Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stand By Me por SariAngel

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holis, ¿me recuerdan? :3

¿No?.. Okey :c Jajaja Okno.


Bueno, despúes de un mes y casi dos semanas, volví -w-/

Primero que nada, quiero disculparme por mi ausencia cuando pretendía actualizar este último capítulo dos semanas despues de que publique el primero. Tuve muchos problemas para actualizar y una de las razones de esto es que estuve casi un mes sin internet T-T-T (No le deseo esto a nadie... Es horrible TToTT).


Ëste capítulo fue un poco más dificil de escribir, solo espero que mi esfuerzo haya valido la pena y que disfruten del final de esta linda historia.

Disclamer: Ninguno de los personajes que aparecen me pertenecen

Quiero agradecer a MaryAnn por betear mi fic y a Hacchiko por sus consejos. 

 

Ahora si... Disfruten.. 

En el fondo de cierto apartamento, en la última habitación, justo en aquella cama con mantas rosas se encontraba un castaño que abrazando sus rodillas lloraba desconsolado.

 

"¿Por qué me pasa esto?" se preguntaba internamente. Todo en lo que respecta a su vida amorosa había sido un total fracaso y justo cuando pensó que por fin tendría éxito, que había encontrado a la persona indicada… resultaba que no era así.

 

Separándose de sus piernas tomó su bolso y sacó con cuidado aquel regalo que con tanto esmero había preparado.

 

"¿Cómo lo vería la cara ahora?"

 

El sólo pensar que estuvo a punto de confesar sus sentimientos a alguien que ya tenía a una persona especial en su corazón le hacía sentir terriblemente avergonzado. ¿Cómo les diría a sus amigos que falló ante una chica que apenas y lograba hablar con su puppy?

 

Ya no sería capaz de estar tan cerca del él o siquiera llamarlo tan cariñosamente, como siempre solía hacerlo.

Su corazón estaba destrozado, no quería volver a salir de aquella habitación. No, en realidad, no quería volver a ver a nadie, porque... Todos eran felices y él no quería ser testigo de eso. No mientras él se encontraba solo.

 

Un sonido de su puerta al cerrarse lo sacó de sus pensamientos. Encontrando ahí parado, justo enfrente de él, a Jonghyun; quien le observaba con aquellos ojos tan lindos que tenía.

Key sólo desvío la mirada sin decir nada, no podía siquiera admirar su apuesta cara.

 

—Gatito, ¿qué ocurre? —El de cabellos cafés fue el primero en romper el silencio—. No te encontré en el almuerzo y XiuMin me dijo que te habías ido corriendo —Hablo éste notablemente preocupado.

 

El afelinado no losoportaba, él no debería estarse preocupando. El debió haberse ido con ella y dejarlo solo.

 

—No me pasa nada... Sólo… no me siento bien —respondió el castaño secando sus lágrimas disimuladamente—. Así que vuelve a clases, yo me quedaré un poco más —demandó viéndole a la cara con un intento fallido de sonrisa.

 

Jong lo observó por un rato preocupado por el llanto del menor, no era tonto, sabía que al menor le ocurría algo, sus mejillas mojadas y sus ojos levemente hinchados lo delataban. Rápidamente, Se percató de un objeto que KiBum tenía entre sus piernas. Sus labios se ensancharon en una pequeña sonrisa al descifrar ese pequeño objeto forrado de un fino papel rosado con corazones que tenía el pequeñín y carraspeando un poco, empezó a actuar.

 

—Por Dios, Gatito, ¿cómo me pides que me vaya si te encuentras mal? —preguntó sentándose a su lado mientras lo tomaba por los hombros con cierta delicadeza—.Te cuidare si es necesario, así que acuéstate y descansa —Le ordenó con ternura en sus palabras.

 

—¿Eh? No Jong, vete. Estaré bien solo... N-no necesito que me cuiden, no soy un niño —reaccionó el castaño cabizbajo con un muy perceptible sonrojo ante la atenta actitud del Kim mayor.

 

—Nada de eso, me quedaré así que acuéstate —Le ordenó nuevamente al menor con el ceño fruncido. Key obedeció atemorizado y se acostó refunfuñando. Le odiaba, odiaba que lo hiciera doblegarse ante él. ¡Por Dios! ¿A quién creía que le hablaba? ¡Él era Key! La diva del colegio, el chico que tenía a todos comiendo de la palma de su mano. No podía creer que un simple chico, un año mayor, casi tan popular como él y con cara de perro lo hiciera sentir tan débil y sin control... Kim JongHyun era su debilidad y lo detestaba tanto por eso, por hacer que lo amara tan fuertemente sin intención alguna y no serle correspondido.

