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Diez años por Takaita Hiwatari

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Diez años:

 

Takaita Hiwatari

 

Capítulo 30: “Suna II”:

 

 

Con el sol a punto de esconderse, la gente comenzaba a marcharse de la playa, muchos otros lo habían hecho ya. Sin embargo, Naruto de nuevo se entretuvo tomando fotos del atardecer. No era tan colorido como el del día anterior, pero también merecía la pena ser fotografiado. También se tomó algún que otro selfie, con el mar de fondo.

 

En eso estaba cuando una gaviota se posó muy cerca de sus pies y sintió deseos de tocarla. Nunca había tocado una.

 

Con sutiles movimientos sostuvo el teléfono en una mano y pulsó el botón de grabar. Se grabaría tocando la gaviota. Estaba por tocarla cuando el ave agitó las alas y dio un par de zancadas, alejándose. Trató de tocarla de nuevo y una vez más ocurrió lo mismo. Fue tal su insistencia en querer tocar al animal, que al final fue la gaviota quien comenzó a perseguir a Naruto, volando sobre su cabeza y tratando de tomar con su pico los rubios mechones que llamaban su atención. Para su suerte, la gaviota desistió segundos después y alzó el vuelo, marchándose.

 

Una conocida risilla socarrona le alertó cuando recuperaba el aliento.

 

─Vaya, vaya, he conseguido una grabación muy interesante. La llamaré “Usuratonkachi perseguido por gaviota”.

 

Repentinamente sonrojado por la vergüenza, Naruto miró a un lado, encontrando a Sasuke quien parecía estar grabándole con su propio teléfono.

 

─¡Teme! ¡En vez de salvarme de esa bestia, me grabas!

─Te lo merecías. He visto que tú has empezado molestando a la gaviota.

─No la molestaba, ¡sólo quería tocarla!

 

Sasuke había entrado un momento en la cabaña para buscar su propio teléfono. También quería tomar fotos del atardecer para mostrárselas a Itachi y tenerlas de recuerdo. Tardó muy poco en salir, pero fue suficiente para ver todo el espectáculo. Había llegado en el momento justo en que el ave se posaba a escasa distancia de su novio, y en cuanto vio las intenciones de éste, empezó a grabar. Sabía que algo divertido saldría de ahí.

 

Se acercó, dándole un golpecito en la nuca.

 

─Eso te pasa por tonto ─reprendió socarrón.

 

El otro infló las mejillas con disgusto pero no dijo nada, se limitó a teclear en su teléfono. Estaba enviando un mensaje:

 

No me habías dicho que en Suna hay gaviotas asesinas.

 

Con la curiosidad aflorando, disimuladamente Sasuke se acercó un poco más para ver quién era el destinatario. El nombre “Gaara” no tardó en aparecer. Incómodo comprobó que había más mensajes compartidos entre Naruto y Gaara. Les dio una leída rápida. El primer mensaje era de esa misma mañana, Naruto le decía que estaba en Suna y que le encantaba el lugar. Después ambos se lamentaban por no haber podido ir juntos y prometían hacerlo el año que viene, Gaara aseguraba a Naruto que podría ir a su casa cada vez que quisiera, que las puertas estaban abiertas para él.

 

Después Naruto había enviado una fotografía, parecía ser un selfie con el mar de fondo.

 

─¡Hey! ¿Qué estás mirando’tteba? ─cuestionó Naruto, girando el teléfono para que no pudiera seguir leyendo.

─Nada ─negó lo evidente.

 

Los ojos azules se entrecerraron, dedicándole una mirada de sospecha.

 

─Deja de curiosear en mis mensajes.

 

Tras un pequeño silencio en el que Naruto tecleaba de nuevo un mensaje, Sasuke habló.

 

─Pareces llevarte muy bien con ese Gaara. ─Intentó sonar despreocupado.

─¡Sabía que estabas leyendo mis mensajes! ─acusó─. Y sí, me llevo bien con Gaara. Nos entendemos.

 

Un tic sacudió una de las cejas de Sasuke cuando el tiempo comenzó a pasar y Naruto parecía seguir enfrascado en su conversación con ese Gaara al que no conocía pero que empezaba a aborrecer. De nuevo Naruto le estaba dejando de lado por Gaara. Meditó algo que lograra captar la atención de su novio lo suficiente como para hacerle dejar al otro mocoso de lado. Sabía que si le ordenaba que dejara los mensajitos con Gaara, se avecinaría una discusión. No, debía lograrlo de una forma más… sutil.

 

Levantó su propio teléfono sobre sus cabezas y tomó una captura. Eso obtuvo por completo la atención de Naruto.

 

─¿Qué?, ¿una foto? ─balbuceó alzando la mirada al reconocer el característico “clic”─. ¡Espera, no estaba preparado!

 

Totalmente complacido, Sasuke vio que Naruto dejaba de lado los mensajes con Gaara y se pasaba la mano libre por los alborotados mechones rubios, tratando de adecentarlos en una misión imposible.

 

─¡Ahora dattebayo! ─exclamó, posando con una gran sonrisa.

 

Minutos después, con el sol ya oculto, revisaban las fotografías tomadas. Al final fueron bastantes. Se deleitó sabiéndose el centro de atención de Naruto. Compartieron las fotografías tomadas para tenerlas en ambos teléfonos.

 

─La mejores fotos que tomé en todo el día fueron estas ─comentó Naruto mientras las buscaba, conteniendo una sonrisilla traviesa.

 

Sasuke parpadeó consternado cuando vio unas fotografías de él mismo, durmiendo. ¿En qué momento…? Observando el poco fondo que se apreciaba, esa era la cama de la cabaña. ¡Naruto le había estado tomando fotos esa mañana mientras estaba dormido!

 

─Te ves tan lindo dattebayo… ─Rió divertido, mostrando más fotografías. Ya llevaba más de diez.

