Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Diez años por Takaita Hiwatari

[Reviews - 894]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Diez años: 

Takaita Hiwatari 

Capítulo 35: “¿Quién es ella?”:

 

Sasuke ignoró la llamada entrante en su teléfono y rodó la mirada cuando en la pantalla reconoció el nombre de Ino. Segundos después recibió un mensaje, lo leyó mientras entraba en su apartamento:

 

Te estuve esperando en la puerta del hospital, pero no te vi. ¿A qué hora terminas de trabajar? Pensé que podríamos tomar algo.

 

No dudó en dejar el mensaje en visto y guardó el teléfono. En cuanto alzó la mirada, notó algo diferente en su apartamento. Al fondo, junto a la ventana, había un mueble de dos largos cajones color caoba. Ese mueble siempre lucía solitario, sin ningún tipo de ornamento sobre él. Por eso fue imposible que pudiera pasar por alto dos pequeños portarretratos, de marcos en tono plateado, colocados cada uno en un extremo del mueble; en medio, vio un sencillo jarrón blanco con unos cuatro o cinco girasoles en su interior. A pesar de que eran pocos dudaba que hubiera cabido alguno más, esos girasoles tenían buen tamaño.

 

Caminando despacio se acercó y alzó una mano, tomando entre sus dedos uno de los suaves pétalos. Ese tono amarillento le hizo visualizar en su mente por un segundo el rebelde cabello de Naruto, y el centro del girasol, de un tono marrón le recordó ligeramente al bronceado tono de piel. El girasol siempre había sido la flor predilecta de su novio. Parecía seguir gustándole la jardinería tanto como cuando era un crío.

 

Finalmente llevó la mirada a la fotografía de la izquierda. En ella aparecían Naruto y él, era la foto que les tomó aquella mujer en Suna. Naruto le rodeaba la espalda con un brazo mientras su mano libre estaba alzada en forma de uve. Naruto sonreía ampliamente, y por otro lado, él lucía una ligera expresión de desconcierto, recordaba que fue porque esa mujer asumió que ellos eran hermanos. Se movió un par de pasos a la derecha y visualizó la otra fotografía. También era de aquel viaje a Suna, se trataba de uno de tantos selfies que se tomaron a orillas del mar durante el atardecer. Estaban juntos, aunque no demasiado, en esta Naruto no le abrazaba, se limitaba a sonreír. Él también sonreía, pero en comparación a Naruto, quien enseñaba una hilera de perfectos dientes blancos, él sólo alzaba las comisuras con una expresión afable. La fotografía era especialmente llamativa por las diversas tonalidades rojizas y anaranjadas tras ellos, reflejándose en la pequeña porción de mar que logró aparecer en la fotografía.

 

Giró alerta al escuchar unas suaves pisadas que se acercaban, pero se tranquilizó al instante al ver que se trataba del autor de aquella nueva decoración, quien salía de la cocina con un vaso de leche en la mano.

 

─Ah, ¡Sasuke! ─exclamó efusivo al verle─. ¡Bienvenido a casa! ─Antes de que su pareja pudiera decir algo, se acercó unos pasos. Sasuke contuvo una risita al ver que una línea blanca de leche manchaba el labio superior de su novio, como si fuese un delgado bigote canoso─. No sabes cuánto había deseado poder decir esto: bienvenido a casa ─reiteró más despacio, casi saboreando cada palabra.

 

El intento de Sasuke de alertarle sobre su cara manchada se vio interrumpido por un beso casto al que no se negó en absoluto. Se relamió de forma sutil cuando se alejaron, recogiendo un ligero rastro de leche con el que Naruto le había manchado. No fue consciente de que aquel movimiento había hipnotizado a su pareja. Después se inclinó y deslizó la lengua por todo el labio superior del rubio, limpiándole.

 

─Estabas manchad…

 

De nuevo los impetuosos labios de Naruto le impidieron decir algo, aunque tampoco le dio importancia. Se inclinó un poco para facilitar el contacto entre sus bocas, sintiendo a su novio aferrarse con su mano libre a su hombro derecho mientras con su lengua se afanaba en abrirse paso en su boca.

 

Sus respiraciones chocaron cuando volvieron a alejarse, lo suficiente para verse a los ojos.

 

─No has tardado nada en utilizar la llave.

─Y tú has tardado mucho en dármela’ttebayo ─replicó inflando las mejillas en un fugaz mohín infantil.

 

Sasuke ignoró por completo aquel reproche exagerado. No había tardado tanto. ¿Un mes?, quizá un poco menos, no estaba muy seguro. Sin más se alejó un paso y señaló con un elegante movimiento de cabeza el mueble a su lado.

 

─¿Y todo esto?

 

Naruto trató de pasar la repentina vergüenza con un buen trago de leche, tan grande, que terminó vaciando el vaso.

 

─Sólo quería agradecerte por lo de la llave. ─Con un par de zancadas se acercó a la pequeña mesa frente al sofá y depositó allí el vaso─. Como digas que es algo cursi, te daré un puñetazo ─advirtió encarándole, las mejillas estaban ligeramente rojas.

 

El adulto se encogió de hombros, sin inmutarse ante la amenaza. Volvió a mirar las fotografías y los girasoles antes de encarar los ojos azules.

 

─Ciertamente… es algo cursi.

 

El rubor se intensificó en Naruto en décimas de segundo.

