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Diez años por Takaita Hiwatari

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Diez años: 

Takaita Hiwatari

Capítulo 16: “Lo siento”:

 

─¿Sasuke? ¡Sasuke! ─insistió al no obtener respuesta.

 

El nombrado giró la cabeza, descubriendo a Karin sentada a su lado, en el sofá de la sala de descanso del hospital. ¿En qué momento llegó ella allí?

 

─¿Estás bien? Desde que he entrado has estado con esa expresión ausente en tu cara. Te dije hola y no me has contestado.

─Estoy bien ─fue todo lo que respondió, con voz mecánica.

─Si tú lo dices… ─musitó.

 

Pero sonrió enamorada cuando Sasuke volvió a girar para mirarla fijamente.

 

─Necesito hablar contigo cuanto antes, Karin.

─¿Qué tal ahora? ─preguntó emocionada.

 

Sasuke estudió la sala, había otros médicos enfrascados en sus propias conversaciones. Pero aquel no era momento ni lugar para tratar ese tema.

 

─Mejor cuando nuestros turnos terminen. Te esperaré en la puerta del hospital.

 

Sin más se puso de pie, dejando sobre la mesa su café prácticamente intacto, y abandonó la sala.

 

El corazón de la chica latía frenético. Sasuke… quería hablar con ella. ¿Tendrían una cita?, ¿Sasuke le confesaría, por fin, que correspondía sus sentimientos?, ¿su sacrificio y esfuerzo habían merecido la pena?

 

Finalmente, Sasuke y ella tendrían su final feliz. Ese que tanto había soñado.

 

****

 

Aquel día, por primera vez Naruto pudo decir que esperaba ver a Suigetsu. Necesitaba hablar con él. También con Sakura-chan, tenía que contarle lo ocurrido ayer con Sasuke.

 

En cuanto Suigetsu se abrió paso entre el mar de estudiantes con su típica sonrisa plasmada en la cara, Kiba y los demás se prepararon para despedirse. Seguían empeñados en “querer dejarle intimidad a la pareja, amigos con derecho o lo que sea que fueran” No importaba las veces que Naruto se empeñara en asegurar que entre Suigetsu y él no había nada, no le creían.

 

Apenas Suigetsu saludó, los otros se despidieron, dejándole solo con Sakura y Naruto.

 

─Y bien, ¿cómo está hoy mi rubio favorito? ─cuestionó con familiaridad, rodeándole los hombros con un brazo.

 

Pero Naruto no replicó para decir que no le llamara de esa forma, cosa que desconcertó a sus acompañantes. Ni siquiera se removió para liberarse del amistoso abrazo.

 

─Sakura-chan, tengo algo que hablar con Suigetsu dattebayo, ¿puedes adelantarte?

─¿De nuevo? ─preguntó desconfiada. ¿Acaso Naruto estaba iniciando una relación con Suigetsu a espaldas de ella?

─Lo siento. ─Le dedicó una pequeña sonrisa mientras se rascaba la nuca. Se acercó un poco para hablarle confidente─. Más tarde te contaré todo ─prometió.

 

Sólo por eso Sakura accedió a marcharse. Cuando ella estuvo lo bastante alejada, el mayor inició la conversación.

 

─¿Qué es lo que quieres decirme? ─Antes de que Naruto pudiera decir algo, continuó─. ¡Ya sé! Vas a aceptar salir conmigo en San Valentín ─Sonrió─, y no quieres que la mamá gallina de tu amiga lo sepa.

─No ─casi interrumpió─. No es eso. ─Finalmente se liberó del agarre y se alejó del flujo de estudiantes que caminaban por la calle, situándose a los pies de un árbol cercano. Suigetsu le siguió sin necesidad de pedírselo─. Dijiste que alguien te habló bien de mí.

─¿Eh? ─preguntó confuso─. Ah, hablas de eso. ─Asintió─. Así es.

─Sé que fue Karin.

 

Suigetsu respondió con una sonrisa despreocupada.

 

─Ya veo, ella te lo dijo ─asumió─. Tu prima realmente te quiere, siempre hablaba maravillas sobre ti.

 

La respuesta de Suigetsu no le dejó a Naruto rastro de duda: todo había sido obra de Karin. Él sabía que Karin le quería… le quería lejos de Sasuke. Incluso se le hacía raro imaginarse a Karin hablando mínimamente bien de él. Cauto decidió que no era seguro contarle sobre su verdadera mala relación con su prima a Suigetsu.

 

─Anteayer vi a Sasuke ─comenzó a decir el mayor─. Le comenté que quizá un día podríamos salir los cuatro juntos, ya sabes: Sasuke, Karin, tú y yo. Una cita doble.

 

Naruto clavó la mirada en el otro, totalmente interesado al escuchar lo último.

 

─Y… ¿qué dijo él?

─Creo que se molestó ─respondió torciendo la boca en un gesto de disgusto─. Se marchó sin pagar cuando me había invitado él. ¡Es un bastardo sin remedio! Pienso que le avergüenza mostrarse feliz de la mano de Karin. Sasuke siempre ha sido algo así como un bloque de hielo, creo que lo hace para parecer cool ante los demás, ya sabes.

─¿Y por qué Sasuke debería ir de la mano con Karin’ttebayo? ─indagó un poco más en el asunto. Era una oportunidad para probar si las palabras de Sasuke el día anterior fueron totalmente ciertas.

 

Suigetsu se cruzó de brazos y mandó una mirada curiosa al rubio. Parecía interesado en el tema. Probablemente Sasuke no le había hablado sobre ello, aunque no era ninguna novedad, ese tonto con aires de grandeza no solía hablar sobre su vida. Aunque pensaba que Karin habría comentado a su primo algo sobre su extraña relación con Sasuke.

 

─Sasuke y tu prima Karin siempre han mantenido una relación peculiar. ─Se encogió de hombros─. Desde que puedo recordar, Karin ha estado enamorada de Sasuke. Esa bruja siempre ha sido persistente ─comentó con una breve risa─. Hasta que un día Sasuke cedió. O al menos podría decirse que cedió. Por momentos parecían tener algo así como una relación, una vez les descubrí besándose, a Sasuke no parecía molestarle la compañía de Karin. Pero después Sasuke volvía a su apatía de siempre y trataba a Karin como una amiga. Se han mantenido así durante años, hasta ahora.