─Bórralas ─masculló el adulto, sintiéndose avergonzado. Desde su punto de vista salía espantoso en cada una de ellas.

 

Pero Naruto negó y abrazó el teléfono contra su pecho, protegiéndolo.

 

─No.

─¡Bórralas! ─insistió.

─Oblígame ─retó, y le sacó la lengua.

 

A Sasuke no le tomó ni un segundo aceptar el reto y trató de apresar la muñeca de su novio, pero éste echó a correr.

 

─¡Vuelve aquí! ─demandó.

 

Sasuke maldijo su pobre forma física cuando apenas llevaba unos minutos corriendo. Para colmo sus pies hundiéndose en la arena le dificultaba el movimiento, así que se cansaba el doble. Se detuvo a tomar aire y farfulló una maldición cuando Naruto empezó a provocarle contoneando las caderas mientras se golpeaba uno de los glúteos.

 

─¿Qué pasa, Sasuke nii-chan?, ¿estás cansado? ─cuestionó burlón─. Necesitas hacer ejercicio ─dijo mientras empezaba a trotar sin moverse de su lugar, presumiendo su forma física. Él no estaba cansado en absoluto.

 

Fastidiado, Sasuke se pasó el dorso de la mano por el contorno de la mandíbula inferior y tomó una honda respiración antes de echar a correr de nuevo con toda la rapidez que podía alcanzar. Un mocoso no se iba a burlar de él, ni siquiera si ese mocoso era su novio.

 

Gracias al factor sorpresa logró darle alcance y le tomó del brazo. Lo que no esperó es que su agarre provocaría que Naruto se detuviera en seco. Irremediablemente chocó con el menor y lo derribó, y él, al estar sosteniéndole todavía del brazo, se vio arrastrado en la caída.

 

─¡Ou, ou…! ¡Eso ha dolido’ttebayo! ─se lamentó, sintiendo el peso de su pareja sobre él.

 

Cuando Sasuke se recuperó del aturdimiento que le provocó la aparatosa caída, trató de arrebatarle el teléfono a su novio empleando su mano libre, pero éste no se lo ponía fácil y se removía todo lo que podía.

 

─¡Para! ¡No es justo! Quiero tener fotografías tuyas, ¡teme!

─Ya las tienes ─respondió en medio del forcejeo. Tener una mano ocupada sosteniendo su propio teléfono no se lo ponía fácil.

─¡Pero quiero esas! ─renegó.

 

La poca paciencia de Naruto rebosó y decidió que sí o sí protegería con uñas y dientes sus preciadas fotografías del teme durmiendo. Y fue casi literal, ya que alzó un poco la cabeza e incrustó los dientes en el cuello de su pareja. Sofocando una queja, el adulto se detuvo y le miró con fastidio.

 

─¡Usuratonkachi!

 

Ambos se observaron en silencio, con suma seriedad y respirando ligeramente agitados contra la boca del otro por el reciente esfuerzo. La tensión entre ellos paulatinamente se suavizó, y sus miradas cobraron un tinte de calidez. Sólo entonces Sasuke se molestó en sostener mejor su peso para no incomodar más a su novio. Entrecerraron los ojos cuando sus narices se rozaron con un mimo que no tenía nada que ver con la agresividad que destilaron escasos minutos atrás. Lentamente, sus labios se encontraron en una suave caricia, olvidándose del lugar en el que estaban, si había alguien cerca que pudiera verles, o siquiera por qué yacían tirados sobre la arena. Sólo se centraron en sus labios tocándose, sus bocas encajando una con la otra cuando el ósculo aumentó de intensidad, sus lenguas acariciándose mutuamente.

 

Perdieron la noción del tiempo que se mantuvieron así, compartiendo un beso tras otro, con el sonido del mar de fondo y las olas rompiendo muy cerca de ellos.

 

Una mano de Naruto descansó en la nuca de Sasuke, llenándola de molesta arena, y fue peor cuando la mano se deslizó a la mejilla.

 

Incómodos con la pegajosa arena, dieron por finalizada la tanda de calurosos besos. Sin saberlo, ambos pensaron a la vez que, quien hubiera extendido la creencia de que hacerlo en la playa era fabuloso era un verdadero idiota. Ellos sólo se habían mantenido besándose, apenas tocándose, y estaban casi rebozados de molesta arena.

 

─Deberíamos ducharnos ─comentó Sasuke, incorporándose mientras trataba de sacudirse la mejilla, el cuello y la ropa llenos de arena.

─Sí ─concordó incorporándose con ayuda de su novio. Después se pasó las manos por la parte trasera de la cabeza, sacudiéndose la fastidiosa arena, y con ayuda de Sasuke se sacudió la espalda.

 

Tiempo después, completamente aseado y con el pijama puesto, Sasuke se recostó en su cama y se llevó las manos a la nuca. Aquella noche estaba más tranquilo, confiaba en que Naruto de nuevo volvería a quedarse dormido al instante. No tenía que sentirse amenazado por la hormona con patas.

 

El móvil sonando en la mesita de noche le alertó. El nombre de su hermano parpadeaba en la pantalla.

 

─Itachi ─saludó.

─¿Se puede saber dónde te has metido? Ayer fui a tu apartamento y no estabas. Ahora también estoy aquí, he entrado con mi llave.

─Estoy en Suna ─respondió despreocupado.

─¿En Suna? ─reiteró confuso─. ¿Asuntos de trabajo?

─Asuntos personales ─corrigió, pero no dijo más.

 

Conociendo el hermetismo de Sasuke, sabía que si no preguntaba no sabría nada sobre el asunto.

 

─¿Desde cuánto estás en Suna?, ¿lo saben nuestros padres?

─Llegué ayer, regresaré mañana. Y no lo sabe nadie, sólo en mi trabajo saben que me tomé dos días libres.