 

─¡Arg! ¡Eres un bastardo! ─Se acercó, tratando de pellizcarle las mejillas sin mucho éxito, pues Sasuke le había aferrado las muñecas─. ¡Ni siquiera fue idea mía, todo lo planeó Sakura-chan! ─se excusó.

─¿Sakura? ─reiteró sorprendido.

─Claro que sí. ─El forcejeo se suavizó hasta casi detenerse─. Ya le dije que su idea era cursi dattebayo, pero se ofendió. Mi idea era mucho mejor, pero ella casi me mata cuando se la propuse.

─¿Y qué idea era esa que hasta enfureció a tu amiga?

 

Finalmente Naruto dejo de forcejear y una sonrisilla traviesa apareció en su rostro. Se estiró un poco para poder tener la boca de Sasuke a su alcance, presionando sus labios en un beso fugaz.

 

─Tú y yo, desnudos en tu cama. ─Se contuvo de soltar una carcajada cuando percibió la tensión en el agarre en sus muñecas─. Si quieres puedo ser más específico. Me estaba refiriendo a tenerte entre mis piernas mientras que tú…

 

El agarre en las muñecas de Naruto desapareció de inmediato, y sintiéndose intimidado, Sasuke retrocedió un paso. Ya empezaba ese mocoso con sus descaros subidos de tono. No le extrañaba que Sakura hubiera enfurecido ante la idea de Naruto, seguro se la había planteado con la misma desfachatez con la que acababa de decírselo a él.

 

La risotada que liberó su novio le crispó los nervios. Era evidente que Naruto se divertía en ese tipo de situaciones. Pero era un Uchiha, nadie se reía de él. Sólo tenía que esperar… Cuando Naruto fuera mayor de edad se iba a vengar de todas y cada una de las situaciones incomodas que ese mocoso le hizo sufrir. Naruto no iba a poder caminar sin quejarse, lo juraba.

 

─Sé que mi cara no luce de lo más atractiva ahora mismo. ─Señaló el parche en su mejilla y después su párpado todavía algo amoratado─. Pero esto sólo es temporal, después estaré tan guapo como siempre.

─Además de idiota, con el ego por las nubes ─masculló para sí mismo, rodando la mirada.

 

Naruto no pudo escuchar lo que dijo Sasuke, pero no le importó. Eliminó la corta distancia entre ellos, rodeándole la cintura en un abrazo repentinamente mimoso mientras sus labios depositaban suaves besos en la curvatura del cuello. A continuación, deslizó las manos por los costados hasta localizar el último botón de la camisa que su novio vestía, desabotonándolo con cierta torpeza por la falta de costumbre.

 

─Ya que mi idea parece agradarte, podemos hacerla realidad ahora ─propuso en un susurro confidente.

 

Aunque Sasuke odió tener que negarse una vez más, no tuvo otra opción. Le sostuvo de los hombros y le obligó a retroceder un par de pasos.

 

─Naruto…

─No me lo digas. No ─negó imitando el tono de voz de Sasuke. En el fondo estaba un poco ofendido por haber sido rechazado de nuevo. A este paso iba a perder la virginidad a los cuarenta.

─…no me siento preparado ─atinó a decir como excusa, sintiendo una nueva patada en su orgullo.

 

El rubio asintió resignado al recordar la virginidad de su novio. Pensándolo un poco, era extraño que Sasuke, siendo mayor, se mostrara tan reservado a la hora del sexo. Lo habló con Sakura en el parque, después de que ella quisiera matarle cuando le contó que su idea para agradecer a Sasuke lo de la llave era perder la virginidad en una intensa sesión de sexo que recordaría el resto de sus días. A Sakura le parecía poco creíble que Sasuke fuera virgen, especialmente sabiendo ambos que siempre había sido asediado por las mujeres, sobre todo por su llamativo atractivo.

 

No me creo que tu novio sea virgen.

 

Era lo que había dicho Sakura varias veces. Pero Sasuke no iba a mentirle en un tema como aquel… o al menos eso quería pensar. Porque si Sasuke no era virgen, ¿entonces por qué no quería ir más allá con él?

 

─Sasuke…

─La idea de Sakura no es tan cursi después de todo ─interrumpió, abotonando el único botón que Naruto tuvo tiempo de liberar mientras volvía su atención a las fotografías.

 

Lo mejor era cambiar de tema y, una vez más, quitarle las ideas a Naruto de perder la virginidad.

 

─Sasuke, ¿de verdad eres virgen?

 

De haber tenido algo en la boca, sin duda se habría atragantado de forma exagerada y lo habría escupido ante la directa pregunta. Con los hombros repentinamente tensos, se negó a girar para verle.

 

─¿Por qué lo dudas? ─respondió con otra pregunta, sonando a pesar de todo con un estudiado tono tranquilo.

─Es poco creíble que alguien como tú sea virgen ─acusó sin miramientos.

─¿Alguien como yo? ─volvió a preguntar, prudente.

─Guapo, muy guapo ─se corrigió─. De veintiocho años, popular entre las mujeres… ¿Seguro que con mi prima Karin no…?

─Claro que no ─aseguró tajante, girando para verle.

─No me lo creo’ttebayo ─insistió.

─El sexo siempre me ha causado cierto reparo ─mintió con una descarada naturalidad─. Una hormona con patas como tú, que sólo piensa en sexo, no podría entenderlo.