 

Jong dejó escapar una risita que no fue escuchada por el menor y con un "Ya vuelvo" salió de la habitación.

 

Quedó recostado en la puerta recordando las palabras que le había dedicado Onew Hyung antes de graduarse. "Key no es alguien que se deja dominar, su palabra es ley en este colegio y no permite que lo obligue a ceder ante nada, porque su orgullo es grande y poderoso". Su sonrisa no podía ser más grande. Por fin había logrado confirmar lo que tanto quería saber. Su corazón retumbó en su pecho y con una mano en donde se suponía, se encontraba su corazón, suspiro y siguió caminando.

 

Al volver al cuarto, se encontró con un Key acostado viendo hacia la pared mientras que con sus bracitos abrazaba el mismo objeto que había visualizado antes. El mayor no pudo evitar sonreír ante tanta ternura.

 

Se le acercó cautelosamente sentándose en la orilla de la cama del menor nuevamente, haciendo que éste diera un pequeño respingón de la impresión, pero aun así, permaneció en la misma posición.

 

Se notaba tenso y estaba temblando. Key no quería ser tan evidente, él no se mostraba nunca tan débil ante ninguna persona, pero apenas sintió la mano de Jonghyun sobre su cabeza, mientras acariciaba tiernamente sus cabellos, no pudo soportarlo más. Comenzó a sollozar mientras su puppy le consolaba en silencio, sin cuestionarle la razón. Key desde lo más profundo de su corazón le agradeció este gesto, pues así como él era el único que podía ponerle en ese estado, también era el único que podía hacerle sentir mejor. Definitivamente, el amor era un enigma.

 

—No llores por mí, gatito —susurró el mayor con una voz tranquila. Key se sonrojó ante las suaves palabras y sus nervios volvieron a salir a flote. ¿Cómo sabía que lloraba por él?

 

—¿Quién te dijo que estoy llorando por ti? —preguntó tratando de disimular su voz temblorosa—. ¿Por qué alguien tan grande como lo soy yo, lloraría por un tonto puppy? —soltó orgullosamente—. ¿Qué razones tendría para hacerlo? —preguntó con sus ojos llorosos, ocultando su cabeza entre las sabanas de color salmón.

 

—No lo sé. ¿Por qué lloras por mí? —Habló el mayor curioso.

 

Esa pregunta le había descolocado por completo. ¿Por qué le preguntaba eso? No era como si le importase de todas formas. Sus cristalinos y afelinados ojos hicieron brotar las diminutas lágrimas nuevamente, hipeando ante tanta frustración y llanto contenido. No era justo, él se esforzó como nunca antes lo había hecho. Tanto que aún dolían las pequeñas cortadas que se había hecho durante aquella clase de cocina y aún ardían esas quemadas realizadas por el agua hirviendo de la compleja pasta que con mucho esmero había preparado.

 

No sabía cuándo fue que su cachorrito había caído ante las garras de esa mujer.

 

—No lo entenderías —respondió luego del sepulcral silencio que se había formado. Su respuesta ante eso fue una sonora carcajada que se extendió por todo el lugar.

 

—¿Sabes? —cuestionó JongHyun ignorando por completo lo que había dicho el castaño—. Hoy se me declaro Shin SeKyung, ¿La recuerdas? La chica alta, flaca y de cabellos castaños que es líder de mi supuesto club de fan y también, mi compañera de clase —relató con cierta emoción—. La verdad es una mujer bastante atractiva.

 

"¡Oh, no!" Fue inmensa la sorpresa del KimBun al saber lo que su compañero estaba a punto de decir. ¿Le iba a contar? ¿Tan pronto? ¿Acaso no le importaba el estado en qué se encontraba? Antes se encontraba tan interesado él y de un momento a otro había cambiado totalmente de actitud y ahora le relataba cosas que él no quería escuchar.

 

"¿Tan poco importante era?" pensó terriblemente dolido. "¿Tan hermosa es ella?" No podía creer que Jong la hubiera descrito como una persona atractiva. Entonces… ¿Él no era atractivo a los ojos del mayor?

 

Sus ojos volvieron a humedecerse. ¿Acaso no dejaría de llorar? Se había prometido olvidarlo, pero ¿Cómo hacerlo? Dolía... Dolía mucho.

 

—La pobre luego de decirme todas esas palabras lindas y entregarme una caja llena de chocolates con sus delicadas y temblorosas manos, algo se metió en uno de sus ojos y tuve que ayudarla cuando de repente, Chen entró con su noviecito y extrañamente serio me preguntó “¿Qué haces besándola a ella?” Así que tuve que explicarle todo desde el principio. —Narraba el Dino con cierta burla, riéndose de sólo recordar la penosa escena con la que tuvo que lidiar. De pronto sus rasgos se relajaron y en dos palabras dejó todo en claro—: La rechacé —Habló directo—. Luego de ayudarla y arreglar cualquier malentendido, la rechacé como debía hacer.

