buena cara. Mejor descansa un poco antes de... Tu sabes —sugirió el pelirrojo algo incómodo rascándose la nuca para luego retirarse a su asiento.
Key tan solo suspiró, Woonnie tenía razón, se encontraba muy cansado y desganado, no había podido dormir bien por los nervios que sentía y solo repasaba lo que diría al día siguiente. Sin más, se durmió, no le importó que los profesores le llamaran o que sus amigos tiraran de su camisa para despertarlo. Solo el pequeño sonido de su celular lo levanto horas después.
Observó con los ojos entre cerrados como su reloj marcaba las doce de la tarde. Se había perdido dos clases, pero había logrado descansar lo suficiente. Se estiró viendo como su salón se hallaba vacío, seguro todos estaban almorzando y lo habían dejado continuar con su sienta. Escuchó nuevamente el sonido de su teléfono sonar y sin ver quien era contento:
— ¿Hola? —preguntó somnoliento.
—Hola, ¿Key-ah? —Se pudo escuchar una voz eufórica al otro lado.
—Sí, ¿quién habla?—Preguntó extrañado.
—Waah.. ¿Ya tan rápido me olvidas? Si solo ha pasado un año y hablamos por chat hace poco —Respondió la otra voz en tono ofendido y burlón.
—¿Eh? —El castaño abrió los ojos al reconocer por fin la voz que se encontraba al otro lado de la línea y una sonrisa de emoción se posó en sus labios—. ¿Dubu?¿Eres tú?
—Por fin te das cuenta —reclamó el otro soltando una risa.
—Lo siento, es que me acabo de levantar, pero dejando eso de un lado... ¿Para qué has llamado? —Preguntó curioso el menor.
—¡Oh! Bueno, es que recordé que hoy es un día especial para ti y solo quiero desearte suerte, pues puedes estar ansioso —Aclaró el de gran sonrisa algo apenado.
—Eso es muy atento de tu parte —Respondió Key con una sonrisa mientras se paraba y caminaba hacia el club de coro para buscar a su puppy.
—Es que desde que me gradué no hemos podido hablar mucho, pero quiero que sepas que aún pienso mucho en ustedes y que te apoyo totalmente en tus planes de hoy —Hablo avergonzado.
—Oww... Basta, me harás vomitar arcoíris —Bromeó KiBum pasando en frente de la sala de baile, donde pudo ver como él pequeño de ojos saltones era acorralado por Kai, quien lo veía de forma predadora. Key carraspeo un poco incómodo, el solo buscaba a Tao y por eso pasaba por ahí, pero supuso que se encontraría ocupado con SeHun, así que siguió caminando sin interrumpir a la primera parejita—. Aun así, gracias —comentó acercándose a su destino donde logró oír una dulce tonada que provenía del salón, llamando por completo su atención—. Onew, me tengo que ir. Te llamo luego, ¿sí? —Propuso el afelinado embelesado por la música, conocía esa voz.
—Sí, no te preocupes—Fue lo último que escucho antes de colgar y prestándole especial atención a la letra... Era una canción de amor, cantada por Jjong...
-Desde el día en que te conocí,
eres todo para mí,
me es difícil describir escucha mi corazón.
Tus brillantes ojos siempre han,
mirado mucho más allá, iluminaran tu camino hacia el mañana.
Si pudiera vivir mi vida junto a ti,
Podríamos llegar al fin de la eternidad.
Convencido estoy (ahora lo sé),
no hay otra persona para mí,
solo eres tú a quien amare,
solo eres tú...
You are my live~-
Aquella preciosa melodía fue interrumpida por una voz femenina, cortando ese hermoso ambiente que se había creado al rededor del castaño. Key escucho con curiosidad tras la puerta atentamente lo que la chica decía, pero grande fue su sorpresa al notar que no era una conversación normal sino una confesión de parte de ella. Nervioso y angustiado empezó a hiperventilar tapándose los oídos. "Esto no puede estar pasando", se repetía una y otra vez.
Ya no pudiendo más con la curiosidad y percatándose de que nadie hablaba, se asomó tras la pequeña ventana que poseía la puerta, viendo la escena que le destruyo cualquier ilusión y toda pequeña esperanza que tenía. Ante sus ojos podía observar como Jong se inclinaba hacia la chica, que no era nada más y nada menos que SeKyung, una de las fans del mayor y sin saberlo, rival del castaño. Key vio una escena perfecta de un beso entre dos enamorados, rompiendo su corazón.
Destrozado salió corriendo, tropezando y separando a MinSeok y a JongDae que caminaban tomados de la mano, ambos viendo a la Diva extrañados. KiBum intentó retener las lágrimas, pero fue imposible al notar como en una parte del extenso pasillo SuHo, el ahora presidente de consejo estudiantil le regalaba una rosa blanca a Lay, que la recibía con una sonrisa mostrando su lindo hoyuelo.
Key no pudo evitar dejar caer unas cuantas gotas saladas de sus ojos, no era justo, todos eran felices menos él.
"Definitivamente odio el día de San Valentín" Fue lo que pensó antes de salir del colegio y dirigirse a su departamento a llorar... Ese que compartía con el chico de ojos de cachorro... Ese que lo hacía suspirar...
Continuará...