POV’S ITACHI
Hoy llamó mi hermano Sasuke y al fin le contesté, pero la llamada se cortó y no pude decirle más, estaba estrictamente vigilado.
Hace algunos años mi familia era una donde todos éramos felices, yo era apenas un adolescente cuando mi padre empezó a ganar cantidades de dinero que jamás habíamos imaginado podríamos tener, al principio todo era felicidad porque nos iba bien, sin embargo mi padre se empezó a llevar por el dinero convirtiéndose en un hombre ambicioso y sin escrúpulos.
Una noche que no pude dormir me levanté a la cocina por un vaso de agua, me lo serví y bebí, decidido estaba caminando hacia mi recamara a pesar del miedo que tenía a los fantasmas, hasta que escuché unas pisadas en la oficina de mi padre y quedé paralizado, claro, en ese momento pensé que era un fantasma, pero era algo mucho peor.
Me armé de valor para ir a supervisar que todo estuviera bien, así que caminé lentamente hacia el despacho de mi padre y escuché a dos hombres hablando.
- Así que ese es tu plan, confío en que lo lograrás ¿cuándo empezarás a ejercerlo? –Dijo el hombre desconocido-.
- Lo más pronto posible, Itachi todavía no es mayor de edad, así que no será directamente el presidente, pero con el tiempo le enseñaré a ser el mejor de todo el mundo –Dijo mi padre con una sonrisa que provocó un escalofrío en mí-.
- Sin embargo hay un pequeño inconveniente –Dijo la otra voz-.
- ¿Cuál es ese inconveniente?
- Minato tiene un hijo muy pequeño al cual piensa heredarle todo.
- Lo eliminaremos.
- ¿Y el otro hijo?
- Minato piensa que está muerto, en este momento se ha de estar pudriendo en un orfanato.
- Ese niño es de la misma edad de tu hijo ¿no?
- Sí, él nació después de unos pocos meses que Itachi nació.
- ¿Su nombre es Deidara, no?
- Sí, se parece mucho a Minato, desde hace años que no le veo, desde que lo mandé a Estados Unidos ya no supe más de él.
- Está bien. Fugaku, no dejes nada de pistas, si los vas a mandar a asesinar que sean con hombres de confianza. Les quitaremos las empresas y se las daremos todas a tu hijo, será como quitarle un dulce a un bebé.
- Claro, no desconfíes de mí. Me encargaré de esa maldita familia.
Cuando escuché eso todo cambio en mí. Ahora el miedo a los fantasmas se había ido, mi enfado era grande, mi padre no podía quitarle la vida a gente inocente simplemente por la avaricia. Yo no lo iba a permitir, iba a entrar y decirle la basura que era, sin embargo alguien me cargó y me tapó la boca, entramos a mi habitación y me di cuenta de que era mi madre.
- Itachi, no te metas en asuntos que no debes –Me dijo mi madre enojada-.
- ¿¡Cómo puedes encubrir esto, madre!? –Le dije llorando-.
- Traté de hablar con tu padre, pero él ha cambiado. Es mi esposo y debo ayudarle en todo –Me dijo llorando-.
- Que mal por ti, Madre, porque aunque él sea mi padre yo no le voy a encubrir algo así –Le dije enojado y frunciendo el ceño-.
- Él te matará, no le importa si eres su hijo –Me dijo abrazándome-.
- Entonces ayúdame a huir. Yo manejaré este asunto desde otro país –Le dije serio-.
- Apenas eres un niño –Me dijo viéndome seriamente-.
- Podré ser un niño, pero soy un Uchiha –Le dije decidido-.
- Entonces unamos fuerzas, hijo –Me dijo sonriendo decidida, aunque al principio tuvo una expresión de sorpresa-.
- Así será madre, encontraré al hijo perdido de Minato Namikaze y juntos derrotaremos a todos los que le quieran hacer daño a su familia –Le dije sonriendo-, mañana mismo me voy y… cuando me vuelvas a ver, madre… seré un adulto hecho y derecho que vendrá a hacer justicia a la familia Namikaze. Cuida de ellos madre, no permitas que mueran.