─¿Hasta ahora? ─reiteró, curioso por saber más, pero a la vez pensando que todo aquello ya era demasiada información de momento.

─Sí. Karin me ha asegurado que ella y Sasuke ahora se entienden muy bien como pareja.

 

Antes de empezar a pensar cosas que probablemente iban a lastimarle, Naruto decidió que debía calmarse y meditar. Ayer habló con Sasuke, y él le dijo que desde que era un adolescente no hubo nada entre él y Karin. Es más, aseguró que nunca hubo algo serio, y que jamás lo habría:

 

Hablaré con ella. Le haré entender que no habrá nada entre nosotros.

 

Un poco más tranquilo, sonrió ligeramente, llamando la atención del mayor.

 

─¿Eh? ¿He dicho algo divertido?

 

Además, ahora Sasuke era algo así como su novio.

 

─No… Nada de eso.

─¿Entonces?

─Ah… no, sólo… recordé algo… ─balbuceó rascándose la nuca, mostrando una pequeña sonrisa.

 

Retomó el camino, siendo seguido al instante por Suigetsu que caminó a su lado, dispuesto a acompañarle hasta el parque como siempre.

 

****

 

Unas horas más tarde Naruto vestía un atuendo completamente diferente. Había dejado de lado el uniforme estudiantil para usar una camiseta fina de manga larga, pantalón corto y zapatillas deportivas. Sus mejillas estaban rojas por el constante esfuerzo y una tenue capa de sudor perlaba su frente. Cuando decidieron tomarse un descanso del partido de fútbol, el rubio corrió por el parque hacia las gradas. Ese día su amiga había ido a verles jugar.

 

─¡Sakura-chan! ─exclamó tomando asiento a su lado.

 

Contrastando totalmente con él, Sakura usaba una gruesa chaqueta y una bufanda. Hacía frío, pero por suerte el sol todavía no se ocultaba y se podía disfrutar de su suave calor.

 

─¿Eh?, ¿y esa sonrisa de tonto en tu cara?

─¿Sonrisa de…? ─musitó llevándose una mano al rostro en un acto inconsciente.

─Este no está siendo un buen partido, vais perdiendo, y tú vienes aquí con esa sonrisa. ─Lo normal era que Naruto se estuviese quejando junto a Kiba y los demás, trazando alguna estrategia para salir victoriosos. Los ojos verdes se afilaron con desconfianza─. ¿Qué ha pasado? ─Temiéndose lo peor, continuó─. ¿¡No me digas que estás saliendo con Suigetsu!?

─¿¡Qué!? ─casi gritó, sacudiendo la cabeza─. ¡Claro que no!

 

Un suspiro de alivio abandonó los labios de la chica. Al menos Naruto no había perdido la cordura y se había entregado al primero que le había ofrecido la posibilidad de olvidar a ese idiota de Sasuke.

 

─Tenemos que hablar ─sentenció─. ¿Qué es lo que has estado hablando a solas con Suigetsu?

─Sólo le dejé claro que no tendría ninguna cita con él dattebayo. Y hoy quería hablar con él para confirmar que Suigetsu se acercó a mí gracias a mi prima Karin.

─¿De qué estás hablando, Naruto?

─Verás, Karin le habló de mí a Suigetsu, por eso él apareció un día sin más frente al instituto con ganas de conocerme.

 

Se detuvo a explicarle los últimos acontecimientos. Sakura a veces le interrumpía soltando alguna exclamación de sorpresa o tratando de regañarle, justo como en ese momento.

 

─En serio, Naruto, ¿cómo pudiste ir a ver a Sasuke después de todo lo que ha pasado?

 

Naruto se pasó la manga por una de las sienes cuando una gota de sudor le hizo cosquillas. Pasó saliva con esfuerzo, preocupado. Sabía que Sakura-chan no iba a tomar bien ese asunto, y eso que todavía no le había contado lo más importante.

 

─Tenía que hacerlo, Sakura-chan. Sasuke… parece haber cambiado’ttebayo. Él me ha besado unas veces, y eso…

─¿¡Qué!? ─gritó atónita, interrumpiéndole─. ¿Ha habido más besos después del que hubo en el callejón? ─Al ver al rubio asentir, un tic sacudió con violencia una de sus cejas─. ¿Acaso eres tonto?

 

Un poco asustado, posó las manos en los hombros de su amiga, tratando de serenarla. No quería recibir un golpe, y tampoco que por culpa de sus gritos los demás se acabaran enterando.

 

─Sakura-chan, escúchame. Siento que ahora es diferente. Sasuke siempre me ha ignorado, pero él ahora me busca… me besa… ─casi susurró lo último. El rubor que casi había desaparecido de sus mejillas, regresó, esta vez por un motivo muy diferente─. Y bueno, ahora somos algo así como novios ─confesó, soltando a su amiga y rascándose avergonzado una mejilla.

 

La chica no daba crédito a lo que estaba escuchando. No, definitivamente Naruto sí había perdido la cordura, ¡la había perdido del todo!

 

Al ver la ruda mirada que los ojos verdes le dedicaban, el chico habló un poco inseguro.

 

─¿N-no vas a decir nada, Sakura-chan?

 

Cerró los ojos al ver que ella alzaba una mano, pensando que recibiría un bofetón, pero sólo recibió una amistosa palmada en un hombro.

 

─¡Muy bien, Naruto! ─felicitó─. Has hecho lo correcto cayendo a los pies de quien ha hecho tu vida miserable todo este tiempo. ─Su tono de voz dejaba de ser falsamente amigable para convertirse en uno molesto─. ¿Es eso lo que quieres escuchar? ─cuestionó un poco más severa.

─¡No! Sólo quiero que entiendas…

─No voy a entender que ahora seas “algo así como el novio” de quien te ha humillado y mentido decenas de veces. ¿Cómo sabes que lo que Sasuke te dijo ayer no es otra mentira? Naruto, ¡no confíes en él! ─ordenó, aunque su voz también tuvo un tinte de súplica.

