Te amo, Bonnibiel.
Marceline:
Fui a caminar por las calles desiertas de la ciudad. Me gusta la tranquilidad de las calles a esta hora. Camino por alrededor de media hora cuando…
-fíjate por dónde caminas!-Digo molesta sin darme cuenta de quién se trataba.
-disculpa, no te vi…Marceline?-Escuché que decía mi nombre.
-eres tú, Bonnibiel?-Pregunto insegura. Tenía por seguro que no podía ser ella.
-sí, hace cuánto que no te he visto, cómo has estado?-No seas amable conmigo por favor…
-bien, y tú?-Debo irme cuánto antes, tengo miedo por lo que pasó la última vez.
*FLASH BACK*
Estaba junto a ti jugando videojuegos. Había estado enamorada de tu persona desde hace mucho, pero tenía miedo a que me rechazaras y nuestra amistad se quebrara. Ese día no pude contener mis emociones.
-oh, sí! Te gané, Marcy!-Gritaste feliz, amaba verte así, feliz.
-has tenido suerte, solo eso.-Te respondo con una sonrisa volviendo a poner el juego.-jugarás otra ronda o tienes miedo?-Te reto mirándote competitivamente.
-no te tengo miedo, Marcelina.-Me dices sentándote a mi lado para volver a jugar.
-veamos quién gana en esta, dulce princesa.-Yo era la única que te llamaba así, te lo había puesto por tu personalidad cálida y buena, parecías un princesa. Vi un leve color carmín en tus mejillas rosadas al escuchar cómo te había llamado. Luego de jugar te gané, y comencé a saltar como una total idiota.
-eso fue trampa!-Me dijiste infantilmente, para luego acercarte y empujarme a la cama para luego poner mis manos por encima de mi cabeza para minutos después comenzar a hacerme cosquillas.
-no…jajajaja…es cierto.-Te digo entre risas y sonrojada por las cosquillas que me dabas.
Después de un rato me dejaste pero no saliste de encima de mí.
-emm…dulce princesa, puedes salir de arriba?-Te pregunto desviando la mirada, ya que tu no quitabas tu mirada purpurina de mis ojos carmesí. Como no respondiste me quedé paralizada sin quitar mi mirada de la tuya.
No pude contenerme y fui acercándome a ti con la intención de besarte, tú no te alejaste pero tampoco te acercaste. La distancia entre nosotras disminuyó y nos besamos, pero era un beso delicado y tierno, sin segundas intenciones.
Nos separamos por falta de aire. Yo te miré tus ojos púrpuras y vi algo que no había visto jamás, al menos nunca usaste esa mirada para conmigo, como si me te tuvieras asco. A partir de ahí me levanté, me puse una de mis tantas chaquetas de cuero y me encaminé hacia la salida, no sin antes decirte algo.
-cuando quieras irte, hazlo pero cierra la puerta cuando lo hagas.-Eso fue lo único que te dije para salir de mi casa a pensar y asimilar lo que había pasado. Luego de ese día te evité porque pensé que te daba asco. No volví a hablarte durante dos o tres meses, por temor a que terminaras nuestra amistad.
*FIN FLASH BACK*
Bubblegum:
Te vi pasar desde la otra vereda y me pareció extraño que no me saludaras. No entendía el comportamiento que habías tenido los últimos meses.
*FLASH BACK*
Cuando te vi salir de esa manera del cuarto y hablarme de esa manera sentí que se me rompía el corazón, jamás habías usado ese tono para conmigo.
Me quedé sola en tu habitación sin entender lo que te había pasado, el por qué el cambio repentino de tu actitud.
-qué te pasó, Marceline?-Pregunté a la nada como si esperara a que algo o alguien me responda.
Admito que el beso me tomó por sorpresa pero eso no significaba que no me haya gustado. Había estado enamorada de ti desde hace mucho pero no tengo el coraje para decírtelo. Conociendo la manera de tu personalidad, eres juguetona y muy bromista, molesta de vez en cuando, pero, quiero creer, no eres capaz de jugar con una cosa así. Cierto?
*FIN FLASH BACK*
Luego de eso no me hablaste por dos o tres meses, hasta ahora.
-bien, me alegro haberte encontrado. he querido hablar contigo desde hace mucho pero no había forma de dar contigo.- cuando vi tu cara pude notar que tenías pánico.
-e-emm…a-ahora no pu-puedo tengo que ha-hacer algo importante.-Tartamudeaste dando por seguro que estas mintiendo.
-no me mientas, Marcy, sé cuándo mientes y cuándo no.-Te dije mirándote con ironía. Tus mejillas se coloraron al sentirte descubierta.-solo quería preguntarte por qué huiste de esa manera?
-creí que sentías asco hacia mí.-Me respondiste mirando el suelo. Me quedé atónita, no entendía porque pensaste eso, así que decidí preguntártelo.
-por qué pensaste eso?
-por la forma en que me miraste luego de que nos separamos.
-solo estaba sorprendida, jamás sentiría asco por ti.-Te digo comprensivamente acercándome para abrazarte y besarte la frente.-porque…te amo, Marcelina.-Te dije divertida y sintiendo como mis mejillas ardían.
-yo también te amo…dulce princesa.-Me respondiste con una sonrisa.
Luego de eso caminamos tomadas de las manos.
Marceline:
Caminé junto a Bonnibiel tomadas de las manos y de vez en cuando nos besábamos delicadamente. Fuimos a un centro comercial a ver vidrieras y ropa.
“Quizás no te des cuenta, quizás no lo sepas, pero desde el momento que te vi, pensé: te amo, Bonnibiel.”
Fin.