─¿Tú solo?, ¿en Suna? ─insistió suspicaz─. ¿Qué te ha llevado hasta allí?

 

Sasuke chasqueó la lengua. Conociendo a Itachi no tardaría en sospechar e indagar hasta dar con la respuesta. Lo mejor era hablar de una vez.

 

─Aparca tu faceta de abogado, ¿quieres? Sí, estoy en Suna. Pero no estoy solo, Naruto está conmigo.

 

Justo entonces el nombrado abandonó el baño mientras tarareaba una canción. Vestía un pantaloncillo corto y holgado como pijama, hacía calor, así que no veía necesaria la camiseta. Con una toalla sobre la cabeza se secaba el exceso de humedad del cabello.

 

Guardó silencio al ver a su novio hablando por teléfono. Curioso tomó asiento en su propia cama, preguntándose quién sería.

 

─¿Con Naruto-kun? ─reiteró con evidente sorpresa─. ¿Qué estás tramando, Sasuke? Recuerda que Naruto-kun es menor, puedes tener problemas…

─No es nada de lo que estás pensando, hermano ─interrumpió con rapidez─. Simplemente Naruto quería ver el mar y le he traído a Suna. Fin ─resumió.

─Pero si los Uzumaki se enteran…

─Pero no se van a enterar ─aseguró, de paso convenciéndose a sí mismo─. Naruto les dijo que venía a Suna con un amigo de confianza y su hermana mayor.

 

Un suspiro de Itachi se escuchó al otro lado de la línea.

 

─Sasuke, sólo sé cuidadoso con lo que haces. Entiendo que quieras pasar tiempo con Naruto-kun, pero… ya sabes, puedes tener problemas. Si los Uzumaki se enteran de que te has llevado a su hijo sin su consentimiento, van a querer tu cabeza.

─¿Crees que no lo sé? ─Bufó, pasándose la mano libre por el rostro con cierto hastío.

 

Era desesperante vivir todo el tiempo con el temor a ser descubiertos. Por eso a veces se mostraba tan distante con su novio. En resumen, sabía que Naruto era algo prohibido, pero no podía evitar desearlo cada día con mayor fervor. Admitía que el simple pensamiento era cursi, pero a estas alturas no concebía su vida sin ese tonto. Por eso, bajo ningún concepto quería que alguien fuera de su círculo más cercano y de mayor confianza supiera sobre la relación que mantenían. Cuantas más personas lo supieran, mayor riesgo corrían de ser descubiertos.

 

Justo entonces miró a su lado y percibió a Naruto, quien agitó una mano con alegría a modo de saludo. Vestía únicamente un pantalón corto y portaba una toalla sobre los hombros.

 

─Dile hola a Itachi de mi parte dattebayo.

─Naruto te manda saludos, Itachi. Y ahora te tengo que dejar ─añadió con rapidez antes de que su hermano pudiera decir algo─. Hablaremos mañana cuando llegue.

─Adiós, hermano, ¡y sé prudente! ─agregó justo antes de que el otro le colgara. Ni siquiera tuvo tiempo de mandar también saludos para el rubio.

 

Soltó un suspiro de preocupación y miró el teléfono en su mano. Una mano femenina acariciándole el rostro le hizo mirar a un lado, encontrándose con su novia Konan.

 

─¿Problemas? ─casi aseguró al ver la expresión en Itachi.

─No… Espero que no.

─¿Le ocurre algo a Sasuke? ─Se preocupó.

 

Aunque Sasuke no terminaba de aceptarla como pareja de Itachi, sabía que era una persona especial para éste. Si algo le ocurría, su novio lo pasaría mal.

 

─No. Está bien. ─Guardó el teléfono en un bolsillo del pantalón─. Está en Suna…

─¡Suna! ─exclamó uniendo sus manos con una sonrisa de felicidad─. Sus playas son precios…

─Está con Naruto-kun ─interrumpió para finalizar la frase que quedó a medias─. Pero sus padres no saben nada. Si se enteran, mi hermano estará en serios aprietos.

 

La sonrisa de la mujer se borró al ver que la preocupación no desaparecía de su pareja. Le tomó de la mano para confortarle. Pero Itachi no podía sacudirse la preocupación. Últimamente había empezado a sentir cierta punzada de culpabilidad. Fue él quién de cierta manera le abrió los ojos a su hermano con respecto a sus sentimientos y le animó a mantener una relación con un menor, incluso trató de brindarle su ayuda a Naruto-kun para unirle a Sasuke.

 

Siendo sincero consigo mismo, no esperaba que aquella relación llegara tan lejos como lo estaba haciendo. Lo peor es que la prudencia que siempre había caracterizado a Sasuke, empezaba a brillar por su ausencia. Si Sasuke era descubierto su reputación como médico respetable quedaría en el fango, sus padres serían tragados por la vergüenza. Después de todo, ¿qué imagen podía dar un hombre que mantenía una relación homosexual con un menor?

 

Cuando aquella relación inició se sintió feliz porque era así como su hermano se sentía, incluso alguna vez había bromeado con él para restarle importancia a las inquietudes de Sasuke. Quizá se había comportado muy relajado con aquel asunto. ¿En qué momento se le ocurrió siquiera la posibilidad de animar a su hermano en aquella locura? Él tampoco había sido prudente en todo eso.

 

─No temas, todo estará bien. Ya llevan saliendo como unos cuatro o cinco meses y nadie sabe nada. A ellos más que a nadie les conviene que lo suyo no se sepa, sabrán ser prudentes.

─El hecho de que mi hermano se haya llevado a Naruto-kun a kilómetros de aquí sin el permiso de los Uzumaki no es sinónimo de prudencia. ¿Qué tal si a Naruto-kun le ocurre algo?

 

Un suave beso silenció cualquier otra cosa que Itachi pudiera decir.