 

Ofendido, Naruto apretó los puños y volvió a inflar las mejillas para contener un insulto.

 

─¡Sólo pienso en sexo contigo! ¡Y deja de llamarme hormona con patas!

─Lo haré cuando dejes de serlo. Además… ─añadió algo más serio─, eres menor de edad.

─De nuevo con eso. ─Rodó la mirada con cierto hastío─. Me da igual ser menor de edad. ¡Estoy preparado para hacerlo!

─Naruto, ante los demás puede parecer que me he aprovechado de ti, después de todo yo soy el adulto. ─Nadie se iba a creer que él era la pobre víctima, acosado por el implacable adolescente de diecisiete años.

 

Después quedó un prolongado silencio entre ellos. Naruto no dejaba de mirarle, como si estuviera procesando profundamente sus últimas palabras.

 

─¿Me estás diciendo que todos tus reparos sobre desvirgarme es porque te da miedo que alguien se entere? ─Sin darle tiempo al otro de decir algo, continuó─. ¡Eso es absurdo! No es como si yo fuera a ir gritando por ahí que lo hemos hecho, ¡sería un secreto!

 

Sasuke apartó la mirada. No era tan sencillo. El simple hecho de mantener aquella relación, incluso sin relaciones sexuales, ya era todo un problema. Si los padres de Naruto se enteraban iban a querer su cabeza en bandeja de plata, era obvio que ellos iban a pensar que él había enredado a su “pobre e inocente” hijo en una relación con un adulto. Le tacharían de violador como mínimo si se atrevía a poner un solo dedo sobre Naruto, aunque todo el acto fuese consentido.

 

─No pienso arriesgarme a ser descubierto ─sentenció, hablando a pesar de todo con calma forzada.

─¿Y entonces qué haremos?, ¿vamos a vivir como una pareja de octogenarios hasta que cumpla los veinte? ─cuestionó en un tono que mezclaba frustración e ironía. Pisando con fuerza se encaminó al sofá y se dejó caer sentado, cruzándose de brazos─. Incluso una pareja de octogenarios deben tener una relación privada más fogosa que nosotros’ttebayo.

 

Sasuke suspiró hondo. No es como si a él le agradara la situación. Tener que negarse a sus deseos era fastidioso, más aún cuando Naruto se mostraba tan dispuesto. Todo sería más sencillo si su novio no sintiera aquel interés hacia el sexo. Pero no podía decírselo en voz alta, de lo contrario Naruto insistiría el doble hasta conseguir doblegar su determinación.

 

Caminó hasta sentarse a su lado, guardando una prudente distancia.

 

─¿Tan importante es el sexo para ti, Naruto?

─Es lo que las parejas hacen, ¿no? ¿Acaso para ti no?

─No me respondas con otra pregunta.

─Desde que llegamos de Suna he estado investigando en internet para no hacer el ridículo en nuestra primera vez, y ahora me dices que tengo que esperar hasta los veinte, ¡me niego! ─sentenció─. Es mucho tiempo. ¡No quiero esperar, tampoco que me esperes! ¿Y si te cansas de esperarme y prefieres ir con otra persona con la que no tengas que esperar, alguien de tu edad?

 

Los ojos negros se abrieron con sorpresa. Sasuke juraría que era la primera vez que veía a Naruto tan preocupado por la posibilidad de perderle. De pronto, el normalmente bronceado rostro de su novio palideció un poco, al parecer había pensado en algo que le creó desazón.

 

─Entonces es cierto… ─murmuró el rubio casi para sí.

─¿Qué? ─Se acercó un poco para escuchar mejor.

 

Como si no diera crédito, Naruto le miró y negó apenas moviendo la cabeza.

 

─¿Quién es ella?, ¿cómo se llama?

 

Sin entender absolutamente nada, Sasuke arqueó una ceja.

 

─¿Ella?

─¡Tu novia! ─Le señaló acusador.

 

Pero Sasuke no se inmutó demasiado y no mostró algo más allá que una expresión de confusión alternada con sorpresa.

 

─Mi novia ─reiteró casi en una pregunta, queriendo convencerse de que había escuchado bien. ¿Cómo había llegado ese tonto a la deducción de que tenía una novia?

─¡Sí! Esa rubia, alta, de ojos azules y de buen cuerpo.

 

Ahora Sasuke sí se sintió interiormente alarmado. ¿Era su imaginación o Naruto estaba describiendo a Ino?

 

─No sé de qué estás hablando. ─Prefirió hacerse el desentendido.

─En el hospital unos hombres hablaban de ti y de tu novia. No quise creerlo, ¡pero ahora todo tiene sentido’ttebayo! Es tu amante, haces con ella las cosas que no quieres hacer conmigo. ─Por momentos se mostraba más alterado, en su mente podía visualizar a Sasuke con una rubia de rostro desconocido, engañándole. Los celos habían hecho explosión en su interior como nunca antes─. ¡Y tú me acusabas de sentir algo por Gaara! ¡Eres un…!

─Naruto, calma. Cálmate. ─Le aferró de los hombros. Si dejaba a su novio continuar en ese estado era probable que terminara soltándole un puñetazo─. Estás equivocado.

─¡Sé lo que escuché, teme!

─Déjame explicarme. ─Se hizo oír. Aunque una pequeña parte de él se regocijaba al ver a Naruto celoso, debía arreglar ese embrollo─. Todo es un malentendido. Unos compañeros de trabajo me vieron hablando con una vieja conocida y asumieron que es mi novia.