 

Key ante esas palabras su llanto casi inaudible, cesó. ¿Qué había dicho? ¿Hablaba en serio?

 

La mitad de su cara se asomó de entre las sabanas, mostrando solo sus pequeños e hinchados ojos felinos, encontrándose con la mirada seria del mayor.

 

No podía estar mintiendo.

 

Sus labios se curvearon hacía arriba tras la cobija. Tal vez tenía una oportunidad, pero rápidamente su sonrisa se borró, no podía darse ilusiones, JongHyun era hetero después de todo y él mismo sabía que arriesgaba mucho al confesarse. Lentamente se sentó en la mullida cama y secando sus húmedas mejillas, dio la cara al chico que tenía en frente, a ese que lo traía loco. Ninguna palabra logra salir de sus labios y su respiración aún seguía temblorosa.

 

—Y... ¿Eso es para mí? —preguntó con total descaro el de cabellos café con su característica sonrisa de vuelta, señalando el pequeño regalo que aún se encontraban en las piernas del Kim menor.

 

Key se sonrojó ante la pregunta y con el ceño fruncido negó.

 

—No, es para WooHyun —habló, molesto. Sería su venganza por hacerlo pasar tan horrible momento.

 

—¿Ah, sí? —cuestionó éste divertido, mientras sorpresivamente tomaba de la cintura a su menor—. Ya verás, sé que estás mintiendo.

 

Key entre risas inevitables se negaba a darle la cara, comenzando una batalla de cosquillas por parte del mas bajito donde el menor se retorcía soltando pequeñas carcajadas de vez en cuando, mientras le pedía al otro que se detuviera. El ambiente cambió repentinamente, cuando JongHyun quedó encima del menor. Ambos se vieron a los ojos, con cierto brillo especial en ellos.

 

—Entonces, ¿serás sincero? —preguntó al lograr acorralar a KiBum—... ¿O me obligarás a hacerte hablar con la verdad? —amenazó pícaro sosteniendo ahora sus manos de lado a lado, dejándolo sin escape. Las mejillas de castaño se encontraban literalmente rojas y calientes. Su respiración era acelerada y su cuerpo temblaba de los nervios. Lo miro a los ojos con decisión y habló:

 

—Tú... —empezó, sintiendo que sostenía su propio corazón en la palma de su mano—. Digo, es para ti... La hice solo y especialmente para ti, porque... P-Porque, me gustas —susurró por lo bajo.

 

—¿Cómo dijiste? —preguntó JongHyun con cierta emoción que el menor no pudo reconocer—. No escuché.

 

Key con el rostro rojo ante su propia declaración, insulto por lo bajito al mayor, por hacerlo repetir esas palabras que difícilmente habían salido de su boca.

 

—Eres un idiota —reclamó ocultando su rostro entre el hombro y el cuello del castaño. El mayor suspiró al tener a un muy inusual Key apenado entre sus brazos—. Te amo... —susurró el menor en su oído, haciendo que el mayor aumentara la curvatura de sus labios hacia arriba, a pesar de que lo había tomado por sorpresa.

 

—Lo sé... —expresó burlón y sincero.

 

Key rápidamente se separó de su puppy algo atónito y molesto, al escuchar lo que había dicho.

 

—¿Cómo que lo sabias? —preguntó—. ¿Y aun así me hiciste pasar por todo esto? Pudiste rechazarme y no hacerme sufrir tanto como... —Hablaba el menor avergonzado, triste y algo enojado.

 

—¿Quién dijo que iba a rechazarte? —Esa pequeña y simple oración había logrado callar a la diva.

 

—¿De qué hablas? —Habló shockeado—. ¿E-Eso que quiere decir…? —preguntó desconcertado.

 

—Quiere decir que tú también me gustas, Key —confesó el mayor tan claro que por un momento, Key detesto ese lado tan directo que tenía su Hyung—. Te amo, Gatito —declaró finalmente con una sonrisa tierna, mirando los ojos de KiBum tan profundamente, que él castaño temía perderse en esos orbes oscuros que tanto le gustaban.

 

—Tú no puedes quererme —contradijo Key con las mejillas encendidas en un claro y muy notorio rubor. Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas... Eso no podía ser verdad.

 

—¿Cómo puedes decir eso? —cuestionó confundido el otro—. Yo sé lo que siento.

 

—JongHyun, ¿por qué me haces esto? —KiBum sollozó tratando de retener las lágrimas—. ¿No ves que me lastimas más al darme falsas esperanzas?