- Claro, hijo. Haré todo lo que esté en mis manos, te adoro –Me dijo besando mi frente y dándome un abrazo-.
En esa misma noche me marché de mi casa, de mi ciudad, de mi país y de mi confort. Ahora sólo tenía un objetivo y ese era impedir más injusticias de parte de mi padre, Fugaku Uchiha.
Estuve un tiempo buscando a Deidara, el hijo perdido de Minato Namikaze y al fin lo encontré en un orfanato casi abandonado. Cuando me miró se sorprendió de que alguien lo fuera a sacar de ahí, pagué el dinero suficiente y con mis contactos pude sacarlo, de algo había servido ser hijo del ambicioso de mi padre.
Deidara me contó que siempre venía un señor a dejarle dinero y a decirle que su padre y su madre lo habían abandonado con tal de hacer una fortuna en Japón, por lo cual les guardó odio. Tardé en convencerle que eso era una mentira y, aunque me dolía, le dije que el único que había provocado todo esto era mi padre. Cuando le conté eso desconfió de mí y me tardé mucho tiempo en ganarme su confianza.
Kakashi, el que era la mano derecha de Minato se hizo pasar por un impostor y traicionero, porque la muerte de Minato Namikaze había sido imposible de evitar y Kakashi se puso del lado de mi padre para ayudarnos desde ahí. Cuando me enteré de eso me enojé bastante, al menos logramos salvar a su madre y a su hijo más pequeño.
Para ese tiempo yo no quería que mi padre reflexionara, ya le odiaba. Todo empezó con una llamada de mi madre.
Flashback
- Itachi, tu padre se ha enterado de que te ayudé a irte y te está buscando –Me dijo tosiendo-.
- Madre, no te preocupes, él no me encontrará, pero… ¿por qué toses, estás enferma? –Le dije preocupado-.
- Hijo, ¿pero qué le ha pasado a nuestra familia? –Me dijo llorando- Tu padre ha obligado a Sasuke a dejar todo para enfocarse a la empresa y me ha… -Dijo sin terminar y escuché como empezó a llorar-.
- ¿Qué te ha hecho, madre? –Dije desesperado-.
- Me ha golpeado a más no poder por ayudarte a escapar –Me dijo sin poder parar de llorar-.
- Madre, ¿dónde estás? Iré por ti –Le dije llorando-.
- En el hospital, no te preocupes, ya estoy mejor. Y no pienses en venir aquí, quiero que te quedes allá, yo soy más útil aquí. Sólo que hay un problema, el hijo de Minato Namikaze ha llegado a Japón, es Naruto Namikaze.
- ¿Qué? –Le dije recordando que aquí yo había convivido con él, un poco pero si le conocía-.
- Sí, tu padre está más que enojado, dice que ya es hora de empezar a movilizar sus contactos para impedir que Naruto sea llamado vicepresidente y pondrá todo a nombre de Sasuke.
- Lo impediremos, no te preocupes –Le dije frunciendo el ceño-.
- Me voy, hijo. Tu padre está a punto de llegar –Me dijo llorando-.
- Te quiero, mamá. Nos veremos pronto, ya casi está todo listo para darles vuelta.
- Eso espero, hijo mío –Me dijo mi madre y colgó-.
Fin del flashback
No entendía como era que el dinero podía cambiar así de grave a las personas. Pero me armé de valor para seguir, ya solo faltaba un poco más para que le dijéramos a Minato de nuestro plan, sin embargo al poco tiempo mi padre logró matarlo y todo se vino abajo. Ahora teníamos que quitar a mi propio padre de la cima y poner a Naruto hasta arriba, sin embargo yo no me había podido conectar con él porque Kakashi decía que todavía no era tiempo, hasta que yo llegara a Japón era cuando íbamos a unir fuerzas todos nosotros contra mi padre y sus aliados.
