Eran las 8:30am de un Miércoles cualquiera. Un hombre alto de cabello castaño, traje negro acompañado de una camisa blanca y corbata negra y lentes de sol oscuros caminaba con un portafolio plateado en mano a través de las calles de la famosa Ciudad Dominio.
Llegó a la entrada de una callejuela, que en otras ocasiones estaría despoblada, pero la cual se encontraba abarrotada de gente curiosa a la cual la policía le impedía el paso tras la clásica cinta amarilla.
-Con permiso- dijo el hombre en un tono muerto a la gente que bloqueaba su camino.
Una vez que se logró abrir paso entre la multitud que murmuraba entre sí, atravesó la cinta amarilla, por lo cual un policía local lo detuvo.
El castaño simplemente sacó del bolsillo interior de su saco una identificación con placa, y el hombre le cedió el paso.
-Disculpe, detective- dijo el policía, cerrando el paso nuevamente detrás del hombre.
Un hombre regordete y calvo de la coronilla se le acercó al castaño de inmediato.
-Ahh, Seto, me alegra que hayas llegado- dijo el hombre en tono familiar.
-¿Qué tenemos Max?- preguntó el aludido como si nada.
-Hombre de unos 50 años, bala en el cráneo, presenta indicios de estrangulación, pero no creo que eso lo haya matado…su nombre es William Wheeler, y por el aspecto, era guardia de seguridad- respondió Max, conduciendo al detective Seto Kaiba hacia el lugar del crimen.
- Dejemos las suposiciones a un lado- fue la respuesta del hombre, quien ante la vista del cadáver, se agachó lentamente, y removiendo sus gafas oscuras, observó detenidamente el cuerpo con sus orbes azules.
-¿Qué te parece?- preguntó Max.
-Definitivamente fue una bala, calibre .38 he de suponer…sí presenta marcas de estrangulación, posiblemente una cuerda…- abrió su portafolios y extrajo de ellos unos guantes blancos de látex. Tomó las muñecas del hombre, y frunció el ceño cuando vio las marcas de lo que parecían ser ataduras en las muñecas.
-¿Las habías visto?- preguntó Kaiba, examinando las marcas con detalle.
-No, aguarda, necesitan ser fotografiadas…eh, ¡Yami!- gritó el hombre a un joven alto, de cabellos tricolor que sostenía una cámara y se encontraba fotografiando los alrededores.
-¿Si?- preguntó Yami una vez se acercó a ellos.
-Fotografía las muñecas, creo que no las tenías- indicó el capitán.
El de cabellos tricolores y ojos violáceos hizo lo que le ordenaron.
-¿Detectas algo más Seto?- preguntó Yami una vez terminara con su trabajo.
-No, pero habrá que esperar al reporte del forense- fue su respuesta.
-Entonces será todo…trasladarán el cuerpo a la morgue de la jefatura, nosotros regresaremos a las oficinas para analizar la evidencia- ordenó Max.
-¿Ya se notificó a sus familiares?- preguntó Yami.
-No, aún no, aunque parece que tiene un hijo en esta misma ciudad, lo revisaremos en la base de datos de central…Charlie, cuida que los medios no se acerquen-
-¿Necesitas que te lleve?- preguntó Yami a Kaiba.
-Dejé el auto en la otra esquina- fue la respuesta del castaño, quien retiró los guantes de sus manos y los depositó en una bolsa plástica.
-Supongo que ya tomaron muestras de evidencias y demás- dijo Kaiba para cerciorarse.
-De acuerdo- y se puso en marcha hacia su automóvil.
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-¿Entonces fue un robo, o un asesinato premeditado, o qué?- preguntó a Max, una vez que sus mejores detectives se encontraban reunidos en la jefatura.
-Definitivamente fue premeditado, las marcas de cuerdas en manos y cuello lo indican- afirmó Yami con seriedad.
-Coincido con Saiko- (NA: apellido sacado de la manga para Yami), informó Kaiba, dando un leve sorbo a su café negro de máquina.
-Entonces ¿puedo irme? Necesito revisar la información que ha mandado el laboratorio- preguntó Kaiba, levantándose de su asiento.
-No, Yami hará eso, quiero que tú informes al familiar-
-Ella está buscando la compañía para la que trabajaba, cuentas bancarias, ya sabes…lo usual- dijo el capitán, dispuesto a no dejar que Kaiba se saliera con la suya como era costumbre.
-No es mi trabajo-
-¡Yo soy el que manda, harás lo que te ordene!- dijo Max, un tanto enfurecido.
