PRÓLOGO
"Agente 27 responda" No había respuesta a aquella llamada que se repetía una y otra vez con un tono cada vez máspreocupado "Yamazaki, si sigues vivo, sal de ahí, el edificio se viene abajo" De nuevo un largo silencio en la otra línea hasta que por fin se escuchó como pulsaban el botón para responder.
"No voy a salir ahora, Nanase sigue ahí dentro" La voz de Sousuke sonaba cansada y su respiración irregular se acompasaba con sus pasos por aquel interminable pasillo lleno de polvo, señal de que poco a poco las vigas estaban cediendo al peso del edificio.
"Deja a Nanase. No me gusta decir esto pero..." Una larga pausa acompañó a un suspiro por parte de aquella voz, claramente perteneciente a un señor de una edad algo avanzada "Nanase es prescindible, es solo un novato y tú eres uno de los miembros más sobresalientes del cuerpo, no podemos permitirnos perderte".
Sousuke solo apretó la mandíbula, acelerando el paso sin cambiar su postura defensiva, preparado para esquivar cualquier cosa y disparar siempre que fuera necesario.
El pasillo llegó a su fin, uma puerta de madera agrietada era iluminada por la linterna que portaba Yamazaki en la punta de su arma. Abrió la puerta de una patada, dejando que el polvo se asentara mientras sus ojos permanecían entrecerrados y su mente se preparaba para cualquier cosa.
CAPÍTULO I- Nuevos reclutas
El calor era insufrible, y lo único que podía sacarle aquel pensamiento de su mente eran los jadeos de su acompañante canino. No alcanzaba a entender por qué le había tocado justo a él hacer la ronda a pleno sol y encima con un perro con el que no estaba acostumbrado a trabajar y apenas le hacía caso, no porque no estuviera entrenado, simplemente parecía que no le caía demasiado bien, ni siquiera entendía cómo había logrado llegar hasta esa parte de la ciudad cuando el can parecía querer ir en dirección contraria continuamente. Francamente preferiría trabajar solo, pero desde que su anterior compañero se había cambiado de departamento, le había tocado tener que lidiar con incontables acompañantes, a cada uno más molesto que el anterior.
Gracias a Dios su turno terminaba en escasos cinco minutos y podría volver a casa a darse una ducha, aunque aquel día todo el mundo parecía estar en su contra. La radio que llevaba encima avisó que irremediablemente debía ir en aquel momento a la oficina, lo que no podía significar nada bueno.
"Genial, otra vez tengo que alargar el turno. ¿Qué habrá pasado ahora?" Gruñó el moreno en voz baja mientras se dirigía hasta el coche, esta vez seguido de su compañero sin necesidad de tirar demasiado de él.
No tardó mucho en conducir hasta su destino, el único inconveniente eran los múltiples semáforos en rojo que empezaban a impacientarle y para cuando hubo llegado a su destino, su paciencia era inversamente proporcional a las ganas que tenía de acabar el turno.
"¿Y bien? ¿Qué ocurre esta vez?" Yamazaki estaba agotado y acalorado y lo último que quería era encontrarse justamente con lo que se encontró.
"Han llegado los nuevos, os toca enseñarles como va esto y sus puestos de trabajo" No, debía estar de broma, aquello no podía ser cierto, no podían encasquetarle a un novato justo ahora. "No os preocupéis os he asignado a quien creo que os resultará útil".
La paciencia de Sousuke pareció aumentar mínimamente cuando escuchó aquellas palabras y relajó sutilmente los hombros mientras esperaba a conocer al novato que le tocaría aguantar.
Nitori tuvo que quedarse con un tal Ryugazaki que al parecer iba a entrar en el departamento de investigación, así que le había tocado enseñarle cómo funcionaba aquello. Mikoshiba lucía bastante a gusto con su nuevo compañero, un chico rubio bastante bajito del cual no había llegado a escuchar el nombre. Tras él un joven bastante alto de ojos verdes acabó junto a Rin, la única persona con la que había logrado entablar una amistad desde que trabajaba allí. Solo quedaba su compañero, y la cara de su jefe no anunciaba un buen augurio.