─Diles que no lo es. ¡Tu novio soy yo!

 

Por una vez Sasuke se alegró de que la fastidiosa de Ino hubiese vuelto a su vida. Había logrado lo que nunca pensó que vería, los celos de Naruto. No pudo evitar soltar una suave risilla, complacido.

 

─¿¡Qué es tan gracioso, bastardo!?

­─Tus celos. ¿De verdad piensas que te engaño con alguien sólo porque eres menor de edad?

─Me lo pregunta quien me acusó de querer a Gaara sólo porque es de mi edad ─rebatió con fastidio.

 

Touché, pensó Sasuke apartando la mirada. Eran un par de idiotas.

 

─Sea como sea ─comenzó a decir el pelinegro─, no tengo nada con ella, así que deja de darle importancia.

─¿Entonces por qué esos hombres piensan que es tu novia? Diles que no lo es. ─Le dedicó una mirada de puro enojo.

 

Aquel comentario provocó que Sasuke tirara disimuladamente del cuello de su camisa como si de pronto estuviera demasiado ceñida, ahogándole. Por un momento se debatió entre decirle la verdad. Pero no quería una relación basada en mentiras, o al menos no demasiadas.

 

─Naruto, lo cierto es que… ─Suspiró─, no he aclarado el malentendido porque me conviene.

─¿Qué? ─preguntó confundido, mirándole incrédulo.

─Mis compañeros son molestos, no paran de preguntar sobre mi vida privada, si tengo novia. Especialmente después de que me hiciste aquel chupetón en el cuello, ellos pensaron que me lo había hecho una chica. ─Guardó un breve silencio, esperando que el otro dijera algo, pero eso no ocurrió─. Naruto, no puedo decir que tengo novio, y menos en mi trabajo. ─Quiso añadir que debía mantener una perfecta reputación frente a los demás, pero se ahorró el comentario al pensar que quizá podría herir a su pareja─. Lo entiendes… ¿cierto? ─preguntó cauto.

 

En silencio, Naruto apartó la mirada, enfocando la nada. Su expresión de pronto era serena, rayando la seriedad, y eso no hizo más que inquietar a Sasuke.

 

─Naruto… ─le llamó sin poder disimular su preocupación.

─Claro, lo entiendo ─respondió con hablar hasta cierto punto mecánico.

 

De nuevo esa creencia donde se sentía un problema para Sasuke, un sucio secreto que debía permanecer guardado en un cajón cerrado bajo llave. No le gustaba sentirse así, no quería una relación así. Pero tampoco quería dejar ir a Sasuke, y menos después de todo lo que había luchado para poder estar a su lado; aunque sonara patético, le quería demasiado.

 

─¿Lo entiendes? ─preguntó con cierta incredulidad. No pasaba desapercibido el pesado silencio que había quedado entre ellos.

─Sí ─insistió, mostrando una sonrisa a medias.

 

Sasuke suspiró. Por un momento había pensado que terminarían discutiendo de nuevo, últimamente su relación saltaba de bache en bache. Añoraba la tranquilidad de los primeros meses.

 

─No importa lo que mis compañeros digan, mi pareja eres tú. Esa mujer es sólo mi tapadera para que me dejen en paz.

 

Quiso asegurarse de que todo estaba bien, así que se inclinó ligeramente y buscó los labios contrarios. Cuando estaba por tocarlos, se detuvo en seco al ver que Naruto había girado el rostro lo suficiente como para esquivar el contacto. Su expresión se endureció por la preocupación. Naruto no rechazaría un beso suyo si no estuviese enojado.

 

─Naruto… ─Le llamó sin alejarse ni un milímetro─. Lo siento ─musitó─. Aunque me gustaría, no puedo decir la verdad.

 

Naruto sólo quería arrancar de su interior la odiosa vocecilla que le susurraba que era un estorbo en la vida de Sasuke. Intentó serenarse. A lo mejor se había tomado muy a pecho lo que Sasuke le dijo, tal vez su enojo era exagerado y estaba siendo injusto con él.

 

Pero se arraigó en su interior el temor a que Sasuke le dejara por aquella mujer que supuestamente era su tapadera. Una pareja que no tendría que ocultar y le traería menos quebraderos de cabeza.

 

Debía mostrarle a Sasuke que era alguien maduro, que sabía afrontar las situaciones como un adulto. Sí, esa era la clave. De esa forma su novio no pensaría en dejarle por otra persona. Uzumaki Naruto no era un mocoso inmaduro.

 

Finalmente, volvió el rostro y presionó sus labios apenas un segundo antes de ponerse de pie, dejando a su novio con ganas de más sin saberlo.

 

─¿Qué te parece si salimos? ─propuso de pronto.

─¿…a dónde? ─atinó a balbucear, desconcertado por el repentino cambio de tema y humor.

─A Ichiraku, ¿a dónde más’ttebayo? Yo invito.

 

****

 

Apenas un par de días después, el domingo por la mañana, Naruto llegó al apartamento de su pareja. Estaba intrigado, ya que la noche anterior Sasuke le llamó y le pidió que se presentara allí a una hora concreta y que llevara puesto el bañador. Así que eso hizo, se presentó en chanclas, vistiendo el bañador y una camiseta de manga corta. A la espalda llevaba una pequeña mochila donde portaba una toalla, protector solar, dinero, el teléfono móvil y las llaves.

