Consecuencias de un viaje ínter dimensional
Resumen: Han pasado 15 años desde que Sasuke y Naruto regresaron desde el mundo mágico. Se celebra el evento mas importante de ambas dimensiones, el matrimonio entre Lucían Potter Malfoy Haco Uchiha Uzumaki, pero el tierno hijo del zorrito, tiene una petición a su futro esposo, quiere que la boda sea en Konoha... ¡Todos los magos al mundo ninja!
Categoría: Harry Potter, Naruto
Personaje: Draco Malfoy, Harry Potter, Sasuke Uchiha, Naruto Uzumaki, Originales.
Géneros: Humor, Romance
Clasificación: R
Advertencias: AU=Universos Alternos, Crossover, Mpreg=Embarazo Masculino.
Capitulo: 10
Completa: Sí
Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.
Problemas… Oh, oh, llamen a los padres
—Entren rápido, antes de que cierre la puerta, sino no podrán entrar a clases en lo que pueda de año —rugió el profesor de pociones.
No había cambiado nada, a pesar de los años, no que fueran muchos, pero se esperaba que la “vida familiar” lo suavizara un poco. Sus sentidos se afilaron al sentir un coro de risas que se acercaba por el pasillo, además del normal sonido de pies sonando por la carrera. Sabía perfectamente de quienes se trataba, pero muy adentro pedía que no fuera así.
— ¡Papi! —Sí, ahí se fue su última esperanza.
Dos muchachas llegaron corriendo y el moreno no pudo hacer más que soltar el aire, al ver llegar a dos gotas de agua, que a su vez, lo eran de Sirius Black.
—Rebeca, Cristina —dijo en tono molesto —primero que todo… llegan tarde —les reprendió seriamente. Algo que no toleraba era la impuntualidad y si eran sus hijas, tanto peor —segundo… están gritando y saben perfectamente lo que me molesta eso —vio adentro del salón se dio cuenta de que los pubertos esos, estaban atentos a lo que decían, por lo que prefirió cerrar la puerta un poco —y ultimo… ¿Dónde demonios estaban? —Les exigió.
—Lo que pasa es que papá nos pidió que le lleváramos unas cosas del tío Harry a tío Draco —le informó seriamente —cuando llegamos nos encontramos con James y Mack, no voy a decirte lo que estaban haciendo esos pervertidos —Rebeca sabía muy bien como reaccionaría su papi al contarle eso. Lo mínimo que haría es olvidarse de su castigo, por haber tenido que presenciar lo que sus “primos” estaban haciendo, que lógicamente perturbaría sus inocentes mentes.
—Sí, papi, además luego encontramos a Lucían metiéndole mano al pobre de Haco, a lo lejos se notaba lo avergonzado que estaba —le explicó Cristina en tono dramático.
Las dos traviesas, las dos morenas, las dos con los ojos de un azul casi imposible, las dos altas para tener 13 años y para satisfacción de su papi, las dos Slytherin. Cosa que salía a flote muy seguido, cuando de salvarse de algo se trataba.
—Esta bien niñas, entren estén tranquilas un rato —les dijo tomando aire y contando hasta diez, para no ir a gritarle a sus “sobrinos” por estar dando espectáculos bochornosos en frente de sus hijitas. Además de reprender a su esposo por habérsele ocurrido la “genial” idea, de enviar a sus retoños al antro de perdición que significaba para él la torre sur del territorio de los leones, donde se encontraba el dormitorio del matrimonio Potter-Malfoy — ¡Adentro, ahora! —Le gritó a los últimos que quedaban por entrar.
En otro lado de Hogwarts, otro maestro discutía el atraso de sus alumnos.
— ¡Otra vez tarde! —Les regañó. Alto, moreno, de ojos azules y un encanto que llamaba la atención por donde pasara, el profesor de Duelo, Sirius Black — ¿Me podrían explicar, por que llegan tarde? —Les preguntó masajeando su sien, ya que frente a el se encontraban los mellizos James y Lucius Potter Malfoy mas sus respectivos novios, Mack Zabini Weasley y el único mago-ninja en Hogwarts Haco Uchiha Uzumaki.