"Yamazaki, Haruka Nanase te está esperando en tu puesto de trabajo... es un chico muy cerrado pero tiene potencial, no te enfades demasiado" Recibió unas palmaditas en la espalda que no le ayudaron en nada. Estaba cansado, harto de tener que seguir allí y encima tenía que lidiar con un chico "cerrado". Pobre del chico.
Cuando llegó a su mesa, un joven de cabello azabache estaba de espaldas a él, completamente rígido, aunque sus ojos lo estaban mirando prácticamente todo en busca de conocer a qué clase de persona se iba a enfrentar. Algo que no tardaría en adivinar.
"Nanase" La profunda voz de Yamazaki llegó a los oídos del joven, quien se dio la vuelta en apenas unos segundos.
"¿Pero qué es esto? A este chico le falta entrenamiento, está demasiado delgado" La primera impresión de Sousuke no era en absoluto buena y mucho menos se esperaba que aquel novato pareciera carecer de cualquier cualidad física, pues se suponía que debía haber pasado una serie de pruebas para llegar hasta allí.
"Muévete" Haruka no respondió, se limitó a mirarle con el entrecejo fruncido mientras le seguía por los pasillos sin escuchar realmente lo que le decía pues seguía molesto con el tono de voz que había usado en él, además de la mirada que le había lanzado, le había hecho sentir verdaderamente insignificante.
Antes de darse cuenta habían terminado aquel tour por la comisaría y por todos sus departamentos, y lo único que lo sacó de su ensimismamiento fue el uniforme que cayó en sus manos apenas hubieron terminado el recorrido.
"Mañana empezamos las prácticas, así que ni se te ocurra llegar tarde" Fueron las últimas palabras de Yamazaki antes de salir de allí, dispuesto a llegar a casa por fin y darse su tan ansiada ducha. Su apartamento era bastante pequeño, pero después de todo no necesitaba más si estaba soltero "Debería haberle preguntado al jefe qué demonios pintaba ese canijo en el cuerpo" Soltaba entre dientes mientras se comía un filete algo correoso que sin duda no había sido correctamente descongelado y las gotas de agua aún caían de su pelo húmedo que indicaban que recién había salido de la ducha. No lo entendía, simplemente no alcanzaba a entender por qué aquel chico estaba allí y no podía dejar de pensar que solo sería un estorbo. Solo le quedaba esperar a comprobar qué tal se defendía en las prácticas quizás así consiguiera librarse de ser realmente una carga.
Yamazaki volvía a estar impaciente y el insistente movimiento de su pie sobre el suelo lo demostraba, Nanase llegaba tarde, muy tarde, ciertamente empezaba a dudar de que se presentara, después de todo tampoco sería tan extraño, un chico sin cualidades para trabajar en el cuerpo de policía debía haber abandonado incluso antes de empezar. Pero eso sería tener demasiada suerte. Nanase apareció con el uniforme medio arrugado y el pelo goteando agua, lo que le sacó de sus casillas incluso antes de que se excusara.
"¿Se puede saber de dónde vienes? ¿Y qué son esas pintas, Nanase?" Frunció el ceño esperando una respuesta clara y útil que apaciguara ligeramente su enfado, aunque eso no sería tarea fácil.
"Me dormí y vengo corriendo" La voz monótona de Haruka solo le enfurecía más, y le bastó una única mirada a su pelo húmedo para que el más bajo entendiera qué quería. "Debía darme un baño".
"¿Debías? Nanase, lo importante es la puntualidad, no disfrutar de un baño de burbujas relajante, si tantas ganas tienes de uno antes de trabajar, entonces levántate antes, pero ni de te ocurra volver a llegar tarde" Yamazaki estaba notablemente molesto, tanto que nadie de la oficina se atrevía a pasar demasiado cerca, y muchos de ellos solo miraban con lástima al pobre chaval al que le había tocado ser su compañero "Arréglate el uniforme y vamos a la sala de tiro, quiero ver tu puntería".
Se alejó por el pasillo siendo seguido rápidamente por el ojiazul quien se abrochaba los botones del uniforme a duras penas mientras trotaba, pues su falta de atención el día anterior le impedía llegar solo hasta aquel lugar.