-Avísame cuando llegue- dijo el castaño, quien sabía que era mejor no molestar a su “jefe”. No era que él fuese sumiso, pero le gustaba mucho su trabajo como para exponerse a perderlo, y aunque la paga no era una maravilla, necesitaba el dinero para seguir ayudando a su hermano menor con sus estudios.
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-Seto, el hijo del señor Wheeler ha llegado- le informó el capitán, asomando su cabeza calva por entre la puerta.
Kaiba se levantó de su asiento y cerró la puerta de su oficina tras de sí.
Al llegar a la sala de espera, vio a un muchacho rubio, no mayor de 25 años, usaba unos jeans azules, una playera blanca y una chaqueta verde. Estaba sentado con la cabeza entre las manos.
-¿Señor Wheeler?- preguntó Kaiba, para confirmar la identidad del joven.
-¿Es usted Joseph Wheeler?- preguntó irritado Kaiba, ante la falta de respuesta.
-Ah? Si, soy yo…disculpe, no estoy acostumbrado a que me digan “señor”- respondió el rubio, dejando su asiento de un salto.
Seto se encontró entonces con los ojos mieles más hermosos que hubiera visto, y sintió un cosquilleo recorrer su cuerpo de arriba abajo.
-Soy el detective Seto Kaiba, ¿supongo que sabe lo que voy a decirle?- preguntó el castaño, tratando de bloquear sus pensamientos y emociones.
-Si, así es…lo encontraron esta mañana, pero necesitamos que identifique el cuerpo, para que podamos procesarlo lo más rápido posible- indicó Seto.
El rubio no pronunció palabra alguna, por lo cual Kaiba se dirigió hacia la morgue de la jefatura.
-William Wheeler- pidió al encargado.
-789-A- indicó este, abriéndoles la puerta.
Seto Kaiba caminó hasta la gaveta indicada y jaló la plancha de un tirón, revelando el cuerpo.
- Sí, es mi padre- afirmó Wheeler, a quien involuntariamente se le escurrieron unas lágrimas por el rostro.
Seto Kaiba ya lo había visto antes; familiares tristes por las malas noticias…pero por alguna extraña razón nunca se había conmovido, hasta que vio las lágrimas del joven, quien debería de ser aproximadamente de su edad.
-Lo lamento- dijo solemnemente.
-¿Es lo que le dice a todos?- preguntó el rubio, secándose las lágrimas.
Y antes de que pudiera responder algo, el rubio continuó.
-En realidad no importa…yo quería a mi padre, no fue el modelo perfecto, pero lo intentaba. Era un drogadicto depresivo, pero cambió, y lo admiro por eso…no puedo creer que esto le haya pasado..¿quién habría tratado de robarle a un pobre viejo?-
-No creemos que su padre haya sido asaltado, pienso que se trata de algo más, pero en todo caso no quisiera especular- le reveló Kaiba.
Joseph tembló visiblemente.
-¿Está seguro?- preguntó débilmente.
-¿Hay algo que deba decirme señor Wheeler? - preguntó Seto, con interés.
-N-no, yo, no. Sólo sé que trabajaba en una compañía de software como guardia de seguridad, y le pagaban lo suficiente por ello- pero no sonaba convincente.
El detective no quiso presionarlo, y decidió darle tiempo. Sabía que el hijo de William Wheeler sabía más de lo que estaba soltando en ese momento.
-Le agradezco la aportación, pero si en algún momento recuerda algo, lo que sea, contácteme- y le extendió una tarjeta de presentación.
Ambos se quedaron mirando por unos cuantos minutos, hasta que fueron interrumpidos.
-Seto, Yami quiere que revises algo con él, las marcas…oh, perdón, creo que te interrumpo- dijo una muchacha de cabello corto café, que respondía al nombre de Tea.
-No, he concluido mis asuntos con el Señor Wheeler…iré de inmediato- y desvió la vista.
-Gracias- dijo el rubio.
El castaño simplemente salió de la habitación, seguido de Tea.
-Oye, Seto, me preguntaba, ¿este sábado tendrás algo que hacer?- preguntó Tea una vez que se encontraron solos en el pasillo.
-Sí- fue la seca respuesta de Kaiba, quien ya estaba acostumbrado a que la muchacha lo interrogara sobre sus actividades.
-Disculpa, pero tengo planes, lo lamento- interrumpió Kaiba.
-Sí, lo comprendo, será en otra ocasión- y la muchacha le dirigió una débil sonrisa.
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-¿Hermano?- preguntó una voz, cuando la puerta principal de la casa del detective se abrió.
-Si, ¿cómo estuvo la escuela?- preguntó el detective, cerrando con llave tras de sí y caminando hacia la cocina.
