Completando nuestra misión
Haco y Lucían se dirigieron al bosque perteneciente a los límites de Konoha. Habían recibido un comunicado por parte de Kabuto que los citaba en el lugar a una hora determinada, para poder saber su respuesta.
El ninja traidor llegó a la hora pactada y se quedó frente a los menores que lo miraban con precaución.
-¿Qué decidieron? -Les preguntó de golpe. Mientras tanto miraba a su alrededor para ver si habían llevado a alguien más, pero con satisfacción comprobó que no era así.
-Lo haremos -dijo Haco, mientras su esposo tomaba su mano para darle valor.
Kabuto no dijo nada más, sólo los guío a través del bosque hasta que llegaron a una gruta escondida entre unos arbustos. Lucían ayudó a su esposo a pasar a través del lugar con el mayor cuidado del mundo para evitar que tuvieran problemas. Caminaron por largos pasillos hasta llegar a la habitación del Sannin de las serpientes. Lucían lo miró por primera vez y agradeció el que su futuro hijo adoptara sus características físicas y las de su esposo.
-Veo que aceptaste mi petición -le dijo el hombre postrado en la cama -, pero me gustaría saber por qué.
-No puedo ver morir a alguien mientras esta en mis manos el salvarlo -le dijo seriamente -, además sólo lo llevaré en mi vientre por unos meses -le mintió de manera magistral, su jefe de casa estaría orgulloso de él en estos momentos.
-Yo ayudaré a mi esposo en lo que sea y si él cree que puede confiar su vida el bebé que está en su vientre, no tengo por qué negarme -bien su papá podía estar feliz, estaba representando a una digna serpiente.
El Sannin los miró fijamente y no vio engaños en sus palabras, sólo un par de mocosos ilusos que creían que dejaría el mal camino cuando Kabuto le devolviera sus recuerdos.
-Kabuto -llamó a su mano derecha y este como buen perro faldero que era, llegó a su lado en cuestión de segundos -, prepara todo para el ritual, lo haremos ahora -le indicó y el hombre salió del lugar.
-Quiero que me asegure que la vida de mi hija no correrá peligro -le dijo Lucían -, tengo las arma necesarias para exterminarlo luego de que nazca si es que mi hija tiene un problema.
-Soy consciente de eso, por lo que no pretendo engañarlos -les dijo serio -. Su hija no correrá peligro, mientras yo tampoco lo sufra -les dijo angostando sus ojos.
-¿Qué quiere decir con eso? -Le preguntó Haco, nervioso por el reciente descubrimiento.
-Que yo tampoco me fío por completo, por lo que mi poder quedar unido a su hija -los miró con aire superior -. Si algo me pasa y me asesinan, la infanta sufrirá lo mismo.
-Muy inteligente de su parte -le alabó Lucían -, pero no pretendemos deshacernos de un bebé que prácticamente seria nuestro hijo.
Si el Sannin no hubiera estado tan excitado por la idea de recuperar una nueva oportunidad, quizás hubiera entendido lo que dijo Lucían, pero su mente no proceso eso. Luego de unos minutos, Kabuto volvió a la habitación y anunció que todo estaba listo para el ritual. Con ayuda de su mano derecha, Orochimaru llegó al centro de una habitación donde se encontraban unos dibujos en el piso.
Las cosas pasaron de manera rápida.
Haco y Orochimaru fueron acostados en el piso del lugar y Kabuto empezó a recitar y formar sellos con las manos. Lucían se mantenía alejado del lugar, pero sin bajar la guardia, en caso de que esos tipos intentaran algo malo contra su esposo. El cuerpo de ambos espesó a brillar y Lucían vio como una luz salía del cuerpo del Sannin para entrar en el vientre de su pareja. Haco estaba con los ojos cerrados y sólo emitió un pequeño gemido cuando la luz entró por completo en su cuerpo. El cuerpo de Orochimaru comenzó a descomponerse de manera acelerada quedando en su lugar, algo parecido a la muda de una serpiente.
Kabuto se puso de pie y se acercó a los cuerpos, seguido muy de cerca por Lucían.
-Bien, ya está hecho -dijo el hombre con autosuficiencia -¡¿Qué demonios?! -gritó al sentir como una de las murallas de la cueva sucumbía y por ella entraban un grupo de ANBU.
Lucían ayudó a su pareja a ponerse de pie y con un asentimiento este le indicó que estaba bien, pero aun asombrado por lo que estaba pasando. Ellos no le habían dicho a nadie que estaban por encontrarse con Kabuto, por lo que esa incursión fue una sorpresa para ellos también.
Un par de ANBU apresaron a Kabuto y otro se acercó a ellos.
-Kabuto Yakushi, quedas detenido por el capitán del escuadrón ANBU por el atentado contra el hijo del Hokage y su esposo -dijo el capitán con voz grave y autoritaria.
-¡Malditos! -Gritó contra los menores -Teníamos un trato.
-Calla, desgraciado -le cortó el capitán -. Somos testigos de que estabas por atacar a Haco Uchiha y atentando contra la vida de sus hijos.
Haco sentía que los ojos querían derretírseles. Vio como los ANBU sacaban a Kabuto del lugar y sólo quedaban ahí su esposo y el capitán. Se acercó al hombre y lo abrazó fuertemente.
-Gracias, Otto-san -le dijo entre lágrimas.
Sasuke sólo acaricio la espalda de su hijo, sabía que no le daba las gracias por ayudarlos, si no por haber aceptado su decisión. No había sido fácil, pero los demás lo habían hecho abrir los ojos.
Sasuke estaba sentado en la sala, Haco y Lucían habían subido a la habitación para que Haco descansara.
-Lucius ¿Qué harías en mi lugar? -Preguntó de repente dejando a los demás callados.
La puerta se abrió y por ella entraron los que estaban escuchando afuera.
Sasuke creía que el patriarca de los Malfoy lo podría iluminar. El hombre desdeño por años contra sus enemigos, quizás sus palabras le ayudarían en estos momentos.
-No sé qué decirte, Uchiha. Pero creo que siempre he apoyado a mi hijo en lo que ha querido cuando su felicidad está en juego.
-Creo que deberías buscar en tu corazón, Sasuke -le dijo Remus -, escuchaste los motivos de tu hijo y creo que en tu corazón está el querer recibir o no a ese bebé en tu familia.
-Sasuke -lo llamó Naruto -, Haco fue criado por nosotros, le enseñamos a no sentir odio ni rencor contra los demás -lo miró a los ojos -, creo que deberías reafirmar tus propias palabras.
-Será un bebé, un inocente que no sabrá de su pasado y sólo querrá una familia que lo ame -le dijo Harry.
Fue en ese momento en que Sasuke supo que es lo que debía hacer.
Sasuke guío a su hijo a yerno a la salida y juntos se encaminaron a la aldea, ya en la puerta los esperaba toda su familia y amigos.
Era momento de empezar una nueva vida.
tbc...