 

─Si ocurre algo ellos lo solucionarán y nosotros les ayudaremos. Pero no sirve de nada preocuparse antes de tiempo.

 

Él suspiró, serenándose. Konan tenía razón, pero no podía evitar sentir inquietud por su hermano. Sabía que de descubrirse aquella relación, Sasuke se llevaría la peor parte.

 

****

 

─¿Por qué tan serio de repente, Sasuke? ─preguntó Naruto lleno de intriga desde su lugar─. ¿Malas noticias?

 

El adulto dejó de mirar el teléfono en su mano como si fuese lo más interesante en aquella cabaña y encaró a su novio. Itachi le había hecho ver su imprudencia. Él tenía razón. ¿Y si los Uzumaki se enteraban? No debería haberse dejado llevar por sus impulsos. Y todo para complacer a Naruto en su deseo de ver el mar, y de paso impedir que pudiera ir con Gaara. Con lo insistente que era su novio, era muy probable que hubiera terminado convenciendo a Minato de ir con Gaara.

 

─¿Sasuke?

─No… ─atinó a balbucear en un susurro─. Todo está bien.

─¿Entonces a qué viene esa cara dattebayo?

 

Decidiendo sacarse la preocupación de encima, Sasuke sacudió la cabeza y dejó el teléfono sobre la mesa de noche.

 

─Por nada en especial. Sólo pensaba… en asuntos de trabajo ─mintió sobre la marcha, sonando lo más natural posible.

─¿Qué? ─Por un segundo infló las mejillas en actitud infantil y arrugó el entrecejo─. ¡De eso nada! ─sentenció poniéndose de pie, desprendiéndose de la toalla sobre sus hombros─. Estamos aquí para divertirnos, no para pensar en cosas aburridas.

 

Sasuke no esperó bajo ningún concepto que a continuación Naruto se subiera sobre él con toda la confianza del mundo y se sentara sobre sus caderas, por eso no alcanzó a detenerle. Pensó que al igual que la noche anterior, Naruto caería rendido en la cama después de ducharse.

 

─¿Qué…? ─interrumpió su pregunta al ver a Naruto mecerse contra él con sutiles movimientos, buscando más contacto entre sus cuerpos. Al instante sus manos cobraron vida y se aferraron a las caderas de su novio, alejándolas unos prudentes centímetros de las suyas─. ¡Mocoso pervertido! ─reprendió ligeramente azorado.

 

El ataque de la hormona con patas le había tomado totalmente por sorpresa. Una vez más había pecado de ingenuo al dar por sentado que Naruto estaría demasiado cansado como para intentar alguno de sus acosos.

 

Naruto simplemente soltó una suave risita, sin poder disimular un tenue rubor en sus mejillas por su atrevimiento anterior.

 

─Podríamos obtener hermosos recuerdos ahora mismo.

─Ya tenemos hermosos recuerdos ─rebatió al instante, negándose a liberar las caderas de su pareja al ver las claras intenciones de éste. Naruto quería recostarse sobre él. ¡De ninguna manera!─. Tenemos muchas fotografías.

─No, no… ─Rió de nuevo, esta vez con cierta picardía mientras negaba con la cabeza. Sasuke tragó saliva con pesadez al reconocer esa sonrisilla traviesa─. Hablo de otro tipo de “hermosos recuerdos”

─¡Quítate de encima! ─ordenó, dedicándole la mirada más amenazante de su repertorio, pero el otro ni se inmutó.

─Ouw, vamos, no seas amargado’tteba… ─Sin darle la menor importancia a la mirada de su novio, se inclinó sobre él─. Sólo un beso de buenas noches, lo prometo.

 

Un tic sacudió una de las cejas de Sasuke, sintiéndose ofendido. Ese niño realmente pensaba que él era idiota y que podría engañarle.

 

─¿Acaso me ves cara de idiota? ─gruñó, llevando una mano al costado del rubio para darle un contundente pellizco─. Quítate, ¡ahora! ─demandó severo. Tenía que hacerse respetar.

 

Naruto emitió un lastimero quejido de dolor y se removió con tal insistencia que cayó a un lado de Sasuke en la pequeña cama.

 

─T-teme… ─Se abrazó a sí mismo, sollozando.

 

La culpa cayó al instante sobre Sasuke como una pesada roca. Había lastimado a Naruto. Giró para encararle, pero no podía verle la cara porque la tenía oculta contra la almohada. Posó una mano en el hombro del chico, sin saber bien qué decir o hacer para confortarle.

 

─Naruto, yo… ¿Ves lo que provocas con tus impulsos de hormona con patas? ─reprendió, aunque estaba más preocupado que enfadado─. Está bien, está bien… un beso de buenas noches ─concedió.

 

Paulatinamente, los sollozos de Naruto se fueron transformando en una suave risita. Sasuke apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando su novio saltó sobre él y apresó sus labios en un torpe beso debido al ajetreo. Al instante comprendió que había caído en una trampa, que Naruto en ningún momento había llorado, que sus sollozos fueron fingidos. ¡Había sido embaucado por el mocoso! No pudo evitar sentirse ridículo, mientras el adolescente sobre su cuerpo seguramente se regocijaba en su interior por haberse salido con la suya.

 

A pesar de todo no se negó al beso, pero se mantuvo alerta. Sabía que Naruto intentaría obtener todo de él, y aunque quisiera complacerle no debía hacerlo. Sus manos de nuevo se afirmaron a la cintura del menor cuando éste comenzó de nuevo a mecerse con movimientos sutiles e instintivos contra él. Sofocó un ruidito entre sus bocas, un bufido de pura frustración. Si Naruto supiera lo que provocaba en su cuerpo su simple cercanía, no le torturaría de aquella forma… o quizá sí, le torturaría doblemente hasta lograr su cometido. Ese mocoso era un lobo con piel de cordero.