 

Con frustración, Naruto apartó la mirada, viendo a sus compañeros de equipo reunidos en un círculo junto a la fuente. Algunos bebían mientras otros hablaban. Sabía que lograr que Sakura-chan aceptara a Sasuke no sería fácil, después de todo ella le había estado consolando cuando terminaba decepcionado de Sasuke.

 

─Simplemente lo sé ─dijo segundos después para responder a la pregunta─. Ahora es diferente ─insistió─. Sasuke es diferente.

─Está bien. ─Indignada, la chica se puso de pie─. Si es lo que quieres, adelante. Pero cuando vuelva a pisotearte no vengas buscando mi consuelo, ¡porque te moleré a golpes! ─amenazó antes de marcharse.

─¡Sa-Sakura! ─Se puso de pie de un salto, preocupado─… chan ─musitó al final al ver que ella le ignoraba. Suspirando hondo se dejó caer sentado de nuevo, derrotado.

 

Escuchó pasos acercarse minutos después y alguien tomó asiento muy cerca de él. Curioso alzó la mirada.

 

─Suigetsu… ─musitó desanimado.

─¡Wouh! Aplaca la felicidad que te causa el verme, Naruto ─bromeó al ver el serio semblante del rubio, pero no logró arrancarle una sonrisa.

─Lo siento’ttebayo. No estoy de humor ─respondió desviando la mirada al suelo.

 

Aprovechando que no le estaba mirando, con disimulo Suigetsu paseó la mirada por el cuerpo de Naruto. Era un regalo para la vista el hecho de que el chico estuviera usando ese atuendo. Se notaba que Naruto hacía ejercicio, ya que sus piernas se veían algo atléticas. Apostaba que sus glúteos eran firmes. Sumando todo aquello al apetecible tono bronceado de su piel, y la suavidad debido a su juventud… Excitante.

 

─¿Suigetsu?

─¿Ah?, ¿qué? ─balbuceó volviendo en sí, dedicándole una sonrisa turbada.

─Sasuke… ─musitó, logrando que el mayor se acercara más a él en un intento de escucharle─. Conoces bien a Sasuke, ¿no es así?

 

Al escuchar la pregunta, el otro esbozó una ligera sonrisa de desconcierto. Era muy raro escuchar a Naruto hablando de Sasuke, y más dos veces en el mismo día.

 

─Sí. ¿Por qué la pregunta?

 

Aprovechando la cercanía que mantenía con el rubio, se acomodó en la grada y alargó un brazo, rodeando disimuladamente los hombros del menor sin llegar a tocarle, acomodándolo en el respaldo del asiento del chico

 

Naruto no lo percibió, más entretenido en mirar sus manos en su regazo, pensativo.

 

─¿Cómo sabes cuándo Sasuke está mintiendo y cuándo es sincero?

 

Le estaba angustiando la posibilidad de dañar su amistad de años con Sakura-chan por algo que quizá no tenía futuro. Quería confiar en Sasuke, creyó todo lo que le dijo ayer, pero ¿y si estaba pecando de ingenuo una vez más? Sakura-chan no se lo perdonaría.

 

─Uff… ─El mayor bufó, enfocando la mirada en el cielo─. Es cierto que le conozco prácticamente de toda la vida, pero incluso para mí a veces Sasuke es todo un enigma. Te confieso que no tengo forma de saber cuándo ese tonto con aires de grandeza me está mintiendo o me está diciendo la verdad. Alguna que otra vez he podido descubrirle, pero en muy contadas ocasiones.

─Entiendo dattebayo ─susurró. La respuesta de Suigetsu no había sido de mucha ayuda.

 

Había esperado que quizá Sasuke hacía algo que le delatara cuando mentía, algún tic, algún gesto…

 

─¿Por qué quieres saber eso, Naruto?

─Ah… por nada en especial. Simple curiosidad ─respondió esquivo.

 

Suigetsu le miró con curiosidad, notando que el ánimo de Naruto no mejoraba. Se mostraba sumido en sus pensamientos y un poco decaído.

 

─Pero mejor vamos a dejar al amargado de lado y hablemos de algo más importante. Dime, ¿qué te preocupa?

 

Dudó un momento sobre responder con sinceridad. Suigetsu se mostraba interesado en él, sería injusto hablarle sobre sus sentimientos por otro, y más cuando ese “otro” era su amigo de la infancia. No correspondía a Suigetsu, pero tampoco quería ser cruel.

 

Los llamados de sus amigos le sacaron de sus meditaciones.

 

─¡Naruto, trae tu perezoso culo hasta aquí! ─exclamó Kiba─. ¡No me hagas ir y darte un azote! ─Sonrió entre dientes, con diversión.

─¡Ni hablar! ─protestó Naruto, poniéndose de pie de un salto.

─Pero… ─intentó hablar Suigetsu─. ¿No me vas a decir…?

─Lo siento. Tengo que ir’tteba ─se excusó con una ligera sonrisa, marchándose corriendo. La excusa perfecta para no tener que contarle todo a Suigetsu.

 

El mayor asintió, resignado. Pero no se marchó, permaneció allí para ver al rubio en acción.

 

─¡Dedícame un gol! ─exclamó cuando todos se estaban colocando en sus lugares. Sonrió al ver que Naruto le respondió levantando un pulgar en señal afirmativa.

 

Cuando el partido inició, se limitó a poner toda su atención en Naruto, aunque éste a veces no tuviera el balón. No le interesaba el partido lo más mínimo, sólo quería ver al chico que cada día le gustaba un poco más. Sus sonrisas, su ceño fruncido cada vez que alguien lograba arrebatarle el balón a él o algún compañero, su efusiva alegría cada vez que el portero de su equipo evitaba un gol, o cuando lograban marcar en la portería contraria… No le importaría profundizar en su lado homosexual poco explotado en compañía de ese rubio. Pero Naruto era tan escurridizo… A este paso le tomaría al menos un año que éste aceptara siquiera ir a comer ramen a Ichiraku.