 

Jong lo vio preocupado, se suponía que el menor estuviera feliz, no llorando y negando lo que él había dicho. Soltando sus manos decidió tratar de convencer a su pequeño.

 

—Key, Gatito ¿cómo crees que te estoy haciendo eso? —trató de razonar tomándolo de sus mejillas para que este lo viera a los ojos y no los apartara.

 

—¿Por qué lo niegas? —Lo enfrentó el menor enojado—. Yo sé que tú no tienes esa clase de gustos —expresó con lágrimas ya caían por sus mejillas.

 

—¿Gustos? —Jong lo miró confundido—. ¿De qué hablas, Key? —preguntó sin entender la situación.

 

—No te hagas... —Key sollozó—. Sabes de lo que hablo. Te he visto coquetear con muchas mujeres y jamás con un hombre —aclaró desviando la mirada a cualquier punto de la habitación—. Con el tiempo que te conozco, puedo decir que tú no tienes las mismas inclinaciones que yo…

 

Jong quedo pensativo antes las palabras de su menor. Era verdad, él jamás había estado con un hombre y nunca pensó que alguno le gustaría. Key al no obtener respuesta alguna, bajo su cabeza con decepción. Esperaba algo más…

"¿Lo ves, Key?" pensó el Kim menor. "Él jamás será tuyo".

El más bajo observó a KiBum debajo de él, jamás le había dado asco tener al menor tan cerca. Al contrario, quería por fin romper toda barrera que lo alejaba de la cercanía de su gatito. Él entendía sus propios sentimientos y se lo haría entender a su compañero.

 

—¿De verdad crees que sólo juego contigo? —preguntó el bajito—. ¿Crees que te tendría así, mientras te digo que te amo, si no fuera verdad? ¿Tan mala persona me crees? —Jong parecía decepcionado de alguna forma y Key lo percibió en su tono de voz.

 

El castaño lo observo hipeando con cierta duda, el mayor tenía razón en eso; no todo el mundo acorrala a una persona en la cama y se le declaraba, no, por supuesto que no, pero... Key aún dudaba, quería creerle a su cachorrito, pero sus ojos habían visto algo diferente a lo que su dino le decía.

 

—P-Pero, tú no has mostrado interés por un hombre... —El afelinado hizo una pausa—... Ni siquiera por mí —Acusó terco a sus creencias en un murmullo, volviendo a sollozar quedito.

 

—Gatito, eres un testarudo —JongHyun sonaba molesto a los oídos de KiBum y no se percataba del tono divertido que se haya entre sus palabras—. Te he dado tantas señales y tú no las has captado — aclaró—. Ya veo que las palabras no son lo tuyo, así que solo tendré que demostrártelo con acciones —sentenció maliciosamente poniéndose manos a la obra...

 

JongHyun volvió a tomar los brazos de su compañero por encima de su cabeza, dejándolo inmóvil. Key cesando de llorar, observo al mayor confundido, percatándose del extraño brillo que poseían lo ojos de su cachorrito.

 

—¿Q-qué haces? —preguntó Bum con confusión, tensándose al mirar como el mayor se le acercaba lentamente a la cara—. Jjong —intentó aplastarse más en la cama. Esa cercanía lo ponía nervioso—. ¿Qué te ocurre? —cuestionó sofocado, era idea de él o hacía mucho calor. Seguramente se encontraba como un tomate de lo caliente que sentía sus mejillas.

 

—Ya te lo dije, bebé —susurró el mayor que se había desviado al oído perforación de su dongsaeng, atrasando así la llegada a su verdadero destino- Te demostrare, que a pesar de ser un hombre... Me traes loco —concluyó con voz ronca, para luego morder el lóbulo de la oreja de su menor, que sólo se estremeció ante aquel acto tan atrevido para él.

 

—Jong, n-no hagas eso —suspiraba el menor, pues los besos que JongHyun repartía por sus coloradas mejillas no lo dejaban pensar bien. No se suponía que eso pasara, pero ahí estaba, con su amor platónico de un año encima de él, regalándoles besos.

 

JongHyun disfrutaba tener al gran Kim KeyBum a su merced, sumiso como nadie nunca lo había visto ni verá, pues él era el único que tenía ese privilegio. El pequeño lo traía loco. Desde que lo vio por primera vez, supo que ese chico debajo de él era especial. A pesar de que pensó que era solo una extraña atracción que había sentido, que su apariencia casi femenina le había llamado la atención, mucho tiempo después se dio cuenta de que no era así. Se había enamorado del gran Key.

 

Entre caricias y caricias regaladas en la zona de la cara, Jong dio por fin el paso que siempre quiso dar desde hace muchos meses atrás. Observando los hermosos ojos avellanas, se acercó lentamente posicionando sus labios en los ajenos en un contacto suave y gentil.