 

Liberó un suave gruñido de enojo hacia sí mismo, incrédulo por la forma en que se dejaba manejar por ese niño. Por momentos se convertía en un ser sin voluntad cuando estaban cerca.

 

En algún momento sus manos se atrevieron a repartir sutiles caricias en los costados, deleitándose con la suavidad de la bronceada piel, al tiempo que los inquietos labios de su novio saltaban a su cuello.

 

─Sasuke… ─murmuró─. Quiero verte desnudo.

 

El adulto parpadeó incrédulo ante la repentina petición. El rostro de su novio no tardó en aparecer en su campo de visión, con los ojos azules mirándole fijamente, como esperando su aprobación.

 

Una vez más tragó saliva con pesadez. Naruto iba totalmente en serio.

 

─Naruto… ─balbuceó.

 

Por otro lado, no sabía cómo negarse. No después de la tensa situación que habían sufrido aquella mañana. No quería que su novio volviera a pensar que no quería seguir a su lado, pero era muy probable que pensara eso si se negaba en redondo una vez más, como siempre.

 

─¡S-sé que tienes miedo’ttebayo! ─habló un poco acelerado, repentinamente nervioso─. Yo también tengo… un poco.

‹‹¿Qué?››, pensó consternado.

 

¿Podría ser que de alguna forma Naruto había sabido leer a través de él y comprendía sus reparos a la hora del sexo?, ¿entendía que aunque le deseaba, no podía ir más allá por la diferencia de edad?, ¿que cruzar “esa línea” podría traerle serios problemas si los Uzumaki se enteraban?, ¿que el simple hecho de mantener esa relación, que hasta ahora había sido bastante casta, también podía traerle serios problemas?

 

No pudo decir algo porque los labios del rubio le silenciaron. ¿Quizá a través de la discusión que tuvieron esa mañana, finalmente a lo largo del día Naruto había comprendido todo? Sin duda debía tratarse de eso, su novio ahora compartía su temor.

 

Dieron por finalizado el beso y se mantuvieron mirándose por un instante, respirando sosegados contra sus bocas entreabiertas mientras una mano de Naruto brindaba lentas caricias a uno de los hombros de su pareja, descendiendo por momentos al pectoral.

 

─Lo haremos despacio ─susurró el rubio─. Será mejor así.

 

Por una vez Sasuke no pudo estar más de acuerdo. Nunca esperó vivir lo suficiente como para escuchar a Naruto decir algo sensato, pero el milagro había ocurrido: Naruto accedía a que fueran despacio en su relación. Al menos podría respirar tranquilo hasta que su novio fuera mayor de edad, ya no sufriría más sus acosos de adolescente hormonado.

 

─Claro ─concordó. Las palabras de Naruto le confortaron lo suficiente como para atreverse a retomar las caricias que brindaba en los costados del menor, sin ánimos de ir más allá─. Era lo que deseaba todo este tiempo.

 

Una sonrisilla de vergüenza afloró en los labios de Naruto, quien desvió la mirada un instante.

 

─Lo siento dattebayo. A veces soy muy torpe para darme cuenta de las cosas, Sakura-chan me lo dice a menudo. ─Rió ligeramente, intentando relajar el ambiente─. No sabía que tú… ─titubeó un instante─. Ya sabes, no sabía que te sentías así. Y tú no me ayudas porque no hablas conmigo sobre cómo te sientes o lo que estás pensando. ─Frunció los labios en un pequeño mohín infantil, pero antes de que su novio pudiera decir algo, retomó la palabra─. No es que te esté culpando. Entiendo que te diera vergüenza hablarlo.

 

El entrecejo de Sasuke se arrugó de forma sutil, sintiéndose consternado por lo último escuchado.

 

─No sentía vergüenza. Es sólo que pensaba que no me entenderías.

─¡Por supuesto que te entiendo! ─aseguró lleno de convicción─. Después de todo estoy en la misma situación que tú. ─En un acto juguetón deslizó un dedo por el cuello de su pareja, por la zona del pulso, causándole un agradable escalofrío a éste─. Ahora que estamos confesándonos cosas, me gustaría decir algo.

─Adelante ─invitó de inmediato, deslizando una mano por los rubios cabellos. A pesar de que Naruto estaba excesivamente cerca, ahora que su novio le comprendía ya no se sentía tenso e incómodo.

 

Antes de hablar, Naruto volvió a buscar los labios contrarios, brindándoles un suave beso.

 

─Durante mucho tiempo no entendía por qué me alejabas, y eso me creaba mucha frustración. L-lo que quiero confesarte es que… muchas veces me he tocado pensando en ti. ─Al ver la genuina expresión de sorpresa en su pareja, se ruborizó─. ¿Qué? ¡Es normal! …creo ─añadió en un susurro─. No soy de piedra. ¿Acaso tú nunca te has tocado pensando en mí? También soy virgen, así que supongo que te sientes igual que yo.

 

Sasuke sintió que se le cortaba la respiración y la garganta se le secaba de golpe.

 

‹‹¿También?››

 

Reaccionó cuando Naruto se echó por completo sobre él, abrazándole efusivo. Pero con la confusión creciendo en su interior, le tomó con suavidad de los hombros y le alejó un poco, buscando su mirada.

 

─Naruto… sólo para estar seguro ─comenzó a decir con un tono prudente─, cuando hablabas sobre ir despacio, ¿a qué te referías?

─Al sexo ─respondió como si fuera lo más obvio del mundo─. Será nuestra primera vez, así que si vamos despacio será mejor, ¿cierto?

 

Sasuke se llevó una mano al rostro, sofocando una maldición. De nuevo había pecado de ingenuo. ¿Cómo pudo pensar, siquiera por un instante, que Naruto hablaba de lo mismo que él; que le comprendía, que aceptaba el ir despacio en su relación?