 

Necesitaba ayuda. Y tenía al candidato perfecto en mente.

 

─Sasuke ─se susurró con una sonrisa, sacando su móvil y tecleando un mensaje de texto:

 

¡Hey! ¡Ayúdame! ¿Qué podría hacer para que Naruto acepte salir conmigo?

 

Ansioso por recibir respuesta, ni siquiera guardó el móvil. Se mantuvo viendo el partido con él en la mano. Sabía que a esa hora Sasuke todavía estaba trabajando, así que la respuesta podría tardar bastante.

 

Por suerte, quince minutos después Sasuke le había contestado. Seguramente le diría la clave para que Naruto cediera y le aceptara. Estaría eternamente agradecido con Sasuke, incluso dejaría de llamarle bastardo interesado.

 

Vete al infierno.

 

─¡Bastardo interesado…! ─masculló molesto, tensando la mandíbula.

 

Tecleó un nuevo mensaje:

 

¡Había olvidado que eres un egoísta, bastardo interesado, y que no haces nada gratis! Te daré lo que quieras si a cambio me dices cómo lograr que Naruto acepte salir conmigo. Tú le conoces mejor que yo.

 

En esta ocasión recibió la respuesta casi al instante. Esperanzado leyó, pensando que quizá ahora sí recibiría la clave para obtener a Naruto.

 

Deja de joder. Estoy trabajando.

 

─¡A veces de verdad te odio, Sasuke! ─masculló de nuevo, mirando al teléfono como si se tratara de su amigo.

 

Bien, si Sasuke no quería ayudarle no importaba. De cualquier forma su amigo siempre había sido un frígido y seguramente no tenía ni idea sobre conquistar hombres.

 

En la adolescencia, Sasuke siempre había tenido a un ejército de mujeres tras él, pero siempre las ignoraba. Alguna vez bromeó con la idea de que su amigo era gay y por eso no prestaba atención a ninguna chica. La única afortunada que pudo entrar en el selecto círculo de amistades de ese bastardo fue Karin, y con el tiempo descubrió que al parecer aquella ventaja que la pelirroja poseía era porque a Sasuke le interesaba.

 

En serio, constantemente se preguntaba qué demonios había visto Karin en ese tipo. Su amiga tenía el gusto atrofiado.

 

─¡Suigetsu!

 

Alzó la vista al escuchar la voz de Naruto, quien efusivo le señalaba. Al principio no entendió por qué, pero cuando algunos compañeros del rubio se abalanzaron sobre éste para abrazarle y felicitarle por el recién marcado gol, comprendió que el rubio se lo había dedicado, ¡y él ni se había dado cuenta!

 

****

 

Por enésima vez, Karin miró su reflejo en el espejo del baño de mujeres de la planta baja del hospital. Se había aplicado un poco de brillo en los labios, después se atusó el cabello con los dedos. Finalmente se acomodó la chaqueta y el bolso, y se colocó la bufanda alrededor del cuello antes de abandonar el baño y después el hospital.

 

Ahí estaba. Su mirada se iluminó al ver el perfil del amor de su vida, quien subía el cierre de su chaqueta. Al parecer Sasuke acababa de salir también.

 

─Sasuke.

 

En cuanto el nombrado la miró, sus mejillas se pusieron un poco rojas y sonrió. Entusiasmada eliminó la corta distancia entre ellos, preguntándose qué era lo que Sasuke quería decirle. ¿Le pediría una cita? Mejor, ¿le pediría por fin que fuera su novia?

 

─Karin ─la nombró sin ningún tono en especial, pero a ella le sonó a música celestial. Nadie pronunciaba su nombre como Sasuke─. Sígueme ─dijo, sacándola de su ensoñación.

 

Sasuke comenzó a alejarse con caminar lento, siendo acompañado por Karin, quien meditaba que todo el tiempo que había esperado que él la correspondiera había merecido la pena.

 

─No sabes cuánto he esperado por este momento, Sasuke ─confesó efusiva, colgándose del brazo del chico como era su costumbre.

 

Todavía no habían abandonado las inmediaciones del hospital cuando Sasuke se detuvo, y sin ser brusco se deshizo del contacto. Suspiró hondo, meditando cómo decir todo aquello. Era irónico cómo durante años había sido un canalla con su amiga sin preocuparse demasiado por ello, y justamente ahora no quería ser cruel con Karin. Nunca le había importado demasiado lo que ella sentía, pero justo en ese momento, sí.

 

─Karin, tenemos que hablar ─atinó a decir.

─Sí, lo sé. ─Le sonrió coqueta.

 

Todo eso era su culpa. Realmente se merecía que Karin le odiara. Al ver que no decía nada, la chica habló de nuevo.

 

─¿Por qué no vamos a tu apartamento? Allí estaremos más cómodos ─propuso jugando con la cremallera de la chaqueta de Sasuke, amenazando con bajar el cierre.

 

Pero Sasuke la detuvo tomándola de la muñeca y apartando despacio su mano. Entonces ella sospechó que algo preocupante estaba ocurriendo, que Sasuke no la había citado precisamente para pedirle que fuera su novia.

 

─¿Qué ocurre, Sasuke? ─preguntó, dejando de lado su actitud coqueta, mirándole preocupada.

─Todo este tiempo he estado siendo injusto contigo, Karin.

─¿Injusto? ─reiteró. Suspicaz, entrecerró la mirada─. ¿Lo dices por “esa persona”?

─No hablo sólo de eso, Karin. ─Chasqueó la lengua, incómodo con la situación─. Desde que estábamos en el instituto…

 

Antes de poder explicarse, Karin negó enérgica con la cabeza, como si no quisiera escuchar lo que quería decirle.

 

─Yo siempre te he amado, Sasuke ─habló sin tapujos─. ¡Te amo! Sabes que siempre hemos tenido una relación especial, últimamente pareces haber olvidado las veces que nos hemos besado. Vas a tirar todo lo nuestro a la basura por… por una tipa que seguramente no te conoce la mitad que yo ni te ama tanto como yo ─sentenció llevándose una mano al pecho con decisión.