 

Key estaba sorprendido, casi atónito ante el repentino y dulce beso que estaba recibiendo. Su corazón latía con prisa y su cuerpo ansioso, hirvió por todas las sensaciones que estaba experimentado con tan solo eso. Sus ojos se cerraron inconscientemente decididos a disfrutar del contacto que con el tiempo se empezó a profundizar. Cada uno movía sus labios lentamente, a un compás rítmico y tranquilo, disfrutando de la textura y suavidad del otro.

 

Todo acto inocente cambió cuando el mayor adentro su mano libre y juguetona por debajo del suéter azul del castaño, logrando acariciar con delicadeza el plano abdomen del otro. Key era suave, extremadamente suave y eso alocaba más al mayor.

 

La Diva ante la sorpresiva caricia, quiso protestar, pero solo consiguió ayudar al mayor para que pudiera colar su escurridiza lengua en la cavidad bucal del otro, queriendo explorar, conocer toda esa zona y encontrar una amiga con la que pudiera jugar. Rápidamente encontró a la compañera que tanto buscaba, iniciando así un baile entre las dos. El beso por fin se había logrado profundizar aún más que antes, convirtiéndose en uno lento y sensual, casi mágico para ambos.

 

KiBum no se resistía, sería un tonto si lo hiciera, pues, tenía mucho tiempo deseándolo y bien que había valido la pena esperar. Esos labios se le habían hecho totalmente adictivos y sorprendentemente deliciosos. JongHyun por fin había soltado sus brazos y él aprovechó su libertad para enredarlos en el cuello de su compañero, disfrutando de la danza que sus lenguas interpretaban.

 

Ante la falta de aire, ambos se separaron manteniendo tan solo una pequeña distancia entre los dos, pues no querían separarse.

 

— ¿Ahora si me crees? —preguntó el de cabellos café encima de los labios del otro.

 

Key, sonrosado, asintió, tratando de calmar los latidos de su corazón y recuperar un poco del aire perdido hace tan solo unos segundos.

 

—Pues, te has tardado un poco en hacerlo —sentenció Jong con voz ronca—. Has logrando acabar con la poca paciencia que tengo y ya no lo aguanto más... Pensaba detenerme aquí, pero ya no puedo contenerme, así que te harás responsable de lo que haz causando en mí.

 

El menor le observó sin entender. Claro, sólo hasta que el mayor con total descaro y malicia se restregó en su pierna, dándole a entender el problema que le había causado.

 

Los ojos de Key se abrieron de la impresión y su cara se había vuelto a teñir de ese carmesí que al parecer no quería abandonar su rostro, ahora si estaba atónito. Era eso lo que él creía que era. No, no podía ser, pero lo que su pierna sentía se lo confirmaba.

 

—J-Jong... ¿Q-qué rayos planeas hacer, pervertido? —cuestionó el castaño no sabiendo en donde esconderse de lo avergonzado que se sentía, pero JongHyun no le respondió volviendo a tomar prisioneros aquellos labios esponjosos y suaves que su compañero poseía, empezando un nuevo beso que el menor no pudo evitar corresponder. Esos labios eran su perdición y la diva lo sabía.

 

El mayor había logrado acallar a KiBum de la mejor manera posible y ante el hecho de que éste no se quejaba -aparentemente hechizado e hipnotizado por el reciente beso- JongHyun decidió dar el siguiente paso, adentrándose en el delgado y blanquecino cuello del más alto, regalando besos en toda la zona que de apoco se convirtieron leves mordidas y lametones, haciendo estremecer al de abajo. Para el menor, esas sensaciones eran nuevas, pero terriblemente satisfactorias, ahogándose en un mar de suspiros creados por el mismo.

 

JongHyun se detuvo repentinamente para poder sacar la sudadera del menor -que a estas alturas se encontraba levantada hasta la mitad de su torso y que comenzaba a estorbarle- observando el plano y hermoso torso que poseía su bello compañero de ojos felino. La Diva se avergonzó aún más al sentir sobre él la intensa mirada de su amigo y hyung, enrojeciendo al instante y cubriendo su cara por la pena. Jong sonrió enternecido y quitando las manos del rostro sonrosado, dio un piquito en los hinchados labios de su Dongsaeng y siguió con su trabajo de complacer al cuerpo ajeno.