-¡Genial! Obtuve 100 en aritmética y 97 en historia…además le pedí a Izumi que saliera conmigo este fin- dijo Mokuba Kaiba, bajando a toda velocidad por las escaleras.
-Me alegro. Fue la respuesta del detective, quien sacando un vaso de la alacena se dirigió al minibar.
-¿Y a tí? ¿Finalmente le dijiste a Tea que saldrías con ella?- preguntó el adolescente de negra y un tanto larga cabellera.
-Ya sabes que no- dijo el hermano, sirviéndose algo de whiskey en el vaso.
-Tienes 25 hermano, debes de salir y andar con todas las personas que puedas- dijo Mokuba sonriendo.
-Paso- fue la respuesta.
-Te harás viejo, y morirás sólo-
-No estaría mal- dijo el castaño tomando asiento en su sillón favorito.
-¿Sabes que sólo quiero verte feliz, verdad?- dijo Mokuba con sinceridad.
-Lo sé, pero por el momento no necesito nada más-
-A mamá le hubiera gustado que disfrutaras tu vida, ¿sabes?- afirmó Mokuba, tomando asiento a lado de su hermano mayor.
El castaño no respondió nada, pero terminó el trago de un golpe.
-Son las 10:00, deberías de estar durmiendo-
-Claro, esquiva el tema-
-No es eso…tengo que pensar en el caso de hoy- dijo Kaiba, abriendo su portafolio
-¡Genial! ¿A quién plomearon el día de hoy?- preguntó Mokuba fascinado de ver las fotografías de la escena del crimen que su hermano mayor extraía del portafolio plateado.
-Un hombre de 50, guardia de seguridad de Micropress a cargo del turno nocturno…y no es “plomear”, sé más respetuoso- exigió Kaiba, poniendo las fotografías sobre la mesa de centro.
-Disculpa hermano…pobre tipo, ¿tenía familia?- preguntó Mokuba con preocupación.
-Una hija y ex-esposa en Italia…un hijo aquí mismo- respondió Kaiba, ordenando las fotografías para armar de nuevo la escena completa.
-Lo conociste? Cómo era él?- preguntó Mokuba entusiasmado.
-Estatura decente, rubio, ojos café, aproximadamente mi edad…¿por qué te digo todo esto?- preguntó el castaño, comprendiendo que acababa de cometer un grave error.
-Ahhh, rubio eh? No es así como te gustan los hombres, hermano? Claro, a parte del hecho de que deben de tener un buen…-
-¡Vete a dormir!- gritó el castaño, interrumpiendo con todo propósito a su hermano menor.
-¡Setooo! ¡Por favooor! Sólo quiero saber si…-
-¡A dormir!- repitió Seto Kaiba bastante molesto, mirando fijamente a su hermano.
-Ya entendí, ya entendí....que descanses- fue lo último que Mokuba Kaiba dijo, antes de subir nuevamente por las escaleras y pretender que dormía.
El ojiazul suspiró. Trató de concentrarse en las fotografías, pero no podía. Tener un hermano de 19 años era difícil…pero era todo lo que tenía.
Mokuba lo conocía como la palma de su mano; sabía todo lo que había que saber de él como un diccionario. Seto de verdad agradecía a la vida que lo único que le hubiera dejado fuese su hermano menor, pues estaría perdido sin él.
El amor era punto y aparte para Kaiba. Después de su relación récord de un mes con Ishizu Ishtar supo que definitivamente que las cosas se complicarían más si seguía negando lo obvio: prefería a las personas de su mismo sexo.
Razón por la cual jamás aceptaba una invitación de Tea Gardner…casi podía sentir lástima por ella, casi.
Pero meneando la cabeza, Kaiba decidió no pensar en ello, no quería involucrarse con nadie y eso era final. Regresó a ver sus fotografías, y tomando una libreta y una pluma fuente de tinta negra, empezó a anotar todo lo que se le venía a la mente; motivos, observaciones, conjeturas, datos, cualidades, etc. No por nada era el mejor detective que tuviera el área de homicidios de la afamada fuerza de policía de Ciudad Dominio.
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Bueno, primer capítulo. Espero les haya gustado.
Dudas, comentarios, sugerencias, son bienvenidas…sólo dejen su review, que les aseguro que los leo todos y los tomo en cuenta, pues esta historia la hago para entretenerme yo torturando a los personajes un rato, y para entretenerlos a ustedes, por eso me importa lo que piensen.
Las actualizaciones..mmm, depende del tiempo libre que me deje la escuela, aunque creo que en los primeros capítulos no habrá problemas, pero trataré de actualizar una vez por semana.
Tengan buena semana, KalecsX!!