Toqué la puerta y él me dijo que pasara, entré y le saludé formalmente pero él sólo me miró y no correspondió mi saludo.
- Toma estos papeles y llévalos con la secretaria de mi papá –me dijo señalando unos papeles en el escritorio con la mirada-.
- Sí –dije tomando los papeles y saliendo de la oficina hasta encontrarme en la oficina principal con una chica de cabello azul-.
- ¿Tú eres el nuevo asistente del hijo del presidente, verdad? –Me dijo sonriendo-.
- Sí, soy yo, mi nombre es Naruto Uzumaki, el mejor asistente, ttebayo –dije sonriendo, ella río pero al momento puso una cara seria, tomó los papeles y con una sonrisa me dijo gracias-.
- Así que eres el mejor asistente, vaya –dijo Sasuke mirándome-, te dije que vinieras a dejar los papeles, no que vinieras a presumir, quiero un café y lo quiero rápido, muévete –me dijo frunciendo el ceño, sonriendo y regresando a su oficina-.
- Ese maldito –dije enojado sin darme cuenta de que la chica me había escuchado-, etto, lo siento, ttebayo.
- No te preocupes, ya sé cómo te sientes, siempre ha sido así, mejor ve –me dijo sonriendo. Por cierto, mi nombre es Konan.
- Claro, nos vemos –dije yéndome a la cafetería-.
Preparé el café con mucha azúcar, sabía que estaba mal y que me iba a meter en problemas pero no soportaba a ese teme engreído y grosero. Le llevé el café y cuando él dio el primer sorbo lo escupió inmediatamente, no me pude contener y solté una carcajada de victoria.
- Así que es gracioso ¿no? –dijo completamente enojado-.
- Etto –dije tranquilizándome, me había dejado llevar-. Lo siento, pero tenía que desquitar mi enojo por tus ofensas.
- Así que ahora los criados se enojan, ¿acaso no quieres también un masaje en los hombros? Aprende tu lugar.
- Mi lugar no es este, imbécil –le dije sin pensarlo-, tú tampoco mereces este lugar.
- ¿Qué dijiste?
- Lo dije porque eres una persona sin educación –le dije como excusa-, la educación no se muestra en que tan de clase seas, se muestra en tus valores.
- No me vengas a dar clases de educación y ve por una camisa al sanitario.
- -Obedecí y le traje una camisa, pero al salir estaba con el abdomen descubierto, vaya chico, sí que lo tenía trabajado- Aquí está –le dije dándosela-.
- ¿Esperas a que yo me la ponga? –Me dijo enojado-.
- Etto… sí –dije sonrojado, me acerqué a él y le puse la camisa-.
- ¿Por qué estás sonrojado? –Me dijo sonriendo- ¿Acaso te gusto?
- ¡Claro que no! –Le dije enojado-.
- Pues eso espero, no quiero que te enamores de mí.
Dejé ese asunto por la paz y ya no le contesté nada, ese día pasó normal y él no me habló mucho, tenía que acercarme a él, era la única opción. Al día siguiente estuvo igual de serio, ya casi eran las cuatro, yo trabajaba de ocho de la mañana a siete de la tarde. Estaba en la cafetería cuando un peli-blanco un poco alto, cabello corto y ojos con forma de serpiente me tiró el café encima, era obvio que lo había hecho a propósito.
- ¡Oi! ¿Qué te pasa? –Le dije quitándome el saco-.
- Disculpa, en serio, no fue mi intención –dijo haciendo una sonrisa de lado. Mi nombre es Kabuto ¿y el tuyo?
- No veo la necesidad de decírtelo –Le dije enojado y saliendo de allí, pero él me detuvo del brazo-.
- Eres muy guapo, ¿te lo habían dicho? –me dijo soltando una risita burlona-.
- ¡Aléjate! –Le dije apartándome bruscamente-, todos aquí son iguales, par de bakas.
- ¿No quieres regalarme un beso? –Me dijo guiñando un ojo, era un descarado-.
- Nunca, prefiero besar a un perro que besarte a ti –le dije enojado y me volteé dándole la espalda-.
- Pareces una chica, das risa –me dijo tomándome de la cintura, yo no me dejé, me volteé y lo empujé pero el piso estaba resbaloso por el café y caí encima de él-.
