Consecuencias de un viaje ínter dimensional
Resumen: Han pasado 15 años desde que Sasuke y Naruto regresaron desde el mundo mágico. Se celebra el evento mas importante de ambas dimensiones, el matrimonio entre Lucían Potter Malfoy Haco Uchiha Uzumaki, pero el tierno hijo del zorrito, tiene una petición a su futro esposo, quiere que la boda sea en Konoha... ¡Todos los magos al mundo ninja!
Categoría: Harry Potter, Naruto
Personaje: Draco Malfoy, Harry Potter, Sasuke Uchiha, Naruto Uzumaki, Originales.
Géneros: Humor, Romance
Clasificación: R
Advertencias: AU=Universos Alternos, Crossover, Mpreg=Embarazo Masculino.
Capitulo: 4/10
Completa: Sí
Disclaimers: Los personajes de este fic no me perteneces, los utilizo sólo por mera diversión.
Especial de Halloween
Había sido un impacto para los amigos de Lucían y Haco, el saber que, aparte de casarse en unas semanas más, serían padres del bebé que comenzaba a crecer en el vientre del rubio.
Hoy estaban de celebración en Hogwarts, bueno, ahí y en todos los lugares que existían magos. Como cada 31 de octubre se celebraría la fiesta de Halloween, pero este año el matrimonio Uchiha Uzumaki lo pasaría allí en el colegio con ellos.
— ¡Aniki! —Gritó Alanis, mientras se tiraba a los brazos de su hermano mayor, el cual la recibía feliz de la vida.
— ¿Cómo estas, pequeña? —Le dijo tomándola en brazos, pero vio que rápidamente se la quitaban de encima — ¡Lucían! —Gritó molesto, mientras su prometido sólo le sacaba la lengua y causaba sonrisas en la menor que ahora reía en sus brazos.
—Sabes perfectamente que no puedes hacer esfuerzos —vio que el rubio cruzaba los brazos y bufaba palabras como “exagerado” o “idiota sobre-protector” pero no les hizo caso, sólo dejó a la menor en el suelo que salió corriendo en dirección al gran comedor donde le esperaban sus padres junto a sus otros dos hermanos.
—Lucían, me esta empezando a molestar esta situación —le dijo arto de las sobre estimas que estaba recibiendo de parte de todo el mundo.
Para empezar el día había recibido un hermoso regalo por parte del matrimonio Malfoy, es decir Lucius y Remus Malfoy. Había sido una hermosa túnica de gala color blanco con adornos y bordados de oro, que hacían juego con su cabello. Luego Sirius había tenido la brillante idea de comprarle un libro sobre cambios de humor y Severus uno de cuidados en el embarazo. Sus suegros le habían obsequiado un hermoso colgante de oro blanco que llevaba su nombre grabado en el. Lucían lo había mimado toda la mañana y no era que le molestaba, pero sentía que estaban todos sobre él ¡Ya ni al baño podía ir en paz!
— ¿Hijo? —La voz de su Otto-chan lo sacó de su ensoñación y vio que frente a él estaban sus hermanos también.
—Que bueno que llegaron —dijo aliviado mientras se dirigía a ellos y se dejó abrazar por los fuertes brazos de su Otto-san.
— ¿Cómo estas, Luc? —Le preguntó el rubio mayor mientras se iban acercando a su yerno que sólo sonreía ante los cambios de humor de su pareja.
—Muy bien, gracias —les dijo, mientras los guiaba al gran comedor. Estaba a punto de empezar la cena de Halloween y sólo faltaban ellos para la gran velada.
—Que bueno que llegaron —les dijo la directora McGonagall al ver a la familia de ninjas llegar al salón.
En el lugar ya se encontraban todos los que iban a pasar la velada ahí.
Remus estaba sentado junto a Julia su hija de 19 años y al lado de esta, se encontraba Lucius, quien regañaba por quizás que cosa a su hijo Ted. Si bien el chico ya tenía 23 años seguía siendo la piedra en el zapato del patriarca de la familia Malfoy.
Sirius estaba sentado junto a Severus y las mellizas, que conversaban de un chico de quinto que llamaba mucho la atención de Cristina, y siendo Rebeca tan buena hermana, debía aconsejarla.
Draco estaba comiendo un trozo de chocolate que le había dado Harry, el cual tenía la cabeza del rubio apoyada en su pecho y acariciaba dulcemente su vientre. Le quedaba muy poco para dar a luz y estaba muy cansado. Junto a ellos estaba James y Mack, jugando con Albus que se divertía con las hadas que flotaban en el ambiente.
Ron se divertía de lo lindo regañando a Blaise que no paraba las manos, ni siquiera por que estaban con tanto publico presente. Con ese padre, ¿Cómo es que Mack se sorprendía de su novio?
Neville hablaba tranquilamente con su marido, quien cargaba a Claudia, su hija de un año. Theo era terriblemente celoso de sus dos amores y no dejaba que nadie se les acercara más de la cuenta.
—Bien, creo que es tiempo de celebrar —dijo la mujer mayor, ganándose la atención de todos los invitados y uno que otro alumno de diferentes casas que se habían quedado por las fiestas — ¡Feliz Halloween! —Dijo alzando su copa. Acto imitado por todos los demás, pero con diferentes contenidos.