El problema no era precisamente que hubiesen llegado tarde, normalmente los perdonaría y los dejaría pasar, pero los demás alumnos ya estaban más que molestos por el “favoritismo” que tenía Black con sus sobrinos. Por lo que definitivamente tendría que castigarlos y eso significaba informar de eso a los demás profesores. Con Ron no había problema, menos con Harry, el problema radicaba en el hormonal estado de Draco, que por su embarazo, causaba estragos si alguien osaba hablarle mal de sus “angelitos”.
—Lo sentimos mucho, tío… quiero decir profesor —dijo un muy sonrojado Mack, que trataba, de manera inútil, sacar la mano que su novio tenía en su trasero. No negaba que le gustaban las caricias de James, pero ¡Estaban frente a un profesor recibiendo una reprimenda!
—Pero nosotros no tenemos toda la culpa —le dijo James, por fin dejando a su novio en paz, todo sea por salvar el pellejo, ya que si su papi se esteraba de que la fregaron de nuevo con el profesor, la recibirían bien dura —lo que pasó es que nos encontramos a Rebeca y Cristina, que fueron a la habitación de nuestros padres. Al final las acompañamos a las mazmorras por que iban tarde a su clase de pociones y no queríamos que llegaran tarde por irse a otro lado —hizo todo lo posible para no reírse de la cara de su padrino.
—Tenemos responsabilidades con ellas por ser mayores —dijo Lucían, con una enorme sonrisa, ya que él no iba a desperdiciar el momento de divertirse un poco a costa de su tío, ya que luego de que le contara a sus padres sobre su atraso, sus padres lo castigarían por un buen tiempo y eso significaban varios días sin poder arrancarse con su novio para algún lugarcito desierto. Novio al que no había soltado desde que las gemelas Black los habían descubierto en una situación no apta para menores de edad.
Haco no había vuelto a hablar desde que los encontraban y cuando lo hicieron se puso más pálido que un papel y a estas alturas, el color aun no llegaba a sus mejillas, cosa que también notó el mayor.
— ¿Haco? —Le llamó Sirius, pero el muchacho sólo alzo la cabeza perezosamente — ¿Estas bien? —Le preguntó, pero justo en ese momento el Uchiha perdió el conocimiento.
— ¡Haco! —Le gritó Lucían, sosteniendo en el aire el cuerpo laxo de su novio.
—Lucían, llévalo a la enfermería —le dijo el mayor. Cosa que hizo en el acto, casi corriendo —Y ustedes quédense tranquilos o llamaré a mi ardiente y aterrador esposo, para que se haga cargo de la clase —ese comentario logró un escalofrió general. Unos por lo pervertido que le había salido y otros por lo realmente aterrador que podía llegar a ser Severus Snape.
Luego de causar estragos por sus comentarios, ciertamente premeditados. Salió corriendo tras la pareja de serpientes, a los que de repente llamaba, sobrinos.
— ¡Tío Nev! —Gritó el moreno, mientras abría la puerta de una patada y corría a dejar el cuerpo de su pareja, sobre una de las camillas que había en el lugar.
— ¡¿Qué fue lo que pasó?! —Preguntó Neville al ver a Haco inconsciente en una camilla.
Desde que el Uchiha había entrado en Hogwarts hace cinco años, nunca había ido a parar a la enfermería, por lo menos no por él.
>>Lucían, dime que pasó —le exigió nuevamente.
—No se, simplemente se desmayó cuando estábamos con mi tío Sirius —le informó, sin quitar sus ojos de enzima de su ángel oriental.
—Espera afuera, Lucían —le pidió el doctor, pero vio que el adolescente lo miraba con una cara que decía claramente “Olvídalo, yo no lo dejo solo” cosa que ciertamente exasperó al tranquilo Neville Longbottom-Nott — ¡Lucían, sal ahora! —Le exigió con voz firme.
— ¡¿Qué pasó aquí?! —Gritó Sirius entrando de golpe a la enfermería, pero al ver a Lucían, más firme que nunca en su posición, entendió todo de golpe. —Lucían, vamos —le dijo tomándolo del codo y sacándolo del lugar.
— ¡Quiero estar con él! —Le gritó el menor, luego de que salieran de la enfermería.