Poco tiempo después mi padre descubrió mi ubicación, sin embargo ya no podía hacerme nada, así que sólo me mantenía amenazado con mi madre y con mis hermanos, más bien sólo con Sai, porque a Sasuke lo tenía bien sujeto. Aun así prefirió prevenir cualquier asunto y me negó hablar con él, vigilaba todo de mí y de Deidara.
Él y yo éramos uno solo, al paso del tiempo nos fuimos enamorando, era un chico con mucho carácter. Recuerdo que siempre me miraba cuando arreglaba todo para llevar a cabo mis negocios, porque el dinero que me mandaba mi madre lo ocupé para hacer un centro comercial que estaba esparcido por muchos lugares. Deidara se sorprendía al ver que yo, desde tan chico podía manejar asuntos tan importantes.
Siempre andaba jugando por un lado y otro con cosas de la cocina y de limpieza. Hacía muchos desastres en la casa donde vivíamos y, principalmente eran explosiones. Yo me enojaba mucho con él porque eran a diario y él nunca me obedecía en lo que decía. Se escapaba, corría, no comía, jugaba donde quería y hacia lo que se le daba la gana.
Le terminé comprando un aviario porque le encantaban las aves y se la pasaba todo el día ahí, así que ya no hacía desastres en la casa. Al principio pensé que no le preocupaba la situación de su familia, sin embargo un día entré a su cuarto en la noche sin tocar la puerta y él estaba llorando mientras coloreaba unos dibujos, un señor alto, rubio y ojos azules, un pequeño casi igual al más grande y una mujer de cabello peli-rojo, tal y como yo se los había descrito, eran su familia.
Me conmovió mucho esa escena y entendí que él era muy diferente a mí, era más sensible. Eso me dio más fuerzas para luchar por él y por su familia, los iba a sacar del abismo en el cual habían caído por culpa de mi familia.
Ya faltaba poco, muy, muy poco para que mi plan elaborado por años se diera a conocer y ganáramos esta batalla. Se podría decir que era algo fácil, sin embargo no conocíamos a nuestros verdaderos enemigos aún, porque mi padre no estaba solo.
Kakashi me había dicho que no sólo eran empresarios importantes, también había hombres de la mafia del lado de mi padre y que debíamos prepararnos con todo lo que podíamos.
Así que decidí contactar a dos grandes hombres, uno en el mundo de los empresarios y otro que era el hombre al cual todos temían, él, por supuesto era un hombre de la mafia, el más poderoso entre todos.
De mi lado tenía a Hashirama Senju, uno de los hombres más ricos el cual tenía sus empresas en toda América, Australia, África y Europa porque él no quería meterse en problemas poniendo sus empresas en Asia.
Un hombre demasiado importante a decir verdad, decidido y fuerte, él le daba vuelta a muchos empresarios poderosos. No tardé mucho en convencerle para que me brindara de su ayuda, al escuchar la historia aceptó inmediatamente y dijo que contáramos con él para todo.
Por otra parte, del lado oscuro, tenía a Orochimaru, no conocía nada de él, excepto por el nombre con que le llamaban. Me tardé en convencerle, pero cuando mencioné el apellido Uchiha, aceptó sin pensarlo dos veces. Al principio dijo que le era fácil matarme porque era un Uchiha, pero que prefería unirse a mí para ver la sangre de los Uchiha caer.
Me dijo que mi padre lo había traicionado y por él había perdido billones de pesos y mucha mercancía, armas del ejército. Mi padre se las había quitado todas y desde ese momento le había guardado mucho odio a él y a Madara, los dos principales. Él también me advirtió que iba a ser una pelea fuerte porque mi padre tenía a contactos muy importantes, pero no eran nada a comparación de él.
De vez en cuando todos nos reuníamos. Hashirama, Orochimaru, Kakashi, Deidara y yo. Todos éramos un conjunto, una fuerza que sería casi imposible de vencer y ya faltaba muy poco para darnos a conocer y así, también averiguar a quiénes nos enfrentábamos, sin duda alguna, también serían hombres de poder, pero no nos retractaríamos.
FIN POV’S ITACHI