"Toma, ponte esto y apunta a aquella diana" Le tendió unos cascos y el arma correspondiente, cogiendo los suyos propios y esperando a ver la reacción de Nanase, quien, para sorpresa de Sousuke, cogía el arma en una posición perfecta, aunque en cuanto disparó pudo ver que su puntería no era tan buena como debiera, pues ni si quiera le dio a la parte más externa de la diana, lo que le hizo enfurecer aún más si cabía.
"¿Cómo demonios es posible que seas tan torpe?" Apretó los dientes disparando esta vez él y dando justo en el centro, usando aquello como demostración, aunque no sirvió para nada, pues Haruka volvió a fallar, consiguiendo que Sousuke perdiera la paciencia del todo y terminara arrebatándole el arma y los cascos.
"Vamos a salir a patrullar, cuando volvamos quiero que vuelvas directo aquí a practicar, y como no mejores me encargaré de que te echen" Aquella idea pareció molestar al ojiazul, aunque era difícil de descifrar algo bajo aquella máscara de indiferencia que dudaba que se quitara en algún momento.
Justo antes de salir, Sousuke tuvo la necesidad de preguntar por Rin, pues solían quedar juntos en su descanso, claro que dada la hora a la que había llegado el novato, no era de extrañar que Rin hubiese salido hace rato, por lo que aquel día debería pasar su sagrado descanso con aquel incordio de mirada perdida.
Una vez hubieron montado en el coche todo pareció suavizarse, el silencio ocupaba su interior pero dada la personalidad de ambos, no era algo que fueran a romper ya que sabían de sobra que estaba mejor así, solo lo rompieron cuando, cerca de las cuatro, la necesidad de comer les perseguía a los dos, por lo que no tuvieron más remedio que entrar en un restaurante y comer algo, claro que no por compartir mesa iban a entablar una conversación, eso estaba claro y de hecho fue el descanso más corto que había tenido Sousuke en toda su vida.
El resto de la jornada fue completamente normal, sin nada extraño que apreciar en ningún sitio, aunque eso solía ser lo normal, el problema llegó cuando al dar dos pasos dentro de la comisaría, el jefe le indicó que había dejado unos documentos en su mesa que debía mirar, genial, papeleo. Aunque no era solo papeleo ni mucho menos, se sentó en su silla seguido de lo que empezaba a parecer una sombra y empezó a ojear los informes "bandas de traficantes" ,"secuestros" ,"torturas", eran las palabras más destacadas entre todos aquellos papeles, y para cuando levantó la cabeza Rin estaba frente a él junto con Makoto, y no parecía muy contento.
"Ya lo has leído ¿verdad?" Yamazaki asintió, entendiendo perfectamente a lo que se refería pues habían llegado a ser un gran equipo hacía tiempo "No me hace ninguna gracia que eso este en Tokio... pero es aún peor que no nos hayamos enterado de nada" Rin estaba inquieto, inquieto y enfadado por no haber sido capaz de ver nada en ninguna de sus salidas.
"Son traficantes, Rin, de eso se trata, de no ser descubiertos... aunque aquí la pregunta es: ¿traficantes de qué?" Rin se encogió de hombros en el momento en el que un 'ni idea' abandonó sus labios seguido de un suspiro frustrado, odiaba perder y odiaba aún más sentirse perdido, y eso se podía notar.
"Deberíamos dejarle toda la información a Nitori, él y el nuevo encontrarán algún hilo del que tirar" Fueron las últimas palabras de Rin antes de coger los informes y despedirse, pues antes de que se hubiera dado cuenta, era hora de marcharse, y tenía pensado avisar a Haru cuando se dio cuenta de que este ya había desaparecido.
"Encima de que llega tarde se va sin avisar" Murmuró Sousuke algo irritado, aunque el agotamiento le impedía pensar más en ello. Lo que este no sabía era que, por muy distante que fuera Haruka, no se trataba de alguien tan desdeñoso y en aquel momento ni si quiera había pasado por su mente volver a casa.