 

Perfecto, pensó Sasuke con creciente frustración. La situación se le estaba yendo de las manos. Pero ¿había alguna forma de enfrentar todo eso sin que se le fuera de las manos? Lo dudaba. Lo dijera como lo dijera, ese encuentro acabaría mal.

 

─Sé lo que siempre has sentido por mí ─comenzó, tratando de mantenerse sereno a pesar de lo que iba a decir─. Y siempre he aprovechado todo eso a mi favor. ─Alzó una mano, pidiéndole silencio a Karin al ver que iba hablar. Ella ya había explicado su punto, ahora le tocaba a él─. Cuando estábamos en el instituto… yo era un mocoso con ganas de explorar, por eso permitía que nuestros besos ocurrieran. Eras la única chica con la que no me sentía incómodo. Pero no quería que pensaras que deseaba algo serio contigo, por eso por momentos te rechazaba. No sentía algo más que amistad por ti. Ahora sé que eso fue algo cruel, no debí hacerlo.

 

Guardó silencio al ver a Karin inclinar el rostro. Se preguntó si quizá estaba llorando. Segundos después la vio apretar los puños.

 

─No quiero escuchar más ─masculló dolida─. Me estas contando todo esto para terminar diciéndome que estás saliendo con esa chica, que quieres que te deje en paz.

─Quiero disculparme ─aclaró, sorprendiendo a la chica que al instante alzó el rostro─. Tiempo después, en la universidad, me limité a actuar indiferente contigo, pensaba que así dejarías de insistir y te limitarías a ser una amiga. Pero después… ─titubeó por un instante─… apareció Naruto.

 

Con una sensación de creciente malestar, Karin arqueó una ceja, mirándole confundida.

 

─¿Naruto? ─repitió─. ¿Qué tiene que ver Naruto en esta conversación?

 

Inquieta recordó la escena que presenció en el hospital, donde Sasuke trataba a Naruto con una familiaridad nunca antes vista en él; donde le dedicaba la sonrisa más bonita que le había visto.

 

Ahogándola un mal presentimiento, negó con la cabeza. No, Sasuke no…

 

─Todo ─respondió él, sacándola de sus pensamientos─. Cada vez que Naruto estaba cerca, permitía que te acercaras y te comportaras como si entre nosotros existiera una relación sólo para mantenerle alejado. Me he comportado como un bastardo contigo. Lo siento, Karin.

 

La chica necesitó varios segundos para digerir lo que aquellas últimas palabras estaban insinuando. Se detuvo a hacer memoria, recordando el día que se encontraron en el parque con Naruto y esa chica de cabellos rosas. Después de que su primo dijo que la otra mocosa era su novia, recordaba que Sasuke se había mostrado fastidiado.

 

Y ni qué decir de aquella vez en la que Naruto tuvo el total descaro de besar a Sasuke y declarársele estando ella presente. Recordaba que Sasuke no se mostró molesto en absoluto, sólo sorprendido, y después se encerró en su apartamento y no la dejó entrar.

 

Pudo ver con facilidad el interés que su primo había tenido desde hacía tiempo en Sasuke, pero había estado ciega para ver los sentimientos de Sasuke. Sus verdaderos sentimientos.

 

─Naruto… ─susurró ausente, con la mirada clavada en el suelo una vez más─. Todo este tiempo fue Naruto. ─Arrugó el entrecejo─. Fue Naruto quien te estaba alejando de mí, ¿cierto?

─Lo siento ─repitió Sasuke como toda respuesta.

 

¿Lo siento?, reiteró ella con frustración en su mente, tensando la mandíbula y apretando los puños con coraje. Sasuke la había mantenido ilusionada durante años, y ahora pretendía arreglarlo todo con una insulsa disculpa.

 

Encorajada alzó una mano, dispuesta a cruzarle la cara con una grandísima bofetada. Esperó que Sasuke la detuviera o se alejara, pero él sólo se mantuvo firme, enfrentando inmutable su mirada, esperando recibir el golpe. Su mano tembló al ver los ojos negros que siempre había amado, incapaz de lastimarle.

 

─¿Por qué…? ─pronunció con un nudo cerrándole la garganta, abrazándose a Sasuke. Estrujó entre sus manos la chaqueta del chico─. No puede ser verdad. ─Las lágrimas se acumularon en sus ojos.

 

Inseguro sobre si permitir el acercamiento, Sasuke posó las manos en los hombros de Karin, pero no la alejó.

 

─Karin… ─musitó.

─¡Sasuke, recapacita! ─sollozó─. Naruto es un niño inmaduro, y yo…

─He sido yo quien se ha estado comportando como un niño inmaduro ─interrumpió─. Gracias a Naruto me he dado cuenta de que estaba actuando como un idiota. Por eso estoy aquí, hablando contigo ahora.

 

Con desesperación, Karin alzó la mirada, no quería perder definitivamente a Sasuke. No soportaría verle junto a Naruto.

 

─Sasuke, ¿has pensado bien todo esto?, ¿cómo vas a decírselo a tu familia?, ¿y a la familia de Naruto?

 

En silencio, Sasuke finalmente alejó a Karin, pensativo.

 

─Mis padres no tienen nada que decidir en ese asunto, soy mayor de edad.

─Pero Naruto no. ─En su interior sonrió complacida─. Él todavía tiene que obedecer a sus padres, le agrade o no. ¿Qué harás?, ¿vas a esperar a Naruto hasta que cumpla los veinte? ─Se limpió las lágrimas y se cruzó de brazos, satisfecha al devolverle a Sasuke un poco del malestar que él le había provocado─. Me pregunto quién se cansará antes de esperar, ¿Naruto?, ¿o tú? ─Al no recibir respuesta de Sasuke continuó. A pesar de que él no estaba diciendo nada, era obvio que sus palabras le estaban afectando─. Me pregunto cómo se tomará mi prima Kushina la noticia de que su hijo es gay, y que quiere mantener una relación con un hombre diez años mayor que él. ─Se acomodó las gafas con una mano, sonriendo ligeramente─. Kushina siempre ha tenido un carácter fuerte.

─Lo sé ─fue todo lo que dijo.