 

Con toda la confianza del mundo utilizó la llave del apartamento y abrió. Lo primero que llamó su atención fue que faltaba una de las fotografías que le regaló a Sasuke, justamente esa donde él abrazaba a su pareja. Sintiéndose un poco mal, se preguntó si su novio la había quitado porque le incomodaba.

 

─¿Sasuke?

 

El adulto no tardó ni dos segundos en abandonar su habitación y acudir al llamado.

 

─Estás aquí. No te había escuchado llegar. Insisto en que no has tardado nada en usar la llave.

─Y tú tampoco has tardado en deshacerte de una de las fotografías que te regalé’ttebayo.

 

A pesar de que el comentario de Sasuke no fue un reproche, el de Naruto sí lo fue. Desconcertado, el adulto se encogió de hombros y alzando una mano señaló su habitación.

 

─No me he deshecho de nada, simplemente está en un lugar mejor.

 

Sin terminar de creerle, Naruto se dirigió hacia allí. La fotografía faltante reposaba sobre la mesa de noche. Avergonzado se rascó la nuca por su comportamiento, desde que había hablado con su novio sobre esa “rubia de ojos azules y buen cuerpo” había estado un poco tenso, con aquella molesta convicción de sentirse un estorbo en la vida de Sasuke.

 

─Dobe ─pronunció caminando hacia él─. ¿A qué viene ese humor cuando apenas empieza el día?

─Lo siento ─fue todo lo que atinó a responder, bajando la mirada.

 

Sasuke le analizó a conciencia, estudiando primero su expresión de arrepentimiento y después visualizándole de pies a cabeza. Naruto estaba raro. De hecho parecía lucir incómodo y susceptible casi de forma frecuente desde que tocaron el tema de Ino.

 

La única manera en la que se le ocurrió que podría suavizar la tensión, era molestando un poco a su novio.

 

─¿Bañador nuevo?

 

Su pregunta aparentemente inocente despertó el interés de Naruto, quien le miró con una repentina sonrisa.

 

─¡Sí! ─exclamó, satisfecho de que Sasuke lo hubiera notado.

─Es tan horrible como el anterior ─mintió.

─¡Sasuke! ─protestó avergonzado. Un pequeño rubor había aparecido en sus mejillas.

─¿Acaso tienes algo así como una obsesión por el color naranja? ¿Quién se pondría un bañador de ese color?

 

El bañador en cuestión era totalmente naranja, pero no uno chillón. El pantalón llegaba hasta la mitad del muslo, y en letras blancas y grandes, en el muslo izquierdo, se podía leer “CK”. Por su parte, Sasuke usaba el mismo bañador de la vez anterior.

 

─¡No es feo! ¡Es de la marca Calvin Klein! ─señaló, como si por el simple hecho de ser de marca fuera imposible que la prenda fuera fea.

─Sigue siendo espantoso a la vista ─sentenció caminando al sofá, donde tomó una mochila que ahí se hallaba─. Y ahora vámonos ─añadió antes de que el otro pudiera decir algo.

─¿A dónde? ─farfulló todavía algo molesto, aunque era más bien un pequeño berrinche. Ese bañador le había costado un ojo de la cara, incluso su madre había tenido que prestarle algo de dinero, todo porque quería verse bien para Sasuke, ¡y ahora ese idiota le dice que es horrible!

─A la piscina ─respondió dirigiéndose a la salida.

 

No hicieron más que abandonar el apartamento cuando el teléfono de Naruto sonó.

 

─¡Kiba! ─respondió la llamada en un tono animado.

─¡Hey, Naruto! Tenemos planes para pasar el día, las vacaciones están a punto de terminar, así que tenemos que reunirnos todos antes de morir en un mar de exámenes…

─¿Hoy? ─interrumpió.

─Claro.

 

Naruto suspiró resignado. Aunque le habría gustado compartir tiempo con sus amigos, debía decir no. Prefería estar con Sasuke.

 

─Lo siento, Kiba, será otro día. Ya tengo planes para hoy.

─¿Qué planes? ─indagó. No imaginaba que Naruto pudiera tener algo mejor que hacer que pasar el tiempo con sus amigos.

─Ah, pues… ¿Kiba?, ¿me oyes? Oh, ¡no te escucho bien dattebayo! Algo está fallando aquí, ¡adiós! ─colgó. No podía decirle la verdad, eso conllevaría muchas preguntas que era mejor sortear.

 

Sasuke no pudo evitar pensar con cierta sorna que Naruto mentía bastante mal.

 

Nada más llegar la piscina, Naruto no reaccionó muy diferente a como lo hizo en Suna. Literalmente arrojó sus cosas al césped, se desprendió de la camiseta y las chanclas, y se lanzó al agua de cabeza. Sasuke rodó la mirada, preguntándose si su novio tenía diecisiete años o cinco.

 

Cuando Naruto emergió del agua y sacudió la cabeza para desprenderse del exceso, una conocida cabellera rosa captó su atención.

 

─¿Sakura-chan?

 

La nombrada giró sorprendida al reconocer la voz.

 

─¿Naruto?, ¿qué haces aquí? Kiba dijo que no ibas a venir.

─Pues… ─Sin saber bien qué decir, sólo sonrió nervioso mientras se pasaba una mano por la nuca─. Hola’tteba.