- ¡Naruto! ¿Qué es lo que estás haciendo? –Me dijo Sasuke enojado- ¿Tan urgido de un hombre estás? Te quiero en veinte segundos en mi oficina, si no llegas en ese tiempo considérate despedido –Me dijo enojado y yéndose-.
Me levanté rápidamente y dejé pateado a Kabuto, aunque se molestó y me intentó tirar pero no me alcanzó y me fui corriendo a la oficina de mi jefe.
- Sasuke, eso que pasó no es lo que piensas –dije desviando la mirada-.
- Cállate, aquí vienes a trabajar, deja de estar ofreciéndote.
- Disculpa, pero tampoco voy a permitir que me hables así –le dije enojado ante su actitud-. Él vino hacia mí y por un accidente terminamos en esa posición, así que deja de hacerte el ofendido sin pedir una explicación.
- ¿Te llamas Naruto, verdad?
- Sí, Naruto Uzumaki.
- Tienes carácter, me agradas.
- Etto… gracias –dije sonrojado-.
- Hoy iré a comer a tu casa, llama para que alisten todo.
- ¿¡QUÉ!? N… No hay nadie hoy en mi casa –le dije nervioso-.
- Que mal…
- Sí, será para la otra.
- No, digo que mal porque sólo tendremos que cenar tú y yo en tu casa.
- ¿Qué? ¿Por qué quieres ir? No veo necesidad alguna.
- Yo sí, saldremos temprano, alista mis cosas.
- ¡Pero…!
- Ya lo dije, iremos a cenar a tu casa y punto.
No pude decir nada más, llamé a casa y les dije la situación, me dijeron que no había problema, que llegara a la casa.
Todo estaba apagado y lo invité a entrar, Kakashi nos había comprado una casa nueva y era un poco lujosa, al principio no la aceptamos pero él insistió, me compró trajes y hasta un automóvil. Prendí las luces y le ofrecí un café mientras él se acomodaba en mi sala.
- No, gracias, no me apetece –dijo mirando alrededor-. Vaya, ¿por qué teniendo una casa tan lujosa trabajas como mi asistente?
- Porque quiero ganar mi propio dinero –le dije sonriendo y poniendo una botella de licor en la mesa-, esta casa es de mi mamá y yo quiero salir adelante por mí y no por ella.
- Ya veo –tomó la botella de licor y la regó en la alfombra-.
- ¿¡Pero qué haces!? –le dije enojado-.
- Sólo quería conocer la casa de mi perro faldero –me dijo sonriendo-.
- ¿Estás loco? –Le dije enojado, claro, ya me sorprendía que un Uchiha fuera amable-.
- No, limpia eso y rápido, para eso estás ¿no?
- Eres un imbécil –dije caminando hacia él y tomándole de la camisa-.
- Si me llegas a hacer algo considérate despedido –Me dijo sonriendo-.
- Maldito –le dije separándome de él resignado por no poder pegarle-.
- Acéptalo, no puedes golpearme porque trabajas para mí.
- Si ese es el caso –dijo una voz muy enojada detrás de una maceta de flores-, yo no trabajo para ti, así que te puedo golpear –dijo mi madre corriendo hacia Sasuke regalándole un golpe tremendo que le sacó bastante sangre mientras mis abuelos salían de las cortinas-.
- ¿Pero qué…? –Dijo Sasuke confuso- ¿Por qué tu familia se esconde detrás de unas cortinas y una maceta?
- Y…Yo tampoco lo sé ;-; -Le dije extrañado-.
- Creo que empezamos mal –Dijo Sasuke levantándose y hablando como si nada hubiese pasado-. Soy Sasuke Uchiha, jefe de su hijo, un gusto –dijo sonriendo de lado y dándole la mano a mi mamá-.
- Así que tú eres, espero y no le vuelvas a ofender o me veré en la necesidad de volverte a golpear –dijo mi madre sonriendo y saludándolo-.
- Ya veo, has sacado el carácter de tu mamá, me tengo que retirar, un gusto conocerlos, te veo mañana, Naruto –me dijo seriamente yéndose-.
- Qué raro es tu jefe –dijo mi abuela confusa-.
- ¿Raro él? ¿¡NO SE LES OCURRIÓ OTRO LUGAR MEJOR PARA OCULTARSE!?
- Etto… creímos que era un buen lugar xD –dijo mi madre soltando una carcajada igual que mis abuelos, vaya que éramos raros, recordé a mi papá en ese momento, él era mucho más raro, lo quería mucho-.
FIN POV’S NARUTO