 

Key sentía como el de cabellos cafés se entretenía en su clavícula, mordiéndola suavemente un par de veces hasta que siguió su camino cuesta a abajo, deleitándose con su cuerpo, conociéndolo en su totalidad. El afelinado casi da un respingo al sentir aquella lengua juguetona serpentear por su pecho y detenerse en uno de sus pequeños pezones, percibiendo como está reaccionaba al instante ante la caliente humedad. Inevitable fue para el Kim menor soltar un gemido quedo al sentir ese punto sensible ser envuelto por la boca de JongHyun, mientras que el otro era torturado por una de las manos del apodado, Cachorro.

 

KiBum se sentía irremediablemente excitado, su cuerpo ardía, sus mejillas seguían de aquel tono tan encantador que Jong empezaba a adorar y sus manos apretaban suavemente el cabello marrón de su compañero, posados con la intención inicial de alejarlo de esa zona erógena que poseía, pero que al final solo lograron mantenerse ahí para que el mayor no se alejara. Su cuerpo experimentaba un remolino de sensaciones maravillosas que realmente disfrutaba. Lo que no sabía, era que JongHyun ya se encontraba listo para dar el siguiente paso en su lista mental y mientras, se encargaba de distraer a Bum con su boca y una de sus manos, la otra se encargaba de desabrochar el Jean de éste, bajando lenta y cuidadosamente el ajustado pantalón, mientras el menor jadeaba sin percatarse de su reciente estado. Claro, eso hasta que el más bajo abandono su trabajo para poder apreciar el semidesnudo cuerpo debajo de él.

 

—Eres hermoso —susurró Jong extasiado y evidentemente excitado.

 

Key no sabía si taparse por pudor o contener toda la vergüenza y dejarse observar, pero todo ápice de valor que había logrado reunir se esfumó al observar como su amigo y compañero de habitación se deshacía de sus propias ropas tan rápido que a los minutos ya se encontraba en su mismo estado. La Diva tragó duro ante la fuerte musculatura que se presentaba ante él, ya lo había visto, pero ahora era diferente. Sí, las condiciones eran distintas a cuando lo veía sin camisa por la pequeña cocina de su apartamento.

Cerró sus ojos agitado y se dejó hacer, pues, ya habían llegado muy lejos y sinceramente, él no quería que su Puppy parara. Jong le había demostrado que lo deseaba, que no le importaba que él fuera un hombre y le pedía constantemente que confiara en él sin saber que Key ya lo hacía.

 

JongHyun se había ganado el amor del más alto y viceversa, así que para el menor, no sería ningún problema entregarse completamente a él, ya que el mayor le estaba dando su corazón o eso quería creer, KiBum.

 

Sus pieles quemaban al sentirse, Jong había vuelto a los labios abultados de su hermoso compañero, chocando sus pechos en un suave y delicioso roce. El de cabellos oscuros ya estaba listo para dar el último paso, pero debía ser lento y cuidadoso. Quería que su compañero disfrutara cada sensación y su plan era hacer su primera vez inolvidable, no quería asustarlo y mucho menos que el menor se alejara de él.

 

Como había hecho con su pantalón, el mayor de los Kim se apresuró a deslizar el bóxer negro de su acompañante, tomando eso como excusa para acariciar las lechosas piernas debajo de él. Esas que eran totalmente suaves como lo era todo KiBum, el cual al percatarse de su reciente desnudez, decidió seguir con el beso para distraer todos sus nervios, pero al parecer el mayor no tenía el mismo plan, pues una vez que la ropa interior desapareció se separó lentamente del beso queriendo contemplar ese esbelto cuerpo que se disponía a poseer.

 

Paseando sus manos desde el pecho ajeno hasta los glúteos, Jong admiro su trabajo. Por fin podía ver a el todopoderoso Kim KiBum en su totalidad, sin ninguna prenda extravagante o que llamara la atención y es que el mayor no entendía porqué tanta necesidad de vestirse así. El menos le había comentado que era porque no confiaba en su belleza y que la gente solo lo miraba cuando utilizaba esas ropas, pero eran solo patrañas. Key era hermoso, aún sin ninguna de esas prendas y todo ese maquillaje.

 

—Eres terriblemente hermoso —le repitió JongHyun extasiado, queriendo que su pequeño bombón tuviera más confianza en su cuerpo. Tomó su mano y depositó un beso lleno de ternura—. Comenzare, Bebé —Fueron la palabras que dio para luego separar las piernas de su menor y posicionarse entre ellas, mientras humedecía su tres de sus dedos con su saliva, pues ninguno poseía ningún tipo de lubricante.

 

Key quiso juntar las piernas, fallando en el intento. Todas las palabras bonitas que el mayor le había dicho le habían movido el corazón, pero eso no le quitaba el miedo al dolor y a KiBum no le gustaba ese horrible sentimiento.