─Y luego está Minato, ¿cómo reaccionará él? No creo que tolere que un asaltacunas se acerque a su hijo.

 

Después quedó un silencio que por momentos se hacía más pesado. Sasuke sabía que sería difícil decirles la noticia a sus padres, y sería mucho peor comunicarle sus intenciones a los de Naruto. Sabía que Minato y Kushina le rechazarían, probablemente le prohibirían acercarse a su hijo. Sabía que todo sería un caos.

 

Aun así ahí estaba, queriendo aclarar todo con Karin para poder estar con Naruto sin más malentendidos. Para que Naruto confiara plenamente en él.

 

─Estás disfrutando esto, ¿no es así?

 

La pelirroja no trató de ocultar su satisfacción.

 

─¡Por supuesto! ─contestó con franqueza─. Cuando mi prima y su esposo te prohíban terminantemente acercarte a su hijo, sé que volverás a mí.

─Karin… ─la llamó con tedio─. No quiero nada contigo. Ni ahora, ni nunca.

 

Indignada y dolida, retrocedió unos pasos, dedicándole una mirada retadora.

 

─Eso dices ahora. Pero sé que tarde o temprano te darás cuenta de que lo que estás haciendo ahora es un error, algo pasajero ─sentenció convencida.

 

Dando la conversación por zanjada, dio media vuelta y se marchó pisando con firmeza, conteniendo las lágrimas. Sólo tenía que esperar. Después de todo había estado años esperando a Sasuke, un poco más podría soportarlo. Estaba convencida de que Kushina y Minato rechazarían tajantemente a Sasuke, y sería entonces cuando él volvería a ella, arrepentido por haberla rechazado.

 

Sasuke suspiró hondo, no muy convencido con el hecho de que Karin hubiera entendido lo que le había dicho anteriormente. No iba a querer una relación con ella, ni aunque Naruto le rechazase. Para él, Karin sólo era una amiga, nada más. Y sería así para siempre.

 

****

 

─Vamos, Naruto, déjame consolarte invitándote a un tazón de ramen en Ichiraku ─insistió Suigetsu por tercera vez.

 

El rubio apretó los puños, sabiendo que su determinación para rechazar un ramen tan delicioso era débil. El partido había terminado en empate, y eso le mantenía un poco desanimado, ya que estaba seguro que de haber durado unos minutos más podrían haber marcado el gol que supondría la victoria.

 

Poco a poco sus amigos y los chicos del equipo contrario habían empezado a retirarse con cierta prisa, huyendo del frío que sentirían cuando el calor por el esfuerzo desapareciera de sus cuerpos. Y Naruto también intentó ir a casa, con el balón bajo el brazo, pero Suigetsu le detuvo con aquella tentadora invitación. Había rechazado dos veces, pero no tenía fortaleza para negar una tercera.

 

─Está bien dattebayo. ─Sonrió resignado─. Pero no es una cita ─aclaró.

─Por supuesto, no es una cita ─concedió Suigetsu totalmente inocente, pero después sonrió complacido.

 

Caminaron por la iluminada calle peatonal tras abandonar el parque. Naruto se entretenía alzando la pelota y dándole pequeños toques con la cabeza, regresándola a sus manos. Ese día le había tocado a él llevar el balón.

 

─¿Desde cuándo juegas fútbol? ─Se interesó Suigetsu, queriendo conocer más del chico.

─Desde que puedo recordar. Cuando era niño no era nada serio, sólo me reunía aquí con mis amigos y nos limitábamos a jugar con el balón. Cuando cumplí trece, conocíamos a bastantes niños como para formar dos equipos, pero siempre nos faltan suplentes. ─Rió ante lo último. Después miró a Suigetsu─. Puedes jugar con nosotros un día, si tú quieres ─aclaró─. ¿Sabes jugar?, ¿eres bueno? ─Ahora fue él quien mostró interés, halagando al mayor sin saberlo. Le alegraba que Naruto se interesara en él de alguna forma.

─Si te soy sincero… ─Se rascó la nuca─, no he jugado desde que tenía tu edad, supongo que estoy oxidado. Pero sí, era bueno ─presumió orgulloso, y después su expresión se volvió una de fastidio─. El único que se me resistía era Sasuke ─admitió frustrado.

 

Los ojos azules brillaron con interés al escuchar lo último. Dejó de juguetear con la pelota en sus manos para centrar toda su atención en el otro.

 

─¿Sasuke también jugaba?

─Sí. El bastardo era realmente bueno, y eso subía más su ego. ─Sin más ánimo de engrandecer a Sasuke, dio un leve giro a la conversación─. Mi amigo Juugo, el que trabaja en el zoológico, era el portero; muy bueno también. Ahora que recuerdo, todavía no te lo he presentado.

─¿Y Sasuke…?

 

La melodía del móvil de Suigetsu le hizo callar. Había sentido deseos de conocer más sobre el pasado de Sasuke.

 

─Ah, es tu prima Karin ─explicó el mayor antes de responder el teléfono─. Hola, bruja. ¿Qué pasa?, ¿has perdido tu escoba y no puedes salir a volar?

 

Naruto se llevó una mano a la boca, sofocando una risilla que Suigetsu respondió con una sonrisa de diversión. Pero después, vio cómo gradualmente aquella sonrisa se iba desvaneciendo hasta mostrar una expresión de preocupación. Pensó, que a pesar de molestarla constantemente, a Suigetsu realmente le importaba Karin.

 

─¿En serio? ─cuestionó incrédulo el mayor─. Cálmate, Karin. Escucha, ya has tenido problemas con Sasuke antes… ─Guardó silencio un momento, al parecer ella le había interrumpido─. Bueno, es cierto, él nunca te ha hablado sobre estar interesado en otra persona. No puedo creerlo, el frígido de Sasuke interesado realmente en alguien, ¡jah! ─Rió socarrón. Al instante se vio obligado a alejarse el teléfono de la oreja cuando Karin le gritó un insulto, molesta─. Lo siento, lo siento, qué carácter… ─Bufó─. ¿Te ha dicho quién es esa persona?