 

Al estudiar su alrededor, descubrió a Hinata junto a Sakura, y esparcidos por la piscina a todos sus amigos. Entre sorprendido y divertido vio a Temari acorralando a Shikamaru en una esquina de la piscina, con intenciones evidentes de querer un beso. Pero dejando eso de lado, se preguntó si Gaara también estaría allí.

 

Efectivamente, su pelirrojo amigo estaba sentado en la orilla, con los pies metidos en el agua. Olvidando a Sakura, no dudó en nadar hasta allí y tomando impulso se sentó a su lado.

 

─¡Gaara! ─exclamó efusivo.

 

El otro le miró tan sorprendido como Sakura acababa de hacerlo.

 

─Veo que al final has podido venir ─comentó afable.

─De hecho he venido con un amigo… ─Su buen ánimo se tambaleó al recordar que Sasuke odiaba a Gaara. Lo mejor sería no presentarles, que Sasuke no supiera que Gaara estaba allí─. Ya había quedado con él antes de que Kiba me llamara.

─Entiendo. ─Señaló el rostro de su amigo─. ¿Cómo estás?

─Bien, sólo son magulladuras sin importancia ─explicó sonriente.

─Pues a mí me parece que te dieron una buena paliza.

 

Un escalofrío subió por la espalda del rubio al escuchar la voz de su novio tras él.

 

─Naruto.

 

Intrigado al no reconocer la voz, Gaara giró. Un hombre pelinegro estaba a unos pasos de ellos.

 

─¿Él es tu amigo? ─preguntó el pelirrojo en un susurro─. ¿No es algo mayor? Parece sacarnos unos años.

 

Al no saber qué responder, prefirió no decir nada. Se puso de pie y se acercó a su pareja.

 

─¿Quién es el pelirrojo? ─preguntó con cierta intriga. Nunca había visto a ese chico en el círculo de amigos de Naruto, por eso le había extrañado verle hablando con él. Quizá sólo era amigo de Naruto y no del resto de mocosos.

─Un amigo ─respondió algo esquivo.

 

A Sasuke le extrañó que Naruto no le hubiera presentado con su amigo, igual que hizo con los demás en su momento. No quiso darle más importancia hasta que la escandalosa voz de Kiba se hizo oír cerca de ellos.

 

─¡Naruto, al final has venido! ─celebró, sin caer en la cuenta de que él en ningún momento alcanzó a decirle que estarían en la piscina─. Me alegro de que hayas recapacitado. ─Sin notar en absoluto la presencia de Sasuke, tomó al rubio del brazo con confianza─. Todos habían estado preguntando por ti, especialmente Gaara.

 

Naruto se tensó a la par que un ligero tic sacudió una de las cejas de Sasuke. Kiba y sus comentarios desatinados, pensó. Sonriendo nervioso, encaró a su novio.

 

─¿Gaara? ─pronunció éste con cierto desdén.

 

Entonces Kiba por fin notó al adulto. Aterrado liberó al rubio del agarre.

 

─¡Tú! ─Le señaló. ¿Acaso Naruto no tenía suficiente con llevarle a veces al parque que ahora también le llevaba a la piscina? No le agradaba ese tipo─. ¿Qué haces aquí?

─¿Quién es Gaara? ─respondió con otra pregunta.

 

Desconcertado con la pregunta, Kiba se limitó a señalar al pelirrojo que les observaba curioso a unos pasos de distancia. Ignorando al patán de Inuzuka, tomó a Naruto de la muñeca y con decisión caminó hacia Gaara.

 

─¡Sa-Sasuke, espera! ─susurró Naruto acelerado─. ¿Qué vas a hacer dattebayo?

─¿Por qué no me presentas a tu amigo? ─propuso con exagerada serenidad. Por fin iba a conocer al tan mencionado Gaara.

 

Al verles acercarse, Gaara se puso de pie. Ese hombre arrastraba a Naruto, quién sabe con qué intenciones, tal vez quería lanzarle al agua.

 

─¿Todo bien, Naruto?

─S-sí ─balbuceó─. Sólo quería presentarte a mi amigo.

 

Los ojos de Gaara se enfocaron en los de Sasuke. Seguía pensando que era un amigo algo mayor. Y… ¿era su imaginación o ese hombre trataba de matarle con la mirada?

 

─Gaara, él es Uchiha Sasuke ─explicó un poco rápido. Quería acabar pronto con esa situación─. Sasuke, él es Sabaku no Gaara.

 

Después un silencio que apenas duró dos segundos pero que a Naruto se le hizo eterno quedó entre ellos. Finalmente Gaara alzó una mano. Sasuke no tardó en estrecharla con firmeza, demasiada firmeza. Gaara contuvo una pequeña queja y se limitó a mostrarse impasible. El amigo de Naruto era raro.

 

─Encantado de conocerte, Uchiha Sasuke.

─El gusto es mío ─respondió éste con suma serenidad, provocándole un nuevo escalofrío a Naruto─. Seguro que has oído hablar de mí ─afirmó. Todos los mocosos siempre decían que Naruto se pasaba casi todo el tiempo hablando de él.

─¿Um? ─Le miró fijamente un instante─. En realidad nunca había oído hablar de ti.

 

Un nuevo tic sacudió una de las cejas de Sasuke al descubrir que Naruto no le había mencionado ni una vez frente a Gaara. Sin embargo, él había tenido que escuchar el nombre de ese pelirrojo día tras día.