 

Pero todavía consternado, separó ligeramente los dedos, logrando enfocarle con un ojo. Naruto le miraba a escasos centímetros, con la ilusión pintada en su cara, a la expectativa de lograr que aquella noche consumaran su relación.

 

Naruto no le comprendía. ¡No le comprendía en absoluto!

 

─¿Nuestra primera vez? ─murmuró retirando la mano─. ¿Estás diciendo que…?

─Sé que eres virgen. ─Asintió─. Si me lo hubieras dicho antes, habría accedido a ir más despacio contigo.

─¿Qué? ─susurró en un hilo de voz.

 

****

 

El entrecejo de Sasuke se arrugó más profundamente si es que se podía. Mantenía la mandíbula tensa, y los dientes tan apretados que amenazaban con empezar a chirriar. Su paciencia estaba a punto de colmarse.

 

Cuanto más miraba a Itachi, sentado frente a él, más percibía los esfuerzos que hacía su hermano por contener la risa que quería soltar. Era loable la forma en que Itachi mantenía la compostura a pesar de sus palpables ganas de reír.

 

─Ni se te ocurra reírte, Itachi ─masculló la amenaza.

 

Intentando verse solemne, el mayor tomó una taza de café que reposaba sobre la pequeña mesa y le brindó un sorbo.

 

─Jamás me reiría de ti, hermano. ─Pero sus comisuras le traicionaban y por momentos se curvaban hacia arriba a la par que sus hombros convulsionaban de forma sutil─. Así que… ─Inspiró hondo, tratando realmente de serenarse─, Naruto-kun cree que eres virgen. Bueno… dado el tiempo que ha pasado desde la última vez, podría decirse que de cierta manera lo eres, hermano.

─¡¿Qué sabrás tú de mi última vez?!

 

Itachi alzó una mano, pidiéndole serenidad. En realidad no tenía la más remota idea de cuándo fue la última vez de Sasuke, pero teniendo en cuenta que ya llevaba unos meses con Naruto-kun, y que hace tiempo le aseguró que entre él y Karin sólo hubo besos… sospechaba que debía haber pasado un largo tiempo.

 

─Está bien, está bien. Pero me ha sorprendido mucho escuchar lo que te ocurrió con Naruto-kun. Él dijo… que te esperaría hasta que te sintieras preparado para vuestra primera vez. ¿De dónde sacó que eres virgen y que estás asustado por tu primera vez?

─No lo sé, y tampoco le pregunté.

 

Una vez más tomó el camino fácil con respecto a Naruto. Ya que su novio le había propuesto que le esperaría hasta que se sintiera preparado, vio una salida rápida a sus quebraderos de cabeza. A regañadientes mintió y agradeció a Naruto su paciencia con él.

 

Fue una patada en su orgullo fingirse virgen y temeroso por su primera vez. Pero gracias a eso se iba a poder librar de los acosos de Naruto por una buena temporada.

 

─Aunque… ─habló Itachi segundos después─. De cierta manera Naruto-kun tiene razón. Si hablamos de una relación homosexual, sí sería tu primera vez. ─Afiló la mirada, observándole por un momento fugaz en silencio─. ¿O hay algo que no me hayas contado?

─No vayas a empezar con tus interrogatorios, Itachi. ─Bufó. Dejándose ir hacia atrás, se acomodó en el mullido respaldo del sillón─. Nunca he estado con un hombre. Pero no me asusta el sexo... ─Enserió ligeramente su expresión─, eso es lo que menos me asusta en todo este asunto.

 

El rostro de Itachi también se tornó paulatinamente serio al escuchar lo último.

 

─Itachi… ─le llamó, y después apartó el rostro, mirando con fingido interés la pared─. ¿Crees que he cometido un error al iniciar una relación con Naruto?

 

El mayor parpadeó sorprendido con aquella cuestión. Sabía que Sasuke tenía sus dudas, era normal dada su situación, pero jamás se lo había planteado de aquella forma, como si estuviera pensando en…

 

─¿Estás pensando en terminar con Naruto-kun?

 

Al instante tuvo la mirada de Sasuke sobre él, como si su pregunta hubiera sido un disparate.

 

─Claro que no ─habló determinado.

─¿Entonces por qué me preguntas eso?

 

Sasuke guardó silencio un instante antes de responder, meditando lo que iba a decir a continuación.

 

─En Suna… tuve un problema con Naruto. La situación se tensó a tal punto que él trató de dejarme─. Itachi le dedicó una mirada de sorpresa mezclada con incredulidad, pero se mantuvo en silencio para continuar escuchando la explicación─. Todo fue muy rápido.

─¿Pero qué pasó? ─preguntó sin poder disimular su intriga.

 

Sabiendo los sentimientos que Naruto-kun tenía hacia Sasuke, debió de ocurrir algo sumamente serio como para que el chico intentara cortar con aquella relación.

 

─Nada más llegar me di cuenta de que Naruto actuaba muy despreocupado en Suna, al principio no entendía por qué; incluso intentó algunos acercamientos en público. Ayer, Naruto le pidió a una mujer que nos tomara una foto y le dijo que somos novios. ─Enfocó el techo y suspiró con cierto hastío, rememorando aquel momento─. Me enfadé mucho. Le reproché su imprudencia y el hecho de que no entendiera que no debía decir nada sobre nuestra relación.

─Y Naruto-kun se enfadó ─afirmó con calma.

─Mucho. Naruto decía que no pasaba nada porque en Suna nadie nos conoce.

─¿Y qué pasó entonces? ─Le animó a continuar.

─Intenté hacerle entender que cualquiera de esas personas podía haber sido mi paciente en el hospital, o serlo en el futuro, y estaría en problemas si me reconocían. Él dijo que como soy adulto puedo hacer lo que quiera. ─Chasqueó la lengua con fastidio─. Me exaspera su imprudencia, Itachi.