 

Al escuchar la pregunta, inconscientemente Naruto abrazó el balón contra su estómago, conteniendo por un instante la respiración. Se había mantenido escuchando disimuladamente todo, prestando fingido interés a su alrededor, actuando como si no estuviera interesado en la conversación del mayor. Para su mala suerte, no podía escuchar lo que Karin decía, apenas escuchaba su voz en tono muy bajo, amortiguada.

 

─Está bien, te veo ahora ─contestó un poco frustrado, colgando mientras se detenía. Naruto le imitó, mirándole curioso.

─¿Problemas?

─Karin está histérica. Dice que Sasuke le ha dicho que está interesado en alguien más.

─¿E-en serio? ─balbuceó repentinamente nervioso─. ¿Te ha dicho quién? Tal vez es alguien que conozco’ttebayo.

─No me lo ha dicho, dice que me lo dirá en persona. Pero me ha asegurado que me dará un infarto al saberlo. ─Miró apesadumbrado al rubio─. Lo lamento, tengo que ir con Karin. Me necesita. ─No podía creer que estuviera dejando al chico que le traía de cabeza por ir a consolar a la bruja gritona─. O podemos comer ese ramen, y después iré con Karin.

 

Al instante Naruto negó, desechando esa opción.

 

─Es mejor que vayas con Karin. No te preocupes, lo entiendo.

─Aplazaremos esta comida para otro momento, no me la podrás rechazar. ─Temía que al marcharse perdiera la oportunidad de salir con Naruto.

─Te prometo que iremos a Ichiraku en otro momento ─aseguró con una sonrisa, logrando tranquilizar al mayor.

 

Pero la sonrisa desapareció de Naruto al ver que inesperadamente Suigetsu se acercó, rebasando su espacio personal. Inconscientemente levantó un poco el balón, con intención de estampárselo en la cara si ocurría lo que sus alarmas le estaban gritando. Pero para su alivio no hubo ningún beso. Suigetsu dudó, pero al final simplemente paseó una mano por los rubios cabellos, revolviéndolos, para después brindar una caricia fugaz a una de las mejillas antes de alejarse.

 

─Sueña conmigo esta noche, rubio.

 

Naruto sonrió ligeramente resignado, ya no sabía cómo decirle que no le llamara así.

 

─Ya te dije que hay alguien que me gusta dattebayo. ─No quería ser cruel, pero tampoco quería darle falsas esperanzas.

─¡Lo sé! ─exclamó, interiormente celoso de aquel que tenía el corazón de Naruto─. Pero ese tipo no te merece, lo sabes. Al menos en tus sueños déjame ocupar su lugar. ─Sin querer escuchar alguna excusa de Naruto, se despidió, marchándose─. ¡Nos vemos!

 

Miró a Suigetsu alejarse, apenas susurrando una despedida. Se mantuvo en su lugar, aun cuando el mayor ya se había perdido de vista desde hacía rato. Pensaba una y otra vez en la breve conversación que acababa de escuchar.

 

Sasuke le había dicho a Karin que estaba interesado en alguien. Y al parecer le había dicho el nombre de ese “alguien”. Recordó la conversación que tuvo apenas el día anterior con Sasuke, donde éste le aseguraba que hablaría con Karin para dejarle claro que no habría nada entre ellos. Al parecer, Sasuke había cumplido su palabra.

 

Interiormente emocionado, abrazó nuevamente la pelota contra su estómago. Él estaba en lo cierto, Sasuke ahora era diferente. Sakura-chan no tenía razón para seguir enojada. Mañana hablaría con ella y todo estaría bien.

 

Se estremeció al sentir un pequeño escalofrío. Al permanecer quieto tanto tiempo y con ropa tan poco apropiada para la época, estaba empezando a tener frío. Sin pensarlo demasiado dio media vuelta y se marchó corriendo a casa para entrar en calor.

 

****

 

Tal y como imaginaba, cuando Suigetsu llegó a la puerta de su apartamento Karin estaba allí, recargando la espalda contra la madera, de brazos cruzados.

 

─Has tardado mucho ─renegó ella.

─No estaba precisamente cerca de casa cuando me has llamado ─replicó. Esa bruja siempre se tenía que estar quejando por todo.

 

Karin se hizo a un lado, permitiendo que Suigetsu abriera la puerta. En cuanto ingresaron y el chico cerró la puerta, ella le tomó de la pechera con violencia.

 

─¿Se puede saber qué demonios has estado haciendo todo este tiempo? Pensaba que estabas conquistando a Naruto, no perdiendo el tiempo.

 

Cuando la sorpresa inicial pasó, Suigetsu tomó la mano de la chica y la alejó, mirándola molesto.

 

─Lo que yo haga o deje de hacer con Naruto no es tu asunto. ─Le dedicó una seria mirada─. Además, se supone que estamos aquí para hablar de Sasuke, Naruto no tiene nada que ver.

─¡Idiota! ─exclamó, aguantando las ganas de soltarle un puñetazo─. Naruto tiene todo que ver. ¡Es Naruto la persona en la que Sasuke está interesado!

 

Sin dar crédito a lo que acababa de escuchar, el chico abrió los ojos de par en par, negando con la cabeza. ¿Su frígido amigo Sasuke, interesado en Naruto? Imposible. De ninguna manera.

 

Tratando de quitarle hierro al asunto, sonrió de lado.

 

─No tienes de qué preocuparte, bruja. Sasuke no tiene oportunidad, a Naruto le gusta alguien, él mismo me lo confesó.

 

Esta vez Karin no contuvo el golpe que quería soltarle. Estrelló el puño en la cabeza de Suigetsu, arrancándole un lamento a éste.

 

─La persona que le gusta a Naruto, es Sasuke.

 

El dolor por el puñetazo desapareció en el instante en que escuchó aquella desagradable confesión. Dejó de acariciarse la zona lastimada, mirando absorto a su amiga.

 

─¿Qué…? ─atinó a musitar.