—No, te quedaras aquí hasta que Neville nos diga que es lo que tiene Haco —le indicó Sirius, sin dejar derecho a replica.
Adentro de la enfermería, Neville revisaba exhaustivamente al rubio que estaba en la camilla, sin dejar espacio sin examinar, pero aun así, no encontraba ninguna razón aparente. Hasta que recordó el estado bochornoso en que lo encontró una vez, junto a Lucían. Casi con temor empezó a realizar los otros exámenes.
— ¡Merlín! —Exclamó al final de todos los exámenes. Cubrió el cuerpo del menor y lo dejó dormir un rato más; de todas formas no tenía nada grave.
Salió de la enfermería, encontrándose con la “grata” sorpresa de que no sólo Lucían y Sirius estaban allí, si no que también a los mellizos Yue y Taku, hermanos del desmayado. Las gemelas Cristina y Rebeca junto a Severus. James y Marc, que venían caminando junto a Draco y Harry.
Neville miró al cielo pidiendo paciencia, ¿A quien se le ocurría tener tantos guardianes? Realmente Haco era muy especial.
— ¿Qué tiene Haco? —Le preguntó Lucían, entrando en una crisis de pánico.
—Primero que todo, silencio —les exigió al ver que todos preguntaran al mismo tiempo —lo siguiente… necesito a Sasuke y Naruto aquí, sólo con ellos presentes les diré que es lo que pasa —obviamente los comentarios de negativas llegaron al instante, pero para sorpresa de el mismo, el único mas calmado era Lucían.
—Yo le iré a avisar a la directora McGonagall —le dijo seriamente, pero aun así, no avanzó —por favor, dime si esta bien —le rogó con la mirada.
—No es nada malo Luc… sólo ve por tus suegros y date prisa —le dijo, lo mas tranquilo posible. Vio como el menor corría en dirección a la oficina de la directora y luego se quedo frente a los demás —. Draco y Harry entren por favor —dijo abriendo la puerta y antes de serrarla de nuevo, volvió a hablar —. Cuando lleguen Lucían, Sasuke y Naruto, háganlos entrar por favor —vio que volvían a reclamar —, luego les informare a los demás —dio por zanjado el asunto.
En Konoha
— ¡Hokage-sama! —Gritó Hinata, mientras entraba corriendo al despacho de Naruto.
— ¿Qué pasa? —Le preguntó preocupado, pero más se preocupó cuando vio el sobre que le extendía la peliazul y reconocía el emblema de Hogwarts —Mierda —exclamó al abrir el sobre.
Naruto Uzumaki
Oficina del Hokage
Konoha
Mediante la presente, solicito a ustedes su presencia inmediata en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, por solicitud exclusiva del doctor Neville Longbottom-Nott.
Atentamente
Minerva Mcgonagall
Directora.
Naruto se dejó caer en la silla que estaba tras él y volvió a mirar la carta.
>>Hinata, por favor llama al capitán Uchiha —vio que la muchacha corría, pero la detuvo de nuevo —. Espera Hinata, por favor ve a la academia y quédate un rato con Alanis por favor —le pidió.
—No hay problema, Hokage-sama —la chica salió y luego de avisarle a algún ANBU para que le avisaran a su capitán, se dirigió a buscar a la menor de los hijos del matrimonio Uchiha-Uzumaki.
Sasuke entró rápidamente a la oficina de su esposo y luego de leer la carta, lo agarró por la cintura y activo el traslador que colgaba de su cuello.
En Hogwarts
—Espero que lleguen pronto —dijo Neville, paseándose de un lado a otro.
Unos minutos después, la puerta de la enfermería se abría, para dar paso a los padres de Haco, más su novio.
— ¿Qué tiene mi hijo? —Preguntó Sasuke, en un tono sumamente aterrador.
—Primero se sientan —les dijo Neville. El mandaba ahí, ese era su territorio así que no aguantaba esos tonos con él. Se fijó que todos estuviesen sentados y se propuso a hablar —. No me gustan los rodeos así que vamos la punto —tomó aire y se tranquilizo —Haco esta embarazado —para que decir que nadie podía hablar.
continuará...