 

Sintiéndose intimidado, el rubio dio un manotazo que les obligó a alejar sus manos y finalizar el saludo.

 

─Bien, bien, ¡suficiente! ─exclamó nervioso─. ¿Por qué no vamos al agua? Me estoy muriendo de calor. ─Antes de que alguien pudiera decir algo, tomó a Sasuke del brazo y tiró de él, lanzándole al agua en venganza de un firme empujón. Después se lanzó tras él, esperando verle emerger del agua.

─¡Usuratonkachi! ─riñó.

─¿Qué pretendías? ¿Desde cuándo eres tan amigable, teme?

─Sólo quería conocer de una vez al famoso Gaara.

 

El agua que les lanzó alguien al zambullirse en el agua les interrumpió. Era Kiba que había obligado a Gaara a saltar al agua a la par que él lo hacía. Después, el castaño proponía a Shino que subiera a Gaara en sus hombros mientras que él subiría en los suyos a Naruto para que pelearan.

 

Asintiendo, Shino se sumergió y coló la cabeza entre las piernas de Gaara, alzándole sobre sus hombros sin darle al pelirrojo oportunidad de decir si estaba de acuerdo o no en ese juego. Sin pensar siquiera, y antes de que Kiba tuviera oportunidad de hacer algo, Sasuke se sumergió y subió a un sorprendido Naruto sobre sus hombros. No iba a tolerar que ese mocoso de sexualidad dudosa estuviera toqueteando a su novio.

 

─¡Hey! ─protestó Kiba, cruzándose de brazos con cierta indignación. Pero tan pronto como vino ese sentimiento, se fue─. Está bien. Desde aquí veré mejor cómo pelean Gaara y Naruto. ¡Seré el árbitro! ─exclamó repentinamente ilusionado con su nuevo papel.

─Nadie me ha preguntado si estoy interesado en este juego ─comentó el pelirrojo sin ningún tono el concreto.

─Vamos, Gaara ─animó Naruto─. Será diverti… ¡argh!

 

Un contundente pellizco, cortesía de Sasuke, en la pantorrilla le arrancó un lastimero quejido. Aprovechando su situación ventajosa, no tardó en contraatacar, pellizcando en venganza las mejillas de su novio.

 

─¡Teme! ─masculló con fastidio.

 

Sasuke estuvo por lanzarle al agua sin miramientos por causa del enojo. No le gustaba ver a Naruto tan ilusionado por compartir juegos con Gaara. La exclamación de Kiba les hizo detenerse en seco a ambos.

 

─¡Tres!, ¡dos!, ¡uno!... ¡Que empiece el juego! ─Dio una contundente palmada en el agua.

 

Como sincronizados, Shino y Sasuke avanzaron un paso y al instante Gaara y Naruto entrelazaron sus manos, tratando de derribar al contrincante al agua con tirones y empujones.

 

Debido al forcejeo, Sasuke llevó las manos a los muslos de Naruto para sostenerle y que no cayera tan fácilmente al agua. Después le dedicó una mirada fulminante al pelirrojo.

 

─Naruto, más te vale derribarle.

 

Poco a poco, el resto de amigos se acercaron al notar el juego que se estaba llevando a cabo. Temari alzó un puño con cierto entusiasmo.

 

─¡No te dejes vencer, Gaara! ¡Destrózale!, ¡atácale a la yugular!

 

Ante las intensas palabras, Naruto se desestabilizó por un instante.

 

─¡Temari…! ─replicó mirándola apenas un segundo con una expresión de puchero infantil. Pensó que le caía bien a la rubia.

─Lo siento, Naruto. ─Se encogió de hombros─. Gaara es mi hermano. No lo tomes personal.

 

En un movimiento rápido, Gaara soltó una de las manos de Naruto y le tomó de un hombro, dándole un brusco empujón que casi le manda al agua. De no ser porque Sasuke le sostenía con firmeza, era seguro que habría caído.

 

─¡Vamos, Naruto! ─animó Sakura.

 

El tiempo pareció detenerse para Naruto cuando fue consciente de algo, las manos de Sasuke estaban aferradas a sus muslos, y con cada forcejeo las manos ascendían y volvían a aferrarse para sostenerle mejor. Sintió su cara arder cuando tras recibir un nuevo empujón de Gaara, una de las manos de su novio ascendió hasta detenerse casi en la ingle. La otra, bajó errática hasta la rodilla y después, como no sabiendo bien dónde situarse para sostenerle mejor, ascendió de nuevo por el muslo, colándose un poco sin proponérselo bajo la mojada tela del bañador.

 

─Sa-Sasuke… ─susurró en un hilo de voz tembloroso, avergonzado.

 

No iba a negar que había soñado mil veces con tener las manos de Sasuke sobre su cuerpo, toqueteando de aquí para allá, ¡pero en un ambiente privado!

 

─¡Naruto, idiota! ─regañó el pelinegro, sin sospechar lo que le ocurría a su pareja─. El mocoso sin cejas va a ganarte. ¡Destrózale!

 

Pero el cerebro del pobre rubio había colapsado. Sólo podía escuchar distorsionadas las voces de sus amigos, unos apoyando a Gaara, otros apoyándole a él… y sobre todo, podía sentir las manos de Sasuke recorriendo sus muslos. ¡Eso era demasiado para su pobre resistencia!