─Sólo tiene diecisiete, Sasuke. ─Le recordó─. Me temo que no puedes esperar que enfrente la situación desde la misma perspectiva que tú.

─Lo sé. Pero estaría bien que al menos hiciera un esfuerzo por ponerse en mi lugar y no rebatirme por todo.

─Tal vez lo hace. No deberías juzgarle precipitadamente.

 

He estado pensando en lo que dijiste, quiero comprenderte pero no lo consigo. Sin embargo, no quiero causarte problemas.

 

Sasuke recordó aquellas palabras de su novio. La expresión de tristeza en su rostro, pero a la vez su determinación en querer dejarle. Itachi tenía razón, como siempre. No podía esperar que Naruto enfocara la situación desde la misma perspectiva que él, sólo tenía diecisiete años. En el fondo sabía que Naruto intentó comprenderle aquel día en Suna. De hecho, quizá Naruto era incapaz de comprender siquiera un poco sus inquietudes, pero le apreciaba lo suficiente como para aceptar hacerse a un lado para no causarle problemas.

 

Cada vez que recordaba aquel día en Suna la culpa pesaba sobre sus hombros. Hizo sentir mal a Naruto, aunque sabía que esa no fue la primera vez ni sería la última. Pero gracias a esa tensa situación, comprendió que efectivamente Naruto no le entendería si le exponía sus intenciones de no mantener relaciones hasta que él cumpliera la mayoría de edad. Por eso se tragó su orgullo y mintió al confirmarle a Naruto que era virgen. Juraba que fue el momento más humillante de su vida. Ver a su novio, diez años menor, intentando disipar “sus miedos” sobre el sexo, confortándole con palabras y asegurándole que le ayudaría a superar sus temores… le crispó los nervios. Ni siquiera supo cómo es que pudo mantenerse sereno y responder un escueto “Gracias por comprenderme”.

 

─Tienes razón ─respondió finalmente.

─Sólo tenle paciencia.

 

Tras un breve silencio, Sasuke habló.

 

─Lo que me inquieta es… ¿Naruto tendrá la suficiente paciencia? ─Itachi le miró atento, con cierta sorpresa que supo disimular al escuchar a su hermano admitir en voz alta su inquietud─. Después de lo que pasó en Suna, tengo la sensación constante de que lo mío con Naruto tiene los días contados.

─No tiene por qué ser así, Sasuke ─aseguró, tratando de confortarle. Era evidente lo importante que era Naruto en la vida de su hermano. No quería imaginar lo mal que lo pasaría si por algún motivo aquella relación fracasaba─. Todas las parejas tienen sus altibajos. Sólo haz que Naruto-kun se dé cuenta de que, a pesar de los problemas que puedan surgir entre vosotros, es importante para ti.

 

El menor le dedicó una mirada de cierto desagrado.

 

─¿Cómo se supone que voy a hacer eso? ─Antes de que el otro pudiera decir algo, añadió─. Y nada de cursilerías.

 

Itachi se encogió de hombros, sonriendo ligeramente.

 

─Tú le conoces mejor que yo, seguro que se te ocurre algo que no entre en tu definición de cursi.

 

En la habitación quedó un largo silencio mientras Sasuke meditaba alguna forma de demostrarle a Naruto lo importante que era para él y que no fuera algo empalagoso y cursi.

 

─Se me ocurre algo que le agradaría, pero pienso que es arriesgado.

─¿Arriesgado? ─reiteró, animándole a explicarse.

─Naruto siempre ha querido que nuestros padres sepan la verdad.

 

Los ojos de Itachi se abrieron de par en par. Ahora comprendía por qué Sasuke dijo que era arriesgado. Más que arriesgado, era una locura.

 

─No lo hagas, hermano.

 

La orden de Itachi se escuchó tan contundente, que ahora fue Sasuke quien se sorprendió. Le encaró, viendo el rictus serio de su hermano mayor.

 

─En algún momento nuestros padres deben saberlo. De todas formas no es como si fuera a hacerlo, sólo era una opción remota.

─¿Te has parado a pensar detenidamente cómo reaccionarían nuestros padres?, ¿los de Naruto-kun?

─Claro que sí ─respondió empleando un tono obvio─. Los Uzumaki me matarán, y nuestros padres probablemente cortarán cualquier lazo conmigo. ─Soltó un largo suspiro─. Seguro que les avergüenza tener un hijo homosexual. ─Finalizó, apartando la mirada.

─Por eso lo mejor es retrasar el momento lo máximo posible, al menos…

─Hasta que Naruto sea mayor de edad ─completó la frase de Itachi─. Lo sé.

─Siendo Naruto-kun mayor de edad, será un problema menos para ti. Los Uzumaki podrían tomar medidas legales contra ti, ¿lo sabes?

 

Sasuke le miró atento por un instante. Era consciente de que Minato le detestaba, en cambio a Kushina parecía caerle algo mejor, o eso quería pensar. Pero el propio Naruto una vez calificó a su madre como una “bestia sangrienta”, y se dijo a sí mismo que no haría enfadar a la mujer.

 

Pensándolo detenidamente, era probable que los Uzumaki tomaran medidas legales contra él, y al instante la amistad de años de sus padres se iría al traste.

 

─Nunca se lo he dicho a Naruto, pero en el fondo, jamás estuvo entre mis planes confesar mi relación con él a nuestros padres ─admitió Sasuke─. No al menos en un futuro próximo. ─Apenas dijo aquello cuando se corrigió─. Tampoco en un futuro lejano. Perdería a nuestros padres, a Naruto, mi trabajo, mi reputación como médico…

─Lo siento, Sasuke.

 

La repentina disculpa de Itachi le hizo guardar silencio, observándole con desconcierto. ¿A qué venía aquella disculpa?

 

─¿Por qué te disculpas?