 

Una mano en su mejilla derecha lo saco de sus pensamientos, encontrándose con esos hermosos ojitos de cachorro observándolo con amor. El pecho del menor sintió una cálida sensación dejándolo extrañamente más tranquilo.

 

Un gemido salió se boca al percibir una de las manos de su Hyung en su zona más sensible, haciéndolo cerrar sus ojos maravillado por la sensación, pero su cuerpo se tensó al sentir como uno de los dedos de la mano antes desocupada jugaba con el borde de su entrada, masajeando circularmente hasta que se dignó a entrar.

 

Se sentía extraño, pero no dolía. Solo era incomodo tener algo moviéndose en esa zona. Jong era cuidadoso y trataba de ser lo más paciente posible, aún si cierta parte de su cuerpo dolía a morir. Key amaba lo atento que podía llegar a ser su Puppy, incluso en estas situaciones. Key apretó las sabanas al sentir como otro dedo se adentraba en su interior y lo prepara mejor. Los sentía entrar y salir con cuidado, hasta que un tercero se les unió, completando así el proceso de preparación.

 

Jong observaba cada reacción de su dongsaeng, viendo que toda señal de incomodidad desapareciera como en estos momentos, donde se percataba de que el menor empezaba a disfrutar, soltando jadeos de vez en cuando. Seguro de que el castaño se encontraba listo, sacó los dedos obteniendo un gemido de disgusto del otro y con una sonrisa satisfecha se deshizo de sus boxers posicionándose nuevamente entre las piernas de Key.

 

—Ahora si gatito —Habló con la mayor con calma posible tomando los brazos de KiBum para colocarlos alrededor de su cuello—. Voy a dar el paso definitivo, te sientes listo ¿verdad? —cuestionó—. ¿O no?

 

Key aferrándose con fuerza del cuello de su ahora amante, le regalo un beso en la mejilla tratando de tranquilizar su respiración.

 

—S-sí, Puppy —susurró en el oído ajeno—. Estoy listo, confío en ti —concluyó ocultando su cara en el cuello de su cachorrito.

 

Jong sonrió y se dispuso a dirigir su miembro a la virginal entrada de su gatito, entrando lo más cuidado y lento que su cuerpo y auto-control le permitían. Su bebé estaba tremendamente estrecho y eso lo desesperaba, pero su amor por Key era más grande que sus ganas por poseerlo, así que reuniendo toda su paciencia siguió con su trabajo de ser cuidadoso y delicado con su muñequito de porcelana.

 

Key trataba de relajar su entrada todo lo que podía, porque de verdad dolía y mucho, pero no quería que su Jong se detuviera, no ahora que habían llegado tan lejos. Tratando de dejar todo dolor atrás, se esforzó por concentrase en los besos que recientemente le regalaba JongHyun hasta que por fin sintió como éste terminaba de entrar, haciéndole soltar un suspiro con todo el aire que tenía contenido.

 

Una vez dentro, JongHyun se quedó quieto, esperando a que el menor se acostumbrara a la intromisión. Key tenía los ojos llorosos y sentía su parte baja punzar ante el pequeño dolor, pero no era algo que no pudiera soportar. Era normal que le doliera al ser su primera vez.

 

—¿Estás bien, bebe? —le preguntó el mayor preocupado, luego de unos minutos. Key río internamente ante la preocupación del Bling Bling, desde hace un rato se había dado cuenta de cómo su Puppy había pasado de pícaro y seductor a tierno y considerado, y eso le causaba algo de gracia, pero a la vez se le hacía completamente lindo.

 

—Sí, Puppy —respondió Bum con una sonrisa—. Ya puedes moverte —le permitió, obtenido un asentimiento del otro. Comenzando un lento vaivén, Jong se aseguró de dar estocadas suaves, buscando aquel punto que haría al menor olvidar el dolor.

 

La punzante sensación no desaparecía, pero con las constantes embestidas el Kim menor empezaba a disfrutar. Llámenlo masoquista si querían, pero ese pequeño dolor le estaba empezando a gustar. La impresión que sentía en su baja espalda era increíblemente satisfactoria, hasta el punto de hacerlo desear más. Cosa que obtuvo, pues Jong acelero un poco las embestidas, consiguiendo que el castaño soltara una maraña de gemidos acompañados con su nombre, excitándolo aún más.

 

Jong había soñado tantas veces en tener ese cuerpo justo como lo tenía ahora y podía decir que era mejor de lo que imaginaba. Ambos cuerpos se acoplaban perfectamente y disfrutaban de estar unidos de la mejor manera posible. La Diva no puedo evitar arquear su espalda y dejar caer su cabeza en la mullida cama al sentir como una de las estocadas que el mayor le había propiciado, le hizo sentir como si viera un millón de estrellas en tan solo un segundo. Maravillado ante aquella oleada de placer, entre gemidos le pidió mayor que siguiera dando en ese punto, en ese lugar que lo había hecho olvidar completamente el dolor.