 

Un nuevo empujón de Gaara, a pesar de que no fue muy fuerte, logró desestabilizarle lo suficiente como para derribarle. Pero en un último intento desesperado, se aferró al brazo del pelirrojo, cayendo ambos al agua.

 

─¡Oh! Eh… ¡eso fue un empate! ─sentenció Kiba, todavía en su papel de árbitro.

 

En cuanto Naruto emergió del agua, sintió unas manos aferrarse a sus brazos, siendo atraído hacia otro cuerpo. Aturdido logró ver que se trataba de Sasuke.

 

─Dobe, me decepcionas. Su suponía que tú eres más fuerte que ese enclenque sin cejas.

 

El rubio le empujó con cierto fastidio ante el regaño.

 

─Sólo es un juego, ¡no lo tomes tan a pecho! Además, te recuerdo que he logrado derribarle, en realidad no ha ganado nadie.

─¿Te has dejado ganar? ─Se podía percibir una ligera acusación en aquella pregunta.

 

Indignado, esta vez fue Naruto quien se aferró a los brazos de su novio y le obligó a inclinarse lo suficiente como para que sus rostros quedaran muy cerca.

 

─Si he caído al agua es por tu culpa’ttebayo.

─¿Qué? ─masculló ceñudo.

─T-tus manos… no dejaban de moverse por mis muslos. ¡Eso me ha desconcentrado!

─Pero serás tonto… Tenía que sostenerte para que no cayeras al agua. Shino estaba haciendo lo mismo con el adefesio de tu amigo Gaara.

─¡No le llames así! ─masculló, acercando tanto sus rostros que sus frentes se encontraron. Ambos se miraron con intensidad─. Y sé que tenías que sostenerme, pero… ─Se ruborizó ligeramente.

─Eres una hormona con patas. Seguro que estabas imaginando cosas sucias.

─¿¡Cuántas veces tengo que decirte que no me llames así!?

 

Se aferró a los hombros de su pareja, tratando de hundirle, pero éste apenas se inmutó y rápido contraatacó. Aprovechando que pesaba menos en el agua, Sasuke le tomó de la cintura y le lanzó hacia un lado sin demasiado esfuerzo.

 

─No puedes contra mí.

 

El resto de amigos observaban curiosos la escena que se estaba llevando a cabo entre los otros dos. Primero habían estado mascullando quién sabe qué cosas, tal vez se reprochaban el uno al otro el no haber ganado, y ahora peleaban como niños de diez años tratando de hundirse el uno al otro sin compasión. Para frustración de Naruto, debido a que era más alto y por ende más fuerte, Sasuke llevaba ventaja.

 

─No sé si son imaginaciones mías, pero… ─comenzó a decir Inuzuka─, Naruto se comporta extraño cuando está con ese amigo suyo.

 

Los otros le miraron con interés, especialmente Sakura. ¿Acaso Kiba…?

 

─¿A qué te refieres? ─preguntó ella.

─Naruto parece muy cercano a él, y a veces le he descubierto mirando a Sasuke de forma rara… ─explicó a medias, algo inseguro.

─¿De forma rara? ─reiteró Sakura, preocupada.

─Bueno, después de todo Naruto es gay, ¿no? Mis sospechas no son tan descabelladas.

─¿Naruto es gay? ─La sorpresa de Gaara fue palpable en su voz.

 

Sonriendo nervioso, Kiba enfrentó al pelirrojo que continuaba mirándole perplejo.

 

─Ah, mn… ¿no lo sabías? ─Como respuesta el otro sólo negó con la cabeza─. P-pensaba que Naruto te lo había contado.

 

En silencio, Gaara volvió a negar y buscó con la mirada a su rubio amigo. Continuaba en sus intentos de ahogar al tal Sasuke, pero se notaba que el ambiente entre ellos se había relajado y ahora todo era un juego. Podía escuchar la risa de Naruto y percibir la expresión divertida del pelinegro, las miradas cómplices que se dedicaban.

 

─¡Kiba, bocazas! ─Sakura le dio una contundente palmada en la espalda que le arrancó un alarido de dolor. Después, preocupada se acercó al pelirrojo─. Gaara, por favor, no lo tomes a mal. Naruto te aprecia mucho…

─No… ─musitó éste en respuesta, mirándola─. Yo también aprecio a Naruto, no le daría la espalda por algo así. Sólo… me sorprendió.

─Apuesto a que estaba esperando conocerte un poco más para contártelo ─aseguró dedicándole una sonrisilla.

 

En silencio, Gaara volvió a buscar a su amigo con la mirada. En ese preciso instante tanto Naruto como Sasuke emergieron del agua respirando un tanto agitados. A continuación Sasuke alzó una mano y se retiró algunos mechones de la cara, peinando el cabello hacia atrás con los dedos; y de no haber estado tan atento, Gaara no habría notado la expresión bobalicona que por un momento se apoderó del rostro de Naruto que miraba al otro casi sin parpadear, como quien admira la más perfecta obra de arte.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

¡Hola! :D Gracias a todos por leer y comentar.

 

En esta historia, ¿eres #TeamSasuke o #TeamNaruto? :)

 

Por si acaso, quiero aclarar que lo de preguntar a los personajes ya terminó XD

 

¡Se agradecerán reviews! Cualquier pregunta que tengáis, no dudéis en decírmelo. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).