─Desde hace un tiempo me he estado sintiendo culpable por tu situación…

─Eso es absurdo ─interrumpió─. No tienes nada que ver en ella.

─Claro que sí ─rebatió sereno─. Insistí en abrirte los ojos con respecto a tus sentimientos, incluso traté de brindarle mi ayuda a Naruto-kun para que se acercara a ti. ─Determinado, Sasuke negó con la cabeza, sin estar de acuerdo con él─. Y ahora tú estás en esta delicada situación.

─Deja de decir estupideces ─ordenó, empleando un tono algo seco. No le gustaba ver aquella expresión de culpabilidad en el rostro de su hermano mayor─. Me ayudaste a abrir los ojos, es cierto ─concedió─. Pero no es tu culpa… estoy agradecido contigo por haberme ayudado.

 

De no haber sido por Itachi tal vez ahora Naruto estaría saliendo con otra persona, y él estaría ahí, solo y muriéndose de celos; reprochándose lo estúpido que había sido por no tomar las oportunidades que la vida le había brindado, por rechazar a Naruto por culpa de sus prejuicios.

 

─Siempre podrás contar conmigo, Sasuke ─aseguró─. Y con Konan.

 

Una tenue expresión afable surcó su rostro. En un principio detestó de forma irracional a Konan, pero poco a poco aquellos sentimientos iban cambiando.

 

─Gracias. Aunque en realidad no entiendo cómo es que Konan me soporta, no he sido justo con ella ─admitió.

 

Itachi se sintió realmente complacido al escuchar esas palabras. Sabía que Sasuke se estaba disculpando a su manera.

 

─No demasiado ─admitió lo obvio─. Pero ahora que estamos en este momento de confesiones, podrías decirme por qué ella te ha caído tan mal desde que la conociste.

─No era por Konan. Habría reaccionado igual con cualquier mujer que hubieras presentado como tu novia ─admitió. Guardó un pequeño silencio, costándole continuar─… estaba celoso.

 

La cara de incredulidad de Itachi no duró demasiado, ya que empezó a reír de buena gana, sin dar crédito a las palabras de su hermano. ¿Celoso de Konan? Al instante un rubor de vergüenza cubrió las mejillas de Sasuke junto con una expresión de furia. Tomó el cojín que había a su espalda, en el sillón que ocupaba.

 

─¡No te rías! ─ordenó lanzándoselo con saña. Para su mala suerte, Itachi lo cazó al vuelo y continuó riendo─. Eres odioso ─masculló resentido.

 

Sofocando su risa, Itachi se puso de pie para eliminar la corta distancia que les separaba y tomó asiento en uno de los brazos del sillón.

 

─No había razón para estar celoso. ─Posó una mano en los negros cabellos de su hermano menor y los revolvió un poco. Indignado, Sasuke se cruzó de brazos y masculló algunos insultos, con el orgullo golpeado─. Siempre estaré ahí para ti. Eres mi tonto hermano menor favorito.

─Soy tu único hermano. ─Le recordó lo obvio.

 

Ambos guardaron silencio al escuchar una llave encajando en la cerradura de la puerta y a continuación ésta se abrió, revelando a Konan que no les notó hasta que cerró.

 

─Oh, hola… ─saludó, y después hizo amago de volver a abrir la puerta─. Si he llegado en mal momento puedo regresar después. ─Sospechaba que a Sasuke no le gustaría que ella estuviera presente mientras charlaba con Itachi sobre sus cosas.

─No ─dijo Sasuke, poniéndose de pie. Miró con atención la llave en la mano de la chica─. Yo ya me iba.

─¿Ya? ─preguntó Itachi.

 

El menor giró y le encaró.

 

─Tengo algo que hacer. Acabo de descubrir algo que le agradaría a Naruto y no entra en mi definición de cursi. Konan me ha dado la idea.

 

Caminó a la salida, despidiéndose de ambos antes de abandonar el apartamento. Ver a Konan utilizando lo que presumiblemente era una copia de la llave del apartamento de Itachi, le hizo recordar el deseo de Naruto por tener una copia de la llave.

 

Sin duda con eso le demostraría que era importante para él.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Hola! :D Gracias por leer.

 

¡Feliz cumpleaños Sasuke y Charasuke! -lanza confeti- Tal día como hoy se cumplen dos años desde que empecé a publicar el fic. ¡Ya quiero terminarlo! Help me!! :’D -llora ahogada entre los capítulos del fic-

 

Quería hacer una pequeña aclaración sobre el fanfic: en la historia, (de momento) Sasuke tiene el look que tenía en el manga después de su pelea con Itachi (o sea, el flequillo cubriéndole la frente y los mechones de atrás en punta) Aclaro esto porque en estas últimas semanas unas chicas me han hecho dibujos del fic (cosa que les agradezco mucho :D) y le dibujan el pelo a Sasuke con el look del 700.

 

Venga, y ahora otra aclaración que bien podría ser como los “¿Sabías que…?” de Kitsune no kokoro XD A my friend Sora Tapia le llamó la atención que Sasuke sólo tuviera doce días de vacaciones, que le parecía inhumano. Lamentablemente, es cierto. Cuando investigaba sobre la profesión de doctor en Japón, me sorprendió encontrar que sólo se pueden permitir diez días (como mucho doce) de vacaciones al año por la cantidad de pacientes que deben atender: en el país, por cada 100.000 personas hay 198 médicos, mientras que en Francia, por ejemplo, hay 337 médicos por cada 100.000 habitantes, en Estados Unidos 256 y en Bélgica 449.

(Fuente de información: San Google :3)

 

Ya sé que dije que no volvería a hacer una nota de autora tan larga :’D De nuevo #SorryNotSorry XDDu

 

¡Se agradecerán reviews! Cualquier pregunta que tengáis, no dudéis en decírmelo. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


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