 

El vaivén que JongHyun se volvió constante, dando estocadas certeras y rápidas como lo había pedido su pareja. Key parecía complacido y Jong se encontraba igual, el interior de su gatito era el paraíso y su pecho se inflaba de emoción al pensar que él era el primero en poseer ese cuerpo y se aseguraría de ser el último.

 

KiBum rasguñaba la espalda de su compañero, sintiendo como su bajo vientre vibraba y le avisaba que ya le faltaba poco, comunicándoselo al JongHyun, que de igual forma se encontraba cerca de terminar. Entre estocada y estocada el mayor masajeó la erección del castaño, ayudándolo por fin a acabar en un espléndido orgasmo, donde Key grito liberado, sintiendo como los fuegos artificiales explotaban en su interior.

 

JongHyun solo duró un poco después de que su gatito acabara y lo empezara a apretar. Con unas cuantas embestidas más junto a la imagen de su dongsaeng ruborizado, con su pecho subiendo y bajando agitado y cubierto por una pequeña capa de sudor, llegó a su propio orgasmo, soltando un gruñido de placer y arrancando otro gemido del Kim menor.

 

Recuperando la respiración, Jong le regalo otro intenso beso al afelinado que gustoso y cansado acepto. Key jadeo al sentir como JongHyun sale de su interior y se acuesta a su lado notablemente agitado. El menor abrazándolo, apoya su cabeza en el pecho de su compañero y tira de las sabanas para arroparlos a ambos.

 

—¿Esto significa que somos novios? —preguntó Key con voz aniñada. Jong incrédulo ante la inocente pregunta río enternecido—. N-no te rías, es una pregunta seria —reprendió el castaño observándolo con el ceño fruncido y un puchero en sus labios.

 

—Lo siento, gatito —se disculpó el mayor besando los labios abultados—. Sí, bebé, con esto te estoy declarando mi amor. A partir de ahora serás mío y yo seré tuyo, no me ocultes nada, porque yo tampoco lo haré y que no importa si eres hombre, porque siendo hombre me has conquistado.- Afirmo con una sonrisa mientras acariciaba la espalda de su ahora novio—. Hay un millón de razones para quererte; tengo motivos infinitos para adorarte; mi pensamiento es consecuente, lleva un solo ritmo y es amarte, entre todas las personas eres el más dulce, el más tierno, el más bello… Eres perfecto para mí, Bummie y no me importa lo que los demás digan, yo seguiré siempre enamorado de ti —confesó el mayor con una sonrisa, dejando salir todas esas palabras cursis y amorosas que siempre se guardaba.

 

—Puppy~ —canturreó Key conmovido, queriendo llorar y lanzársele para besarlo, pero solo se limitó a abrazarlo con su corazón cálido—. Te amo —dijo quedito, mientras apretaba su cara al fuerte pecho.

 

—Y yo a ti, bebé —correspondió JongHyun con una sonrisa somnolienta—. De eso no lo dudes —finalizó cayendo por fin dormido.

 

En ese momento Key dejo de pensar en todo, solo en lo feliz que estaba. Jamás creyó ser correspondido.

 

Nunca había hecho tantas cosas por tener el amor de un chico y nunca creyó que arriesgaría su orgullo en tan solo una confesión.

 

A pesar de las dudas y los pequeños malos momentos, había valido la pena. Tenía el amor de su Puppy, ese que lo hacía reír en todo momento y escuchaba todos sus problemas. Ese chico de ojos tiernos y encantadores que lo hechizaron desde la primera vez.

 

"Tal vez, el día de San Valentín no será tan malo desde entonces... No mientras él siga a mi lado" Eso se había planteado el menor de los Kim, sintiendo los latidos del pecho ajeno y con una sonrisa logró quedar dormido en los brazos de quien amaba.

 

~~"La vida es un reto; vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, arriesga, gana, pierde, tropieza y cae, pero siempre levántate y sigue adelante"~~

 

 

Notas finales:

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.. :D jaja okya

 

Bueno, espero que les haya gustado. Gracias a todos los que se tomaron la molestia de leer esta historia y apoyaran mi primer fic en esta sección (Kpop).

Espero que todo lo que les hice esperar haya valido la pena y me digan su opinón con un lindo y sensualon rw >w<

 

Sin ma que decir.. 

Bye Bye :3

 

P.D: Si alguien quiere hacerme una pregunta, pedirme que actualice o simplemente conversar conmigo, pueden seguirme a mi ask.

P.D2: Mi próximo proyecto será un one shot de una couple de Exo :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).