─Desde hace tiempo, Naruto no ha sido más que una piedra en mi camino de una relación con Sasuke. No ha parado hasta meterse entre nosotros, ¡hasta meterse entre los ojos de Sasuke! ─exclamó al final, rabiosa. Después se acomodó las gafas, fulminando con la mirada a Suigetsu─. Me dijiste que Naruto te gustaba, me aseguraste que lo ibas a conquistar…

─¡No es tan sencillo! ─protestó─. Naruto es desconfiado. Además… ¡no tengo oportunidad, le gusta Sasuke! ─exclamó, incrédulo con aquello.

 

Caminó al interior de su apartamento, dejándose caer sentado en el sofá mientras meditaba, siendo seguido por Karin. Recordaba ahora la conversación que mantuvo con Sasuke en la cafetería, aquella donde Sasuke le ordenaba que se alejase de Naruto. Y él, ilusamente creyó que Sasuke lo decía porque Naruto era su amigo y le preocupaba, cuando la realidad era bien diferente.

 

─Ese Sasuke, bastardo mentiroso... ─masculló.

 

El muy cabrón se había callado su interés por Naruto, seguramente para jugar con ventaja en aquella situación. Típico de Sasuke. Él no mostraba sus cartas hasta el final de la partida.

 

Y luego estaba Naruto. ¿Por qué?, ¿por qué no le dijo que la persona que le gustaba era Sasuke? No quería pensar que el chico lo hizo con mala intención. Por lo que había conocido del rubio hasta ahora, sabía que era buena gente. ¡No alcanzaba a comprender cómo a Naruto podía gustarle alguien tan bastardo como Sasuke! Pero ahora podía entender el repentino interés que mostró Naruto en Sasuke ese día.

 

─¡Un momento! ─Molesta, Karin tomó asiento a su lado─. El bastardo aquí no es Sasuke, ¡es Naruto!

 

Al escuchar la forma en que llamó al rubio, miró indignado a Karin. Ella siempre había estado ciega de amor por Sasuke, siempre culpaba al resto del mundo antes que a su amor.

 

─¡Joder…! ─exclamó frustrado.

 

Qué “oportuno” que a Sasuke le saliera su vena gay precisamente con Naruto. Ahora podía entender por qué Naruto no le veía de la forma que él deseaba.

 

Y una punzada de molestia y celos se concentró en su estómago cuando recordó la noche que acompañaba a Naruto y Sasuke apareció de la nada, asegurando querer hablar con el rubio. Seguramente fue una estrategia de Sasuke para sacarle del camino y quedarse a solas con Naruto.

 

Sasuke podía ser un vil traidor cuando se lo proponía.

 

─Todo esto es tu culpa, Suigetsu. Si hubieras enamorado a Naruto nada de esto estaría pasando.

─Ahora lo entiendo. ─Fue todo lo que respondió, repentinamente tranquilo.

─¿Qué cosa?

─Tú… me hablaste de Naruto porque lo tenías todo planeado. Querías que yo alejara a Naruto de Sasuke, querías que quitara a Naruto de tu camino, que yo hiciera tu trabajo sucio. ─La miró, arrugando el entrecejo.

 

Karin, su amiga de toda la vida le había utilizado como a una simple marioneta. Sasuke, otro amigo de toda la vida, le había estado viendo la cara de idiota. Y Naruto… no sabía qué pensar sobre él. Prefería no formarse prejuicios.

 

─P-puede que en un principio sí ─confesó sin más remedio, acomodándose de nuevo las gafas─. Pero después de todo Naruto te gustó, así que no es como si te hubiera obligado a algo.

 

Indignado, Suigetsu se puso de pie y caminó hasta la puerta, abriéndola.

 

─Por mí, Sasuke y tú os podéis ir al infierno, Karin. No quiero saber nada de vosotros ─dijo, señalándole la salida─. Y ahora, lárgate.

 

La chica le miró totalmente sorprendida. Suigetsu y ella muchas veces discutían, otras tantas se profesaban insultos muy subidos de tono, y alguna vez incluso habían llegado a las manos… pero jamás su amigo le había dicho algo como eso con aquella frialdad en su voz y su mirada.

 

Incómoda se puso de pie, sintiendo por primera vez en muchísimo tiempo la necesidad de disculparse con él.

 

─Lo siento, Suigetsu. Yo…

─No quiero excusas. Sólo vete ─insistió. Necesitaba estar solo. Pensar.

 

Asintiendo, la chica abandonó el apartamento, siendo despedida al instante con un sonoro portazo que la asustó.

 

Sintiendo un ligero remordimiento se preguntó si había llegado demasiado lejos en su intento de aferrar a Sasuke a su lado. Quizá por su culpa, la amistad que mantenían desde la infancia ellos tres junto a Juugo, podría romperse. No quería ser responsable de algo así. Ellos cuatro siempre habían estado juntos, en las buenas y en las malas. ¿Acaso su amistad acababa ahí?

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Hola! :) Me gustaría recordar a las despistadas, que la mayoría de edad en Japón es a los veinte años XD

 

¡Ah!, y también quiero aclarar algo que muchas me comentan: NO odio a Karin. De hecho, si alguna vez escribiera un fic hetero, emparejaría a Sasuke con Karin. Me gustan muchas chicas del manga, pero ella es la única que tolero al lado de Sasuke. Que Karin tenga este papel en el fic no significa que la deteste. Y tampoco diría que Karin es “la mala” de la historia. En este fic no hay buenos ni malos, simplemente, a veces las circunstancias de la vida nos llevan actuar de determinada manera.

 

No toméis personal lo que hacen los personajes en el fic, os recuerdo que no soy Kishimoto. No me agrada saber que os hago odiar personajes que os gustan D:

 

A quien odio con todo mi corazoncito, es a Sakura. A ella sí que no me la trago. La odiaba desde el principio, pero cuando se declaró a Naruto en el manga sólo para que éste dejara de buscar a Sasuke, le eché una cruz de por vida. Si la trato bien en mis historias, es porque siempre he pensado que el bashing estropea horriblemente las tramas y le acaba dando más protagonismo al personaje odiado que a la pareja principal. ¡Decid no al bashing! XDD

 

¡Se agradecerán reviews! Cualquier pregunta que tengáis, no dudéis en decírmelo. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


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