Se la pasaron riendo por mil y un cosas. Anécdotas del colegio, en las tres diferentes épocas que estaban presentes.
Lucius, Remus, Severus y Sirius pertenecían a una de las categorías y eran los que más se divirtieron recordando la época en que todavía no eran parejas y los merodeadores se divertían haciéndole bromas a todo el mundo o mas específicamente a Severus lo que acarreó una descarga eléctrica en Sirius, proveniente de su amado esposo, lo que le recordaba nunca más volver a hacerlo.
Harry, Draco, Ron, Blaise, Neville, Theo, Naruto y Sasuke, les contaron de sus andadas cuando estuvieron recibiendo clases y cuando los ninjas habían viajado a esa dimensión por primera vez.
Cristina, Rebeca, James, Mack, Lucían, Haco, Ted y Julia, les contaron de las “aventuras” que habían tenido hasta el momento. Claro que todo el mundo se rió, cuando James dijo que no era necesario contar las andadas de su hermano y cuñado, por que los resultados eran a largo plazo.
—Bien, me gustaría decir unas palabras —dijo Harry mientras se ponía de pie y ganaba la atención de todo el mundo —. Primero quiero desearles unas muy felices fiestas —los demás asintieron al moreno —. Segundo —dijo mirando a su hijo y a Haco —quiero darte la bienvenida a la familia, Haco, claro que de manera más formal —le recalcó, tomando en cuenta que era el novio de su hijo, desde hace mas de cuatro años —, que espero sean muy felices con todo lo que venga para ustedes —dijo levantando su copa, mientras los demás copiaban su acto.
Toda la gente celebraba y reía por las cosas que estaban pasando, pero de repente una copa cayó al piso llamando la atención de todos en el salón.
— ¡Draco! —Gritó Harry al llegar donde su esposo, que sujetaba su vientre y trataba de no caer al piso —Amor, ¿Qué…? —Pero su pregunta quedó en el aire, cuando su vista se dirigió al piso y se dio cuenta de que Draco estaba completamente mojado.
—Scorpius…quiere… nacer —dijo apenas el rubio y fue el momento que ocuparon todos para correr a su lado y empezar a preparándose para ir a San Mungo, pero con las celebraciones y todo las chimeneas siendo ocupadas por los magos que iban a saludar a sus familias, estaban completamente colapsadas.
— ¡Tenemos que hacer algo! —Gritó Lucían, al ver como Draco se retorcía en su lugar.
— ¡Bien, todos tranquilos! —Grito Neville llamando la atención de todos en el comedor —Llévenlo a la enfermería y haremos nacer a ese niño —dijo tajante y todos se apresuraron para obedecer al medico.
Todo el mundo estaba nervioso.
Neville sólo dejó que entrara Severus a ayudarlo y Harry para que acompañara a su esposo.
Lucían deba vueltas de un lado para el otro y Haco trataba de calmarlo, pero se le hacía muy difícil, ya que ni el mismo estaba tranquilo.
—Hijo —le llamó Naruto, al ver el estado alterado que tenía el menor.
—Potter, si no estas tranquilo ¿Cómo pretendes calmar a mi hijo cuando este en trabajo de parto? —Le dijo seriamente Sasuke, ganándose la atención del moreno.
Haco vio la expresión dolida que tenía su prometido y le sonrió. Lucían respiró tranquilo, su rubio lograba calmarlo en los momentos más importantes.
La puerta de la enfermería se abrió y por ella salió Harry, mientras cargaba entre sus brazos un pequeño bultito.
—Les presento a Scorpius Potter Malfoy —todos se acercaron a ver el pequeño bebé que miraba a todos lados con sus ojazos claros. Las pelusitas de cabello rubio adornaban su cabecita.
—Es hermoso —dijo Haco, viendo al pequeño bebé en los brazos de su suegro.
Una idea paso por su cabeza. Amaba el mundo mágico y a todos los que aquí vivían, pero quería pasar momentos tan especiales como este, con sus padres y amigos de Konoha. Momentos que cambiarían su vida de golpe.
— ¿Pasa algo amor? —Le preguntó preocupado por su expresión.
—Lucían —lo miró a la cara, tratando de buscar una excusa por la que le dijera que no —. Quiero pedirte algo —le dijo seriamente —. Quiero que nos casemos en Konoha. Sé que… sé que quizás no te guste, pero es donde nací y… y me gustaría que también este presente la gente que quiero, que no puede viajar como todos nosotros —estaba hablando tan rápido que sólo causo la risa de su prometido, cosa que lo molesto mucho — ¡¿De que te ríes?! —Le preguntó molesto.
—No te enojes, mi amor —le dijo abrazándolo —, entiendo por que quieres que lo hagamos y si así lo quieres, pues así será —le dijo aliviando a la preciada carga que tenía entre los brazos.
Los adultos y demás personas que estaban al rededor pudieron escuchar perfectamente lo que decían y era un tanto impactante… ¿Los magos en Konoha?
Continuará...